25.12.2012 Views

Versión pdf DM 316 - Misioneros de La Consolata

Versión pdf DM 316 - Misioneros de La Consolata

Versión pdf DM 316 - Misioneros de La Consolata

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

Dimensión Misionera <strong>de</strong>l África Dimensión Misionera <strong>de</strong>l África<br />

Paso <strong>de</strong> una Pastoral <strong>de</strong> Discípulos a<br />

una Pastoral <strong>de</strong> Discípulos <strong>Misioneros</strong><br />

Por Mons. Luis Augusto Castro Q<br />

Cuando al señor Ernesto, buen<br />

católico <strong>de</strong>l barrio, le pidieron<br />

que invitase a sus vecinos al<br />

congreso eucarístico <strong>de</strong> la parroquia,<br />

él se rehusó diciendo: “Si<br />

hay que ir don<strong>de</strong> los vecinos que<br />

vaya el cura párroco. No tengo por<br />

qué meterme en sus vidas”<br />

Ernesto estaba dispuesto a vivir<br />

su vida cristiana como discípulo <strong>de</strong><br />

Jesús pero no estaba interesado en<br />

ser enviado a los <strong>de</strong>más. De manera<br />

que él necesitaba <strong>de</strong>scubrir aún otra<br />

dimensión esencial <strong>de</strong> su vida cristiana:<br />

la dimensión misionera.<br />

Esta historia me recuerda el problema<br />

que tuvo un primer ministro<br />

en cuyo reino se acabó el metal con<br />

que se hacían las monedas que circulaban<br />

por todas partes haciendo<br />

posibles los negocios. Or<strong>de</strong>nó que<br />

se buscara en todo el reino ese metal<br />

y los encargados <strong>de</strong> la búsqueda<br />

llegaron diciendo que las estatuas<br />

<strong>de</strong> las iglesias estaban hechas con<br />

ese metal. Entonces, este primer ministro<br />

dijo: “Derritan las estatuas y<br />

pónganlas en circulación.”<br />

Hay cristianos como el señor Ernesto<br />

que son muy buenos cristianos,<br />

que podían estar en el nicho<br />

don<strong>de</strong> se colocan las estatuas <strong>de</strong> lo<br />

puro buenos que son, pero no pasan<br />

<strong>de</strong> ser estatuas inmóviles, no hay en<br />

ellos disponibilidad para ponerse en<br />

circulación, esa circulación <strong>de</strong> que<br />

hablaba Jesús cuando enviaba a los<br />

apóstoles por todo el mundo. Estos<br />

cristianos son muy buenos discípulos<br />

pero les falta <strong>de</strong>scubrir la otra<br />

mitad <strong>de</strong> su ser cristiano: ser misioneros.<br />

El encuentro <strong>de</strong> Cristo con Pablo<br />

fue simultáneamente un llamado a<br />

ser discípulo y una indicación <strong>de</strong> su<br />

nueva condición <strong>de</strong> misionero, enviado<br />

por Cristo a los gentiles. Pablo<br />

podía colocarse en la misma línea <strong>de</strong><br />

los llamados a los profetas <strong>de</strong>l pasado<br />

como Jeremías y <strong>de</strong> Isaías.<br />

{<br />

“Pero Dios, que me escogió antes <strong>de</strong> nacer y por su gran bondad me llamó,<br />

tuvo a bien hacerme conocer a su Hijo, para que anunciara su evangelio<br />

entre los no judíos. Y no fui entonces a consultar con ningún ser humano; ni<br />

fui tampoco a Jerusalén a ver a los que eran apóstoles antes que yo. Por el<br />

contrario, me dirigí sin tardar a la región <strong>de</strong> Arabia, y luego volví a Damasco.”<br />

(Gal 1,16-17)<br />

Inmediatamente Pablo se marchó<br />

para Arabia no con la finalidad <strong>de</strong><br />

hacer algún curso <strong>de</strong> ejercicios espirituales<br />

o a prepararse sino a predicar<br />

a Jesucristo.<br />

Pablo no necesitaba ninguna preparación<br />

especial pues conocía bien<br />

la Biblia y religiosamente era muy<br />

comprometido. Lo que cambió en<br />

la vida <strong>de</strong> Pablo fue el rostro <strong>de</strong> Dios<br />

que no era más la ley sino Jesucristo<br />

crucificado.<br />

Pablo se pone al servicio <strong>de</strong> este<br />

nuevo rostro. Este nuevo rostro le<br />

dictará a Pablo todo el contenido <strong>de</strong><br />

su teología, su método misionero y<br />

el estilo <strong>de</strong> relacionarse con sus colaboradores<br />

y con las comunida<strong>de</strong>s<br />

cristianas.<br />

<strong>La</strong> única cosa nueva que Pablo<br />

transmite es el testimonio <strong>de</strong>l amor<br />

<strong>de</strong> Dios que lo transformó, le cambió<br />

la vida y lo sedujo totalmente.<br />

<strong>La</strong> novedad central es la experien-<br />

cia <strong>de</strong> Dios; no la experiencia <strong>de</strong> un<br />

Dios abstracto fundador <strong>de</strong> valores<br />

éticos sino el Dios <strong>de</strong> Jesucristo, el<br />

Dios crucificado que lo amó. Gracias<br />

a esta experiencia <strong>de</strong> Dios, el<br />

fariseo <strong>de</strong> los fariseos pasaba a ser el<br />

apóstol <strong>de</strong> los gentiles.<br />

Aparecida insiste en que recuperemos<br />

la integridad <strong>de</strong> nuestra i<strong>de</strong>ntidad<br />

que no es la <strong>de</strong> ser discípulos<br />

sino discípulos misioneros. Como<br />

una medalla tiene dos caras, así es<br />

el cristiano, dice Benedicto XVI. De<br />

manera que la dimensión misionera<br />

es esencial en la vida cristiana.<br />

Cuando se dice con entusiasmo:<br />

Pongámonos la camiseta misionera<br />

se quiere motivar pastoralmente a<br />

los <strong>de</strong>más pero la expresión <strong>de</strong> suyo<br />

es errada: la dimensión misionera<br />

<strong>de</strong>l cristiano no es una aran<strong>de</strong>la,<br />

algo acci<strong>de</strong>ntal, una camiseta que se<br />

pue<strong>de</strong> quitar y poner. Es <strong>de</strong> su misma<br />

sustancia. dm<br />

Ser miSionero ...<br />

Para comPartirleS<br />

la exPeriencia<br />

que viveS<br />

<strong>de</strong> JeSucriSto<br />

dimensión misionera | 24 | EnERo DE 2011 EnERo DE 2011 | 25 | dimensión misionera<br />

y<br />

Para que otro<br />

mundo meJor<br />

Sea PoSible<br />

amvandina@consolataandina.org<br />

www.consolataandina.org<br />

cel. 310 5276123

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!