Edicion 23 de julio de 2022
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IMPAGO y GOLPE DE ESTADO 1931
(días después)
Aquella debacle económica
histórica iniciada en 1929
se prolongó en la década
de 1930, algunos académicos consideran
continuó hasta la segunda
guerra mundial; en nuestra nación
se manifestaba el Impago a los
trabajadores y el rechazo a la moneda
emitida por el gobierno de
Araujo por el cambio de oro. Los
efectos económicos se pronuncian
en El Salvador después del 2-3 de
diciembre de 1931 fecha del cuartelazo
pero existen otros connotados
eventos que reflejan la crisis, así el
29 de diciembre de 1931 el Diario
Latino, en su portada hace alusión
a la relación de Estados Unidos y
El Salvador con su titular: “El Tío
coyote no reconoce al gobierno VI”
firmado por Miguel Pinto anotando
en su crónica: “Y allí va un regalito
de Navidad. El 24 en la noche, la
noche del Niño, que trajo para los
nenes regalos de juguetes, dulces y
otras golosinas, “Tío Coyote”, con
la frente fruncida, lanzó a los Niños
de Centroamérica, como aguinaldo,
una nota brava manifestando, que
no reconoce gobiernos surgidos de
golpes militares, aunque estén obligados
por la Constitución de la República,
así no más, sin que medie
el deprimente permiso de “Huy que
te come el viejo”, puesto en evidencia,
por medio de oficial notificación,
en la que no reconocen al
actual gobierno, sin duda basados
en que tienen “gallo amarrado” para
hacer “chinga”…
Mientras en la sociedad civil se
multiplican las opiniones publicadas
en Diario Latino, una de ellas:
“La constitucionalidad del nuevo
régimen y el asunto del reconocimiento
de El Salvador” por Atilio
Pecorini, los abogados se pronuncian
divididos entre defensores y
detractores, al final ya conocemos
la ilegalidad manifiesta en la ruptura
constitucional.
El día 30 de diciembre de 1931 Diario
Latino publica en su titular principal:
“30 por ciento de rebaja en los
sueldos de los empleados públicos”:
De hoy a mañana saldrá el decreto
en que se toma esta medida para rebajar
el presupuesto. En esta rebaja
quedan excluidos los individuos de
Policía, Guardia Nacional y Tropa.
En El Ejército desde el sub-teniente
entra en esta economía.
En vista de la difícil situación que
atraviesa el país y en el aspecto
puramente económico, con los pesados
fardos de deudas contractuales
que tiene que atender el Tesoro
Público, las cuales quedaron como
una insolvente herencia de regímenes
pasado, el Gobierno actual se ve
en imposibilidad material de poder
sufragar los gastos y sueldos de la
Administración Pública, ya que las
rentas públicas han sufrido profundos
y sensibles descensos. En
efecto, una de las preocupaciones
más grandes del Gobierno del general
Martínez es la de encontrar una
manera de poder pagar a todos los
servidores del Estado, en la medida
que las rentas públicas lo permitan,
y para ello, es decir, para que todos
los empleados puedan estar al
día, es preciso que todos pongan el
contingente de su buena voluntad
admitiendo el sacrificio del recorte
de sus sueldos. De esta suerte
probablemente esta tarde, el Diario
Oficial se promulgue un Decreto
del Poder Ejecutivo en Consejo de
Ministros, rebajando a un TREIN-
TA por ciento los sueldos de todos
empleados civiles, como militares.
Los únicos exceptuados esa rebaja,
son los sueldos de los individuos
-unidades de los Cuerpos de
Policía, Guardia Nacional y tropa,
es decir, de subteniente arriba, tendrán
que sujetarse al citado Decreto
de Rebajas”. amazon.com/author/
csarcaralv
EL POETA DE
LAS COLINAS
Por: Marlon Chicas
El Tecleño Memorioso
“Muchos de los que me leen /piensan
que soy un hombre raro /, escéptico
/, pequeño dios /. No /. Soy un hombre
común / como cualquiera /”. Segmento
de “Explicaciones desde la banca
de un parque”, poema de Francisco
Rafael Góchez Sosa en 1971 de su obra
“Poemas para leer sin música”.
Rafael Góchez Sosa, (Santa Tecla, 23 de
diciembre de 1927 – Santa Tecla, 16 de
diciembre de 1986), contador, docente,
periodista y poeta, fundador del desaparecido
Liceo Tecleño de 1958 a 1985,
en la que se formaron cientos de jóvenes
tecleños, los cuales se realizaron en diversos
campos productivos del país.
Presente está en la memoria de nuestros
mayores la infancia de Góchez Sosa, en
la que este acompañaba a su progenitora
Delfina Góchez Henríquez, a la venta de
melcochas en la esquina sur oriente del
antiguo mercado; quien le apoyaría en
su meta de titularse de contador; nuestro
personaje ejerció la docencia en educación
media en la asignatura de Estética
y Letras; en 1940 emigró a Honduras a
realizar labores agrarias en bananeras de
ese país,
En 1957 practicó el magisterio y periodismo
en nuestro país, contrajo nupcias
con la narradora Gloria Marina Fernández,
con quien procreó a: Delfina Góchez
Fernández (+ San Salvador, 22 de
mayo de 1979), poetisa conocida como
Juana María Tiempo, estudiante de Psicología
de la UCA, la cual falleció en
una protesta estudiantil en dicho año, le
sobreviven: Gloria Silvia, Evelyn y Rafael
Francisco Góchez Sosa hijo, quien
ejerce la docencia en Letras.
Incursionó como colaborador de medios
de comunicación; en 1960 se lanzó a su
faceta periodística, fundando el diario La
Noticia; en el mundo de las letras se dio
a conocer con su antología “Poetas jóvenes
de El Salvador”, cuenta con diversos
galardones en certámenes nacionales e
internacionales, consolidó su estilo poético
en 1966 editando un anexo con sus
poemas en la revista La Universidad.
En 1970 ganó el primer premio de los
Juegos Florales Centroamericanos y Panamá
en la Ciudad de Quetzaltenango,
Guatemala con su obra “Los Regresos”
compuesta de 56 poemas, siendo la segunda
ocasión en conquistar tal certamen,
ya que en 1967 lo obtuvo con su
obra “Desde la Sombra”, a mediados de
1970 alcanzó mención honorifica en el
Concurso Latinoamericano de Poesía,
organizado por la revista “Imagen” de
Venezuela, sus obras son reconocida en
Argentina y México.
Un hecho que marcó su vida fue la muerte
de su hija Delfy; en la que se inspiró
para escribir su poema “Amigos: mi hija
no está muerta”, lo que le desencadenó
una agresiva persecución política, obligándolo
a trasladarse a Guatemala con
su familia, Aunado a lo anterior la muerte
de su madrecita y el cierre de sus empresas;
le provocó una fuerte depresión
y adicción al alcohol, falleciendo en esta
ciudad el 16 diciembre de 1986.
Sirva este pequeño reconocimiento a la
memoria ´ de Francisco Rafael Góchez
Sosa, así como a la obra de otros grandes
escritores, cronistas y poetas tecleños
de la talla de: José María Peralta Lagos
-T.P. Mechín (+), Dr. Alberto Rivas Bonilla
(+). Heriberto Montano (+), Rafael
Ruíz Blanco (+), Delfina Góchez Sosa
(+), Leyla Quintana (+), Patricia Iraheta,
Julio Iraheta Santos, Jorge Campos entre
otros.
¡Descanse en paz poeta de Las Colinas!
Edición Especial | 23 de Julio de 2022 | 05