SubaQuatica Magazine Nº21 - Octubre 2022
Número 21 de la revista especializada en buceo comercial, offshore y tecnología submarina
Número 21 de la revista especializada en buceo comercial, offshore y tecnología submarina
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¿Cómo fue tu camino hasta el atril y quien te
animó a hablar en la Comisión?
La idea de que un buzo hablase directamente en
la Comisión para el debate sobre la reforma de
la Ley 47/2015 fue del grupo parlamentario de
Unidas Podemos; ellos me propusieron subir al
atril a contarles al resto de grupos nuestra situación.
Las semanas previas habíamos mantenido diferentes
reuniones con otros grupos político,
con el objetivo de buscar apoyo parlamentario y
que todos comprendieran de primera mano la
importancia de elevar el índice del coeficiente
reductor para los buzos profesionales.
También tengo muy presente la visita que
desde CGT hicimos al Instituto Social de la Marina
(ISM), donde nos recibió su directora, Elena
Martínez Carqués, que se mostró muy comprometida
con nuestra causa. Durante el encuentro
hablamos de lo insuficiente que nos parecía
tener un coeficiente de solo el 0.15, algo en lo que
la propia directora coincidía y entendía que no
debía de ser menor a un 0.30. Ella nos recomendó
buscar ese apoyo parlamentario y ese contacto
con los grupos que tienen la tarea de decidir
sobre esta reforma de Ley.
¿Qué consideras que ha sido lo más difícil para
ti en todo este capítulo?
Explicar en un corto periodo de tiempo tantas
cosas importantes de nuestra profesión, Es muy
complicado: los riesgos a los que nos exponemos,
las enfermedades profesionales o las discapacidades
que otros compañeros están
sufriendo, entre otras muchas. Pero sin duda
había que hacer hincapié en la salud.
Las inmersiones que vamos acumulando a lo
largo de nuestra vida laboral, van haciendo mella
en nuestra salud física y mental. Aunque te cuides,
siempre te expones a las enfermedades y
patologías, que en mayor o menor grado siempre
aparecen. Con frecuencia piensas ¿dónde voy a ir
si me ocurre algo? Esta incertidumbre había que
contarla a los parlamentarios, porque el cálculo
de coeficiente reductor tiene que ver con una
cuestión de salud y en nuestra profesión tenemos
unas condiciones muy especiales.
Afortunadamente, he tenido la ayuda de
otros compañeros y sobre todos de algunos expertos
en materias concretas como la medicina
hiperbárica. Era importante trasladar datos refrendados
sobre nuestra situación a nivel médico,
para que los parlamentarios puedan
valorar el nivel de penosidad de los buzos. Para
ello he contado con la ayuda de Ignacio Ayerra
Poyal, especialista en Medicina Hiperbárica, que
se prestó desde el principio a colaborar, respaldando
los datos de la exposición y entregando
incluso su curriculum como complemento.
¡Hasta cinco veces me personé en su consulta!
Donde me recibió siempre con las puertas abiertas.
También los datos que el doctor Serafín Balanza
Galindo ha proporcionado a otros compañeros
sindicales, fue de gran ayuda en la
exposición y aprovecho la oportunidad para darles
a ambos las gracias.
Los buzos estamos orgullosos de nuestra
profesión y cuando decidimos dedicarnos a esto,
sabemos que es un trabajo duro, pero necesitamos
que se nos proteja.
Además tuviste que enfrentar preguntas de
los parlamentarios.
Efectivamente y esa era otra de las cuestiones
que me preocupaba mucho. Es decir, poder responder
de buen grado a lo que me iban a plantear.
Pero las preguntas de todos ellos fueron muy llevaderas
y todos se alinearon con nuestra causa.
Félix Potenciano en el Congreso de los Diputados durante la Comisión de Pesca. Fotograma del vídeo de la ponencia del buzo
Hay que pensar que somos un buen grupo de
compañeros quienes desde los sindicatos llevamos
mucho tiempo trabajando para transmitirles
nuestros problemas y el porqué de la
necesidad de tener un coeficiente reductor que
nos haga justicia. Así que hemos recorrido un
largo camino hasta llegar al Congreso y todo eso
ha sido de gran ayuda para que los parlamentarios
en la sala nos entendieran mejor.
En todo esto hay que señalar la importancia
que tuvo el vídeo que proyectamos en la sala, en
el que mostramos imágenes de nuestras inmersiones
y donde mantuvimos el sonido de la respiración
del buzo. Toda una experiencia que los
parlamentarios valoraron muy positivamente y
que sirvió para que sintieran de alguna manera
cómo enfrentamos nuestro trabajo bajo las
aguas. Era importante sensibilizar la exposición
“Creo que hemos logrado trasladar el mensaje
que queríamos en el Congreso de los Diputados.
Parece ser que los parlamentarios nos han
entendido bien y están alineados con nuestra
causa. Tenemos la esperanza de poder lograr el
aumento del coeficiente corrector”
y humanizar el mensaje. Yo traté de explicarles
qué sentimos los buzos en cada inmersión y creo
que el vídeo fue de gran ayuda.
En definitiva, creo que logramos que nos entendiesen
y el turno de preguntas de todos los
grupos políticos fue muy llevadero.
¿Qué mensaje lanzarías a los compañeros que
esperan la resolución final de este tema?
Sobre todo trasmitirles la sensación que tuve
durante aquella sesión y es que hay mucha gente
que nos apoya. Tras mi intervención, fueron muchos
los que entre bastidores se acercaron a
mostrar su apoyo y se sintieron muy sensibles
con nuestra causa. Eso es algo que anima mucho
y te da esperanzas para que finalmente podamos
lograr nuestro objetivo.
Desde la intervención hemos notado mucho
interés por parte de muchos grupos políticos y
de otras áreas relacionadas con el buceo, que
nos muestran su apoyo y nos abren sus puertas.
De alguna manera sentimos que todos navegamos
en la misma dirección y eso te termina emocionando.
Además, hemos visto como en los últimos
meses la lucha por conseguir el coeficiente se
ha acelerado, con los cual tenemos esperanzas
de que todo esto se materialice con éxito muy
pronto.
Tras la lucha por el coeficiente reductor ¿cuáles
son los próximos problemas a resolver?
Pues debemos aprovechar este tirón y continuar
resolviendo otras cuestiones que tenemos pendientes,
como solicitar la modificación de algunos
aspectos del Real Decreto 550/2020 que regula
en buceo en aguas marítimas, crear un
censo de buzos profesionales en España, actualizar
las tablas salariales o pedir una revisión de
las enfermedades profesionales. Para nosotros,
un simple catarro es una situación que nos impide
trabajar con normalidad, ya que puede ser
peligroso hacer una inmersión en ese estado.
Al final siempre hablamos de salud y la letra
pequeña de nuestras enfermedades hay que
esclarecerla porque nos traen muchos problemas.
Pero en conclusión, debemos mantenernos
unidos todos los buzos y sindicatos en estos
momentos y tomar el impulso que hemos tomado
con este tema de la jubilación y aprovecharlo
para mejorar nuestra profesión. Corren
buenos tiempos para eso.
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