Edicion 28 de octubre de 2022
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6 Viernes 28 de octubre de 2022 Nacionales
Diario Co Latino
Qué pudo hacer fracasar las negociaciones del TPS
que puso a miles en riesgo de deportación
Tomado de Univisión
El colapso de las negociaciones
entre el gobierno
y una coalición
que intenta mantener vivo y extender
el Estatus de Protección
Temporal (TPS) de cientos de
miles de inmigrantes centroamericanos,
deja una serie de
interrogantes sobre el futuro
de estas personas que durante
años han dependido del programa
para permanecer en suelo
estadounidense.
¿Qué pasará después del 31
de diciembre de 2022 cuando
finalicen los TPS de El Salvador,
Honduras y Nicaragua?
¿Deportará el gobierno de Biden
a los más de 260,000 extranjeros
protegidos por el programa,
que además les otorga
una autorización temporal de
empleo que se renueva cada 18
meses? ¿Deben comenzar a preparar
las maletas? ¿O el gobierno
anunciará una nueva prórroga
poco antes de fin de año?
A 24 horas del anuncio de la
caída de las negociaciones, hecha
por la Unión Americana de
Libertades Civiles (ACLU) (que
representa a los demandantes),
algunas organizaciones y líderes
de la comunidad inmigrante
afectada hablaron con Univision
Noticias para explicar
“detalles” que se filtran de una
negociación a puertas cerradas
protegida por un “acuerdo de
confidencialidad”.
Qué pudo haber sucedido
“Estamos esperando respuestas
porque no sabemos
qué va a ocurrir con nuestra
comunidad”, dice Cecilia Rodríguez,
directora ejecutiva de
la Alianza Hondureña de Los
Ángeles (AHLA). “Queremos
saber qué pasará con el TPS de
los centroamericanos. Nunca
hemos tenido problemas con
las renovaciones y no sabemos
por qué se cayeron las negociaciones”.
Rodríguez también se queja
por la falta de información
respecto a las negociaciones.
“Sabíamos que estaban hablando
con el gobierno, pero no nos dijeron
qué parte de nuestro TPS estaban
negociando. Y ahora, 18 meses
después de iniciado ese proceso,
nos dicen que todo se les
cayó, pero no está clara la información”.
A la pregunta de si entre los temas
que se discutían se encontraba
un nuevo TPS con camino a
la residencia, la activista dijo que
“escuchamos eso, pero nadie lo
sabe. Ojalá nos lo digan pronto”.
Filtraciones no confirmadas
Activistas en Washington DC
mencionan posibles puntos que
se contemplaron en las negociaciones,
pero no confirman que
hayan sido las causas por las cuales
se dio por terminado el diálogo
aprobado en junio del año pasado
por la Corte de Apelaciones
del 9º Circuito.
“Hemos escuchado que había
diferencia respecto a cuánta protección
se estaba discutiendo”,
dice Abel Núñez, director ejecutivo
del Centro de Recursos Centroamericanos
(CARECEN) en el
Distrito de Columbia. “La coalición
de demandantes quería cinco
años y el gobierno les insistió
en que no podía excederse de las
prórrogas de 18 meses autorizadas
por ley”.
Núñez dijo además que “no
creo que la fecha de registro haya
estado sobre la mesa de negociaciones
porque ese asunto va más
allá de la demanda”.
La modificación de la fecha de
registro abriría la puerta para que
un mayor número de inmigrantes
se acojan al programa. En el caso
de nicaragüenses y hondureños, el
TPS protege a todos aquellos que
se encontraban en Estados Unidos
a partir del 30 de diciembre
de 1988 o antes. La protección de
El Salvador ampara a todos quienes
se encontraban en EEUU el 9
de marzo de 2001 o antes.
Situación delicada
Otro factor que pudo haber influido
en la caída de las negociaciones
es la crisis migratoria que
se vive en la frontera. “Hay muchos
intereses en juego”, dice Salvador
Sanabria, director de El
Rescate, en Los Ángeles, California.
“La negociación entre los beneficiarios
del TPS y el gobierno
de Biden tuvo consideraciones de
tipo político y diplomático de los
intereses de Estados Unidos en la
región”, agregó.
“Y no se trata de una visión regional,
sino bilateral que Estados
Unidos tiene con cada una de las
naciones, en este caso El Salvador,
Honduras y Nicaragua”, dijo.
Sanabria indicó además que
“dada situación crítica en esos
tres países, puede haber valoraciones
de tipo geopolítico de cara a
los intereses de seguridad nacional,
y de cómo tratar en la región
la crisis y los refugiados de esos
países. Todo eso tuvo impacto en
las negociaciones”.
El director de El Rescate dijo
además que “la decisión que se
tome sobre el programa será humanitaria,
de emergencia y política”.
Y señaló que “el único que
en este tema puede dar una solución
definitiva es el Congreso, no
el presidente.
A la pregunta de si estima que
haya una prórroga por decisión
de la Casa Blanca, el activista dijo
que “esperamos que el secretario
de Estado recomiende al presidente
una extensión antes del vencimiento
de los TPS”.
Si bien las razones del colapso
en las negociaciones siguen siendo
confidenciales, “lo que está
claro es lo que deben hacer los
miles de beneficiarios del TPS, no
entrar en pánico”, dice Núñez.
Agregó que en este momento
los titulares de TPS afectados “no
tienen que hacer nada, y que si llega
el 31 de diciembre “la gente
no se quedará desprotegida”.
Núñez explicó que “al caerse
las negociaciones, el panel
completo de jueces de la Corte
de Apelaciones del 9º Circuito
debe tomar una decisión final
sobre la demanda”. Y que, si el
fallo es negativo, “habrá que esperar
la resolución de otras demandas
(casos) pendientes en
los tribunales de justicia”.
El director ejecutivo de CA-
RECEN también explicó que
“la Casa Blanca de Biden también
tiene la habilidad ejecutiva
de proteger a esta gente, incluso
con un nuevo TPS. Así es
que, con todo esto por delante,
no hay que entrar en pánico.
Pero sí hay que estar al tanto
de las informaciones que vayan
fluyendo en las próximas semanas”,
apuntó.
La página digital de la Alianza
Nacional por el TPS tiene publicada
una nota en la que menciona
el tema de la residencia legal
permanente para los beneficiarios
del TPS.
¿Qué queremos decir con ResidencyNow?,
pregunta la publicación.
La repuesta señala que
“reconocemos que el TPS se
creó como una solución a corto
plazo para problemas complejos,
pero lo que brinda una
comprensión más profunda de
las circunstancias de los beneficiarios
es comprender la agitación
presente en sus países de
origen”.
Agrega que el fracaso en el
Congreso del debate de la reforma
migratoria dejó a los beneficiarios
de TPS en un limbo legal
permanente. Ante esta situación,
claman por la aprobación
de una ley que les permita “ajustar
de estatus sin tener que salir
de Estados Unidos, incluso si se
ingresa sin inspección” al país.
Este beneficio, añade, incluiría
a todas las personas que tienen
TPS y eran originalmente
elegibles para el programa, incluso
si no han podido continuar
manteniendo su registro
al día, o si su estado de TPS ha
sido revocado.