Listín Diario 19-11-2022
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10 cm
SANTO DOMINGO, RD. SÁBADO 19 DE NOVIEMBRE DE 2022
13
5 cm
4 cm
3,5 cm
RELIGIÓN
3 cm
Reflexión. Si un hombre muere a su falso yo, a la persona hecha por Dios con amor infinito de
Padre no muere nunca.
Ánimo en dos minutos
El único verdadero Rey
¿QUIÉN EDUCA
AL PUEBLO?
Publica todos los sábados
MARÍA TERESA R.
ELMÚDESI
MENSAJE
LUIS GARCÍA DUBUS
Santo Domingo
Estaba a mi lado en
una conversación
d e s o b r e m e s a
uno de los hombres
más importantes
en materia de la ciencia
económica y aproveché para
preguntarle: “Don J., ¿qué ha
aprendido usted en 80 años de
una vida tan fructífera y exitosa
como la suya?”.
“Que no se puede confiar en
nadie”, me contestó.
Quedé tan sorprendido con
esta pobre respuesta de quien
siempre había creído era un
sabio, con una vida llena de
“éxitos” y admiración, que
preferí guardar silencio y dar
por terminada la conversación.
¡Qué fracaso…! Esto es
igual que decir todo era falso.
¡Pobre hombre…!
El aprecio que siempre había
recibido de todos había
sido dirigido a su cargo, no a
él. A su falso yo, era con algún
interés, pero él, él mismo, su
persona, su verdadero yo, quizás
no había sido apreciado
por nadie. Y ahora, cuando eso
era lo que quedaba… él descubre
la triste realidad de que “no
se puede confiar en nadie”, de
que él había vivido toda su vida
basada en su falso yo.
El Señor Jesús decepcionó a
muchos cuando vivió su pasión
voluntariamente aceptada, como
se recuerda en cada misa.
Ahora estaba Él cruelmente
clavado en una cruz de madera,
con un malhechor desconocido
a su izquierda y otro a su
derecha. ¡Increíble! Se burlaban
de Él, uno viró la cabeza y
miró para otro lado, y el otro lo
miró y creyó en Él. Dicen que
era tan buen ladrón que se robó
el paraíso.
“Acuérdate de mí, cuando estés
en tu reino”, le dijo.
“Hoy mismo –le responde Jesús–
estarás conmigo en el paraíso”.
Solo por un acto de fe, este
malhechor ese mismo día entraría
en el paraíso.
Un código en la conciencia para ser felices
SENDEROS
LESBIA GÓMEZ SUERO
Santo Domingo
¡No hay que perder la fe, porque
el mismo Dios tiene en sus
códigos el mantener a sus hijos
bajo su resguardo y control,
y fuera del alcance del
mal que los acose!
Pareciera contradictorio que
las aves, optimistas, se enrumban
a los cielos sin temor a las
tormentas que puedan enfrentar.
No trabajan, pero confían
con su armonioso canto en
que han de comer y llevarles
alimentos también a sus
implumes hijos. Las plantas
y flores, aun silvestres, de-
Jesús es un Rey lleno de amor, que nos da un lugar perfecto
lleno de paz y alegría, un paraíso regalado a los pequeños que
ponen su fe en Él. ISTOCK
Fuimos creados para reunir la diversidad y ser felices. ISTOCK
safían el arduo calor y sequedad,
confiadas en que, aún no
haya abundantes lluvias, el
rocío matinal atenuará su ardentía.
Vemos que, con códigos
asignados a los mares, se
contienen armoniosamente y
no se salen de su cauce, y se
entretienen con el rítmico ir y
venir de sus olas en odas de alegría.
Observamos la coherencia
de un plan cósmico, del saliente
sol cada día y sus beneficios
a la vida. Todo en la naturaleza
está plasmado en un orden
de vida, de armonía y belleza.
Sin embargo, el hombre, dotado
de un raciocinio lógico e in-
Así es como Jesús demuestra
que es Rey.
Este es nuestro Rey. Un Rey
lleno de amor, que nos da un
lugar perfecto lleno de paz y
alegría, un paraíso regalado a
los pequeños que ponen su fe
en Él.
Nos dice San Juan Crisóstomo:
“Ese ladrón ha robado el
paraíso, ni Abrahán, Isaac, Jacob,
Moisés, ni los profetas, ni
los apóstoles: el ladrón entró
antes que ellos. Pues su fe superó
la de ellos. Él vio a Jesús
atormentado, le suplicó y lo
adoró como si estuviera en su
gloria. Lo vio en un trono, y le
pidió una gracia como a un rey.
¡Oh admirable malhechor! ¡Viste
a un hombre crucificado y lo
proclamaste Dios!”
Aquí vemos un final que
expresa “Puede creer en mí”,
porque así, al final no dirá “todo
era falso”, sino: ¡Todo era
cierto!
Si un hombre muere a su falso
yo, a la persona hecha por
Dios con amor infinito de Padre
(y no el “personaje” aparente)
no muere nunca.
Acerca del evangelio de
San Lucas 23, 35-43
Luis García Dubus
(1930-2019)
telectual para manejar sus emociones
y conductas, desobedece
el plan que le fue diseñado en la
conciencia en pro de vivir en una
hermandad de amor con todos
los productos de vida. Tiene, de
por sí, un código para ser feliz,
pero, por estar obnubilado por
cosas inútiles a su crecimiento,
olvida que fue creado con el propósito
de impulsar el desarrollo
integral en amor, sentimientos
nobles y conductas correctas, en
función de todos y para todos, en
un servicio mancomunado que
sirva a todos por igual, sin el menosprecio
de color, religión raza
o clase. Fuimos creados para, en
unicidad, fomentar valores para
reunir la diversidad en un solo
propósito: que todos los hombres
sean felices, que todos los hombres
vivan en paz.
“Solemnidad de
Jesucristo, Rey
del Universo”
“É l e s i m a g e n
del Dios invisible,
primogénito
de toda criatura;
porque por
medio de Él fueron creadas
todas las cosas celestes
y terrestres, visibles e
invisibles, tronos, dominaciones,
principados, potestades;
todo fue creado por
Él y para Él. Él es anterior a
todo, y todo se mantiene en
Él. Él es también la cabeza
del cuerpo de la Iglesia. Él
es el principio, el primogénito
de entre los muertos, y
así es el primero en todo”.
Esta carta de San Pablo
a los colosences es todo un
poema donde podemos ver
qué grande es Jesucristo, nada
más y nada menos que
Rey del Universo.
Lo podemos observar en
las palabras del buen ladrón
cuando le dice: “Acuérdate
de mí cuando llegues a tu
Reino”. Y Jesús respondió:
“Te lo aseguro: hoy estarás
conmigo en el paraíso”. Es
el mismo Jesús que da fe de
lo que es Él.
El Evangelio de este día
nos presenta pautas muy
precisas sobre cómo actuar,
especialmente en situaciones
críticas que pueden desencadenar
en reacciones
cargadas de odio, cólera,
venganza, represión... Esto
no fue lo que nos enseñó el
Hijo de Dios y salvador nuestro
Jesucristo.
En el Evangelio de este
día lo vemos en un momento
culminante en el que sus
palabras brotaban desde lo
más profundo de su ser, con
la fuerza para testimoniar la
misericordia y el perdón que
como herencia nos legara,
manifestado en el amor que
debe ser la identidad de todos
los que nos gloriamos de
seguir los pasos del Rey del
Universo, Jesucristo. Amén.