Listín Diario 19-11-2022
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2 THE NEW YORK TIMES INTERNATIONAL WEEKLY
SÁBADO 19 DE NOVIEMBRE DE 2022
EL MUNDO
Usan detectives privados
para vigilar a disidentes
ALEXIS HUGUET/AGENCE FRANCE-PRESSE — GETTY IMAGES
Funcionarios de la República Democrática del Congo han ido al extranjero a comercializar sus reservas
de gas. Plataformas de perforación francesas en Muanda.
Europa busca gas y recurre a África
Este artículo fue escrito por
Max Bearak, Melissa Eddy y
Dionne Searcey.
Los líderes europeos han estado
dirigiéndose a África, buscando
alternativas al gas natural ruso —
despertando esperanzas en África
de que la guerra en Ucrania podría
inclinar la balanza en la desigual
relación del continente con Europa,
al atraer una nueva oleada de
inversiones en gas pese a la presión
para dar el giro a las energías renovables.
En septiembre, el presidente de
Polonia llegó a Senegal en pos de
tratos para gas. En mayo, el canciller
Olaf Scholz de Alemania acudió
por el mismo motivo y dijo al Parlamento
alemán que la crisis de
energía europea requería trabajar
“junto con países donde existe la
posibilidad de desarrollar nuevos
yacimientos de gas”, al tiempo que
se mantienen las promesas para reducir
emisiones.
La esperanza en las capitales
africanas es que Europa financie
instalaciones de gas no solo para
exportar, sino para usar en sus
países. Lo que está en juego es
enorme.
Autoridades italianas han acompañado
a ejecutivos de Eni, una
de las compañías de energía más
grandes del mundo, a Argelia, Angola,
República del Congo y Mozambique,
donde se anticipa que
una terminal de gas natural operada
por Eni empiece en unos días
a suministrar gas a Europa. Eni
ahora está en conversaciones con
el Gobierno de Mozambique para
una terminal adicional.
NANCY LEE Editora ejecutiva
ALAN MATTINGLY Editor
The New York Times International Weekly
620 Eighth Avenue, New York, NY 10018
Ignorado por mucho
tiempo, el continente
quiere sus proyectos.
INTERNATIONAL WEEKLY
CONSULTAS EDITORIALES:
nytweekly@nytimes.com
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Y funcionarios de la República
Democrática del Congo han emprendido
una gira de mercadotecnia
para llamar la atención a
nuevos bloques de petróleo y gas
que han puesto en subasta. Los activistas
climáticos han denunciado
la subasta porque incluye bloques
de petróleo que traslapan un santuario
de gorilas así como turberas
frágiles.
En entrevistas, líderes africanos
lamentaron que se hubiera requerido
una guerra, a miles de kilómetros
de distancia, para otorgarles
poder de negociación, y describieron
lo que veían como una doble moral.
Europa usó no solo gas natural,
sino combustibles mucho más sucios
como el carbón, durante cientos
de años para impulsar una era
de desarrollo de imperios.
Su queja principal: naciones menos
desarrolladas deberían tener
libertad de quemar más gas en los
próximos años porque sus ciudadanos
merecen mejores estándares
de vida y mayor acceso a electricidad
confiable y otras necesidades
básicas. Pero los prestamistas europeos
e internacionales han hecho
que sea demasiado costoso, señalan
los líderes africanos.
En lugar de eso, los líderes europeos
han predicado a los africanos
acerca de reducir emisiones de
dióxido de carbono al tiempo que
brindan poco financiamiento para
ayudar a desarrollar alternativas
de energía verde, todo mientras
siguen emitiendo mucho más que
África.
Más de 600 millones de africanos
no tienen acceso a energía y
casi mil millones usan leña y carbón
para calentar sus hogares y
cocinar.
Electrizar todos los hogares
africanos podría lograrse para
2030 con inversiones de US$25 mil
millones al año, de acuerdo con la
Agencia Internacional de la Energía
(AIE), una fracción de lo que se
invierte en la energía global.
Los expertos señalan que las
preocupaciones occidentales sobre
el deseo de los países africanos
de quemar más gas en sus países
en los próximos años está fuera de
lugar desde una perspectiva del
cambio climático. La AIE proyectó
este año que si los países africanos
desarrollaban todas sus reservas
de gas conocidas, la aportación
de África a las emisiones globales
solo aumentaría del 3 por ciento a
aproximadamente el 3.5 por ciento.
Fuera de los principales emisores
del continente (Sudáfrica, que
depende del carbón, así como productores
de petróleo y gas del norte
de África) los otros 47 países africanos
emiten en conjunto menos que
incluso algunas de las economías
más pequeñas de Europa, como
Grecia.
Los lideres africanos indicaron
que Europa necesita financiar proyectos
africanos de gas rápidamente,
y no solo con miras a exportar a
Europa.
“Debemos actuar con apremio
más allá de la grandilocuencia”, dijo
Akinwumi Adesina, presidente
del Banco Africano de Desarrollo.
“Ni siquiera la transición energética
de Europa fue posible sin gas. La
realidad es la realidad”.
Por BENJAMIN WEISER
y WILLIAM K. RASHBAUM
La encomienda que llegó a
través del sitio de internet de Michael
McKeever no tenía nada de
inusual, el tipo de petición que
recibía con frecuencia en sus décadas
trabajando como investigador
privado en Nueva York.
Un cliente internacional quería
su ayuda para encontrar a
una deudora que había huido de
Dubái y se creía que estaba en el
barrio neoyorquino de Brooklyn.
McKeever debía vigilar una casa
y fotografiar a la gente que entraba
y salía.
McKeever y un socio empezaron
a efectuar la vigilancia, pero
no se dieron cuenta de que otro
equipo observaba el misma domicilio.
Eran agentes del FBI, y
uno de ellos pronto les hizo una
advertencia. “Su cliente no es
quien piensan”, dijo el agente, de
acuerdo con McKeever. “Es gente
mala, y no trama nada bueno”.
McKeever, de 71 años, se enteraría
más tarde de que había
sido usado por agentes de inteligencia
iraníes en un presunto
complot para secuestrar a Masih
Alinejad, una periodista iraní-estadounidense
que ha sido implacable
en sus críticas a los abusos
de los derechos humanos, la discriminación
contra las mujeres y
el encarcelamiento y tortura de
opositores políticos de Irán.
“Temíamos que iban a buscar
raptarla, llevarla a casa y probablemente
matarla”, indicó James
E. Dennehy, exdirector de la división
de contrainteligencia y cibernética
del FBI en Nueva York.
Por todo Estados Unidos, investigadores
son contratados cada
vez más por un nuevo tipo de
cliente —gobiernos autoritarios
como Irán y China que intentan
vigilar, acosar, amenazar y repatriar
a disidentes que viven legalmente
en EE. UU., dijeron funcionarios
de imposición de la ley.
Cargos federales y denuncias
en los últimos dos años detallan
casos en los que investigadores
privados fueron envueltos en
esquemas de este tipo en Nueva
York, California e Indiana. La mayoría
parece haber sido usada sin
darse cuenta.
Bruce Hoffman, un experto en
terrorismo en el Consejo de Relaciones
Exteriores, dijo que un
gobierno puede contratar a un
investigador para enterarse de
información sobre la dirección,
teléfonos y domicilio laboral de
una persona. “Me da la impresión
de que es terrorismo de bajo costo
y bajo riesgo auspiciado por el Estado”,
apuntó.
Son contratados
con engaños
por el terrorismo.
En el caso que involucra a Alinejad,
fiscales de EE. UU. presentaron
cargos de conspiración de
secuestro en julio de 2021 contra
un oficial de inteligencia iraní y
tres asociados, todos en Irán. No
es probable que alguno sea aprehendido
si permanecen ahí, pero
los funcionarios señalaron que el
objetivo, más allá de proteger a
víctimas potenciales, era poner al
descubierto y disuadir complots
concebidos a los niveles más altos
de un gobierno extranjero.
Para la mayoría de los investigadores
privados, los trabajos se
originan con firmas legales, compañías
de seguros y cónyuges
agraviados. Hoy en día, muchas
encomiendas llegan a través de
internet.
McKeever indicó que tras ser
informado del rol de Irán, cooperó
secretamente con el FBI. Funcionarios
de la agencia confirmaron
su cooperación.
En 2020, McKeever recibió el
correo electrónico que le pedía
vigilar la casa de Alinejad. El
auto de acusación identifica al remitente,
Kiya Sadeghi, como un
agente de inteligencia iraní que
contrató a investigadores en EE.
UU., Canadá y Gran Bretaña para
obtener vigilancia.
De acuerdo con el auto de acusación,
los conspiradores habían
investigado rutas del hogar de
Alinejad a la costa, y métodos para
llevarla en barco a Venezuela y
luego a Irán.
“No me queda la menor duda
de que lo habrían hecho”, dijo Mc-
Keever. “Me alegro que no funcionara”,
agregó.
TODD HEISLER/THE NEW YORK TIMES; ARRIBA, COLE WILSON PARA THE NEW YORK TIMES
Michael McKeever, investigador privado, fue contratado sin
saberlo para vigilar a la disidente iraní Masih Alinejad (arr.) en NY.
Alinejad ha criticado los abusos a los derechos humanos en Irán.
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