21.12.2022 Views

La Inteligencia Emocional - Daniel Goleman

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

APÉNDICE C

LOS CIRCUITOS NEURALES DEL MIEDO

Las amígdalas son estructuras cerebrales estrechamente ligadas al miedo.

Cuando una extraña enfermedad destruyó las amígdalas (pero no otras

estructuras cerebrales) de una paciente a quien los neurólogos llaman « S. M.» ,

el miedo desapareció de su repertorio mental. A partir de entonces, S. M. se

convirtió en una persona incapaz de expresar el miedo y de identificar la mirada

de miedo en el rostro de los demás. Como dijo un neurólogo: « si alguien le

apuntara a su cabeza con una pistola, S. M. podría saber intelectualmente que

tendría miedo, pero lo que no podría es llegar a sentirlo del mismo modo que

usted o que y o» .

Aunque los neurocientíficos hayan cartografiado detalladamente los circuitos

neuronales del miedo, la verdad es que, en el estado actual, la investigación al

respecto de cualquiera de las emociones está en sus inicios. En cualquier caso, la

especial prominencia del miedo —tal vez la emoción más sobresaliente para la

evolución— lo convierte en un ejemplo idóneo para comprender la dinámica

neural de la emoción. Obviamente, también es cierto que, en los tiempos

modernos, el miedo generalizado se ha convertido en la ruina de la vida

cotidiana, arrojándonos al nerviosismo, a la angustia y a una amplia variedad de

preocupaciones o-en los casos patológicos— a los ataques de pánico, a las fobias

o a los trastornos obsesivo-compulsivos.

Supongamos que una noche está leyendo tranquilamente un libro en su hogar

cuando de repente oye un ruido en otra habitación.

Lo que ocurre a partir de ese momento en su cerebro nos permite vislumbrar

los circuitos neurales del miedo y el papel que desempeñan las amígdalas como

sistema de alarma. El primer circuito cerebral implicado se limita a traducir las

ondas físicas de ese sonido al lenguaje del cerebro para ponerle en estado de

alerta. Este circuito va desde el oído hasta el tallo encefálico y el tálamo. A partir

de ahí se ramifica en dos partes: una de ellas se dirige a las amígdalas y al

cercano hipocampo, y la otra, más larga, conduce hasta el córtex auditivo —

situado en el lóbulo temporal—, donde se clasifican y comprenden los sonidos.

El hipocampo —una región clave para el almacenaje de la memoria—

compara rápidamente este « ruido» con otros sonidos similares que usted pueda

haber escuchado, tratando de descubrir si se trata de un sonido familiar (¿es un

« ruido» reconocible?).

Mientras tanto, el córtex auditivo está realizando un análisis mas preciso del

sonido intentando comprender su origen ¿acaso es el gato?, ¿la ventana sacudida

por el viento’?, ¿un ladrón’? Luego, el córtex auditivo propone una hipótesis —tal

vez el gato ha tirado la lámpara de la mesita, aunque también pudiera tratarse de

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!