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Revista Tribunales Nº25

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Año 1 | Nº 25 | REVISTA JURÍDICA | Martes, 7 de marzo de 2023

Es urgente trabajar en un escenario

post La Haya

CENTRALES. Págs. 4-5.

SOBREMESA

Un 8M más

DERECHO EN CONSTRUCCIÓN

Cuando se quiere,

se puede

TRIBUNALES AL DÍA

El Estado Plurinacional en Bolivia

y sus problemas

Págs. 2.

Pág. 3.

Pág. 6.


TRIBUNALES

SOBREMESA

REVISTA JURÍDICA | Martes, 7 de marzo de 2023

Un 8M más

correodelsur.com

2

º º SOBREMESA

Sofía Gabriel.

Socióloga Marxista

DIRECTOR GENERAL

Marco Antonio Dipp Mukled

EDITORA TRIBUNALES

Jazmín Serrano Ramírez

DISEÑO DE PORTADA

Natalia Serrano Ramírez

EDITOR GRÁFICO

Juan Carlos Tococari Aguilar

Staff

º

TEXTO: SOFÍA GABRIEL

xiste un factor en particular

arrasando actualmente

dentro de las movidas organizativas

para la marcha

del 8 de Marzo. En realidad,

dentro de las estructuras

que definen al movimiento de mujeres de

clase en nuestras ciudades. Un factor despolitizante

y enceguecido en una idolatría

de derrota y victimismo. Al encontrarnos

con el 8 de Marzo, enfrentamos un feminismo

clasemediero que carece totalmente

de una concepción orgánica del mundo

y de la historia, porque ve únicamente los

efectos evidentes de la superficie social,

pero no las causas que nos trajeron a ellos,

ni la continuidad de los mismos. Esta organización

nos exige una anarquización

de nuestras posturas para así poder mantener

una “unidad” el día de la marcha,

volviéndose esta concepción de feminismo

una especie de sabiduría heterogénea

que ni siquiera entiende de las responsabilidades

de quienes quieren actuar desde

el conocimiento no superficial.

Las feministas que no entienden la

necesidad de las mujeres trabajadoras

de poder afiliarse a un partido

de izquierda en una sociedad

económicamente condicionada, le

faltan el respeto a lo sistemático y

por ende, a lo científico, lo cual las

dota de su carácter abstracto y las

aísla completamente de cualquier característica

revolucionaria. Lo que faltaría

recordar en cada organización que quiere

emprenderse durante el 8 de Marzo

para que así le corresponda su adecuada

conmemoración a la mujer trabajadora,

sería un análisis de las causas de la explotación,

un análisis de cómo la evolución

de la sociedad lleva hacia el socialismo

y un análisis de la lucha de clases como

la fuerza creadora en la realización del

socialismo.

CONSEJO EDITORIAL

Rubén Martínez Dalmau

Maria Elena Attard Bellido

Boris Wilson Arias López

Patricia Serrudo Santelices

Favio Chacolla Huanca

Mónica Gabriela Sauma Sankys

Fernando Bruno Escobar Pacheco

Soraya Santiago Salame

José Antonio Rivera Santivañez María

Liliana Estupiñán Achury

Franklin Pareja Aliaga

De cualquier otra manera, la anarquización

del feminismo lo convierte en un

aliado objetivo del pensamiento burgués.

Pongamos algunos contraejemplos; años

antes de las elecciones en Brasil, los movimientos

sociales ya se movilizaban mediática

y coyunturalmente a favor del Partido

de Los Trabajadores. No solo las comunidades

obreras, hago referencia también a

las movidas feministas de “clase media”,

las luchas antirracistas, el movimiento

trans, lxs trabajadorxs sexuales y hasta

colectivos ambientalistas, sin importar su

posición social y a pesar de no ser todxs

PTistas, porque reconocían la urgencia

de aferrarse a una estructura estatal

para poder salir del fascismo que los iba

exterminando todos los días. No porque

buscaran un paraíso socialista perfecto,

ni porque pretendiesen la liberación del

proletariado con la victoria de Lula.

Lo mismo pasaba en Colombia; colectivas

feministas de “clase media” denunciaban

mediáticamente y en las calles al Uribismo

paramilitar, nos hablaban de historia,

nos recordaban sobre las torturas durante

la Operación Orión, los falsos positivos,

los asesinatos a sangre fría a plena luz del

día y cómo votar por Petro era lo único

para sacar a Duque. Presenciamos también

a María José Pizarro recordando a su

padre y al M-19 desde el feminismo. Y es

que esto sucede porque esto es Latinoamérica

apelando lo más que se pueda hacia lo

popular desde cualquier pensamiento de

izquierda, no porque no se tengan críticas

ni cuestionamientos, no porque sus organizaciones

sean perfectas, mucho menos

sin reconocer que igual existe un derecho

burgués y patriarcal en cualquier estructura

de poder, sino, porque para conseguir

una salida a la represión que actualmente

existe, es necesario dejar de lado por un

rato las comodidades que trae el hecho de

no estar escogiendo ningún bando sólo

porque vaya en contra de tus intereses, y

poner a los de la clase obrera junto a las

sociedades marginadas como prioridad,

aunque no se trate de una realidad personal.

CORREO DEL SUR

Dirección: Calle Kilómetro 7 Nº 202 •

Teléfono: 64-61531 / 64-43202

Correo electrónico:

tribunales@correodelsur.com •

www.correodelsur.com

Correo del Sur no se hace responsable ni se

identifica con las opiniones que sus colaboradores

expresan a través de los trabajos y artículos

publicados. No se mantiene correspondencia sobre

originales no solicitados. Reservamos todos los

derechos. Prohibida la reproducción total o parcial

de cualquier información gráfica o escrita por

cualquier medio, sin permiso de la sociedad editora.

En Bolivia, después de un golpe de Estado

y a dos años de las elecciones, tenemos

Comités Cívicos que nadie ha elegido, paramilitares

secuestrando y reprimiendo

a su propia gente y sucesivos intentos de

desestabilización democrática, mientras

nos encontramos con un feminismo anarquista

y apolítico privatizando espacios

de lucha en base a identidades y fragmentando

a los movimientos sociales en

pedazos cada vez más pequeños. Una cosa

es comprender que las voces de lxs oprimidxs

deben ocupar un espacio prioritario,

y otra muy diferente es censurar a los

sujetos dentro de la izquierda únicamente

por su identidad al haber convertido cualquier

afirmación que provenga de grupos

oprimidos en una ley que el resto no tenga

derecho a cuestionar.

Las políticas de identidad son simplemente

un sesgo neoliberal y posmoderno de

histeria que pone a la experiencia como

única y máxima autoridad, y oculta el hecho

de que existe también una lógica pura

y dura que no entiende de privilegios. Es

más importante si algo que se dice tiene

consistencia y sustento desde el lugar

donde se lucha que el hecho de que cierta

identidad no pertenezca a dicho paraguas

de opresión. Al anarquizar el 8 de Marzo

se desperdicia un grandísimo campo de

batalla al estar reduciendo toda actividad

revolucionaria a meros levantamientos

condenados al fracaso por carecer de plan,

estrategia y dirección. Personalmente y

desde mi propio entendimiento acerca

del feminismo marxista, la cuestión de

clase va negándose y definiéndose a cada

momento mientras encuentra sustento

en las conexiones que se identifican entre

el desarrollo de la economía mundial,

los constructos sociales y las posiciones

políticas, es por eso que condeno y condenaré

siempre la exclusión que se atrevan

a hacer en contra de las mujeres afiliadas

al IPSP dentro de las marchas feministas.

Es simplemente absurdo que exista un

rechazo tan agresivo en contra de las relaciones

que las mujeres proletarias ejercen

cuando se organizan en partidos políticos.

No puede existir ninguna organización

aceptable si es de individuos libres, de

carácter apolítico y no jerárquico porque,

además de ser esto carente de estructuras

representativas, aparece también una destrucción

hacia las pocas posibilidades que

tienen las mujeres proletarias de crear

algún frente a la burguesía en los terrenos

político, económico y social.

La reivindicación de igualdad de las mujeres,

cuando se despolitiza o anarquiza,

se vuelve un acuerdo entre mujeres burguesas,

se convierte en pura ideología de

grupos débiles sin raíces materiales y en

una farsa del antagonismo entre hombre

y mujer. A medida que el neoliberalismo

explota con éxito el género para los

intereses de clase del capital también en

nuestras calles, se vuelve un deber enfrentarnos

a una importante tarea de diseñar

estrategias anticapitalistas basadas en la

resistencia al mercado y su reproducción.

De cualquier otra forma, el 8 de Marzo continuará

siendo el parque de juegos en el

patio trasero de cualquier feminista que le

alcance para comprar un frasco de glitter

y escupirlo por donde camine.


TRIBUNALES

DERECHO EN CONSTRUCCIÓN

REVISTA JURÍDICA | Martes, 7 de marzo de 2023

Cuando se quiere,

se puede

º º TEXTO: MARCO A. LOAYZA COSSÍO

esde hace días, varios ciudadanos

y ciudadanas de

manera voluntaria y en

ejercicio de sus derechos

vienen trabajando denodadamente

y a puro pulmón

para conseguir la nada fácil tarea

de lograr 1,5 millones de firmas de la población

boliviana para cristalizar hasta

ahora la única propuesta seria de reforma

a la justicia, dada la negligencia de

las diferentes instancias del Estado para

lograr algo que todas y todos deseamos:

una justicia independiente, transparente,

imparcial, objetiva, basada en derecho

humanos y el pluralismo establecido en

la Constitución Política del Estado.

Habíamos señalado en otras columnas

anteriores que lo más sabio y ético que

podían hacer nuestras autoridades de

justicia tanto del Órgano Ejecutivo como

Judicial, era adscribirse a esta cruzada

o por lo menos dejar que los bolivianos

y bolivianas ejerzan su ciudadanía, y

vayan a firmar. Pero como es consabido

en regímenes como el actual, alejado de

principios de derechos humanos, lo primero

que hicieron fue poner zancadillas

al proceso y por último atacarlo de manera

grosera con sus declaraciones y con el

uso de sus seguidores; incluso, algunos

dirigentes de diferentes sindicatos y organizaciones

sociales habrían prohibido

a sus afiliados suscribir los libros, clara

muestra de la naturaleza vertical de sus

organizaciones ante un ejercicio plenamente

democrático como es lograr un

referendo.

La anterior semana y de manera nada

sorpresiva, el Ministro de Justicia y

Transparencia Institucional volvió a desestimar

la propuesta, argumentando que

los plazos no se podrían aplicar y, por otra

parte, dijo de manera irracional que esta

solo busca un cuoteo político como en el

pasado, usando el mismo lenguaje que

tiene una resolución de la Confederación

Nacional de Mujeres Campesinas Indígenas

Originarias de Bolivia Bartolina Sisa,

cuyas dirigentes principales fueron más

allá señalando que los promotores de la

iniciativa son abogados/as de la derecha

“con miras a buscar en el futuro un golpe

judicial al gobierno constitucionalmente

electo”. ¿Hermanas, y si nadie hace nada

por la justicia, a dónde vamos?

De la misma manera, varios otros personeros

del gobierno expresaron que la

propuesta de los juristas independientes

sería contraria a las atribuciones de la

Asamblea Legislativa Plurinacional a

cargo de la preselección de los candidatos

y candidatas y, por lo tanto, sería inconstitucional;

sin querer darse cuenta de que

justamente el gran problema de los procesos

anteriores fue la sola intervención de

esa instancia “politiquera” que seleccionó

a sus adherentes, ahijados, militantes

solapados o no tanto, etc., aprovechando

de manera arbitraria sus dos tercios. Los

resultados que tenemos del trabajo de

los magistrados/as del Tribunal Supremo

de Justicia, Tribunal Constitucional

Plurinacional, Tribunal Agroambiental

y Consejo de la Magistratura, con sus

“metidas de pata”, negligencia en una

reforma de justicia, regresiones en la

protección de derechos humanos, su falta

de independencia en relación al Órgano

Ejecutivo, su obsecuente obediencia al

poder político partidario y, en muchos

casos, su propia conducta personal, son

suficiente ejemplo de que ese camino no

es el indicado.

Sería importante que nuestros legisladores

y legisladoras, principalmente del

oficialismo, no tengan una mirada miope

y que vean simplemente el ejemplo de

Honduras, que recientemente ha finalizado

una elección de magistrados/as

a su Corte Suprema de Justicia, que no

será una taza de leche ni el mejor ejemplo

como país, dados sus niveles de violencia,

corrupción y otros problemas muy parecidos

a los nuestros, pero que con voluntad

política las fuerzas partidarias se han

entregado las primeras etapas previas

a la preselección a lo que se denomina

una “Junta Nominadora de Candidatos

a Magistrados de la Corte Suprema de

Justicia” (Decreto N° 74-2022) que es “un

órgano colegiado y deliberante, dotado de

absoluta independencia y autonomía en

sus decisiones”.

Esta Junta está conformada por: 1) Un

representante propietario y un suplente

designados por la Corte Suprema de

Justicia, electos por el voto favorable de

las dos terceras (2/3) partes de los magistrados,

en sesión plenaria extraordinaria;

2) Un representante propietario y

un suplente del Colegio de Abogados de

Honduras (CAH), elegidos en asamblea

extraordinaria; 3) El Comisionado Nacional

de los Derechos Humanos (Conadeh),

quien designará su suplente; 4) Un

representante propietario y un suplente

del Consejo Hondureño de la Empresa

Privada (Cohep), electos en asamblea extraordinaria;

5) Un representante propietario

y un suplente de los claustros de las

escuelas de ciencias jurídicas, convocados

a asamblea ad hoc por el Rector de la

Marco A. Loayza

Cossío, Abogado

“Sería

importante

que nuestros

legisladores y

legisladoras,

principalmente

del oficialismo,

no tengan una

mirada miope

y que vean

simplemente

el ejemplo de

Honduras, que

recientemente

ha finalizado

una elección de

magistrados/

as a su Corte

Suprema de

Justicia”.

Universidad Nacional Autónoma de

Honduras (UNAH), quienes se elegirán

con el voto favorable de la

mayoría simple de los profesores

presentes; 6) Un representante

propietario y un suplente electos

por las organizaciones de la sociedad

civil según lo dispuesto en el

artículo siguiente, y 7) Un representante

propietario y un suplente de las

confederaciones de trabajadores que se

organizarán en asamblea extraordinaria

de acuerdo con su normativa.

Esta conformación demuestra pluralismo

y equilibrio entre lo técnico y lo social,

además de darle un papel fundamental a

la sociedad, fácilmente se podría adecuar

a nuestro contexto.

La Junta tiene como función única, la

preparación de una nómina conformada

al menos por cuarenta y cinco (45) candidatos/as

que reúnan los requisitos y no se

encuentren comprendidos en las inhabilidades

establecidas en la Constitución y la

Ley, entre los cuales el Congreso Nacional

de Honduras elige a quince (15) que integrarán

la Corte Suprema de Justicia.

A partir de la nominación de 45 candidatos

y candidatas respetando la equidad de

género idóneos, se estaría de alguna manera

garantizando personas con una alta

calificación y preparación académica,

además de altos valores democráticos y de

derechos humanos, y conducta personal

intachable, pues la normativa hondureña

dentro de las diferentes etapas a cargo de

la Junta, esta solicitará incluso pruebas

toxicológicas, psicométricas, además de

las académicas, justamente algo que necesitamos

urgentemente para nuestras

máximas autoridades judiciales.

Como se observa, cuando hay voluntad

política y realmente se quiere servir a la

sociedad y no servirse de ella, se puede

buscar alternativas que respondan a los

estándares internacionales, sin afectar

nuestra Constitución, para garantizar la

independencia judicial tanto de Naciones

Unidas y del Sistema Interamericano y

lograr realmente profesionales con una

alta conciencia, preparación e idoneidad

para garantizar un acceso a la justicia y

fallos apegados solo a los derechos humanos,

Constitución y la ley. Realmente

esperemos que la iniciativa de los juristas

independientes alcance su objetivo, por

ello animo a todas y todos a que vayan a

firmar, ejercer su derecho ciudadano y

lograr la tan anhelada reforma de la justicia.

correodelsur.com

3

º º DERECHO EN CONSTRUCCIÓN


TRIBUNALES

TEMA CENTRAL

REVISTA JURÍDICA | Martes, 7 de marzo de 2023

Es urgente trabajar en un escenario

post La Haya

correodelsur.com

4

º º TEMA CENTRAL

En una entrevista compartida con Tribunales*, el ex Presidente Constitucional de Bolivia y

Agente ante la CIJ en La Haya, Eduardo Rodríguez Veltzé nos habla sobre la judicialización

del caso marítimo y Silala, y los desafíos que surgen a partir de los fallos.

a demanda marítima no sólo

fue una decisión política,

fue una decisión de Estado

para encontrar una vía

consonante con el derecho

internacional. Una vía pacífica

que potencialmente podía tener un

resultado interesante para poner el tema

del diferendo entre Bolivia y Chile en términos

más actualizados con el derecho

internacional ¿Por qué lo significó? Porque

después de la creación de las Naciones

Unidas se abrió un nuevo lineamiento

en el orden internacional, la creación del

órgano, la aprobación de su Carta y el desarrollo

de sus instituciones, entre ellas la

Corte Internacional de Justicia, tenían un

mandato y la vocación de recuperar la seguridad,

la paz y la justicia internacionales

que habían tenido grandes crisis con

las guerras mundiales.

En el desarrollo de la existencia de la Corte

Internacional y el derecho internacional

se fueron forjando posibilidades para que

los Estados encuentren alivio o remedios

a estas diferencias que antes se libraban

a través de la guerra o la fuerza. Bolivia,

desde que perdió su condición marítima

en una guerra, había insistido en acudir

a las vías diplomáticas para revertir esa

situación, sin mayor éxito. Paralelamente,

Chile, reconoció la necesidad de Bolivia de

contar con una salida al Pacífico e intentó

diversas negociaciones y aproximaciones,

algunas notablemente cercanas como el

intercambio de notas para iniciar negociaciones

en los años 50 o las negociaciones

tangibles y concretas, diplomáticamente

convenidas entre los presidentes Pinochet

y Banzer en los años 70.

Este escenario de aproximaciones llevó

a quienes trabajaron esta demanda inicialmente

a entender que Bolivia y Chile

habían tenido negociaciones con compromisos,

sobre todo de parte de Chile,

de reconocer y ofrecer salidas que tenían

efectos jurídicos vinculantes y exigibles

judicialmente. La Sexta Comisión de la

Asamblea General de Naciones Unidas

había trabajado durante los años 90 en

los principios que orientaban estos lineamientos

de derecho internacional, por los

que las negociaciones o las expresiones

diplomáticas emitidas por autoridades

competentes podían generar obligaciones

jurídicas exigibles. Sobre esa base, que

era relativamente contemporánea, Bolivia

decidió trabajar una demanda que

planteaba que Chile, en el contexto de diversas

negociaciones y expresiones, contrajo

la obligación de negociar de buena

fe una salida al océano Pacífico. Entonces

se trazó una línea de argumentos jurídicos

que, además de estos conceptos de

derecho internacional, también estaban

acompañados por precedentes de la misma

Corte orientados a resolver situaciones

de diferencias entre Estados a partir

de expresiones o voluntad de negociación.

La demanda marítima no fue una improvisación

ni mucho menos, se trabajaron

con mucho rigor los argumentos del derecho

internacional y además, los argumentos

fácticos objetivos que demostraban

ante la Corte que el enclaustramiento

marítimo no solamente resultaba injusto

en términos de su convivencia con la comunidad

internacional, sino que restaba

posibilidades a Bolivia en su coexistencia

con el mundo y el desarrollo humano de

su propia colectividad y que, los tratados

de cese de hostilidades y el de paz y límites

con Chile no alcanzaban a suplir este

tremendo encierro.

En resumen, esos fueron los grandes argumentos

de nuestra demanda que la Corte

atendió parcialmente. El fallo emitido

después de más de cinco años de proceso

describe que Bolivia y Chile tuvieron

múltiples intentos y aproximaciones diplomáticas

para solucionar un problema

que todavía subsiste: El encierro, la mediterraneidad

de Bolivia.

Pero estas aproximaciones e intercambios

y todo aquello que Bolivia y Chile se encargaron

de presentar ante la Corte, según su

decisión, no alcanzaba para exigirle judicialmente

a Chile que negocie con Bolivia

y menos con un resultado predeterminado

como era el “acceso soberano”. Por tanto,

la Corte rechazó la demanda. Pero, al propio

tiempo, sostuvo que, subsistiendo el

problema, ambas partes deben encaminar

negociaciones significativas, en el marco

de las relaciones de buena vecindad, para

encontrar una solución.

Eduardo

Rodríguez Veltzé,

ex Presidente

Constitucional y

Agente ante la CIJ en

La Haya.

Mi crítica a

los gobiernos

de Morales,

Añez y Arce

Catacora es que

no afrontan ese

desafío porque

no se terminó

de entender la

decisión de la

Corte, menos

existe el debate

en términos

académicos, ni

políticos y peor

aún, desde que se

produjo el fallo,

no se cuenta

con una política

exterior hacia

Chile”.

Esta decisión de la Corte, a mi juicio, no es

otra cosa que la devolución del diferendo

-irresuelto-, a Chile y Bolivia para que sigan

negociando aquello que aún sometido

ante instancia judicial sigue existiendo.

La decisión de la Corte no es necesariamente

lo que esperábamos, pero tiene

la virtud de haber reconocido que

subsiste la controversia y traza una

línea de aproximación para resolverla

en el marco del derecho internacional.

Al invocar la Corte el

concepto de “buena vecindad” está

transmitiendo las bases de la coexistencia

pacífica entre Estados reflejada

en la Carta de Naciones Unidas, en la

Carta de la OEA y en docenas de tratados

multi y bilaterales que se fundan en el

principio de la “buena vecindad”.

Bolivia y Chile tienen un desafío enorme.

Hay una decisión del órgano judicial de

Naciones Unidas que señala que ambos

Estados deben encontrar soluciones al

problema. A mi juicio, esta fue una decisión

interesante que abre un nuevo tiempo

en las relaciones post litigio entre Bolivia

y Chile y que marca un desafío para

la diplomacia, sobre todo a la nuestra. No

hablaré de la chilena que es propia de un

Estado soberano, pero a mi juicio, Bolivia

tiene un enorme desafío de replantear

sus relaciones con Chile, debe recuperarlas

y debe abrir un tiempo de relación de

buena vecindad.

Mi crítica a los gobiernos de Morales,

Añez y Arce Catacora es que no afrontan

ese desafío porque no se terminó de

entender la decisión de la Corte, menos

existe el debate en términos académicos,

ni políticos y peor aún, desde que se produjo

el fallo, no se cuenta con una política

exterior hacia Chile, a más de dos años

del Gobierno de Arce Catacora todavía no

se ha designado a un Cónsul General.

Bolivia debe restablecer relaciones con

Chile, entre otras tantas cosas que implica

una vecindad compleja, para abordar

un tiempo post Haya del tema marítimo,

pero me temo que no hay una visión a la

altura de ese desafío.

El caso sobre las “aguas

del Silala”

En el caso del Silala, Chile fue el Estado

demandante. Estimo que la motivación

chilena para precipitar la vía judicial

respondió a la necesidad política de lograr

un contrapeso a la decisión de la CIJ


TRIBUNALES

TEMA CENTRAL

REVISTA JURÍDICA | Martes, 7 de marzo de 2023

del año 2015 en el caso marítimo, oportunidad

en la que le dio la razón a Bolivia

al declararse competente para seguir

conociendo la causa. Chile había objetado

la competencia de la Corte; planteaba

que en el caso marítimo no había nada

que discutir con Bolivia por tratarse de

un tema absolutamente cerrado por el

Tratado de 1904. La Corte rechazó esa

excepción preliminar.

Chile necesitaba un contrapeso de política

interna para demandar a Bolivia con

algún éxito frente a ese primer fiasco que

tuvo ante la Corte. Lo encontró en las

controversias sobre el tratamiento de los

recursos hídricos transfronterizos que se

habían venido discutiendo en el último

tiempo, particularmente sobre la naturaleza

y las obligaciones que generaba a

ambos Estados un curso de agua internacional

denominado Silala próximo al desierto

del Siloli. Según la posición de Chile

estas aguas eran de curso internacional

y sujetas al principio de uso equitativo y

razonable como lo describe la Convención

de Naciones Unidas de 1997 sobre el derecho

de uso de aguas transfronterizas para

usos distintos a la navegación.

En esa temporada, el presidente Evo

Morales había declarado que llevaría el

caso del Silala a la Corte Internacional

de Justicia, aunque posteriormente el

Canciller Choquehuanca aclaró que esa

demanda no era inmediata y que era

necesario estudiarla. A mi juicio, esas

declaraciones no fueron afortunadas,

como tampoco fue la decisión chilena de

llevarla directamente a la vía judicial sin

agotar negociaciones diplomáticas más

comprometidas con un posible consenso.

El diferendo también tiene antecedentes

remotos en tanto se consignó al Silala

como “río” en el Tratado de 1904 y en

sucesivos documentos de las comisiones

bilaterales Boliviano - Chilenas de límites.

Así se reconocía al Silala hasta fines

de los años 90 cuando Bolivia tiene un

giro en su entendimiento. Los cancilleres

Murillo y Fernández, en comunicados

públicos e intercambios diplomáticos

con Chile sostuvieron que no se trataba

de un curso de agua internacional, sino

de manantiales que empezaban y terminaban

en Bolivia y que, por efecto de

unos canales artificiales construidos por

Chile, transitaban hacia su territorio. Estas

declaraciones también responden a

la representación consular chilena sobre

una licitación pública para concesionar

la explotación de las aguas del Silala en

sustitución de una concesión que hizo el

Departamento de Potosí el siglo pasado

a una empresa anglo-chilena FCAB para

suplir el uso de sus locomotoras.

Bolivia adoptó desde entonces una posición

de controversia con Chile que

mantenía el criterio de que se trataba de

aguas naturalmente transfronterizas.

En este contexto, hay que decir también

que paralelamente y en diversas oportunidades

se hicieron aproximaciones

para estudiar de manera conjunta esas

cuencas y tomar decisiones que lleven

a acuerdos mucho más fraternales y

convenientes. Así lo hizo el año 2009 la

Cancillería de Bolivia, cuando el canciller

de entonces, David Choquehuanca

intentó un acuerdo que fue rechazado

por las instituciones cívicas del Departamento

de Potosí.

En materia de la controversia ante la CIJ,

Bolivia responde y actúa en ese proceso

con base en estudios científicos comprensivos

y completos. Los que disponía hasta

conocer la demanda eran insuficientes o

preliminares para contrastarlos en una

contestación o contrademanda.

Cuando Bolivia tuvo a su alcance una

serie de estudios realizados por profesionales

bolivianos y extranjeros, destacando

aquellos realizados por el Instituto

Hidrológico Danés (DHI), presentó ante

la Corte una postura fundada en estudios

científicos comprensivos y debidamente

respaldados por información y estudios

de campo. Trabajos muy rigurosos que

contemplaban el examen de resultados

de la perforación de docenas de pozos,

estudios geológicos, hidrológicos, superficiales

y subterráneos y de todo orden.

Bolivia respondió a la demanda con sus

propios estudios científicos a los que

agregó aquellos referidos a la existencia

y los efectos de canales artificiales construidos

por FCAB, la empresa concesionaria

de las aguas, canales que incrementaban

la velocidad a ciertos cursos.

Con base en esta información Bolivia

contrademandó a Chile con relación al

uso de estos canales que se encuentran

bajo su soberanía argumentando que, si

se los mantenía, debían llegarse a acuerdos

para a compensar las ventajas del

flujo artificialmente mejorado.

En el curso del proceso resultaron evidentes

las coincidencias de los estudios

presentados por las partes sobre la naturaleza

del Silala en los cursos superficiales

y subterráneos que transcurren

por ambos estados y su correspondencia

con los alcances de la Convención de Naciones

Unidas de 1997, su definición de

“curso de agua internacional” y los principios

aplicables al uso de aguas transfronterizas.

También Bolivia tomó nota

de la contestación de Chile a la contrademanda

aceptando el derecho soberano de

Bolivia de disponer de los canales sin que

su desmantelamiento pudiese generar

reclamos ulteriores.

En síntesis, tal como declaré después

de renunciar como Agente al gobierno

de J. Añez, el proceso del Silala, por sus

características, abrió en su tiempo la

oportunidad de iniciar una negociación

diplomática formal para explorar soluciones

de consenso frente a la pérdida de

objeto de la controversia en el ámbito judicial.

Los presidentes Morales y Piñera

aproximaron conversaciones en Brasilia

en oportunidad de coincidir en la posesión

del presidente Bolsonaro, para que

las Cancillerías inicien un diálogo. En el

curso de las reuniones celebradas con este

propósito, Chile presentó formalmente

La causa

marítima y

la causa del

Silala, fueron

experiencias

sobre las que

cabe autocrítica,

reflexión y

proyección.

Ambas nos

trajeron

lecciones

importantes,

entre las que

destaco que la

diplomacia debe

ser en muchos

casos más

proactiva que la

tentación de la

judicialización”.

una propuesta para iniciar una negociación,

(este documento también lo exhibió

durante las audiencias orales ante la CIJ),

concentrada en una solución diplomática

de la controversia sobre la naturaleza y

condiciones del uso de las aguas del Silala.

Lamentablemente, ni la Cancillería boliviana,

entonces a cargo de Diego Pary

ni las últimas gestiones a cargo de Karen

Longaric y Rogelio Mayta dieron continuidad

a lo que a mi juicio era una salida

mucho más práctica y razonable para

zanjar el tema del Silala con proyección a

toda la cuenca fronteriza, incluso en términos

económicos. Pero, además, era un

precedente interesante para acompañar

los desarrollos del derecho internacional

de aguas que privilegia a los acuerdos y

la gobernanza común antes que el litigio.

La Corte definió el pleito de una manera

singular pero interesante. Por una parte,

al declarar que las peticiones de los Estados

habían quedado sin objeto o materia

que la Corte deba dilucidar, confirmó que

las coincidencias científicas expuestas o

las posturas de absolución a las contrademandas

confirmaban que no tenía nada

que resolver. Por otra parte, la Corte no

emitió las sentencias declarativas esperadas

por Chile ni generó conceptos

novedosos que conviertan la decisión

en un precedente destacado, se limitó a

recomendar a los estados a cooperar y

coordinar tareas en el marco del derecho

internacional de aguas. Tal como calificó

en opinión anexa uno de los magistrados,

se trató de una sentencia más bien

“vacía” frente a las expectativas sobre la

controversia. No menos relevante, quedó

expuesta la ausencia de mecanismos

procesales que eviten que los Estados en

controversias como las del Silala sostengan

onerosos procedimientos judiciales

en lugar de alentarse soluciones de consenso,

particularmente importantes en

el régimen de aguas transfronterizas.

La causa marítima y la causa del Silala, fueron

experiencias sobre las que cabe autocrítica,

reflexión y proyección. Ambas nos

trajeron lecciones importantes, entre las

que destaco que la diplomacia debe ser en

muchos casos más proactiva que la tentación

de la judicialización o la preservación

del conflicto y el distanciamiento y que en

ambos casos se han abierto nuevos desafíos

para que los Estados puedan trabajar

estas diferencias. Bolivia y Chile seguirán

siendo vecinos y notablemente complementarios,

tienen una frontera de casi

1.000 kilómetros y sobran las razones para

que acompañen los grandes desarrollos del

derecho internacional en materia tanto de

los derechos de los estados sobre el tránsito

y acceso a los océanos como el de los

recursos hídricos transfronterizos. Ambos

imprescindibles para abordar una agenda

“post La Haya”. No advierto todavía una

política exterior nítida en ambos temas por

el Gobierno del presidente Arce Catacora.

Ojalá que el restablecimiento de relaciones

plenas con Chile en el marco de la “buena

vecindad” sea un nuevo comienzo.

*Liliana Oropeza Acosta

correodelsur.com

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º º TEMA CENTRAL


TRIBUNALES

TRIBUNALES AL DÍA

REVISTA JURÍDICA | Martes, 7 de marzo de 2023

El Estado Plurinacional

en Bolivia

correodelsur.com

6

º º TRIBUNALES AL DÍA

y sus problemas

º

TEXTO: ALAN E. VARGAS LIMA

inicios del nuevo año, se

ha celebrado un aniversario

más de la fundación

del Estado Plurinacional,

como sucede cada año en

Bolivia; ello por disposición

del Decreto Supremo 405 de 20 de

enero de 2010, en virtud del cual se decreta

el 22 de enero de cada año, como día de

la “Fundación del Estado Plurinacional

de Bolivia”, y asimismo, se declara ese

día feriado con suspensión de actividades

públicas y privadas a nivel nacional.

Ello nos brinda la oportunidad para repensar

la idea de “Estado Plurinacional”

que se tiene en Bolivia, el primero del

continente en adoptar esa denominación

de país, a nivel internacional; cuyas repercusiones

han llegado a otros lugares

donde también discutieron la factibilidad

de implementar esta idea, como fue

el reciente caso del proceso constituyente

de Chile.

Recuerdo que en el primer capítulo de

mi libro sobre Justicia Constitucional en

Bolivia (2021), hice referencia a la configuración

constitucional del Estado Plurinacional,

intentando indagar sus orígenes

o la fuente de dónde provino esta idea

en el país, señalando además algunas de

sus características más sobresalientes.

Allí se estableció, que fueron las propuestas

de las principales organizaciones

indígenas, quienes enarbolaron esta idea

demandando el reconocimiento de los derechos

de los pueblos indígenas originarios

campesinos, así como también una

mayor participación en las actividades

del nuevo Estado que se tenía que construir

en la Asamblea Constituyente.

Producto de ello, es que el primer artículo

de la Constitución Política del Estado

(CPE) aprobada el año 2009, lo caracteriza

como un Estado Unitario Social de Derecho

Plurinacional Comunitario, libre,

independiente, soberano, democrático,

intercultural, descentralizado y con autonomías,

que se funda en la pluralidad

y el pluralismo político, económico, jurídico,

cultural y lingüístico, dentro del

proceso integrador del país. Y el artículo

tercero, refuerza este entendimiento, al

señalar que: “La nación boliviana está

conformada por la totalidad de las bolivianas

y los bolivianos, las naciones y

pueblos indígena originario campesinos,

y las comunidades interculturales y afrobolivianas

que en conjunto constituyen

el pueblo boliviano”.

Algo similar sucedió en Ecuador, que en

el primer artículo de su Constitución

(2008), también se declaró como un:

“Estado constitucional de derechos y

justicia, social, democrático, soberano,

independiente, unitario, intercultural,

plurinacional y laico. (…)”.

Ese modelo sui generis de Estado, implantado

por el constituyente boliviano,

conjuga varios elementos que los encontrarán

explicados con mayor detalle doctrinal,

y su desarrollo jurisprudencial,

en el libro a que hago referencia.

En todo caso, de lo que se trata ahora es

comprender cuáles han sido sus avances,

o retrocesos, lo que no es tarea fácil porque

requiere de una amplia evaluación

integral. Sin embargo, de manera general

podemos apuntar algunos aspectos

evidentes.

Así, por ejemplo, si bien la configuración

del Estado Plurinacional tuvo la virtud de

haber consagrado el autoreconocimiento

de un país diverso; sin embargo, hay que

reconocer que los pasos andados hasta

ahora no han sido los más acertados para

lograr satisfacer aquellas legítimas aspiraciones

de los pueblos indígenas y de la

población urbana en su conjunto.

Por ello, se ha manifestado un descontento

generalizado en la población boliviana,

dado que -en contraste con lo definido por

la Constitución-, en estos últimos años,

el Estado Plurinacional se ha debilitado

a nivel institucional, sobre todo por la

actitud arbitraria de un “presidente indígena”

que no se subordinaba a la Constitución,

sino que, por el contrario, la infringía

de manera reiterada, a través de

sus continuos intentos de perpetuarse en

el ejercicio del poder, después de haberlo

ejercicio por más de una década, lo que

finalmente derivó en su renuncia (desvirtuando

en consecuencia que hubiera

existido un presunto golpe de estado) y la

posterior sucesión presidencial.

Alan E. Vargas

Lima

si bien la

configuración

del Estado

Plurinacional

tuvo la virtud

de haber

consagrado

el autoreconocimiento

de un país

diverso; sin

embargo, hay

que reconocer

que los pasos

andados hasta

ahora no han

sido los más

acertados para

lograr satisfacer

aquellas

legítimas

aspiraciones”

Por su parte, el Órgano Legislativo, se

ha convertido en una instancia subordinada

a las determinaciones del

Órgano Ejecutivo, cuyas propuestas

normativas deben ser aprobadas

por órdenes superiores, sin mayor

debate ni discusión, y muchas veces

sin ningún conocimiento de la ciudadanía,

restringiendo además la participación

de los sectores de oposición

presentes en la Asamblea Legislativa

Plurinacional.

De igual forma, el Órgano Judicial no

goza de independencia plena en el ejercicio

de sus funciones, dado que existe

una constante injerencia política en sus

actividades; no siendo posible en ese

contexto, garantizar a los bolivianos y

bolivianas un acceso a una justicia independiente,

imparcial, pronta y oportuna,

como proclama la Constitución;

asimismo, también es evidente que la

elección por voto popular de los magistrados

de los máximos tribunales de

justicia del país, no ha sido una solución

idónea a la actual crisis estructural del

sistema judicial del Estado, todo lo cual

justifica adoptar una inmediata reforma

judicial vía referendo popular; más aún

si se considera que la corrupción judicial

(falta de idoneidad), la retardación

de justicia (mora procesal) y la manipulación

política del sistema judicial

(politización de la justicia), han sido las

causas determinantes del estado crítico

en que se encuentra.

En consecuencia, no compartimos el

mensaje presidencial, que aparentemente

centrado en la unidad y estabilidad

económica, ha sostenido que el reciente

aniversario del Estado Plurinacional

representaría “la consolidación de la

Revolución Democrática y Cultural”;

cuando en realidad, desde esferas del

mismo Gobierno central se está persiguiendo

a los opositores, promoviendo

continuamente la confrontación entre

bolivianos. Ello ha provocado a su vez,

la aparición de voces regionalistas que

pretenden profundizar la división entre

los departamentos del país, lo que no

nos asegura una sana convivencia. Entonces,

ya es hora de deponer actitudes,

y ponernos de acuerdo en un diálogo de

manera consensuada y sin condiciones,

por el bien de todos(as).


TRIBUNALES

GÉNERO Y DERECHO

REVISTA JURÍDICA | Martes, 7 de marzo de 2023

8 de Marzo, Día Internacional

de la Mujer Trabajadora

º

TEXTO: CLAUDIA MIRANDA DÍAZ

l 8 de marzo de 1908, 129 mujeres

trabajadoras que militaban

en el Partido Socialista

de Nueva York (EEUU),

murieron a causa de un incendio

en la fábrica Cotton

en la que trabajaban, donde se declararon

en huelga con permanencia en su trabajo,

su protesta fue: por un igual salario al de

los hombres, reducción laboral a 10 horas

de trabajo y mejoras en sus condiciones

laborales. El 3 de mayo de 1909 en Chicago

(EEUU), el Partido Socialista realizó

un acto por el “Día de la Mujer”, que fue

el preámbulo para que el 28 de febrero de

1909 en Nueva York, se conmemore por

primera vez “el Día Nacional de la Mujer”.

En 1910, durante la Segunda Conferencia

Internacional de Mujeres Socialistas en

Copenhague, Dinamarca (que trataba el

sufragio universal para todas la mujeres),

por moción de Clara Zetkin se proclamó

oficialmente, el 8 de marzo como el “Día

Internacional de la Mujer Trabajadora”,

en homenaje a las mujeres caídas en la

huelga de 1908.

Claudia Miranda

Díaz, economista,

columnista en

varios medios de

comunicación

impresos y digitales.

carácter originario, reduciéndola a un

reclamo por la doble jornada de trabajo

realizada por las mujeres que es “el trabajo

doméstico” -lo que hoy se denomina

“economía del cuidado”- y su falta de

valoración emocional y pecuniaria.

El 8 de marzo que recuerda la lucha

de clases de las mujeres -al igual

que otras fechas-, se trató de tergiversar

convirtiéndola de una fecha

conmemorativa de mujer trabajadora

a una fecha de marketing, de consumismo

de “felicitación a las mujeres”, donde

se les regalaba flores y chocolates. En el

presente reciente, en memoria a las mujeres

que ofrendaron su vida en 1908 en

Nueva York, en el mundo entero y en Bolivia

también, tratamos de reivindicar esta

fecha con el significado original que tuvo,

de ahí nace la frase “no quiero flores, ni

chocolates, quiero respeto”.

La lucha iniciada por las valientes mujeres

en 1908, continúa de forma permanente

junto a los varones, por alcanzar

una sociedad equitativa.

No hay nada que festejar, la situación de

la mujer -por su condición de género- desde

1975 hasta hoy, mejoró sus condiciones

respecto a la equidad de género en el

ámbito público; en tanto, en al ámbito

privado está completamente atropellada

(con maltrato físico, emocional, psicológico,

económico y otros), violencia, abuso

sexual a mujeres adultas, jóvenes y niñas;

feminicidios. Bolivia se ha convertido en

el país más violento de la región, por su

violencia hacia las mujeres; el mismo 8

de marzo del pasado año, un hombre decapitó

a su esposa en Potosí. El machismo

-tanto de hombres, como de mujeres- debe

ser una lucha diaria de erradicación desde

nuestra individualidad, esa sería una

excelente contribución de nuestra parte

a la construcción de una mejor sociedad.

Hasta las bromas cotidianas de diferencia

de roles de género, refuerzan el Machismo.

correodelsur.com

7

º º GÉNERO Y DERECHO

La Asamblea General de la Organización

de Naciones Unidas (ONU), proclamó

1975 como “el Año Internacional de la

Mujer”; fue en este año cuando declaró

oficialmente el “Día internacional de la

Mujer”, y desde 1977 se recuerda esta fecha

a nivel mundial. Al haberle cambiado

el nombre de “Día Internacional de la

Mujer Trabajadora” (que lucha por una

igualdad de salario y de mejores condiciones

laborales) al “Día Internacional

de la Mujer” (que lucha por una equidad

de género ante el varón, sin cuestionarse

el Patriarcado), le quitó a esta fecha su

No hay nada que festejar, la situación de la mujer -por

su condición de género- desde 1975 hasta hoy, mejoró

sus condiciones respecto a la equidad de género en el

ámbito público; en tanto, en al ámbito privado está

completamente atropellada”.


TRIBUNALES

MIS DERECHOS PASO A PASO

REVISTA JURÍDICA | Martes, 7 de marzo de 2023

¿Cómo obtener

la licencia

y CI digitales?

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8

1

Busca la aplicación “Mi Identidad”, desde Play

Store o App Store, al seleccionar la opción de

“instalar” aparecerá en pantalla los términos y

condiciones que deberá leer y aceptar si está de

acuerdo.

º º MIS DERECHOS PASO A PASO

2

Una vez instalada la aplicación

deberá ir a una oficina

de SEGIP para registrar la

aplicación en su celular,

para ello escaneará un código

QR.

3

biometría

En el SEGIP registrarán su

facial.

4

Una vez concluidos los pasos

anteriores, recibirá un

mensaje a su correo electrónico

con los accesos a la

aplicación, donde estarán

disponibles su licencia y CI

digitales.

IMPORTANTE:

• Esta aplicación está disponible para todas y todos

los ciudadanos mayores de 18 años.

• El costo de habilitación es de 20

bolivianos.

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