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Malanga la novela

Novela costarricense posmoderna, fragmentaria sobre una república imaginaria que dice ser un paraíso, pero tiene los conflictos ordinarios de toda sociedad del siglo XXI: doble moral, facilismo, droga, violencia, autoestima y, acaso, el narcoestado. Es una novela pastiche que procura hablar sobre el ser contemporáneo. Su correlato habla de un mundillo literario plagado de oportunistas y tramposos y reflexiona sobre la escritura. La novela está escrita en clave de humor negro.

Novela costarricense posmoderna, fragmentaria sobre una república imaginaria que dice ser un paraíso, pero tiene los conflictos ordinarios de toda sociedad del siglo XXI: doble moral, facilismo, droga, violencia, autoestima y, acaso, el narcoestado. Es una novela pastiche que procura hablar sobre el ser contemporáneo. Su correlato habla de un mundillo literario plagado de oportunistas y tramposos y reflexiona sobre la escritura. La novela está escrita en clave de humor negro.

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Cuando doña Sara va a enseñarle a Pepe Siles el famoso

perfil, éste ya ha terminado su pausa y ha vuelto al salón

donde le espera Mora.

Cierra la puerta y baja la cortina. Apaga la grabadora y

Bruno se pone inquieto. Se le ocurre que el poli bueno va

a cambiar su personaje.

No es así. Tampoco se sienta, no quiere darle confianza.

Quiere que le hable de su experiencia, de los días de

funcionario. De las tramas que se mueven a su alrededor

y de los códigos, y de impunidad. Quiere que le comente

—sin él pedirlo— cómo es habitual que los mandos

medios paguen los platos rotos, para proteger a las

jerarquías, donde el poder corrupto se pasea.

Al inicio, Bruno Mora… ¿Dije qué se llamaba Bruno

Mora? Lo siento, el interrogado se llama Cristian Duarte,

alias Petete y, aunque está demacrado, tiene treinta y

cinco años. Lo de Bruno Mora es porque porta la cédula

de otra persona. Acaso se habrá robado una cartera y

hasta ahora confiesa su nombre y estar indocumentado.

—¡Qué fregado!—, Pepe piensa que no puede retenerle

y ya casi se acaba su jornada.

Petete, antecedentes por robos en barrios de la GAM.

Le han pasado siete veces a la delegación, pero como es

contravención, a las dos horas va para la calle. Casi que

esto de declarar le vale.

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