Lanceras de Cristina Nro. 29

EDITORIAL
DEMOCRACIA
2 | Lanceras de Cristina

LoremIpsum
Discursos negacionistas,
antiderechos, que promueven
ponerlevaloreconómicoalavida
humanaresultanunaopciónpara
gobernar nuestra Nación. A
nosotrasynosotros,nonosdalo
mismo.
Lademocraciaesquecadaser
pueda realizarse, pueda vivir
dignamente en una comunidad
mancomunadaenelmarcodeunpaís
que se desarole.No puede existir
libertadsinjusticiasocial,nopuede
existirdemocraciadondeunospocos
sese reparten la torta yelresto nos
quedamosafueradelconfite.Nonos
da lo mismo,no.Queremosuna
democraciareal,sinviolencia,sin
restricciones,con un pueblo feliz.
Queremosa Massa presidente.Y
novamosacesarnuestramilitancia
hasta lograrlo.Seamos parte de
estaepopeya.

índice
06 bases
El fin del pacto democrático, a un año
del intento de Magnicidio a Cristina
Fernández de Kirchner
Morena Barón
14
Fervientes
Son los mismos de siempre
Sofia Pacheco y Amparo Adamo
18 Realidad
Efectiva
Septiembre siempre vuelve
Emilce Moler
24
Populares
SINFONÍA PARA ANA: LA LUCHA
ESTUDIANTIL
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BASES
EL FIN DEL PACTO DEMOCRÁTICO, A UN AÑO DEL INTENTO
DE MAGNICIDIO A CRISTINA FERNÁNDEZ DE KIRCHNER
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Morena Barón
Responsable de géneros y diversidad de Lanús
Justamente en el año que se
cumplen 40 años ininterrumpidos
de Democracia, tenemos que decir
que también se cumple un año de
impunidad, de injusticia, de ruptura del
pacto democrático. El 1 de septiembre
de 2022 intentaron asesinar a Cristina
Fernández de Kirchner. Intentaron
asesinar a la mujer que le dio los días
más felices a toda una generación, a la
única que accedió a todos los cargos
electivos disponibles a nivel nacional, la
mujer que representa la esperanza y los
intereses de la Patria. El 1 de septiembre
de 2022 intentaron asesinar a nuestra
conductora, y es algo que no podemos
normalizar. No podemos resignarnos
a vivir en un país donde intentan
asesinar a la Vicepresidenta y no pasa
nada, donde en nombre de la República,
de las Instituciones, y de la mismísima
democracia, no pasa nada.
Entonces, ¿es lo mismo
Democracia que pacto democrático?
La respuesta es no. Estamos convencidos
de que el pacto democrático que
surge a partir de 1983 con la vuelta a
la democracia, incluía como principio
fundamental el fin de la violencia
política y la intolerancia. La democracia,
por su parte, es un sistema de gobierno que
debe alimentarse de pactos democráticos
fuertes entre las fuerzas políticas que
establezcan ciertos consensos básicos,
donde los poderes del Estado cumplan sus
funciones sin inmiscuirse unos en otros,
donde haya un compromiso por parte de
las Instituciones y participación activa de
las organizaciones libres del pueblo, de
las organizaciones sociales, sindicales y
políticas... si no, es solo eso, un sistema
de gobierno en el que los ciudadanos
votan cada dos años. A eso nos quieren
llevar con más intensidad desde hace un
tiempo.
Este pacto democrático al que
habíamos llegado se terminó de
romper hace un año porque ya venía
erosionado, bastante erosionado. Por
eso, es importante ir un poco hacia atrás
en el tiempo para comprender cómo es
que llegamos a esa fecha, a ese hecho que
aún nos hiela la sangre. Cómo militantes
sabemos en mayor o menor medida
por qué a Cristina le hicieron lo que
quisieron a lo largo de los años. También
sabemos que cuando la coyuntura está
muy desordenada y no hay claridad, lo
que siempre nos ordena es pensar
en nuestra dicotomía principal: Patria
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o Colonia; o el apotegma que tanto
hemos escuchado de nuestro Secretario
General, el “Gallego”: el Bloque Cipayo
vs. el Bloque Patriótico. Y por ahí anda,
como siempre, la cosa... En el caso de
Cristina se ve claramente cómo opera
el Bloque Cipayo: todos los actores
que conforman este bloque anti
patria han articulado y funcionado
en sintonía como pocas veces se ha
visto de manera tan burda. Porque eso
que llamamos elegantemente “Lawfare”
no es más ni menos que la revelación
de cómo actúa el bloque cipayo contra
la representante del Bloque Patriótico,
que es Cristina Fernández de Kirchner.
Los medios de comunicación, el partido
judicial, los servicios de inteligencia, el
sector de la política que opera dentro de
nuestra Patria en favor de los intereses del
imperio, y los sectores concentrados del
poder económico, todos esos sectores
operando en conjunto y articuladamente
con una misión: ver a Cristina presa o
muerta.
Este trabajo que vienen haciendo
no es de ahora, ellos siempre se ordenan
cuando de derribar gobiernos populares se
trata. Particularmente con Cristina, ahora
con el diario del lunes, podemos identificar
cómo vienen erosionando el pacto
democrático desde hace mucho tiempo,
de mínima desde que es presidenta. Han
generado un mecanismo donde el
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ataque a nuestra compañera se hacía a
través de varios frentes: hostigamiento
y despersonificación a través de los
medios de comunicación; persecución
y armado de causas a través del partido
judicial; limitaciones a sus políticas por
parte de ciertos sectores concentrados
de la economía; siempre con la ayuda
de la mala política y los servicios de
inteligencia. Tal vez lo más notable de
ese esquema fue el ataque mediático y
judicial. Por eso no es casualidad que
Cristina durante sus gobiernos haya
dado tres batallas clave para modificar
estructuralmente estos sectores: la ley
de medios, la democratización de la
justicia y la suba de las retenciones
al campo. Ninguna de esas batallas, las
hemos podido ganar. Por eso, sentirse
intocables y poderosos hizo que el
hostigamiento de estos sectores fuera in
crescendo.
Como decía, tal vez la
persecución judicial hacia Cristina fue
lo más sobresaliente en los últimos
años, lo que habilitó que empecemos
a escuchar con más frecuencia el
concepto de Lawfare (“guerra judicial”).
Ya Arturo Sampay (uno de los ideólogos
de la Constitución de 1949) explicaba
que existe una noción de justicia que es
oligárquica, conservadora, sostenedora
del statu quo —lo que hoy podemos
identificar como partido judicial—, en
contraposición a una justicia social que
es dinámica, está a favor de los intereses
de la mayoría, a favor de ampliar y
devolver derechos al pueblo. Esa justicia
oligárquica fue la que impulsó, junto a
otros sectores, muchas de las causas que
le han endilgado a Cristina y funcionarios
de nuestros gobiernos, muchas de esas
causas cayeron por su propio peso, otras
parecen querer reabrirse o bien, ya las
están reflotando, mientras que la única
que llegó a juicio oral con condena
y proscripción incluida, fue la causa
Vialidad.
Hablar de esta causa es central,
porque demuestra con qué virulencia
puede accionar el partido judicial,
incluso violando derechos del debido
proceso y garantías constitucionales
básicas. Pero lógicamente también se
han encargado de que hablar de la causa
sea complejo, engorroso, que haya que
leer mucho y cuestiones muy técnicas.
Es una causa con muchísimas fojas en el
expediente y un fallo en primera instancia
de más de 1000 páginas, imposible
de leer para cualquier vecino o vecina
preocupada por los cientos de problemas
que la aquejan a diario... Por ese motivo,
se hace difícil hablar de la causa con lujos
y detalles, pero para hacer un pequeño y
sencillo resumen… ¿de qué va la Causa
Vialidad?
En la causa Vialidad, se acusa
a Cristina de hacer negocios con
Lázaro Báez favoreciendo a éste,
y perjudicando las arcas públicas.
Esos “negocios” tienen que ver con
la inversión que hizo el Estado en
obra pública, construcción de rutas
y caminos, entre otras obras, en la
provincia de Santa Cruz. Según los
fiscales Luciani y Mola, Cristina era la
“jefa de la asociación ilícita” que realizó
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negocios millonarios con Lázaro Báez.
En síntesis, lo que los fiscales quieren
demostrar es un supuesto entramado de
corrupción sistemática planificado desde
el gobierno nacional, desde 2003 a 2015.
Sin embargo, en los hechos que se
investigan en esta causa en particular,
no se pudieron probar concretamente
ninguno de los delitos que dicen los
fiscales que existieron.
En principio, son 51 las obras las
que se realizaron o empezaron a realizar
en Santa Cruz durante esos años, de las
cuales solo se auditaron 5. Tal como
explicó el compañero Julio De Vido,
nunca existió un direccionamiento
de obras hacia Santa Cruz para
beneficiar a Lázaro Báez, sino que las
mismas formaban parte de un Plan
Federal de Obra Estratégico, que se
había pensado y armado con Néstor
Kirchner. No hay que olvidarse que quien
realiza la denuncia es Javier Iguacel, a
muy poco tiempo de asumir como director
de Vialidad en el año 2016 cuando el
gobierno de Cambiemos tenía apenas
unos meses en el poder. Se armó un
informe desde el organismo, con el cual
Iguacel se basó para hacer la denuncia.
Otro de los argumentos de los
fiscales es que hubo manejos para
que las licitaciones las gane siempre
Lázaro Báez. La realidad es que la
propuesta de Lázaro ganó la licitación
porque presentaba el precio más bajo
para realizar las obras. Por ser una
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empresa local lógicamente se abaratan
muchos de los costos. Lo raro y absurdo
es que, ganando la oferta más barata, se
los acuse de perjudicar las arcas públicas.
Después hay otros argumentos
sobre falta de terminación de obras, plazos
extendidos, sobreprecios, etc. Nada de lo
cual pudieron probar fehacientemente.
Es más, la Unidad de Información
Financiera, un organismo anti lavado
de dinero, pidió la absolución de
Cristina por no probarse ni el fraude
ni la asociación ilícita.
En sí, lo que más impotencia
genera es que ni la causa ni los
fundamentos de los acusadores
importan, porque al fin y al cabo
la causa ha sido armada con fines
políticos y sobre todo electorales, el
objetivo era que Cristina no pueda
presentarse en estas elecciones. Y lo
lograron.
Lo que es muy llamativo, pero
sobretodo preocupante, es cómo se han
violado principios básicos del Estado
de Derecho, y por ende del sistema
democrático y republicano, a lo largo de este
juicio, desconociéndose principalmente
tres garantías fundamentales del debido
proceso:
- La presunción de inocencia (a
Cristina la condenaron mediáticamente
antes de que salga el fallo —No olvidemos
el titular en el Diario Clarín “La bala que
no salió y el fallo que sí saldrá”—; no se
le permitió que el juicio sea transmitido)
- El derecho de defensa en juicio
(se rechazaron el 80% de las pruebas que
presentó la defensa de Cristina, la Corte
le negó la posibilidad de hacer un peritaje
integral a todas las obras para ver sus
avances)
- El principio de objetividad, tanto
para los fiscales a la hora de investigar y
acusar, como el principio de imparcialidad
que rige para los jueces (es sabido que
hubo y hay conexiones entre jueces,
medios, poder económico y el PRO).
Además, todos los pedidos de recusación
que hizo Cristina por este motivo, fueron
rechazados.
El 22 de agosto del año pasado los
fiscales pidieron 12 años de prisión para
Cristina e inhabilitación perpetua para
ejercer cargos públicos. En paralelo a todo
este circo judicial, no hay que olvidarse,
como decíamos al principio, que Cristina
seguía recibiendo hostigamientos no
solo mediáticos, sino ahora también
de manera también presencial en la
puerta de su casa. Es por eso que la
militancia, que siempre cuido y va a
seguir cuidando a Cristina, se empezó
a organizar para hacer la seguridad.
A todo esto se suman las provocaciones
de la Policía de la Ciudad, los volquetes
con piedras que casualmente descargan
a una cuadra de su casa, las vallas, los
gases… hasta llegar al 1º de septiembre
donde intentaron matarla y gracias a Dios
no pudieron.
A partir de acá se puede hacer una
nota aparte de todo lo que es la causa
del intento de magnicidio, las conexiones
de Revolución Federal con Milman, con
Bullrich, con Caputo, el rol de la jueza
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Capuchetti, etc. Sin embargo, lo último
que quiero recalcar es lo que comenté al
principio… todo esto se viene orquestando
desde hace mucho tiempo, por distintos
frentes. A Cristina la atacan porque es
la representación del bloque patriótico,
Cristina ES patria, es quien vela por
los intereses del pueblo, por nuestra
soberanía, nuestros derechos, es la
política más importante de los últimos
tiempos, y nunca le perdonaron ni le
van a perdonar haber sido una mujer
peronista que se plantó frente a los
poderes más rancios, concentrados y
antipatria que hay en nuestra tierra.
Y para finalizar, por si hay algún
compañero distraído que duda que
el atentado a Cristina tenga algún
componente de género… la respuesta la
da, como siempre, la misma Cristina. Ella
personalmente le presentó un informe, este
año, al Comité de Expertas del Mecanismo
de Seguimiento de la Convención de Belém
do Pará (MESECVI) de la OEA. En ese
informe titulado “Informe sobre violencias
ejercidas contra Cristina Fernández de
Kirchner. El intento de magnicidio” se
hace hincapié en la violencia política
y simbólica recibida por Cristina a
lo largo de los años. Recordemos que
la violencia política y simbólica son dos
tipos de violencia que se encuentran en
la Ley 26.485 de Protección Integral para
prevenir, sancionar y erradicar la violencia
contra las mujeres en los ámbitos en que
desarrollen sus relaciones interpersonales.
El informe es muy completo, contiene un
Anexo con todas las tapas de la Revista
Noticias donde Cristina aparece, en
una hoguera, crucificada, golpeada,
simulando tener un arma en la cabeza,
desnuda, simulando un orgasmo, etc. La
cantidad de veces que fue nombrada en
los diarios Clarín y la Nación, también
figura, y es descomunal. En síntesis, lo que
plantea el informe es que todos esos años
de hostigamiento fueron generando
una especie de despersonificación y
objetivación de la figura de Cristina
para diluir su estatus de persona,
allanando el camino y propiciando
cualquier tipo de ataque hacia ella.
Todos esos años de agravios, injurias
y ataques fueron allanando el camino
para que hace 1 año hayan querido
matarla, quebrando lo más básico y
esencial del pacto democrático: que
a los contrincantes políticos no se los
mata, no se los aniquila, no se los
tortura ni desaparece, se les gana en
las urnas.
Entonces, se da una conjunción
de muchos factores, el odio de género,
el odio por ser peronista, el odio por
representar y velar por los intereses del
pueblo, etc. todo eso atacado desde todos
los frentes posibles que componen el
Bloque Cipayo, porque como ya dijimos,
a Cristina la quieren presa o muerta. Lo
que estos gorilas mal nacidos no saben es
que un pueblo no olvida a quien no lo
traiciona, y que la militancia siempre,
siempre, siempre va a defender a
Cristina, por los días más felices que
pudimos vivir, hasta el último aliento
con la mujer de la historia.
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FERVIENTES
SON LOS MISMOS DE SIEMPRE
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Sofía Pacheco
Responsable Frente Universitario Megafón UNLP
Amparo Adamo
Presidenta UES La Plata
Nuestra historia ha tenido dos
16 de Septiembres que han marcado
a nuestro pueblo y específicamente
a la juventud; por un lado el 16
de septiembre del año 1955, la
revolución fusiladora y por otro el
16 de septiembre del año 1976,
“La noche de los lápices”. Ambos
momentos de la historia los enlaza
el mismo objetivo, silenciar a las
mayorías populares a través de la
única manera que les es posible; la
muerte y la desaparición. Perón decía
en el libro “La fuerza es el derecho de
las bestias” (1956): “Generalmente los
gobiernos militares de facto son dictaduras,
son masacres y fusilamientos. Es
consecuencia del predominio del derecho
de las bestias ancestralmente viviente en
la subconciencia de los individuos que
desconocen o desprecian al derecho de
los hombres.”
Esa juventud, en un pacto social
mancomunado, que el peronismo
resignifica como sujetos políticos,
nutriéndose y germinando en nuestra
patria con ideales de soberanía
política, independencia económica y
justicia social en el primer y segundo
gobierno peronista fueron los que
luego en el bombardeo a Plaza de Mayo
de 1955 y los 18 años de proscripción
del peronismo se encontraron en las
primeras filas de resistencia, con una
flor “No me olvides” en el bolsillo.
Exactamente 21 años después
de ese cruento bombardeo, el 16 de
septiembre de 1976, fue esa misma
juventud empapada de cuadros
políticos, que se comulgó en obras
públicas reclamando un boleto
estudiantil, como propuesta concreta
e inmediata pero entendiendo que era
parte de un camino más largo: el de
la liberación de la patria con el pueblo
feliz y la Nación grande.
La revolución fusiladora que
bombardea a nuestro pueblo y nos
proscribe 18 años y la dictadura cívico
militar que desaparece a los pibes de
La noche de los lápices y a los 30 mil
de nuestros mejores cuadros, son los
mismos que hoy son responsables de
la proscripción de nuestra mayor líder
política Cristina Fernandez de Kirchner.
Ya los conocemos, son los mismos de
siempre. Fueron por San Martín, fueron
por Rosas, fueron por Perón y ahora
quieren ir por Cristina y los derechos
conquistados para nuestro pueblo.
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Por deber militante y convicción
histórica debemos tomar el bastón
del mariscal y las riendas de la patria
nuevamente. Se lo debemos a nuestro
pueblo, a los 30 mil compañeros
desaparecidos y a María Claudia
Falcone, María Clara Ciocchini,
Claudio de Acha, Francisco López
Muntaner, Daniel Alberto Racero,
Horacio Ángel Ungaro ¡presentes! A
Emilse Moler y Pablo Díaz les decimos:
¡su militancia cotidiana es la mejor
reivindicación a sus compañeros de
lucha!
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REALIDAD EFECTIVA
SEPTIEMBRE SIEMPRE VUELVE
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Emilce Moler
Ex militante de la UES La Plata.
Sobreviviente de La Noche de los lápices
“Un nuevo septiembre nos trae
consignas para recordar a quienes no
están, contra el olvido, por la verdad en
tiempos en que la disputa por el pasado
está fuertemente presente en nuestros
días. Lo que hasta hace unos años
aparecía como impensable, cuestionar
públicamente y con rédito electoral las
conquistas de las luchas populares contra
la impunidad encontraron viabilidad
social y política, hoy es un hecho.
El resultado de las PASO nos
plantea un desafío significativo para las
organizaciones de derechos humanos
y todos aquellos que queremos seguir
viviendo democracia. Nos enfrentamos a la
posibilidad real de que una fuerza política
que aboga por debilitar la democracia y
restricciones de derechos, pueda acceder
al poder a través de las urnas.
Vivimos un clima de época
atravesado por la proliferación de
discursos negacionistas respecto a
los crímenes de la última dictadura.
No debemos naturalizar estos discursos
ni las agresiones hacia las víctimas.
Sin embargo, ustedes jóvenes, con sus
pares, y con sus docentes deben permitir
y promover que surjan estos conflictos
naturales, estas contradicciones. Es un
paso no sólo necesario sino sumamente
motivador para que puedan apropiarse
de la historia. No deben obturar los
debates, a quienes buscan respuestas.
A veces, algunos docentes y autoridades
se paralizan y se angustian frente a este
tipo de dificultades; pero hay que tener
en cuenta que: para los alumnos, las
controversias y tensiones funcionan como
una especie de antídoto ante situaciones
que les resultan lejanas y colaboran en el
proceso de producción del relato histórico.
Siempre les cuento que mi tabla de
salvación en mis días de presa en la cárcel
era estudiar, saber, conocer; porque la
educación es la máxima herramienta
de libertad. Deben hablar con aquellos
que claman por libertad y explicarles
que la mejor herramienta de libertad
es la educación. Que se deben tener
las mayores posibilidades de acceso
a la educación, que es eso lo que te
hace verdaderamente libre.
No es la misma respuesta que
debemos darle a los adultos que propician
las políticas del negacionismo o peor aún,
minimizando que fue un genocidio, puesto
que es más complicado para contestar y
que intentan usar espacios del Estado
para propiciar estas propagandas.
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Nuestra respuesta allí es clara y
contundente: no los vamos a permitir,
no vamos a retroceder en las luchas
alcanzadas.
Mucho hemos avanzado como
sociedad con estos legados. Las nuevas
generaciones aprendieron de nuestra
historia, que hay que dar batalla, a no
resignarse, a valorar y defender la vida.
Que la democracia se construye
día a día, que hay que fortalecerla,
que hay que participar en todas las
instituciones, esto es trascendente.
Porque la construcción de una
sociedad más justa y equitativa lleva
tiempo, es una profunda disputa de
poderes, de intereses enfrentados, de
construcciones simbólicas y culturales.
Lleva esfuerzo, incomoda
Y así lo entienden las y los jóvenes
que se hacen presentes en las calles, en
las marchas, entre banderas, con sus
nuevas reivindicaciones, con la fuerza
de los movimientos feministas, en las
luchas por el aborto legal, por el cuidado
del ambiente. Se apropian de la historia
reciente, protagonistas de su época,
marcan nuevas agendas, actividades,
valores.
Nuestro desafío es dar respuesta
a las demandas insatisfechas de
nuestros tiempos para tener un
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país más justo e igualitario, con
más derechos, más igualdad, más
democracia. Pero siempre, siempre, a
través de los votos, nunca más botas.
Fuerza compañeras y compañeros”
Estas palabras, o las que la emoción
me permitieron, fueron las que les dije a
miles de jóvenes que estaban presente en
la emblemática marcha de la Noche de
Lápices, este septiembre, en la ciudad de
La Plata. Y releo las que les dije al año
pasado:
“Este año murió el genocida
Etchecolatz, responsable de cientos de
desapariciones. Y murió sin hablar. Otro
genocida que cumplió con su pacto de
silencio que condena a vivir a todxs los
familiares con el padecimiento de no saber
dónde están los cuerpos de los chicos de
La Noche de los Lápices. Callan con
complicidad, callan demasiado.
Por eso debemos traer esos hechos
del pasado, porque son nuestro presente.
Veo banderas con la consigna Nunca
Más y quiero compartir cómo se gestó
esta consigna. El Nunca Más en la
historia argentina tiene un enorme
peso simbólico. Es el pacto social con
el que salimos de la última dictadura
y recompusimos la democracia con
el compromiso de nunca más dirimir
las diferencias políticas a través de las
armas y de la violencia física.
Por supuesto, que muchas veces, este
acuerdo se ha fragmentado. Año a año
en estas marchas lo hemos denunciado:
Julio Lopez, Santiago Maldonado, y tantas
víctimas del gatillo fácil.
Pero el 1 de septiembre, y fue
otra vez septiembre, con el aberrante
intento de asesinato a la vicepresidenta
este pacto se rompió y esto no es
menor. El daño a nuestra vida política
adquiere una magnitud que todavía
quizás no tomamos conciencia. Mi
solidaridad con nuestra querida
Cristina.
Por eso este año más que nunca
debemos enfatizar los conceptos de
Memoria, Verdad y Justicia. Estas palabras
nos guiaron a lo largo de la construcción
de nuestra democracia. Porque sabemos
que sin verdad no hay justicia, y sin justicia
no hay convivencia social democrática.
Porque las víctimas nunca pedimos
la muerte de nadie, nunca hicimos
justicia por mano propia. Porque justicia
por mano propia no es justicia, es
asesinato. Fuimos a los tribunales con
nuestras verdades, con hechos, que
se convirtieron en irrefutables pruebas
jurídicas, no en palabras de odio y
venganza. No odiamos, tenemos
comprensión política de los hechos
y responsabilidad como ciudadanos.
Y como tal actuamos, hablamos,
nos movemos en la sociedad, con
responsabilidad, sabiendo que bajo
la falsa idea de libertad de expresión
no todo se puede decir. Hay límites
morales, éticos, no todo está permitido.
Nosotros pasamos muchos años en
los que no teníamos justicia, las puertas se
nos cerraban y cuando nuestros puños se
querían cerrar de la bronca, rápidamente
abríamos la mano para entrelazarla entre
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los compañeros o para tenderla a quien
más la necesitaba, o para convertir la en
la V de la victoria.
Hoy celebro estar con jóvenes que
se apropian de nuestra historia reciente
y se convierten en protagonistas de su
época, marcan nuevas agendas, nuevas
luchas, nuevos derechos. Aprendieron que
los avances para el campo popular dan
trabajo, hay avances y retrocesos. Pero
siempre hay que mantener la militancia, la
participación con alegría, con cantos, con
libertad, sin odios, con la responsabilidad
de la libertad de expresión y de saber usar
las palabras para la construcción de un
país sin desigualdades. Por eso, este año
¡Los lápices escriben que defienden a
Cristina Fernández de Kirchner!
Y así puedo ir para atrás, año a
año. Hace más de 40 años que hablo,
cuento mi historia, nuestra historia.
Años de avances y retrocesos, pero
siempre de luchas. Elijo las palabras,
hago conexiones del pasado con
nuestro presente, vinculo el ayer con
nuestro hoy.
Palabras que comparto con las
nuevas generaciones en estos tiempos
complejos, sinuosos, difíciles. Y siempre
hay que recordar que septiembre
siempre vuelve y volverá para
quedarse.
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POPULARES
Sinfonía
para Ana
LA LUCHA ESTUDIANTIL
Ana e Isa son amigas inseparables
y van al tradicional Colegio Nacional
de Buenos Aires, en los tiempos previos
al Golpe de Estado de 1976. Ambas
crecieron con la idea de que hay dos
cosas esenciales en la vida: vivir el
amor verdadero y cambiar el mundo…
Así empieza la sinopsis de la película
argentina Sinfonía para Ana (2017),
dirigida por los reconocidos cineastas
y guionistas Virna Molina y Ernesto
Ardito. Retrata a un grupo de
jóvenes militantes del movimiento
estudiantil, que habían llegado a los
más altos niveles de organización
y conciencia política en el clima
fervoroso del esperado retorno
del General Perón a su Patria.
Son parte de aquella generación que
nació después del derrocamiento
de 1955, al calor de la resistencia
peronista en los 18 años de exilio y
proscripción y que vivieron en un país
asediado por golpes de Estado, en
donde el movimiento estudiantil sufrió
fatales ataques, pero también varias
epopeyas desde las cuales debemos
interpelar a las nuevas generaciones
con el fin de seguir defendiendo la
lucha por un modelo inclusivo de
educación porque es, en definitiva,
inseparable del proyecto de país que
anhelamos.
Sinfonía para Ana refleja muy
bien este álgido clima de época de
entre fines de los 60 e inicios de los
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70 donde cientos de jóvenes se
vuelcan a la política convocados
por la causa de la liberación
nacional, y específicamente
muestra a aquellos que empiezan
a dar sus primeros pasos en la
militancia estudiantil. Retrata
la histórica vuelta del General, la
presidencia de Héctor Cámpora
y la tercera presidencia de Juan
Domingo Perón, pero luego se
concentra fundamentalmente en
marcar un antes y un después del
24 de marzo de 1976. Subraya
cómo esos niveles de organización
y conciencia del pueblo argentino
fueron obligados a subsumirse a la
más oscura clandestinidad impuesta
por el terrorismo estatal. A través
de la vida de la protagonista Ana,
una alumna del Colegio Nacional
de Buenos Aires que militaba en la
Juventud Peronista, los directores
nos hacen pensar en toda una
generación que fue desaparecida,
torturada y asesinada por
esa misma dictadura que
intentó quebrar todo tipo de
organización popular, impulsada
por el cipayismo, el odio gorila y
el poder del Estado en beneficio
de las grandes empresas,
los intereses extranjeros y la
oligarquía. Mismos sectores que
siempre buscan de esta manera
hacer retroceder los avances que
había hecho el peronismo en
busca de la segunda y definitiva
Independencia.
Sin duda, esta película nos
hace reflexionar acerca de cómo los
estudiantes organizados fueron
y siguen siendo un actor clave
en nuestra sociedad, porque
inciden y generan transformaciones
profundas no sólo en el ámbito
educativo sino en toda la vida
política argentina.
¡ Ayer, hoy y siempre, los
estudiantes en defensa de la
Patria !
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Lancerasdecristina@peronismomilitante.com | Génerosydiversidad@peronismomilitante.com
@Generosydiversidadpm
Géneros y Diversidad Organización Peronismo Militante