Generalidades del dolor 2024
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Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
Introducción y objetivos<br />
El <strong>dolor</strong> es una señal que recibe nuestro organismo a través <strong>del</strong> sistema nervioso y que<br />
nos alerta sobre una lesión a los tejidos para que procedamos en consecuencia. Es<br />
además un síntoma muy valioso para el diagnóstico de una amplia diversidad de<br />
enfermedades y trastornos. Una vez reconocido el origen <strong>del</strong> problema, la “utilidad” <strong>del</strong><br />
<strong>dolor</strong> se pierde y se convierte en un sufrimiento inútil.<br />
En este módulo se describen las estructuras nerviosas (neuronas y vías de conducción)<br />
que participan en la percepción de la experiencia <strong>dolor</strong>osa y de todo el cortejo que la<br />
acompaña y le permitirá comprender muchos aspectos en la fisiopatología de la<br />
conducción <strong>del</strong> impulso y su respuesta, así como los mecanismos que modulan la<br />
conducta ante el <strong>dolor</strong>.<br />
1.1. Dolor como problema de salud pública<br />
El <strong>dolor</strong> es la causa más frecuente de consulta médica y el motivo más habitual de<br />
solicitud de medicamentos sin receta. La Asociación Internacional de Estudio <strong>del</strong> Dolor<br />
(IASP por sus siglas en inglés) define el <strong>dolor</strong> como una experiencia sensorial o<br />
emocional desagradable, asociada a daño real o potencial en los tejidos <strong>del</strong><br />
organismo.<br />
Como señal biológica de alerta, el <strong>dolor</strong> nos protege para la adecuada recuperación <strong>del</strong><br />
tejido, ya que tendemos a mover menos la parte <strong>dolor</strong>ida. Por eso no hay que ignorar<br />
el <strong>dolor</strong>.<br />
Diversas encuestas poblacionales muestran que alrededor <strong>del</strong> 30% de la población<br />
refiere haber padecido algún tipo de <strong>dolor</strong> en las últimas 48 horas, más <strong>del</strong> 40% en la<br />
última semana y casi un 80% en los últimos seis meses. Tanto su prevalencia como su<br />
intensidad son mayores en las mujeres y también aumentan con la edad.<br />
El más frecuente es el <strong>dolor</strong> osteoarticular (principalmente la lumbalgia o <strong>dolor</strong> de<br />
espalda baja y rodilla), seguido de las cefaleas y, a mayor distancia, el <strong>dolor</strong> torácico y<br />
el abdominal. Con frecuencia es crónico y afecta en gran medida a la calidad de vida y<br />
a la capacidad para desarrollar las tareas diarias. Además de los costes directos que<br />
implica su tratamiento, conlleva costes indirectos muy elevados en pérdidas de horas<br />
de trabajo y disminución <strong>del</strong> rendimiento.<br />
Cuando el <strong>dolor</strong> se hace crónico se transforma en un problema de salud, como es el<br />
caso de las migrañas, la fibromialgia, el <strong>dolor</strong> asociado a enfermedades de larga<br />
duración como el que sufren algunos pacientes oncológicos, el <strong>dolor</strong> <strong>del</strong> miembro<br />
fantasma tras una amputación, el que produce la artritis o la endometriosis, la fascitis<br />
plantar, etc. Todos ellos deterioran en más o en menos la rutina diaria y la calidad de<br />
vida de las personas.<br />
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Para aquellas personas que no logran reducir las molestias y que han perdido calidad de<br />
vida se han creado las llamadas clínicas o unidades <strong>del</strong> <strong>dolor</strong>, integradas por<br />
profesionales de la salud especializados en el cuidado de los pacientes con <strong>dolor</strong>,<br />
también llamados algólogos.<br />
Para la Organización Mundial de la Salud “el <strong>dolor</strong> crónico es una enfermedad y su<br />
tratamiento, un derecho humano” y los datos publicados por la IASP y la Federación<br />
Europea de Dolor (EFIC por sus siglas en inglés) indican que:<br />
• Una de cada cinco personas sufre de <strong>dolor</strong> crónico moderado a severo.<br />
• Una de cada tres es incapaz o menos capaz de mantener un estilo de vida<br />
independiente debido a su <strong>dolor</strong>.<br />
• Entre la mitad y dos tercios de las personas con <strong>dolor</strong> crónico son menos capaces o<br />
incapaces de ejercitarse, disfrutar de un sueño normal, realizar las tareas hogareñas,<br />
atender las actividades sociales, conducir, caminar o tener relaciones sexuales.<br />
• El impacto <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> en la vida diaria puede significar la restricción o ruptura de las<br />
relaciones familiares o amistades en una de cada cuatro personas afectadas.<br />
Con el reconocimiento de las limitaciones <strong>del</strong> abordaje biológico <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> se ha<br />
renovado el interés en el mo<strong>del</strong>o biopsicosocial, el cual no solo reconoce los factores<br />
biológicos (como infección, inflamación y daño tisular) sino que también destaca el<br />
papel protagónico que juegan las variables psicológicas y sociales en el sufrimiento<br />
<strong>del</strong> <strong>dolor</strong>, entre las cuales se encuentran las emociones (como ansiedad, rabia y<br />
depresión), cognitivas (creencias y valoraciones, autolimitación y <strong>dolor</strong> catastrófico) y<br />
su contexto social (como relación marital o de pareja, ambiente familiar y/o laboral).<br />
1.2. Clasificación <strong>del</strong> <strong>dolor</strong><br />
En el diagnóstico y manejo <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> existen tres preceptos básicos, conocer su: origen,<br />
duración e intensidad para categorizarlo debidamente y hacer el abordaje terapéutico<br />
adecuado.<br />
De manera práctica, en la figura 1.1, se muestran las diferentes clases de <strong>dolor</strong> que<br />
serán descritos oportunamente en los distintos módulos de este manual.<br />
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Figura 1.1. Diferentes clases de <strong>dolor</strong><br />
Mención aparte merece el <strong>dolor</strong> psicógeno en el cual no ocurre una estimulación<br />
nociceptiva ni alteración neuronal, sino que tiene una causa psíquica (depresión,<br />
hipocondría) o bien se trata de la intensificación desproporcionada de un <strong>dolor</strong> orgánico<br />
que se debe a factores psicológicos. Es frecuente en los departamentos de emergencia<br />
en pacientes con inestabilidad emocional.<br />
La complejidad <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> crónico. El <strong>dolor</strong> crónico es un problema bastante común que<br />
representa un desafío para los profesionales y administradores de salud debido a su<br />
compleja historia natural, etiología difícil de precisar y mala respuesta al tratamiento.<br />
Hay definiciones que establecen como tres meses la duración <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> para<br />
considerarlo como crónico, aunque algunos autores sugieren que cualquier <strong>dolor</strong> que<br />
persista más allá de la duración razonablemente esperada para la curación <strong>del</strong> tejido<br />
lesionado debe considerarse como crónico.<br />
Este tipo de <strong>dolor</strong> puede provenir de numerosas causas, siendo las condiciones<br />
musculoesqueléticas las más comunes. La osteoartritis (OA) está reportada como una<br />
de las primeras causas de <strong>dolor</strong> crónico y el <strong>dolor</strong> de espalda baja como el sitio más<br />
común de <strong>dolor</strong> crónico.<br />
En la Unión Europea (UE) y en los países de la Zona Europea de Libre Comercio (EFTA<br />
por sus siglas en inglés), el <strong>dolor</strong> de espalda baja es la principal causa de años vividos<br />
con una discapacidad, mientras que el <strong>dolor</strong> de nuca y otras condiciones<br />
musculoesqueléticas son altamente prevalentes y ocupan las diez primeras causas de<br />
años vividos con discapacidad. Estas cifras excluyen a la OA, la cual por si misma está<br />
entre las 20 primeras causas de discapacidad en cada país de la UE y de la EFTA.<br />
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Los costes asociados con el manejo <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> musculoesquelético crónico son difíciles<br />
de calcular, pero ciertas condiciones como la OA y el <strong>dolor</strong> de espalda baja están<br />
consideradas como las más costosas de tratar.<br />
Otro aspecto fundamental a tener en cuenta es el profundo impacto que el <strong>dolor</strong><br />
crónico causa en la vida de quien lo sufre, afectando su capacidad de trabajo, las<br />
interrelaciones y funciones de la vida diaria y se estima que cerca de una cuarta parte<br />
de ellos pueden perder su empleo como consecuencia <strong>del</strong> <strong>dolor</strong>. Además de esta<br />
restricción en la actividad física concurre una mayor propensión a sufrir de una serie de<br />
comorbilidades como depresión, obesidad, enfermedad cardiovascular, cáncer y<br />
muerte prematura o suicidio.<br />
Existe un consenso general que el <strong>dolor</strong> crónico es altamente prevalente y se estima<br />
que es aún peor en las poblaciones de mayor edad, donde el mal control <strong>del</strong> <strong>dolor</strong><br />
crónico se ha identificado como un serio problema, un factor limitante en la calidad<br />
de vida y potencial desencadenante de una espiral de dependencia y depresión.<br />
Intensidad <strong>del</strong> <strong>dolor</strong>. Para cuantificar esta variable existen diferentes escalas de<br />
valoración con la finalidad de poseer un marcador objetivo y no una mera opinión<br />
subjetiva que lo considera leve si no interfiere en la capacidad para realizar las<br />
actividades diarias; moderado, cuando dificulta estas actividades, o severo cuando<br />
interfiere incluso en el descanso.<br />
En consecuencia, disponemos de numerosas escalas y cuestionarios utilizados para que<br />
el paciente cuantifique la intensidad <strong>del</strong> <strong>dolor</strong>. Entre estas escalas tenemos:<br />
La escala de los rostros es útil en pacientes con problemas de comunicación como niños,<br />
pacientes ancianos o confusos y en pacientes que no hablan el idioma local. Representa<br />
seis dibujos de rasgos faciales, cada uno con su valor numérico variando desde cara feliz,<br />
sonriente a triste y cara llorosa.<br />
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Escala para valorar la capacidad funcional. La más utilizada es la WOMAC (Western<br />
Ontario and McMaster Universities Arthritis Index) que es un herramienta desarrollada<br />
para la evaluación de pacientes con artrosis de cadera o rodilla. Es un cuestionario que<br />
valora 3 dimensiones que miden: el <strong>dolor</strong> (5 preguntas), la rigidez (2 preguntas) y la<br />
capacidad funcional (17 preguntas). Se rellena por el propio encuestado en unos 10<br />
min.<br />
Otra escala es la OMERACT-OARSI (Outcomes Measures Society International),<br />
desarrollada con el objetivo de proveer una medición única de la actividad de la<br />
enfermedad osteoarticular tomando en cuenta los diferentes síntomas (incluyendo<br />
<strong>dolor</strong>, función) y la evaluación global de los pacientes sobre la actividad de la<br />
enfermedad.<br />
1.3. Neurofisiología <strong>del</strong> <strong>dolor</strong><br />
La neurona es la unidad funcional y anatómica <strong>del</strong> sistema nervioso y a través de ella<br />
se cumplen las numerosas funciones de este complejo sistema. Aunque existen<br />
numerosas clases de neuronas, según su tipo y función, vamos a centrarnos en las<br />
partes esenciales de la misma (Figura 1.2) en lo que se refiere a la neurofisiología <strong>del</strong><br />
<strong>dolor</strong>:<br />
a. Cuerpo: Es la parte central de neurona. Su forma es variable y ahí se produce la<br />
energía para su funcionamiento. Tiene un núcleo central con uno o dos nucléolos<br />
prominentes y un citoplasma rico en organelos, entre los que se cuentan: mitocondrias,<br />
retículo endoplásmico, ribosomas, aparato de Golgi, los corpúsculos de Nissl.<br />
b. Axón: Es una prolongación <strong>del</strong> cuerpo que se extiende en dirección opuesta a<br />
las dendritas que pueden estar cubiertos o no por una vaina de mielina que facilita la<br />
transmisión <strong>del</strong> impulso. Al igual que las dendritas terminan en ramificaciones.<br />
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Figura 1.2. Estructura de la neurona<br />
El axón tiene una doble misión: por una parte, une a las neuronas entre sí (sinapsis) y,<br />
por otra, al reunirse con cientos o miles de otros axones, da origen a los nervios que<br />
conectan al sistema nervioso con el resto <strong>del</strong> cuerpo. Los axones son estructuras<br />
especializadas en la conducción de impulsos eléctricos o potenciales de acción y estos<br />
viajan rápidamente a velocidades de hasta 100 metros por segundo. Por ejemplo, en<br />
los seres humanos los axones pueden llegar a medir hasta un metro de largo, en cambio<br />
se tarda unos pocos milisegundos en transmitir el potencial de acción por toda su<br />
longitud.<br />
c. Dendritas. Son prolongaciones que salen de distintas partes <strong>del</strong> soma y tienen<br />
la función de recibir impulsos de otras neuronas y enviarlos hasta el cuerpo. Cada<br />
neurona tiene muchas dendritas que se dividen formando un sistema de ramificaciones<br />
similar a un árbol. Por su parte, las dendritas están configuradas para convertir señales<br />
químicas que reciben desde el axón terminal de otras neuronas en pequeños impulsos<br />
eléctricos. Esta especie de unión que se establece entre las neuronas se denomina<br />
sinapsis. Gracias a que las neuronas tienen dendritas extremadamente largas y con<br />
diferentes ramas complejas pueden formar sinapsis y recibir señales de un gran número<br />
de neuronas, tal vez hasta mil.<br />
d. Sinapsis. Puede definirse como un sitio especializado en el que las neuronas se<br />
comunican entre ellas y con otras células, transmitiendo la información en una sola<br />
dirección, un axón terminal de una célula presináptica envía señales que son captadas<br />
por la célula postsináptica. Durante la sinapsis, el axón y las dendritas no se tocan<br />
debido a un pequeño espacio llamado hendidura sináptica. La mayoría de las sinapsis<br />
son químicas, las cuales se comunican con mensajeros químicos. Otras sinapsis son<br />
eléctricas, en ellas los iones fluyen directamente entre células. En una sinapsis química,<br />
un potencial de acción provoca que la neurona presináptica libere neurotransmisores,<br />
el cual viaja una distancia relativamente corta hacia las dendritas de la otra neurona<br />
(neurona postsináptica).<br />
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Dependiendo <strong>del</strong> tipo de neurotransmisor que es liberado, las neuronas postsinápticas<br />
son estimuladas o inhibidas (Figura 1.3).<br />
Figura 1.3. Esquema de la sinapsis y funcionamiento<br />
en la conducción <strong>del</strong> estímulo nocivo.<br />
Existen dos tipos de receptores <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> o nociceptores: los que responden a estímulos<br />
térmicos y mecánicos y transmiten con rapidez la señal a través de fibras mielinizadas<br />
(Aδ) y los que están conectados a las fibras amielínicas (C), de conducción más lenta,<br />
que responden a la presión, temperatura y otro tipo de estímulos.<br />
El primer paso en el procesamiento <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> es la conversión de un estímulo en la<br />
periferia en los nociceptores a un potencial de acción en las fibras sensoriales. Si el<br />
estímulo es de suficiente intensidad para alcanzar el umbral <strong>del</strong> potencial de acción, se<br />
genera un impulso nervioso, el cual se propagará por la fibra primaria aferente al SNC.<br />
Si la intensidad <strong>del</strong> estímulo aumenta, se reclutan fibras nerviosas adicionales y áreas<br />
<strong>del</strong> SNC. Las fibras primarias aferentes típicamente transmiten información de más de<br />
un nociceptor. Una aferente primaria junto a sus receptores asociados conforman una<br />
unidad sensorial, y el área en la cual coleccionan la información se conoce como campo<br />
o zona receptiva.<br />
La neurona aferente de primer orden posee una terminación central y otro periférica<br />
y su cuerpo celular está localizado en la raíz o ganglio posterior, mientras que el axón<br />
periférico viaja hacia la piel, músculo, tendón o articulación donde se ramifica en sus<br />
fibras terminales y cada una de estas termina o forma el llamado receptor<br />
somatosensorial (Tabla 1.1). La terminación central de esta primera neurona penetra<br />
en la médula espinal a través de las raíces dorsales y terminan en las astas posteriores<br />
de la sustancia gris. Ahí contactan con<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
neuronas medulares o segunda neurona que llevan la señal a las regiones cerebrales<br />
encargadas de la percepción <strong>del</strong> <strong>dolor</strong>.<br />
Las neuronas medulares transportan la señal al tálamo contralateral, desde donde es<br />
conducida por una tercera neurona a la corteza que es la parte <strong>del</strong> cerebro donde se<br />
genera y se hace consciente la sensación de <strong>dolor</strong>, mientras que el sistema límbico<br />
genera reacciones emocionales como la tristeza, lágrimas y enojo (Tabla 1.1) (Figura<br />
1.4 y 1.5). Además de estos, existen otros circuitos neuronales que intervienen en la<br />
modulación <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> y que están implicados en sus factores afectivos y emocionales.<br />
Las estructuras de estos circuitos moduladores poseen receptores sensibles a los<br />
opioides endógenos (encefalinas, endorfinas) y exógenos.<br />
Tabla 1.1. Neuronas y conexiones de la vía somatosensorial.<br />
Figura 1.4. Circuitos espinales ascendentes y descendentes<br />
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Figura 1.5. Vía <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> nociceptivo<br />
Lo anteriormente expuesto se puede resumir en la descripción clásica <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> que<br />
incluye cuatro procesos (Figura 1.6):<br />
• Transducción: Proceso por el cual el estímulo nocivo periférico se transforma en<br />
una señal eléctrica.<br />
• Transmisión: Propagación de las señales neurales desde el sitio de transducción<br />
(periferia) a la medula espinal y al cerebro.<br />
• Modulación: Capacidad que tienen los sistemas analgésicos endógenos de<br />
modificar la transmisión <strong>del</strong> impulso nervioso, fundamentalmente inhibiendo las<br />
astas posteriores de la médula.<br />
• Percepción: Etapa final en la cual los tres primeros procesos interactúan con una<br />
serie de otros fenómenos individuales para crear la experiencia subjetiva y<br />
emocional denominada <strong>dolor</strong>.<br />
Por supuesto, los numerosos tipos de receptores y la sensación de <strong>dolor</strong>, denominada<br />
nocicepción, está principalmente mediada a través de diversos mensajeros moleculares<br />
intracelulares y extracelulares. Los nociceptores transmiten la información vía<br />
glutamato, un neurotransmisor excitatorio.<br />
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Figura 1.6. Vías y fases en la transmisión <strong>del</strong> <strong>dolor</strong>.<br />
Cuando el <strong>dolor</strong> agudo se origina en la periferia la información nociceptiva es<br />
transmitida hacia la médula espinal por, al menos, dos tipos de neuronas aferentes<br />
primarias. Luego varias vías transmiten la señal a los centros superiores en el SNC. El<br />
<strong>dolor</strong> crónico puede involucrar el fenómeno de sensibilización central o periférica o el<br />
reclutamiento de nuevas aferentes que activan los centros superiores que procesan el<br />
<strong>dolor</strong>. Adicionalmente, muchos neuroquímicos están involucrados en la transducción<br />
(detección), modulación o percepción <strong>del</strong> <strong>dolor</strong>. Por tanto, no todo <strong>dolor</strong> es el mismo y<br />
comprender el mecanismo de acción y generación <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> aporta un abordaje más<br />
comprensivo al momento de elegir el analgésico apropiado. Debido a la naturaleza<br />
multifactorial de la neurofisiología <strong>del</strong> <strong>dolor</strong>, es poco probable que un analgésico de<br />
mecanismo de acción único pueda ser adecuado para todos los pacientes.<br />
Los mediadores inflamatorios también son secretados en el sitio de la agresión para<br />
estimular la activación de nociceptores adicionales a través de la secreción de<br />
compuestos químicos tales como neurotransmisores (como la serotonina), lípidos<br />
(como las prostaglandinas), péptidos (como la bradicinina) y neurotrofinas (como el<br />
factor de crecimiento <strong>del</strong> nervio).<br />
La presencia de estas moléculas estimula los nociceptores o reduce su umbral de<br />
excitación, resultando en la transmisión de señales aferentes al asta dorsal de la médula<br />
espinal. Ello también inicia la inflamación neurogénica, proceso por el cual los<br />
nociceptores activos liberan neurotransmisores (por ejemplo, sustancia P desde el<br />
terminal periférico) que a su vez<br />
producirán vasodilatación lo que conduce a fuga de proteínas y líquidos al<br />
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espacio extracelular vecino al extremo terminal <strong>del</strong> nociceptor. Este proceso<br />
inflamatorio estimula a las células inmunes, las cuales contribuyen adicionalmente a la<br />
reacción inflamatoria en el sitio <strong>del</strong> estímulo nocivo.<br />
Las lesiones y los trastornos funcionales de los nervios periféricos producen <strong>dolor</strong>es<br />
intensos o neuropáticos (como la neuropatía diabética o el <strong>dolor</strong> postherpético). Esa<br />
clase de <strong>dolor</strong> aparece también cuando se afectan estructuras centrales como el tálamo<br />
y el haz espinotalámico y son bastante difíciles de tratar. Estos fenómenos se deben a<br />
que las neuronas lesionadas se vuelven muy sensibles a los estímulos e incluso se<br />
activan espontáneamente, generando impulsos <strong>dolor</strong>osos.<br />
Finalmente, en la figura 1.7 se resume las características de los distintos tipos de <strong>dolor</strong>.<br />
Figura 1.7. La complejidad <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> y sus características.<br />
En relación con el <strong>dolor</strong>, las siguientes estructuras <strong>del</strong> SNC son especialmente<br />
importantes (Figura 1.8):<br />
• La corteza cerebral es la parte <strong>del</strong> cerebro en la que se produce la percepción <strong>del</strong><br />
estímulo <strong>dolor</strong>oso.<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
Figura 1.8. Estructuras <strong>del</strong> sistema nervioso central.<br />
Diversas estructuras <strong>del</strong> SNC integran los sistemas moduladores de la nocicepción, bien<br />
como medios o estaciones de transmisión o en los sistemas de descenso (respuesta).<br />
No hay que olvidar que los estímulos nocivos engendran una respuesta motora como<br />
defensa.<br />
• La sustancia gris periacueductal (SGPA; también llamada “sustancia gris central”)<br />
que se encuentra alrededor <strong>del</strong> acueducto mesencefálico. Interviene en la<br />
modulación descendente <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> y en la conducta de defensa.<br />
• El tálamo constituye la parte principal <strong>del</strong> diencéfalo. Actúa como estación de<br />
transmisión y envío de señales a distintas áreas <strong>del</strong> cerebro, incluida la corteza<br />
cerebral.<br />
• El sistema límbico es un centro de regulación <strong>del</strong> umbral <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> y de las<br />
reacciones emocionales.<br />
Sistema endógeno de analgesia. También llamado el sistema opiáceo endógeno es el<br />
más potente inhibidor de la transmisión medular de estímulos <strong>dolor</strong>osos. Está<br />
constituido por un circuito neuronal complejo que se extiende desde el hipotálamo y la<br />
sustancia gris periacueductal, pasando por el sistema límbico, la formación reticular <strong>del</strong><br />
bulbo raquídeo, llegando al asta posterior en donde actúa con mayor intensidad. Los<br />
neurotransmisores mediadores de esta respuesta analgésica son la serotonina y la<br />
norepinefrina, que activan la producción y sensibilización de los receptores para<br />
opiáceos endógenos (Figura 1.9), lo cual se logra a través de:<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
Figura 1.9. Sistema endógeno de analgesia.<br />
a. Inhibición descendente. Mediante el envío de respuestas de vuelta hacia la<br />
periferia, el SNC puede inducir la liberación de neurotransmisores que reducen la<br />
transmisión de las señales <strong>dolor</strong>osas (autorregulación negativa).<br />
b. Los centros neuronales de la corteza y las áreas subcorticales <strong>del</strong> cerebro<br />
responden a las señales <strong>dolor</strong>osas entrantes (ascendentes) y pueden modular las<br />
señales <strong>dolor</strong>osas mediante la activación de las vías eferentes descendentes<br />
inhibitorias.<br />
c. Los impulsos inhibidores descienden hasta el asta dorsal <strong>del</strong> segmento medular,<br />
donde los estímulos <strong>dolor</strong>osos son transmitidos a la neurona de segundo orden. Las<br />
interneuronas inhibidoras activadas liberan neurotransmisores inhibidores, como<br />
endorfinas, noradrenalina y serotonina.<br />
d. Sistema opioide endógeno que comprende cuatro tipos de receptores (mu [μ],<br />
<strong>del</strong>ta [δ], kappa [κ], y nociceptina) con un patrón de expresión distinta a lo largo <strong>del</strong><br />
sistema nervioso y cuatro ligandos o sustancias agonistas conocidas como β-endorfina,<br />
encefalinas, dinorfinas, y nociceptina/orfanina. Basta conocer que uno de los<br />
principales mecanismos de acción de estas sustancias es el rápido bloqueo de los<br />
canales iónicos de calcio con lo cual ocurre una inhibición presináptica de la liberación<br />
de neurotransmisores, el aumento en la salida de potasio de la neurona con lo cual se<br />
logra que incremente su período refractario y la amplia distribución topográfica en todo<br />
el sistema nervioso. Estos conceptos fundamentales serán revisados nuevamente con<br />
el estudio <strong>del</strong> mecanismo de acción de los medicamentos opiáceos como oxicodona y<br />
tramadol.<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
1.4. Dolor nociceptivo y <strong>dolor</strong> neuropático<br />
En principio, el <strong>dolor</strong> es un mecanismo de defensa, cuya función es detectar y localizar<br />
los procesos que dañan las estructuras corporales, pero es también un fenómeno<br />
subjetivo que puede estar o no vinculado a una lesión o patología orgánica. Además,<br />
cuando esta vinculación existe, la intensidad <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> no está necesariamente<br />
relacionada con la gravedad de la alteración que lo produce.<br />
Dolor nociceptivo. Es el que aparece como consecuencia de la aplicación de estímulos<br />
que producen daño o lesión en órganos somáticos o viscerales causado por la<br />
activación de los receptores <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> (nociceptores) en respuesta a un estímulo<br />
(lesión, inflamación, infección, enfermedad). Como ocurre con el <strong>dolor</strong> agudo, suele<br />
haber una relación directa entre su intensidad y la gravedad de la agresión.<br />
Dentro <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> nociceptivo hay que considerar el <strong>dolor</strong> visceral donde la identificación<br />
de receptores y de estímulos nociceptivos ha sido más difícil. La distensión anormal o<br />
la contractura intensa de la musculatura de una víscera hueca (por ejemplo sistema<br />
gastrointestinal, vejiga, útero) es <strong>dolor</strong>osa, al igual que una distensión de la cápsula <strong>del</strong><br />
hígado o <strong>del</strong> bazo.<br />
Dolor neuropático. Aunque existen varias definiciones, la más reciente y ampliamente<br />
aceptada es el <strong>dolor</strong> causado por una lesión o enfermedad <strong>del</strong> sistema<br />
somatosensorial que pueden conducir a alteración y distorsión en la transmisión de<br />
las señales sensoriales a la médula espinal y al cerebro. Son numerosas y diversas las<br />
condiciones asociadas al <strong>dolor</strong> neuropático e incluyen la neuralgia postherpética,<br />
neuralgia <strong>del</strong> trigémino, radiculopatía <strong>dolor</strong>osa, neuropatía diabética, lepra,<br />
amputación, lesión de nervios periféricos, <strong>dolor</strong> post ictus y muchas otras. Es<br />
importante aclarar que no todos los pacientes con neuropatía periférica o lesión <strong>del</strong><br />
SNC desarrollan <strong>dolor</strong> neuropático.<br />
Otro aspecto distintivo son los signos y síntomas típicos, donde destacan:<br />
• Alodinia: Dolor debido a un estímulo que normalmente no lo provoca<br />
• Hiperalgesia: Incremento en la percepción <strong>del</strong> <strong>dolor</strong><br />
• Parestesia: Percepción de sensaciones anormales como pinchazos, prurito,<br />
disminución y hasta pérdida de la sensibilidad.<br />
Generalmente estos síntomas se hacen persistentes, crónicos con poca o nula respuesta<br />
a la medicación y por ello este tipo de <strong>dolor</strong> está asociado a un elevado gasto en los<br />
sistemas de salud debido al número de prescripciones y las frecuentes visitas al médico<br />
o servicios de emergencias.<br />
La complejidad <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> neuropático se resume en los siguientes aspectos:<br />
• Su prevalencia se estima en 7 a 10%, una cifra difícil de calcular vista la amplitud<br />
<strong>del</strong> panorama de este tipo de <strong>dolor</strong>.<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
• Son frecuentes los trastornos emocionales y/o <strong>del</strong> sueño, a lo cual se añade el<br />
deterioro en la calidad de vida con el paso <strong>del</strong> tiempo.<br />
• Es más frecuente en las mujeres y en pacientes mayores de 50 años.<br />
• Comúnmente afecta la espalda baja (lumbalgia), extremidades inferiores, cuello<br />
y extremidades superiores.<br />
• Se estima que las radiculopatías lumbares y cervicales, probablemente, sean las<br />
causas más frecuentes de <strong>dolor</strong> crónico neuropático.<br />
• No es infrecuente que en algunos pacientes coexista el <strong>dolor</strong> neuropático con<br />
componentes de <strong>dolor</strong> nociceptivo y viceversa<br />
(Figura 1.10).<br />
Figura 1.10. Dolor nociceptivo, <strong>dolor</strong> neuropático y mixto.<br />
En la tabla 1.2 se resumen las características distintivas entre <strong>dolor</strong> neuropático y <strong>dolor</strong><br />
nociceptivo.<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
Tabla 1.2. Características distintivas entre <strong>dolor</strong> neuropático y nociceptivo<br />
Existen numerosas condiciones clínicas, las más frecuentes resumidas a continuación,<br />
donde el <strong>dolor</strong> neuropático representa un actor de primera línea, muchas veces con<br />
características topográficas según se trate de una lesión periférica o central (Figura<br />
1.11):<br />
a. Síndrome <strong>dolor</strong>oso regional complejo (SDRC). Estos síndromes son<br />
particularmente difíciles de tratar, aunque se cuenta con muchas estrategias de manejo.<br />
Además, el compromiso suele extenderse a otros sistemas fuera <strong>del</strong> sistema nervioso.<br />
Los dos síndromes tipificados son: la distrofia simpática refleja o SDRC tipo I, en el que<br />
el antecedente traumático es sutil o indirecto (cirugía, trauma de tejidos blandos,<br />
infarto cerebral), y la causalgia o SDRC tipo II, en el que siempre debe haber<br />
antecedente de lesión incompleta de un nervio o plexo nervioso, con alteraciones<br />
restringidas al territorio de dicho nervio. En ambos se pueden presentar síntomas<br />
sensitivos como alodinia, <strong>dolor</strong> espontáneo e hiperalgesia; el <strong>dolor</strong> suele mejorar<br />
cuando se eleva la extremidad, y puede presentarse además en forma de paroxismo o<br />
“ataques”. En la mayoría de los pacientes el <strong>dolor</strong> se exacerba también por la presión<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
Figura 1.11. Dolor neuropático de origen periférico o central<br />
y ejemplo de las afecciones donde se pueden presentar.<br />
sobre las articulaciones o los movimientos de estas. Otros cambios son los autonómicos<br />
como frialdad, hipertermia, diferencia en la temperatura de un hemicuerpo,<br />
sudoración, anhidrosis, edema o cambios de coloración (piel moteada, rojiza, azulosa o<br />
pálida); cambios tróficos tardíos como piel lisa y <strong>del</strong>gada, o hiperqueratósica, pérdida<br />
<strong>del</strong> vello corporal, atrofia muscular y osteoporosis; anormalidades motoras como<br />
paresia o temblor, inclusive calambres o espasmos.<br />
b. Fibromialgia. El <strong>dolor</strong> se caracteriza por ser difuso y persistente con rigidez,<br />
fatiga, trastorno <strong>del</strong> sueño y alteraciones cognitivas.<br />
Frecuentemente se acompaña de otros síntomas inexplicables, ansiedad y/o depresión<br />
y deterioro funcional en las actividades de la vida diaria. Típicamente aparece en<br />
mujeres jóvenes o en edad media, pero puede afectar ambos sexos y a cualquier edad.<br />
En la actualidad, la fibromialgia es considerada como un trastorno neurosensorial<br />
caracterizado, en parte, por anormalidades en el <strong>dolor</strong> procesado en el SNC. Esta<br />
afección puede coexistir con otras condiciones caracterizadas por inflamación<br />
sistémica, entre otras, artritis reumatoide, lupus eritematoso sistémico, hepatitis C.<br />
c. Dolor <strong>del</strong> miembro fantasma. En la mayoría de los pacientes amputados se<br />
presenta sensación de miembro fantasma, esto quiere decir que el paciente percibe<br />
que aún cuenta con la extremidad amputada, y algunos hasta tienen la clara impresión<br />
de que la pueden movilizar o tocar. La sensación de miembro fantasma puede<br />
desaparecer<br />
progresivamente<br />
probablemente por la disminución <strong>del</strong> área cortical (homúnculo)<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
correspondiente a la extremidad amputada. Es probable que la mayoría de pacientes<br />
presente algún grado de <strong>dolor</strong> en el miembro fantasma (80 a 90%) pero éste sólo es<br />
significativo en 10 a 30% de los pacientes.<br />
d. Neuralgia postherpética. La neuritis herpética causada por el virus de la varicela<br />
zoster puede generar la neuralgia postherpética. Produce necrosis hemorrágica que<br />
puede dañar el ganglio sensitivo e inclusive extenderse a las porciones distales <strong>del</strong> SNC.<br />
Todo este compromiso tisular puede generar circuitos periféricos aberrantes con<br />
descargas ectópicas, o, lo que es peor, al destruir el nervio periférico produce<br />
alteraciones en los circuitos <strong>del</strong> asta posterior. En la clínica existen dos grandes ejemplos<br />
de este tipo: la neuralgia que ocurre posterior al herpes intercostal (culebrilla), cirugía<br />
de cáncer de mama y la que sucede en el nervio trigémino, cuyo amplio territorio de<br />
inervación en la cara hace intolerable las manifestaciones <strong>dolor</strong>osas.<br />
e. Neuropatías periféricas. En este grupo se incluyen las neuropatías infecciosas<br />
(por virus de Epstein-Barr, la hepatitis C, difteria, lepra), la tóxica por alcoholismo,<br />
traumáticas, por medicamentos (antineoplásicos) y muchas otras, aunque la<br />
emblemática de este grupo es la neuropatía diabética periférica (NDP), definida como<br />
la presencia de síntomas y/o signos de disfunción de nervios periféricos en personas<br />
con diabetes después de excluir otras causas. La NDP es seguramente una de las<br />
complicaciones más invalidante que afecta la calidad de vida y compromete la<br />
integridad física e incluso la vida. Es responsable de muchas amputaciones por ser el<br />
origen de las lesiones producidas por la pérdida de la sensibilidad protectora. La NDP<br />
puede estar presente en, aproximadamente, 50% de los pacientes diabéticos, más<br />
frecuente en la diabetes tipo 2 (32,1% vs 11,6% en la diabetes tipo 1), en pacientes con<br />
mal control metabólico y con mayor duración de la diabetes. En cuanto al área <strong>del</strong><br />
cuerpo más afectada son las extremidades inferiores, especialmente los pies y las<br />
descripciones más comunes corresponden a parestesias, alodinia, hiperpatía con<br />
exacerbación nocturna, especialmente en la región plantar.<br />
f. Dolor de espalda baja. Es uno de los problemas más comunes y se estima que<br />
cerca <strong>del</strong> 80% de la población padecerá lumbalgia en algún momento de su vida, sobre<br />
todo las mujeres. Aunque, la mayoría de las causas de lumbalgia tienen solución con<br />
un cambio de hábitos, terapia física y analgésicos por ser de naturaleza nociceptiva;<br />
en un porcentaje superior al 30% el <strong>dolor</strong> es de origen neuropático que puede traducir<br />
daño de las raíces nerviosas (radiculopatía), médula espinal o cauda equina<br />
(compresión de las últimas raíces nerviosas espinales), estenosis <strong>del</strong> canal lumbar,<br />
enfermedad <strong>del</strong> disco vertebral (muy común después de los 60 años). En cuanto a la<br />
ciática hay varios mecanismos fisiopatológicos involucrados pudiéndose distinguir<br />
componentes nociceptivos y neuropáticos.<br />
g. Dolor de origen central (DOC). Consiste en que posterior a una lesión aguda, el<br />
sistema nervioso responde inapropiadamente al daño a través de múltiples<br />
mecanismos estructurales y de modulación. Son diversas las enfermedades en las que<br />
puede presentarse el DOC, entre las<br />
cuales se cuentan: Lesiones<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
vasculares isquémicas o hemorrágicas en el cerebro o médula, esclerosis múltiple,<br />
enfermedad de Parkinson, lesión medular, trauma cráneo-espinal, malformaciones<br />
vasculares, post neurocirugía, tumores <strong>del</strong> SNC, por infecciones bacterianas en cerebro<br />
o médula, enfermedades autoinmunes (lupus, etc.), epilepsia.<br />
El DOC puede presentarse en un área corporal que se correlaciona con los trastornos<br />
sensitivos de la lesión inicial. La distribución debe corresponder con una región<br />
neuroanatómica identificable. Puede ser hemicuerpo, en cara-brazo o pierna en<br />
lesiones de un hemisferio, o segmentario o bilateral comprometiendo ambos miembros<br />
inferiores en lesiones medulares. La presencia en el área afectada de síntomas<br />
negativos (hipoestesias) o positivos (hiperestesias, hiperalgesia y alodinia) apuntan a la<br />
existencia de DOC.<br />
1.5. La creciente percepción <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> oncológico<br />
Ya que la prevalencia y la tasa de supervivencia <strong>del</strong> cáncer continúan elevándose, un<br />
mayor número de persona tiene que luchar con los efectos debilitantes de esta<br />
enfermedad y su tratamiento. El <strong>dolor</strong> es uno de los problemas más prevalentes y<br />
persistentes que acusan los pacientes con cáncer. El reciente meta análisis de Van den<br />
Beuken-van Everdingen informó de porcentajes de prevalencia <strong>del</strong> 55% durante el<br />
tratamiento y <strong>del</strong> 40% luego <strong>del</strong> tratamiento curativo. El <strong>dolor</strong> puede interferir con las<br />
actividades de la vida diaria, calidad de vida y <strong>del</strong> cumplimiento de las obligaciones.<br />
Más aún, el <strong>dolor</strong> durante, y especialmente después, <strong>del</strong> cáncer permanece<br />
subestimado y subtratado.<br />
Hoy día, el tratamiento farmacológico está considerado el abordaje estándar en el<br />
control <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> oncológico, teniendo en cuenta que el manejo de estos pacientes debe<br />
ser por un equipo multidisciplinario con un enfoque biopsicosocial que optimice el<br />
funcionamiento, bienestar e integración <strong>del</strong> paciente oncológico.<br />
El <strong>dolor</strong> relacionado al cáncer es definido como un <strong>dolor</strong> crónico causado por el cáncer<br />
primario por sí mismo, por metástasis o por su tratamiento y debe ser distinguido <strong>del</strong><br />
<strong>dolor</strong> causado por una enfermedad comórbida.<br />
1.6. Estrategias terapéuticas en el manejo <strong>del</strong> <strong>dolor</strong><br />
A pesar de disponerse de un amplio arsenal terapéutico, el tratamiento <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> sigue<br />
siendo un desafío en una amplia gama de condiciones, especialmente en la larga lista<br />
mencionada que se acompaña de <strong>dolor</strong> neuropático.<br />
Desde un punto de vista didáctico nos enfocaremos en las clases terapéuticas<br />
destacando las disponibles en el portafolio de productos, pero antes es necesario<br />
aclarar que existen innumerables estrategias no farmacológicas (calor, frío,<br />
radiofrecuencia, ejercicio, etc)<br />
que son acompañantes imprescindibles <strong>del</strong> tratamiento farmacológico. Como<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
novedad, más recientemente se están implementando las técnicas de la realidad virtual<br />
en ciertos grupos de pacientes (especialmente los que van a ser intervenidos<br />
quirúrgicamente) como una herramienta adicional y de bajo costo para el alivio <strong>del</strong><br />
<strong>dolor</strong> o reducción <strong>del</strong> uso de analgésicos al interferir en la vías transmisoras al promover<br />
una distracción cognitiva.<br />
En la tabla 1.3 se especifican las diferentes clases terapéuticas y sus indicaciones o<br />
efectividad en los diferentes tipos de <strong>dolor</strong>, pudiendo ser utilizadas como primera o<br />
segunda línea o en combinación.<br />
Tabla 1.3. Características distintivas entre <strong>dolor</strong> neuropático y nociceptivo<br />
Leyenda: DA: Dolor agudo; DC: Dolor crónico; DN: Dolor neuropático; DO: Dolor oncológico. AINEs:<br />
Antiinflamatorios no esteroideos; COX-2: Ciclooxigenasa-2; ISRS: Inhibidores selectivos de la recaptación<br />
de serotonina; ISRSN: Inhibidores selectivos de la recaptación de serotonina y noradrenalina; + = uso<br />
aprobado; 0 = poco o ningún efecto; ¿?: uso controversial, a juicio <strong>del</strong> médico tratante.<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
En cuanto al sitio de acción, muchos analgésicos actúan en diversas etapas de las vías<br />
fisiológicas <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> con mecanismo de acción parcialmente conocido debido a la<br />
complejidad <strong>del</strong> mensaje (<strong>dolor</strong>) y al efecto farmacológico de la droga, como se muestra<br />
en la figura 1.12.<br />
Figura 1.12. Sitios de acción de los analgésicos empleados en la terapia <strong>del</strong> <strong>dolor</strong><br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>
1.7. Mensajes clave<br />
• El <strong>dolor</strong> es el motivo de consulta más frecuente en atención primaria y es un<br />
síntoma complejo, que interfiere en la calidad de vida de los pacientes y requiere una<br />
evaluación multidimensional.<br />
• Algunas asociaciones de síntomas podrían tener significación clínica. La triada<br />
<strong>dolor</strong>-insomnio-astenia es una de las mejor definidas.<br />
• El sistema de <strong>dolor</strong> implica un conjunto de vías ascendentes que llevan<br />
información nociceptiva procedente de los nociceptores periféricos a través de las vías<br />
neuronales de la médula espinal hasta niveles superiores <strong>del</strong> SNC.<br />
• En el procesamiento de la señal y de la percepción <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> están implicadas<br />
diferentes estructuras <strong>del</strong> cerebro. La percepción <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> no solo depende de la<br />
entrada somática, sino también de factores individuales como el genético, educación y<br />
entorno sociocultural, así como de factores psicológicos.<br />
• El <strong>dolor</strong> neuropático es iniciado o causado por una lesión primaria o disfunción<br />
en el sistema nervioso, de origen periférico o central.<br />
• El <strong>dolor</strong> neuropático periférico con frecuencia puede coexistir con <strong>dolor</strong><br />
nociceptivo.<br />
• Los mecanismos periféricos y central son mediadores <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> neuropático,<br />
independiente de la etiología.<br />
• Existen numerosas condiciones clínicas donde el <strong>dolor</strong> neuropático representa<br />
un actor de primera línea, muchas veces con características topográficas según se trate<br />
de una lesión periférica o central.<br />
• El <strong>dolor</strong> relacionado al cáncer es definido como un <strong>dolor</strong> crónico causado por el<br />
cáncer primario por sí mismo, por metástasis o por su tratamiento y debe ser<br />
distinguido <strong>del</strong> <strong>dolor</strong> causado por una enfermedad comórbida.<br />
• Muchos analgésicos actúan en diversas etapas de las vías fisiológicas <strong>del</strong> <strong>dolor</strong><br />
con mecanismo de acción parcialmente conocido debido a la complejidad <strong>del</strong> mensaje<br />
(<strong>dolor</strong>) y al efecto farmacológico de la droga.<br />
Módulo 1 Consideraciones generales sobre <strong>dolor</strong>