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Cabezón 49

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<strong>Cabezón</strong> <strong>49</strong><br />

1


Editorial<br />

Les presentamos ahora la edición <strong>49</strong> de nuestra<br />

revista. Aunque fue un año que comenzó con<br />

bastante incertidumbre, hemos logrado superar<br />

varios de los escollos, con esfuerzo, esperanza y<br />

mucha alegría. Sin duda, terminamos mejor de como<br />

empezamos, y con la certeza de que la situación<br />

cambiará para bien muy pronto.<br />

Esperamos que los trabajos reunidos en este<br />

número reflejen esa esperanza y ese enorme deseo<br />

de salir adelante. Una vez más, les agradecemos la<br />

paciencia, y esperamos que disfruten lo elaborado<br />

durante el 2021.<br />

pág. 2<br />

8<br />

18<br />

20<br />

32<br />

54<br />

60<br />

94<br />

Ilustración de carátula:<br />

Remigio Baigorria, Cuarto de media


Promoción<br />

XXXV 2021<br />

3


A la promoción XXXV<br />

Es asombroso que haya llegado este momento,<br />

de verlos por última vez como alumnos del colegio<br />

sentados en el patio que, a pesar de la distancia,<br />

por estos dos años de pandemia, siempre fue suyo<br />

y ahora será la plataforma que les permita volar<br />

afuera, al mundo, que les recibe con pocas certezas<br />

y muchas dudas. Es increíble esta despedida,<br />

porque hace poco, nada más, compartíamos carpas<br />

bajo el cielo de Matucana, viajábamos horas<br />

en un bus para llegar a algún destino maravilloso<br />

de nuestro país o remojábamos nuestros pies en<br />

las aguas frías de la Costa Verde, disfrutando del<br />

momento, como ustedes saben hacerlo, con alegría<br />

y confianza.<br />

Es indudable que estos dos años han sido difíciles,<br />

apartados de las aulas en donde convivían con<br />

sus compañeros. La pandemia ha puesto vallas<br />

increíblemente altas para todos, algunas que se<br />

van franqueando con demasiado esfuerzo y otras<br />

que a duras penas hemos podido contemplar con<br />

el vértigo del miedo. No ha sido justo para nadie,<br />

mucho menos para ustedes. Pero, en perspectiva,<br />

confiamos que esta experiencia los ha fortalecido<br />

como personas, templando sus almas como sobrevivientes<br />

de un naufragio. Y ello lo notamos en<br />

cada chiste, en cada comentario reflexivo, en cada<br />

anécdota que dijeron allá en el fondo oscuro de la<br />

pantalla de nuestras computadoras durante sus<br />

clases virtuales. ¡Qué locura! Y por encima de ello,<br />

igual se comprometieron a hacer todo lo que les<br />

propusimos, con ilusión y buena onda, atentos a<br />

que, si bien la pandemia seguía afuera de las clases<br />

por Meet, con atención y responsabilidad se<br />

cuidaron y atendieron a los demás en la búsqueda<br />

de los objetivos de las actividades comunes, en las<br />

ocasiones que pudieron visitar las instalaciones<br />

del colegio, acá en Barranco.<br />

De esta forma, poco a poco, la escuela empezó<br />

a reconstruirse a su alrededor, como una estructura<br />

que del plano virtual se materializó en la organización<br />

de donaciones para El Vallecito, en conversar<br />

en el patio, en el vóley aguerrido, en el trabajo<br />

en espacios abiertos, en los ensayos por las tardes<br />

y las noches y, sobre todo, en la maravillosa temporada<br />

de teatro que nos emocionó a todos. Si en<br />

este año se pudo hacer una semipresencialidad<br />

con éxito, en gran parte, fue por y para ustedes,<br />

porque son los inmejorables embajadores del porqué<br />

nuestro colegio tiene razón de ser.<br />

Si podemos resaltar la herencia que dejan en<br />

nuestra comunidad, querida promoción XXXV,<br />

sería esa: el nunca perder el optimismo ni la alegría,<br />

incluso en los momentos más tenebrosos de<br />

nuestra historia reciente. El ser un grupo maravilloso<br />

que ama y se deja amar, listos para defender<br />

con justicia sus ideas y que busca el bienestar de<br />

todos, solidariamente. De eso, el conjunto de trabajadores<br />

de la escuela, que les acompañó durante<br />

estos años, está orgulloso.<br />

Mientras cerraban la última función de teatro<br />

pensábamos en lo importante que era que su<br />

despedida empezara así, entre aplausos, saludando<br />

todas las actitudes de vida que representaron<br />

este año. Y esa misma actitud, la festejamos a rabiar<br />

cuando jalaron la soga y jugaron vóley en contra<br />

de nosotros, los mismos hombres y mujeres<br />

que les deseamos bien para su futuro y los vimos<br />

crecer acá, en su casa de Barranco.<br />

Así recordaremos al bueno de Nicolás Aguinaga,<br />

el gran duque Orsino, que desplegó las alas<br />

de su talento para encandilarnos con su actuación<br />

en la obra. Con la tranquilidad de disfrutar de<br />

cada momento con sus compañeros, siempre nos<br />

recibió con una sonrisa. Sabemos que su generosidad<br />

y buen humor serán su carta de presentación<br />

en lo que decida hacer en la vida, siempre<br />

atento a ayudar con el corazón en las manos. Mucha<br />

suerte.<br />

4


A Kai lo tendremos siempre en nuestra mente<br />

con su discreto, pero infalible humor, siguiendo<br />

con la mirada atenta todos los detalles de los juegos<br />

de sus compañeros, mientras compone una<br />

canción. Su optimismo y seriedad han sido importantísimos<br />

para la construcción de un ambiente<br />

de buena onda cuando las cosas no pintaban bien<br />

en el grupo, sin poner en duda jamás la importancia<br />

de estar juntos como promoción. Así logrará<br />

conocer el mundo, paso a paso, disfrutando con<br />

sabiduría de los pequeños detalles de la vida. Que<br />

así sea.<br />

Entonces Sebastián volverá a encender el<br />

patio del colegio con sus acrobáticas salvadas en<br />

vóley o con el rasgueo intenso de su guitarra. En<br />

él se depositaron muchas decisiones que lograron<br />

buen puerto en el año, asumiendo su rol como líder<br />

sin las pretensiones de quien detenta el poder<br />

para solo alimentar el ego. Su humildad y solidaridad<br />

son respetados con profunda admiración en<br />

el grupo. Añoraremos que nos reciba cada mañana<br />

con las efemérides apropiadas a la fecha y sus<br />

obsequiosos comentarios sobre cualquier tema,<br />

cuando el silencio se volvía una barrera imposible<br />

de franquear. Buen viento para él.<br />

Cantarle mil veces el cumpleaños feliz al gran<br />

Álvaro Alexander Julio Cano ya es un récord<br />

difícil de batir. Él ha sido uno de los alumnos más<br />

queridos de la promoción, criollísimo para salirse<br />

con la suya sin dejar de ser un gran tipo, noble entre<br />

nobles. Sus incansables ganas por competir en<br />

lo que sea, con espíritu deportivo, quedarán en<br />

nuestra memoria como cada uno de sus intentos<br />

por abrazarnos, con cariño infinito, luego de lanzar<br />

pequeños golpes en el abdomen, su marca registrada.<br />

Le irá bien en la vida, sin duda.<br />

Reconocer que Sergio creció como un muchacho<br />

fuerte y noble nos alegra mucho. Su sentido<br />

del humor no dejó de buscar la sonrisa sincera,<br />

como un niño que trata de sorprender a sus padres<br />

con inocencia. Siempre estuvo atento a ayudar<br />

y no imaginamos el éxito de las empresas realizadas<br />

por la promoción sin su decisión y aplomo<br />

al trabajar en beneficio de la mayoría. Sensible y<br />

reflexivo, guarda en su alma la materia necesaria<br />

para escribir con buen pulso, reconociendo lo que<br />

muchos no notamos y transformando el paisaje<br />

que contempla en palabras. La mejor marea para<br />

sus embarcaciones.<br />

Recordaremos a Vicente dibujando con fino<br />

trazo. Así seguirá madurando, con el optimismo<br />

de quien ha descubierto la forma apropiada de<br />

expresarse, sin dejar de lado la crítica, el humor y<br />

la reflexión. Es un chico genuino, de aquellos cuyo<br />

molde fue roto luego de ser creado. Que siga investigando,<br />

filosofando y viviendo con alegría. Eso<br />

sí, le deseamos más orden para que sus geniales<br />

ideas no se pierdan, porque la pasión para trabajar,<br />

ya la tiene. Lo mejor para él.<br />

La dulzura de Olivia ha sido un regalo divino.<br />

Sincera, perceptiva y crítica, hizo grandes aportes<br />

durante el año. Nos alegró verla brillar en la obra<br />

de teatro, segura y elegante, con la fuerza que sabemos<br />

aleona su corazón sensible de artista. Además,<br />

muy colaboradora en todo lo que se le pedía,<br />

con la humildad de quien hace las cosas con amor<br />

y agradecimiento. No hay duda de que, adonde<br />

vaya en este pequeño universo, dejará huella: ya<br />

sabemos que sus decisiones son a prueba de fuego.<br />

Toda la suerte en su travesía.<br />

La sonrisa pícara de Cayetana seguirá alumbrándonos,<br />

pese a que nos hubiera encantado<br />

verla más con sus compañeros, desplegando su<br />

agudeza para percibir a la gente y la sinceridad<br />

que cincelaba cada una de sus palabras. En estos<br />

tiempos insólitos de pandemia, su voz sosegada<br />

fue un remanso, a pesar de los largos silencios que<br />

tuvo. Buena suerte.<br />

El genio endiablado de Martín ha dejado marca.<br />

A pesar de que muchos le creían discreto y<br />

distraído, realmente es un tipo que ha sabido<br />

observar y apuntar cada detalle para compartirlo<br />

con sus más allegados, con humor astuto. Además,<br />

posee un estilo muy fino para poetizar su<br />

realidad; si decide trabajarlo con más atención,<br />

le llevará a alcanzar muchas satisfacciones. En el<br />

camino que desee andar, le deseamos perseverancia,<br />

porque la actitud ya la tiene. Mucha felicidad<br />

para él.<br />

Si algo será difícil de olvidar es la vehemencia<br />

de Diego, joven que ha aprendido a disfrutar de<br />

la vida sin dejar de cumplir con sus responsabilidades.<br />

Un muchacho genial, que posee muchas<br />

herramientas para escribir con intensidad, y además<br />

se mantiene curioso y con graciosa sencillez.<br />

Dueño de un corazón enorme y gran amigo de sus<br />

5


amigos, seguro conocerá muchos territorios lejanos,<br />

donde encontrará nuevas experiencias que lo<br />

nutran con simplicidad. Que así sea.<br />

La sensibilidad de Nicolás Fajardo ha sido<br />

asombrosa, pero dosificó sus expresiones, en sus<br />

obras de arte, para pocos y en contadas ocasiones.<br />

Tiene talento para escribir y dibujar, y su energía<br />

en las horas de juego y regocijo se pudo ver con<br />

plenitud. Su alma de niño bueno a veces se quiso<br />

esconder detrás de su aspecto rudo, pero todos<br />

entendimos que fue una fachada sutil –e infructuosa—<br />

para tomar distancia, que ahora es más<br />

cercanía. Esperamos con optimismo que logre explorar<br />

su interioridad, para que su luz sea percibida<br />

por más personas. Que vuele alto.<br />

Micaela ha demostrado que es autónoma y<br />

responsable para asumir responsabilidades más<br />

allá de su propio beneficio, lo que ha sido estupendo<br />

para los proyectos comunes, como la obra<br />

de teatro. A lo largo del año aprendió mucho y con<br />

ello, deslumbró y dejó que las cosas tomaran su<br />

propia luz, como ahora vemos, con resultados maravillosos.<br />

En la tierra que le toque cultivar, cosechará<br />

con sabiduría. En eso confiamos.<br />

A Mariel la tendremos siempre presente, optimista<br />

y con el corazón en la mano, disfrutando sin<br />

timidez de lo que el colegio le ha podido dar. Es brillante,<br />

solo que le hace falta convencerse a sí misma<br />

de que tiene la habilidad y el genio para hacer<br />

con las palabras y los sentimientos, maravillosos<br />

trabajos. En ese sentido, estamos felices de disfrutar<br />

de su alma generosa. Ya vendrá el momento<br />

en que, desde el otro lado del estrado, la aplaudamos<br />

con orgullo.<br />

Matías Guerra ha demostrado siempre su espíritu<br />

combativo, no solo por el desarrollo de las<br />

disciplinas marciales que practica, sino por los retos<br />

que ha asumido con energía. Sigue siendo un<br />

muchacho con muchísimos intereses que explora<br />

con seriedad y respeto. Su camino, como mandan<br />

los manuales de las artes ancestrales de combate,<br />

no es el de la provocación, sino de la defensa y la<br />

búsqueda de la justicia. Por eso, su mundo interior<br />

es tan rico, algo que sin duda nutrirá sus proyectos.<br />

Imposible no tener en la cabeza a Lorenzo,<br />

como el muchacho que fue ganando confianza y<br />

mando para liderar al salón por los caminos de la<br />

buena onda en tiempos tan difíciles. Es absolutamente<br />

noble, con el temple para combatir el mal sin<br />

vacilación. Con todo, además, es divertido, respetuoso,<br />

autónomo, esforzado y gran actor. Su paso<br />

por nuestra escuela será un ejemplo a seguir por<br />

los que vengan en el futuro. Feliz vida, feliz todo.<br />

Con Tamia, a pesar de la distancia, hemos tenido<br />

complicidad, ya entregada ella al futuro que<br />

ha decidido construir. Ha mejorado visiblemente<br />

en todo, superando sus dificultades a pulso, con<br />

enorme compromiso. Por ello gustó tenerla más<br />

presente, compartiendo con nosotros su energía.<br />

Con la seriedad que le caracteriza, irá afrontando<br />

otras dificultades en la vida, que sin duda la fortalecerán.<br />

Sabemos que explotará sus aptitudes<br />

para el arte en su beneficio. Mucha suerte.<br />

Si bien ha sido reservada y discreta, Renata<br />

ha dejado su marca en la promoción. De temperamento<br />

firme y con buen humor, ella ha logrado los<br />

objetivos del año sin rodeos innecesarios, apuntando<br />

fino y con carácter, para no dejar de lado sus<br />

aptitudes sociales, porque es enormemente querida<br />

y respetada por todos. El tiempo demostrará<br />

que además es una gran artista, intuimos que más<br />

pronto que tarde, ya que es una muchacha con<br />

condiciones para brillar con luz muy intensa. Buena<br />

estrella para todo.<br />

Conversar con Daniel siempre ha sido estimulante,<br />

porque es evidente su buena onda y receptividad.<br />

Nos hubiera gustado tenerlo más cerca y<br />

conocerlo a plenitud. Sus compañeros lo aprecian y<br />

con eso, ha sido incluido en la comunidad con cariño.<br />

Que siga cultivando su enorme amor por el mar,<br />

sabemos que será un hombre que andará por el<br />

mundo con la mirada alta. Adelante, con seguridad.<br />

Matías Luna, el inconfundible Micky, ha sido<br />

siempre un muchacho simpatiquísimo, con un humor<br />

exquisito, en donde si llegabas a ser punto de<br />

su verbo, era seguro que perdías por goleada. Este<br />

año se ha mostrado, además, con el espíritu apaciguado<br />

luego de muchos años de electricidad de alto<br />

voltaje. Así, ha sido entrañable entre entrañables<br />

en su salón. La habilidad que tiene para razonar y<br />

debatir seguro le llevará lejos, con nobleza y juicio.<br />

El camino que decida andar será exigente, lo suficiente<br />

para que pueda desarrollar al máximo sus<br />

virtudes. Que siga su destino con los ojos abiertos.<br />

La infatigable Nua nos ha regalado siempre<br />

buena onda y entusiasmo, organizando y asu-<br />

6


miendo responsabilidad en los proyectos comunes,<br />

tratando de ser el lazo entre todos en<br />

la promoción, actuando con cariño y firmeza. En<br />

los momentos complicados, sacó cara y defendió<br />

con ardor los intereses comunes y fue dialogante<br />

en todo sentido. Así es ella, desprendida<br />

y decidida, más aún en el vóley, en donde saca<br />

una garra increíble. Que el futuro llegue ante<br />

ella con la generosidad que se merece. Sin duda,<br />

sabrá andar todos los caminos.<br />

Con Aruni siempre hubo tema de conversación,<br />

muchos datos graciosos sobre arte y cine.<br />

Sin mentir, tiene el poder de dinamizar temas<br />

complicados y hacer más llevaderas las clases,<br />

interviniendo siempre con interés y respeto,<br />

con genuinas ganas de aprender y disfrutar. Un<br />

tipo muy sensible, elocuente, creativo y valiente,<br />

un símbolo del bienestar de la clase, pero,<br />

sobre todo, alguien en quien confiar. Sabemos<br />

que sus pasiones le llevarán por la senda adecuada,<br />

sin querer evitar las experiencias que<br />

le enriquezcan. Se merece toda la alegría que<br />

pueda albergar en su pecho. Buen viaje, mejores<br />

aprendizajes.<br />

Es increíble la capacidad de Matías Martínez<br />

para argumentar en favor de temas perfectamente<br />

indefendibles, sin perder la paciencia y<br />

con respeto. Su temperamento amable y candoroso<br />

se ha dejado sentir, más allá de ser o no retado<br />

por alguna falta que haya cometido. Tiene,<br />

realmente, un corazón gigante, la virtud de un<br />

artista que, cuando se apacigüe el fuego de su<br />

arrebato, transmitirá paz y confianza. Ha sido un<br />

muchacho realmente querido en la escuela, por<br />

eso exigido en sus potencialidades. Es una gran<br />

persona. Que siga brillando su buena estrella.<br />

Ver a Mía despidiéndose es conmovedor. La<br />

fortaleza que ha adquirido en estos años no se<br />

enfrenta con la ternura de su trato, la manera<br />

tan delicada de decir las cosas, segura de sí misma.<br />

Se permitió jugar y compartir más con sus<br />

compañeros, pero la distancia que obligó la pandemia<br />

no permitió que estuviera más presente<br />

en todas las actividades del colegio. Su aura<br />

mística es pura bondad, queremos que siga así<br />

para siempre, cuidándose y cuidando de los demás,<br />

libre y consecuente con el valor de su espíritu<br />

guerrero. Le deseamos fortuna en todo.<br />

Pensar en Gianell es volverla a ver aguerrida<br />

en la cancha de vóley, mostrando ardor deportivo<br />

y contagiando optimismo a todos con su actitud de<br />

capitana. Siempre pendiente del bienestar común<br />

y de conseguir los objetivos de los proyectos de<br />

manera sobresaliente, se ha exigido como ninguno<br />

en la promoción y –lo pudo ver al final— se tuvo<br />

que detener para darse más tiempo a sí misma y<br />

recobrar fuerzas. Ella es un tesoro, una maravilla<br />

de persona, que además tiene un talento increíble<br />

para el arte y la poesía, que sabrá explorar con mayor<br />

profundidad. Quien la tenga como amiga, tendrá<br />

a la mejor aliada para todo, pero cuídese quien<br />

la enfrente, porque es seguro que caerá. Sigue brillando,<br />

el camino es largo.<br />

Con increíble compromiso y tesón, Camila ha<br />

ido encargándose de muchos asuntos que convocaban<br />

intereses del salón, para llevarlos al éxito,<br />

como ha sido más que claro en estas últimas semanas.<br />

Su entusiasmo y sensibilidad son admirables,<br />

quizá la más alta embajadora de la esperanza<br />

durante este año, que si bien no arrancó como deseaba,<br />

terminó siendo lo más parecido a su deseo.<br />

Aprovechando cada minuto junto a sus compañeros,<br />

no podemos dejar de agradecerle por esa voluntad<br />

a prueba de todo, que será su rasgo característico<br />

en lo que desee enfrentar en el futuro. Es<br />

una muchacha fantástica, que sabremos extrañar<br />

sin tristeza, porque ella representa la más pura<br />

alegría. Buen viento para sus velas.<br />

El buen Lucas acaba así su escolaridad, con la<br />

frente en alto y aclamado por la platea. Cuando<br />

decidió mejorar, entregó todo de sí para cumplir<br />

con los objetivos. De igual modo se dio tiempo<br />

para afianzar los vínculos con sus compañeros,<br />

logrando un lugar destacado en la promoción. Sus<br />

intereses variados hacen a sus conversaciones<br />

muy interesantes, así como sus trabajos artísticos<br />

nos sorprendían gratamente. Su espíritu, contemplativo<br />

y sosegado, está capacitado para las artes<br />

y las ciencias. Tiene mucho para seguir dando, él<br />

sabrá cómo poner en práctica su talento.<br />

Si bien ha economizado cada palabra y gesto<br />

para luego generar un nuevo lenguaje con su música,<br />

Nicolás Prado, nuestro Chino, se ha fijado en<br />

nuestro corazón por la amabilidad y ternura que<br />

personifica. Resaltamos que haya decidido participar<br />

de la obra de teatro, mostrándose sin temor<br />

7


ante el público, algo que para muchos es causa de<br />

pesadillas. De igual manera ha ido extendiendo sus<br />

redes de amistad, siendo un joven realmente querido<br />

entre todos. Es otro muchacho con enorme talento,<br />

que veremos brillar más pronto que tarde.<br />

Recordaremos el candor travieso de Munay,<br />

que este año desató su sonrisa y compartió con<br />

todos su aura divertida y juguetona. De igual manera,<br />

ha superado sus dificultades para consolidar<br />

sus aptitudes académicas y, con ello, dedicarse<br />

a explorar su encanto como amiga y compañera.<br />

En el teatro fue una estrella, aplomada para<br />

decir su parlamento y con gestos bien pensados<br />

para transmitir al público las intensidades de la<br />

Noche de Reyes. Será una excelente profesional,<br />

una gran mujer que tendrá siempre un espacio en<br />

nuestra mente. Que navegue lejos.<br />

A Gabriel lo tendremos siempre presente, con<br />

su risa estrambótica y soltando el detalle humorístico<br />

que desencadene una explosión de alegría.<br />

Ha sido un aliado muy importante del bienestar<br />

general, quien, en los momentos más tensos del<br />

año, puso la nota positiva para seguir bregando<br />

contra la tristeza. Así, con habilidad destacó en la<br />

obra de teatro y colocó la cereza en el pastel más<br />

delicioso del año, sin despeinarse ni un poco. Le<br />

deseamos toda la suerte por el buen humor que<br />

nos regaló en el año. Gracias.<br />

Desde que Ena llegó al colegio supimos que<br />

formaría parte de su promoción sin impostaciones,<br />

siendo sincera y genuina sin miedo, porque es<br />

una jovencita llena de cariño. Los años nos dieron<br />

la razón y con eso la despedimos, hoy, con alegría<br />

más que tristeza, pidiéndole que cante una última<br />

canción o que baile con dulzura. Ella vino a colmar<br />

de amor al grupo sin pedir nada a cambio, pero dejando<br />

en claro que su genio, la mayoría de veces<br />

afable, también puede ser una explosión de fuego.<br />

Que siga vibrando en el escenario.<br />

Alejandra es buena alumna, gran amiga, dedicada<br />

deportista, estupenda actriz y destacada<br />

artista, todo lo que se puede celebrar de una muchacha<br />

que tiene el corazón de oro. No satisfecha<br />

con esto, ha sabido llevar con responsabilidad los<br />

proyectos que buscaban unir a la promoción y despedirse<br />

a lo grande del colegio, siempre atenta a<br />

los detalles para que todo salga como un sueño.<br />

Sabemos que ese ánimo de niña buena la llevará<br />

a ser una mujer triunfante y atenta de su entorno.<br />

Que siga así para siempre.<br />

Y Ana será recordada por su tierna voz, por sus<br />

asombrosos silbidos (este es un descomunal talento)<br />

y por su activismo decidido en defensa de<br />

las causas justas. Siempre nos cautivó su nobleza<br />

y la bondad de sus acciones, sin perder nunca la<br />

sonrisa, una virtud que contagió tranquilidad a todos.<br />

Sabemos que en lo que decida hacer mantendrá<br />

ese toque especial que la vuelve muy generosa<br />

con quienes comparten con ella sus pasiones.<br />

Ha sido estimulante conversar siempre con ella.<br />

Así vamos despidiéndonos, queridos exalumnos,<br />

con tranquilidad. Tenemos la certeza de que<br />

dentro de poco andarán por el mundo más fortalecidos,<br />

dejando atrás los años difíciles de la pandemia,<br />

para reconocer en cada esquina un nuevo<br />

aprendizaje, pero también alguna injusticia que<br />

buscarán resolver. Siempre vayan detrás de las<br />

cosas bellas de la vida, con libertad, y aprendan<br />

a dejar de lado las cosas que no merezcan su valioso<br />

tiempo, cuidándose de las trampas y de los<br />

abismos que tienen todos los caminos. Avancen<br />

cada vez más confiados de lo que desean hacer en<br />

la vida, pero si no están seguros, siempre firmes<br />

y atentos, confiando en su intuición o acodándose<br />

en los consejos que les brinda la gente que les<br />

ama. Denle siempre cara a sus miedos con coraje,<br />

para asimilar todo lo que puedan aprender de<br />

ellos, siendo cada vez más responsables y enarbolando<br />

aquel espíritu curioso que en la escuela<br />

han demostrado. Pero, como la misión más importante,<br />

les pedimos que sean hombres y mujeres<br />

conscientes de su medio, solidarios y correctos, es<br />

decir, buenos ciudadanos y mejores seres humanos.<br />

Nuestro deseo es ambicioso, pero sabemos<br />

que en cada uno de sus corazones retumbará el<br />

valor de nuestras palabras, cuando desplieguen<br />

sus alas y remonten el horizonte, felices de haber<br />

compartido esta historia juntos.<br />

Con amor y admiración, siempre, que la vida les<br />

sea propicia.<br />

Diego y Luciano<br />

8


Acaba el año y me siento conmovido y emocionado,<br />

no solo porque es el momento de celebrar el<br />

fin de su escolaridad, sino por la simple razón de<br />

que el hecho de terminar juntos es ya un logro.<br />

Lo digo porque al empezar el año, con una situación<br />

de incertidumbre y miedo, su ánimo no<br />

decayó. Todo lo contrario: desde el otro lado de la<br />

cámara, cada uno a su manera, puso de su parte<br />

para que nos sintiéramos bien y juntos; para que<br />

la normalidad no fuera fingida, sino solo un camino<br />

un poco lento, pero que llegaría a buen fin. La<br />

mayor muestra de su éxito está en que la presencialidad<br />

ya no es requisito para que, como promoción,<br />

se sientan unidos, miembros de un solo grupo,<br />

que se quiere y se busca y le gusta verse. Esa<br />

es la recompensa de su propio esfuerzo.<br />

En cierto modo, el hecho de no realizar todo<br />

lo que hubiéramos querido nos hizo aprovechar<br />

cada instante que tuvimos. Y eso se reflejó en la<br />

intensidad de la obra, o las pequeñas conversaciones<br />

durante las clases presenciales. Cada partido<br />

de vóley que tuvo lugar en el patio fue como<br />

una pequeña batalla olímpica; sin contar, por supuesto,<br />

el último partido contra los profesores,<br />

que fue, más bien, una olímpica victoria.<br />

También celebro que, a lo largo del año, hayamos<br />

encontrado siempre excusas para divertirnos.<br />

Yo sé que me divertí mucho. Y no solo los<br />

viernes. Ustedes me enseñaron videos de elefantes<br />

saltarines, por ejemplo. Y yo aprendí a tocar la<br />

flauta y compartí mi progreso con ustedes. Esos<br />

son solo algunos ejemplos.<br />

No tengo duda alguna de que su futuro será<br />

muy feliz, pues los conozco y sé que lograrán<br />

todo lo que se propongan. No obstante, les deseo<br />

lo mejor del mundo.<br />

Un abrazo<br />

Luciano<br />

9


La tribuna de Quinto de media<br />

No creo que un gracias basta para<br />

agradecer todo lo que el colegio me<br />

ha hecho aprender, y no solo hablo<br />

de lo académico. He estado<br />

casi toda mi vida acá y los mejores<br />

recuerdos los tengo con las personas<br />

que conocí en este lugar.<br />

Solo gracias a todos; a los profesores,<br />

que son totalmente únicos<br />

y no creo que en otros colegios<br />

puedas encontrar gente así; a las<br />

personas que trabajan limpiando,<br />

que por los once años que estuve<br />

ayudaron con todo tanto en el colegio<br />

como en los campamentos<br />

o viajes; y a mis amigos, que no<br />

imagino cómo hubiera sido mi<br />

vida si no los hubiera conocido.<br />

Aunque lo que escriba sea corto, no tengo palabras<br />

para poner todo, solo gracias.<br />

Kai Arauco Aguirre<br />

Recién llegados, con Candy en Tres años<br />

Nunca me hubiese imaginado que<br />

este momento llegara tan pronto,<br />

siempre lo veía como algo<br />

distante, pero ahora me toca.<br />

Llevo en el colegio desde los<br />

tres años, y he tenido un montón<br />

de experiencias hermosas,<br />

desde los viajes hasta simplemente<br />

un recreo cualquiera.<br />

Pero sin duda una de las mejores<br />

experiencias son las pruebas de<br />

Sexto: fueron increíbles. Recuerdo<br />

ir con un poco de miedo a lo<br />

que nos podía tocar, pero una<br />

vez haciéndolas, me relajé y me<br />

divertí mucho. Y bueno, cada uno<br />

de los viajes y campamentos han<br />

sido momentos muy bonitos. No soy muy bueno<br />

en las despedidas y esta es una muy difícil, ya que<br />

le tengo mucho cariño y amor a esta familia, porque<br />

sí, no es un colegio cualquiera, es una familia.<br />

Gracias a todos los profesores y<br />

personas que trabajan en el colegio<br />

por habernos acompañado<br />

y apoyado en este maravilloso<br />

viaje, mil gracias.<br />

Sebastián Ávila Torres<br />

Este tiempo que he estado en<br />

este colegio ha sido increíble,<br />

desde que llegué sentí un ambiente<br />

muy lindo, desde los profesores<br />

hasta mis compañeros<br />

de clase. Se me hace muy difícil<br />

escribir esto en un texto tan<br />

corto, pero bueno, fueron unos<br />

increíbles años que pasé aquí,<br />

desde mis primeros viajes y campamentos<br />

junto al cole, hasta<br />

10


Días felices de campamento<br />

Recibiendo la ovación del público<br />

los cierres de bimestre como el bingo,<br />

el Día de la Canción Criolla, entre<br />

otras actividades. Me resulta<br />

muy difícil despedirme de mis<br />

compañeros ya que siento que<br />

los últimos años no los hemos<br />

podido aprovechar mucho, pero<br />

es lo que nos tocó. Me voy muy<br />

agradecido con todos mis maestros<br />

por soportarme tanto tiempo<br />

y apoyarme en momentos<br />

donde los necesitaba, y con mis<br />

compañeros por hacer que pase<br />

muy buenos momentos durante<br />

mi estadía.<br />

Álvaro Cano Ríos<br />

Es tan rara esta sensación de<br />

dejar el colegio. Después de tantos<br />

años de ir casi todos los días a ver a las mismas personas,<br />

y compartir tanto tiempo con ellas. Ser tan<br />

cercanos, pero tan lejanos al mismo tiempo. Unos<br />

crean relaciones más fuertes que otros, pero en sí,<br />

todos estamos unidos. La mayoría nos hemos visto<br />

la cara, por lo menos para mí, por diez años. Hemos<br />

crecido juntos, y nos hemos acompañado en este<br />

crecimiento colectivo. Realmente la experiencia escolar<br />

es muy significativa, y creo que marca una diferencia<br />

en la vida de todos: son tantas situaciones<br />

y tantas experiencias, todo es aprendizaje.<br />

He pasado unos años muy lindos<br />

en este colegio, siento que me es<br />

difícil explicarlos con tanto detenimiento<br />

como me gustaría. Pero no<br />

podría estar más agradecido con<br />

todos los profesores, todos mis<br />

compañeros de clase y todos los<br />

trabajadores de esta linda escuela,<br />

por haberme acompañado<br />

durante tantos años. Me hicieron<br />

sentir lo que creo que es la esencia<br />

pura de este colegio, y es que<br />

todos nos sintamos como una gran<br />

familia, acompañándonos en todo<br />

momento, y ayudándonos mutuamente.<br />

De verdad, muchas gracias a todos<br />

por estos años tan lindos.<br />

Sergio Cavassa Mellet<br />

No sé qué puedo decir que no haya dicho ya, con<br />

qué palabras decir el amor que les tengo, a este<br />

pequeño colegio que me abrió las puertas en un<br />

momento en que no sabía ni leer bien, que estaba<br />

inseguro de mí y que me daba miedo la gente…. no<br />

las hay. El colegio ha sido algo más importante para<br />

mí de lo que podría haber esperado. Cuando llegué<br />

pensé que perdía todo lo que tenía atrás, pero me<br />

dieron más de lo que perdí. No quiero agradecerles<br />

porque eso ya lo saben, quiero decirles que los<br />

11


Las aventuras de Ulises<br />

Uno de muchos abrazos<br />

adoro y me pone feliz y a la vez triste,<br />

porque me voy, pero a la vez llego a otra<br />

etapa de mi vida que me emociona.<br />

Me da pena, pero como todo… termina.<br />

Los voy a extrañar, y dije que<br />

no iba a agradecer, pero igualmente<br />

gracias, gracias por todo, gracias<br />

por ser pacientes conmigo, por estar<br />

ahí cuando no tenía sentido que<br />

estén, gracias y mil gracias más, son<br />

la mejor experiencia que tengo y obviamente<br />

nunca los voy a olvidar. Con<br />

pena, felicidad y apreciación y todo<br />

digo adios, un adios tal vez triste pero<br />

que me alivia. Los quiero de verdad.<br />

Vicente Coronel Zegarra Forns<br />

Me cuesta expresar lo<br />

agradecida que estoy hacia<br />

todos los trabajadores del colegio;<br />

mi experiencia en Los Reyes Rojos<br />

ha sido hermosa, y eso es gracias<br />

a todas las personas que se preocupan<br />

por nuestro bienestar. Nos<br />

han acompañado en los campamentos,<br />

viajes y en una enorme<br />

parte de nuestras vidas. Admiro<br />

mucho el duro trabajo que hacen,<br />

y tengo que agradecerles por todos<br />

los recuerdos positivos que tengo,<br />

los quiero mucho.<br />

Olivia de Orbegoso Carvallo<br />

En estos dos años en el colegio me<br />

di cuenta de que es la segunda<br />

familia donde se aprende más<br />

de lo que se enseña. Gracias a<br />

todos por estos dos años.<br />

Cayetana de Zavala Lecaros<br />

Han pasado catorce años desde<br />

que crucé la puerta por primera<br />

vez del colegio, y ahora<br />

escribo para despedirme.<br />

Despedirme de un<br />

montón de experiencias,<br />

sin importar si<br />

son buenas o malas,<br />

son eso, experiencias<br />

que me han hecho<br />

quien soy y quien quiero ser. En<br />

estos años he conocido personas increíbles,<br />

amigos, compañeros, profesores,<br />

y lo más honesto y lo que siento<br />

es agradecimiento.<br />

Martín Espinosa Gallegos<br />

Campeones contra Quinto de media<br />

12


No soy capaz de poner en palabras mi<br />

agradecimiento a este colegio y honrarlo<br />

al mismo tiempo. Estos trece<br />

años de aprendizaje han sido increíbles<br />

gracias a cada profesor<br />

y trabajador del colegio. El ambiente<br />

creado aquí no es como<br />

ningún otro y gracias a ustedes<br />

tuve un lugar seguro donde me he<br />

sentido libre de ser lo que quiera<br />

ser. Los Reyes Rojos me ha regalado<br />

los mejores amigos, mentores<br />

de vida haciéndose pasar como<br />

profesores y las mejores experiencias<br />

de mi vida. Los recordaré por<br />

siempre.<br />

Diego Fajardo Walters<br />

Es difícil decir adiós a esas cosas por las que uno<br />

siente amor, y que estuvieron ahí, en el fondo, pero<br />

siempre alrededor. No creías que en algún momento<br />

iban a terminar, pero sabes inconscientemente<br />

que no son para siempre. Esas situaciones en las<br />

que dejas de juntarte con quien quieres estar y no<br />

te das cuenta: poco a poco necesitas nuevamente<br />

esas sensaciones y sentimientos,<br />

recrear esos momentos en los que<br />

fuiste muy feliz. Ella, él o un grupo<br />

de personas fueron para ti como<br />

una de mil obras pintadas, y<br />

aunque la vuelves a mirar, te<br />

deja ese sentimiento distinto<br />

y único. Te deprimes, sientes<br />

miedo, pero siempre con ganas<br />

de estar con esa persona, y<br />

te asusta pensar que el tiempo<br />

va a acabar y no pudiste hacer<br />

esa conexión. Las pinturas no se<br />

pueden borrar pero sí arreglar,<br />

detallar o expandirlas; nada, ni<br />

el tiempo, es capaz de quitarte<br />

ese poder, siempre y cuando<br />

estés dispuesto a volverlas a<br />

ver. Es difícil voltear, ver todo<br />

lo que has hecho y seguir caminando,<br />

pero en mi camino hay aún páginas en<br />

blanco que se deben llenar.<br />

Este colegio me dio un regalo, no los recuerdos,<br />

sino aquellas personas que formaron parte de él y<br />

me dieron el deber de pintar esas entidades para<br />

revelarlas, descubrir esos sentimientos que me<br />

van a dar, crear esos especiales momentos que<br />

necesito, y guardarlos siempre conmigo.<br />

Gracias al colegio Los Reyes Rojos por todos<br />

estos años llenos de especiales momentos.<br />

Nicolás Fajardo Walters<br />

Durante estos días me agarró la nostalgia,<br />

y como un armario viejo, volví a<br />

abrir los recuerdos polvorientos del<br />

colegio día tras días. Es increíble<br />

que haya tantos, la mayoría buenos,<br />

y el resto, ahora los recuerdo<br />

con una risa. Los fui comentando<br />

y compartiendo con el resto que<br />

también estaban en las mismas.<br />

Todo un collage se armó, uno que<br />

tardó catorce años en armarse,<br />

pero es precioso. No existirían<br />

estos recuerdos sin el colegio; a<br />

veces hasta me doy cuenta de que<br />

yo no sería como soy sin todo el<br />

tiempo que pasé en este increíble<br />

lugar. No solo me alejo del lugar<br />

en el que más tiempo pasé desde<br />

mi infancia, sino que me alejo<br />

de esos amigos especiales, que<br />

son mis profesores, de las risas en cada clase, de<br />

los problemas que enfrentamos como equipo, de<br />

la colaboración a un entorno de paz y crecimiento<br />

que fue toda mi niñez en mi colegio. Tal vez siga<br />

encontrando ese mismo ambiente en otra parte,<br />

pero nunca será igual como la increíble experiencia<br />

de estar en este colegio, donde la libertad, la<br />

individualidad y el respeto son lo más importante.<br />

Ahora puedo cerrar los cajones de este armario<br />

preciado.<br />

Micaela Farfán Garay<br />

Llevo pensando en que estoy cerca de acabar el<br />

colegio desde inicios de Cuarto de media. Ahora a<br />

menos de dos semanas de irnos, recién me choca<br />

toda la información. Quiero empezar diciendo<br />

que me muero de miedo, este colegio es prácticamente<br />

todo lo que he conocido y estoy a punto<br />

de empezar una nueva etapa de la que mis primos<br />

mayores siempre se andan quejando. No tengo<br />

ni la más mínima idea de lo que viene después,<br />

13


así que cuando salgamos, necesitaré<br />

unos días de reposo para procesar.<br />

Cuando acabe, estoy lista<br />

para pararme y seguir adelante.<br />

Ahora, antes de ponerme toda<br />

sentimental con mi despedida,<br />

quiero decir que a pesar de las<br />

quejas y bromas sobre irme y no<br />

volver, no creo que por mi mente<br />

pase un mejor colegio para estar,<br />

no creo que me haya sentido tan<br />

cómoda en ningún otro lugar.<br />

A mis compañeros, profesores y<br />

todas las personas que forman parte<br />

de esta familia, quiero decirles<br />

que muchas gracias por aguantarme<br />

tantos años y por acompañarme<br />

cada sábado de mi estancia en secundaria<br />

para seguir estudiando. Les tengo un cariño<br />

gigante y los llevo siempre en mi corazón. Besitos<br />

para toda esta gente hermosa que me ha acompañado.<br />

Mariel García Flores Guerra<br />

El colegio es una experiencia<br />

que debí haber atesorado<br />

más. Estos años de mi vida,<br />

que he pasado no solo en<br />

estas cuatro paredes, sino<br />

con mis compañeros y tutores,<br />

me han convertido<br />

en la persona que soy, no<br />

solo enseñándome información<br />

útil,<br />

sino dándome<br />

valores que quedarán<br />

durante<br />

toda la vida. Gracias<br />

a esto, uno<br />

se da cuenta de<br />

que el tiempo<br />

que tiene en el<br />

colegio es poco y que debemos apreciarlo<br />

mientras podemos.<br />

Matías Guerra Lou<br />

Entré al colegio hace casi doce<br />

años, en Cinco años, desde que<br />

tengo memoria. Mis primeros<br />

recuerdos comienzan con el<br />

colegio. Pensar que toda esta<br />

increíble experiencia está llegando<br />

a un fin me da mucha<br />

pena. Cada día que voy al colegio<br />

le pido a Diego y Luciano<br />

poder quedarme a dormir, y espero<br />

cada día que la respuesta<br />

pueda ser sí, para poder disfrutar<br />

una noche más, con todos<br />

mis amigos y con los profesores,<br />

porque no solo es recordar<br />

las pijamadas en el colegio, sino<br />

también los campamentos y viajes.<br />

Son muchos recuerdos lejanos<br />

que hace dos años no hemos podido<br />

disfrutar. Es horrible terminar el colegio así.<br />

Pero la situación tan terrible que pasamos no me<br />

impide recordar el sinfín de gloriosos momentos,<br />

por los que le agradezco a Los Reyes Rojos, momentos<br />

que nunca voy a olvidar.<br />

Sin importar la pena que me da separarme del<br />

cole y pensar que entro a una nueva etapa, que<br />

voy a seguir gozando de la vida, nunca va a ser<br />

como cuando estuve aquí, en Los Reyes. Debo<br />

agradecer a todos los profesores y trabajadores<br />

del colegio, que hicieron estos doce años inolvidables<br />

e increíbles. Muchas gracias, Los Reyes Rojos.<br />

Lorenzo Gutiérrez Otero<br />

Siempre alegres y aguerridas voleibolistas<br />

14


Han sido catorce años de crecimiento<br />

rodeado de personas que<br />

ahora se han vuelto indispensables.<br />

No conozco otro colegio ni<br />

otros profesores, haciendo que<br />

el recuerdo sobre este colegio<br />

sea aún más especial. No hay<br />

suficientes palabras para poder<br />

agradecerles al grupo de amigos<br />

que he creado y me han acompañado<br />

y también aquellas personas<br />

que me han educado desde que<br />

tengo tres años. Habrá por siempre<br />

un afecto y cariño muy grande<br />

hacia todo lo que me han podido<br />

brindar. Ahora solo espero lo mejor<br />

para cada uno de esta promoción, y<br />

gracias por estar a mi lado durante<br />

tanto tiempo.<br />

Renata La Madrid Arca<br />

A pesar de no poder verlos este año<br />

tanto como me gustaría, siento que<br />

hemos tenido un buen cierre como<br />

clase. A diferencia de otros años<br />

en este he estado más tranquilo<br />

y colaborativo, pero eso<br />

no significa que haya estado<br />

así porque no la he pasado<br />

bien alrededor de este año:<br />

siento que con las diferentes<br />

actividades que el colegio organizó,<br />

hemos tenido más tiempo<br />

para conocernos mejor y hablar<br />

con gente con la que no tuvimos<br />

tanto contacto. En general pienso<br />

que, aunque voy a extrañar a<br />

los profesores, alumnos y recuerdos<br />

que viví en este colegio, esta<br />

es una etapa en mi vida que me<br />

toca vivir y espero hacerla lo mejor<br />

posible.<br />

Matías Luna Tord<br />

Yo entré al colegio cuando tenía cinco años, desde<br />

ahí yo veía a los que estaban en Quinto y sentía<br />

que faltaba muchísimo para llegar ahí; pasaban<br />

los años y los seguía viendo, en las asambleas,<br />

en los recreos, y seguía pensando que me faltaba<br />

¡Viene la ola!<br />

mucho para llegar ahí, hasta que un día me despierto<br />

y estoy aquí, escribiendo mi despedida. Por<br />

un lado estoy alegre de haber pasado casi toda mi<br />

vida en este colegio y haber aprendido<br />

tantas cosas, y por ya estar cerrando<br />

una etapa, pero por otro lado me da<br />

una nostalgia enorme tener que<br />

despedirme de los profesores,<br />

de mis amigos, del colegio en<br />

sí. El saber que realmente aquí<br />

acaba es difícil, pero me voy<br />

con tanto, tantas cosas buenas,<br />

tantas amistades, tanto<br />

aprendizaje y tantas experiencias<br />

que la alegría le gana a mi<br />

nostalgia.<br />

Voy a extrañar muchísimo<br />

esta etapa y a todas las personas<br />

que formaron parte de ella, los<br />

guardaré dentro mío para siempre<br />

y nunca olvidaré todo lo vivido<br />

en mi etapa escolar, porque no me<br />

hubiera gustado que fuera distinta<br />

a como lo fue. Estoy segura de que en ningún otro<br />

colegio hubiera tenido algo parecido, estoy muy<br />

agradecida con todo.<br />

Nua Maneiro del Río<br />

Es extraño decir que un colegio te cambió la<br />

vida, o por lo menos nunca he escuchado a nadie<br />

decirlo, pero yo creo que estoy orgulloso de<br />

poder decirlo. De todos los colegios a los que<br />

he asistido ninguno ha impactado tanto en mí<br />

como Los Reyes.<br />

15


Me gustaría usar este espacio para agradecer<br />

a los profesores, ya que puede que en<br />

la graduación me ponga a llorar y no<br />

se me entienda. Sé que podría sonar<br />

como simplemente estoy agradecido<br />

por agradecer, pero las<br />

cosas pequeñas son las que han<br />

hecho que ame este colegio y<br />

todo lo que se relaciona con él.<br />

Esto es lo que me cambió y me<br />

hizo darme cuenta que este colegio<br />

no es como cualquier otro.<br />

También darle las gracias a mis<br />

compañeros y amigos por ser una<br />

familia hermosa tanto fuera como<br />

dentro del colegio.<br />

Creo que lo que más duele es<br />

que por culpa de la pandemia muchos<br />

de los recuerdos que tenemos,<br />

hasta cierto punto, ya son<br />

algo distantes, pero igual me da<br />

pena dejarlos. No puedo parar de<br />

agradecer a todos, no puedo decir nada más que<br />

gracias por cambiar mi corta e ingenua vida, sé<br />

que hay varios valores que me han hecho lo que<br />

soy pero creo que el colegio fue uno de los más<br />

importantes.<br />

Aruni Martinat Gómez<br />

Me da una gran nostalgia despedirme<br />

de este lugar que fue más que un colegio,<br />

una casa para mí y en especial de<br />

todas las personas que lo conforman,<br />

las cuales me han enseñado mucho.<br />

Los quiero y siempre van a tener un<br />

espacio muy grande en mi corazón.<br />

Mía Matteucci Quiñones<br />

He vivido mucho en este sitio y hemos<br />

viajado juntos. He estado acá<br />

desde siempre, desde que tengo<br />

cuatro años, y he pasado unos muy<br />

bonitos años, donde he crecido y he<br />

aprendido un montón de cosas que en<br />

verdad valoro bastante. Siempre voy a<br />

querer mucho a este lugar y a los que<br />

forman parte de él. Son personas increíbles<br />

las que he conocido acá, con las cuales<br />

he pasado muy buenas experiencias llenas de<br />

aprendizaje. Me llevo unos lindos<br />

recuerdos de cada etapa de mi<br />

vida en Los Reyes Rojos. Admiro<br />

a cada uno de ustedes<br />

y les tengo mucho cariño.<br />

Gracias por tanto.<br />

Matías Martínez Patow<br />

Escribir esto como despedida<br />

es un poco difícil. Hace catorce<br />

años que estoy en este colegio<br />

y de verdad no hubiese podido<br />

elegir otro. Podría comenzar diciendo<br />

muchas gracias por todo<br />

y a todos. Crecer en Los Reyes ha<br />

sido una de las experiencias más<br />

bonitas, de no haber sido la<br />

más. El tiempo se pasó volando.<br />

Desde chiquita, todos los años veía<br />

a los de Quinto hablando en la asamblea<br />

de despedida y lo veía lejano y<br />

ahora estamos a una semana de<br />

terminar el colegio.<br />

La verdad es que no quiero<br />

irme y todavía no me siento<br />

lista al 100% para salir, pero es<br />

parte de la vida: salir, explorar<br />

y aventurarse para vivir nuevas<br />

experiencias. Acá conocí personas<br />

increíbles, con un corazón<br />

inmenso que me enseñaron a encontrarme<br />

y ser tal y como soy, sin<br />

roches.<br />

Voy a extrañar ver a la prom los<br />

cinco días a la semana. Aunque estos<br />

dos últimos años han sido parcialmente<br />

clases en línea, me gustó<br />

el tiempo que pasamos juntos.<br />

Voy a extrañarlos mucho a todos. Quiero decirles<br />

que todos ustedes y los que han pasado alguna<br />

vez, han aportado en mi vida y siempre les voy a<br />

tener un cariño muy grande. Tal vez no hemos hablado<br />

mucho o tal vez nos acercamos más estos<br />

últimos años pero de igual manera quiero que sepan<br />

que estoy muy agradecida por haberlos conocido,<br />

por permitirme conocerlos realmente y pasar<br />

momentos únicos juntos.<br />

También quiero agradecerles a los profesores.<br />

Gracias, Mónica, Candy y Chebo por siempre cui-<br />

16


darnos y seguir ahí desde que eramos pequeños.<br />

Gracias a todas las profesoras y profesores que<br />

nos enseñaron en primaria por comprendernos y<br />

ayudarnos en una parte donde estamos aprendiendo<br />

a crecer. Y gracias a los profes de secundaria.<br />

A todos. Los quiero mucho. Fabio, gracias por<br />

siempre tratar de ayudarme cuando no comprendía<br />

algunas cosas y sacarnos una sonrisa con tus<br />

bromas. También quiero agradecer a Diego, Luciano,<br />

Melissa y Cathy, por siempre preocuparse y<br />

apoyarme cuando lo necesitaba.<br />

Esta etapa ha sido donde más he podido descubrir<br />

y más sentimientos he experimentado. La<br />

etapa que viene también estará llena de retos.<br />

Quiero que todos los que lean esto (en especial los<br />

que siguen en el colegio) sepan que este colegio<br />

es único. Siempre se van a sentir como en casa.<br />

Disfruten el tiempo que pasan y diviértanse. Me<br />

voy triste pero también feliz por poder haber pertenecido<br />

a esta promoción y a este colegio. Todos<br />

tienen una parte de mi corazón. Los amo.<br />

Gianell Ordóñez Salvatierra<br />

Han pasado once años desde que entré al colegio<br />

–a Cinco años– y no recuerdo haber sentido<br />

en algún momento que no me gusta mi colegio.<br />

Todos estos años de cambiar de salón, hacer nuevos<br />

amigos, conocer nuevos profesores, nunca he<br />

visto llegar a Quinto de media como algo bueno.<br />

Al contrario, en estos últimos años la sensación de<br />

que el tiempo pasa más rápido se ha hecho más<br />

grande y ese temor y pena de irme del cole siguen<br />

hasta hoy. Y es que no todos tienen la suerte de<br />

estar en Los Reyes Rojos.<br />

Ahora, después de superar un año y medio de<br />

clases virtuales y los dos primeros años de pandemia,<br />

ya estoy por graduarme y todavía no quiero<br />

irme. Me cuesta tanto decir adiós a la que es mi<br />

segunda casa, decirle adiós a tantas personas<br />

con las que he crecido y me han ayudado a crecer.<br />

Siempre me he referido al cole convencida de que<br />

es el mejor lugar al que he podido llegar y siempre<br />

he estado agradecida de ser parte de él. Así que,<br />

a pesar de que sienta que cualquier cosa que diga<br />

no es suficiente, quiero empezar diciendo gracias.<br />

Estoy y siempre estaré agradecida por haberlos<br />

conocido: a todos los trabajadores del cole por<br />

cuidarnos y acompañarnos y, a los profesores por<br />

su cariño, dedicación y preocupación; ustedes son<br />

la esencia del colegio. Gracias a<br />

ustedes es que el cole es un<br />

espacio seguro en el cual he<br />

aprendido tanto y haberlo<br />

hecho de la mano de ustedes<br />

ha sido lo mejor.<br />

Si bien estos dos últimos<br />

años las clases no han sido<br />

lo mismo, ustedes siempre<br />

estuvieron dispuestos a estar<br />

ahí para nosotros y eso es<br />

un privilegio. Gracias por amar<br />

su trabajo y por ser parte de<br />

nuestras vidas. Gracias a mi<br />

promoción, estoy feliz de haber<br />

crecido todos estos años<br />

con ustedes y de los momentos<br />

compartidos. También estoy eternamente<br />

agradecida por haber conocido a mis<br />

amigos y amigas, a esas personitas que ahora sí<br />

sé que son para toda la vida. Gracias por todas las<br />

risas y por su amistad; lo son todo. Con mucha tristeza<br />

por acabar lo que creo que es la mejor etapa<br />

escolar que pude haber deseado, me despido del<br />

colegio para ser, con mucho orgullo, ex-reirrojina.<br />

Gracias a todxs por absolutamente todo, los voy a<br />

extrañar demasiado.<br />

Camila Ormachea Fernández<br />

Tantos años en este maravilloso colegio llegan<br />

a su fin y a pesar de todas las veces<br />

que quise escapar de él, en estos últimos<br />

días de Quinto no he podido sino<br />

sumergirme en un profundo sentimiento<br />

de melancolía y nostalgia.<br />

He recordado cada momento que<br />

he pasado en esta escuela, desde<br />

los más alegres hasta los más<br />

tristes y debo decir que a pesar<br />

de la tristeza que siento al dejar<br />

atrás esta escuela que se ha convertido<br />

en mi hogar también estoy<br />

feliz y ansioso por continuar con<br />

mi vida.<br />

Quiero despedirme de este hermoso<br />

colegio agradeciendo a todos<br />

los profesores por dar lo mejor de sí<br />

y hacerme una mejor persona a<br />

pesar de lo difícil que he podido<br />

17


llegar a ser. Sin la metodología de enseñanza en<br />

libertad de este colegio probablemente sería una<br />

persona completamente diferente hoy en día y estoy<br />

muy contento de ser quien soy ahora.<br />

También quiero agradecer a mis compañeros<br />

de clase por acompañarme en este tramo tan importante<br />

de mi vida. Amigos y colegas con quienes<br />

pasé momentos inolvidables, tanto de la parte<br />

académica como de la parte lúdica, que jamás se<br />

han de olvidar, compañeros y amigos a quienes<br />

agradezco por tan maravillosa compañía y por la<br />

amistad correspondida.<br />

Lucas Perko Ágreda<br />

He estado en el colegio desde<br />

los Tres años. Los primeros días<br />

no me quería quedar, lloraba, y<br />

mi mamá y mi papá se quedaban<br />

esperando hasta que deje de hacerlo.<br />

Pero después de un tiempo<br />

hice amigos y me empezó a gustar<br />

quedarme con Mónica y Candy.<br />

Hacía siesta en una colchoneta.<br />

Nunca voy a olvidarme de los<br />

campamentos, de las pruebas de<br />

Sexto, de este Quinto de media<br />

en pandemia, que al final igual<br />

pudimos hacer la obra de teatro,<br />

la jalada de soga, la ceremonia de<br />

graduación y la fiesta de promoción.<br />

De todos los profesores,<br />

Diego, Luciano,<br />

Fabio, Katy, Moria, Maricarmen, etcétera.<br />

Pero lo más importante son mis<br />

amigos, que sé que me van a acompañar<br />

toda la vida.<br />

Nicolás Prado La Hoz<br />

Entré al colegio en tercer grado, tenía<br />

ocho años. Estaba emocionada<br />

de empezar desde cero en un nuevo<br />

colegio y no me arrepiento de nada.<br />

Me gustó mucho estar aquí pero<br />

también estoy emocionada por irnos<br />

y empezar nuestras vidas. Estoy<br />

agradecida por haber conocido a tantas<br />

personas que sé que estarán a lo<br />

largo de mi vida, por todas las buenas<br />

experiencias y anécdotas que tengo<br />

de este colegio. Gracias a Diego y a Luciano por ser<br />

los mejores tutores que he tenido y por hacer este<br />

año divertido a pesar de la virtualidad.<br />

Munay Ramos Brugué<br />

Es muy complicado decirle adiós a este colegio,<br />

es una sensación agridulce. Estás terminando<br />

una etapa muy larga de tu vida<br />

y comienzas otra nueva, eso te trae<br />

alegría, a la vez miedo y tristeza,<br />

por dejar atrás todo lo que ya conocías<br />

y adentrarte en algo nuevo.<br />

No puedo estar más feliz de<br />

haber estado en este colegio, los<br />

profesores, la gente que trabaja<br />

ahí, mis compañeros y compañeras,<br />

todos siempre han estado en<br />

los buenos y malos momentos, han<br />

estado allí para apoyarme. Lo que<br />

hace diferente a Los Reyes Rojos<br />

de otros colegios es que haces del<br />

colegio y tu promoción una familia.<br />

Podría estar horas contando experiencias,<br />

pero estas son algunas de<br />

las muchas cosas que nunca me voy<br />

a olvidar de este hermoso colegio.<br />

Todos han hecho de mi estadía aquí la más maravillosa<br />

que me he podido imaginar, y me siento<br />

una persona muy afortunada de haber conocido a<br />

todos, gracias a este colegio y a esta gran familia,<br />

los adoro a todos.<br />

Gabriel Sánchez León Sandoval<br />

Si bien no he estado mucho tiempo<br />

en Los Reyes Rojos y me he<br />

perdido de varias experiencias<br />

que mis demás compañeros han<br />

vivido, no podría estar más contenta<br />

de haber terminado el año<br />

aquí, y por más de que solo fui un<br />

año de forma presencial antes de la<br />

pandemia, he podido conocer a muchas<br />

increíbles personas que ahora<br />

forman parte de mi vida, y de verdad<br />

agradezco haberlas conocido.<br />

Las cosas no siempre han sido fáciles<br />

y al principio me costó mucho<br />

adaptarme y hacer amigos, y llegó un<br />

punto en el que sentía que esto solo<br />

18


sería una repetición de mi último año en mi antiguo<br />

colegio: sola y sin dirección de dónde estar o<br />

con quién parar; pero ahora que he podido estar<br />

tres años aquí, por más de que uno haya sido completamente<br />

virtual, no podría haber encontrado<br />

un mejor lugar para aprender y divertirme junto<br />

con grandes personas.<br />

Gracias por todo, siempre los recordaré con mucho<br />

cariño.<br />

Ena Venturo Aguirre<br />

Daniel Lara Tovar<br />

Entré al colegio a los cuatro años y desde entonces,<br />

mi experiencia escolar ha sido una por<br />

la que estoy muy agradecida. Recuerdo estar<br />

en primero de media pensando que faltaba un<br />

montón, demasiado, para que terminara el colegio;<br />

sin embargo, se pasó volando. En verdad<br />

no puedo creer que esté a puertas de terminar<br />

esta etapa tan importante. Hay mil momentos<br />

memorables que vienen a mi mente al<br />

escribir esto. Desde los recreos que<br />

pasamos hablando con Fabio en la<br />

cafetería, hasta los campamentos<br />

y viajes. Soy una persona que no<br />

habla mucho, nunca participé<br />

mucho en clase aunque siempre<br />

me decían que debía hacerlo,<br />

pero aún así, logré formar<br />

amistades que espero duren<br />

para toda la vida. Agradezco<br />

al colegio por haberme<br />

ayudado a encontrar<br />

a unas de la personas<br />

más importantes de mi<br />

vida, agradezco a los profesores<br />

por no solo enseñarnos<br />

sino cuidarnos y<br />

tratar de formar vínculos<br />

con nosotros, agradezco<br />

a mi promoción por acompañarme todos<br />

estos años; hemos crecido juntos<br />

y compartido una de las experiencias<br />

que más se aprecian y recuerdan en la<br />

vida, por lo que siempre los recordaré<br />

y querré. Me voy del colegio con una<br />

sensación “agridulce”, no queriendo<br />

despedirme, pero sabiendo que me<br />

espera otra etapa que también será<br />

importante. Gracias por hacer mi experiencia<br />

tan especial y permitirme irme habiendo<br />

ganado tanto.<br />

Alejandra Villalobos Paz Soldán<br />

Es en estos meses, en los que pudimos ir al colegio,<br />

que me doy cuenta de lo mucho<br />

que lo extraño. Desearía tener más<br />

tiempo para verlo rebosante de<br />

gente y alegría, como siempre.<br />

Los dos años que pasamos recluidos<br />

parecen un trance, consisten<br />

de imágenes borrosas y sonidos<br />

lejanos. A veces siento que nos<br />

mantuvimos en el tiempo, que<br />

seguimos siendo pequeños de<br />

tercero. Otros días puedo ver lo<br />

mucho que hemos madurado y<br />

me quedo tranquila.<br />

Agradezco enormemente a todos<br />

los profesores y trabajadores<br />

del colegio que nos han acompañado<br />

consistentemente a través de<br />

los años.<br />

Ana Zegarra Maguiña<br />

Tamia Heredia Piqueras<br />

Nicolás Aguinaga Bernuy<br />

19


Hablan las familias<br />

Qué pronto llegó el momento de escribir estas líneas<br />

después de trece años leyendo el sentir de<br />

las familias al despedirse del colegio. Se acaba la<br />

vida escolar de Sebastián y su historia en Los Reyes<br />

Rojos es también mi historia, y lo es mucho antes<br />

de que Sebastián naciera.<br />

Viví toda mi vida en Barranco, durante los noventa<br />

estudié en un colegio cerca al malecón y<br />

si bien no conocí a profundidad a alguien de Los<br />

Reyes, ese aroma de libertad que se respiraba al<br />

verles ir al Chipoco y esa sensación acogedora que<br />

recibía al caminar por Cajamarca, me hacían flotar<br />

en mi ensueño adolescente de “yo quisiera estudiar<br />

ahí”. Cuando Sebastián estaba por cumplir<br />

tres años y era el momento de empezar su camino<br />

fuera de casa, se podrán imaginar cuál fue mi primera<br />

opción como escuela.<br />

Carlos y yo nos enamoramos del colegio con<br />

cada paso que dimos en ese primer recorrido escuchando<br />

a Mónica, mientras Sebastián jugaba<br />

con Flora en el salón de tres años. Los Reyes Rojos<br />

de inmediato se sintió como el lugar ideal para Sebastián,<br />

pero también para mí, que a mis 26 aún<br />

estaba por descubrir quién era, vivía en la sombra,<br />

no me gustaba socializar, ni sacaba las manos de<br />

los bolsillos y mantenía distancia cada vez que subía<br />

las escaleras de inicial. Fue gracias a Sebastián<br />

y a la conexión que sintió de inmediato con su escuela<br />

y su promoción, que se abrió la posibilidad<br />

para que yo también creciera.<br />

Los Reyes Rojos enseguida se convirtió en<br />

nuestra casa, cada persona en nuestra familia, y<br />

compartimos momentos significativos de nuestras<br />

vidas: el inicio de Sebastián en la música y<br />

cada sueño cumplido hasta ahora con sus proyectos,<br />

mi iniciación en el cine y el regalo de guiar el<br />

taller para secundaria; la trascendencia de Carlos<br />

y de mi papá unos años después, una pandemia y<br />

el despertar de nuestra consciencia.<br />

Podría hacer una larga lista de gratitud por tanto<br />

amor compartido durante esta etapa esencial<br />

en la vida de Sebastián, que ahora sale al mundo<br />

por una nueva aventura, por ese viaje de autoconocimiento<br />

con la inherente valentía y sensibilidad<br />

que esta escuela cuidó y avivó en su corazón. Gracias<br />

también por ser mi escuela de vida, por inspirarme<br />

a expresar en libertad quién soy y el estilo<br />

de maternidad que elegí. Gracias, familia reirrojina,<br />

todo nuestro amor siempre con ustedes.<br />

Beatriz Torres<br />

Mamá de Sebastián Ávila<br />

20


He escrito este texto muchas veces en mi mente<br />

mientras despertaba a mi hijo por las mañanas<br />

para llevarlo al colegio, en la dulce rutina de organizar<br />

el desayuno y la lonchera. Lo he llevado<br />

con alegría por las calles barranquinas, saludaba a<br />

Chebo que daba la bienvenida y contenía la emoción<br />

de los que entraban corriendo, alcanzaba su<br />

enorme mano de apretón cálido, mientras yo lo<br />

llevaba con la mía a su salón para poder ver a sus<br />

amigos un ratito, que siempre, siempre era poco.<br />

He mirado los pasillos y silenciosamente me comía<br />

con hambre los trabajos de los alumnos, sus pinturas,<br />

sus dibujos, las investigaciones, exposiciones,<br />

etcétera. Lo hice siempre, todo me parecía tierno.<br />

Vuelvo a escribir este texto, pero con un nudo<br />

en la garganta; la emoción cada vez que mi hijo<br />

Lorenzo tenía el Día de las Américas y se ponía su<br />

uniforme de la selección brasileña, el nudo otra<br />

vez con las marineras, el festejo de Quinto, las actuaciones,<br />

el Libertador San Martín declarando la<br />

independencia: “El Perú desde este momento es…<br />

¡Viva el Perú! ¡Viva! ¡Viva la libertad! ¡Viva! ¡Viva la<br />

independencia!”. Ahí lloro.<br />

La primera vez que entré a Los Reyes Rojos yo<br />

tenía trece años, acompañaba a mi mamá y a mi<br />

hermano a una fiesta un sábado por la mañana. En<br />

medio del patio y en un caos interior, sentí envidia<br />

y una vez más me encontré excluida de las bondades<br />

de la vida. Recuerdo muy bien la certeza con<br />

la que me dije: “si tengo hijos, van a estudiar aquí”.<br />

Diez años después nació mi hija Analú.<br />

En esta pequeña y compleja comunidad, con<br />

expectativas, amor, confianza, cariño, dedicación,<br />

compromiso y mucha ternura, con pruebas de Sexto,<br />

vóley de chicas, bingos, teatro de Quinto (¡por fin<br />

el teatro de Quinto!), los fantásticos y desafiantes<br />

viajes a algún lugar del hermoso Perú, nos volvemos<br />

a encontrar otra vez con las loncheras en los<br />

pasillos, otra vez el cajón de Chebo, los almuerzos<br />

de Marina, otra vez los compañeros y las compañeras,<br />

los amigos y las amigas de mi hijo Lorenzo.<br />

Mi texto escrito tantas veces esta vez tiene<br />

que ser corto: mi amor por esta escuela no lo puedo<br />

describir. Melissa, te admiramos, sentimos orgullo<br />

de ti, nos pusimos tu camiseta y sin dudar yo<br />

nadé, floté y viajé en este océano. Impregnaste el<br />

colegio con inteligencia, coraje, integridad y feminidad.<br />

A la distancia o en cercanía, tú abrazas.<br />

A los tutores y profesores del colegio, les agradecemos<br />

todo su cariño y todo el trabajo puesto<br />

en la vida de los alumnos y las alumnas. Al personal<br />

de limpieza, mis amigas de las tardes, muchas<br />

gracias. A mi querida Isabel, gracias. A los porteros,<br />

gracias por sus bienvenidas y adioses. Un especial<br />

agradecimiento a Fabio por querer así a Lorenzo<br />

de esa manera única: él ira por la vida con tus consejos<br />

y los recuerdos buenos.<br />

He tenido la oportunidad de compartir secretos<br />

con algunas mamás o papás y me sobrecoge la intensidad<br />

de sus dudas, la más importante es si sus<br />

hijos tienen amigos, y ese es un mundo inmenso<br />

que depende de ellos y se da en la escuela.<br />

Javier y yo nos sentimos privilegiados por tener<br />

la oportunidad de decirle a toda la promoción<br />

de Quinto que son hermosos y hermosas. Sigan<br />

adelante tal como son, quieranse, cuídense entre<br />

ustedes y dense la oportunidad a la salida del colegio<br />

de conocer a aquellos a los que les fue difícil<br />

acercarse.<br />

Para esta familia, el colegio Los Reyes Rojos es<br />

como la casa del árbol que, en medio del bosque<br />

oscuro, al acecho de los duendes, construimos a<br />

modo de refugio.<br />

Natalia Otero<br />

Mamá de Lorenzo Gutiérrez<br />

21


Tres<br />

años<br />

Los pequeños de Inicial nos presentan<br />

autorretratos, dibujos de sus animales favoritos<br />

y dibujos de la figura humana. También se<br />

animan a contarnos qué prefieren hacer cuando<br />

están en el colegio y cuánto les ha gustado<br />

volver; y finalmente, nos explican<br />

cómo cuidar el agua y a los animales<br />

en peligro de extinción.<br />

Autorretrato. Amelia Gamboa<br />

Mariquita. Paula del Río<br />

¿Qué es lo que te gusta hacer<br />

cuando estás en el colegio?<br />

Autorretrato.<br />

Zsa Zsa López de Romaña<br />

Me gusta jugar en el arenero con la palita morada y con<br />

mis amigas.<br />

Illary Benítez<br />

Jugar en el arenero y correr por todo el patio con mis<br />

amigos.<br />

Luis Ignacio Abanto<br />

Hay juguetes y juego con Amelia y con Francisco en el<br />

patio.<br />

Noah Guevara<br />

Me gusta jugar en la casita de muñecas con Antonia y<br />

bajar por la resbaladera en el tobogán.<br />

Dana Palacios<br />

Mariposas. Illary Benítez<br />

Me gusta el patio de juegos. Juego con Chiara en la<br />

resbaladera.<br />

Almudena Miranda<br />

22


Mariquita. Thiago Guevara<br />

Autorretrato. Almudena Miranda<br />

Autorretrato. Marina Gibbon<br />

Juego a resbalarme en el tobogán de madera y con<br />

todos los amigos a los que les gustan los bloques. Ahí<br />

jugamos con los animales y les hacemos casitas.<br />

Manuel Villalobos<br />

Jugar en la mesa blanca con los animalitos de juguete.<br />

Juego con Francisco.<br />

Paula del Río<br />

Juego en el arenero con los juguetes y con mi hermana<br />

Chiara.<br />

Piero Malatesta<br />

Me gusta jugar en la casita calata con mi amiga<br />

Almudena. ¡Nos trepamos!<br />

Marina Gibbon<br />

Dinosaurio. Luis Ignacio Abanto<br />

Me gusta jugar con la arena en el arenero grande y<br />

jugar con Amelia , con Paula y con todos.<br />

Thiago Guevara<br />

Me resbalo mucho en la resbaladera con Marina y con<br />

Illary, también juego en las casitas calatas del otro<br />

patio.<br />

Amelia Gamboa<br />

Prefiero jugar con la arena, con los animalitos, con<br />

las palitas y con mis amigos. Me gustó el perrito de<br />

Luciana y el de Almudena.<br />

Chiara Malatesta<br />

En el parque. Dana Palacios<br />

23


Autorretrato. Francisco Silva<br />

Autorretrato. Luciana Silva<br />

Me gustó jugar con Francisco, con Paula y con Zsa Zsa<br />

a que dormimos en la cocinita de juguete y hacemos<br />

como una casita.<br />

Luciano Tovar<br />

Me gusta hacer los trabajos con Daneysis en el patio<br />

con mis amigos y amigas. También los trabajos con<br />

Tania y bailar mucho con Chebo. Me gusta el colegio.<br />

Luciana Silva<br />

Me gusta todo: jugar en las casitas calatas, ahí me<br />

trepo; en la casita de juguete con las muñecas; y con<br />

los camiones en el arenero y en el patio.<br />

Zsa Zsa López de Romaña<br />

Mariquita. Manuel Villalobos<br />

Pollito. Piero Malatesta<br />

Pollito. Noah Guevara<br />

24


Mi mamá. Emiliano Aragón<br />

A mí me gusta jugar con Dana en la casita de muñecas<br />

con los bebés. Les damos de comer y los hacemos<br />

dormir.<br />

Antonia Joseph<br />

La cocinita me gusta. Preparo la comida con Luciano y<br />

con Francisco, comemos y le invitamos a Mónica.<br />

Emiliano Aragón<br />

Los bloques de madera me gustan más. Construyo con<br />

Luciano casitas para los animalitos marinos y castillos<br />

con puntas y curvas grandes.<br />

Francisco Silva<br />

Mi familia. Luciano Tovar<br />

Mariposita. Chiara Malatesta<br />

Autorretrato. Antonia Joseph<br />

25


Cuatro años<br />

Adivinanzas<br />

Es pequeña o grande,<br />

tiene ocho ojos y ocho patas.<br />

¿Quién es?<br />

Respuesta: La araña<br />

Luca Bianchi<br />

Es un animal que tiene cuatro patas.<br />

Una espalda que tiene una curva o más<br />

curvas y es herbívoro.<br />

¿Quién es?<br />

Respuesta: El camello<br />

Benicio Saavedra<br />

Tiene una cabeza con<br />

dos ojos, dos orejas y<br />

una nariz;<br />

tiene dos brazos y<br />

dos manos, tiene dos<br />

piernas y dos pies.<br />

¿Quién es?<br />

Respuesta: Soy yo<br />

Es un vehículo todo terreno y es grande.<br />

Su nombre empieza con el sonido “ha”.<br />

Respuesta: La Hummer<br />

Matteo Calmet<br />

Jorge López<br />

Es un animal que tiene<br />

dos orejas largas, tiene<br />

cuatro patas y es rosado.<br />

¿Quién es?<br />

Respuesta: El conejo<br />

Sophie Buckley<br />

Es una tortuga en el mar que un día se perdió y se<br />

encontró con otras tortugas y encontró a sus papás y<br />

los abrazó, pero no sabía cómo abrazarlos porque sus<br />

patas eran muy grandes.<br />

Matilda Declercq<br />

26


Es un transporte que tiene dos llantas, ventanas<br />

y un señor siempre lo conduce. ¿Qué es?<br />

Respuesta: Un carro<br />

Tomás Rodríguez<br />

Siempre usa ropa verde y se parece mucho<br />

a un humano.<br />

¿Quién es?<br />

Respuesta: Ninja verde<br />

Tiene dos ojos, dos<br />

orejas y una boca,<br />

tiene cuatro patas y<br />

siempre juega con un<br />

hueso.<br />

¿Quién es?<br />

Respuesta: El perro<br />

Mora Escobal<br />

Teodoro Prieto<br />

Animales<br />

Es un gato que está caminando hacia su casa con<br />

sus dueños porque lo habían encontrado con sus<br />

otros amigos gatos.<br />

Felipe Massa<br />

El león estaba buscando alimento porque tenía<br />

hambre. También buscaba un río para tomar agua.<br />

Oscar Ibáñez<br />

27


Es una jirafa que está corriendo<br />

solita por toda la selva y el cielo<br />

está brillando para que ella se guíe<br />

y el sol también alumbra para que<br />

vea su camino.<br />

Ainhoa Coll<br />

A mi pony Emmy le encanta comer<br />

grass. Es muy tierno y cariñoso. Vive<br />

en el campo de Cajamarca y sabe hacer<br />

amigos muy rápido. Es marrón claro y<br />

sus ojitos son azules.<br />

Sabina Cragg<br />

Este pollito está por el jardín<br />

y va volando por el océano.<br />

Después, se fue a picotear a<br />

mi papá.<br />

Vasco Vílchez<br />

Figura humana<br />

Estoy en mi casa que es de color<br />

rosada y estoy jugando con Nina<br />

con mis peluches.<br />

Ana De los Ríos<br />

Soy yo y estoy mirando el cielo. Hay<br />

muchas nubes y es un día soleado.<br />

Amaranta Soto<br />

Ese soy yo y dibujé todas las<br />

partes de mi cuerpo, primero<br />

hice mi cabeza, luego mi polo<br />

y el pantalón.<br />

Mateo Peirano<br />

28


Me dibujé peleando como un<br />

ninja verde porque de grande<br />

quiero ser un ninja como el de<br />

Ninjago. Usé muchos colores con<br />

agua.<br />

Aaron Allemant<br />

La niña del dibujo soy yo. Estaba<br />

detrás de un arcoíris y me estaban<br />

tomando fotos y después fui a<br />

caminar y luego vi muchos arcoíris<br />

más.<br />

Paulina Gubbins<br />

Esa niña soy yo. Voy de camino a mi<br />

casa y mi papá me está esperando<br />

para almorzar.<br />

Micaela Guerra<br />

Soy yo y estaba jugando con Maia y<br />

Luana en el parque con la pelota.<br />

Samantha Ballen<br />

Es un niño que se llama Pietro<br />

y luego se fue al parque y se<br />

encontró con un arcoíris y todas<br />

las cosas eran de arcoíris. Al final,<br />

el niño también se convirtió en<br />

arcoíris.<br />

Pietro Tarazona<br />

Soy yo bailando en un bosque<br />

oscuro y luego vino la luz porque<br />

salió el sol y seguí bailando.<br />

Vasco Vera<br />

Soy yo caminando encima de un cerro.<br />

Había una tienda de ropa y compré un jean,<br />

una camisa de manga larga y un polo de<br />

tiburón que me gustó.<br />

Noah Sánchez<br />

29


Cinco años<br />

¿Por qué están los animales<br />

en peligro de extinción?<br />

Los animales están en peligro de extinción porque<br />

existen personas que no los cuidan. Además, su hábitat<br />

está contaminado con desperdicios y envolturas.<br />

Emiliano Sipión<br />

Cuando investigué el mono choro, me enteré de que es<br />

un animal en peligro de extinción porque están talando<br />

árboles, que es el lugar donde viven. En esos árboles<br />

hay plátanos y los monos no los encuentran, porque las<br />

personas están destruyendo su hábitat.<br />

Mateo Aramburú<br />

Esta señal sirve para que todas las<br />

personas sepan que no se puede talar<br />

árboles.<br />

Ítalo Mori<br />

Acá he dibujado al gato de los Andes, para que las<br />

personas sepan que está prohibido cazarlo.<br />

Valentino Dacal<br />

Acá hay un gato andino para que las otras personas<br />

sepan que tienen que existir y que no los pueden<br />

cazar.<br />

José Ignacio Melgar<br />

Les cuento que a mí me gustó saber sobre el gato de<br />

los Andes. Hay personas que no los cuidan, tampoco<br />

protegen su hábitat, lo están destruyendo y por eso<br />

es que algunos animales están en peligro de extinción.<br />

Nosotros vamos a cuidar su casita; cuando viaje, tendré<br />

mucho cuidado.<br />

Joaquín Ponce<br />

El gato de los Andes está en peligro de<br />

extinción porque los cazadores, que<br />

son personas equivocadas, lo cazan o<br />

destruyen su hábitat. Yo pondría señales<br />

para protegerlos y que puedan vivir libres<br />

en su hábitat sin estar asustados.<br />

Facundo Abanto<br />

30


Es un delfín rosado atrapado que debería estar<br />

libre. Es lo que no deben hacer las personas.<br />

Lea Davelouis<br />

Es un árbol tachado, para que sepan que está<br />

prohibido talar los árboles.<br />

Caetano Guerrero<br />

Los animales son salvajes y hermosos, pero algunos pueden extinguirse<br />

rápido porque no los cuidan. Necesitamos ayuda para cuidarlos mejor a todos.<br />

Tiziana Bobbio<br />

¿Cómo cuidas el agua?<br />

En mi casa cuidamos el agua:<br />

nos bañamos poco tiempo<br />

y cuando nos enjuagamos<br />

los dientes cerramos el<br />

caño. Hicimos un afiche para<br />

que todas las personas se<br />

enteren del cuidado del agua<br />

y lo puse en mi edificio.<br />

Noah Tijero<br />

Fidel Castagnino<br />

Gabriel Espinoza<br />

Cuidar el agua es cerrar<br />

el caño cuando no es<br />

necesario que esté abierto.<br />

He aprendido a bañarme en<br />

solo dos minutos para no<br />

desperdiciar el agua.<br />

Valentino Sarfaty<br />

Yo cuido el agua porque me baño cinco minutos. No me gusta gastar agua<br />

porque si no, no llega a todas las personas. Que los tanques Rotoplast sigan<br />

trabajando para todo el mundo y sin gastar agua.<br />

Emilio Ahrens<br />

Cuido el agua no usándola tanto. También es bueno reutilizar el agua: lavo las<br />

frutas y las verduras y luego la reutilizo para regar las plantas.<br />

Celeste Forns<br />

Tenemos que cuidar el agua<br />

porque todas las personas,<br />

animales y plantas la<br />

necesitan para vivir.<br />

Darío O’Brien<br />

31


Gracia Saco Illari Saldaña Catalina Aguinaga<br />

¿Qué te ha gustado más<br />

de regresar al colegio?<br />

Me gusta venir al colegio, jugar a los cookies en la<br />

resbaladera, jugar en la casita con las bebés, en la<br />

cocinita y correr mucho con Gracia y con Emilio.<br />

Salvador Luza<br />

Estoy jugando con los legos y con mis amigos en<br />

el colegio.<br />

Leonardo Flores<br />

Soy yo jugando en la resbaladera con mis<br />

amigos.<br />

Kenzo Sakamoto<br />

Venir al colegio es muy divertido. Siempre hacemos<br />

dibujos y corremos mucho, puedo traer mi carrito para<br />

jugar. Me gusta jugar con el águila y con mi amigo<br />

Emilio.<br />

Bruno Mancilla<br />

32


Me gusta jugar con Maya en el arenero, hacer un<br />

castillo gigante para decorarlo con todos los juguetes.<br />

También las clases de Arte porque me gusta dibujar y<br />

pintar.<br />

Micaela Lumbreras<br />

Me gusta venir al colegio para tener la clase de Arte,<br />

es diferente a tenerlo en la computadora, en el colegio<br />

es mejor. También me gusta jugar con Catalina y<br />

resbalarnos en el tobogán.<br />

Talía Piqueras<br />

Somos mis amigas y yo jugando con los<br />

animales.<br />

Victoria Silva<br />

Estoy con mis amigos en la resbaladera.<br />

Samanta Sanseviero<br />

Somos Gracia, Josito y yo jugando fútbol en<br />

el patio.<br />

Arantxa Vassallo<br />

Estoy haciendo una montaña gigante con<br />

toda la arena. Cuando se estaba cayendo,<br />

vino Kenzo y me ayudó.<br />

Maya Lumbreras<br />

Venir al colegio es lo mejor. Jugamos todos, ahora he<br />

conocido más a Celeste, antes no la conocía y me gusta<br />

jugar con ella. Además, cuando hacemos fichas en el<br />

salón, me salen mejor en el colegio. Ya no quiero tener<br />

clases en mi casa.<br />

Minna Zlatar<br />

33


Este año, Primaria nos regala fotos,<br />

cuentos, trabalenguas y poesías<br />

de varios tipos: desde rimas hasta<br />

haikus. Y además, nos ofrecen<br />

autorretratos y lindos dibujos de<br />

animales.<br />

Primer<br />

grado<br />

Va por el agua y no tiene motor. Avanza con el viento y<br />

tiene una gran manta. ¿Qué es?<br />

Respuesta: El velero<br />

Fernando Belaunde<br />

Tiene una oreja pequeña y una grande. Su boca te corta y su<br />

pico es frío. ¿Qué es?<br />

Respuesta: Las tijeras<br />

Umberto Kitamoto<br />

El pez espada vigilando el mar.<br />

Guillermo Montesinos<br />

El mamut naranja. Enzo Malatesta<br />

Escalo un árbol, soy enano, mi pelo es gris y mi comida<br />

favorita es la hoja de eucalipto ¿Quién soy?<br />

Respuesta: El koala<br />

Vasco Escandón<br />

Nada tranquilo, tiene filas de dientes, aletas y come<br />

peces. Y es carnívoro. ¿Quién es?<br />

Respuesta: El tiburón<br />

Axel Griffiths<br />

El monstruo de la noche. Mateo Mancilla<br />

El zorrito<br />

Había una vez un zorrito que no podía saltar ni correr<br />

tan rápido, así que cuando iba a la escuela se sentía un<br />

poco triste porque él no podía saltar tan alto ni correr<br />

tan rápido como sus otros amigos.<br />

34


Así que cada vez que iba a su casa le preguntaba a su<br />

mamá: ¿por qué no puedo saltar tan alto ni correr tan rápido?<br />

Su mamá le dijo: tú eres pequeño, tú te adaptaste<br />

para ser pequeño y si quieres te puedo poner una inyección<br />

para que crezcas más grande. Y el zorrito aceptó. Y<br />

le pusieron la inyección, pero ahora estaba muy grande.<br />

Medía un metro y ochenta centímetros.<br />

Los otros zorros preguntaron: ¿por qué es tan grande?<br />

Y él contestó que le habían puesto una inyección para<br />

que sea más grande. Se lo preguntaron porque antes<br />

era muy pequeño.<br />

El zorrito tenía algunos problemas porque cuando atravesaba<br />

alguna puerta se chocaba. Y ahora podía saltar<br />

súper alto. Y sus amigos no. Entonces le pusieron otra<br />

inyección para que sea un poco más pequeño. Ahora el<br />

zorrito estaba exactamente como sus amigos. Exactamente<br />

igual, del mismo tamaño. Y se quedó feliz porque<br />

ya todos corrían a la misma velocidad y saltaban igual<br />

de alto.<br />

Mi mamá<br />

Mi mamá es cariñosa<br />

como una osa<br />

y dientona<br />

como una ratona.<br />

Irene Torrejón<br />

Cuando el sol se levanta<br />

Cuando el sol se levanta los pájaros cantan,<br />

los jardines florecen y las ardillas aparecen.<br />

Vuelan las mariposas que en las flores se posan.<br />

Los pétalos bailan perfumando el día.<br />

¡Qué linda es la naturaleza!<br />

¡Todo es alegría!<br />

Charo Borello<br />

Bastian Lara<br />

El gato Garabato<br />

El gato Garabato es de color negro y tiene una estrella<br />

en la espalda. Su color favorito es el blanco y su comida<br />

favorita es el bacalao de aguas profundas. Salta muy<br />

alto y tiene cuatro amigos gatos. Cuando el gato Garabato<br />

tiene hambre, va a un restaurante de gatos. Vive<br />

en el árbol de un parque.<br />

Camilo Quintana<br />

La naturaleza. Alma Aguado<br />

La tortuga marina de Los Lobitos. Joaquín Carvallo<br />

Manto paracas. El manto del león de las tumbas.<br />

Laura Mélinchon<br />

35


La naturaleza<br />

Las aves cantan agudo<br />

y el viento sopla fuerte.<br />

El agua me gusta,<br />

los patos se asustan.<br />

Paula López Hurtado<br />

Los dragones<br />

Los dragones cocinan<br />

porque les gusta comer.<br />

Hacen bromas por doquier.<br />

Son calientes y felices<br />

comiendo perdices.<br />

Soy yo. Francisco Lamadrid<br />

Mi mascarilla y yo. Leandro Coronado<br />

Constanza Blotte<br />

Emilia<br />

Emilia es una princesa<br />

y es una belleza.<br />

Baila y canta<br />

cuando se disfraza con una manta.<br />

Tiene largos rulos<br />

pero se le hacen muchos nudos.<br />

Emilia busca toros<br />

y se encuentra grandes tesoros.<br />

Emilia León<br />

Al atardecer<br />

Al atardecer veo el sol caer<br />

y la luna fosforecer.<br />

Admiro el atardecer<br />

y sus colores aparecer.<br />

Tonos de rojo y anaranjado<br />

yo me quedo admirado<br />

cuando al atardecer<br />

veo el sol caer.<br />

Jerónimo Naters<br />

Entre todos los sabores<br />

Fresa, frambuesa, cereza.<br />

Hay uno que me gusta más.<br />

No es fresa, no es frambuesa ni cereza.<br />

¡Es maracuyá!<br />

¿Por qué me gusta tanto?<br />

Te lo digo en un canto.<br />

Cuando yo estaba en la barriga de mamá,<br />

yo nadaba y nadaba sin parar.<br />

Y a veces me gustaba a mí pedir,<br />

un helado muy sabroso para mí.<br />

Lois Calvo<br />

Narval nadando en el mar. Facundo Dávila<br />

Los dos Octavios. Octavio Gamboa<br />

36


El mar<br />

El mar brilla con el reflejo<br />

del sol,<br />

me encanta su color y su<br />

olor.<br />

Sus aguas tan frías<br />

me refrescan de día.<br />

El mar me hace sentir una<br />

gran alegría.<br />

Vera Marrou<br />

Yo en la noche. Camilo Adrianzén<br />

Yo en el amanecer. Julieta Sagasti<br />

El gato guerrero<br />

Yo tengo un gatito que es guerrero<br />

tan fuerte que parece de hierro.<br />

A veces se asusta un poco<br />

y se comporta como un loco.<br />

Pero siempre está conmigo<br />

porque es mi mejor amigo.<br />

La playa<br />

Yo vivo en la playa,<br />

me gusta el mar<br />

y con mis amigos jugar.<br />

Contemplo el atardecer<br />

admirando con placer<br />

al sol caer.<br />

El universo<br />

Qué grande es el universo,<br />

lo admiro sin parar.<br />

Muchos planetas y estrellas<br />

yo puedo admirar.<br />

Vincenzo Modonese<br />

Octavio Larco<br />

Aurelio Castagnola<br />

Los gatos<br />

Qué lindos los gatos,<br />

les gusta maullar.<br />

Su suave pelo<br />

me gusta acariciar.<br />

Qué lindos los gatos<br />

Yo quiero uno adoptar<br />

y con él jugar.<br />

Vania Contreras<br />

Tiburón ballena comiendo peces. Salvador Gubbins<br />

37


Segundo<br />

grado<br />

El león y los tres osos<br />

Un día León, durmiendo en el campo, escuchó el sonido<br />

de unos peces y se levantó, fue a investigar y encontró<br />

un lago lleno de peces. Sacó su caña de pescar y pescó<br />

cincuenta peces. Se comió quince, su mascota Tricip<br />

quince más y quedaron veinte para el camino.<br />

En la noche, se perdieron en el bosque y escucharon un<br />

ruido raro que venía de una cueva profunda que decía:<br />

“vengan, veeengaan” y como eran valientes fueron a<br />

investigar. Encontraron a una mamá dinosaurio que<br />

tenía un huevito y no tenían qué comer, entonces León<br />

fue a buscar leña para hacer una fogata y cocinar los<br />

peces.<br />

Todos comieron y pasaron una linda noche juntos.<br />

Blas García<br />

Ale y los monos locos<br />

Bonita mariposa. Valeria Ormachea<br />

La lluvia<br />

Érase una vez un pequeño pueblo cerca de Cusco. Mía,<br />

una niña de Lima, llegó a visitar ese pueblo. Ella nunca<br />

en su vida había visto llover pero sabía que cuando<br />

venían las nubes de color gris la lluvia se acercaba. Un<br />

día no se dio cuenta de que las nubes estaban más<br />

grises que nunca y empezó a llover muy fuerte. Mía se<br />

asustó mucho y fue a buscar a su mamá, ella le explicó<br />

lo que pasaba y Mía entendió. Desde entonces ella no<br />

tuvo miedo a la lluvia y fue muy feliz.<br />

Maia Perla<br />

Había una vez una niña llamada Ale que viajó a la selva<br />

con sus padres en avión. Pero el avión cayó en medio<br />

de la selva y rescataron a todos menos a Ale.<br />

Ale, asustada, se trepó a un árbol y encontró muchos<br />

monos locos. Los monos, sorprendidos al verla,<br />

se acercaron poco a poco haciendo piruetas y Ale<br />

comenzó a reírse. Uno de ellos, el más pequeño, le dio<br />

una fruta y se hicieron amigos. Nadie le hizo daño y la<br />

cuidaron como a un mono pequeño. Vivieron muchas<br />

aventuras, ella aprendió a trepar árboles y coger frutas<br />

y los monos locos remedaban lo que hacía Ale.<br />

Hasta que a los tres días fue rescatada sana y<br />

salva. Los padres de Ale estaban muy felices y en<br />

agradecimiento a los monos locos, les regalaron<br />

muchas frutas deliciosas.<br />

Luciana Ramos<br />

Yo sonriendo. Paz Velásquez<br />

38


Así soy yo. Amaru Maquet<br />

El arcoíris y yo. Adrián Bryce<br />

El pollito volador<br />

En un pueblo muy lejano había un pollo que podía<br />

volar y se llamaba Polllito. Por eso lo pusieron en<br />

una jaula.<br />

Un día llegó un pájaro mensajero a darle una notita<br />

y esta decía que harían pollo a la brasa con él.<br />

Entonces, el pájaro mensajero le dio una llave y el<br />

pollo salió de la jaula.<br />

Desde ese día fueron mejores amigos para siempre.<br />

Gabriel Vidal<br />

Llamita, llamita<br />

Llamita, llamita,<br />

llamita mía<br />

dame calorcito<br />

de noche y de día.<br />

Con tu lanita puedo tejer<br />

una chompita<br />

y un chullo también.<br />

Andrea Pestana<br />

El tiempo<br />

El tiempo<br />

vuela como el viento<br />

sin un rumbo fijo.<br />

El tiempo<br />

es imparable<br />

siempre avanza<br />

sin detenerse.<br />

Bernardo<br />

Portocarrero<br />

Búho negro. Lara Malachowski<br />

Gato azul. Amaro Miranda<br />

39


Libre<br />

Libre es muy loquilla<br />

ataca a los insectos<br />

¡qué pesadilla!<br />

Le gusta dormir<br />

le gusta correr.<br />

Libre es muy chismosilla<br />

observa a sus hermanos<br />

sus ojos brillan.<br />

Le gusta comer<br />

le gusta correr.<br />

El ave fénix<br />

Yo, el ave fénix<br />

que fuego dejo al volar,<br />

cada vez que muero<br />

vuelvo a renacer<br />

y con mis llamas<br />

vuelvo a reinar.<br />

Cristóbal Declercq<br />

Campo de colores. Santiago Diez Canseco<br />

Emilia Castro<br />

Mis amigos<br />

Mis amigos son grandiosos<br />

los cuatro jugamos Minecraft y Angry birds<br />

construimos un castillo<br />

con tanques y cañones,<br />

Mis amigos son divertidos<br />

a Santiago le gustan las espadas<br />

a Gabriel los dinosaurios<br />

y a Aurelio los videojuegos.<br />

Juntos tenemos aventuras.<br />

Leonardo Lumbreras<br />

Llamadrilo. Amaru Del Valle<br />

Corriendo del cocodrilo. Aurelio Carrillo<br />

Gatipollo. Henar Guzmán<br />

40


La comida feliz<br />

Mi comida favorita<br />

es la papa frita<br />

también me gusta la hamburguesa<br />

y el helado de fresa,<br />

los donuts y las galletas<br />

me las como en mi camioneta.<br />

La malteada de fresa<br />

¡Qué rica es esa!<br />

Le digo ¡hola! a la Coca Cola<br />

y ¡hasta lueguito! a mi sanguchito.<br />

Maia Escobal<br />

Mi Perú<br />

Yo en la tempestad. Julián Aller<br />

Mi Perú, mi país<br />

es hermoso sin igual.<br />

Su sierra y sus verdes campiñas<br />

nos regalan aire puro para respirar.<br />

Su costa y sus ricas playas<br />

nos relajan<br />

y su selva nos alegra con su música.<br />

Por eso te quiero, mi Perú<br />

y te llevo en mi corazón.<br />

Benjamín Cragg<br />

Peces nadando en agua de colores. Illari Sánchez<br />

Ramona<br />

Tus ojos me hacen brillar<br />

tu pelo me mantiene calientito<br />

contigo me gusta jugar<br />

yo te quiero<br />

y tu también un poquito.<br />

Me haces reír<br />

y con tu baile<br />

me haces divertir.<br />

Eres celosa y graciosa<br />

me sorprendes por ser curiosa.<br />

Facundo Márquez<br />

León de colores. Cristóbal Alexander<br />

41


Spinosaurus en colores. Gael Palma<br />

Mi hermana y yo<br />

Pensando. Marcelo Uccelli<br />

Mi hermana y yo<br />

somos buenas amigas<br />

cuando jugamos juntas<br />

nos hacemos preguntas.<br />

Me calma cuando estoy molesta,<br />

y cuando está triste o confundida,<br />

la abrazo y le digo<br />

que siempre estaremos unidas.<br />

Leia Peirano<br />

Salamandra. Isabel Cabrera<br />

Campo de flores.<br />

Nina Bueno de Mesquita<br />

Basilisco. Matías Rouillon<br />

42


Tercer<br />

grado<br />

Martina traía una tina, la tina tenía agua fría, de pronto<br />

su tía, que en todo se metía, rompió su tina de agua<br />

fría.<br />

Martina Márquez<br />

Emilio el elefante, parado en el estante, escapa del<br />

estante con otros elefantes. Emilio el elefante empuja<br />

el estante, encuentra una esmeralda y la tira al<br />

estanque.<br />

Emilio Massa<br />

Asiri Mujica<br />

María vivía en una simple casita. María tenía una<br />

pequeña gatita. María quería hacer una casita. María<br />

quería hacer su casa de una simple latita. María quería<br />

a la pobre gatita. María terminó su trabalengüitas.<br />

María Peirano<br />

Luka Page<br />

Samira compró una sandía, Samira compró una<br />

soguilla, la soguilla para saltar y la sandía para comer.<br />

Sin sumi sapa Samira cortó la sandía. Sicu sara safa y<br />

Samira se sentó en una silla a comer su sandía.<br />

Emma Arce<br />

Azul Peirano<br />

Zafira se comió una sandía a mediodía al lado de su tía<br />

que mucho la consentía mientras comían sandía.<br />

Julieta Ramos<br />

43


Yago Rafael Alejandro Montero Matías López<br />

De color marrón lo verás. Muy rico será ese<br />

pastel si lo partes por la mitad, una explosión de<br />

dulzura saldrá. ¿Qué soy?<br />

Respuesta: La torta de chocolate<br />

Juan Francisco Fernández<br />

Doy vueltas y vueltas sin parar. Aunque me<br />

quedo en el mismo lugar, el tiempo me hace<br />

cambiar y lo haré sin cesar. ¿Quién soy?<br />

Respuesta: El reloj<br />

Mía Saco<br />

Tiene cuatro esquinas, sus lados son iguales. No<br />

es un dado, qué duda me ha dado. ¿Qué es?<br />

Respuesta: El cuadrado<br />

Camila Piqueras<br />

Vasco Vásquez<br />

El dragón<br />

¡Ay! dragón, tú que vuelas muy alto<br />

te camuflas en el cielo y nadas rápido.<br />

Tú que eres misterioso, inteligente y noble<br />

colorido como el agua y ágil como la liebre.<br />

Cómo puedes ser tan majestuoso y bonito como<br />

el oso<br />

¡Ay! tan robusto eres que cuando te veo<br />

me desmayo y me desespero.<br />

Maia Asencios<br />

Catalina Ortiz<br />

44


El oso panda<br />

El oso panda es mi amigo<br />

y si lo consigo<br />

quiero que esté conmigo.<br />

Es un tierno osito<br />

y muy comelón<br />

le gusta estar en su sillón<br />

y es suavecito,<br />

pero gruñón.<br />

Julieta Barragán<br />

La gata<br />

Tú, qué duermes doce horas<br />

y trepas como un lince<br />

vas rápido como un colibrí<br />

tan cariñosa y hermosa.<br />

Tú, que duermes doce horas<br />

y trepas como un lince<br />

vas rápido como un colibrí<br />

y te cubres con tus pelos de rubí.<br />

Fátima De Gennaro<br />

El conejo<br />

Tu colita tan suave<br />

y tus orejas tan largas<br />

hermosas y brillantes<br />

comes zanahoria.<br />

Te asustas muy rápido<br />

y cuando hacen mucho ruido<br />

te sientes perdido<br />

que a veces no tiene sentido.<br />

Victoria Cillóniz<br />

Adriana Rivera<br />

Julia Horna<br />

La osa<br />

Tú, peluda y fuerte<br />

Tú, salvaje y muy grande<br />

grande como un elefante.<br />

Tú, tan bonita como una flor<br />

hermosa y marrón<br />

con unos ojos grandes y negros<br />

con unas lindas y redondas orejas.<br />

Tú, tan esponjosa y rechoncha.<br />

Julieta Krumdieck<br />

El guepardo<br />

Fabiana Reyes<br />

Mi amarillo manchas, rápido, ágil y sigiloso.<br />

Mi amarillo manchas gira muy rápido en búsqueda de su presa.<br />

Mi amarillo manchas come roedores y antílope para no morir<br />

y recargar energía.<br />

Así seguir siendo más rápido y fuerte.<br />

Emilio López<br />

45


El pollito<br />

Los pollitos en el heno están comiendo su maíz,<br />

con su color amarillito el granjero no los vio salir.<br />

Un pollito escondido en el heno dijo “pío pío”<br />

y el granjero se asustó.<br />

Cuando los pollitos salieron<br />

el granjero los acarició,<br />

suavecitos son como la niebla de la mañana<br />

y así se quedó mirando el horizonte.<br />

Diego Mélinchon<br />

El milagro de los dinosaurios<br />

Había una vez un dinosaurio que se llamaba Dino<br />

Trueno. Una noche vio una estrella fugaz, pero no<br />

era una estrella sino un meteorito. Al verlo, todos<br />

los dinosaurios se alarmaron y salieron corriendo.<br />

Dino Trueno tuvo una gran idea: armar un fuerte,<br />

pero solo entraban diez dinosaurios y su mamá.<br />

Al ver que solo entraban diez, llamó a todos los<br />

dinosaurios pequeños para armar un fuerte más<br />

grande, pero no lograron que los dinosaurios<br />

adultos entren en él. A un día de que el meteorito<br />

llegara a su planeta Tierra, los dinosaurios<br />

pequeños salieron del fuerte que ellos habían<br />

construido y se encontraron con una sorpresa.<br />

Todos los padres habían construido dos fuertes<br />

treinta veces más grandes que ellos. Esto permitió<br />

que el meteorito no les haga daño y vivieron felices<br />

por siempre.<br />

Thiago Escandón y Pedro Hinojosa<br />

Mariano Flores<br />

Sebastián Gonzales<br />

Ramiro Franco<br />

46


Cuarto grado<br />

La desaparición de John<br />

Había una vez un grupo de amigos de once años que se<br />

llamaban Megan, Missy y John. Ellos eran muy amigos,<br />

así como sus padres lo fueron de chiquitos, aunque<br />

ahora ya no se vieran. Iban al mismo colegio y casi<br />

nunca faltaban porque les gustaba estar juntos en el<br />

recreo, conversar y jugar zapatito roto. Un día llegó a<br />

la escuela un nuevo maestro de cabello marrón y ojos<br />

verdes llamado Ángel. Enseñaba defensa personal y<br />

era muy estricto, pero John pasaba mucho tiempo con<br />

él porque tenía clases de refuerzo por las tardes.<br />

Un día John dejó de ir al colegio y sus amigas se<br />

preocuparon mucho. Megan y Missy fueron donde el<br />

nuevo maestro y le preguntaron por John porque la<br />

última vez que lo vieron fue con él. Ángel les dijo que<br />

John se había ido de viaje, pero a ellas les pareció que<br />

era mentira porque sabían que su mamá le tenía miedo<br />

a los aviones y nunca se había subido a uno. Las niñas<br />

se preocuparon y comenzaron a investigar al profesor.<br />

Se metieron a su oficina, buscaron entre sus cosas y<br />

encontraron fotos de cuando John era bebé. También<br />

había una maleta con ropa de su amigo. Al ver todo<br />

esto corrieron al teléfono y llamaron a la policía. Cuando<br />

llegaron los policías al colegio con sus luces y sirenas,<br />

todos salieron por las ventanas a mirar lo que sucedía.<br />

Los policías acorralaron al maestro, lo sentaron<br />

en una silla y lo comenzaron a interrogar. Ángel dijo<br />

la verdad, una verdad que no había querido contar<br />

porque estaba esperando que John se sintiera listo<br />

para compartir la noticia con sus amigos. Les explicó<br />

que él era el padre de John y que no lo conocían porque<br />

se fue de viaje cuando era un bebé. En realidad John<br />

nunca se fue de viaje, simplemente no había ido a<br />

la escuela porque al descubrir quién era su padre se<br />

había sentido triste y feliz a la vez y no había podido<br />

dormir en toda la noche. Finalmente, John se vio<br />

con sus amigas y estuvieron muy felices e incluso<br />

organizaron una fiesta donde todos sus papás se<br />

reencontraron.<br />

Salvador Fernández, María O´Brien<br />

y Keira Sánchez<br />

Aryuna Chirinos<br />

Uma Tola<br />

47


Inés Aller<br />

Borja Sarmiento<br />

La princesa detective<br />

Había una vez una princesa que siempre se metía en<br />

problemas y nunca se daba cuenta. Se llamaba Brujomi<br />

y vivía en un palacio en un lugar muy muy lejano.<br />

Su sueño era ser detective, ella quería investigar el<br />

mundo pero como era princesa tenía que hacer sus<br />

deberes reales y no la dejaban salir de su pueblo. Pero<br />

una noche ella se escapó de su torre utilizando su<br />

cabello.<br />

Brujomi se dirigió al bosque y ahí se encontró con<br />

unos señores que eran detectives y buscaban una<br />

chica que los ayude en sus investigaciones. Ella pensó<br />

que podría ayudar a los señores porque tenía la técnica<br />

de enterarse de todo sin que nadie se diera cuenta.<br />

Lo lograba siendo sigilosa, flexible, astuta y precavida.<br />

Los detectives la aceptaron con la condición de que<br />

superara una prueba.<br />

La prueba consistía en encontrar la gema más<br />

valiosa del mundo. Siguió todas las pistas y encontró<br />

que la gema la tenía un señor en una cafetería del<br />

pueblo. Se acercó para quitársela pero cometió un error<br />

y el hombre, que era un secuaz del reino, la descubrió y<br />

la delató con sus papás que estaban buscándola.<br />

Cuando llegó al palacio la mandaron a cumplir con<br />

sus tareas de princesa. Pero veinte años después, ella<br />

fue coronada reina y cambió las reglas. Declaró que las<br />

personas de la realeza podían tomar otras profesiones.<br />

Así que dos meses después ella se volvió detective<br />

profesional.<br />

La playa<br />

Completamente solo caminando por la playa,<br />

viendo el azul transparente del mar,<br />

mientras la arena me quema los pies.<br />

Desde lo lejos veo a unos niños divirtiéndose,<br />

salpicando agua por todos lados.<br />

Tomándome mi limonada<br />

tranquilamente viendo las olas del mar,<br />

a esta hora la playa está muy serena,<br />

se escucha cómo las olas vienen y se van,<br />

todo es tan tranquilo como si estuviese solo<br />

en el mundo.<br />

Liam Clément<br />

Josefina Cruzado, Miranda Guzmán<br />

y Bruna Castro<br />

Maximiliano Eguren<br />

48


El Señor Chavín<br />

Esta historia ocurre en la<br />

playa. Apareció una ola con el<br />

Señor Chavín en ella y Jorge se<br />

sorprendió. El Señor Chavín salió<br />

disparado por la ola y rebotó<br />

sobre la sombrilla de Jorge. Él se<br />

sorprendió y quiso conocer más<br />

sobre este gran señor, así que lo<br />

invitó a comer pizza.<br />

Empezaron a comer juntos<br />

y el señor Chavín le contó<br />

a Jorge sobre su cultura.<br />

También le contó que vivía en<br />

el departamento de Ancash,<br />

en el templo principal que se<br />

llamaba Chavín de Huántar. Le<br />

contó que él y sus amigos comían Matilda Nieto<br />

pescado con ají, papas nativas<br />

y maíz. Además, le explicó que ellos eran muy buenos<br />

haciendo arte en las rocas. Por ejemplo, hacían cabezas<br />

clavas, hechas de piedra donde tallaban animales<br />

salvajes como los felinos y éstas las ponían fuera del<br />

templo para asustar a los malos.<br />

El Señor Chavín invitó a Jorge a visitar su templo y<br />

su ciudad. Mientras tanto, Ignacio fue el último viernes<br />

al museo Larco a ver las cabezas clavas y a conocer un<br />

poco más sobre la cultura Chavín.<br />

El Puente<br />

de los Suspiros<br />

El Puente de los Suspiros<br />

donde siempre me doy un giro<br />

y en él confío cuando mi deseo le<br />

envío<br />

y está en mi Barranco querido.<br />

El Puente de los Suspiros,<br />

siempre que voy al puente no<br />

respiro,<br />

es algo tradicional, hermoso y<br />

original<br />

y comemos allá cosas deliciosas<br />

y nosotros ahí somos libres.<br />

Facundo Gabillo<br />

Ignacio Portocarrero<br />

El atardecer<br />

El Sol se quiere ir<br />

deja un rastro de atardecer<br />

y la Luna va a venir<br />

pintando el cielo para el anochecer.<br />

Patricio Márquez<br />

Las personas van entre los arbustos<br />

para ver más de cerca el cielo,<br />

las personas parecen no tener disgustos<br />

y el Sol se disfraza de caramelo.<br />

Los seres parecen libres,<br />

es como si estuvieran en una burbuja de cosas<br />

interesantes<br />

y a veces pasan las bandas con canciones<br />

independientes.<br />

Santiago Rivera<br />

Montserrat Planas<br />

<strong>49</strong>


Mi perro de la blanquirroja<br />

Mi perro se llama Ugi,<br />

tiene pelo dorado como el sol<br />

y su piel es áspera y gris.<br />

Mi perro me llena de alegría,<br />

su piel sin pelo me calienta el pecho,<br />

él es fiel y amoroso.<br />

Le encanta pasear,<br />

le encanta jugar,<br />

tiene seis años<br />

y le gusta ladrar.<br />

Marcello Lanatta<br />

Mis caballos<br />

En Pisaq conocí unos caballos,<br />

siguiendo un camino de tierra estaban los establos.<br />

En el refugio colorado estaban los equinos<br />

y los acompañaban tres felinos.<br />

Son altos y grandes,<br />

tienen mucho pelo y otras bondades.<br />

Jamás patean porque son buenos para jugar<br />

y los puedes peinar o montar.<br />

Hacen zig zag esquivando conos y obstáculos,<br />

también saltan los palos.<br />

Les limpias las patas porque tienen tierra<br />

y así están listos para la carrera.<br />

Vicente Bravo<br />

Mágicamente extraño<br />

Hola, soy Ashley, una chica aventurera y amable. No<br />

sé si lo que les voy a contar pasó en realidad o si fue<br />

un sueño. Pero de algo estoy segura, me dio una<br />

gran lección. Mi historia empieza un día que estaba<br />

caminando por las calles de Roma. Ahí vi a una mujer<br />

con una ropa pintoresca y peculiar que traía puesto<br />

un sombrero negro que tapaba toda su cara y usaba<br />

unos guantes color amarillo chirreante. Ella me ofreció<br />

un viaje en barco y aunque lo dudé por un momento,<br />

ya que es muy raro que una mujer sea así de gentil, lo<br />

pensé y me dije “¿por qué no?”.<br />

Me alisté, me subí al barco y lo siguiente que supe<br />

fue que me dormí en un santiamén. Al despertar me<br />

encontraba en una gran isla colorida y por alguna razón<br />

no tenía miedo ni recuerdos de lo que pasó. De repente<br />

vi a unas personitas diminutas que tenían un vestuario<br />

muy raro y a las que no se les veía la cara porque<br />

estaban tapadas con unos pedacitos de madera.<br />

Los intenté corretear pero fue en vano ya que eran<br />

demasiado rápidos.<br />

Mientras los perseguía mi estómago rugió como<br />

nunca antes, vi unas plantas florecientes y las quise<br />

comer. Cuando estaba a punto de comerlas una de las<br />

personas diminutas trató de advertirme y gritó: ¡¿NO<br />

SABES QUÉ ESAS PLANTAS TE VAN A MATAR?! Y yo<br />

dije: ¿Cómo que matar? El señor me explicó que esas<br />

eran las plantas más venenosas de todo el mundo,<br />

de gigantes y de enanos. Pero yo no le creí e igual<br />

me las comí. Me fui corriendo hacia el mar porque vi<br />

unas conchitas de colores, me acerqué y cuando vi mi<br />

reflejo en el mar noté que mi cara estaba cambiando de<br />

forma. Pensé que le podía pedir ayuda al señor, pero al<br />

buscarlo ya se había ido. Yo estaba muy asustada, pero<br />

encontré una gran soga marrón y la empecé a seguir.<br />

Para mi fortuna la soga me llevó hasta una cabaña<br />

donde estaba la mujer que me invitó al viaje. Ella me<br />

tranquilizó y me dijo que la planta no era venenosa,<br />

pero que al comerla me haría pequeñita para poder<br />

quedarme a vivir en la isla. Así que no morí, pero desde<br />

ese momento vivo en la isla colorida, me visto muy<br />

raro y uso un pedazo de madera que tapa mi rostro.<br />

Todavía estoy buscando una planta que tenga el efecto<br />

contrario y logre sanarme.<br />

Catalina Larco, María Fernanda Neyra, Andrea<br />

Rosadio e Isabella Sotomayor<br />

Valeria Cuellar<br />

50


Cuzco<br />

Machu Picchu, con tu cara marcada<br />

y tu escalera alzada,<br />

por donde pasan los pájaros<br />

grandes y rojos<br />

con sus alas y resplandor.<br />

Con tus paredes hechas de piedra,<br />

grandes y chiquitas<br />

que encajan hasta con la roca cuadradita.<br />

Llamas y vicuñas suaves,<br />

como las nubes.<br />

Y tus papas amarillas, moradas o bicolor<br />

con un maravilloso sabor.<br />

Alonso Pestana<br />

Lía Uccelli<br />

¿Cómo ven las cosas los liliputienses?<br />

El lápiz: Es un objeto de forma alargada que está hecho de<br />

madera. Tiena la forma de un tronco de color amarillo claro<br />

con la punta triangular, muy afilada y de carbón. Esa punta te<br />

ensucia y te mancha la ropa si la tocas mucho. Al otro extremo<br />

tiene una gran esponja rosada que está un poco gastada. En<br />

la parte amarilla tiene unas letras muy grandes, extrañas y<br />

negras que parecen de otra época y dicen 1991.<br />

Victoria Aznarán<br />

La lupa: Es un objeto grande que si lo ves desde arriba es de<br />

superficie lisa, transparente y redonda. Si ves a través de esa<br />

superficie, aumenta el tamaño de las cosas pero si dejas de<br />

ver a través de ella, las cosas vuelven a su tamaño normal.<br />

Tiene un borde de color rojo intenso del que sale un mazo<br />

grueso y cilíndrico. Si un liliputiense caminara alrededor de<br />

este objeto sentiría que está caminando alrededor de una<br />

pista atlética o del estadio nacional. Un liliputiense podría<br />

deslizarse con mucha facilidad dentro de ella y hasta podría<br />

jugar un partido de hockey.<br />

Lautaro Fernández Maldonado<br />

El lapicero: Es un objeto largo y cilíndrico de color marrón<br />

y naranja. A un extremo tiene un botón que activa una<br />

serpiente que sale por la punta del objeto y que cuando te<br />

toca te pinta. No es ni tan pesado ni tan liviano, lo pueden<br />

cargar cinco liliputienses soldados.<br />

Aitana Soto<br />

Cristóbal Caparó<br />

Mi guitarra<br />

Mi tío agarró la guitarra<br />

y yo me senté en el cajón,<br />

después empezó la barra<br />

y todo se llenó de emoción.<br />

Porque la música peruana<br />

es la del mundo.<br />

Porque de noche o en la mañana<br />

te alegra en un segundo.<br />

Por eso me da alegría<br />

que te da la percusión,<br />

que es una sinfonía<br />

que te alegra el corazón.<br />

Luciano Dacal Benza<br />

51


Quinto grado<br />

Bajo el cielo, sobre el mar<br />

una manada galopa<br />

transformada en espuma salada.<br />

Aurelia Álvarez<br />

Benjamín Rejas<br />

Las gotas chocan en mi ventana<br />

un domingo a las diez de la<br />

mañana,<br />

hoy no tengo ganas de hacer nada<br />

y me quedo pensando en mi cama.<br />

Emil Arrarte<br />

Bajo la oscuridad de la noche<br />

yace una estrella<br />

iluminando<br />

a las futuras generaciones.<br />

Matías Calero<br />

Alba Grimaldi<br />

Las brisas fluyen<br />

las aguas tranquilas<br />

pero yo aquí<br />

atrapada en la neblina.<br />

Malena Carpio<br />

Ariana Miranda<br />

El sonido de las olas:<br />

un concierto está terminando<br />

al fondo del mar.<br />

Catalina Hinojosa<br />

Una hoja cae de un árbol,<br />

otra se marchita,<br />

y mientras la vida sigue,<br />

las hojas no.<br />

Hania Malachowski<br />

Mis pies en la arena,<br />

la brisa se mece vagamente,<br />

el mar lame la arena lentamente,<br />

el sol deslumbrante y brillante.<br />

Marcelo Montani<br />

Cano Lúcar<br />

Emilio Aramburú<br />

52


Mis gatos<br />

Tengo tres gatos.<br />

ellos juegan conmigo un rato.<br />

Uno atrapa ratones<br />

y el otro duerme a montones.<br />

Vincent, el pintor,<br />

Egon, el juguetón<br />

y Sambo, el dormilón.<br />

Todos son distintos,<br />

pero se quieren un montón.<br />

Uma Baca<br />

La rima<br />

Qué difícil es hacer una rima,<br />

una rima que se aproxima,<br />

se aproxima a una pócima,<br />

la pócima de la buena vida.<br />

Nahuel Elías<br />

El viento sopla<br />

la vida sigue<br />

y yo sigo aquí.<br />

Julián Miranda<br />

Instrucciones<br />

para ver las estrellas<br />

Primero, asegúrate de que sea de<br />

noche. Luego, sal a un lugar cómodo<br />

y donde no haya mucha gente para<br />

estar tranquilo. Después, ve a un<br />

lugar donde no haya muchas luces y<br />

finalmente, recuéstate, tranquilízate y<br />

solo mira al cielo.<br />

Camila Andrade<br />

Mi perro es hermoso,<br />

blanco y cariñoso.<br />

Yo lo quiero mucho<br />

porque es gracioso.<br />

Él es loco y armonioso,<br />

es un perrito lindo<br />

y maravilloso.<br />

Mateo León<br />

José Gabriel Landázuri<br />

El inicio de la batalla<br />

Emilio Dezar<br />

Antes del inicio del universo existían dos entidades opuestas que eran<br />

amabilidad y maldad, eran luz y oscuridad. En un comienzo eran como<br />

hermanos, pero el malo no quería vivir en paz así que comenzaron a<br />

pelear. Empate tras empate, por toda la eternidad.<br />

Álvaro Castillo<br />

Mi perro es cariñoso,<br />

amistoso<br />

y un poco mugroso<br />

como un oso.<br />

Aunque a veces es un poco travieso:<br />

le gusta esconder su hueso.<br />

Tiene un collar de plata<br />

y a veces se le enreda en la pata.<br />

Cuando tiene sueño<br />

se va con su dueño,<br />

que es mi papá.<br />

Cuando se pone juguetón<br />

juega con un balón,<br />

y cuando ladra<br />

se escucha en toda la cuadra.<br />

Rafaella Montori<br />

Leonardo Roose<br />

53


Kendra, la perrita lenta<br />

Yo tenía una perrita llamada Kendra que era muy<br />

remolona y no le gustaba pasear. A ella solo le gustaba<br />

jugar con sus juguetes. Mi mamá me había dado la<br />

misión de pasearla todos los días. Eso no me gustaba<br />

porque Kendra era muy lenta y me demoraba mucho,<br />

pero mi mamá siempre insistía en que la saque a pasear.<br />

La última vez que saqué a pasear a Kendra, para<br />

entretenerme, llevé mi celular. Mientras iba caminando<br />

tenía que jalar la cadena del collar de Kendra, pero ni así<br />

avanzaba. Al llegar a mi casa me quejé con mi mamá, pero<br />

ella me respondió diciendo: “Mañana Kendra no estará<br />

tan lenta”.<br />

Al otro día volví a sacar a Kendra a pasear. Esta vez,<br />

mientras veía mi celular, noté que Kendra ya no estaba<br />

tan lenta, pero no le hice mucho caso. Cuando noté que<br />

Kendra estaba muy rápida y me jalaba la cadena, me<br />

detuve a verla. Con gran sorpresa me di cuenta que le<br />

habían crecido alas. Muy sorprendida regresé a mi casa<br />

para contárselo a mi mamá.<br />

Cuando llegué a mi casa, noté que estaba vacía,<br />

así que me eché un ratito en mi cama para descansar.<br />

Al rato sentí que mi mamá me despertaba y me decía:<br />

“Kaela, saca a pasear a Kendra”. Entonces yo quise<br />

explicarle lo que había pasado con la perrita y sus alas.<br />

Cuando se lo conté, mi mamá no me creyó y me<br />

dijo: “Todo eso lo inventas para no sacar a pasear a la<br />

perrita”.<br />

Entonces yo me puse a buscar a Kendra para<br />

enseñársela a mi mamá. Cuando saqué a la perrita de<br />

abajo de mi cama, me di cuenta de que no tenía alas.<br />

Todo había sido un sueño.<br />

Kaela Sánchez<br />

Inés Reaño<br />

Valentina Álvarez<br />

Mara Osorio<br />

Paula Ballumbrosio<br />

Olivia Gálmez<br />

54


Promoción XXXX / Sexto grado<br />

Noor Abd Hassan Contreras<br />

Lucía Blanco Hurtado<br />

Emilia Bravo Doehler<br />

Catalina Caparó Diez Canseco<br />

Francesca Caracchini Mendoza<br />

Luis Jaime Castillo Benavente<br />

Salvador Castro Maguiña<br />

Julián Cereceda Forns<br />

Francesca Ceruti Villavicencio<br />

Alana De Vivanco Recharte<br />

Luna Diez Canseco Burneo<br />

Mateo Espinoza Ichpas<br />

Luna Flórez Alva<br />

Emilia Funes Otero<br />

Ezequiel Furgiuele Cárdenas Rivera<br />

Manuel García Miró Del Solar<br />

Maximiliano Gianella Ku King<br />

Salvador González Estrada<br />

Haru Gutiérrez Maguiña<br />

Mariano Ingunza Patow<br />

Mirkala Jara Romero<br />

Amalia Lara Sánchez<br />

Catalina Llopis Lamouret<br />

Leonardo Mera Serpa<br />

Joaquín Mino Guerrero<br />

Abigail Mumenthaler Bartra<br />

Valeria Recavarren Bueno<br />

Sebastián Rouillon Blondet<br />

Cristóbal Sevilla Luna<br />

Gino Tejeda Cutiño<br />

María José Vargas Urmeneta<br />

Rafaella Vidal Ortiz<br />

Aylen Zapata Rivera<br />

55


Sexto grado<br />

Aquí, los alumnos de Sexto grado<br />

nos hablan brevemente de sus<br />

investigaciones. Aprendamos<br />

más sobre ellas.<br />

La comida árabe<br />

Yo elegí la comida árabe<br />

porque mi papá y mi familia<br />

paterna son de Irak.<br />

Él, a veces, preparaba<br />

comida que le enseñó mi<br />

abuela desde pequeño y<br />

a mí me encanta. Al final<br />

de mi investigación aprendí que no siempre<br />

se usan los mismos ingredientes y algunos<br />

son muy variados.<br />

Noor Abd Hassan<br />

Los arándanos<br />

Cuando estaba viajando<br />

hacia Caraz siempre veía<br />

campos donde se cultivaban<br />

arándanos. Entonces,<br />

empecé a hacer preguntas<br />

sobre los arándanos y por<br />

qué había tantos. Esta fruta<br />

tiene propiedades curativas<br />

que pueden ayudar a prevenir<br />

o combatir a diferentes tipos de enfermedades e<br />

infecciones, tales como las urinarias, digestivas, degeneraciones<br />

del cerebro, y es buena para la circulación<br />

de la sangre.<br />

Francesca Caracchini<br />

La adopción de gatos<br />

Yo elegí este tema porque<br />

desde pequeña me<br />

han encantado los gatos,<br />

tanto así, que desde<br />

los tres años le cantaba<br />

una canción a mi papá<br />

para convencerlo de<br />

adoptar un gato. Algo<br />

que no sabía antes de hacer<br />

esta investigación era que había requisitos para<br />

adoptar un gato y que no todo el mundo puede<br />

llegar a adoptar uno.<br />

Lucía Blanco<br />

El flamenco<br />

Yo decidí investigar los flamencos<br />

porque desde que<br />

soy muy pequeña veo a los<br />

flamencos en la reserva natural<br />

de Paracas. Sinceramente,<br />

no fue un tema que me hubiera<br />

imaginado hacer porque<br />

para mí los animales en general<br />

eran fáciles de investigar,<br />

pero cuando comencé me di<br />

cuenta de que tenía más misterios y cosas muy interesantes<br />

que nunca me hubiera imaginado. No me hubiera<br />

imaginado que existen seis especies de flamencos,<br />

todas distintas y con características diferentes.<br />

Catalina Caparó<br />

La equitación<br />

Yo elegí el tema de<br />

la equitación porque<br />

este año empecé unas<br />

clases de equitación en<br />

el valle del Cusco y me<br />

parecieron muy interesantes<br />

y divertidas.<br />

Durante el tiempo que<br />

pude llevar las clases,<br />

realmente me conecté<br />

con los caballos y con la belleza de este deporte.<br />

Emilia Bravo<br />

56


El gallito de las rocas<br />

Yo elegí este tema porque el<br />

gallito de las rocas es una de<br />

mis aves preferidas por sus<br />

colores tan vivos y llenos de alegría<br />

y su imponente cresta, que<br />

la hace ver como un ave muy extravagante.<br />

Quería aprender más<br />

sobre ella, puesto que es una de<br />

las aves más representativas del Perú y me parecía<br />

muy interesante el saber por qué lo era.<br />

Salvador Castro<br />

La ballena jorobada<br />

Elegí hacer una investigación sobre<br />

las ballenas jorobadas porque<br />

hace unos años fui al norte del<br />

Perú con mi familia e hice un tour<br />

para verlas en el mar de la playa<br />

Los Órganos. También decidí<br />

hacer este tema porque me<br />

encanta el mar y la playa es uno<br />

de mis lugares favoritos.<br />

Julián Cereceda<br />

El surf<br />

Elegí el surf porque últimamente<br />

lo he practicado<br />

mucho ya que he estado<br />

pasando mucho tiempo en<br />

Máncora. También porque<br />

me encanta la sensación<br />

que se produce al bajar<br />

una ola. El surf tiene<br />

sus orígenes hace miles<br />

de años, hay diferentes<br />

teorías sobre dónde y cómo fue que empezó,<br />

pero ninguna está cien por ciento comprobada:<br />

digamos que el origen del surf es un misterio, y<br />

nunca me imaginé que lo sería.<br />

El paddle<br />

Yo elegí el paddle porque es mi deporte<br />

favorito. Me genera mucha emoción haber<br />

podido investigar<br />

sobre este tema ya<br />

que disfruto mucho<br />

al practicarlo y quería<br />

saber más cosas<br />

sobre él. Al final de mi<br />

investigación aprendí<br />

que el paddle es un<br />

deporte que pueden<br />

practicar desde personas<br />

muy pequeñas,<br />

hasta los adultos mayores.<br />

Francesca Ceruti<br />

Los Beatles<br />

Yo elegí este<br />

tema porque<br />

me encanta<br />

la música de<br />

los sesentas,<br />

setentas y<br />

ochentas y<br />

unos grandes exponentes de eso son los<br />

Beatles. Los Beatles también fueron muy<br />

importantes, no solo en el mundo de la música<br />

sino también en la sociedad y la cultura<br />

por su forma de vestir, su cabello, por su<br />

gusto por las cosas de la India, entre otros.<br />

Luis Jaime Castillo<br />

Alana De Vivanco<br />

57


Los Achuar del Perú hoy<br />

Escogí como tema a investigar<br />

“Los achuar del Perú hoy” porque<br />

me di cuenta de que hay<br />

muchos pueblos indígenas en<br />

el Perú y que no conocemos<br />

mucho sobre ellos. Ni siquiera<br />

conocemos sus lenguas. Ha<br />

sido muy interesante hacer<br />

esta investigación porque antes<br />

solo sabía que existían los<br />

indígenas, pero ahora conozco<br />

la cultura de los achuar, sus<br />

problemas y su contribución al mundo entero.<br />

Luna Diez Canseco<br />

El piano<br />

Yo elegí el piano ya que<br />

cuando tenía entre siete<br />

u ocho años tuve la experiencia<br />

de aprender a<br />

tocarlo. A través de esta<br />

investigación, además de<br />

retomar mi vínculo con la<br />

música, conocí más sobre<br />

la historia del piano,<br />

cómo ha ido evolucionando<br />

en el tiempo, los músicos más<br />

representativos y algunos datos interesantes.<br />

Luna Flórez<br />

La escalada<br />

Decidí investigar sobre la escalada porque empecé a<br />

practicar este deporte hace poco y me llamó mucho la<br />

atención porque hay muchas<br />

técnicas variadas. Es algo<br />

difícil, ya que te cansas rápido,<br />

pero si lo haces con una<br />

buena técnica, no te cansas<br />

tanto. Nunca creí que me costara<br />

tanto hacerme preguntas<br />

y responderlas, me costó<br />

mucho trabajo, más que en<br />

los otros años. Tampoco<br />

sabía que hubiera palestras<br />

de quince o hasta veinte<br />

metros. Yo escalé una palestra de este tamaño.<br />

Emilia Funes<br />

La animación digital<br />

Elegí la animación porque<br />

ya había visto animaciones<br />

en Youtube y me parecían<br />

increíbles. Aprendí<br />

en mi investigación que<br />

la animación puede llegar<br />

a ser muy difícil de<br />

hacer. La animación es<br />

un arte mediante el<br />

cual puedes expresar<br />

emociones, sentimientos,<br />

vivencias propias y ajenas e, incluso, a través de las<br />

historias que cuentan, dejar una enseñanza.<br />

Mateo Espinoza<br />

El ceviche<br />

Elegí el ceviche porque<br />

me siento orgulloso de<br />

ser peruano, y nuestro<br />

ceviche, además de ser<br />

muy rico, es un plato reconocido<br />

a nivel mundial.<br />

Estoy orgulloso de que mi<br />

familia tenga una cevichería.<br />

Luego de haber investigado<br />

las propiedades del<br />

ceviche, he concluido que<br />

es un plato completo porque tiene proteínas, como el<br />

pescado y los mariscos.<br />

Ezequiel Furgiuele<br />

El bonsái<br />

Hace poco mi mamá<br />

compró un bonsái. A ella<br />

le encantan las plantas. Así<br />

que como no había tenido<br />

muchas actividades con mi<br />

mamá durante la cuarentena,<br />

decidí ponerlo como uno de<br />

mis posibles temas y resultó<br />

ser el que más me interesó.<br />

Ahora tenemos cuatro bonsáis<br />

y mi papá nos ha comprado todas las herramientas<br />

para alambrar y podar.<br />

Manuel García Miró<br />

58


La batería<br />

Desde que recuerdo, la<br />

música es muy importante en<br />

mi casa. Siempre hay música,<br />

rock, jazz, blues o salsa.<br />

Desde pequeño la batería era<br />

mi instrumento favorito y a<br />

cada rato trataba de tocar una<br />

batería imaginaria en mi cabeza<br />

y con mis manos. Antes pensaba<br />

que la batería era un solo instrumento, pero aprendí<br />

que se forma a partir de juntar varios instrumentos y de la<br />

invención de un pedal que cambió la historia de la música<br />

para siempre.<br />

Maximiliano Gianella<br />

El skateboarding<br />

Yo quise investigar el skateboarding<br />

porque me parece<br />

un buen deporte de balance<br />

y emoción, y quería aprender<br />

más de él en esta investigación.<br />

Me llaman mucho la<br />

atención todos los tipos de<br />

trucos que se pueden hacer<br />

y aprender. Me impresioné<br />

al saber que en los inicios<br />

del skate a la gente no le gustaba, los<br />

skaters les parecían criminales.<br />

Haru Gutiérrez<br />

El entrenamiento de<br />

perros<br />

Yo elegí este tema<br />

porque mi tío tiene un<br />

perro muy desobediente<br />

llamado Tango. Quise<br />

investigar este tema<br />

para ver qué problemas<br />

podría tener Tango y así<br />

poder solucionarlos. Me<br />

gustaría que se volviera<br />

más obediente ya que así, sacarlo a pasear ya no<br />

sería un dolor de cabeza.<br />

El lego<br />

Elegí este tema porque desde pequeño<br />

tengo varios legos en mi casa y me<br />

siguen gustando por la forma en la<br />

que puedes poner diferentes piezas y<br />

también cómo puedes armar lo que tú<br />

quieras. Es un juguete en el que el límite<br />

es tu imaginación.<br />

Quisiera decir<br />

que me gustó<br />

mucho investigar<br />

sobre este tema y<br />

he aprendido más<br />

de lo que ya sabía.<br />

Salvador<br />

González<br />

El pingüino<br />

de Humboldt<br />

Elegí este tema<br />

porque el pingüino<br />

de Humboldt<br />

siempre<br />

ha sido uno de<br />

mis animales favoritos y me gustan mucho<br />

los animales marinos, especialmente esta<br />

especie de pingüino. Lo que he aprendido<br />

durante mi investigación es que el pingüino<br />

de Humboldt es un animal muy curioso.<br />

Mariano Ingunza<br />

Mirkala Jara<br />

59


El pan artesanal<br />

En mi investigación<br />

aprendí que el pan artesanal<br />

necesita mucha<br />

paciencia, porque hay<br />

que preparar la masa<br />

madre con anticipación.<br />

También aprendí que se<br />

pueden hacer muchos panes<br />

diferentes con la misma<br />

masa madre.<br />

Amalia Lara<br />

El kitesurf<br />

Elegí el kitesurf ya que yo lo<br />

practico desde que tengo<br />

siete años. Este es un deporte<br />

muy nuevo que se sigue<br />

reinventando cada día.<br />

Aunque es un deporte muy<br />

costoso, en mi opinión vale<br />

completamente la pena ya<br />

que me parece increíble.<br />

Siento que debería ser<br />

más conocido, ya que es fantástico y<br />

no se necesitan muchas condiciones para practicarlo.<br />

Catalina Llopis<br />

El pulpo<br />

Elegí el pulpo porque me gustan mucho y<br />

quería averiguar más sobre<br />

ellos, como por ejemplo,<br />

de qué manera se<br />

camuflan y cuánto viven.<br />

Además, mi peluche<br />

favorito es un peluche<br />

de pulpo llamado Pulpi<br />

que siempre llevo conmigo.<br />

Hay más de 250<br />

especies de pulpos,<br />

y posiblemente haya<br />

muchas más.<br />

Leonardo Mera<br />

Los meteoritos<br />

Yo quise investigar sobre<br />

los meteoritos porque<br />

estos tienen información<br />

sobre cómo el sistema<br />

solar fue evolucionando<br />

hasta tomar la forma que<br />

tienen hoy el Sol y los<br />

planetas. Además, ahora<br />

que tuve la oportunidad<br />

de investigar sobre<br />

este tema, pude saber<br />

mucho más sobre el<br />

universo, el espacio exterior y los meteoritos.<br />

Joaquín Mino<br />

El macramé<br />

Yo elegí este tema porque<br />

un día vi unos tapices<br />

de macramé en internet,<br />

en ese tiempo no sabía<br />

qué eran; sin embargo, al<br />

verlos me encantaron y le<br />

pregunté a mi mamá qué<br />

era, y ella me lo explicó. Al<br />

terminar mi investigación<br />

aprendí que es una técnica<br />

de tejido muy antigua y no nueva que se utilizaba<br />

para facilitar algunas necesidades básicas; como por<br />

ejemplo, sujetar piedras o crear lanzas.<br />

Abigail Mumenthaler<br />

La gimnasia artística<br />

Elegí el tema de la gimnasia<br />

porque es uno de mis deportes<br />

favoritos. Lo practico<br />

desde hace años y tuve la<br />

suerte de que me hicieran un<br />

reportaje cuando entrenaba en<br />

La Videna. Es un deporte completo<br />

que puede ser practicado<br />

por cualquier persona.<br />

Valeria Recavarren


El surf<br />

Entre todos los temas<br />

que tenía pensado,<br />

el surf me pareció el<br />

mejor. Me pareció el<br />

más entretenido, y no<br />

me sería muy difícil conseguir<br />

entrevistados.<br />

También lo elegí porque<br />

es en el que más experiencia<br />

tendría. Aprendí<br />

que el surf, como deporte, es único.<br />

Sebastián Rouillon<br />

La aromaterapia<br />

Yo elegí la aromaterapia<br />

porque mi madre me lo<br />

recomendó ya que a mí<br />

me interesa bastante la<br />

medicina con plantas.<br />

También me dijo que<br />

la aromaterapia puede<br />

ayudar a tratar a las personas<br />

tanto para lograr<br />

su bienestar físico como<br />

emocional. Los aceites<br />

esenciales pueden ayudar con algunas enfermedades,<br />

incluidas algunas graves.<br />

María José Vargas<br />

El manga<br />

Decidí escoger el manga<br />

ya que es un género muy<br />

famoso y, a mi parecer,<br />

uno de los mejores. Me<br />

interesa ya que viene de<br />

una cultura lejana, que<br />

es la japonesa, por lo<br />

cual tiene bastantes<br />

temas que no conozco<br />

y me gustaría aprender<br />

sobre ellas. Al finalizar mi<br />

trabajo he aprendido varias cosas. Unas me han<br />

permitido conocer sobre las costumbres y tradiciones<br />

de otras culturas totalmente diferentes a la mía.<br />

Gino Tejeda<br />

¿Cómo hacer cortos en<br />

cuarentena?<br />

Yo elegí el cortometraje<br />

porque desde muy pequeña<br />

me ha gustado la actuación.<br />

También me gusta esto de<br />

dirigir algún cortometraje,<br />

película o comerciales. La<br />

principal conclusión de mi<br />

investigación fue que un<br />

cortometraje puede verse<br />

sencillo, pero no es así, es más difícil porque tiene<br />

muchas partes y tienes que tener mucha paciencia.<br />

Rafaella Vidal<br />

La penny board<br />

Yo elegí la penny board<br />

porque cuando era pequeña<br />

veía en la calle a mucha<br />

gente andando en ella y me<br />

daba curiosidad. Luego me<br />

compraron una y empecé a<br />

aprender a usarla gracias a<br />

unas clases en las que me<br />

inscribió mi papá. Desde<br />

ahí he disfrutado mucho<br />

practicando el deporte.<br />

Aylen Zapata<br />

El tenis<br />

Escogí el tenis porque empecé<br />

a practicarlo este año y me<br />

gusta mucho. Quería saber<br />

más sobre la historia de este<br />

deporte, quiénes son los mejores<br />

jugadores, sus reglas,<br />

dónde se empezó a jugar, los<br />

torneos más grandes, los<br />

tipos de canchas donde se<br />

juega y otras características.<br />

Cristóbal Sevilla<br />

61


La sección de Secundaria nos da una muestra de lo visto<br />

durante el año: a los cuentos y poemas, se les suman<br />

ensayos narrativos e interesantes recomendaciones.<br />

Asimismo, a las pinturas, dibujos y fotografías, se suman<br />

máscaras, collages, e incluso dibujos digitales.<br />

Primero de media<br />

Al fondo del bosque<br />

La historia cuenta sobre unos árboles que se<br />

encuentran en un bosque. En años recientes una joven<br />

muy soñadora pasaba siempre por ese bosque pero<br />

nunca pudo llegar al fondo porque siempre soñaba y se<br />

despertaba en la mitad del camino.<br />

Un gato conocido de los árboles siempre la guiaba<br />

hasta donde su sueño llegaba. Él quería ayudarla a<br />

cruzar el fondo, hasta que un día llegó, pero el gato<br />

le advirtió sobre los árboles engañosos, ya que para<br />

llegar tienes que preguntar. Los árboles te podían decir<br />

dos cosas: o te guiaban o te perdías. El gato la guio<br />

como siempre y llegaron donde los amigos árboles.<br />

La joven se acercó y les preguntó el camino para<br />

llegar, los árboles no podían creer que alguien haya<br />

podido llegar hasta ellos, ya que la última vez que<br />

alguien llegó fue hace mucho tiempo. Con el tiempo<br />

los árboles fueron cambiando de caminos hasta el día<br />

que alguien llegó a ellos. Los árboles solo decían lo que<br />

sabían o lo que querían, la joven confió y se fue por el<br />

camino que le dijeron.<br />

Al día siguiente llegó a una jungla con muchos<br />

árboles, pero lo que no sabía es que había muchos<br />

fondos, así que se encontró con más árboles, solo uno<br />

de ellos podía saber a cuál fondo se refería. Ahora el<br />

problema era saber cuál en un millón era el que le podía<br />

ayudar.<br />

El gato nunca había conocido esos árboles, ella<br />

había sido la única en llegar tan lejos. Después de<br />

muchas horas de buscar había un árbol muy grande.<br />

Ella lo primero que se imaginó fue: “Este es el árbol que<br />

me guiará al fondo”. El gato le dijo: “Hay una leyenda<br />

que todos los árboles podrán contarte”. La leyenda<br />

cuenta así: El árbol más grande es el que podrá guiarte<br />

hacia el fondo o el destino. Ella no sabía si ese árbol era<br />

el indicado, el árbol tenía casi todas las cualidades que<br />

contaba la leyenda, lo único que pensaba, era cómo<br />

Almudena Carrillo<br />

llegar hacia arriba ya que era muy alto, pero había una<br />

alternativa: el gato se había ofrecido a subir ya que era<br />

muy ágil.<br />

Después de horas el gato ya había subido, pero no<br />

bajaba, la joven empezó a asustarse ya que no lo veía<br />

ni lo escuchaba. Pasó un día y no llegaba, ella empezó a<br />

subir el árbol por más alto que fuera, pasaron muchas<br />

horas y empezó a ver demasiados gatos. Reconoció a<br />

su amigo, y ella le dijo: “Ahora eres tú la que descifrará<br />

el destino de los fondos”. Días después encontró el<br />

destino, pero no sabía si era el camino que siempre<br />

soñaba.<br />

Lo que hizo fue avanzar hasta el fondo que ella<br />

siempre veía, llegó y no podía creer lo que había, era<br />

una jungla pero por dentro estaba todo su futuro. Lo<br />

que no sabía es que la jungla era el camino al fondo,<br />

todo eso era parte de ella. Empezó a recordar que ella<br />

siempre estaba con su gato en todos los sueños. Los<br />

árboles le empezaron a contar que ella era la única que<br />

había llegado a descifrar todo el sueño.<br />

Después de años pudo descubrir todos los caminos.<br />

Agathe Couture<br />

62


Ariana Changana<br />

Bruno Caracchini<br />

Tu última mirada nunca la olvidaré<br />

Estaba tan tranquila durmiendo, disfrutando ese<br />

momento hasta que un maullido me despertó. Este<br />

se hacía más fuerte y constante, por lo cual yo me<br />

enojé y lancé una almohada hacia donde provenía el<br />

sonido. Este inmediatamente se calló. Tiempo después<br />

me levanté, vi mi almohada en el piso y a su lado a mi<br />

querida gata. Me di cuenta de que deseaba comer, por<br />

eso eran los maullidos.<br />

La Perla, mi gata, hace ya un año aproximadamente<br />

sufrió un accidente terrible. Ella se cayó desde el<br />

sexto piso de mi edificio y se lastimó la cadera y el<br />

codo; yo me enteré de esto cuando regresé de pasear<br />

a mi perrita y fue un sentimiento horrible cuando<br />

la vi así. Estuvo en cuidados intensivos para luego<br />

operarla, pero desde ese entonces cambió totalmente<br />

su forma de ser.<br />

Los días pasaban y notaba que Perla no tenía<br />

la misma energía que antes. Bueno, se le notaba<br />

peor desde aquel accidente, no comía nada, solo se<br />

quedaba durmiendo con cara triste y cansada. Me<br />

comencé a preocupar al ver el estado de mi pequeña<br />

gata; entonces, mi mamá y yo decidimos llevarla al<br />

veterinario. Felizmente ellos nos dijeron que solo era<br />

una pequeña inflamación en el hígado, mi madre y yo<br />

solo nos aliviamos al escuchar esto.<br />

Perla debía quedarse internada para ver cómo<br />

progresaba; los primeros días nos informaron<br />

que las medicinas le estaban haciendo efecto<br />

correctamente y pronto podría volver a casa.<br />

Sin embargo, de un día para otro ella empeoró,<br />

lamentablemente las medicinas que le estaban<br />

dando no le hacían efecto como antes, por lo que sus<br />

órganos comenzaron a fallar.<br />

Al llegar al veterinario yo no sabía que la iban a<br />

poner a dormir, recién me enteré cuando mi madre me<br />

preguntó: ¿Estás segura de que quieres entrar?, yo<br />

solo asentí dándome cuenta de lo que iba a suceder.<br />

Cuando entré a la habitación mis ojos se fueron<br />

directamente a la Perla y solté las lágrimas que había<br />

estado conteniendo. La piel de ella estaba totalmente<br />

de color amarillo y en su cara se veía claramente que<br />

estaba cansada; fue en ese momento cuando me<br />

preguntaron si deseaba cargarla para poder ponerle<br />

la inyección, yo simplemente respondí que no porque<br />

no soportaba verla así. Antes de que la inyectaran<br />

me despedí de ella diciéndole cuánto la amaba y<br />

pidiéndole perdón por no poder hacer algo más, esto<br />

lo hacía mientras trataba de ocultar mi llanto, fue ahí<br />

cuando me dio su última mirada.<br />

Belén López<br />

Un cambio de corazón<br />

Cuando estaba en otro colegio, en el año 2016, los<br />

niños me molestaban constantemente porque no<br />

me gustaba el fútbol y no era como ellos. Sus madres<br />

me querían alejado de ellos y desde entonces me<br />

ponía mucho a la defensiva, volviéndome alguien muy<br />

molesto. Siempre asumía que las personas me harían<br />

daño y me alejaba de mis amigos. Mis padres notaron<br />

este comportamiento, y decidieron cambiarme de<br />

colegio.<br />

Una vez ahí, actuaba de manera malvada con las<br />

personas. Les decía comentarios feos o verdades<br />

brutalmente honestas, dejándome con pocos amigos.<br />

Después de algunos meses, logré adaptarme al lugar,<br />

e hice amigos. Muy tolerantes, por cierto. Pues yo tenía<br />

63


Un amigo de cuatro patas<br />

Isabel Barrios<br />

una actitud mandona, egoísta y compulsiva. En los<br />

recreos, teníamos un divertido juego llamado “Poderes”.<br />

Cuando jugábamos, mi ira se calmaba, pero ahí es donde<br />

mi lado mandón resaltaba. Dejamos de jugar por mi<br />

molesta actitud y fue ahí donde empecé a abrir mis ojos.<br />

Pasaron los años y yo era alguien problemático por<br />

las cosas que decía hacia mis compañeros. Era Sexto<br />

grado cuando yo buscaba los problemas, como si los<br />

necesitase. Me peleaba con mis amigos por cosas<br />

absurdas, me quedé solo con un par de amigos y ahí<br />

fue el momento cuando desperté. Tenía que cambiar.<br />

Desde ese momento, mi actitud mejoró mucho y lo<br />

sigue haciendo. Me siento mucho mejor conmigo<br />

mismo, ahora se me facilita hacer amigos y cada día me<br />

doy más cuenta de cuánto los quiero. Sé que aún no<br />

soy la mejor versión de mí, pero lo seré. Me lo prometo<br />

Daniel Forns<br />

Siempre quise tener una mascota sin importar lo<br />

que sea, un perro, un gato o un conejo. Después de<br />

pedirle a mi familia por varios años, por fin aceptaron<br />

mi pedido. Un día de febrero fuimos a buscar a Leo,<br />

ese sería el nombre de mi perro. Llegamos y nos<br />

lo entregaron. Leo tenía tan solo dos meses, era<br />

pequeño, blanco y peludo. Parecía una bolita de<br />

algodón. Ese fue uno de los días más felices de mi vida.<br />

Leo tuvo que estar un mes sin salir a la calle<br />

porque tenía que cumplir tres meses para poder salir.<br />

Estaba asombrada de lo tranquilo que era para ser<br />

un cachorro. Casi nunca ladraba y se pasaba todo el<br />

día durmiendo. Poco a poco, Leo fue cambiando, se<br />

volvió muy juguetón y más activo. Cuando lo llevamos<br />

al parque, le gusta seguir a todos los perros y se pone<br />

a ladrar muy fuerte hasta que lo llevemos a jugar con<br />

ellos. Por alguna razón, siempre se acerca a los perros<br />

más grandes a pesar de que él es bastante pequeño.<br />

A veces parece que Leo se siente humano, porque<br />

quiere hacer todo lo que yo hago. En vez de sentarse<br />

en el suelo como la mayoría de perros, solo quiere<br />

sentarse en los sofás y sillones, a veces lo llevamos<br />

a una cafetería, lo siento en una silla y se porta<br />

Invierno<br />

Mirando por la ventana<br />

cómo la lluvia cae<br />

en un invierno lleno de calma.<br />

Fernanda Guerrero<br />

Danza el otoño:<br />

alfombras rojas crujen,<br />

triste el bosque.<br />

Maïa Clément<br />

Luana De Andrade<br />

64


Juan Diego Yauri<br />

Naia Gustafsson<br />

Yukio Sakamoto<br />

bien. Cuando Leo llegó queríamos que duerma en su<br />

propia cama, pero se ponía a ladrar y a rasguñar mi<br />

cama para que lo subiera. ¡No me dejaba dormir! Así<br />

que tuve que dejarlo dormir conmigo.<br />

También tuve que empezar a pasear a Leo sola,<br />

ya que mi mamá no podía acompañarme siempre. Y<br />

aunque solo me quede en mi calle o muy cerca de mi<br />

casa, fue un gran logro para mí. Ya que hace un tiempo<br />

me daba miedo salir sola. Leo me enseñó muchas<br />

cosas y desde que llegó todo es más divertido. A pesar<br />

de que a veces hay algunas complicaciones, nunca me<br />

arrepentiré de que Leo haya llegado.<br />

Leo ni siquiera tiene un año, todavía quedan<br />

muchas aventuras por vivir…<br />

María Lamadrid<br />

cuatro criaturas mecánicas gigantes conocidas como<br />

las bestias divinas. Si las liberas, obtendrás un poder<br />

y además te ayudarán en la batalla contra Ganon. Por<br />

último, están los santuarios, estos te dan orbes de<br />

Recomendación: The legend<br />

of Zelda: breath of the wild<br />

Este es un videojuego de mundo abierto en el que un<br />

héroe, llamado Link, despierta tras un profundo sueño<br />

de cien años y tiene la misión de acabar con todos los<br />

secuaces del origen del mal, Ganon, y de paso en su<br />

viaje ir recuperando sus recuerdos.<br />

Este juego resalta porque es un mundo abierto, o<br />

sea, si lo decides, puedes ir por el jefe final al principio<br />

del juego o completar las misiones para volverte más<br />

fuerte. Durante todo el juego te vas a encontrar con<br />

Manu Vásquez<br />

65


valor por superarlos: junta cuatro y<br />

podrás obtener un nuevo corazón o<br />

más energía.<br />

En conclusión, este es un juego<br />

que te va a garantizar horas y horas<br />

de entretenimiento, el mundo es<br />

gigante y sin importar cuál sea tu<br />

estilo de juego, créeme cuando te<br />

digo que es un juego realmente<br />

bueno.<br />

Nicolás Andrade<br />

Momentos reveladores<br />

Hola, soy Noah, hoy les quiero hablar<br />

sobre dos momentos reveladores que<br />

tuve en mi vida. Bueno, empecemos.<br />

En el verano de 2021 estaba surfeando con mis<br />

amigos, el mar estaba entre mediano y grande y todo<br />

estaba bien, nos divertíamos, nos matábamos de risa,<br />

realmente estábamos disfrutando. De pronto, veo que<br />

una ola de casi dos metros se acercaba rápidamente,<br />

no había forma de escapar porque la pared ya estaba<br />

formada. Me dio mucho miedo, pero no tenía cómo<br />

Roc Chaves<br />

evitarla, entonces me armé de valor y<br />

remé y remé y agarré la ola. Mientras<br />

esto ocurría, todos mis amigos<br />

estaban emocionados y gritando “¡Sí,<br />

DALE, NOAH, DALE!”, y sentí mucha<br />

felicidad y unos segundos después<br />

agarré la campana y me revolqué.<br />

Luego, no podía creerlo porque me<br />

había corrido una ola muy grande y<br />

fue increíble.<br />

El segundo momento revelador<br />

ocurrió en el verano de 2019, uno<br />

de mis veranos favoritos. Mi mamá<br />

tiene un amigo llamado Eduardo,<br />

pero le decimos Edu, que planeaba<br />

dar un concierto la última noche del<br />

verano con varios chicos y chicas<br />

que tocaban instrumentos, pero nadie sabía tocar la<br />

batería. Como yo era la única persona que sabía tocar<br />

la batería en la playa me contactaron a mí, y me tuve<br />

que aprender cuatro canciones, pero los del grupo del<br />

concierto no me respetaban porque pensaban que no<br />

sabía tocar casi nada. Entonces empecé a tocar y ahí<br />

ellos se dieron cuenta del error de subestimarme, y<br />

no solo ellos, sino también toda la playa. A la hora del<br />

concierto toqué y todos se quedaron boquiabiertos<br />

porque no pensaban que era tan bueno (sin presumir)<br />

y, bueno, dejé a todos asombrados.<br />

Ambas situaciones me enseñaron mucho: nunca<br />

subestimes a nadie, menos a ti mismo ya que puedes<br />

superar tus miedos.<br />

Noah Mujica<br />

Natalia Carpio<br />

Bruno podía oír el ensordecedor sonido de sirenas<br />

y ver cómo las paredes se iluminaban de unas luces<br />

azul y rojo. Estaba curioso y un tanto asustado a la<br />

vez, pues en esa vecindad nunca se habían cometido<br />

crímenes. Él abrió la puerta y casi golpeó a Teresa, su<br />

hermana, al salir. Teresa aparentemente sabía más que<br />

Bruno acerca de la situación que había ocasionado la<br />

llegada de la policía, una ambulancia y los bomberos.<br />

Se podía ver humo pintando de gris el cielo oscuro de<br />

la noche. Bruno le preguntó a su hermana qué había<br />

pasado, ella decidió explicarle. Hoy, Mateo Fernández<br />

le ha revelado a su madre que tiene novia, pero su<br />

madre es muy sobreprotectora y quería que él no<br />

tuviera novia hasta los 24. Bruno le dijo a Teresa, con<br />

un tono confundido: “No entiendo qué tiene que ver<br />

esto con la situación”. Un tanto molesta, Teresa le<br />

respondió: “Deja que termine de contar”. La señora<br />

María Inés de Santiago Tercera, la madre de Mateo<br />

66


Vania Heredia<br />

Fernández, ha lanzado su chancla hacia la puerta de<br />

Valentina Alejandra, la novia de su hijo. La ha roto.<br />

“¿Rompió la puerta?”, dijo Bruno con miedo. Teresa<br />

respondió: “No, a la chica”.<br />

Salvador Durand<br />

Recomendación: El viaje de Chihiro<br />

Hoy te recomendaré una película que en serio tienes<br />

que ver. Esta película es del género anime y su nombre<br />

es El viaje de Chihiro. Si te gusta mucho el anime, esta<br />

es tu película.<br />

Cuenta la historia de una niña que se había perdido<br />

en un mundo extraño y diferente al mundo real, ya<br />

que en este mundo había magia y criaturas extrañas.<br />

El objetivo de la niña es encontrar a sus padres que,<br />

por alguna razón, se habían separado de la niña y<br />

convertido en cerdos. Por eso la niña tendrá que pasar<br />

muchas aventuras hasta encontrar a sus padres.<br />

Elegí esta película porque es una de mis favoritas y<br />

porque tiene una gran historia de aventura, tanto así<br />

que la puedo ver mil veces. También por la animación<br />

de los dibujos, cada escena implica un súper trabajo.<br />

Esta película está dirigida a cualquier edad, la<br />

puedes ver en familia, con amigos o solo. Si llegas a ver<br />

esta película, disfrútala porque es muy buena.<br />

Valentina Guzmán<br />

Una vida optimista<br />

Llevo cuatro semanas preparándome para el<br />

sudamericano, pero no estoy aquí para contar cómo<br />

me preparo, sino para contar cómo llegué a esto.<br />

Todo empezó una tarde en el 2018, estaba en la<br />

casa de Lucas y él me preguntó si me gustaría navegar<br />

en esos botes que veíamos por el balcón mientras<br />

comíamos. Ese mismo verano entré a la academia de<br />

Optimist junto a él.<br />

Acabó el verano y lo había conseguido. “Has entrado<br />

al equipo”, me dijeron mis papás. Todo mi tiempo en la<br />

academia navegamos en Chorrillos, pero ahora, como<br />

parte del equipo, íbamos a entrenar en La Punta.<br />

El primer campeonato del año se acercaba, me<br />

sentía preparado, terminé quedando tercero en mi<br />

categoría. Ese campeonato, mi primer trofeo, lo guardo<br />

hasta ahora y cada vez que lo veo me acuerdo de esos<br />

tiempos. De hecho, terminando el año gané el premio al<br />

mejor novel (el trofeo más prestigioso de esa categoría).<br />

El año 2020 trajo un gran cambio: ¡pandemia! No<br />

pudimos navegar una gran parte del año. Felizmente,<br />

terminando el año, pude volver a mi lugar favorito, de<br />

vuelta al mar. Entrenábamos los sábados y domingos<br />

para aprovechar al máximo las pocas horas que<br />

teníamos.<br />

Este año empieza lo importante. Fue el primer<br />

campeonato del año y con este, empezaba la<br />

clasificación al sudamericano. Debía mantenerme<br />

entre los quince primeros puestos de la flota peruana<br />

para poder clasificar e irme a este campeonato<br />

que tanto deseaba. Durante todo el año he estado<br />

peleando la clasificación, y para el último campeonato<br />

saber que lo había logrado, fue una sensación sublime,<br />

estaba muy contento. Ahora todas las tardes, de lunes<br />

a viernes de 5:00 a 7:00 de la tarde, me encuentro en<br />

el gimnasio preparándome para Argentina.<br />

Me siento orgulloso respecto a mi logro, estoy muy<br />

feliz de viajar una vez más con mis amigos. Estoy listo<br />

para llevar la bandera peruana y dar lo mejor de mí.<br />

Vicente Guzmán<br />

El frío<br />

Sopla que te sopla,<br />

llueve que te llueve,<br />

montando en el viento<br />

el frío viene.<br />

Se ríe de todos,<br />

el frío duende,<br />

que arranca los gorros,<br />

empuja a las personas,<br />

narices y orejas,<br />

y rojas las vuelve.<br />

Golpea las puertas<br />

puesto que así se divierte.<br />

Valentino Acosta<br />

67


Segundo de media<br />

Mi ventana<br />

La calle donde vivo no es muy grande pero es muy<br />

bonita; se llama Flora Tristán y habito con mi familia<br />

en un edificio de doce pisos. Las reglas del edificio<br />

en tiempos de pandemia son simples: las personas<br />

que no vivan aquí entran por la puerta del garaje y los<br />

que sí viven entran por la puerta principal para evitar<br />

contagios.<br />

Al frente de la casa se encuentran dos árboles que<br />

parecen palmeras, incluso diría que sí son palmeras,<br />

pero no soy botánico. También hay unos arbustos muy<br />

bonitos. Ahora hablemos de la ardilla; esta ardilla solo<br />

pasa por frente de mi casa para coger unas frutitas de<br />

las palmeras. Una vez esas frutillas se acabaron y no<br />

volví a ver a la ardilla por un buen tiempo.<br />

Camilo Quiñones<br />

Ahora la orquesta más conocida del edificio: los<br />

pajaritos que cantan a las 5:44 a. m. Duermes tranquilo<br />

toda la noche y esos benditos pajaritos te despiertan,<br />

pero cuando los ves son bonitos. Las cosas buenas<br />

abundan en mi calle y eso me hace feliz.<br />

Creo que para mejorar la calle todos tendríamos<br />

que poner de nuestra parte. Si todas las personas de<br />

la calle la cuidaran sería un lugar más bonito de lo que<br />

ya es. Yo estoy muy contento en el lugar donde vivo y<br />

gracias a esta cuarentena me encanta el hogar donde<br />

vivo.<br />

Manuel Ignacio Fernández<br />

Un sueño extraño<br />

Gabriel Ormachea<br />

Anoche tuve un sueño extraño. Desperté en una<br />

hamaca. Era lo más cómodo que había sentido en mi<br />

vida, más cómoda que mi cama; la hamaca estaba en la<br />

playa, una playa grande con arena que parecía nieve,<br />

era toda lisa; el mar era turquesa y daba unas ganas de<br />

querer ir a meterte ahí.<br />

En la playa estaba mi perro, Hopper, que estaba<br />

jugando con el mar. Hopper parecía diferente, era<br />

de color naranja y no tenía cola. Me acerqué a él<br />

lentamente pero Hopper huyó asustado. Lo seguí por<br />

unos segundos hasta que se cansó y tomó una siesta;<br />

Hopper estaba durmiendo pero estaba durmiendo<br />

parado, eso me pareció muy extraño así que lo cargué<br />

y lo llevé a la hamaca, y luego fui al mar.<br />

Horas más tarde regresé y Hopper no estaba,<br />

pero había dejado una carta donde decía: “Voy a ir<br />

regresando a casa”.<br />

Asustado me levanté y estaba de nuevo en la<br />

hamaca.<br />

Carlos Yabar<br />

68


Elena Bravo<br />

Leon Castagnino<br />

Illari Angulo<br />

El día de una flor<br />

Comienza el día, los primeros rayos de sol empiezan<br />

a tocar mis delicados pétalos. Puedo escuchar a los<br />

pájaros cantar desde los árboles, veo las hojas caer al<br />

césped, y saludo a mis flores vecinas moviendo mis<br />

hojas que cuelgan del tallo. Es muy divertido hablar<br />

con ellas porque siempre tienen historias que les<br />

cuentan las abejas y las hormigas. Como la de ayer:<br />

una abeja se había peleado con una mosca porque<br />

le quería comprar miel a un precio muy bajo. Los<br />

problemas de las hormigas son sobre cómo algunos<br />

escarabajos se roban su comida, o cómo los humanos<br />

siempre tratan de matarlas, a veces me dan pena.<br />

Después de tomar agua que he guardado en la tierra<br />

de días anteriores como desayuno, procedo a tomar sol,<br />

eso ayuda mucho a que mis pétalos tengan un color<br />

más intenso y bonito. Las abejas empiezan a llegar, se<br />

posan en mis pétalos y me saludan muy educadamente.<br />

Algunas veces hablo con ellas y les cuento cómo va mi<br />

día a día, pero hasta ahora no he logrado tener una muy<br />

buena relación con algunas de ellas.<br />

Cuando se van, me quedo contemplando el cielo,<br />

veo las nubes y busco formas en ellas, a veces algunos<br />

pájaros pasan cerca y nos quedamos hablando o<br />

jugando junto a las otras flores. Al rato aparece un<br />

humano que nos moja a mí y a todas las flores. Esta es<br />

mi parte favorita del día, me divierto mucho, además<br />

de que puedo agarrar toda el agua que quiera.<br />

Padma Landázuri<br />

69


Salvador Cáceres<br />

María de Orbegoso<br />

Veo a algunas personas pasar, hasta que llegan<br />

otros humanos, pero esta vez más pequeños, y traen<br />

consigo una pelota, la dejan en el piso y empiezan<br />

a correr por todos lados persiguiendo y pateándola.<br />

Juegan por horas y horas, parecen divertirse mucho,<br />

hasta que empieza a oscurecer. De poco en poco se<br />

van yendo algunos hasta que quedan solo dos, se van<br />

caminando y me quedo mirándolos.<br />

El lugar queda en completo silencio, ya nadie hace<br />

bulla, y veo poca gente pasar por aquí. Esta es la parte<br />

más aburrida del día ya que no hago nada, todos se<br />

van yendo a sus casas, las hormigas se dirigen a sus<br />

hormigueros llenas de migas de pan y arroz, las aves<br />

vuelan hasta sus nidos para cuidar a sus huevos o hijos<br />

recién nacidos, las abejas ya están cerrando su panal, y<br />

yo estoy preparando mis pétalos para dejarlos dormir,<br />

fue un dia muy divertido, ojalá el de mañana sea igual.<br />

Esperanza Siles<br />

Recomendación:<br />

The song of Achilles<br />

The song of Achilles, escrito por Madeline Miller, narra<br />

la vida y el crecimiento de dos héroes muy famosos<br />

en la guerra de Troya, Achilles y Patroclus. La historia<br />

es narrada por Patroclus, que muestra cómo conoció<br />

a Achilles y cómo poco a poco ambos se enamoraron y<br />

empezaron su relación secreta, mientras que el mundo<br />

los conocía como compañeros.<br />

Esta novela te ofrece otra perspectiva a lo sucedido<br />

en la famosa Ilíada. Es una historia muy conmovedora<br />

y muy bien escrita. Te hace transportarte a la época y<br />

te describe tan bien los sentimientos entre Achilles y<br />

Patroclus que de verdad los puedes sentir a través de<br />

las páginas.<br />

Conforme vas avanzando el libro, la autora te deja ver<br />

de una manera impecable las costumbres de esa época,<br />

las vestimentas, el día a día en un castillo, los corredores,<br />

cada habitación, cada persona y cómo eran las relaciones<br />

familiares y amorosas. Te muestra realmente cómo era<br />

ser un niño o joven en su época, y cómo la clase social y<br />

reputación venían antes que el afecto.<br />

Joshua Tola<br />

70


Esta obra es recomendada a mayores de trece<br />

años, desde lectores jóvenes a adultos. Especialmente<br />

a aficionados a la mitología griega y personas a las que<br />

les guste un romance bien escrito.<br />

Julia Torrejón<br />

La tumba de los héroes<br />

donde descansa el Libertador<br />

Tras caminar al lado de donde antes estaba el cuerpo<br />

del Libertador, se entra a una amplia habitación negra.<br />

En el centro la luz del sol, en un perfecto círculo, cubre<br />

el lugar donde descansan los restos de Bolívar.<br />

La gloriosa cripta muestra gran amor al Libertador.<br />

Aunque no he vuelto, recuerdo que, como la Mona<br />

Lisa, al moverte cambiaba el lugar de la luz solar.<br />

Ese es un momento que atesoro, Simón influencia<br />

mi vida en muchas formas y lo respeto y adoro. Sus<br />

pensamientos, luchas y palabras son algo que tengo<br />

marcado en la mente y si tengo una, en el alma.<br />

El final del buen hombre no siempre es justo o<br />

bueno. Bolívar murió traicionado, exiliado, con una<br />

camisa prestada y con su obra en ruinas, pero no<br />

olvidado. Ahora yace como es justo, en paz y gloria.<br />

“Aré en el mar y edifiqué en el aire” - Simón Bolívar<br />

Leandro Mendoza<br />

Reseña de Harry Potter y las<br />

reliquias de la muerte parte 2<br />

Harry Potter y las reliquias de la muerte 2 es una de las<br />

películas de la saga escrita por J. K. Rowling y dirigida<br />

por David Yates. En mi opinión, esta película es la<br />

Micaela Zavaleta<br />

mejor dirigida y adaptada de toda la saga, ya que en<br />

algunas omiten detalles o eventos muy importantes<br />

que ocurren en los libros, y eso hace que no sean<br />

tan buenas como otras. Esto no ocurre tanto en Las<br />

reliquias de la muerte. A pesar de que en el libro<br />

se redacta más a detalle, la película está muy bien<br />

adaptada y dirigida.<br />

En esta película Harry, Ron y Hermione están<br />

ocultos preparándose para la batalla contra Voldemort<br />

quien, con la ayuda de los mortífagos, está planeando<br />

cómo matar a Harry Potter. Voldemort roba a<br />

Dumbledore la varita de Sauco, ya que esta es la única<br />

que puede derrotar a Harry, pero tiempo después se<br />

da cuenta de que el dueño de esta varita es Harry<br />

Potter y pierde la batalla.<br />

Esta película es muy buena, ya que a pesar de que<br />

plantea muchos temas que no se habían tratado en<br />

películas anteriores de la saga, logra abordarlos con<br />

calma y a su debido tiempo. Por ejemplo, un tema<br />

que se aborda en esta película por primera vez es el<br />

buen desarrollo de algunos personajes, y esto hace<br />

que cambiemos nuestra perspectiva sobre ellos. Un<br />

ejemplo es Severus Snape, al principio de la saga, se<br />

mostraba a este personaje como malo, ya que trataba<br />

María José Valdivia<br />

71


Teo Álvarez<br />

Santiago Sanz<br />

mal a los estudiantes y pertenecía a los mortífagos.<br />

Pero al final de la película vemos que Snape solo<br />

estaba tratando de proteger a Harry, y vemos todo lo<br />

que ha sufrido después de la muerte de Lily Potter.<br />

Sin embargo, la película también tiene debilidades.<br />

Una de ellas es que en la batalla contra los mortífagos,<br />

muchos personajes secundarios importantes mueren.<br />

Lo malo de esto es que, por lo general, no muestran<br />

ni detallan sus muertes, lo que hace que no nos<br />

demos cuenta de que han muerto, o tengamos que<br />

ver la película dos veces para notarlo. A pesar de que<br />

Harry Potter y las reliquias de la muerte parte 2 tiene<br />

debilidades como cualquier otra película, también<br />

tiene muchas fortalezas y virtudes que hacen que sea<br />

una muy buena película y la mejor de toda la saga.<br />

Nerea Mujica<br />

Tamara Vásquez<br />

Un pobre pájaro<br />

Soy un pájaro. Era un día cualquiera, pero pasó algo<br />

distinto: mi nido se derrumbó y unos gigantes me<br />

agarraron junto con mi hermano. Yo estaba asustado e<br />

intentaba volar, pero no podía, porque mis alas todavía<br />

eran pequeñas. Mi mamá ya no me daba comida con el<br />

pico y los gigantes me capturaron y me empezaron a<br />

dar una comida rara desde una jeringa. Tenía frío.<br />

Unos días después me empecé a acostumbrar a ser<br />

una mascota junto con mi hermano, y también a que<br />

me dieran de comer de una jeringa. Pero un día todo<br />

cambió: los gigantes abrieron sin querer la puerta de<br />

mi celda y también la de la celda de mi hermano, por<br />

ende nos escapamos de los gigantes para vivir como<br />

vivíamos hace mucho tiempo: en los árboles.<br />

Saphi Carbajal<br />

72


Mientras escapábamos, me perseguían otros gigantes,<br />

pero no corrieron lo suficientemente rápido como para<br />

alcanzarme. Finalmente, logré formar una nueva vida y<br />

por fin fui libre.<br />

Salvador Yrivarren<br />

Recomendación:<br />

Rebelión en la granja<br />

Hola, querido lector, hoy te escribo para recomendarte<br />

un libro que me gusta mucho, se trata de Rebelión en<br />

la granja de George Orwell.<br />

El libro cuenta cómo en una granja en Inglaterra<br />

los animales se cansan del abuso de sus dueños y se<br />

rebelan. Cuando se da la rebelión todo va bien, hasta<br />

que los cerdos empiezan a sacar provecho y empiezan<br />

a volverse como los humanos. Finalmente los cerdos<br />

se vuelven como los humanos y los demás animales de<br />

la granja ya no diferencian el uno del otro.<br />

Igualmente me gustaría contarte mi opinión sobre<br />

el libro: me encanta porque te cuenta una historia tan<br />

alegre por un momento hasta que algunos empiezan a<br />

querer tener más ventajas que otros. Finalmente, creo<br />

que esta recomendación va más para las personas<br />

de cuarenta años a más ya que tiene temas fuertes o<br />

difíciles de entender, como los temas políticos.<br />

Sebastián Pacheco<br />

Tobías Mumenthaler<br />

Zuri Del Valle<br />

Valentina Garmendia<br />

73


Tercero de media<br />

Poema<br />

La lluvia del invierno hace brotar<br />

la flor en la primavera,<br />

privilegiado quien la observe,<br />

atrevido quien tenga la osadía<br />

de detener su floración.<br />

El búho la observa fielmente<br />

como observa a sus crías,<br />

asimismo la luna sale<br />

y la rana se frota en su nenúfar<br />

esperando que acabe el invierno.<br />

La niebla se retira junto con la luna,<br />

el sol sale rápidamente<br />

y amablemente le da calor<br />

a la flor, la misma flor<br />

que por los vientos del otoño<br />

saldría volando hasta el río,<br />

el cual está helado<br />

y repleto de peces.<br />

Son ellos quienes impulsan a la flor<br />

hacia el mar abierto<br />

el cual la recibe calmado<br />

y la lleva hasta la orilla<br />

en donde el verano la marchita<br />

y los oleajes hacen desaparecer<br />

la oscuridad de la noche.<br />

Vicente Quiroz<br />

Andrea Villacorta<br />

Triste poema de amor<br />

En el otoño caen las hojas de los árboles,<br />

con sus siluetas rojas, verdes y naranjas,<br />

igual que mis lágrimas amargas que caen, ¡sí!<br />

Me desplomo en este vacío grande,<br />

ningún alma me escucha en este invierno,<br />

se siente demasiado nublado,<br />

pero a la vez muy perfecto.<br />

Trato de ignorarlo,<br />

de ignorar aquel dolor, es una herida abierta<br />

a la que tú le echaste sal,<br />

muy caro tendré que pagar por las consecuencias<br />

que me provocaste,<br />

me encuentro con recuerdos de aquel verano,<br />

no obstante, me resisto jugando entre la arena y el mar.<br />

Me resisto pensando que esa es la manera correcta de tomarlo,<br />

pero termino llorando en la profundidad del océano,<br />

no teniendo a nadie con quien consultar,<br />

amo la luna, el viento que sopla por mis oídos rotos,<br />

recurro a cuestionar los colores del arcoíris, del cielo,<br />

a vivir todos los momentos felices en los que he sido,<br />

y por culpa de esa felicidad, me siento como estoy ahora,<br />

en esta oscuridad, sola de la baja noche.<br />

Se enciende la mañana clara otra vez,<br />

las flores blancas y amarillas despiertan,<br />

entre los bosques frondosos donde las aves silban<br />

en sus nidos de lluvia.<br />

Valery Campos<br />

74


Bajo el pequeño momento<br />

Bajo el pequeño momento<br />

sobre el silencio sepulcral<br />

camino andante<br />

lleno de sol<br />

sobre el impulso propio<br />

en la alegría profunda<br />

bajo la sombra de la higuera<br />

en un paisaje bello<br />

bajo la ventana<br />

pero sin tristeza<br />

sumido en su sueño<br />

sin que se escuche el grito<br />

ni siquiera a la distancia<br />

en un plácido instante<br />

con un suave respiro<br />

sin estar dormido<br />

con un rostro aviar<br />

en un plano abierto<br />

de ojos verdes<br />

con dócil aliento<br />

con el reflejo del viento<br />

en el encierro<br />

y en el olvido<br />

mirando el horizonte<br />

la pequeña ave resplandece.<br />

Santiago Calero<br />

Adrián Wirz<br />

En lo alto, en alta mar,<br />

y sonrientes observando<br />

la hora tranquila, las<br />

colinas<br />

una calle extraña y el<br />

universo<br />

desplegándose para dar<br />

a tu cuerpo<br />

cavidad.<br />

Sobre el mar del verano<br />

las flores,<br />

los jardines,<br />

la hora tranquila del<br />

follaje<br />

hay otro corazón,<br />

corazón.<br />

Salvador Sevilla<br />

Antonella Altuna<br />

El pequeño pensamiento<br />

se vuelve inmenso<br />

El pequeño pensamiento se vuelve inmenso<br />

en medio del silencio con tiempo para crecer<br />

en el largo camino de piedras<br />

bajo el sol sudando la gota gorda<br />

un impulso súbito de reflexión<br />

una promesa de una alegría duradera<br />

en un paisaje que puede ver<br />

a través de su ventana de mentira<br />

que lo protege de la tristeza verdadera<br />

que lo cubre de un sueño plagado de pesadillas<br />

gritos ahogados que se escuchan a la distancia<br />

un mundo sin placer, sin poder respirar aire fresco<br />

un mundo en el que dormir es uno de los temores más<br />

grandes<br />

donde un rostro desconocido es tratado con sospecha<br />

donde el último aliento de alguien se refleja en sus<br />

ojos antes de irse al cielo<br />

cuando el reflejo del agua se torna oscuro<br />

el espíritu de la persona que está reflejada en el agua<br />

es encerrado en las cuevas del olvido<br />

caminando hasta el horizonte está el hombre<br />

sus ambiciones pequeñas<br />

hechas polvo al recordar las tragedias de su mundo.<br />

Pascal Ganoza<br />

75


Reto del poema sin pensar<br />

Mi querido pequeño<br />

cómo te recuerdo en el oscuro silencio<br />

sé que acabaste tu camino<br />

y con este hermoso sol.<br />

Recuerdo tus impulsos comunes en ti<br />

y estallo de alegría de esos recuerdos.<br />

Estoy ahora en la profunda sombra<br />

viendo el paisaje en el que tanto te divertías<br />

y yo te veía por la inmensa ventana.<br />

No puedo ocultar mi tristeza, pero tampoco mi orgullo<br />

sé que estás en un sueño interminable,<br />

pero todavía puedes dar tu grito de guerra.<br />

Sé que la distancia nos separa,<br />

pero el placer de nuestros corazones nos acerca<br />

no hay vez que respire sin recordarte.<br />

Y al dormir, sueño<br />

pensando en tu alegre rostro<br />

en ese paisaje abierto<br />

con tus brillantes ojos<br />

que jugabas hasta quedarte sin aliento.<br />

Qué lindo era verte por el reflejo de la ventana<br />

nunca hubieras podido aguantar este encierro<br />

por más que intento no te olvido.<br />

Ya que para mí eres mi luna en el horizonte<br />

en una pequeña parte de mí lo sé:<br />

Tú no te has ido de mi corazón.<br />

Pablo García<br />

Poema automático<br />

Isabel Pérez<br />

Soy muy pequeño<br />

y me quedé en silencio<br />

por eso camino<br />

y siempre miro el sol<br />

hacia ahí me impulso<br />

para buscar la alegría<br />

abajo del árbol de la sombra<br />

notando un bello paisaje<br />

viendo por la ventana<br />

alejándome de la tristeza<br />

tratando de hacer realidad mis sueños<br />

me asusto y grito<br />

me voy a distancia<br />

para tener el placer de respirar y dormir<br />

en el espejo veo mi rostro<br />

con mente abierta<br />

también veo mis ojos<br />

y huelo mi aliento<br />

me doy cuenta de que tengo buenos reflejos<br />

alguien se porta mal y lo encierro<br />

pero me olvido<br />

por ver como muchos el horizonte<br />

un barco pequeño<br />

y hacia ahí me acerco.<br />

Noah De Col<br />

José Francisco Silva<br />

76


“Bob Esponja, Bob Esponja”, cantaba el televisor.<br />

Respiraba profundamente, emocionado por el nuevo<br />

episodio de mi serie favorita. Habré tenido unos cuatro<br />

o cinco años, y si estoy equivocado, ya había pasado<br />

un tiempito desde que salí del cascarón, pero no más<br />

de cinco vueltas alrededor del sol.<br />

El capítulo tranquilamente comenzaba. Se trataba<br />

sobre las caras graciosas y cómo, al final, Bob, Patricio,<br />

Sandy y el señor Cangrejo terminaron con las caras<br />

deformes y congeladas por hacer muchas muecas.<br />

No pasó mucho del capítulo hasta que me apagaron<br />

la tele. Mi abuelo estaba a punto de fallecer y mi<br />

hermano me quería pasar el teléfono para que le diga<br />

mis últimas palabras y despedirme de él.<br />

Yo, confundido y molesto, no entendía lo que<br />

estaba pasando y le grité a mi hermano: “¡Quiero<br />

terminar de ver el capítulo de Bob Esponja!”. Esa<br />

fue, creo, la peor decisión que he tomado en mi vida.<br />

Estuve peleando con mi hermano hasta que ya no<br />

escuchamos más de mi abuelo por el teléfono.<br />

Mi corazón paró y no sentía mi cara. Sentí cómo<br />

mi alma se hundía más y más en un hueco profundo.<br />

Mientras mi cara se congelaba, justo como el episodio<br />

de Bob Esponja. Ahí fue cuando me di cuenta de que el<br />

mundo no gira alrededor mío.<br />

Nicolás Rabí<br />

Profundas miradas<br />

Sueño prístino,<br />

grato corazón en el que<br />

nos quedamos con las profundas miradas<br />

enganchadas.<br />

Transito por mi sombría somnolencia,<br />

tristes canciones inundan mis sentidos.<br />

Alas pálidas, pero rápidas,<br />

como el movimiento de las nubes.<br />

La vieja confusión me visita,<br />

con su tierna y fiel sonrisa.<br />

Pesadillas heladas<br />

forman confusos caminos,<br />

alrededor de mi pálido rostro.<br />

Pero despierto a una vil realidad,<br />

infeliz realidad.<br />

Amable cielo rosado,<br />

dulces sonrisas,<br />

palabras sinceras.<br />

Herido corazón, mas no roto.<br />

espejo traidor,<br />

íntima y amarga sanación<br />

sombría, fría,<br />

pequeña sombra que no se aparta<br />

gratos ojos los que me miran.<br />

Sencilla humildad,<br />

con la constante, bella, vieja<br />

realidad.<br />

Morgana Mindreau<br />

Gael De la Rocha<br />

77


Fue domingo,<br />

entre fantasmas transparentes<br />

Entre siglos pasados columbro abismos perdidos, ayer<br />

a las seis todo es difuso<br />

mas hoy ya son las once en mi experiencia personal<br />

entre siluetas y luces y una estaca en mi pecho, caigo en cuenta<br />

de tropiezos y mareas que parecen ser parte de un mismo cerro<br />

agujas en mi garganta, hierve en mi pecho lo que ya no se ve,<br />

pero se ve en el espejo.<br />

Cordilleras una tras otra bañadas de preguntas y no preguntas,<br />

de lo que sé y lo que no<br />

lo que veo con ojos pasados y lo que hago con<br />

acciones instantes.<br />

Como estatua en el tiempo queda la vida, mirándome altanera<br />

Porque la luz cae pero no puede contra lúgubre persona<br />

mas siento que no hay lágrima necesaria, de derramar<br />

sobre estas letras<br />

ya que no hay vida que termine por el comienzo.<br />

Tornan como rumores, palabras siniestras y de mi cuerpo<br />

sentimientos de niebla entre sí<br />

se ven ensimismadas en la misma pregunta<br />

¿cómo lo pasado es tan difuso e igual se ve en el presente?<br />

las semanas parecen siglos, los minutos, horas y yo,<br />

llevo esta carga exhibida sobre la cabeza<br />

miro estrellas en este cielo gris buscando algo,<br />

solo cae una gota de luna,<br />

que espanta de mis dientes incisivos<br />

un número crecido de cuerpos inorgánicos.<br />

Doménica Dezar<br />

Mali Puerta<br />

Lucas Villegas<br />

Un silencio, una lágrima<br />

La pequeña muerte<br />

el silencio matador<br />

el camino doloroso<br />

la muerte del sol<br />

el impulso dolor<br />

la alegría se volvió tristeza<br />

sombra oscura<br />

paisaje maldito<br />

ventana rota<br />

la tristeza se volvió una depresión<br />

gracias a eso tuvimos sueño<br />

grito de maldad<br />

distancia lejana<br />

no hubo placer<br />

no pude respirar<br />

ni tampoco dormir<br />

solo vi el rostro<br />

abierto en uno<br />

ojos negros<br />

el aliento feo<br />

el reflejo que no hubo<br />

el encierro de mi corazón<br />

el olvido que tuve en mí<br />

en el horizonte<br />

pequeña lágrima.<br />

Brunella Serrano<br />

78


Pequeña es la luna que se asoma por mi ventana<br />

el silencio es lo que escucho por la vida<br />

el camino me guía hacia ti<br />

veo el sol y siento que me habla<br />

el impulso sale de mí<br />

me lleno de alegría cuando por fin te veo<br />

esa sombra me habla, pero no hago caso<br />

veo el paisaje y me siento libre<br />

esa ventana la veo cuando no estás<br />

tristeza me aborda cuando no te veo<br />

sueño contigo cada noche<br />

grito, porque no aguanto tu silencio,<br />

la distancia me mata<br />

tengo el placer al verte feliz<br />

respirar es lo único que me salva<br />

dormir es mi medicina<br />

tu rostro es hermoso cuando te veo<br />

cuando abro contigo es hermoso<br />

tus ojos cielo son un paraíso<br />

siento tu aliento y me encanta<br />

tu reflejo vive en mí<br />

este encierro me mata, quiero verte.<br />

No me olvides por favor<br />

el horizonte nos junta<br />

esa pequeña flor que me diste aún la guardo<br />

no me olvides de nuevo por favor.<br />

Luciana Saavedra<br />

Era domingo en la guerra<br />

Y entonces sueño en una piedra<br />

duermo y no me detengo<br />

me golpeo el pie contra el zócalo<br />

y gritó de emoción frente a los cerros<br />

lo veo de lejos y me encuentro cara a cara<br />

Voltaire me mira directamente<br />

desvío la mirada y no lo veo<br />

vuelvo a verlo y no está<br />

pienso varias cosas, entre ellas<br />

“esto se puede volver una hecatombe”<br />

y sucede, no está, caos, locura y, sobre todo,<br />

miedo, odio, furia<br />

y se le ve a la lejanía, con su ceño fruncido<br />

con capa en mano y terminará<br />

en su estatua, de espada.<br />

Lorenzo Molina<br />

Catarata sin fin<br />

Pálidos colores caen y caen del cielo,<br />

como el agua de un lago en las alturas,<br />

asombrosa brisa como el aire que sopla en otoño,<br />

serena caída de agua,<br />

calma mental como meditación,<br />

brava, la caída de agua,<br />

como la lluvia cayendo en las calles de Berlín.<br />

Helada brisa, que resopla en mi cara,<br />

como el murmullo de las olas.<br />

Rocas que caen y se quedan,<br />

amables y resonantes,<br />

recordando un suave susurro.<br />

Pocas anécdotas tristes,<br />

al igual que en la playa,<br />

se siente aura graciosa y feliz,<br />

como la Navidad en la infancia,<br />

frío traidor y osado,<br />

como un dolor inaudito.<br />

Kenu Puerta<br />

Veo un cielo tan cercano<br />

Veo un cielo tan cercano que me golpea los ojos,<br />

pero tan lejano que no podría alcanzarlo en mi vida.<br />

Bebo la mitad de un vaso,<br />

tomarlo todo me dejaría con sed en el futuro.<br />

Recibo una llamada que me hace sentir<br />

como si hubiera alguien viéndome.<br />

La persona viéndome ahora me abre una puerta al paraíso,<br />

con un cielo brillante y celeste,<br />

lleno de todo tipo de pájaros.<br />

Y en menos de un segundo,<br />

un auto me choca el corazón y me regresa al inicio del camino.<br />

Pero en ese camino ahora voy en reversa.<br />

Joaquín Planas<br />

Eres la linterna de mi vida<br />

Eres la linterna de mi vida, como el sol es de la tierra.<br />

Cuando me llamas vibro como el agua al tocarla,<br />

cuando me miras me das escalofríos.<br />

Tengo ganas de ser libre como un pájaro por las nubes<br />

y al intentarlo abro las puertas del pasado que no me gustan.<br />

Solo veo un camino sin fin,<br />

intento manejar mis emociones lo mejor que camino<br />

y esto solo me lleva a que te tenga en mi corazón.<br />

Isabella García Rosell<br />

79


Pequeño silencio sordo<br />

sobre el largo camino<br />

Pequeño silencio sordo sobre el largo camino<br />

el sol que alumbra con un impulso del fuego<br />

causa alegría al mirar y sombra al recordar<br />

ese paisaje tan deslumbrante que se veía por la ventana<br />

es triste pensar en no verlo de nuevo<br />

da sueño recordar ese paisaje tan bello<br />

y cuando me quedo dormido grito en este profundo sueño<br />

y lo logro ver un poco a la distancia<br />

que placer de mirar<br />

respirar ese aire del sueño mientras uno duerme<br />

parece que no tengo rostro, solo sentidos<br />

mi paisaje está abierto para todos, ojalá lo vieran<br />

con sus ojos, me recuerda al aliento del mar<br />

y a su reflejo mi sueño parece un encierro de felicidad<br />

pero a veces me olvido y me da pesadillas<br />

tengo ganas de volver a ver ese horizonte<br />

aunque a veces tengo un pequeño recuerdo.<br />

Antonio Álvarez<br />

Rafaela Siles<br />

La soledad<br />

Me despierto como cualquier otro día. Mi robot asistente<br />

me despertó con un ruido de alarma y un rico desayuno<br />

en sus brazos robóticos. Como cualquier otro día, era<br />

un jugo de naranja y tostadas con mantequilla. Lo como<br />

rápido y empiezo a alistarme para trabajar. Era otro día<br />

trabajando desde casa, otro triste y solitario día. Le digo a<br />

mi robot asistente que aliste mi oficina para poder trabajar.<br />

Desgraciadamente ya no es necesario salir de casa para<br />

realizar ninguna actividad o trabajo. Cada quien pasa todo<br />

el tiempo de su vida en su casa. La humanidad ha perdido<br />

contacto, y las personas ya no se relacionan con humanos,<br />

sino con robots. Han pasado más de diez años desde que<br />

veía a alguna otra persona.<br />

Me senté en mi oficina y empecé con todos los trabajos<br />

pendientes que tenía. Pero ese día me sentía más triste<br />

de lo normal. Algo no se sentía bien. Era como siempre,<br />

la soledad. Se puede pensar que el hecho de tener<br />

contacto con inteligencia artificial satisface mi necesidad<br />

de socializar por naturaleza. Pero nada más lejos de la<br />

realidad. Al inicio de toda esta era, parecía eso. Pero nada<br />

terminó siendo como aparentaba. Cada día me despierto<br />

con el insaciable sentimiento de soledad, el cual nunca<br />

desaparece. A mis amigos ya no los veo. Ningún humano<br />

ha vuelto a verse con otro. Los robots y las máquinas<br />

hacen que la humanidad avance como especie, pero<br />

demanda mucho trabajo. Y ahora las personas viven<br />

80


trabajando y no se ven. El futuro de la humanidad se<br />

ve brillante, pero a costa de qué.<br />

Todo el trabajo que tenía parecía interminable.<br />

Y luego de cinco horas de trabajo seguido sin parar,<br />

decidí tomar un descanso para almorzar. Ni bien<br />

terminé de almorzar fui a trabajar de nuevo.<br />

Vivía rodeado de máquinas y robots. Y a veces<br />

pensaba que estaba a punto de volverme loco. No veía<br />

a ningún humano desde hace mucho tiempo. Los seres<br />

humanos somos seres sociables por naturaleza. Y<br />

hasta qué punto pueden llegar los robots para cumplir<br />

con mi función de socializar. Me sentía muy solo.<br />

Cuando de repente fui caminando al baño y de<br />

casualidad voté un plato de comida sobre la máquina<br />

que daba energía a mi casa. Automáticamente se<br />

apagó todo, los robots y toda la electricidad en mi<br />

casa habían desaparecido. Entonces decidí usar el<br />

contactador automático de emergencias para llamar<br />

a un robot a que viniera a arreglarlo. Llegó en más<br />

o menos cinco segundos. Le expliqué lo que pasó<br />

y empezó a revisarlo. Entonces dijo que arreglarlo<br />

tardaría un día entero, por lo que me comenzó a<br />

explicar cómo sería la reparación. En esta era la<br />

energía y electricidad es algo casi tan vital como el<br />

agua, entonces el seguro cubre todos esos daños.<br />

En estos tiempos el internet es algo muy<br />

importante. Por lo que una casa sin electricidad es algo<br />

inhabitable para un ser humano. Por lo que el robot<br />

me dijo que me iban a transportar a otra casa durante<br />

todo el día de la reparación. Pero lo que me dijo luego<br />

me dejó sin palabras e hizo que mi corazón dejara de<br />

latir por unos momentos. Me dijo que me iban a llevar a<br />

la casa de otra persona. Cuando me lo dijo no escuché<br />

nada, sentí un silencio profundo. Una infinidad de<br />

sentimientos invadieron mi mente. Entonces asentí.<br />

Al día siguiente, cuando el robot apareció en mi<br />

casa, me llevó hasta la casa de la persona en la que iba<br />

a estar y luego volvió a mi casa a arreglar mi fuente<br />

de energía. Me dejó enfrente de la puerta. Entonces<br />

toqué. El robot antes de llevarme, me dijo que ya<br />

habían puesto al tanto a la persona. Entonces de<br />

repente escucho pasos y la voz de alguien diciendo “ya<br />

voy”. En ese momento mi corazón empezó a latir muy<br />

rápido. Abrió la puerta una chica. Cuando la miré, ella<br />

hizo lo mismo y los dos nos quedamos inmóviles por<br />

un par de segundos. Luego la saludé, ella respondió y<br />

los dos movimos nuestras manos para saludarnos con<br />

un apretón de manos. En el momento en el que sentí<br />

el contacto de sus manos sentí algo que no sentía<br />

hace mucho. Era como si tocara algo que nunca antes<br />

hubiera sentido. Y quité mi mano instintivamente.<br />

Pero ella lo tomó de una buena manera. De mis ojos<br />

salió una pequeña lágrima que no pude controlar. La<br />

chica reaccionó con una tierna risa, lo que hizo que<br />

mi corazón latiera más rápido de lo que ya lo hacía. De<br />

repente sentí como si todos los problemas del mundo<br />

hubieran desaparecido y no hubiera nada más en el<br />

mundo que ella y yo. Se me erizó la piel. Entonces<br />

ella se acercó y me dio un abrazo. En el momento en<br />

el que sus brazos rodearon mi cuerpo sentí una paz<br />

interior. Mi mente sentía una combinación entre todas<br />

las emociones que un humano pudiese tener. Ella se<br />

sonrojó, y por ende, yo también.<br />

La chica de repente entró a su casa y me hizo un<br />

gesto para que pase. Lo único que quería era que ese<br />

generador de electricidad nunca se reparara. Por arte<br />

de magia me llegó un mensaje al contestador móvil.<br />

Era del robot que me decía que el error era más grave<br />

de lo que pensaba y que quizá me tenía que quedar<br />

un par de días más. Entonces entré a la casa, como la<br />

chica me lo había dicho, y vi que tenía un papel entre<br />

las manos, algo que no se usa desde hace casi veinte<br />

años. Sin embargo, había aún algunas personas que<br />

lo usaban, ella parecía ser una de ellas. El papel decía:<br />

“Permiso para convivir con otra persona”.<br />

Yaku Gálmez<br />

Domingo<br />

Era simplemente un domingo, sin mucho misterio.<br />

La cocina estaba limpia, los suelos encerados, los<br />

niños dormidos y la madre llorando. Era simplemente<br />

un domingo, hasta que el reloj marcó las doce y dejó<br />

de serlo. La mujer que lloraba silenciosamente en la<br />

ventana dejó de respirar, un último grito de angustia<br />

quedó atrapado entre su pañuelo y su garganta.<br />

Estaba atrapada, no podía sentir ni moverse, pero<br />

lo que más le molestó fue que ya no podía llorar.<br />

Una ráfaga de viento golpeó su vieja y demacrada<br />

cara; fue entonces cuando notó que estaba en<br />

el jardín de su casa, y tenía a sus hijos abrazados<br />

en su regazo. Tras muchos intentos por fin logró<br />

mover la cabeza, observó el cielo y se percató de la<br />

falta de luna. Realmente el paisaje era precioso, el<br />

descuidado césped había empezado a tomar un tono<br />

extrañamente grisáceo, las ventanas de la vieja y gran<br />

casa reflejaban la misma sensación que produce un<br />

trago amargo de café. Las grandes vigas en la entrada<br />

parecían poder sostener hasta lo insostenible; los<br />

árboles secos estaban cubiertos de nieve, salía un<br />

humo espeso y caliente de la chimenea; todo parecía<br />

tan acogedor que cualquier persona se hubiera<br />

preguntado seriamente si aquella casa era real.<br />

81


En frente de uno de los árboles había un buzón<br />

rojo y oxidado, sobre el que reposaba un gran cuervo<br />

negro. Si no fuera por la inquietud que le causaba lo<br />

que estaba pasando, aquella mujer hubiera podido<br />

perderse y desaparecer para siempre en la soledad y<br />

belleza de su propio hogar.<br />

Pasaron unos segundos y uno de los niños, un<br />

poco confundido, intentó entrar a casa para seguir<br />

durmiendo, pero a los pocos pasos se dio contra un<br />

ente invisible que le impedía el paso. El golpe fue<br />

tan rotundo que al caerse, sus rodillas pequeñas y<br />

frágiles empezaron a sangrar y a manchar la nieve.<br />

Naturalmente su madre corrió a ayudarle, pero la<br />

detuvo el mismo muro invisible. Todo detrás de<br />

aquella pared parecía infinitamente borroso, como un<br />

horizonte en otoño. Se empezaron a escuchar leves<br />

murmullos que poco a poco se convirtieron en voces<br />

confusas y muy fuertes. Los ruidos parecían venir de<br />

todos lados. “¡No toques eso!”, dijo una mujer. “¿Quién<br />

lo pintó?”, preguntó un niño. Las voces llegaron a<br />

hacerse insoportables, los hijos de la mujer empezaron<br />

a llorar en su regazo, hasta que se hizo un silencio<br />

rotundo y doloroso:<br />

–¡Pasemos al siguiente cuadro, niños! –dijo un<br />

hombre. De nuevo un gran silencio invadió aquel<br />

paisaje, que ahora no es más que el fondo de una<br />

pintura protagonizada por una madre que llora cada<br />

domingo a las doce.<br />

Mae Alorda<br />

Hacer algo<br />

Los ojos de la pequeña y temblorosa criatura que tenía<br />

en mis manos parpadeaban frenéticamente, mientras<br />

su mirada aterrorizada se mantenía fija en la niña<br />

que lo sostenía, y que en ese momento significaba el<br />

augurio de su muerte inminente.<br />

No recuerdo haber vivido una situación como<br />

aquella, donde lo mórbido de la imagen que tenía<br />

frente a mí no me permitía despegar la vista, un<br />

magnetismo enfermo que hasta ahora me cuestiono.<br />

El tacto de la sangre era tibio y viscoso entre mis<br />

dedos. El cuerpo tembloroso de un pichón con las alas<br />

completamente desgarradas se retorcía y temblaba<br />

ante mi toque, y yo sentía cómo ese retrato quedaba<br />

grabado a fuego en mi retina. Había perdido la cuenta<br />

de los minutos que habían pasado desde que mis<br />

padres me habían dejado sola en el jardín después de<br />

haberles informado del hallazgo que había hecho.<br />

–Déjalo, amor, está muriéndose, va a sufrir más si<br />

no lo dejas tranquilo.<br />

En ese momento no me percaté de que había<br />

estado en la misma posición por bastante rato, con<br />

el pasto haciéndome cosquillas en las rodillas. No me<br />

percaté del calambre que se formaba en mi pierna, ni<br />

en la tijereta que trepaba por mi brazo. Sólo me podía<br />

concentrar en la abrumadora sensación de tener el<br />

llanto atorado en la garganta a pesar de haber gastado<br />

todas mis lágrimas.<br />

Estaba sufriendo. Lo podía ver en el ángulo anormal<br />

que había adoptado una de sus alas desgarradas. Lo<br />

podía sentir en los latidos de su corazón, que cada vez<br />

se hacían más irregulares. Lo podía escuchar en los<br />

chirridos desafinados y lastimeros que soltaba con<br />

dificultad cada cierto rato. Estaba sufriendo mucho.<br />

–¡¡Mamááá!! ¡Lo tenemos que llevar al veterinario,<br />

todavía no está muerto! ¡Por favor, por favor! ¡Se va a<br />

morir!<br />

La mirada de lástima e impotencia que me dirigió mi<br />

madre en ese momento fue algo sin precedentes. No<br />

me respondió, solo me abrazó mientras me acariciaba<br />

la cabeza y yo no podía postergar más el llanto.<br />

Supongo que en mi joven mente quise mantener la<br />

esperanza de que podía hacer algo por aquella pobre<br />

criatura. Quise convencerme de que podía hacer algo.<br />

Siempre se puede hacer algo.<br />

La conciencia y el corazón me pesaban cada vez<br />

más. Dejé suavemente el pequeño y tembloroso<br />

cuerpo en el pasto. Las ganas de estallar en lágrimas<br />

me carcomían.<br />

Aún en el pasto se retorcía de dolor, sacudiendo<br />

sus muñones ensangrentados en un inútil intento por<br />

incorporarse.<br />

Siento ganas de vomitar. Apoyo mis manos en el<br />

pasto para erguirme, la sangre reciente de mis palmas<br />

resalta en el pasto junto a la que ya está reseca. Sí,<br />

siempre se puede hacer algo. Me repito eso mientras<br />

me levanto sin reparar en las marcas rojas que ha<br />

dejado el pasto en mi piel, ni en la picadura infectada<br />

que llevo en el brazo. Se me revuelve el estómago<br />

por la mezcla de náuseas y repulsión que me provoca<br />

pensar en lo que estoy a punto de hacer.<br />

En lo que tengo que hacer.<br />

Camino a paso trémulo fijando mi vista en la piedra<br />

más grande del jardín. Siempre me había costado<br />

levantarla, pero esta vez lo hago sin esfuerzo alguno, o<br />

tal vez sin reparar en lo que me cuesta.<br />

Cada respiración, cada brisa, cada movimiento<br />

de las hojas a mi alrededor sucede en cámara lenta,<br />

la brumosidad del ambiente me resulta tan irreal<br />

82


que me empiezo a preguntar si lo que está pasando<br />

no es producto de mi imaginación. Las hormigas y<br />

escarabajos aceleran su paso y se amontonan en<br />

bultos en cuanto levanto la piedra, que deja un hueco<br />

amarillento en la hierba. Es una imagen asquerosa,<br />

pero mi mente está tan saturada de emociones<br />

encontradas que el asco que podría llegar a sentir<br />

queda en segundo plano.<br />

Los latidos de mi propio corazón retumban en mis<br />

oídos. Sé lo que tengo que hacer, pero noto cómo<br />

parte de mi cuerpo se resiste ralentizando mis pasos<br />

y frenando la marcha a momentos. Me paro frente a la<br />

paloma, y le dirijo una última mirada.<br />

Ahora es mi respiración la que está acelerada.<br />

Ahora soy yo la que parpadea desesperadamente.<br />

Ahora es mi pequeño cuerpo el que está temblando, y<br />

mis brazos los que pesan. La pequeña ave parece saber<br />

lo que le espera. Siento cómo la repulsión y la lástima<br />

que me produce verlo sacudir con más vehemencia<br />

sus extremidades inservibles al verme acercarme se<br />

asientan en mi garganta junto con el llanto comprimido.<br />

Pero no se merece lo que sea que le hayan hecho, por<br />

eso sé que lo que estoy a punto de hacer es lo correcto.<br />

Los pasos que debo seguir están marcados con<br />

sangre.<br />

Me detengo ante ella antes de dirigirle una<br />

última mirada. La piedra resbala entre mis dedos<br />

ensangrentados y hace un ruido seco y determinante<br />

al impactar con todo su peso en el pasto. Ni siquiera<br />

tengo que bajar la mirada para saber que mi puntería<br />

fue certera.<br />

Siempre se puede hacer algo.<br />

Julieta Montani<br />

Se enredó<br />

Se enredó<br />

y desde entonces<br />

en tu alma<br />

solo fluye<br />

paz y armonía.<br />

Al despertar<br />

solo se respira risa<br />

ya que el sol brilla<br />

porque llegó la primavera.<br />

Cada día el atardecer<br />

es una maravilla<br />

en el cielo todo resplandece<br />

y en la tierra todo es alegría.<br />

Alexia Colmenares<br />

Sofía Christodulu<br />

83


Cuarto de media<br />

Un momento de descanso<br />

Azz…Azz…Azz… Era el sonido que emitía mi perro Max<br />

mientras caminaba. Lo hacía sacando la lengua cuando<br />

estaba feliz y un poco cansado a la vez. Me encontraba<br />

caminando a su costado, sujetándolo de su cadena.<br />

Lo estaba sacando a pasear, más específicamente<br />

estábamos volviendo a la casa luego de caminar<br />

veinticinco minutos.<br />

Para entender un poco mejor la historia, tienen que<br />

saber que yo era incapaz de jalar de la correa de Max,<br />

simplemente no podía hacer una acción que podría<br />

hacerle daño de alguna manera, aunque sea mínima. Oh,<br />

y el perro Max sabía eso, por lo que era prácticamente él<br />

quien me sacaba a pasear.<br />

Yo iba escuchando música como siempre, todo iba<br />

normal hasta que llegamos a un parque que ya estaba<br />

a una cuadra de la casa. Este parque está al costado de<br />

un restaurante que tiene un enorme árbol que lo cubre<br />

como un techo. Cuando llegamos al costado del parque,<br />

Max se detuvo. Como era costumbre, supuse que todavía<br />

quería seguir paseando, así que intenté ir hasta la otra<br />

dirección, pero el perro Max se quedó quieto, y lo mismo<br />

con las otras direcciones, hasta que al fin se movió hasta<br />

el parque. Se sentó y se quedó en la sombra del árbol. Al<br />

principio le dije: “Vamos, Max, ya en la casa tomas agua y<br />

descansas”. No obstante, no se movió.<br />

Dante Torrejón<br />

Aitana De Argumaniz<br />

Así que decidí escuchar música y esperar a que se<br />

moviera. Pasados diez minutos me molesté un poco y le<br />

dije de nuevo: “Vamos, Max”. El perro ni se movió.<br />

Pasados quince minutos, el perro Max pasó de estar<br />

sentado a echarse completamente contra el pasto.<br />

Ahí me preocupé un poco, intenté levantarlo, pero<br />

nada, el perro Max seguía echado haciendo su sonido<br />

característico. A los veinticinco minutos me preocupé,<br />

recuerdo que saqué mi celular y busqué si era posible que<br />

los perros sufrieran una parálisis de un momento a otro,<br />

pero el perro Max claramente no tenía una parálisis. Como<br />

no se levantaba decidí llamar a mi papá, le dije lo que<br />

estaba sucediendo, Max se había echado en un parque<br />

hacía casi treinta minutos y no se quería levantar. Mi papá<br />

dijo que iba en un rato y me dispuse a esperarlo.<br />

Cuando llegó mi papá se dirigió hacia nosotros, lo<br />

miró y dijo: “Max, vamos”. Como por arte de magia el perro<br />

Max se levantó. Movió la cola y se dispuso a ir a casa.<br />

Yo me quedé estupefacto. Media hora había esperado<br />

diciéndole que se levantara y mi papá llega y le dice<br />

“vamos”, y se para. Recuerdo que el resto del día estuve<br />

bastante molesto con él.<br />

Ya ha pasado casi un año desde que pasó aquello y<br />

lamentablemente el perro Max ya no está con nosotros.<br />

A veces pienso en aquella vez, ¿por qué lo hizo? La<br />

conclusión más obvia es que se estaba aprovechando<br />

84


de mí ya que yo era muy blando con él. No obstante,<br />

pienso que era otra cosa. Lo que yo pienso es que más<br />

que aprovechamiento, era confianza que el perro Max<br />

me tenía. Lo que yo creo es que como él ya era un perrito<br />

medio viejo, muchas veces se cansaba cuando lo sacaban<br />

a pasear y sabía que mi hermano o mi papá no lo hubieran<br />

dejado descansar, en cambio yo sí. Era la confianza que<br />

me tenía el perro Max.<br />

Hernando Guerra García<br />

Sentada en el sillón, llorando lágrimas gordas y feas, sentí<br />

como si fuese el fin del mundo. Continué llorando durante<br />

largos minutos en mi propio mundo, donde reinaba el<br />

silencio y la desolación.<br />

Poco después fue mi madre quien habló: “Hay que<br />

enterrarla abajo, en el jardín”. Abruptamente paré de llorar<br />

e inmediatamente dije: “No, no voy a dejarla podrirse en<br />

la tierra y que los bichos se la coman lentamente. Hay que<br />

cremarla”.<br />

Todos quedamos de acuerdo con esa solución, y<br />

me fui a mi cuarto a llamar a la veterinaria para arreglar<br />

que se la lleven. Todo pasó muy rápido, casi irreal en<br />

ese momento, pero antes de que me diera cuenta, ya<br />

habíamos programado la fecha de su cremación. En ese<br />

momento todos nos dispersamos a diferentes lugares de<br />

la casa, pero yo me quedé sola en la sala con ella.<br />

La miré un rato, aún esperando que se acerque a mí<br />

por su cuenta, y se sobara contra mi mano. Después de<br />

Fabrizio Carbajal<br />

un rato, por fin encontré el coraje para tocarla.<br />

Estaba fría y tiesa, indudablemente muerta.<br />

Fue una sensación rara, ya que yo estaba<br />

acostumbrada a que esté cálida y llena de vida, que se<br />

despierte con un toque de mi mano. No me acuerdo lo<br />

que le dije, pero indudablemente fue una despedida,<br />

larga y compleja, que se sintió más como un hola en<br />

realidad.<br />

Finalmente, antes de irme a llamar a mi papá para<br />

que la lleve al crematorio, le quité el collar que colgaba de<br />

su cuello, jurando cuidarlo por siempre y quedándomelo<br />

como un recuerdo final. En ese momento se sintió como<br />

el fin del mundo, como si en cualquier momento fuese<br />

a caer dormida y nunca despertar, igual que ella, pero<br />

lentamente me acostumbré al sentimiento y seguí<br />

viviendo.<br />

Amaranta Gutiérrez<br />

El elefante africano<br />

y su sentido del olfato<br />

Mi larga trompa no tiene mucho que ver con mi eficaz<br />

sentido del olfato. Los perros mayormente se llevan el<br />

puesto y son conocidos como uno de los animales que<br />

mejor huelen, los usan para detectar drogas y hasta para<br />

investigaciones; sin embargo, mi olfato es dos veces<br />

más eficaz que el de estos y nunca me han llamado para<br />

ir al aeropuerto y oler a los pasajeros, tampoco me han<br />

llamado para ser amigo del policía y ayudarlo cuando<br />

hay crímenes que resolver, pero ya aprendí a superar<br />

que yo no tengo el reconocimiento que merezco. Si tú,<br />

un humano, crees que tienes buen sentido del olfato,<br />

yo lo tengo cinco veces mejor. Intenta imaginar eso:<br />

olores cinco veces más intensos y cinco veces más es la<br />

distancia a la que llego a oler. Muchas veces me siento un<br />

poco abrumada con tantos olores a mi alrededor, pero he<br />

aprendido a vivir con eso y ya no verlo como algo malo,<br />

sino como una habilidad que me ayuda a sobrevivir y es<br />

parte de mí.<br />

En vez de compararme a mí y mi sentido del olfato<br />

con los de otros animales, con mi eficiente habilidad para<br />

olfatear huelo todo lo que quiero, como mi comida, para<br />

saber dónde está o qué es; y huelo a mis depredadores<br />

para no terminar siendo la comida de un león. Cuando<br />

me paseo por la sabana, a pesar de que puede parecer<br />

un desierto vacío, hay muchos olores. Las gacelas, por<br />

ejemplo, tienen un olor muy agradable y elegante, ya<br />

que no se andan revolcando por ahí como los zorros. De<br />

ellas no me tengo que preocupar, no me hacen nada ni<br />

intentan asustarme rugiendo: son ellas las que se corren<br />

de mí, ya que soy tres veces, sin exagerar, más grande<br />

que ellas. Cuando huelo leones, ahí sí, ni pensarlo<br />

dos veces, regreso por donde llegué. A ellos prefiero<br />

evitarlos, son muy groseros.<br />

85


Mi comida siempre huele bien, hierba, fruta y corteza,<br />

es lo que más me gusta oler. La verdad que me alegra el<br />

día, me da más tranquilidad que oler otros animales. No<br />

es que sea antisocial, ni siquiera los puedo ver ya que<br />

soy más grande que todos, pero igual, elijo evadirlos.<br />

Recuerdo y distingo todo por olores, mi memoria es muy<br />

buena, es otro de mis grandes atributos, que, de nuevo,<br />

los humanos no parecen apreciar. Seguro les asusto por<br />

mi altura o porque de casualidad los pise con mis grandes<br />

y pesadas patas, un poco patético. Tener memoria buena<br />

y buen sentido del olfato me ayudan a sobrevivir en este<br />

desierto lleno de animales salvajes y feroces que no<br />

saben comportarse.<br />

Aisa Sara<br />

La metamorfosis<br />

Al despertar Ainhoa Arigita una mañana, tras un sueño<br />

intranquilo, encontrose en su cama convertida en un<br />

monstruoso insecto. Bajando la mirada y analizando<br />

su nuevo cuerpo, se dio cuenta de que era ahora una<br />

cucaracha del tamaño de un humano.<br />

—Vaya. No me gustan las cucarachas— se dijo a sí<br />

misma.<br />

Se levantó de la cama y tomó unos pasos hacia su<br />

armario.<br />

—No tiene sentido ponerme mi ropa. No solo no me<br />

va a entrar, sino que nunca he visto a una cucaracha usar<br />

ropa— se dio cuenta.<br />

Pero sí se puso medias. Se miró a sí misma en<br />

el espejo, contemplando su asqueroso cuerpo de<br />

cucaracha. Ainhoa realmente detestaba las cucarachas,<br />

Gabriel Vargas<br />

pero entendía que molestarse de poco ayudaría.<br />

Abrió la puerta de su dormitorio y bajó las escaleras<br />

cuidadosamente: era un poco difícil mantener el balance<br />

con un cuerpo tan grande y unas piernas tan flacas. Su<br />

madre se encontraba en la cocina, de donde provenía un<br />

rico olor a panqueques: era la especialidad de su madre<br />

junto a ser una buena abogada. Ainhoa entró a la cocina<br />

y se sentó en la silla más pegada a la ventana que daba al<br />

jardín, ella se sentaba ahí siempre. Su madre volteó hacia<br />

ella.<br />

—¡Vaya! Alguien no durmió sus ocho horas —exclamó<br />

su madre mientras servía los panqueques en el plato<br />

frente a Ainhoa.<br />

—No sé qué hacer, mamá. Creo que las cucarachas no<br />

comen panqueques. Comen caca. No quiero hacer eso<br />

mamá, no quiero ser una cucaracha —respondió Ainhoa<br />

con lágrimas acumulándose en sus ojos.<br />

—Ya. No seas tan dramática y por favor come tus<br />

panqueques.<br />

Ainhoa se comió sus panqueques sin siquiera tocar<br />

los cubiertos. Extrañaba mucho su cuerpo, en especial<br />

su piercing de escorpión en el ombligo. Se empezaba a<br />

dar cuenta de que hoy iba a ser un día muy complicado,<br />

y que podría ser que hoy sea el día en el que cambiaba el<br />

resto de su vida por completo. ¿Cómo iba a bailar? ¿Ya no<br />

sería la más linda de su clase? ¿Perdería a sus amigos?<br />

Varias preguntas circulaban por su cabeza y no podía<br />

responder ninguna, más y más lágrimas empezaron a<br />

salir de sus ojos. Se secó el agua salada de sus ojos y se<br />

dirigió hacia su baño, donde se lavó la cara y se quedó<br />

con la mirada fijada en el espejo.<br />

—Vamos, Ainhoa, no llores. De nada sirve eso ahora,<br />

tú eres fuerte. —Se motivó—. Pero… pensándolo un poco<br />

más, creo que sería mejor que no salga hoy día. ¿Quién<br />

sabe qué pasaría? Podrían llevarme a un laboratorio<br />

a investigarme u otras cosas, mejor debo pasar<br />

desapercibida.<br />

Volviendo a su cuarto pasó por una ventana que<br />

daba a la calle, se asomó discretamente y se quedó<br />

sorprendida con lo que estaba viendo. Se frotó sus ojos<br />

con sus patas de cucaracha y seguía viendo el mundo.<br />

Había una mantis del tamaño de un humano caminando<br />

por la calle. Ainhoa pensó en la envidia que tenía, claro<br />

que más envidia le tenía a aquellos que no habían<br />

cambiado de cuerpo, pero ser una mantis era mucho<br />

mejor que una asquerosa cucaracha. Las mantis siempre<br />

son vistas como símbolos de inteligencia y sabiduría,<br />

mientras que las cucarachas son solo insectos a los que<br />

les tienen miedo o les tienen asco…. O ambos.<br />

Salió corriendo de su casa en un intento de alcanzar a<br />

la mantis que caminaba tan tranquilamente.<br />

—Oye, perdón. Me he despertado así y veo que tú<br />

igual. Por favor, ayúdame. No sé qué hacer— suplicó<br />

Ainhoa.<br />

—¡Vaya! Qué niña más irrespetuosa, ¿no te han dicho<br />

que si no tienes algo lindo que decir no lo digas? Pues<br />

86


no, hoy no es mi día y no me siento muy bien. Y no me<br />

importan tus problemas. Hasta luego— contestó la mantis<br />

con ofensa.<br />

Ainhoa se dio cuenta de que nadie la estaría<br />

ayudando hoy día. Ni siquiera su propia madre. Lo más<br />

raro era que mientras estaba hablando con la mantis,<br />

personas con aspecto humano habían pasado por ahí y<br />

nadie había siquiera volteado la mirada. Algo raro sucedía,<br />

pero Ainhoa decidió seguir con su día ya que todo este<br />

pensar le estaba causando un dolor en la cabeza. Y así<br />

fue que se dirigió al supermercado a hacer sus compras,<br />

salió a pasear a su perro y hasta se cruzó con sus amigas<br />

del colegio. En todo el día, nadie había mencionado nada<br />

acerca de su asqueroso aspecto. Al llegar a su casa se<br />

echó en su cama y vio el techo.<br />

—Vaya, que día tan loco —dijo tras un suspiro.<br />

Su perro entró a su cuarto y se echó en la cama junto a<br />

ella. Ainhoa le empezó a hacer caricias.<br />

—Ay, Cuatro, creo que ya lo entiendo— le dijo a Cuatro,<br />

el perro—. Nadie lo notó, solo yo. Solo yo lo noté. Solo yo lo<br />

dije. A nadie le importó.<br />

Gael Olaechea<br />

Cuatro no respondió. Se quedaron echados en la cama<br />

hasta quedar dormidos. ¿Quién diría que un perro y una<br />

cucaracha podrían llevarse tan bien?<br />

Al día siguiente, al despertar, se pudo poner más<br />

que solo sus medias y tenía su piercing en el ombligo de<br />

vuelta.<br />

Ainhoa Arigita<br />

La metamorfosis<br />

Al despertar Sebastián una mañana, tras un sueño<br />

intranquilo, encontrose en su cama convertido en un<br />

monstruoso insecto. Claro que hay un momento triste, el<br />

no poder comunicarse con sus seres queridos es lo más<br />

triste de todo. Pero Sebastián había dormido con la tele<br />

prendida, y justo pasaba ese episodio de la serie animada<br />

Rick y Morty (una serie de comedia donde un científico<br />

y su nieto van en aventuras) donde Rick Sánchez logra<br />

sobrevivir un día siendo un pepinillo. Lo que este hace<br />

para sobrevivir es lo siguiente: empieza matando una<br />

cucaracha con su boca y se empieza a transportar<br />

tocando su cerebro para mover diferentes partes de su<br />

cuerpo. Sigue su camino haciéndose un exoesqueleto<br />

que puede manejar conectándolo con sus neuronas, y<br />

sé que esto parece una cosa de ciencia ficción, pero Elon<br />

Musk hoy ya ha hecho el primer neurolink. Sebastián sabe<br />

que no es un científico loco así que definitivamente va a<br />

necesitar ayuda. Por suerte este puede comunicar con<br />

código morse la SOS, piensa un segundo cómo hacerlo y<br />

decide que la manera más simple es en un papel poner<br />

… —- … con su propia sangre. Lamentablemente, aunque<br />

quisiera, sabe que la persona a quien comunicarlo no es<br />

su familia, pues esta no solo no entiende código morse,<br />

sino que matarían a la monstruosidad en la que se ha<br />

convertido. Pero no pierde la esperanza, él piensa que el<br />

lugar más seguro donde comunicar su mensaje tiene que<br />

ser una universidad de científicos.<br />

Como cucaracha que es tiene que sobrevivir, pero<br />

igual ser precavido. Así que salta de su ventana y con la<br />

vitalidad que tiene vuela lo más lejos posible buscando<br />

carteles de una universidad. Sebastián prefiere bloquear<br />

los pensamientos oscuros que su mente suele gritarle,<br />

así que para distraerse empieza a apreciar su nueva vista.<br />

Por más que ahora sea verdosa, es clara y otra ventaja<br />

es que ahora puede volar, no es demasiado cómodo pero<br />

este era uno de los sueños del chico.<br />

¿Qué está impulsándolo? ¿Por qué lucha por poder<br />

comunicarse? Pues Sebastián no tiene nada importante<br />

que decir, y ahora que es una cucaracha nada importante<br />

que hacer. Probablemente lo más significativo que ha<br />

“hecho” es ser una cucaracha. Entonces, ¿cuál es el<br />

motivo de su lucha? Bueno, Sebastián no tendrá nada<br />

importante que decir, pero es un firme creyente que el<br />

90% de las cosas que hacemos es para sentirnos un poco<br />

menos solos, y él nunca se ha sentido más solo que en<br />

87


estos momentos y no puede creer que ya dijo su último<br />

hola o les dijo a sus seres queridos te amo por una última<br />

vez, o simplemente que haya dicho su última broma. Así<br />

que tiene que seguir volando.<br />

Como aún no ha encontrado nada y se está cansando<br />

bastante, se para a pensar. El invento de Elon Musk<br />

aún no llega a Perú, de hecho aún no está a la venta. El<br />

único lugar donde existe es USA, pero, ¿cómo viajará en<br />

avión? Rápidamente encuentra la manera, su madre se<br />

va a Estados Unidos (es azafata), su bus debería estar<br />

pasando por ahí en menos de una hora. Así que vuela lo<br />

más rápido que puede al departamento de su madre.<br />

Afortunadamente, justo ha llegado el bus que la<br />

recoge, y ella aún no baja. tiene que intentar entrar al<br />

motorizado sin que las azafatas se den cuenta (pues<br />

definitivamente se encontraría pisoteado si eso pasase).<br />

Ve una ventana trasera, donde nadie está sentado y<br />

ágilmente se cuela por ahí. Su madre baja y pasan por el<br />

siguiente pasajero. Cuando llegan al aeropuerto, el bicho<br />

se mete en la cartera de su madre para pasar entre toda<br />

la gente pasando de ser percibido.<br />

Su madre lo lleva a la oficina del crew del avión.<br />

Sebastián no puede ser revisado por check out entre<br />

maletas, ya que estas revisan seres vivos. Lo que piensa<br />

hacer es meterse en el pantalón de uno de los pilotos,<br />

que con un poco de suerte llevará medias gruesas y así<br />

no sentirá al invertebrado. Este saca la cabeza del bolso y<br />

revisa la habitación. Lamentablemente no ve ningún piloto<br />

pero percibe una cosa que definitivamente es segura y lo<br />

dejará pasar. El gorro del piloto. Está en la mesa al lado del<br />

propietario de este, con suerte no revisará su gorro antes<br />

de ponérselo. Además parece distraído coqueteando con<br />

una de las azafatas nuevas. Sebas vuelve a intentar ser lo<br />

más sigiloso posible y tras un diminuto paso tras otro logra<br />

quedarse en un pliegue de su gorra.<br />

Tras un tiempo el capitán no sospechoso se pone su<br />

gorra y a partir de aquí Sebastián toma una siesta. Ha<br />

estado muy estresado todo este tiempo, y si algo era<br />

cuando era humano era un dormilón profundo. Aunque<br />

después de ocho horas y tras un grito de desesperación<br />

del piloto al ver una cucaracha en su cabeza, Sebastián<br />

sale bien despierto a volar por su vida.<br />

Ha llegado a Miami, edificios, calor que le sienta<br />

más cómodo que nunca y la búsqueda de un hombre,<br />

Elon Musk. ¿Cómo encontrar a un hombre en uno de<br />

los países más grandes y más poblados del mundo? Si<br />

fuera cualquier otro hombre tendría un problema, pero<br />

Elon Musk es una celebridad, y una de las más sociales.<br />

Antes de ser cucaracha, Sebas no paraba de ver los<br />

tuits del filántropo. Así que Sebas tiene que, de alguna<br />

manera, encontrar una computadora con teclas que una<br />

cucaracha pueda usar, buscar el lugar donde vive Elon<br />

Musk e ir, pero primero una siesta en el techo de este<br />

hotel. Sueños de ser humano lo encuentran fácilmente y<br />

se siente cómodo así.<br />

Sebastián Saco Vértiz<br />

Santiago Salazar<br />

La lechuza y su sentido del oído<br />

El sonido arrullador y uniforme del roce de los pétalos<br />

de las flores es interrumpido por los pasos del pequeño<br />

roedor. Agudizo el oído y percibo cómo se juntan y<br />

expanden sus fosas nasales cuando se acerca a las flores,<br />

la fricción de su cuerpo con la tierra cuando se agacha<br />

y arrastra por ella. Me concentro: los latidos rápidos de<br />

su corazón no son ahora más que un mapa que me va<br />

a llevar directo a mi presa. Mis garras emiten un sonido<br />

grave y profundo al arañar la madera del árbol cuando me<br />

empujo y salto para volar. Mi cuerpo se encuentra con la<br />

fuerza del viento, cuyo intenso susurro me desconcierta<br />

y hace que pierda el rumbo por un momento. Aíslo cada<br />

vibración no proveniente del cuerpo de mi objetivo y<br />

logro recuperar el control. Me acerco, su corazón late en<br />

mis oídos. Tomo un último fuerte impulso con un gran<br />

movimiento de mis alas y me lanzo para atraparlo.<br />

Camila Díaz<br />

Transmisión<br />

Todo lo que empieza mal termina mal. Éramos los últimos<br />

dos sobrevivientes de ese accidente que pasó hace más de<br />

sesenta años, aunque se podría decir que de cierta forma<br />

nosotros tuvimos la suerte de solo estar activos los últimos<br />

88


dos de estos. Las cosas habían cambiado demasiado,<br />

pero por suerte nos teníamos a nosotros, el uno al otro.<br />

A él le encantaba describirme como un rayo de luz pura,<br />

quizá por el hecho de que nuestro cabello era blanco o<br />

quizá simplemente le gustaba hasta ese punto. Sigo sin<br />

entender por qué me alababa de esta manera, ya que yo<br />

muy rara vez le he correspondido sus halagos. Estábamos<br />

explorando lo poco que quedaba del gran centro comercial<br />

en el centro de la ciudad, el cual había ya sido retomado por<br />

la naturaleza, cuando recibimos una señal codificada para<br />

nosotros, transmitida en una frecuencia específica, y que<br />

según el Pod, era una grabación.<br />

La grabación que habíamos encontrado parecía<br />

provenir del sitio del choque del búnker, aparentemente<br />

alguien había estado transmitiendo desde hacía<br />

mucho tiempo y reenviando la señal codificada a todo<br />

sobreviviente. Él y yo éramos los únicos sobrevivientes<br />

de los que sabíamos, y aunque llevábamos poco tiempo<br />

activados, no hemos tenido la suerte de encontrar a<br />

nadie más como nosotros. Al momento de reactivar la<br />

antena recibimos la señal, estaba bastante dañada y<br />

corrompida, probablemente por el tiempo que llevaba<br />

transmitiendo, pero conseguimos salvar un pedazo de<br />

esta pequeña transmisión.<br />

[Decodificación terminada, mostrando transmisión]<br />

Las primeras imágenes fueron confusas, solo una<br />

imagen negra sin nada aparente, hasta que luego de<br />

unos momentos el video se hizo más claro. Una mujer<br />

con pelo que mostraba rastros de haber sido dorado,<br />

pero debido al poco cuidado el resaltante color había<br />

desaparecido. Todo el resto de su cuerpo estaba cubierto<br />

por la característica ropa que todas las operadoras<br />

de YoRHa llevaban, una tela negra casi transparente<br />

cubriendo todo su cuerpo además de un vestido corto<br />

y pegado negro con decoraciones circulares doradas<br />

que iban desde el cuello hasta la cintura. Esta figura<br />

nos pareció muy familiar. Con su rostro suave y piel clara<br />

junto a esos ojos azules brillantes, esta mujer tenía que<br />

ser la operadora de mi compañero. Seria y fría, nunca la<br />

habíamos visto atada a nada de la misma forma que mi<br />

compañero y yo lo estábamos, por ejemplo. A su costado,<br />

había una máquina blanca con forma rectangular flotando<br />

arreglando su brazo con sus propios brazos mecánicos,<br />

que parecía haber sido fuertemente dañado. De la boca<br />

para abajo llevaba un pedazo de tela roto que cubría la<br />

parte inferior de su rostro, el cual mostraba heridas y<br />

suciedad de inicio a fin. Comenzó a hablar, con su voz<br />

cansada y debilitada, aunque aún así imponía autoridad<br />

de la forma que siempre lo hizo.<br />

–Semana 2450 desde la activación. Hoy finalmente<br />

me armé de valentía y fuerzas y decidí ir y saquear lo<br />

que quedaba de la base de la resistencia. Vaya, qué error<br />

que cometí…– La operadora suspira y baja la mirada, se<br />

veía cansada, y parecía estar intentando mantener su<br />

compostura, algo que no pudo hacer por mucho y rompió<br />

en llanto.<br />

Era triste ver así a la operadora de mi compañero, la<br />

que nos estuvo apoyando desde mucho antes del choque<br />

de la estación espacial, llorar de esa forma… Antes ni<br />

siquiera parecía tener emociones pero ahora no tiene<br />

miedo de mostrarlas. Luego de un largo rato de llanto,<br />

consiguió su compostura de vuelta, se sentó derecha,<br />

volvió a su mirada seria y siguió hablando.<br />

–Apenas pude salir viva de allí, pero por lo menos<br />

conseguí obtener un núcleo de máquina, así que podré<br />

repararlo. Por fin podré reparar su caja negra… Por lo<br />

menos eso podré hacer. –Pequeñas lágrimas cayeron de<br />

sus ojos, pero esta vez no rompió en llanto–. Hoy el Pod<br />

me insistió en transmitir esto al búnker, aunque no sé<br />

por qué… Ya me rendí de buscar más de los míos desde<br />

la semana 500. Solo tengo que arreglarla… Estoy sola y<br />

ella es todo lo que me queda, mi único propósito en este<br />

mundo es arreglarla.<br />

¿Arreglarla? ¿De quién estaba hablando? Mi<br />

compañero y yo estábamos confundidos respecto a<br />

esto, no estábamos seguros de quién hablaba, pero no<br />

pensábamos dejar de verlo hasta descubrirlo.<br />

–Han pasado 47 años ya… Siento cómo mi esperanza<br />

desaparece... ¡No! No puedo rendirme, tengo que<br />

arreglarla… Ella despertará y estará conmigo como<br />

siempre quisimos… podemos… ¡Podemos hacer una<br />

familia! Sí. Ella es todo lo que tengo… ¡Todo lo que queda<br />

y todo lo que importa! –La operadora empezó a reírse,<br />

a reírse a más no poder. 47 años… Cualquiera perdería<br />

algo de su cordura después de algo así–. Recuperé su<br />

cuerpo y el de todos los sobrevivientes, los desarmé…<br />

agarré las piezas y las estoy usando para arreglarla… Ni<br />

Leonardo Felices<br />

89


Lucille Marcone<br />

Kira Del Valle<br />

Martina Ballumbrosio<br />

siquiera me di la molestia de revisar si alguno de esos<br />

androides aún tenían una oportunidad de seguir vivo…<br />

simplemente los hice pedazos para salvarla a ella… No<br />

sé si hice lo correcto o no. Espero que sí. Al fin y al cabo,<br />

como nuestros creadores humanos solían decir: no<br />

existe nada bueno o malo en sí, es el pensamiento el<br />

que lo hace parecer así.<br />

Adrián Rosadio<br />

¿Qué es la libertad? Es una pregunta que muchas<br />

personas pueden y suelen hacerse en ciertas situaciones,<br />

y es una que puede tener muchas posibles respuestas<br />

dependiendo del punto de vista de la persona, ya que no<br />

hay algo como un concepto universal de la definición más<br />

pura de libertad.<br />

Esta definición, que encontré en el Diccionario de<br />

Definiciones de Oxford Languages, dice lo siguiente:<br />

“La libertad es la facultad y derecho de las personas<br />

para elegir de manera responsable su propia forma de<br />

actuar dentro de una sociedad”. Es bastante corta, pero<br />

considero que es muy precisa ya que logra englobar el<br />

concepto de libertad en pocas palabras. Sin embargo,<br />

la libertad no es igual para todos, ya que los animales<br />

no gozan de ningún tipo de libertad. Tal es el caso de<br />

algunos insectos que no eligen si hacen tal cosa o la otra,<br />

ellos no tienen opción ya que su naturaleza los obliga<br />

a hacerlo; por ejemplo, las arañas hacen sus trampas<br />

para atrapar moscas para poder conseguir alimento;<br />

sin embargo, ellas nunca piensan si hacerlo o no o si<br />

deberían hacerlo o por qué no deberían, simplemente<br />

lo hacen porque su instinto se lo dice. Otro caso similar<br />

es lo que sucede con las mantis religiosas, cuando un<br />

macho y una hembra acaban de reproducirse la hembra<br />

procede a comerse al macho, y a pesar de que él sabe que<br />

esto sucederá lo hace igualmente ya que es parte de su<br />

naturaleza. Los humanos en cambio tenemos la opción<br />

de elegir si hacer algo o mejor no, si no queremos comer<br />

algún animal podemos comer otra cosa en vez, o si no<br />

queremos reproducirnos podemos solo no hacerlo.<br />

Es cierto que los humanos podemos tomar nuestras<br />

propias decisiones y ser libres de hacer lo que queramos,<br />

o al menos de intentarlo ya que yo a pesar de ser libre<br />

no puedo decir por ejemplo: “Voy a irme de viaje en carro<br />

hasta Máncora” si sé que no tengo ningún lugar donde<br />

quedarme allá, no tengo la plata necesaria y además ni<br />

siquiera sé manejar. Sin embargo, yo puedo decidir si<br />

comer esto o lo otro, o jugar este juego o el otro y no hay<br />

nada que me lo impida. Hay que saber diferenciar entre<br />

libertad y omnipotencia ya que a pesar de que podemos<br />

tratar de hacer lo que queramos no siempre seremos<br />

capaces de lograrlo sin importar qué tan “libres” seamos.<br />

Hay otra cosa que nos limita de hacer lo que queramos,<br />

esta es la educación que recibimos desde niños y los<br />

valores que se nos han inculcado ya. Si yo he crecido con<br />

enseñanzas como tratar bien a las demás personas o ser<br />

alguien solidario dentro de lo posible es difícil que pueda<br />

no serlo, ya que si no fuera así probablemente me sentiría<br />

mal conmigo mismo.<br />

Sin embargo, tanta libertad también tiene que venir<br />

acompañada de un grado de responsabilidad ya que<br />

tenemos que saber qué decisiones son beneficiosas para<br />

nosotros y cuáles no, o ser conscientes de si nuestra<br />

libertad de decisión podría afectar a otros. Si la mayoría<br />

de humanos no fuera responsable sobre su libertad, la<br />

sociedad sería un caos. Habría propiedades privadas<br />

vandalizadas a niveles extremos y la gente lo seguiría<br />

haciendo ya que les daría igual. Una idea muy interesante<br />

90


sobre la libertad de los seres humanos propuesta por<br />

el filósofo Erich Fromm nos dice que hay una tensión<br />

constante entre el deseo de libertad total del humano y<br />

su instinto de sumisión.<br />

Resumiendo todas estas ideas, he concluido que<br />

a pesar de que los humanos tenemos este don de<br />

poder tomar nuestras decisiones sin que factores de<br />

nuestra naturaleza nos lo impidan, también debemos<br />

tener en cuenta que, a pesar de que podemos tratar de<br />

hacer lo que queramos, no podremos siempre, sea por<br />

incapacidad física o moral. Además, si vamos a decidir<br />

sobre algo, es importante considerar las consecuencias<br />

que podría tener esta acción en las demás personas.<br />

Salvador Massa<br />

Tiempo<br />

“Hay sonrisas que hieren como puñales”, dijo<br />

Shakespeare alguna vez. 6 de agosto de 2018, pasaba<br />

por el viejo muelle cuando percibí el disparo que estaba<br />

por recibir, hora 2:22, un mensaje: “¡corre!”. Muy tarde, me<br />

senté mirando hacia el horizonte. “Cierra los ojos y dime…<br />

qué pasará”, escuché. Voz. Me puse de pie, paciente.<br />

Sonreía. ¿Sonreía? Viento, luz y sombra, polo gris,<br />

estatura mediana, bella como siempre, 2:58. “Una playa<br />

desierta, respondí”. Fue la última vez que vi su sonrisa,<br />

feliz, feliz de que, ¿de que me vaya? Mi tiempo murió,<br />

¿3:00?<br />

***<br />

Desperté. Claro, como todos los lunes. Solo, azul. 5:00 a.<br />

m. ¿Brillo? Sí, polo celeste o morado, celeste será. Mismo<br />

barrio, camina por la cuadra 7 y voltea en la esquina.<br />

Siempre la misma rutina, pero olvidó pasear a su perro,<br />

¿se habrá muerto? En fin, qué feas las flores de la señora<br />

Girasol. Saluda. ¿Sonríe? Sueño con no verla más, qué<br />

atorrante señora.<br />

— ¡Paulo! —“Oh, no”, pensé.<br />

—Señor Paulo, por favor ayúdame, necesito… bla bla<br />

bla bla. –Como todas las mañanas no le entendí o no quise<br />

entenderlo.<br />

—Discúlpeme —miro el reloj—. Voy tarde —respondí.<br />

Puso una cara amargada como siempre y regresó a su<br />

casa.<br />

Por qué están despiertos a las 5:30, la gente vieja no<br />

duerme, qué hago yo despierto cuando no tengo a donde<br />

llegar tarde o, ¿temprano? Fui a la cafetería. “Tilín” sonó la<br />

campanita irritante de la puerta.<br />

—La tienda aún no abre señor. —¿Por qué repite lo<br />

mismo? Una y otra vez, todos los días. Nunca le hago<br />

caso.<br />

—Quiero un bagel de huevo y pollo. —Le dije. Mi vida es<br />

muy aburrida, o es lo normal. ¿Qué es lo normal? ¿Yo?<br />

—Señor, no contamos con… —la corté.<br />

—Hazlo. —Lo hizo, creo que me tiene miedo, me senté.<br />

6:45. ¿Soy desagradable? Tal vez, quién sabe,<br />

no debería tratar así a la gente, pero no merecen mi<br />

respeto hasta probar lo contrario. Si la mesera dejara de<br />

decirme lo mismo todos los días tal vez la trataría mejor,<br />

definitivamente es su culpa. Tic tac, tic tac. 7:00. Mesa,<br />

le falta color, debería tener menos. Mi silla tambalea, qué<br />

inútiles son todos. Me paré.<br />

—¿Lo quiere para llevar? —La misma estúpida<br />

pregunta, deberían despedirla.<br />

—¿Tú qué crees? —Muy cruel, pero es su culpa—. Para<br />

llevar, por favor. —La expresión de su cara era curiosa.<br />

Suenan las teclas de la máquina registradora.<br />

—En total serían 7.50 soles.<br />

Pagué exacto, me fui.<br />

Dejé de pensar. No, ahora lo estoy haciendo. Una<br />

marcha, ¿una marcha contra qué? No podría la gente<br />

dejar de quejarse por un momento. Detesto a los<br />

protestantes, por lo menos estás vivo, ¿no lo crees?<br />

Este sombrero pica, de qué está hecho, pedí algodón,<br />

contratan a cualquiera estos días. Debería tener<br />

un trabajo. Son las 9.00. Mi bagel se acabó. Boto la<br />

envoltura. Cartón/papel, plástico, residuos/cáscaras,<br />

para qué lo leo si no me interesa, en cuál lo botaré,<br />

es plástico, cartón será. Seguí caminando. “Regresa”,<br />

retrocedí. Cinco horas. ¿Para qué? ¿Siete horas? Recogí<br />

el empaque y lo puse en el tacho correcto. Recuerdo<br />

a Carolina, ¿por qué me quería? Carolina era diferente<br />

a mí, era amable y todos la querían, sus papás la<br />

abandonaron. Carolina es mi persona favorita o era,<br />

debería ser “era”, pero es. La extraño, no sé por qué se<br />

fue o, ¿me dejó?<br />

Carolina era chistosa, tenía el pelo negro corto y<br />

un cerquillo como Amelie, la de esa película francesa.<br />

Lo último que me dijo fue que estaba enamorado de<br />

una versión de ella que no existía, que era inventada<br />

y que no sabía quién era en absoluto. A veces pienso<br />

Mateo Alcocer<br />

91


que me odiaba, pero eso sería imposible, quién pierde<br />

su tiempo con alguien que no amas, yo no. Carolina<br />

parecía una persona oscura detrás de su disfraz de<br />

buena, ahora que lo recuerdo. Nunca hablábamos<br />

mucho, ella estaba metida en su cabeza y yo también,<br />

tenía muchos amigos, desagradables, ninguno se<br />

merece a Carolina, ni siquiera yo, tal vez por eso no me<br />

molesta que no haya regresado.<br />

Quiero que regrese, extraño cómo se sentía estar<br />

con ella, cuando sonreía, nadie sonríe mucho alrededor<br />

mío, yo tampoco. Ella sonreía con los dientes, sus ojos se<br />

cerraban cada vez que lo hacía. Una vez se pintó el pelo<br />

de color amarillo, fue algo muy espontáneo, me llamó y<br />

cuando llegué a su casa me preguntó si<br />

sabía algo sobre peluquería, dije que no<br />

con mi cabeza, cerró la puerta en mi cara y<br />

me quedé parado ahí, pensando en lo que<br />

acababa de pasar.<br />

10:30. ¿Dónde estoy? Calle Atahualpa,<br />

me detuve, había una bodega, al frente un<br />

edificio en construcción, en la otra esquina<br />

una casa antigua, la van a derrumbar<br />

pronto, seguro. Era grande, tenía flores,<br />

horribles ladrillos, no los quiero ver más.<br />

Avancé unas cuadras más.<br />

No tengo nada que hacer en este<br />

mundo, no me gusta estar con otras<br />

personas, no me quieren, no quiero a<br />

nadie, solo a Carolina, no soy bueno. Sí lo<br />

soy. 11:11. Quiero un helado, me gustan<br />

los helados, a veces me hacen sentir mal,<br />

son muy fríos y la sensación que le genera<br />

a mi lengua es desagradable. McDonald’s, vainilla, mixto,<br />

chocolate, vainilla, no, chocolate.<br />

—Bienvenido a McDonald’s, ¿qué desea pedir? —Tengo<br />

que responder, pero no quiero hablar, me fui.<br />

Me senté en el parque, 11:40. Carro. Señora. Edificio.<br />

Qué feo su pelo. Necesito bañarme. Taxi. No. Hablar.<br />

Caminaré, a veces me pregunto cómo camino, todos<br />

caminan, pero nadie observa. Un grupo de chicas. Tres<br />

con pelo marrón, están comiendo. Moto, señor, estatura<br />

mediana. Tatuaje. ¿Debería hacerme un tatuaje? Casa,<br />

por fin. Caño, dientes, manos. Ducha. ¿Toallas?<br />

Mañana compraré otro shampoo, olor. Agua, ruido.<br />

Vecino. Medicina. Corrí a la cocina cinco horas, no, dos<br />

horas, ¿para qué? Tomé las pastillas. Comí. Sal, azúcar,<br />

tomates, caliente, agua, fideos, platos. No, plato. Está<br />

horrible, saldré. Tomé un bus, 1:00, me dormí, último<br />

paradero, me despertaron. 2:00. Caminé hasta el muelle,<br />

no sé por qué, fue algo automático. Tal vez por los<br />

recuerdos ¿Qué recuerdos? Estaba llorando. Lágrimas<br />

salían sin parar de mis ojos. Yo no sentía nada, era mi<br />

cuerpo, parecía cansado. Dejé de llorar. Carolina. Grité,<br />

grité su nombre, un sentimiento, ¿siento? Siento haber<br />

hecho eso, quiero que esté aquí.<br />

2:20, Todo claro, incluso yo, no tanto, sigo sin ser<br />

Milan Zlatar<br />

alguien bueno, soy el mismo. La palabra “corre” navegaba<br />

entre mi mente, decidí no escucharla.<br />

—Cierra los ojos y dime. —Esa voz la conozco como si<br />

fuera la mía, tomó una pausa.<br />

—Qué pasará. —No cerré los ojos, quería ver su cara,<br />

tan linda, para mi sorpresa también lloraba, mientras<br />

ambos sonreímos—. Una playa desierta. —Sabe a lo que<br />

me refiero, tenía cerquillo. Sonó el gatillo. Eran lágrimas<br />

de felicidad, no de nostalgia, por fin la entendí, no sé qué<br />

hora es. Solo duele, su sonrisa.<br />

Camilla Salazar<br />

Paula Bellina<br />

92


Poor Cat<br />

It’s strange<br />

how we change<br />

and grow<br />

and our skin breaks<br />

but heals.<br />

It’s strange<br />

the way we age<br />

and get taller<br />

until we stop<br />

and shrink.<br />

Mateo Quiñones<br />

Poema 3<br />

Ella recorre la tierra<br />

sobre un celestial carro<br />

tirado por cien ciervos<br />

de cornamenta dorada.<br />

Practica la alquimia<br />

sobre un tronco centenario<br />

bruñendo su armadura<br />

de azulejos fraguados<br />

en la forja del dolor.<br />

Nacida de la sangre de la luna<br />

recoge la uva y el azúcar,<br />

remienda los jirones de su abrigo,<br />

se lame sus propias heridas.<br />

Reflejada en un lago helado<br />

con los pechos descubiertos<br />

admira la cicatriz de su espalda<br />

y el nenúfar que emerge de su ombligo.<br />

Camina sin agachar la cabeza,<br />

trepa por la madreselva,<br />

llora de rabia y de pena,<br />

ríe celebrando la vida.<br />

Se siente libre como las palabras,<br />

ebanista de hechizos,<br />

fuerte y confiada en su poder.<br />

Está hecha de dulzura y de pasión,<br />

de albores y tempestades.<br />

Podrán dispararle con saetas envenenadas,<br />

escupirle hasta cortarle la lengua,<br />

atarle los pies con cadenas herrumbrosas,<br />

pero ella se alzará resurgiendo del fango<br />

y mostrará en sus hombros las alas de la victoria.<br />

Sergio Valencoso<br />

I want to stay like this<br />

forever<br />

just you and me<br />

together.<br />

I don’t need you to explain<br />

I get you<br />

you get me<br />

and we live happily ever after<br />

until we don’t<br />

and we fight<br />

and struggle.<br />

But I want you next to me<br />

‘till we can’t hold on<br />

right here<br />

in this bubble<br />

where nothing is real<br />

just our beating hearts<br />

and this rose quartz<br />

I gave you when we first met.<br />

What would I do without you<br />

and that cassette<br />

I can’t even play?<br />

Maybe I wouldn’t have met<br />

that stray cat<br />

you loved<br />

that sadly passed away.<br />

We then laughed about<br />

our memories<br />

with him though<br />

because<br />

that’s what matters after all<br />

the moments we lived<br />

not the ones we won’t.<br />

I’ll love you<br />

until you don’t.<br />

Daniela Díaz<br />

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