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<strong>Cabezón</strong> <strong>49</strong><br />
1
Editorial<br />
Les presentamos ahora la edición <strong>49</strong> de nuestra<br />
revista. Aunque fue un año que comenzó con<br />
bastante incertidumbre, hemos logrado superar<br />
varios de los escollos, con esfuerzo, esperanza y<br />
mucha alegría. Sin duda, terminamos mejor de como<br />
empezamos, y con la certeza de que la situación<br />
cambiará para bien muy pronto.<br />
Esperamos que los trabajos reunidos en este<br />
número reflejen esa esperanza y ese enorme deseo<br />
de salir adelante. Una vez más, les agradecemos la<br />
paciencia, y esperamos que disfruten lo elaborado<br />
durante el 2021.<br />
pág. 2<br />
8<br />
18<br />
20<br />
32<br />
54<br />
60<br />
94<br />
Ilustración de carátula:<br />
Remigio Baigorria, Cuarto de media
Promoción<br />
XXXV 2021<br />
3
A la promoción XXXV<br />
Es asombroso que haya llegado este momento,<br />
de verlos por última vez como alumnos del colegio<br />
sentados en el patio que, a pesar de la distancia,<br />
por estos dos años de pandemia, siempre fue suyo<br />
y ahora será la plataforma que les permita volar<br />
afuera, al mundo, que les recibe con pocas certezas<br />
y muchas dudas. Es increíble esta despedida,<br />
porque hace poco, nada más, compartíamos carpas<br />
bajo el cielo de Matucana, viajábamos horas<br />
en un bus para llegar a algún destino maravilloso<br />
de nuestro país o remojábamos nuestros pies en<br />
las aguas frías de la Costa Verde, disfrutando del<br />
momento, como ustedes saben hacerlo, con alegría<br />
y confianza.<br />
Es indudable que estos dos años han sido difíciles,<br />
apartados de las aulas en donde convivían con<br />
sus compañeros. La pandemia ha puesto vallas<br />
increíblemente altas para todos, algunas que se<br />
van franqueando con demasiado esfuerzo y otras<br />
que a duras penas hemos podido contemplar con<br />
el vértigo del miedo. No ha sido justo para nadie,<br />
mucho menos para ustedes. Pero, en perspectiva,<br />
confiamos que esta experiencia los ha fortalecido<br />
como personas, templando sus almas como sobrevivientes<br />
de un naufragio. Y ello lo notamos en<br />
cada chiste, en cada comentario reflexivo, en cada<br />
anécdota que dijeron allá en el fondo oscuro de la<br />
pantalla de nuestras computadoras durante sus<br />
clases virtuales. ¡Qué locura! Y por encima de ello,<br />
igual se comprometieron a hacer todo lo que les<br />
propusimos, con ilusión y buena onda, atentos a<br />
que, si bien la pandemia seguía afuera de las clases<br />
por Meet, con atención y responsabilidad se<br />
cuidaron y atendieron a los demás en la búsqueda<br />
de los objetivos de las actividades comunes, en las<br />
ocasiones que pudieron visitar las instalaciones<br />
del colegio, acá en Barranco.<br />
De esta forma, poco a poco, la escuela empezó<br />
a reconstruirse a su alrededor, como una estructura<br />
que del plano virtual se materializó en la organización<br />
de donaciones para El Vallecito, en conversar<br />
en el patio, en el vóley aguerrido, en el trabajo<br />
en espacios abiertos, en los ensayos por las tardes<br />
y las noches y, sobre todo, en la maravillosa temporada<br />
de teatro que nos emocionó a todos. Si en<br />
este año se pudo hacer una semipresencialidad<br />
con éxito, en gran parte, fue por y para ustedes,<br />
porque son los inmejorables embajadores del porqué<br />
nuestro colegio tiene razón de ser.<br />
Si podemos resaltar la herencia que dejan en<br />
nuestra comunidad, querida promoción XXXV,<br />
sería esa: el nunca perder el optimismo ni la alegría,<br />
incluso en los momentos más tenebrosos de<br />
nuestra historia reciente. El ser un grupo maravilloso<br />
que ama y se deja amar, listos para defender<br />
con justicia sus ideas y que busca el bienestar de<br />
todos, solidariamente. De eso, el conjunto de trabajadores<br />
de la escuela, que les acompañó durante<br />
estos años, está orgulloso.<br />
Mientras cerraban la última función de teatro<br />
pensábamos en lo importante que era que su<br />
despedida empezara así, entre aplausos, saludando<br />
todas las actitudes de vida que representaron<br />
este año. Y esa misma actitud, la festejamos a rabiar<br />
cuando jalaron la soga y jugaron vóley en contra<br />
de nosotros, los mismos hombres y mujeres<br />
que les deseamos bien para su futuro y los vimos<br />
crecer acá, en su casa de Barranco.<br />
Así recordaremos al bueno de Nicolás Aguinaga,<br />
el gran duque Orsino, que desplegó las alas<br />
de su talento para encandilarnos con su actuación<br />
en la obra. Con la tranquilidad de disfrutar de<br />
cada momento con sus compañeros, siempre nos<br />
recibió con una sonrisa. Sabemos que su generosidad<br />
y buen humor serán su carta de presentación<br />
en lo que decida hacer en la vida, siempre<br />
atento a ayudar con el corazón en las manos. Mucha<br />
suerte.<br />
4
A Kai lo tendremos siempre en nuestra mente<br />
con su discreto, pero infalible humor, siguiendo<br />
con la mirada atenta todos los detalles de los juegos<br />
de sus compañeros, mientras compone una<br />
canción. Su optimismo y seriedad han sido importantísimos<br />
para la construcción de un ambiente<br />
de buena onda cuando las cosas no pintaban bien<br />
en el grupo, sin poner en duda jamás la importancia<br />
de estar juntos como promoción. Así logrará<br />
conocer el mundo, paso a paso, disfrutando con<br />
sabiduría de los pequeños detalles de la vida. Que<br />
así sea.<br />
Entonces Sebastián volverá a encender el<br />
patio del colegio con sus acrobáticas salvadas en<br />
vóley o con el rasgueo intenso de su guitarra. En<br />
él se depositaron muchas decisiones que lograron<br />
buen puerto en el año, asumiendo su rol como líder<br />
sin las pretensiones de quien detenta el poder<br />
para solo alimentar el ego. Su humildad y solidaridad<br />
son respetados con profunda admiración en<br />
el grupo. Añoraremos que nos reciba cada mañana<br />
con las efemérides apropiadas a la fecha y sus<br />
obsequiosos comentarios sobre cualquier tema,<br />
cuando el silencio se volvía una barrera imposible<br />
de franquear. Buen viento para él.<br />
Cantarle mil veces el cumpleaños feliz al gran<br />
Álvaro Alexander Julio Cano ya es un récord<br />
difícil de batir. Él ha sido uno de los alumnos más<br />
queridos de la promoción, criollísimo para salirse<br />
con la suya sin dejar de ser un gran tipo, noble entre<br />
nobles. Sus incansables ganas por competir en<br />
lo que sea, con espíritu deportivo, quedarán en<br />
nuestra memoria como cada uno de sus intentos<br />
por abrazarnos, con cariño infinito, luego de lanzar<br />
pequeños golpes en el abdomen, su marca registrada.<br />
Le irá bien en la vida, sin duda.<br />
Reconocer que Sergio creció como un muchacho<br />
fuerte y noble nos alegra mucho. Su sentido<br />
del humor no dejó de buscar la sonrisa sincera,<br />
como un niño que trata de sorprender a sus padres<br />
con inocencia. Siempre estuvo atento a ayudar<br />
y no imaginamos el éxito de las empresas realizadas<br />
por la promoción sin su decisión y aplomo<br />
al trabajar en beneficio de la mayoría. Sensible y<br />
reflexivo, guarda en su alma la materia necesaria<br />
para escribir con buen pulso, reconociendo lo que<br />
muchos no notamos y transformando el paisaje<br />
que contempla en palabras. La mejor marea para<br />
sus embarcaciones.<br />
Recordaremos a Vicente dibujando con fino<br />
trazo. Así seguirá madurando, con el optimismo<br />
de quien ha descubierto la forma apropiada de<br />
expresarse, sin dejar de lado la crítica, el humor y<br />
la reflexión. Es un chico genuino, de aquellos cuyo<br />
molde fue roto luego de ser creado. Que siga investigando,<br />
filosofando y viviendo con alegría. Eso<br />
sí, le deseamos más orden para que sus geniales<br />
ideas no se pierdan, porque la pasión para trabajar,<br />
ya la tiene. Lo mejor para él.<br />
La dulzura de Olivia ha sido un regalo divino.<br />
Sincera, perceptiva y crítica, hizo grandes aportes<br />
durante el año. Nos alegró verla brillar en la obra<br />
de teatro, segura y elegante, con la fuerza que sabemos<br />
aleona su corazón sensible de artista. Además,<br />
muy colaboradora en todo lo que se le pedía,<br />
con la humildad de quien hace las cosas con amor<br />
y agradecimiento. No hay duda de que, adonde<br />
vaya en este pequeño universo, dejará huella: ya<br />
sabemos que sus decisiones son a prueba de fuego.<br />
Toda la suerte en su travesía.<br />
La sonrisa pícara de Cayetana seguirá alumbrándonos,<br />
pese a que nos hubiera encantado<br />
verla más con sus compañeros, desplegando su<br />
agudeza para percibir a la gente y la sinceridad<br />
que cincelaba cada una de sus palabras. En estos<br />
tiempos insólitos de pandemia, su voz sosegada<br />
fue un remanso, a pesar de los largos silencios que<br />
tuvo. Buena suerte.<br />
El genio endiablado de Martín ha dejado marca.<br />
A pesar de que muchos le creían discreto y<br />
distraído, realmente es un tipo que ha sabido<br />
observar y apuntar cada detalle para compartirlo<br />
con sus más allegados, con humor astuto. Además,<br />
posee un estilo muy fino para poetizar su<br />
realidad; si decide trabajarlo con más atención,<br />
le llevará a alcanzar muchas satisfacciones. En el<br />
camino que desee andar, le deseamos perseverancia,<br />
porque la actitud ya la tiene. Mucha felicidad<br />
para él.<br />
Si algo será difícil de olvidar es la vehemencia<br />
de Diego, joven que ha aprendido a disfrutar de<br />
la vida sin dejar de cumplir con sus responsabilidades.<br />
Un muchacho genial, que posee muchas<br />
herramientas para escribir con intensidad, y además<br />
se mantiene curioso y con graciosa sencillez.<br />
Dueño de un corazón enorme y gran amigo de sus<br />
5
amigos, seguro conocerá muchos territorios lejanos,<br />
donde encontrará nuevas experiencias que lo<br />
nutran con simplicidad. Que así sea.<br />
La sensibilidad de Nicolás Fajardo ha sido<br />
asombrosa, pero dosificó sus expresiones, en sus<br />
obras de arte, para pocos y en contadas ocasiones.<br />
Tiene talento para escribir y dibujar, y su energía<br />
en las horas de juego y regocijo se pudo ver con<br />
plenitud. Su alma de niño bueno a veces se quiso<br />
esconder detrás de su aspecto rudo, pero todos<br />
entendimos que fue una fachada sutil –e infructuosa—<br />
para tomar distancia, que ahora es más<br />
cercanía. Esperamos con optimismo que logre explorar<br />
su interioridad, para que su luz sea percibida<br />
por más personas. Que vuele alto.<br />
Micaela ha demostrado que es autónoma y<br />
responsable para asumir responsabilidades más<br />
allá de su propio beneficio, lo que ha sido estupendo<br />
para los proyectos comunes, como la obra<br />
de teatro. A lo largo del año aprendió mucho y con<br />
ello, deslumbró y dejó que las cosas tomaran su<br />
propia luz, como ahora vemos, con resultados maravillosos.<br />
En la tierra que le toque cultivar, cosechará<br />
con sabiduría. En eso confiamos.<br />
A Mariel la tendremos siempre presente, optimista<br />
y con el corazón en la mano, disfrutando sin<br />
timidez de lo que el colegio le ha podido dar. Es brillante,<br />
solo que le hace falta convencerse a sí misma<br />
de que tiene la habilidad y el genio para hacer<br />
con las palabras y los sentimientos, maravillosos<br />
trabajos. En ese sentido, estamos felices de disfrutar<br />
de su alma generosa. Ya vendrá el momento<br />
en que, desde el otro lado del estrado, la aplaudamos<br />
con orgullo.<br />
Matías Guerra ha demostrado siempre su espíritu<br />
combativo, no solo por el desarrollo de las<br />
disciplinas marciales que practica, sino por los retos<br />
que ha asumido con energía. Sigue siendo un<br />
muchacho con muchísimos intereses que explora<br />
con seriedad y respeto. Su camino, como mandan<br />
los manuales de las artes ancestrales de combate,<br />
no es el de la provocación, sino de la defensa y la<br />
búsqueda de la justicia. Por eso, su mundo interior<br />
es tan rico, algo que sin duda nutrirá sus proyectos.<br />
Imposible no tener en la cabeza a Lorenzo,<br />
como el muchacho que fue ganando confianza y<br />
mando para liderar al salón por los caminos de la<br />
buena onda en tiempos tan difíciles. Es absolutamente<br />
noble, con el temple para combatir el mal sin<br />
vacilación. Con todo, además, es divertido, respetuoso,<br />
autónomo, esforzado y gran actor. Su paso<br />
por nuestra escuela será un ejemplo a seguir por<br />
los que vengan en el futuro. Feliz vida, feliz todo.<br />
Con Tamia, a pesar de la distancia, hemos tenido<br />
complicidad, ya entregada ella al futuro que<br />
ha decidido construir. Ha mejorado visiblemente<br />
en todo, superando sus dificultades a pulso, con<br />
enorme compromiso. Por ello gustó tenerla más<br />
presente, compartiendo con nosotros su energía.<br />
Con la seriedad que le caracteriza, irá afrontando<br />
otras dificultades en la vida, que sin duda la fortalecerán.<br />
Sabemos que explotará sus aptitudes<br />
para el arte en su beneficio. Mucha suerte.<br />
Si bien ha sido reservada y discreta, Renata<br />
ha dejado su marca en la promoción. De temperamento<br />
firme y con buen humor, ella ha logrado los<br />
objetivos del año sin rodeos innecesarios, apuntando<br />
fino y con carácter, para no dejar de lado sus<br />
aptitudes sociales, porque es enormemente querida<br />
y respetada por todos. El tiempo demostrará<br />
que además es una gran artista, intuimos que más<br />
pronto que tarde, ya que es una muchacha con<br />
condiciones para brillar con luz muy intensa. Buena<br />
estrella para todo.<br />
Conversar con Daniel siempre ha sido estimulante,<br />
porque es evidente su buena onda y receptividad.<br />
Nos hubiera gustado tenerlo más cerca y<br />
conocerlo a plenitud. Sus compañeros lo aprecian y<br />
con eso, ha sido incluido en la comunidad con cariño.<br />
Que siga cultivando su enorme amor por el mar,<br />
sabemos que será un hombre que andará por el<br />
mundo con la mirada alta. Adelante, con seguridad.<br />
Matías Luna, el inconfundible Micky, ha sido<br />
siempre un muchacho simpatiquísimo, con un humor<br />
exquisito, en donde si llegabas a ser punto de<br />
su verbo, era seguro que perdías por goleada. Este<br />
año se ha mostrado, además, con el espíritu apaciguado<br />
luego de muchos años de electricidad de alto<br />
voltaje. Así, ha sido entrañable entre entrañables<br />
en su salón. La habilidad que tiene para razonar y<br />
debatir seguro le llevará lejos, con nobleza y juicio.<br />
El camino que decida andar será exigente, lo suficiente<br />
para que pueda desarrollar al máximo sus<br />
virtudes. Que siga su destino con los ojos abiertos.<br />
La infatigable Nua nos ha regalado siempre<br />
buena onda y entusiasmo, organizando y asu-<br />
6
miendo responsabilidad en los proyectos comunes,<br />
tratando de ser el lazo entre todos en<br />
la promoción, actuando con cariño y firmeza. En<br />
los momentos complicados, sacó cara y defendió<br />
con ardor los intereses comunes y fue dialogante<br />
en todo sentido. Así es ella, desprendida<br />
y decidida, más aún en el vóley, en donde saca<br />
una garra increíble. Que el futuro llegue ante<br />
ella con la generosidad que se merece. Sin duda,<br />
sabrá andar todos los caminos.<br />
Con Aruni siempre hubo tema de conversación,<br />
muchos datos graciosos sobre arte y cine.<br />
Sin mentir, tiene el poder de dinamizar temas<br />
complicados y hacer más llevaderas las clases,<br />
interviniendo siempre con interés y respeto,<br />
con genuinas ganas de aprender y disfrutar. Un<br />
tipo muy sensible, elocuente, creativo y valiente,<br />
un símbolo del bienestar de la clase, pero,<br />
sobre todo, alguien en quien confiar. Sabemos<br />
que sus pasiones le llevarán por la senda adecuada,<br />
sin querer evitar las experiencias que<br />
le enriquezcan. Se merece toda la alegría que<br />
pueda albergar en su pecho. Buen viaje, mejores<br />
aprendizajes.<br />
Es increíble la capacidad de Matías Martínez<br />
para argumentar en favor de temas perfectamente<br />
indefendibles, sin perder la paciencia y<br />
con respeto. Su temperamento amable y candoroso<br />
se ha dejado sentir, más allá de ser o no retado<br />
por alguna falta que haya cometido. Tiene,<br />
realmente, un corazón gigante, la virtud de un<br />
artista que, cuando se apacigüe el fuego de su<br />
arrebato, transmitirá paz y confianza. Ha sido un<br />
muchacho realmente querido en la escuela, por<br />
eso exigido en sus potencialidades. Es una gran<br />
persona. Que siga brillando su buena estrella.<br />
Ver a Mía despidiéndose es conmovedor. La<br />
fortaleza que ha adquirido en estos años no se<br />
enfrenta con la ternura de su trato, la manera<br />
tan delicada de decir las cosas, segura de sí misma.<br />
Se permitió jugar y compartir más con sus<br />
compañeros, pero la distancia que obligó la pandemia<br />
no permitió que estuviera más presente<br />
en todas las actividades del colegio. Su aura<br />
mística es pura bondad, queremos que siga así<br />
para siempre, cuidándose y cuidando de los demás,<br />
libre y consecuente con el valor de su espíritu<br />
guerrero. Le deseamos fortuna en todo.<br />
Pensar en Gianell es volverla a ver aguerrida<br />
en la cancha de vóley, mostrando ardor deportivo<br />
y contagiando optimismo a todos con su actitud de<br />
capitana. Siempre pendiente del bienestar común<br />
y de conseguir los objetivos de los proyectos de<br />
manera sobresaliente, se ha exigido como ninguno<br />
en la promoción y –lo pudo ver al final— se tuvo<br />
que detener para darse más tiempo a sí misma y<br />
recobrar fuerzas. Ella es un tesoro, una maravilla<br />
de persona, que además tiene un talento increíble<br />
para el arte y la poesía, que sabrá explorar con mayor<br />
profundidad. Quien la tenga como amiga, tendrá<br />
a la mejor aliada para todo, pero cuídese quien<br />
la enfrente, porque es seguro que caerá. Sigue brillando,<br />
el camino es largo.<br />
Con increíble compromiso y tesón, Camila ha<br />
ido encargándose de muchos asuntos que convocaban<br />
intereses del salón, para llevarlos al éxito,<br />
como ha sido más que claro en estas últimas semanas.<br />
Su entusiasmo y sensibilidad son admirables,<br />
quizá la más alta embajadora de la esperanza<br />
durante este año, que si bien no arrancó como deseaba,<br />
terminó siendo lo más parecido a su deseo.<br />
Aprovechando cada minuto junto a sus compañeros,<br />
no podemos dejar de agradecerle por esa voluntad<br />
a prueba de todo, que será su rasgo característico<br />
en lo que desee enfrentar en el futuro. Es<br />
una muchacha fantástica, que sabremos extrañar<br />
sin tristeza, porque ella representa la más pura<br />
alegría. Buen viento para sus velas.<br />
El buen Lucas acaba así su escolaridad, con la<br />
frente en alto y aclamado por la platea. Cuando<br />
decidió mejorar, entregó todo de sí para cumplir<br />
con los objetivos. De igual modo se dio tiempo<br />
para afianzar los vínculos con sus compañeros,<br />
logrando un lugar destacado en la promoción. Sus<br />
intereses variados hacen a sus conversaciones<br />
muy interesantes, así como sus trabajos artísticos<br />
nos sorprendían gratamente. Su espíritu, contemplativo<br />
y sosegado, está capacitado para las artes<br />
y las ciencias. Tiene mucho para seguir dando, él<br />
sabrá cómo poner en práctica su talento.<br />
Si bien ha economizado cada palabra y gesto<br />
para luego generar un nuevo lenguaje con su música,<br />
Nicolás Prado, nuestro Chino, se ha fijado en<br />
nuestro corazón por la amabilidad y ternura que<br />
personifica. Resaltamos que haya decidido participar<br />
de la obra de teatro, mostrándose sin temor<br />
7
ante el público, algo que para muchos es causa de<br />
pesadillas. De igual manera ha ido extendiendo sus<br />
redes de amistad, siendo un joven realmente querido<br />
entre todos. Es otro muchacho con enorme talento,<br />
que veremos brillar más pronto que tarde.<br />
Recordaremos el candor travieso de Munay,<br />
que este año desató su sonrisa y compartió con<br />
todos su aura divertida y juguetona. De igual manera,<br />
ha superado sus dificultades para consolidar<br />
sus aptitudes académicas y, con ello, dedicarse<br />
a explorar su encanto como amiga y compañera.<br />
En el teatro fue una estrella, aplomada para<br />
decir su parlamento y con gestos bien pensados<br />
para transmitir al público las intensidades de la<br />
Noche de Reyes. Será una excelente profesional,<br />
una gran mujer que tendrá siempre un espacio en<br />
nuestra mente. Que navegue lejos.<br />
A Gabriel lo tendremos siempre presente, con<br />
su risa estrambótica y soltando el detalle humorístico<br />
que desencadene una explosión de alegría.<br />
Ha sido un aliado muy importante del bienestar<br />
general, quien, en los momentos más tensos del<br />
año, puso la nota positiva para seguir bregando<br />
contra la tristeza. Así, con habilidad destacó en la<br />
obra de teatro y colocó la cereza en el pastel más<br />
delicioso del año, sin despeinarse ni un poco. Le<br />
deseamos toda la suerte por el buen humor que<br />
nos regaló en el año. Gracias.<br />
Desde que Ena llegó al colegio supimos que<br />
formaría parte de su promoción sin impostaciones,<br />
siendo sincera y genuina sin miedo, porque es<br />
una jovencita llena de cariño. Los años nos dieron<br />
la razón y con eso la despedimos, hoy, con alegría<br />
más que tristeza, pidiéndole que cante una última<br />
canción o que baile con dulzura. Ella vino a colmar<br />
de amor al grupo sin pedir nada a cambio, pero dejando<br />
en claro que su genio, la mayoría de veces<br />
afable, también puede ser una explosión de fuego.<br />
Que siga vibrando en el escenario.<br />
Alejandra es buena alumna, gran amiga, dedicada<br />
deportista, estupenda actriz y destacada<br />
artista, todo lo que se puede celebrar de una muchacha<br />
que tiene el corazón de oro. No satisfecha<br />
con esto, ha sabido llevar con responsabilidad los<br />
proyectos que buscaban unir a la promoción y despedirse<br />
a lo grande del colegio, siempre atenta a<br />
los detalles para que todo salga como un sueño.<br />
Sabemos que ese ánimo de niña buena la llevará<br />
a ser una mujer triunfante y atenta de su entorno.<br />
Que siga así para siempre.<br />
Y Ana será recordada por su tierna voz, por sus<br />
asombrosos silbidos (este es un descomunal talento)<br />
y por su activismo decidido en defensa de<br />
las causas justas. Siempre nos cautivó su nobleza<br />
y la bondad de sus acciones, sin perder nunca la<br />
sonrisa, una virtud que contagió tranquilidad a todos.<br />
Sabemos que en lo que decida hacer mantendrá<br />
ese toque especial que la vuelve muy generosa<br />
con quienes comparten con ella sus pasiones.<br />
Ha sido estimulante conversar siempre con ella.<br />
Así vamos despidiéndonos, queridos exalumnos,<br />
con tranquilidad. Tenemos la certeza de que<br />
dentro de poco andarán por el mundo más fortalecidos,<br />
dejando atrás los años difíciles de la pandemia,<br />
para reconocer en cada esquina un nuevo<br />
aprendizaje, pero también alguna injusticia que<br />
buscarán resolver. Siempre vayan detrás de las<br />
cosas bellas de la vida, con libertad, y aprendan<br />
a dejar de lado las cosas que no merezcan su valioso<br />
tiempo, cuidándose de las trampas y de los<br />
abismos que tienen todos los caminos. Avancen<br />
cada vez más confiados de lo que desean hacer en<br />
la vida, pero si no están seguros, siempre firmes<br />
y atentos, confiando en su intuición o acodándose<br />
en los consejos que les brinda la gente que les<br />
ama. Denle siempre cara a sus miedos con coraje,<br />
para asimilar todo lo que puedan aprender de<br />
ellos, siendo cada vez más responsables y enarbolando<br />
aquel espíritu curioso que en la escuela<br />
han demostrado. Pero, como la misión más importante,<br />
les pedimos que sean hombres y mujeres<br />
conscientes de su medio, solidarios y correctos, es<br />
decir, buenos ciudadanos y mejores seres humanos.<br />
Nuestro deseo es ambicioso, pero sabemos<br />
que en cada uno de sus corazones retumbará el<br />
valor de nuestras palabras, cuando desplieguen<br />
sus alas y remonten el horizonte, felices de haber<br />
compartido esta historia juntos.<br />
Con amor y admiración, siempre, que la vida les<br />
sea propicia.<br />
Diego y Luciano<br />
8
Acaba el año y me siento conmovido y emocionado,<br />
no solo porque es el momento de celebrar el<br />
fin de su escolaridad, sino por la simple razón de<br />
que el hecho de terminar juntos es ya un logro.<br />
Lo digo porque al empezar el año, con una situación<br />
de incertidumbre y miedo, su ánimo no<br />
decayó. Todo lo contrario: desde el otro lado de la<br />
cámara, cada uno a su manera, puso de su parte<br />
para que nos sintiéramos bien y juntos; para que<br />
la normalidad no fuera fingida, sino solo un camino<br />
un poco lento, pero que llegaría a buen fin. La<br />
mayor muestra de su éxito está en que la presencialidad<br />
ya no es requisito para que, como promoción,<br />
se sientan unidos, miembros de un solo grupo,<br />
que se quiere y se busca y le gusta verse. Esa<br />
es la recompensa de su propio esfuerzo.<br />
En cierto modo, el hecho de no realizar todo<br />
lo que hubiéramos querido nos hizo aprovechar<br />
cada instante que tuvimos. Y eso se reflejó en la<br />
intensidad de la obra, o las pequeñas conversaciones<br />
durante las clases presenciales. Cada partido<br />
de vóley que tuvo lugar en el patio fue como<br />
una pequeña batalla olímpica; sin contar, por supuesto,<br />
el último partido contra los profesores,<br />
que fue, más bien, una olímpica victoria.<br />
También celebro que, a lo largo del año, hayamos<br />
encontrado siempre excusas para divertirnos.<br />
Yo sé que me divertí mucho. Y no solo los<br />
viernes. Ustedes me enseñaron videos de elefantes<br />
saltarines, por ejemplo. Y yo aprendí a tocar la<br />
flauta y compartí mi progreso con ustedes. Esos<br />
son solo algunos ejemplos.<br />
No tengo duda alguna de que su futuro será<br />
muy feliz, pues los conozco y sé que lograrán<br />
todo lo que se propongan. No obstante, les deseo<br />
lo mejor del mundo.<br />
Un abrazo<br />
Luciano<br />
9
La tribuna de Quinto de media<br />
No creo que un gracias basta para<br />
agradecer todo lo que el colegio me<br />
ha hecho aprender, y no solo hablo<br />
de lo académico. He estado<br />
casi toda mi vida acá y los mejores<br />
recuerdos los tengo con las personas<br />
que conocí en este lugar.<br />
Solo gracias a todos; a los profesores,<br />
que son totalmente únicos<br />
y no creo que en otros colegios<br />
puedas encontrar gente así; a las<br />
personas que trabajan limpiando,<br />
que por los once años que estuve<br />
ayudaron con todo tanto en el colegio<br />
como en los campamentos<br />
o viajes; y a mis amigos, que no<br />
imagino cómo hubiera sido mi<br />
vida si no los hubiera conocido.<br />
Aunque lo que escriba sea corto, no tengo palabras<br />
para poner todo, solo gracias.<br />
Kai Arauco Aguirre<br />
Recién llegados, con Candy en Tres años<br />
Nunca me hubiese imaginado que<br />
este momento llegara tan pronto,<br />
siempre lo veía como algo<br />
distante, pero ahora me toca.<br />
Llevo en el colegio desde los<br />
tres años, y he tenido un montón<br />
de experiencias hermosas,<br />
desde los viajes hasta simplemente<br />
un recreo cualquiera.<br />
Pero sin duda una de las mejores<br />
experiencias son las pruebas de<br />
Sexto: fueron increíbles. Recuerdo<br />
ir con un poco de miedo a lo<br />
que nos podía tocar, pero una<br />
vez haciéndolas, me relajé y me<br />
divertí mucho. Y bueno, cada uno<br />
de los viajes y campamentos han<br />
sido momentos muy bonitos. No soy muy bueno<br />
en las despedidas y esta es una muy difícil, ya que<br />
le tengo mucho cariño y amor a esta familia, porque<br />
sí, no es un colegio cualquiera, es una familia.<br />
Gracias a todos los profesores y<br />
personas que trabajan en el colegio<br />
por habernos acompañado<br />
y apoyado en este maravilloso<br />
viaje, mil gracias.<br />
Sebastián Ávila Torres<br />
Este tiempo que he estado en<br />
este colegio ha sido increíble,<br />
desde que llegué sentí un ambiente<br />
muy lindo, desde los profesores<br />
hasta mis compañeros<br />
de clase. Se me hace muy difícil<br />
escribir esto en un texto tan<br />
corto, pero bueno, fueron unos<br />
increíbles años que pasé aquí,<br />
desde mis primeros viajes y campamentos<br />
junto al cole, hasta<br />
10
Días felices de campamento<br />
Recibiendo la ovación del público<br />
los cierres de bimestre como el bingo,<br />
el Día de la Canción Criolla, entre<br />
otras actividades. Me resulta<br />
muy difícil despedirme de mis<br />
compañeros ya que siento que<br />
los últimos años no los hemos<br />
podido aprovechar mucho, pero<br />
es lo que nos tocó. Me voy muy<br />
agradecido con todos mis maestros<br />
por soportarme tanto tiempo<br />
y apoyarme en momentos<br />
donde los necesitaba, y con mis<br />
compañeros por hacer que pase<br />
muy buenos momentos durante<br />
mi estadía.<br />
Álvaro Cano Ríos<br />
Es tan rara esta sensación de<br />
dejar el colegio. Después de tantos<br />
años de ir casi todos los días a ver a las mismas personas,<br />
y compartir tanto tiempo con ellas. Ser tan<br />
cercanos, pero tan lejanos al mismo tiempo. Unos<br />
crean relaciones más fuertes que otros, pero en sí,<br />
todos estamos unidos. La mayoría nos hemos visto<br />
la cara, por lo menos para mí, por diez años. Hemos<br />
crecido juntos, y nos hemos acompañado en este<br />
crecimiento colectivo. Realmente la experiencia escolar<br />
es muy significativa, y creo que marca una diferencia<br />
en la vida de todos: son tantas situaciones<br />
y tantas experiencias, todo es aprendizaje.<br />
He pasado unos años muy lindos<br />
en este colegio, siento que me es<br />
difícil explicarlos con tanto detenimiento<br />
como me gustaría. Pero no<br />
podría estar más agradecido con<br />
todos los profesores, todos mis<br />
compañeros de clase y todos los<br />
trabajadores de esta linda escuela,<br />
por haberme acompañado<br />
durante tantos años. Me hicieron<br />
sentir lo que creo que es la esencia<br />
pura de este colegio, y es que<br />
todos nos sintamos como una gran<br />
familia, acompañándonos en todo<br />
momento, y ayudándonos mutuamente.<br />
De verdad, muchas gracias a todos<br />
por estos años tan lindos.<br />
Sergio Cavassa Mellet<br />
No sé qué puedo decir que no haya dicho ya, con<br />
qué palabras decir el amor que les tengo, a este<br />
pequeño colegio que me abrió las puertas en un<br />
momento en que no sabía ni leer bien, que estaba<br />
inseguro de mí y que me daba miedo la gente…. no<br />
las hay. El colegio ha sido algo más importante para<br />
mí de lo que podría haber esperado. Cuando llegué<br />
pensé que perdía todo lo que tenía atrás, pero me<br />
dieron más de lo que perdí. No quiero agradecerles<br />
porque eso ya lo saben, quiero decirles que los<br />
11
Las aventuras de Ulises<br />
Uno de muchos abrazos<br />
adoro y me pone feliz y a la vez triste,<br />
porque me voy, pero a la vez llego a otra<br />
etapa de mi vida que me emociona.<br />
Me da pena, pero como todo… termina.<br />
Los voy a extrañar, y dije que<br />
no iba a agradecer, pero igualmente<br />
gracias, gracias por todo, gracias<br />
por ser pacientes conmigo, por estar<br />
ahí cuando no tenía sentido que<br />
estén, gracias y mil gracias más, son<br />
la mejor experiencia que tengo y obviamente<br />
nunca los voy a olvidar. Con<br />
pena, felicidad y apreciación y todo<br />
digo adios, un adios tal vez triste pero<br />
que me alivia. Los quiero de verdad.<br />
Vicente Coronel Zegarra Forns<br />
Me cuesta expresar lo<br />
agradecida que estoy hacia<br />
todos los trabajadores del colegio;<br />
mi experiencia en Los Reyes Rojos<br />
ha sido hermosa, y eso es gracias<br />
a todas las personas que se preocupan<br />
por nuestro bienestar. Nos<br />
han acompañado en los campamentos,<br />
viajes y en una enorme<br />
parte de nuestras vidas. Admiro<br />
mucho el duro trabajo que hacen,<br />
y tengo que agradecerles por todos<br />
los recuerdos positivos que tengo,<br />
los quiero mucho.<br />
Olivia de Orbegoso Carvallo<br />
En estos dos años en el colegio me<br />
di cuenta de que es la segunda<br />
familia donde se aprende más<br />
de lo que se enseña. Gracias a<br />
todos por estos dos años.<br />
Cayetana de Zavala Lecaros<br />
Han pasado catorce años desde<br />
que crucé la puerta por primera<br />
vez del colegio, y ahora<br />
escribo para despedirme.<br />
Despedirme de un<br />
montón de experiencias,<br />
sin importar si<br />
son buenas o malas,<br />
son eso, experiencias<br />
que me han hecho<br />
quien soy y quien quiero ser. En<br />
estos años he conocido personas increíbles,<br />
amigos, compañeros, profesores,<br />
y lo más honesto y lo que siento<br />
es agradecimiento.<br />
Martín Espinosa Gallegos<br />
Campeones contra Quinto de media<br />
12
No soy capaz de poner en palabras mi<br />
agradecimiento a este colegio y honrarlo<br />
al mismo tiempo. Estos trece<br />
años de aprendizaje han sido increíbles<br />
gracias a cada profesor<br />
y trabajador del colegio. El ambiente<br />
creado aquí no es como<br />
ningún otro y gracias a ustedes<br />
tuve un lugar seguro donde me he<br />
sentido libre de ser lo que quiera<br />
ser. Los Reyes Rojos me ha regalado<br />
los mejores amigos, mentores<br />
de vida haciéndose pasar como<br />
profesores y las mejores experiencias<br />
de mi vida. Los recordaré por<br />
siempre.<br />
Diego Fajardo Walters<br />
Es difícil decir adiós a esas cosas por las que uno<br />
siente amor, y que estuvieron ahí, en el fondo, pero<br />
siempre alrededor. No creías que en algún momento<br />
iban a terminar, pero sabes inconscientemente<br />
que no son para siempre. Esas situaciones en las<br />
que dejas de juntarte con quien quieres estar y no<br />
te das cuenta: poco a poco necesitas nuevamente<br />
esas sensaciones y sentimientos,<br />
recrear esos momentos en los que<br />
fuiste muy feliz. Ella, él o un grupo<br />
de personas fueron para ti como<br />
una de mil obras pintadas, y<br />
aunque la vuelves a mirar, te<br />
deja ese sentimiento distinto<br />
y único. Te deprimes, sientes<br />
miedo, pero siempre con ganas<br />
de estar con esa persona, y<br />
te asusta pensar que el tiempo<br />
va a acabar y no pudiste hacer<br />
esa conexión. Las pinturas no se<br />
pueden borrar pero sí arreglar,<br />
detallar o expandirlas; nada, ni<br />
el tiempo, es capaz de quitarte<br />
ese poder, siempre y cuando<br />
estés dispuesto a volverlas a<br />
ver. Es difícil voltear, ver todo<br />
lo que has hecho y seguir caminando,<br />
pero en mi camino hay aún páginas en<br />
blanco que se deben llenar.<br />
Este colegio me dio un regalo, no los recuerdos,<br />
sino aquellas personas que formaron parte de él y<br />
me dieron el deber de pintar esas entidades para<br />
revelarlas, descubrir esos sentimientos que me<br />
van a dar, crear esos especiales momentos que<br />
necesito, y guardarlos siempre conmigo.<br />
Gracias al colegio Los Reyes Rojos por todos<br />
estos años llenos de especiales momentos.<br />
Nicolás Fajardo Walters<br />
Durante estos días me agarró la nostalgia,<br />
y como un armario viejo, volví a<br />
abrir los recuerdos polvorientos del<br />
colegio día tras días. Es increíble<br />
que haya tantos, la mayoría buenos,<br />
y el resto, ahora los recuerdo<br />
con una risa. Los fui comentando<br />
y compartiendo con el resto que<br />
también estaban en las mismas.<br />
Todo un collage se armó, uno que<br />
tardó catorce años en armarse,<br />
pero es precioso. No existirían<br />
estos recuerdos sin el colegio; a<br />
veces hasta me doy cuenta de que<br />
yo no sería como soy sin todo el<br />
tiempo que pasé en este increíble<br />
lugar. No solo me alejo del lugar<br />
en el que más tiempo pasé desde<br />
mi infancia, sino que me alejo<br />
de esos amigos especiales, que<br />
son mis profesores, de las risas en cada clase, de<br />
los problemas que enfrentamos como equipo, de<br />
la colaboración a un entorno de paz y crecimiento<br />
que fue toda mi niñez en mi colegio. Tal vez siga<br />
encontrando ese mismo ambiente en otra parte,<br />
pero nunca será igual como la increíble experiencia<br />
de estar en este colegio, donde la libertad, la<br />
individualidad y el respeto son lo más importante.<br />
Ahora puedo cerrar los cajones de este armario<br />
preciado.<br />
Micaela Farfán Garay<br />
Llevo pensando en que estoy cerca de acabar el<br />
colegio desde inicios de Cuarto de media. Ahora a<br />
menos de dos semanas de irnos, recién me choca<br />
toda la información. Quiero empezar diciendo<br />
que me muero de miedo, este colegio es prácticamente<br />
todo lo que he conocido y estoy a punto<br />
de empezar una nueva etapa de la que mis primos<br />
mayores siempre se andan quejando. No tengo<br />
ni la más mínima idea de lo que viene después,<br />
13
así que cuando salgamos, necesitaré<br />
unos días de reposo para procesar.<br />
Cuando acabe, estoy lista<br />
para pararme y seguir adelante.<br />
Ahora, antes de ponerme toda<br />
sentimental con mi despedida,<br />
quiero decir que a pesar de las<br />
quejas y bromas sobre irme y no<br />
volver, no creo que por mi mente<br />
pase un mejor colegio para estar,<br />
no creo que me haya sentido tan<br />
cómoda en ningún otro lugar.<br />
A mis compañeros, profesores y<br />
todas las personas que forman parte<br />
de esta familia, quiero decirles<br />
que muchas gracias por aguantarme<br />
tantos años y por acompañarme<br />
cada sábado de mi estancia en secundaria<br />
para seguir estudiando. Les tengo un cariño<br />
gigante y los llevo siempre en mi corazón. Besitos<br />
para toda esta gente hermosa que me ha acompañado.<br />
Mariel García Flores Guerra<br />
El colegio es una experiencia<br />
que debí haber atesorado<br />
más. Estos años de mi vida,<br />
que he pasado no solo en<br />
estas cuatro paredes, sino<br />
con mis compañeros y tutores,<br />
me han convertido<br />
en la persona que soy, no<br />
solo enseñándome información<br />
útil,<br />
sino dándome<br />
valores que quedarán<br />
durante<br />
toda la vida. Gracias<br />
a esto, uno<br />
se da cuenta de<br />
que el tiempo<br />
que tiene en el<br />
colegio es poco y que debemos apreciarlo<br />
mientras podemos.<br />
Matías Guerra Lou<br />
Entré al colegio hace casi doce<br />
años, en Cinco años, desde que<br />
tengo memoria. Mis primeros<br />
recuerdos comienzan con el<br />
colegio. Pensar que toda esta<br />
increíble experiencia está llegando<br />
a un fin me da mucha<br />
pena. Cada día que voy al colegio<br />
le pido a Diego y Luciano<br />
poder quedarme a dormir, y espero<br />
cada día que la respuesta<br />
pueda ser sí, para poder disfrutar<br />
una noche más, con todos<br />
mis amigos y con los profesores,<br />
porque no solo es recordar<br />
las pijamadas en el colegio, sino<br />
también los campamentos y viajes.<br />
Son muchos recuerdos lejanos<br />
que hace dos años no hemos podido<br />
disfrutar. Es horrible terminar el colegio así.<br />
Pero la situación tan terrible que pasamos no me<br />
impide recordar el sinfín de gloriosos momentos,<br />
por los que le agradezco a Los Reyes Rojos, momentos<br />
que nunca voy a olvidar.<br />
Sin importar la pena que me da separarme del<br />
cole y pensar que entro a una nueva etapa, que<br />
voy a seguir gozando de la vida, nunca va a ser<br />
como cuando estuve aquí, en Los Reyes. Debo<br />
agradecer a todos los profesores y trabajadores<br />
del colegio, que hicieron estos doce años inolvidables<br />
e increíbles. Muchas gracias, Los Reyes Rojos.<br />
Lorenzo Gutiérrez Otero<br />
Siempre alegres y aguerridas voleibolistas<br />
14
Han sido catorce años de crecimiento<br />
rodeado de personas que<br />
ahora se han vuelto indispensables.<br />
No conozco otro colegio ni<br />
otros profesores, haciendo que<br />
el recuerdo sobre este colegio<br />
sea aún más especial. No hay<br />
suficientes palabras para poder<br />
agradecerles al grupo de amigos<br />
que he creado y me han acompañado<br />
y también aquellas personas<br />
que me han educado desde que<br />
tengo tres años. Habrá por siempre<br />
un afecto y cariño muy grande<br />
hacia todo lo que me han podido<br />
brindar. Ahora solo espero lo mejor<br />
para cada uno de esta promoción, y<br />
gracias por estar a mi lado durante<br />
tanto tiempo.<br />
Renata La Madrid Arca<br />
A pesar de no poder verlos este año<br />
tanto como me gustaría, siento que<br />
hemos tenido un buen cierre como<br />
clase. A diferencia de otros años<br />
en este he estado más tranquilo<br />
y colaborativo, pero eso<br />
no significa que haya estado<br />
así porque no la he pasado<br />
bien alrededor de este año:<br />
siento que con las diferentes<br />
actividades que el colegio organizó,<br />
hemos tenido más tiempo<br />
para conocernos mejor y hablar<br />
con gente con la que no tuvimos<br />
tanto contacto. En general pienso<br />
que, aunque voy a extrañar a<br />
los profesores, alumnos y recuerdos<br />
que viví en este colegio, esta<br />
es una etapa en mi vida que me<br />
toca vivir y espero hacerla lo mejor<br />
posible.<br />
Matías Luna Tord<br />
Yo entré al colegio cuando tenía cinco años, desde<br />
ahí yo veía a los que estaban en Quinto y sentía<br />
que faltaba muchísimo para llegar ahí; pasaban<br />
los años y los seguía viendo, en las asambleas,<br />
en los recreos, y seguía pensando que me faltaba<br />
¡Viene la ola!<br />
mucho para llegar ahí, hasta que un día me despierto<br />
y estoy aquí, escribiendo mi despedida. Por<br />
un lado estoy alegre de haber pasado casi toda mi<br />
vida en este colegio y haber aprendido<br />
tantas cosas, y por ya estar cerrando<br />
una etapa, pero por otro lado me da<br />
una nostalgia enorme tener que<br />
despedirme de los profesores,<br />
de mis amigos, del colegio en<br />
sí. El saber que realmente aquí<br />
acaba es difícil, pero me voy<br />
con tanto, tantas cosas buenas,<br />
tantas amistades, tanto<br />
aprendizaje y tantas experiencias<br />
que la alegría le gana a mi<br />
nostalgia.<br />
Voy a extrañar muchísimo<br />
esta etapa y a todas las personas<br />
que formaron parte de ella, los<br />
guardaré dentro mío para siempre<br />
y nunca olvidaré todo lo vivido<br />
en mi etapa escolar, porque no me<br />
hubiera gustado que fuera distinta<br />
a como lo fue. Estoy segura de que en ningún otro<br />
colegio hubiera tenido algo parecido, estoy muy<br />
agradecida con todo.<br />
Nua Maneiro del Río<br />
Es extraño decir que un colegio te cambió la<br />
vida, o por lo menos nunca he escuchado a nadie<br />
decirlo, pero yo creo que estoy orgulloso de<br />
poder decirlo. De todos los colegios a los que<br />
he asistido ninguno ha impactado tanto en mí<br />
como Los Reyes.<br />
15
Me gustaría usar este espacio para agradecer<br />
a los profesores, ya que puede que en<br />
la graduación me ponga a llorar y no<br />
se me entienda. Sé que podría sonar<br />
como simplemente estoy agradecido<br />
por agradecer, pero las<br />
cosas pequeñas son las que han<br />
hecho que ame este colegio y<br />
todo lo que se relaciona con él.<br />
Esto es lo que me cambió y me<br />
hizo darme cuenta que este colegio<br />
no es como cualquier otro.<br />
También darle las gracias a mis<br />
compañeros y amigos por ser una<br />
familia hermosa tanto fuera como<br />
dentro del colegio.<br />
Creo que lo que más duele es<br />
que por culpa de la pandemia muchos<br />
de los recuerdos que tenemos,<br />
hasta cierto punto, ya son<br />
algo distantes, pero igual me da<br />
pena dejarlos. No puedo parar de<br />
agradecer a todos, no puedo decir nada más que<br />
gracias por cambiar mi corta e ingenua vida, sé<br />
que hay varios valores que me han hecho lo que<br />
soy pero creo que el colegio fue uno de los más<br />
importantes.<br />
Aruni Martinat Gómez<br />
Me da una gran nostalgia despedirme<br />
de este lugar que fue más que un colegio,<br />
una casa para mí y en especial de<br />
todas las personas que lo conforman,<br />
las cuales me han enseñado mucho.<br />
Los quiero y siempre van a tener un<br />
espacio muy grande en mi corazón.<br />
Mía Matteucci Quiñones<br />
He vivido mucho en este sitio y hemos<br />
viajado juntos. He estado acá<br />
desde siempre, desde que tengo<br />
cuatro años, y he pasado unos muy<br />
bonitos años, donde he crecido y he<br />
aprendido un montón de cosas que en<br />
verdad valoro bastante. Siempre voy a<br />
querer mucho a este lugar y a los que<br />
forman parte de él. Son personas increíbles<br />
las que he conocido acá, con las cuales<br />
he pasado muy buenas experiencias llenas de<br />
aprendizaje. Me llevo unos lindos<br />
recuerdos de cada etapa de mi<br />
vida en Los Reyes Rojos. Admiro<br />
a cada uno de ustedes<br />
y les tengo mucho cariño.<br />
Gracias por tanto.<br />
Matías Martínez Patow<br />
Escribir esto como despedida<br />
es un poco difícil. Hace catorce<br />
años que estoy en este colegio<br />
y de verdad no hubiese podido<br />
elegir otro. Podría comenzar diciendo<br />
muchas gracias por todo<br />
y a todos. Crecer en Los Reyes ha<br />
sido una de las experiencias más<br />
bonitas, de no haber sido la<br />
más. El tiempo se pasó volando.<br />
Desde chiquita, todos los años veía<br />
a los de Quinto hablando en la asamblea<br />
de despedida y lo veía lejano y<br />
ahora estamos a una semana de<br />
terminar el colegio.<br />
La verdad es que no quiero<br />
irme y todavía no me siento<br />
lista al 100% para salir, pero es<br />
parte de la vida: salir, explorar<br />
y aventurarse para vivir nuevas<br />
experiencias. Acá conocí personas<br />
increíbles, con un corazón<br />
inmenso que me enseñaron a encontrarme<br />
y ser tal y como soy, sin<br />
roches.<br />
Voy a extrañar ver a la prom los<br />
cinco días a la semana. Aunque estos<br />
dos últimos años han sido parcialmente<br />
clases en línea, me gustó<br />
el tiempo que pasamos juntos.<br />
Voy a extrañarlos mucho a todos. Quiero decirles<br />
que todos ustedes y los que han pasado alguna<br />
vez, han aportado en mi vida y siempre les voy a<br />
tener un cariño muy grande. Tal vez no hemos hablado<br />
mucho o tal vez nos acercamos más estos<br />
últimos años pero de igual manera quiero que sepan<br />
que estoy muy agradecida por haberlos conocido,<br />
por permitirme conocerlos realmente y pasar<br />
momentos únicos juntos.<br />
También quiero agradecerles a los profesores.<br />
Gracias, Mónica, Candy y Chebo por siempre cui-<br />
16
darnos y seguir ahí desde que eramos pequeños.<br />
Gracias a todas las profesoras y profesores que<br />
nos enseñaron en primaria por comprendernos y<br />
ayudarnos en una parte donde estamos aprendiendo<br />
a crecer. Y gracias a los profes de secundaria.<br />
A todos. Los quiero mucho. Fabio, gracias por<br />
siempre tratar de ayudarme cuando no comprendía<br />
algunas cosas y sacarnos una sonrisa con tus<br />
bromas. También quiero agradecer a Diego, Luciano,<br />
Melissa y Cathy, por siempre preocuparse y<br />
apoyarme cuando lo necesitaba.<br />
Esta etapa ha sido donde más he podido descubrir<br />
y más sentimientos he experimentado. La<br />
etapa que viene también estará llena de retos.<br />
Quiero que todos los que lean esto (en especial los<br />
que siguen en el colegio) sepan que este colegio<br />
es único. Siempre se van a sentir como en casa.<br />
Disfruten el tiempo que pasan y diviértanse. Me<br />
voy triste pero también feliz por poder haber pertenecido<br />
a esta promoción y a este colegio. Todos<br />
tienen una parte de mi corazón. Los amo.<br />
Gianell Ordóñez Salvatierra<br />
Han pasado once años desde que entré al colegio<br />
–a Cinco años– y no recuerdo haber sentido<br />
en algún momento que no me gusta mi colegio.<br />
Todos estos años de cambiar de salón, hacer nuevos<br />
amigos, conocer nuevos profesores, nunca he<br />
visto llegar a Quinto de media como algo bueno.<br />
Al contrario, en estos últimos años la sensación de<br />
que el tiempo pasa más rápido se ha hecho más<br />
grande y ese temor y pena de irme del cole siguen<br />
hasta hoy. Y es que no todos tienen la suerte de<br />
estar en Los Reyes Rojos.<br />
Ahora, después de superar un año y medio de<br />
clases virtuales y los dos primeros años de pandemia,<br />
ya estoy por graduarme y todavía no quiero<br />
irme. Me cuesta tanto decir adiós a la que es mi<br />
segunda casa, decirle adiós a tantas personas<br />
con las que he crecido y me han ayudado a crecer.<br />
Siempre me he referido al cole convencida de que<br />
es el mejor lugar al que he podido llegar y siempre<br />
he estado agradecida de ser parte de él. Así que,<br />
a pesar de que sienta que cualquier cosa que diga<br />
no es suficiente, quiero empezar diciendo gracias.<br />
Estoy y siempre estaré agradecida por haberlos<br />
conocido: a todos los trabajadores del cole por<br />
cuidarnos y acompañarnos y, a los profesores por<br />
su cariño, dedicación y preocupación; ustedes son<br />
la esencia del colegio. Gracias a<br />
ustedes es que el cole es un<br />
espacio seguro en el cual he<br />
aprendido tanto y haberlo<br />
hecho de la mano de ustedes<br />
ha sido lo mejor.<br />
Si bien estos dos últimos<br />
años las clases no han sido<br />
lo mismo, ustedes siempre<br />
estuvieron dispuestos a estar<br />
ahí para nosotros y eso es<br />
un privilegio. Gracias por amar<br />
su trabajo y por ser parte de<br />
nuestras vidas. Gracias a mi<br />
promoción, estoy feliz de haber<br />
crecido todos estos años<br />
con ustedes y de los momentos<br />
compartidos. También estoy eternamente<br />
agradecida por haber conocido a mis<br />
amigos y amigas, a esas personitas que ahora sí<br />
sé que son para toda la vida. Gracias por todas las<br />
risas y por su amistad; lo son todo. Con mucha tristeza<br />
por acabar lo que creo que es la mejor etapa<br />
escolar que pude haber deseado, me despido del<br />
colegio para ser, con mucho orgullo, ex-reirrojina.<br />
Gracias a todxs por absolutamente todo, los voy a<br />
extrañar demasiado.<br />
Camila Ormachea Fernández<br />
Tantos años en este maravilloso colegio llegan<br />
a su fin y a pesar de todas las veces<br />
que quise escapar de él, en estos últimos<br />
días de Quinto no he podido sino<br />
sumergirme en un profundo sentimiento<br />
de melancolía y nostalgia.<br />
He recordado cada momento que<br />
he pasado en esta escuela, desde<br />
los más alegres hasta los más<br />
tristes y debo decir que a pesar<br />
de la tristeza que siento al dejar<br />
atrás esta escuela que se ha convertido<br />
en mi hogar también estoy<br />
feliz y ansioso por continuar con<br />
mi vida.<br />
Quiero despedirme de este hermoso<br />
colegio agradeciendo a todos<br />
los profesores por dar lo mejor de sí<br />
y hacerme una mejor persona a<br />
pesar de lo difícil que he podido<br />
17
llegar a ser. Sin la metodología de enseñanza en<br />
libertad de este colegio probablemente sería una<br />
persona completamente diferente hoy en día y estoy<br />
muy contento de ser quien soy ahora.<br />
También quiero agradecer a mis compañeros<br />
de clase por acompañarme en este tramo tan importante<br />
de mi vida. Amigos y colegas con quienes<br />
pasé momentos inolvidables, tanto de la parte<br />
académica como de la parte lúdica, que jamás se<br />
han de olvidar, compañeros y amigos a quienes<br />
agradezco por tan maravillosa compañía y por la<br />
amistad correspondida.<br />
Lucas Perko Ágreda<br />
He estado en el colegio desde<br />
los Tres años. Los primeros días<br />
no me quería quedar, lloraba, y<br />
mi mamá y mi papá se quedaban<br />
esperando hasta que deje de hacerlo.<br />
Pero después de un tiempo<br />
hice amigos y me empezó a gustar<br />
quedarme con Mónica y Candy.<br />
Hacía siesta en una colchoneta.<br />
Nunca voy a olvidarme de los<br />
campamentos, de las pruebas de<br />
Sexto, de este Quinto de media<br />
en pandemia, que al final igual<br />
pudimos hacer la obra de teatro,<br />
la jalada de soga, la ceremonia de<br />
graduación y la fiesta de promoción.<br />
De todos los profesores,<br />
Diego, Luciano,<br />
Fabio, Katy, Moria, Maricarmen, etcétera.<br />
Pero lo más importante son mis<br />
amigos, que sé que me van a acompañar<br />
toda la vida.<br />
Nicolás Prado La Hoz<br />
Entré al colegio en tercer grado, tenía<br />
ocho años. Estaba emocionada<br />
de empezar desde cero en un nuevo<br />
colegio y no me arrepiento de nada.<br />
Me gustó mucho estar aquí pero<br />
también estoy emocionada por irnos<br />
y empezar nuestras vidas. Estoy<br />
agradecida por haber conocido a tantas<br />
personas que sé que estarán a lo<br />
largo de mi vida, por todas las buenas<br />
experiencias y anécdotas que tengo<br />
de este colegio. Gracias a Diego y a Luciano por ser<br />
los mejores tutores que he tenido y por hacer este<br />
año divertido a pesar de la virtualidad.<br />
Munay Ramos Brugué<br />
Es muy complicado decirle adiós a este colegio,<br />
es una sensación agridulce. Estás terminando<br />
una etapa muy larga de tu vida<br />
y comienzas otra nueva, eso te trae<br />
alegría, a la vez miedo y tristeza,<br />
por dejar atrás todo lo que ya conocías<br />
y adentrarte en algo nuevo.<br />
No puedo estar más feliz de<br />
haber estado en este colegio, los<br />
profesores, la gente que trabaja<br />
ahí, mis compañeros y compañeras,<br />
todos siempre han estado en<br />
los buenos y malos momentos, han<br />
estado allí para apoyarme. Lo que<br />
hace diferente a Los Reyes Rojos<br />
de otros colegios es que haces del<br />
colegio y tu promoción una familia.<br />
Podría estar horas contando experiencias,<br />
pero estas son algunas de<br />
las muchas cosas que nunca me voy<br />
a olvidar de este hermoso colegio.<br />
Todos han hecho de mi estadía aquí la más maravillosa<br />
que me he podido imaginar, y me siento<br />
una persona muy afortunada de haber conocido a<br />
todos, gracias a este colegio y a esta gran familia,<br />
los adoro a todos.<br />
Gabriel Sánchez León Sandoval<br />
Si bien no he estado mucho tiempo<br />
en Los Reyes Rojos y me he<br />
perdido de varias experiencias<br />
que mis demás compañeros han<br />
vivido, no podría estar más contenta<br />
de haber terminado el año<br />
aquí, y por más de que solo fui un<br />
año de forma presencial antes de la<br />
pandemia, he podido conocer a muchas<br />
increíbles personas que ahora<br />
forman parte de mi vida, y de verdad<br />
agradezco haberlas conocido.<br />
Las cosas no siempre han sido fáciles<br />
y al principio me costó mucho<br />
adaptarme y hacer amigos, y llegó un<br />
punto en el que sentía que esto solo<br />
18
sería una repetición de mi último año en mi antiguo<br />
colegio: sola y sin dirección de dónde estar o<br />
con quién parar; pero ahora que he podido estar<br />
tres años aquí, por más de que uno haya sido completamente<br />
virtual, no podría haber encontrado<br />
un mejor lugar para aprender y divertirme junto<br />
con grandes personas.<br />
Gracias por todo, siempre los recordaré con mucho<br />
cariño.<br />
Ena Venturo Aguirre<br />
Daniel Lara Tovar<br />
Entré al colegio a los cuatro años y desde entonces,<br />
mi experiencia escolar ha sido una por<br />
la que estoy muy agradecida. Recuerdo estar<br />
en primero de media pensando que faltaba un<br />
montón, demasiado, para que terminara el colegio;<br />
sin embargo, se pasó volando. En verdad<br />
no puedo creer que esté a puertas de terminar<br />
esta etapa tan importante. Hay mil momentos<br />
memorables que vienen a mi mente al<br />
escribir esto. Desde los recreos que<br />
pasamos hablando con Fabio en la<br />
cafetería, hasta los campamentos<br />
y viajes. Soy una persona que no<br />
habla mucho, nunca participé<br />
mucho en clase aunque siempre<br />
me decían que debía hacerlo,<br />
pero aún así, logré formar<br />
amistades que espero duren<br />
para toda la vida. Agradezco<br />
al colegio por haberme<br />
ayudado a encontrar<br />
a unas de la personas<br />
más importantes de mi<br />
vida, agradezco a los profesores<br />
por no solo enseñarnos<br />
sino cuidarnos y<br />
tratar de formar vínculos<br />
con nosotros, agradezco<br />
a mi promoción por acompañarme todos<br />
estos años; hemos crecido juntos<br />
y compartido una de las experiencias<br />
que más se aprecian y recuerdan en la<br />
vida, por lo que siempre los recordaré<br />
y querré. Me voy del colegio con una<br />
sensación “agridulce”, no queriendo<br />
despedirme, pero sabiendo que me<br />
espera otra etapa que también será<br />
importante. Gracias por hacer mi experiencia<br />
tan especial y permitirme irme habiendo<br />
ganado tanto.<br />
Alejandra Villalobos Paz Soldán<br />
Es en estos meses, en los que pudimos ir al colegio,<br />
que me doy cuenta de lo mucho<br />
que lo extraño. Desearía tener más<br />
tiempo para verlo rebosante de<br />
gente y alegría, como siempre.<br />
Los dos años que pasamos recluidos<br />
parecen un trance, consisten<br />
de imágenes borrosas y sonidos<br />
lejanos. A veces siento que nos<br />
mantuvimos en el tiempo, que<br />
seguimos siendo pequeños de<br />
tercero. Otros días puedo ver lo<br />
mucho que hemos madurado y<br />
me quedo tranquila.<br />
Agradezco enormemente a todos<br />
los profesores y trabajadores<br />
del colegio que nos han acompañado<br />
consistentemente a través de<br />
los años.<br />
Ana Zegarra Maguiña<br />
Tamia Heredia Piqueras<br />
Nicolás Aguinaga Bernuy<br />
19
Hablan las familias<br />
Qué pronto llegó el momento de escribir estas líneas<br />
después de trece años leyendo el sentir de<br />
las familias al despedirse del colegio. Se acaba la<br />
vida escolar de Sebastián y su historia en Los Reyes<br />
Rojos es también mi historia, y lo es mucho antes<br />
de que Sebastián naciera.<br />
Viví toda mi vida en Barranco, durante los noventa<br />
estudié en un colegio cerca al malecón y<br />
si bien no conocí a profundidad a alguien de Los<br />
Reyes, ese aroma de libertad que se respiraba al<br />
verles ir al Chipoco y esa sensación acogedora que<br />
recibía al caminar por Cajamarca, me hacían flotar<br />
en mi ensueño adolescente de “yo quisiera estudiar<br />
ahí”. Cuando Sebastián estaba por cumplir<br />
tres años y era el momento de empezar su camino<br />
fuera de casa, se podrán imaginar cuál fue mi primera<br />
opción como escuela.<br />
Carlos y yo nos enamoramos del colegio con<br />
cada paso que dimos en ese primer recorrido escuchando<br />
a Mónica, mientras Sebastián jugaba<br />
con Flora en el salón de tres años. Los Reyes Rojos<br />
de inmediato se sintió como el lugar ideal para Sebastián,<br />
pero también para mí, que a mis 26 aún<br />
estaba por descubrir quién era, vivía en la sombra,<br />
no me gustaba socializar, ni sacaba las manos de<br />
los bolsillos y mantenía distancia cada vez que subía<br />
las escaleras de inicial. Fue gracias a Sebastián<br />
y a la conexión que sintió de inmediato con su escuela<br />
y su promoción, que se abrió la posibilidad<br />
para que yo también creciera.<br />
Los Reyes Rojos enseguida se convirtió en<br />
nuestra casa, cada persona en nuestra familia, y<br />
compartimos momentos significativos de nuestras<br />
vidas: el inicio de Sebastián en la música y<br />
cada sueño cumplido hasta ahora con sus proyectos,<br />
mi iniciación en el cine y el regalo de guiar el<br />
taller para secundaria; la trascendencia de Carlos<br />
y de mi papá unos años después, una pandemia y<br />
el despertar de nuestra consciencia.<br />
Podría hacer una larga lista de gratitud por tanto<br />
amor compartido durante esta etapa esencial<br />
en la vida de Sebastián, que ahora sale al mundo<br />
por una nueva aventura, por ese viaje de autoconocimiento<br />
con la inherente valentía y sensibilidad<br />
que esta escuela cuidó y avivó en su corazón. Gracias<br />
también por ser mi escuela de vida, por inspirarme<br />
a expresar en libertad quién soy y el estilo<br />
de maternidad que elegí. Gracias, familia reirrojina,<br />
todo nuestro amor siempre con ustedes.<br />
Beatriz Torres<br />
Mamá de Sebastián Ávila<br />
20
He escrito este texto muchas veces en mi mente<br />
mientras despertaba a mi hijo por las mañanas<br />
para llevarlo al colegio, en la dulce rutina de organizar<br />
el desayuno y la lonchera. Lo he llevado<br />
con alegría por las calles barranquinas, saludaba a<br />
Chebo que daba la bienvenida y contenía la emoción<br />
de los que entraban corriendo, alcanzaba su<br />
enorme mano de apretón cálido, mientras yo lo<br />
llevaba con la mía a su salón para poder ver a sus<br />
amigos un ratito, que siempre, siempre era poco.<br />
He mirado los pasillos y silenciosamente me comía<br />
con hambre los trabajos de los alumnos, sus pinturas,<br />
sus dibujos, las investigaciones, exposiciones,<br />
etcétera. Lo hice siempre, todo me parecía tierno.<br />
Vuelvo a escribir este texto, pero con un nudo<br />
en la garganta; la emoción cada vez que mi hijo<br />
Lorenzo tenía el Día de las Américas y se ponía su<br />
uniforme de la selección brasileña, el nudo otra<br />
vez con las marineras, el festejo de Quinto, las actuaciones,<br />
el Libertador San Martín declarando la<br />
independencia: “El Perú desde este momento es…<br />
¡Viva el Perú! ¡Viva! ¡Viva la libertad! ¡Viva! ¡Viva la<br />
independencia!”. Ahí lloro.<br />
La primera vez que entré a Los Reyes Rojos yo<br />
tenía trece años, acompañaba a mi mamá y a mi<br />
hermano a una fiesta un sábado por la mañana. En<br />
medio del patio y en un caos interior, sentí envidia<br />
y una vez más me encontré excluida de las bondades<br />
de la vida. Recuerdo muy bien la certeza con<br />
la que me dije: “si tengo hijos, van a estudiar aquí”.<br />
Diez años después nació mi hija Analú.<br />
En esta pequeña y compleja comunidad, con<br />
expectativas, amor, confianza, cariño, dedicación,<br />
compromiso y mucha ternura, con pruebas de Sexto,<br />
vóley de chicas, bingos, teatro de Quinto (¡por fin<br />
el teatro de Quinto!), los fantásticos y desafiantes<br />
viajes a algún lugar del hermoso Perú, nos volvemos<br />
a encontrar otra vez con las loncheras en los<br />
pasillos, otra vez el cajón de Chebo, los almuerzos<br />
de Marina, otra vez los compañeros y las compañeras,<br />
los amigos y las amigas de mi hijo Lorenzo.<br />
Mi texto escrito tantas veces esta vez tiene<br />
que ser corto: mi amor por esta escuela no lo puedo<br />
describir. Melissa, te admiramos, sentimos orgullo<br />
de ti, nos pusimos tu camiseta y sin dudar yo<br />
nadé, floté y viajé en este océano. Impregnaste el<br />
colegio con inteligencia, coraje, integridad y feminidad.<br />
A la distancia o en cercanía, tú abrazas.<br />
A los tutores y profesores del colegio, les agradecemos<br />
todo su cariño y todo el trabajo puesto<br />
en la vida de los alumnos y las alumnas. Al personal<br />
de limpieza, mis amigas de las tardes, muchas<br />
gracias. A mi querida Isabel, gracias. A los porteros,<br />
gracias por sus bienvenidas y adioses. Un especial<br />
agradecimiento a Fabio por querer así a Lorenzo<br />
de esa manera única: él ira por la vida con tus consejos<br />
y los recuerdos buenos.<br />
He tenido la oportunidad de compartir secretos<br />
con algunas mamás o papás y me sobrecoge la intensidad<br />
de sus dudas, la más importante es si sus<br />
hijos tienen amigos, y ese es un mundo inmenso<br />
que depende de ellos y se da en la escuela.<br />
Javier y yo nos sentimos privilegiados por tener<br />
la oportunidad de decirle a toda la promoción<br />
de Quinto que son hermosos y hermosas. Sigan<br />
adelante tal como son, quieranse, cuídense entre<br />
ustedes y dense la oportunidad a la salida del colegio<br />
de conocer a aquellos a los que les fue difícil<br />
acercarse.<br />
Para esta familia, el colegio Los Reyes Rojos es<br />
como la casa del árbol que, en medio del bosque<br />
oscuro, al acecho de los duendes, construimos a<br />
modo de refugio.<br />
Natalia Otero<br />
Mamá de Lorenzo Gutiérrez<br />
21
Tres<br />
años<br />
Los pequeños de Inicial nos presentan<br />
autorretratos, dibujos de sus animales favoritos<br />
y dibujos de la figura humana. También se<br />
animan a contarnos qué prefieren hacer cuando<br />
están en el colegio y cuánto les ha gustado<br />
volver; y finalmente, nos explican<br />
cómo cuidar el agua y a los animales<br />
en peligro de extinción.<br />
Autorretrato. Amelia Gamboa<br />
Mariquita. Paula del Río<br />
¿Qué es lo que te gusta hacer<br />
cuando estás en el colegio?<br />
Autorretrato.<br />
Zsa Zsa López de Romaña<br />
Me gusta jugar en el arenero con la palita morada y con<br />
mis amigas.<br />
Illary Benítez<br />
Jugar en el arenero y correr por todo el patio con mis<br />
amigos.<br />
Luis Ignacio Abanto<br />
Hay juguetes y juego con Amelia y con Francisco en el<br />
patio.<br />
Noah Guevara<br />
Me gusta jugar en la casita de muñecas con Antonia y<br />
bajar por la resbaladera en el tobogán.<br />
Dana Palacios<br />
Mariposas. Illary Benítez<br />
Me gusta el patio de juegos. Juego con Chiara en la<br />
resbaladera.<br />
Almudena Miranda<br />
22
Mariquita. Thiago Guevara<br />
Autorretrato. Almudena Miranda<br />
Autorretrato. Marina Gibbon<br />
Juego a resbalarme en el tobogán de madera y con<br />
todos los amigos a los que les gustan los bloques. Ahí<br />
jugamos con los animales y les hacemos casitas.<br />
Manuel Villalobos<br />
Jugar en la mesa blanca con los animalitos de juguete.<br />
Juego con Francisco.<br />
Paula del Río<br />
Juego en el arenero con los juguetes y con mi hermana<br />
Chiara.<br />
Piero Malatesta<br />
Me gusta jugar en la casita calata con mi amiga<br />
Almudena. ¡Nos trepamos!<br />
Marina Gibbon<br />
Dinosaurio. Luis Ignacio Abanto<br />
Me gusta jugar con la arena en el arenero grande y<br />
jugar con Amelia , con Paula y con todos.<br />
Thiago Guevara<br />
Me resbalo mucho en la resbaladera con Marina y con<br />
Illary, también juego en las casitas calatas del otro<br />
patio.<br />
Amelia Gamboa<br />
Prefiero jugar con la arena, con los animalitos, con<br />
las palitas y con mis amigos. Me gustó el perrito de<br />
Luciana y el de Almudena.<br />
Chiara Malatesta<br />
En el parque. Dana Palacios<br />
23
Autorretrato. Francisco Silva<br />
Autorretrato. Luciana Silva<br />
Me gustó jugar con Francisco, con Paula y con Zsa Zsa<br />
a que dormimos en la cocinita de juguete y hacemos<br />
como una casita.<br />
Luciano Tovar<br />
Me gusta hacer los trabajos con Daneysis en el patio<br />
con mis amigos y amigas. También los trabajos con<br />
Tania y bailar mucho con Chebo. Me gusta el colegio.<br />
Luciana Silva<br />
Me gusta todo: jugar en las casitas calatas, ahí me<br />
trepo; en la casita de juguete con las muñecas; y con<br />
los camiones en el arenero y en el patio.<br />
Zsa Zsa López de Romaña<br />
Mariquita. Manuel Villalobos<br />
Pollito. Piero Malatesta<br />
Pollito. Noah Guevara<br />
24
Mi mamá. Emiliano Aragón<br />
A mí me gusta jugar con Dana en la casita de muñecas<br />
con los bebés. Les damos de comer y los hacemos<br />
dormir.<br />
Antonia Joseph<br />
La cocinita me gusta. Preparo la comida con Luciano y<br />
con Francisco, comemos y le invitamos a Mónica.<br />
Emiliano Aragón<br />
Los bloques de madera me gustan más. Construyo con<br />
Luciano casitas para los animalitos marinos y castillos<br />
con puntas y curvas grandes.<br />
Francisco Silva<br />
Mi familia. Luciano Tovar<br />
Mariposita. Chiara Malatesta<br />
Autorretrato. Antonia Joseph<br />
25
Cuatro años<br />
Adivinanzas<br />
Es pequeña o grande,<br />
tiene ocho ojos y ocho patas.<br />
¿Quién es?<br />
Respuesta: La araña<br />
Luca Bianchi<br />
Es un animal que tiene cuatro patas.<br />
Una espalda que tiene una curva o más<br />
curvas y es herbívoro.<br />
¿Quién es?<br />
Respuesta: El camello<br />
Benicio Saavedra<br />
Tiene una cabeza con<br />
dos ojos, dos orejas y<br />
una nariz;<br />
tiene dos brazos y<br />
dos manos, tiene dos<br />
piernas y dos pies.<br />
¿Quién es?<br />
Respuesta: Soy yo<br />
Es un vehículo todo terreno y es grande.<br />
Su nombre empieza con el sonido “ha”.<br />
Respuesta: La Hummer<br />
Matteo Calmet<br />
Jorge López<br />
Es un animal que tiene<br />
dos orejas largas, tiene<br />
cuatro patas y es rosado.<br />
¿Quién es?<br />
Respuesta: El conejo<br />
Sophie Buckley<br />
Es una tortuga en el mar que un día se perdió y se<br />
encontró con otras tortugas y encontró a sus papás y<br />
los abrazó, pero no sabía cómo abrazarlos porque sus<br />
patas eran muy grandes.<br />
Matilda Declercq<br />
26
Es un transporte que tiene dos llantas, ventanas<br />
y un señor siempre lo conduce. ¿Qué es?<br />
Respuesta: Un carro<br />
Tomás Rodríguez<br />
Siempre usa ropa verde y se parece mucho<br />
a un humano.<br />
¿Quién es?<br />
Respuesta: Ninja verde<br />
Tiene dos ojos, dos<br />
orejas y una boca,<br />
tiene cuatro patas y<br />
siempre juega con un<br />
hueso.<br />
¿Quién es?<br />
Respuesta: El perro<br />
Mora Escobal<br />
Teodoro Prieto<br />
Animales<br />
Es un gato que está caminando hacia su casa con<br />
sus dueños porque lo habían encontrado con sus<br />
otros amigos gatos.<br />
Felipe Massa<br />
El león estaba buscando alimento porque tenía<br />
hambre. También buscaba un río para tomar agua.<br />
Oscar Ibáñez<br />
27
Es una jirafa que está corriendo<br />
solita por toda la selva y el cielo<br />
está brillando para que ella se guíe<br />
y el sol también alumbra para que<br />
vea su camino.<br />
Ainhoa Coll<br />
A mi pony Emmy le encanta comer<br />
grass. Es muy tierno y cariñoso. Vive<br />
en el campo de Cajamarca y sabe hacer<br />
amigos muy rápido. Es marrón claro y<br />
sus ojitos son azules.<br />
Sabina Cragg<br />
Este pollito está por el jardín<br />
y va volando por el océano.<br />
Después, se fue a picotear a<br />
mi papá.<br />
Vasco Vílchez<br />
Figura humana<br />
Estoy en mi casa que es de color<br />
rosada y estoy jugando con Nina<br />
con mis peluches.<br />
Ana De los Ríos<br />
Soy yo y estoy mirando el cielo. Hay<br />
muchas nubes y es un día soleado.<br />
Amaranta Soto<br />
Ese soy yo y dibujé todas las<br />
partes de mi cuerpo, primero<br />
hice mi cabeza, luego mi polo<br />
y el pantalón.<br />
Mateo Peirano<br />
28
Me dibujé peleando como un<br />
ninja verde porque de grande<br />
quiero ser un ninja como el de<br />
Ninjago. Usé muchos colores con<br />
agua.<br />
Aaron Allemant<br />
La niña del dibujo soy yo. Estaba<br />
detrás de un arcoíris y me estaban<br />
tomando fotos y después fui a<br />
caminar y luego vi muchos arcoíris<br />
más.<br />
Paulina Gubbins<br />
Esa niña soy yo. Voy de camino a mi<br />
casa y mi papá me está esperando<br />
para almorzar.<br />
Micaela Guerra<br />
Soy yo y estaba jugando con Maia y<br />
Luana en el parque con la pelota.<br />
Samantha Ballen<br />
Es un niño que se llama Pietro<br />
y luego se fue al parque y se<br />
encontró con un arcoíris y todas<br />
las cosas eran de arcoíris. Al final,<br />
el niño también se convirtió en<br />
arcoíris.<br />
Pietro Tarazona<br />
Soy yo bailando en un bosque<br />
oscuro y luego vino la luz porque<br />
salió el sol y seguí bailando.<br />
Vasco Vera<br />
Soy yo caminando encima de un cerro.<br />
Había una tienda de ropa y compré un jean,<br />
una camisa de manga larga y un polo de<br />
tiburón que me gustó.<br />
Noah Sánchez<br />
29
Cinco años<br />
¿Por qué están los animales<br />
en peligro de extinción?<br />
Los animales están en peligro de extinción porque<br />
existen personas que no los cuidan. Además, su hábitat<br />
está contaminado con desperdicios y envolturas.<br />
Emiliano Sipión<br />
Cuando investigué el mono choro, me enteré de que es<br />
un animal en peligro de extinción porque están talando<br />
árboles, que es el lugar donde viven. En esos árboles<br />
hay plátanos y los monos no los encuentran, porque las<br />
personas están destruyendo su hábitat.<br />
Mateo Aramburú<br />
Esta señal sirve para que todas las<br />
personas sepan que no se puede talar<br />
árboles.<br />
Ítalo Mori<br />
Acá he dibujado al gato de los Andes, para que las<br />
personas sepan que está prohibido cazarlo.<br />
Valentino Dacal<br />
Acá hay un gato andino para que las otras personas<br />
sepan que tienen que existir y que no los pueden<br />
cazar.<br />
José Ignacio Melgar<br />
Les cuento que a mí me gustó saber sobre el gato de<br />
los Andes. Hay personas que no los cuidan, tampoco<br />
protegen su hábitat, lo están destruyendo y por eso<br />
es que algunos animales están en peligro de extinción.<br />
Nosotros vamos a cuidar su casita; cuando viaje, tendré<br />
mucho cuidado.<br />
Joaquín Ponce<br />
El gato de los Andes está en peligro de<br />
extinción porque los cazadores, que<br />
son personas equivocadas, lo cazan o<br />
destruyen su hábitat. Yo pondría señales<br />
para protegerlos y que puedan vivir libres<br />
en su hábitat sin estar asustados.<br />
Facundo Abanto<br />
30
Es un delfín rosado atrapado que debería estar<br />
libre. Es lo que no deben hacer las personas.<br />
Lea Davelouis<br />
Es un árbol tachado, para que sepan que está<br />
prohibido talar los árboles.<br />
Caetano Guerrero<br />
Los animales son salvajes y hermosos, pero algunos pueden extinguirse<br />
rápido porque no los cuidan. Necesitamos ayuda para cuidarlos mejor a todos.<br />
Tiziana Bobbio<br />
¿Cómo cuidas el agua?<br />
En mi casa cuidamos el agua:<br />
nos bañamos poco tiempo<br />
y cuando nos enjuagamos<br />
los dientes cerramos el<br />
caño. Hicimos un afiche para<br />
que todas las personas se<br />
enteren del cuidado del agua<br />
y lo puse en mi edificio.<br />
Noah Tijero<br />
Fidel Castagnino<br />
Gabriel Espinoza<br />
Cuidar el agua es cerrar<br />
el caño cuando no es<br />
necesario que esté abierto.<br />
He aprendido a bañarme en<br />
solo dos minutos para no<br />
desperdiciar el agua.<br />
Valentino Sarfaty<br />
Yo cuido el agua porque me baño cinco minutos. No me gusta gastar agua<br />
porque si no, no llega a todas las personas. Que los tanques Rotoplast sigan<br />
trabajando para todo el mundo y sin gastar agua.<br />
Emilio Ahrens<br />
Cuido el agua no usándola tanto. También es bueno reutilizar el agua: lavo las<br />
frutas y las verduras y luego la reutilizo para regar las plantas.<br />
Celeste Forns<br />
Tenemos que cuidar el agua<br />
porque todas las personas,<br />
animales y plantas la<br />
necesitan para vivir.<br />
Darío O’Brien<br />
31
Gracia Saco Illari Saldaña Catalina Aguinaga<br />
¿Qué te ha gustado más<br />
de regresar al colegio?<br />
Me gusta venir al colegio, jugar a los cookies en la<br />
resbaladera, jugar en la casita con las bebés, en la<br />
cocinita y correr mucho con Gracia y con Emilio.<br />
Salvador Luza<br />
Estoy jugando con los legos y con mis amigos en<br />
el colegio.<br />
Leonardo Flores<br />
Soy yo jugando en la resbaladera con mis<br />
amigos.<br />
Kenzo Sakamoto<br />
Venir al colegio es muy divertido. Siempre hacemos<br />
dibujos y corremos mucho, puedo traer mi carrito para<br />
jugar. Me gusta jugar con el águila y con mi amigo<br />
Emilio.<br />
Bruno Mancilla<br />
32
Me gusta jugar con Maya en el arenero, hacer un<br />
castillo gigante para decorarlo con todos los juguetes.<br />
También las clases de Arte porque me gusta dibujar y<br />
pintar.<br />
Micaela Lumbreras<br />
Me gusta venir al colegio para tener la clase de Arte,<br />
es diferente a tenerlo en la computadora, en el colegio<br />
es mejor. También me gusta jugar con Catalina y<br />
resbalarnos en el tobogán.<br />
Talía Piqueras<br />
Somos mis amigas y yo jugando con los<br />
animales.<br />
Victoria Silva<br />
Estoy con mis amigos en la resbaladera.<br />
Samanta Sanseviero<br />
Somos Gracia, Josito y yo jugando fútbol en<br />
el patio.<br />
Arantxa Vassallo<br />
Estoy haciendo una montaña gigante con<br />
toda la arena. Cuando se estaba cayendo,<br />
vino Kenzo y me ayudó.<br />
Maya Lumbreras<br />
Venir al colegio es lo mejor. Jugamos todos, ahora he<br />
conocido más a Celeste, antes no la conocía y me gusta<br />
jugar con ella. Además, cuando hacemos fichas en el<br />
salón, me salen mejor en el colegio. Ya no quiero tener<br />
clases en mi casa.<br />
Minna Zlatar<br />
33
Este año, Primaria nos regala fotos,<br />
cuentos, trabalenguas y poesías<br />
de varios tipos: desde rimas hasta<br />
haikus. Y además, nos ofrecen<br />
autorretratos y lindos dibujos de<br />
animales.<br />
Primer<br />
grado<br />
Va por el agua y no tiene motor. Avanza con el viento y<br />
tiene una gran manta. ¿Qué es?<br />
Respuesta: El velero<br />
Fernando Belaunde<br />
Tiene una oreja pequeña y una grande. Su boca te corta y su<br />
pico es frío. ¿Qué es?<br />
Respuesta: Las tijeras<br />
Umberto Kitamoto<br />
El pez espada vigilando el mar.<br />
Guillermo Montesinos<br />
El mamut naranja. Enzo Malatesta<br />
Escalo un árbol, soy enano, mi pelo es gris y mi comida<br />
favorita es la hoja de eucalipto ¿Quién soy?<br />
Respuesta: El koala<br />
Vasco Escandón<br />
Nada tranquilo, tiene filas de dientes, aletas y come<br />
peces. Y es carnívoro. ¿Quién es?<br />
Respuesta: El tiburón<br />
Axel Griffiths<br />
El monstruo de la noche. Mateo Mancilla<br />
El zorrito<br />
Había una vez un zorrito que no podía saltar ni correr<br />
tan rápido, así que cuando iba a la escuela se sentía un<br />
poco triste porque él no podía saltar tan alto ni correr<br />
tan rápido como sus otros amigos.<br />
34
Así que cada vez que iba a su casa le preguntaba a su<br />
mamá: ¿por qué no puedo saltar tan alto ni correr tan rápido?<br />
Su mamá le dijo: tú eres pequeño, tú te adaptaste<br />
para ser pequeño y si quieres te puedo poner una inyección<br />
para que crezcas más grande. Y el zorrito aceptó. Y<br />
le pusieron la inyección, pero ahora estaba muy grande.<br />
Medía un metro y ochenta centímetros.<br />
Los otros zorros preguntaron: ¿por qué es tan grande?<br />
Y él contestó que le habían puesto una inyección para<br />
que sea más grande. Se lo preguntaron porque antes<br />
era muy pequeño.<br />
El zorrito tenía algunos problemas porque cuando atravesaba<br />
alguna puerta se chocaba. Y ahora podía saltar<br />
súper alto. Y sus amigos no. Entonces le pusieron otra<br />
inyección para que sea un poco más pequeño. Ahora el<br />
zorrito estaba exactamente como sus amigos. Exactamente<br />
igual, del mismo tamaño. Y se quedó feliz porque<br />
ya todos corrían a la misma velocidad y saltaban igual<br />
de alto.<br />
Mi mamá<br />
Mi mamá es cariñosa<br />
como una osa<br />
y dientona<br />
como una ratona.<br />
Irene Torrejón<br />
Cuando el sol se levanta<br />
Cuando el sol se levanta los pájaros cantan,<br />
los jardines florecen y las ardillas aparecen.<br />
Vuelan las mariposas que en las flores se posan.<br />
Los pétalos bailan perfumando el día.<br />
¡Qué linda es la naturaleza!<br />
¡Todo es alegría!<br />
Charo Borello<br />
Bastian Lara<br />
El gato Garabato<br />
El gato Garabato es de color negro y tiene una estrella<br />
en la espalda. Su color favorito es el blanco y su comida<br />
favorita es el bacalao de aguas profundas. Salta muy<br />
alto y tiene cuatro amigos gatos. Cuando el gato Garabato<br />
tiene hambre, va a un restaurante de gatos. Vive<br />
en el árbol de un parque.<br />
Camilo Quintana<br />
La naturaleza. Alma Aguado<br />
La tortuga marina de Los Lobitos. Joaquín Carvallo<br />
Manto paracas. El manto del león de las tumbas.<br />
Laura Mélinchon<br />
35
La naturaleza<br />
Las aves cantan agudo<br />
y el viento sopla fuerte.<br />
El agua me gusta,<br />
los patos se asustan.<br />
Paula López Hurtado<br />
Los dragones<br />
Los dragones cocinan<br />
porque les gusta comer.<br />
Hacen bromas por doquier.<br />
Son calientes y felices<br />
comiendo perdices.<br />
Soy yo. Francisco Lamadrid<br />
Mi mascarilla y yo. Leandro Coronado<br />
Constanza Blotte<br />
Emilia<br />
Emilia es una princesa<br />
y es una belleza.<br />
Baila y canta<br />
cuando se disfraza con una manta.<br />
Tiene largos rulos<br />
pero se le hacen muchos nudos.<br />
Emilia busca toros<br />
y se encuentra grandes tesoros.<br />
Emilia León<br />
Al atardecer<br />
Al atardecer veo el sol caer<br />
y la luna fosforecer.<br />
Admiro el atardecer<br />
y sus colores aparecer.<br />
Tonos de rojo y anaranjado<br />
yo me quedo admirado<br />
cuando al atardecer<br />
veo el sol caer.<br />
Jerónimo Naters<br />
Entre todos los sabores<br />
Fresa, frambuesa, cereza.<br />
Hay uno que me gusta más.<br />
No es fresa, no es frambuesa ni cereza.<br />
¡Es maracuyá!<br />
¿Por qué me gusta tanto?<br />
Te lo digo en un canto.<br />
Cuando yo estaba en la barriga de mamá,<br />
yo nadaba y nadaba sin parar.<br />
Y a veces me gustaba a mí pedir,<br />
un helado muy sabroso para mí.<br />
Lois Calvo<br />
Narval nadando en el mar. Facundo Dávila<br />
Los dos Octavios. Octavio Gamboa<br />
36
El mar<br />
El mar brilla con el reflejo<br />
del sol,<br />
me encanta su color y su<br />
olor.<br />
Sus aguas tan frías<br />
me refrescan de día.<br />
El mar me hace sentir una<br />
gran alegría.<br />
Vera Marrou<br />
Yo en la noche. Camilo Adrianzén<br />
Yo en el amanecer. Julieta Sagasti<br />
El gato guerrero<br />
Yo tengo un gatito que es guerrero<br />
tan fuerte que parece de hierro.<br />
A veces se asusta un poco<br />
y se comporta como un loco.<br />
Pero siempre está conmigo<br />
porque es mi mejor amigo.<br />
La playa<br />
Yo vivo en la playa,<br />
me gusta el mar<br />
y con mis amigos jugar.<br />
Contemplo el atardecer<br />
admirando con placer<br />
al sol caer.<br />
El universo<br />
Qué grande es el universo,<br />
lo admiro sin parar.<br />
Muchos planetas y estrellas<br />
yo puedo admirar.<br />
Vincenzo Modonese<br />
Octavio Larco<br />
Aurelio Castagnola<br />
Los gatos<br />
Qué lindos los gatos,<br />
les gusta maullar.<br />
Su suave pelo<br />
me gusta acariciar.<br />
Qué lindos los gatos<br />
Yo quiero uno adoptar<br />
y con él jugar.<br />
Vania Contreras<br />
Tiburón ballena comiendo peces. Salvador Gubbins<br />
37
Segundo<br />
grado<br />
El león y los tres osos<br />
Un día León, durmiendo en el campo, escuchó el sonido<br />
de unos peces y se levantó, fue a investigar y encontró<br />
un lago lleno de peces. Sacó su caña de pescar y pescó<br />
cincuenta peces. Se comió quince, su mascota Tricip<br />
quince más y quedaron veinte para el camino.<br />
En la noche, se perdieron en el bosque y escucharon un<br />
ruido raro que venía de una cueva profunda que decía:<br />
“vengan, veeengaan” y como eran valientes fueron a<br />
investigar. Encontraron a una mamá dinosaurio que<br />
tenía un huevito y no tenían qué comer, entonces León<br />
fue a buscar leña para hacer una fogata y cocinar los<br />
peces.<br />
Todos comieron y pasaron una linda noche juntos.<br />
Blas García<br />
Ale y los monos locos<br />
Bonita mariposa. Valeria Ormachea<br />
La lluvia<br />
Érase una vez un pequeño pueblo cerca de Cusco. Mía,<br />
una niña de Lima, llegó a visitar ese pueblo. Ella nunca<br />
en su vida había visto llover pero sabía que cuando<br />
venían las nubes de color gris la lluvia se acercaba. Un<br />
día no se dio cuenta de que las nubes estaban más<br />
grises que nunca y empezó a llover muy fuerte. Mía se<br />
asustó mucho y fue a buscar a su mamá, ella le explicó<br />
lo que pasaba y Mía entendió. Desde entonces ella no<br />
tuvo miedo a la lluvia y fue muy feliz.<br />
Maia Perla<br />
Había una vez una niña llamada Ale que viajó a la selva<br />
con sus padres en avión. Pero el avión cayó en medio<br />
de la selva y rescataron a todos menos a Ale.<br />
Ale, asustada, se trepó a un árbol y encontró muchos<br />
monos locos. Los monos, sorprendidos al verla,<br />
se acercaron poco a poco haciendo piruetas y Ale<br />
comenzó a reírse. Uno de ellos, el más pequeño, le dio<br />
una fruta y se hicieron amigos. Nadie le hizo daño y la<br />
cuidaron como a un mono pequeño. Vivieron muchas<br />
aventuras, ella aprendió a trepar árboles y coger frutas<br />
y los monos locos remedaban lo que hacía Ale.<br />
Hasta que a los tres días fue rescatada sana y<br />
salva. Los padres de Ale estaban muy felices y en<br />
agradecimiento a los monos locos, les regalaron<br />
muchas frutas deliciosas.<br />
Luciana Ramos<br />
Yo sonriendo. Paz Velásquez<br />
38
Así soy yo. Amaru Maquet<br />
El arcoíris y yo. Adrián Bryce<br />
El pollito volador<br />
En un pueblo muy lejano había un pollo que podía<br />
volar y se llamaba Polllito. Por eso lo pusieron en<br />
una jaula.<br />
Un día llegó un pájaro mensajero a darle una notita<br />
y esta decía que harían pollo a la brasa con él.<br />
Entonces, el pájaro mensajero le dio una llave y el<br />
pollo salió de la jaula.<br />
Desde ese día fueron mejores amigos para siempre.<br />
Gabriel Vidal<br />
Llamita, llamita<br />
Llamita, llamita,<br />
llamita mía<br />
dame calorcito<br />
de noche y de día.<br />
Con tu lanita puedo tejer<br />
una chompita<br />
y un chullo también.<br />
Andrea Pestana<br />
El tiempo<br />
El tiempo<br />
vuela como el viento<br />
sin un rumbo fijo.<br />
El tiempo<br />
es imparable<br />
siempre avanza<br />
sin detenerse.<br />
Bernardo<br />
Portocarrero<br />
Búho negro. Lara Malachowski<br />
Gato azul. Amaro Miranda<br />
39
Libre<br />
Libre es muy loquilla<br />
ataca a los insectos<br />
¡qué pesadilla!<br />
Le gusta dormir<br />
le gusta correr.<br />
Libre es muy chismosilla<br />
observa a sus hermanos<br />
sus ojos brillan.<br />
Le gusta comer<br />
le gusta correr.<br />
El ave fénix<br />
Yo, el ave fénix<br />
que fuego dejo al volar,<br />
cada vez que muero<br />
vuelvo a renacer<br />
y con mis llamas<br />
vuelvo a reinar.<br />
Cristóbal Declercq<br />
Campo de colores. Santiago Diez Canseco<br />
Emilia Castro<br />
Mis amigos<br />
Mis amigos son grandiosos<br />
los cuatro jugamos Minecraft y Angry birds<br />
construimos un castillo<br />
con tanques y cañones,<br />
Mis amigos son divertidos<br />
a Santiago le gustan las espadas<br />
a Gabriel los dinosaurios<br />
y a Aurelio los videojuegos.<br />
Juntos tenemos aventuras.<br />
Leonardo Lumbreras<br />
Llamadrilo. Amaru Del Valle<br />
Corriendo del cocodrilo. Aurelio Carrillo<br />
Gatipollo. Henar Guzmán<br />
40
La comida feliz<br />
Mi comida favorita<br />
es la papa frita<br />
también me gusta la hamburguesa<br />
y el helado de fresa,<br />
los donuts y las galletas<br />
me las como en mi camioneta.<br />
La malteada de fresa<br />
¡Qué rica es esa!<br />
Le digo ¡hola! a la Coca Cola<br />
y ¡hasta lueguito! a mi sanguchito.<br />
Maia Escobal<br />
Mi Perú<br />
Yo en la tempestad. Julián Aller<br />
Mi Perú, mi país<br />
es hermoso sin igual.<br />
Su sierra y sus verdes campiñas<br />
nos regalan aire puro para respirar.<br />
Su costa y sus ricas playas<br />
nos relajan<br />
y su selva nos alegra con su música.<br />
Por eso te quiero, mi Perú<br />
y te llevo en mi corazón.<br />
Benjamín Cragg<br />
Peces nadando en agua de colores. Illari Sánchez<br />
Ramona<br />
Tus ojos me hacen brillar<br />
tu pelo me mantiene calientito<br />
contigo me gusta jugar<br />
yo te quiero<br />
y tu también un poquito.<br />
Me haces reír<br />
y con tu baile<br />
me haces divertir.<br />
Eres celosa y graciosa<br />
me sorprendes por ser curiosa.<br />
Facundo Márquez<br />
León de colores. Cristóbal Alexander<br />
41
Spinosaurus en colores. Gael Palma<br />
Mi hermana y yo<br />
Pensando. Marcelo Uccelli<br />
Mi hermana y yo<br />
somos buenas amigas<br />
cuando jugamos juntas<br />
nos hacemos preguntas.<br />
Me calma cuando estoy molesta,<br />
y cuando está triste o confundida,<br />
la abrazo y le digo<br />
que siempre estaremos unidas.<br />
Leia Peirano<br />
Salamandra. Isabel Cabrera<br />
Campo de flores.<br />
Nina Bueno de Mesquita<br />
Basilisco. Matías Rouillon<br />
42
Tercer<br />
grado<br />
Martina traía una tina, la tina tenía agua fría, de pronto<br />
su tía, que en todo se metía, rompió su tina de agua<br />
fría.<br />
Martina Márquez<br />
Emilio el elefante, parado en el estante, escapa del<br />
estante con otros elefantes. Emilio el elefante empuja<br />
el estante, encuentra una esmeralda y la tira al<br />
estanque.<br />
Emilio Massa<br />
Asiri Mujica<br />
María vivía en una simple casita. María tenía una<br />
pequeña gatita. María quería hacer una casita. María<br />
quería hacer su casa de una simple latita. María quería<br />
a la pobre gatita. María terminó su trabalengüitas.<br />
María Peirano<br />
Luka Page<br />
Samira compró una sandía, Samira compró una<br />
soguilla, la soguilla para saltar y la sandía para comer.<br />
Sin sumi sapa Samira cortó la sandía. Sicu sara safa y<br />
Samira se sentó en una silla a comer su sandía.<br />
Emma Arce<br />
Azul Peirano<br />
Zafira se comió una sandía a mediodía al lado de su tía<br />
que mucho la consentía mientras comían sandía.<br />
Julieta Ramos<br />
43
Yago Rafael Alejandro Montero Matías López<br />
De color marrón lo verás. Muy rico será ese<br />
pastel si lo partes por la mitad, una explosión de<br />
dulzura saldrá. ¿Qué soy?<br />
Respuesta: La torta de chocolate<br />
Juan Francisco Fernández<br />
Doy vueltas y vueltas sin parar. Aunque me<br />
quedo en el mismo lugar, el tiempo me hace<br />
cambiar y lo haré sin cesar. ¿Quién soy?<br />
Respuesta: El reloj<br />
Mía Saco<br />
Tiene cuatro esquinas, sus lados son iguales. No<br />
es un dado, qué duda me ha dado. ¿Qué es?<br />
Respuesta: El cuadrado<br />
Camila Piqueras<br />
Vasco Vásquez<br />
El dragón<br />
¡Ay! dragón, tú que vuelas muy alto<br />
te camuflas en el cielo y nadas rápido.<br />
Tú que eres misterioso, inteligente y noble<br />
colorido como el agua y ágil como la liebre.<br />
Cómo puedes ser tan majestuoso y bonito como<br />
el oso<br />
¡Ay! tan robusto eres que cuando te veo<br />
me desmayo y me desespero.<br />
Maia Asencios<br />
Catalina Ortiz<br />
44
El oso panda<br />
El oso panda es mi amigo<br />
y si lo consigo<br />
quiero que esté conmigo.<br />
Es un tierno osito<br />
y muy comelón<br />
le gusta estar en su sillón<br />
y es suavecito,<br />
pero gruñón.<br />
Julieta Barragán<br />
La gata<br />
Tú, qué duermes doce horas<br />
y trepas como un lince<br />
vas rápido como un colibrí<br />
tan cariñosa y hermosa.<br />
Tú, que duermes doce horas<br />
y trepas como un lince<br />
vas rápido como un colibrí<br />
y te cubres con tus pelos de rubí.<br />
Fátima De Gennaro<br />
El conejo<br />
Tu colita tan suave<br />
y tus orejas tan largas<br />
hermosas y brillantes<br />
comes zanahoria.<br />
Te asustas muy rápido<br />
y cuando hacen mucho ruido<br />
te sientes perdido<br />
que a veces no tiene sentido.<br />
Victoria Cillóniz<br />
Adriana Rivera<br />
Julia Horna<br />
La osa<br />
Tú, peluda y fuerte<br />
Tú, salvaje y muy grande<br />
grande como un elefante.<br />
Tú, tan bonita como una flor<br />
hermosa y marrón<br />
con unos ojos grandes y negros<br />
con unas lindas y redondas orejas.<br />
Tú, tan esponjosa y rechoncha.<br />
Julieta Krumdieck<br />
El guepardo<br />
Fabiana Reyes<br />
Mi amarillo manchas, rápido, ágil y sigiloso.<br />
Mi amarillo manchas gira muy rápido en búsqueda de su presa.<br />
Mi amarillo manchas come roedores y antílope para no morir<br />
y recargar energía.<br />
Así seguir siendo más rápido y fuerte.<br />
Emilio López<br />
45
El pollito<br />
Los pollitos en el heno están comiendo su maíz,<br />
con su color amarillito el granjero no los vio salir.<br />
Un pollito escondido en el heno dijo “pío pío”<br />
y el granjero se asustó.<br />
Cuando los pollitos salieron<br />
el granjero los acarició,<br />
suavecitos son como la niebla de la mañana<br />
y así se quedó mirando el horizonte.<br />
Diego Mélinchon<br />
El milagro de los dinosaurios<br />
Había una vez un dinosaurio que se llamaba Dino<br />
Trueno. Una noche vio una estrella fugaz, pero no<br />
era una estrella sino un meteorito. Al verlo, todos<br />
los dinosaurios se alarmaron y salieron corriendo.<br />
Dino Trueno tuvo una gran idea: armar un fuerte,<br />
pero solo entraban diez dinosaurios y su mamá.<br />
Al ver que solo entraban diez, llamó a todos los<br />
dinosaurios pequeños para armar un fuerte más<br />
grande, pero no lograron que los dinosaurios<br />
adultos entren en él. A un día de que el meteorito<br />
llegara a su planeta Tierra, los dinosaurios<br />
pequeños salieron del fuerte que ellos habían<br />
construido y se encontraron con una sorpresa.<br />
Todos los padres habían construido dos fuertes<br />
treinta veces más grandes que ellos. Esto permitió<br />
que el meteorito no les haga daño y vivieron felices<br />
por siempre.<br />
Thiago Escandón y Pedro Hinojosa<br />
Mariano Flores<br />
Sebastián Gonzales<br />
Ramiro Franco<br />
46
Cuarto grado<br />
La desaparición de John<br />
Había una vez un grupo de amigos de once años que se<br />
llamaban Megan, Missy y John. Ellos eran muy amigos,<br />
así como sus padres lo fueron de chiquitos, aunque<br />
ahora ya no se vieran. Iban al mismo colegio y casi<br />
nunca faltaban porque les gustaba estar juntos en el<br />
recreo, conversar y jugar zapatito roto. Un día llegó a<br />
la escuela un nuevo maestro de cabello marrón y ojos<br />
verdes llamado Ángel. Enseñaba defensa personal y<br />
era muy estricto, pero John pasaba mucho tiempo con<br />
él porque tenía clases de refuerzo por las tardes.<br />
Un día John dejó de ir al colegio y sus amigas se<br />
preocuparon mucho. Megan y Missy fueron donde el<br />
nuevo maestro y le preguntaron por John porque la<br />
última vez que lo vieron fue con él. Ángel les dijo que<br />
John se había ido de viaje, pero a ellas les pareció que<br />
era mentira porque sabían que su mamá le tenía miedo<br />
a los aviones y nunca se había subido a uno. Las niñas<br />
se preocuparon y comenzaron a investigar al profesor.<br />
Se metieron a su oficina, buscaron entre sus cosas y<br />
encontraron fotos de cuando John era bebé. También<br />
había una maleta con ropa de su amigo. Al ver todo<br />
esto corrieron al teléfono y llamaron a la policía. Cuando<br />
llegaron los policías al colegio con sus luces y sirenas,<br />
todos salieron por las ventanas a mirar lo que sucedía.<br />
Los policías acorralaron al maestro, lo sentaron<br />
en una silla y lo comenzaron a interrogar. Ángel dijo<br />
la verdad, una verdad que no había querido contar<br />
porque estaba esperando que John se sintiera listo<br />
para compartir la noticia con sus amigos. Les explicó<br />
que él era el padre de John y que no lo conocían porque<br />
se fue de viaje cuando era un bebé. En realidad John<br />
nunca se fue de viaje, simplemente no había ido a<br />
la escuela porque al descubrir quién era su padre se<br />
había sentido triste y feliz a la vez y no había podido<br />
dormir en toda la noche. Finalmente, John se vio<br />
con sus amigas y estuvieron muy felices e incluso<br />
organizaron una fiesta donde todos sus papás se<br />
reencontraron.<br />
Salvador Fernández, María O´Brien<br />
y Keira Sánchez<br />
Aryuna Chirinos<br />
Uma Tola<br />
47
Inés Aller<br />
Borja Sarmiento<br />
La princesa detective<br />
Había una vez una princesa que siempre se metía en<br />
problemas y nunca se daba cuenta. Se llamaba Brujomi<br />
y vivía en un palacio en un lugar muy muy lejano.<br />
Su sueño era ser detective, ella quería investigar el<br />
mundo pero como era princesa tenía que hacer sus<br />
deberes reales y no la dejaban salir de su pueblo. Pero<br />
una noche ella se escapó de su torre utilizando su<br />
cabello.<br />
Brujomi se dirigió al bosque y ahí se encontró con<br />
unos señores que eran detectives y buscaban una<br />
chica que los ayude en sus investigaciones. Ella pensó<br />
que podría ayudar a los señores porque tenía la técnica<br />
de enterarse de todo sin que nadie se diera cuenta.<br />
Lo lograba siendo sigilosa, flexible, astuta y precavida.<br />
Los detectives la aceptaron con la condición de que<br />
superara una prueba.<br />
La prueba consistía en encontrar la gema más<br />
valiosa del mundo. Siguió todas las pistas y encontró<br />
que la gema la tenía un señor en una cafetería del<br />
pueblo. Se acercó para quitársela pero cometió un error<br />
y el hombre, que era un secuaz del reino, la descubrió y<br />
la delató con sus papás que estaban buscándola.<br />
Cuando llegó al palacio la mandaron a cumplir con<br />
sus tareas de princesa. Pero veinte años después, ella<br />
fue coronada reina y cambió las reglas. Declaró que las<br />
personas de la realeza podían tomar otras profesiones.<br />
Así que dos meses después ella se volvió detective<br />
profesional.<br />
La playa<br />
Completamente solo caminando por la playa,<br />
viendo el azul transparente del mar,<br />
mientras la arena me quema los pies.<br />
Desde lo lejos veo a unos niños divirtiéndose,<br />
salpicando agua por todos lados.<br />
Tomándome mi limonada<br />
tranquilamente viendo las olas del mar,<br />
a esta hora la playa está muy serena,<br />
se escucha cómo las olas vienen y se van,<br />
todo es tan tranquilo como si estuviese solo<br />
en el mundo.<br />
Liam Clément<br />
Josefina Cruzado, Miranda Guzmán<br />
y Bruna Castro<br />
Maximiliano Eguren<br />
48
El Señor Chavín<br />
Esta historia ocurre en la<br />
playa. Apareció una ola con el<br />
Señor Chavín en ella y Jorge se<br />
sorprendió. El Señor Chavín salió<br />
disparado por la ola y rebotó<br />
sobre la sombrilla de Jorge. Él se<br />
sorprendió y quiso conocer más<br />
sobre este gran señor, así que lo<br />
invitó a comer pizza.<br />
Empezaron a comer juntos<br />
y el señor Chavín le contó<br />
a Jorge sobre su cultura.<br />
También le contó que vivía en<br />
el departamento de Ancash,<br />
en el templo principal que se<br />
llamaba Chavín de Huántar. Le<br />
contó que él y sus amigos comían Matilda Nieto<br />
pescado con ají, papas nativas<br />
y maíz. Además, le explicó que ellos eran muy buenos<br />
haciendo arte en las rocas. Por ejemplo, hacían cabezas<br />
clavas, hechas de piedra donde tallaban animales<br />
salvajes como los felinos y éstas las ponían fuera del<br />
templo para asustar a los malos.<br />
El Señor Chavín invitó a Jorge a visitar su templo y<br />
su ciudad. Mientras tanto, Ignacio fue el último viernes<br />
al museo Larco a ver las cabezas clavas y a conocer un<br />
poco más sobre la cultura Chavín.<br />
El Puente<br />
de los Suspiros<br />
El Puente de los Suspiros<br />
donde siempre me doy un giro<br />
y en él confío cuando mi deseo le<br />
envío<br />
y está en mi Barranco querido.<br />
El Puente de los Suspiros,<br />
siempre que voy al puente no<br />
respiro,<br />
es algo tradicional, hermoso y<br />
original<br />
y comemos allá cosas deliciosas<br />
y nosotros ahí somos libres.<br />
Facundo Gabillo<br />
Ignacio Portocarrero<br />
El atardecer<br />
El Sol se quiere ir<br />
deja un rastro de atardecer<br />
y la Luna va a venir<br />
pintando el cielo para el anochecer.<br />
Patricio Márquez<br />
Las personas van entre los arbustos<br />
para ver más de cerca el cielo,<br />
las personas parecen no tener disgustos<br />
y el Sol se disfraza de caramelo.<br />
Los seres parecen libres,<br />
es como si estuvieran en una burbuja de cosas<br />
interesantes<br />
y a veces pasan las bandas con canciones<br />
independientes.<br />
Santiago Rivera<br />
Montserrat Planas<br />
<strong>49</strong>
Mi perro de la blanquirroja<br />
Mi perro se llama Ugi,<br />
tiene pelo dorado como el sol<br />
y su piel es áspera y gris.<br />
Mi perro me llena de alegría,<br />
su piel sin pelo me calienta el pecho,<br />
él es fiel y amoroso.<br />
Le encanta pasear,<br />
le encanta jugar,<br />
tiene seis años<br />
y le gusta ladrar.<br />
Marcello Lanatta<br />
Mis caballos<br />
En Pisaq conocí unos caballos,<br />
siguiendo un camino de tierra estaban los establos.<br />
En el refugio colorado estaban los equinos<br />
y los acompañaban tres felinos.<br />
Son altos y grandes,<br />
tienen mucho pelo y otras bondades.<br />
Jamás patean porque son buenos para jugar<br />
y los puedes peinar o montar.<br />
Hacen zig zag esquivando conos y obstáculos,<br />
también saltan los palos.<br />
Les limpias las patas porque tienen tierra<br />
y así están listos para la carrera.<br />
Vicente Bravo<br />
Mágicamente extraño<br />
Hola, soy Ashley, una chica aventurera y amable. No<br />
sé si lo que les voy a contar pasó en realidad o si fue<br />
un sueño. Pero de algo estoy segura, me dio una<br />
gran lección. Mi historia empieza un día que estaba<br />
caminando por las calles de Roma. Ahí vi a una mujer<br />
con una ropa pintoresca y peculiar que traía puesto<br />
un sombrero negro que tapaba toda su cara y usaba<br />
unos guantes color amarillo chirreante. Ella me ofreció<br />
un viaje en barco y aunque lo dudé por un momento,<br />
ya que es muy raro que una mujer sea así de gentil, lo<br />
pensé y me dije “¿por qué no?”.<br />
Me alisté, me subí al barco y lo siguiente que supe<br />
fue que me dormí en un santiamén. Al despertar me<br />
encontraba en una gran isla colorida y por alguna razón<br />
no tenía miedo ni recuerdos de lo que pasó. De repente<br />
vi a unas personitas diminutas que tenían un vestuario<br />
muy raro y a las que no se les veía la cara porque<br />
estaban tapadas con unos pedacitos de madera.<br />
Los intenté corretear pero fue en vano ya que eran<br />
demasiado rápidos.<br />
Mientras los perseguía mi estómago rugió como<br />
nunca antes, vi unas plantas florecientes y las quise<br />
comer. Cuando estaba a punto de comerlas una de las<br />
personas diminutas trató de advertirme y gritó: ¡¿NO<br />
SABES QUÉ ESAS PLANTAS TE VAN A MATAR?! Y yo<br />
dije: ¿Cómo que matar? El señor me explicó que esas<br />
eran las plantas más venenosas de todo el mundo,<br />
de gigantes y de enanos. Pero yo no le creí e igual<br />
me las comí. Me fui corriendo hacia el mar porque vi<br />
unas conchitas de colores, me acerqué y cuando vi mi<br />
reflejo en el mar noté que mi cara estaba cambiando de<br />
forma. Pensé que le podía pedir ayuda al señor, pero al<br />
buscarlo ya se había ido. Yo estaba muy asustada, pero<br />
encontré una gran soga marrón y la empecé a seguir.<br />
Para mi fortuna la soga me llevó hasta una cabaña<br />
donde estaba la mujer que me invitó al viaje. Ella me<br />
tranquilizó y me dijo que la planta no era venenosa,<br />
pero que al comerla me haría pequeñita para poder<br />
quedarme a vivir en la isla. Así que no morí, pero desde<br />
ese momento vivo en la isla colorida, me visto muy<br />
raro y uso un pedazo de madera que tapa mi rostro.<br />
Todavía estoy buscando una planta que tenga el efecto<br />
contrario y logre sanarme.<br />
Catalina Larco, María Fernanda Neyra, Andrea<br />
Rosadio e Isabella Sotomayor<br />
Valeria Cuellar<br />
50
Cuzco<br />
Machu Picchu, con tu cara marcada<br />
y tu escalera alzada,<br />
por donde pasan los pájaros<br />
grandes y rojos<br />
con sus alas y resplandor.<br />
Con tus paredes hechas de piedra,<br />
grandes y chiquitas<br />
que encajan hasta con la roca cuadradita.<br />
Llamas y vicuñas suaves,<br />
como las nubes.<br />
Y tus papas amarillas, moradas o bicolor<br />
con un maravilloso sabor.<br />
Alonso Pestana<br />
Lía Uccelli<br />
¿Cómo ven las cosas los liliputienses?<br />
El lápiz: Es un objeto de forma alargada que está hecho de<br />
madera. Tiena la forma de un tronco de color amarillo claro<br />
con la punta triangular, muy afilada y de carbón. Esa punta te<br />
ensucia y te mancha la ropa si la tocas mucho. Al otro extremo<br />
tiene una gran esponja rosada que está un poco gastada. En<br />
la parte amarilla tiene unas letras muy grandes, extrañas y<br />
negras que parecen de otra época y dicen 1991.<br />
Victoria Aznarán<br />
La lupa: Es un objeto grande que si lo ves desde arriba es de<br />
superficie lisa, transparente y redonda. Si ves a través de esa<br />
superficie, aumenta el tamaño de las cosas pero si dejas de<br />
ver a través de ella, las cosas vuelven a su tamaño normal.<br />
Tiene un borde de color rojo intenso del que sale un mazo<br />
grueso y cilíndrico. Si un liliputiense caminara alrededor de<br />
este objeto sentiría que está caminando alrededor de una<br />
pista atlética o del estadio nacional. Un liliputiense podría<br />
deslizarse con mucha facilidad dentro de ella y hasta podría<br />
jugar un partido de hockey.<br />
Lautaro Fernández Maldonado<br />
El lapicero: Es un objeto largo y cilíndrico de color marrón<br />
y naranja. A un extremo tiene un botón que activa una<br />
serpiente que sale por la punta del objeto y que cuando te<br />
toca te pinta. No es ni tan pesado ni tan liviano, lo pueden<br />
cargar cinco liliputienses soldados.<br />
Aitana Soto<br />
Cristóbal Caparó<br />
Mi guitarra<br />
Mi tío agarró la guitarra<br />
y yo me senté en el cajón,<br />
después empezó la barra<br />
y todo se llenó de emoción.<br />
Porque la música peruana<br />
es la del mundo.<br />
Porque de noche o en la mañana<br />
te alegra en un segundo.<br />
Por eso me da alegría<br />
que te da la percusión,<br />
que es una sinfonía<br />
que te alegra el corazón.<br />
Luciano Dacal Benza<br />
51
Quinto grado<br />
Bajo el cielo, sobre el mar<br />
una manada galopa<br />
transformada en espuma salada.<br />
Aurelia Álvarez<br />
Benjamín Rejas<br />
Las gotas chocan en mi ventana<br />
un domingo a las diez de la<br />
mañana,<br />
hoy no tengo ganas de hacer nada<br />
y me quedo pensando en mi cama.<br />
Emil Arrarte<br />
Bajo la oscuridad de la noche<br />
yace una estrella<br />
iluminando<br />
a las futuras generaciones.<br />
Matías Calero<br />
Alba Grimaldi<br />
Las brisas fluyen<br />
las aguas tranquilas<br />
pero yo aquí<br />
atrapada en la neblina.<br />
Malena Carpio<br />
Ariana Miranda<br />
El sonido de las olas:<br />
un concierto está terminando<br />
al fondo del mar.<br />
Catalina Hinojosa<br />
Una hoja cae de un árbol,<br />
otra se marchita,<br />
y mientras la vida sigue,<br />
las hojas no.<br />
Hania Malachowski<br />
Mis pies en la arena,<br />
la brisa se mece vagamente,<br />
el mar lame la arena lentamente,<br />
el sol deslumbrante y brillante.<br />
Marcelo Montani<br />
Cano Lúcar<br />
Emilio Aramburú<br />
52
Mis gatos<br />
Tengo tres gatos.<br />
ellos juegan conmigo un rato.<br />
Uno atrapa ratones<br />
y el otro duerme a montones.<br />
Vincent, el pintor,<br />
Egon, el juguetón<br />
y Sambo, el dormilón.<br />
Todos son distintos,<br />
pero se quieren un montón.<br />
Uma Baca<br />
La rima<br />
Qué difícil es hacer una rima,<br />
una rima que se aproxima,<br />
se aproxima a una pócima,<br />
la pócima de la buena vida.<br />
Nahuel Elías<br />
El viento sopla<br />
la vida sigue<br />
y yo sigo aquí.<br />
Julián Miranda<br />
Instrucciones<br />
para ver las estrellas<br />
Primero, asegúrate de que sea de<br />
noche. Luego, sal a un lugar cómodo<br />
y donde no haya mucha gente para<br />
estar tranquilo. Después, ve a un<br />
lugar donde no haya muchas luces y<br />
finalmente, recuéstate, tranquilízate y<br />
solo mira al cielo.<br />
Camila Andrade<br />
Mi perro es hermoso,<br />
blanco y cariñoso.<br />
Yo lo quiero mucho<br />
porque es gracioso.<br />
Él es loco y armonioso,<br />
es un perrito lindo<br />
y maravilloso.<br />
Mateo León<br />
José Gabriel Landázuri<br />
El inicio de la batalla<br />
Emilio Dezar<br />
Antes del inicio del universo existían dos entidades opuestas que eran<br />
amabilidad y maldad, eran luz y oscuridad. En un comienzo eran como<br />
hermanos, pero el malo no quería vivir en paz así que comenzaron a<br />
pelear. Empate tras empate, por toda la eternidad.<br />
Álvaro Castillo<br />
Mi perro es cariñoso,<br />
amistoso<br />
y un poco mugroso<br />
como un oso.<br />
Aunque a veces es un poco travieso:<br />
le gusta esconder su hueso.<br />
Tiene un collar de plata<br />
y a veces se le enreda en la pata.<br />
Cuando tiene sueño<br />
se va con su dueño,<br />
que es mi papá.<br />
Cuando se pone juguetón<br />
juega con un balón,<br />
y cuando ladra<br />
se escucha en toda la cuadra.<br />
Rafaella Montori<br />
Leonardo Roose<br />
53
Kendra, la perrita lenta<br />
Yo tenía una perrita llamada Kendra que era muy<br />
remolona y no le gustaba pasear. A ella solo le gustaba<br />
jugar con sus juguetes. Mi mamá me había dado la<br />
misión de pasearla todos los días. Eso no me gustaba<br />
porque Kendra era muy lenta y me demoraba mucho,<br />
pero mi mamá siempre insistía en que la saque a pasear.<br />
La última vez que saqué a pasear a Kendra, para<br />
entretenerme, llevé mi celular. Mientras iba caminando<br />
tenía que jalar la cadena del collar de Kendra, pero ni así<br />
avanzaba. Al llegar a mi casa me quejé con mi mamá, pero<br />
ella me respondió diciendo: “Mañana Kendra no estará<br />
tan lenta”.<br />
Al otro día volví a sacar a Kendra a pasear. Esta vez,<br />
mientras veía mi celular, noté que Kendra ya no estaba<br />
tan lenta, pero no le hice mucho caso. Cuando noté que<br />
Kendra estaba muy rápida y me jalaba la cadena, me<br />
detuve a verla. Con gran sorpresa me di cuenta que le<br />
habían crecido alas. Muy sorprendida regresé a mi casa<br />
para contárselo a mi mamá.<br />
Cuando llegué a mi casa, noté que estaba vacía,<br />
así que me eché un ratito en mi cama para descansar.<br />
Al rato sentí que mi mamá me despertaba y me decía:<br />
“Kaela, saca a pasear a Kendra”. Entonces yo quise<br />
explicarle lo que había pasado con la perrita y sus alas.<br />
Cuando se lo conté, mi mamá no me creyó y me<br />
dijo: “Todo eso lo inventas para no sacar a pasear a la<br />
perrita”.<br />
Entonces yo me puse a buscar a Kendra para<br />
enseñársela a mi mamá. Cuando saqué a la perrita de<br />
abajo de mi cama, me di cuenta de que no tenía alas.<br />
Todo había sido un sueño.<br />
Kaela Sánchez<br />
Inés Reaño<br />
Valentina Álvarez<br />
Mara Osorio<br />
Paula Ballumbrosio<br />
Olivia Gálmez<br />
54
Promoción XXXX / Sexto grado<br />
Noor Abd Hassan Contreras<br />
Lucía Blanco Hurtado<br />
Emilia Bravo Doehler<br />
Catalina Caparó Diez Canseco<br />
Francesca Caracchini Mendoza<br />
Luis Jaime Castillo Benavente<br />
Salvador Castro Maguiña<br />
Julián Cereceda Forns<br />
Francesca Ceruti Villavicencio<br />
Alana De Vivanco Recharte<br />
Luna Diez Canseco Burneo<br />
Mateo Espinoza Ichpas<br />
Luna Flórez Alva<br />
Emilia Funes Otero<br />
Ezequiel Furgiuele Cárdenas Rivera<br />
Manuel García Miró Del Solar<br />
Maximiliano Gianella Ku King<br />
Salvador González Estrada<br />
Haru Gutiérrez Maguiña<br />
Mariano Ingunza Patow<br />
Mirkala Jara Romero<br />
Amalia Lara Sánchez<br />
Catalina Llopis Lamouret<br />
Leonardo Mera Serpa<br />
Joaquín Mino Guerrero<br />
Abigail Mumenthaler Bartra<br />
Valeria Recavarren Bueno<br />
Sebastián Rouillon Blondet<br />
Cristóbal Sevilla Luna<br />
Gino Tejeda Cutiño<br />
María José Vargas Urmeneta<br />
Rafaella Vidal Ortiz<br />
Aylen Zapata Rivera<br />
55
Sexto grado<br />
Aquí, los alumnos de Sexto grado<br />
nos hablan brevemente de sus<br />
investigaciones. Aprendamos<br />
más sobre ellas.<br />
La comida árabe<br />
Yo elegí la comida árabe<br />
porque mi papá y mi familia<br />
paterna son de Irak.<br />
Él, a veces, preparaba<br />
comida que le enseñó mi<br />
abuela desde pequeño y<br />
a mí me encanta. Al final<br />
de mi investigación aprendí que no siempre<br />
se usan los mismos ingredientes y algunos<br />
son muy variados.<br />
Noor Abd Hassan<br />
Los arándanos<br />
Cuando estaba viajando<br />
hacia Caraz siempre veía<br />
campos donde se cultivaban<br />
arándanos. Entonces,<br />
empecé a hacer preguntas<br />
sobre los arándanos y por<br />
qué había tantos. Esta fruta<br />
tiene propiedades curativas<br />
que pueden ayudar a prevenir<br />
o combatir a diferentes tipos de enfermedades e<br />
infecciones, tales como las urinarias, digestivas, degeneraciones<br />
del cerebro, y es buena para la circulación<br />
de la sangre.<br />
Francesca Caracchini<br />
La adopción de gatos<br />
Yo elegí este tema porque<br />
desde pequeña me<br />
han encantado los gatos,<br />
tanto así, que desde<br />
los tres años le cantaba<br />
una canción a mi papá<br />
para convencerlo de<br />
adoptar un gato. Algo<br />
que no sabía antes de hacer<br />
esta investigación era que había requisitos para<br />
adoptar un gato y que no todo el mundo puede<br />
llegar a adoptar uno.<br />
Lucía Blanco<br />
El flamenco<br />
Yo decidí investigar los flamencos<br />
porque desde que<br />
soy muy pequeña veo a los<br />
flamencos en la reserva natural<br />
de Paracas. Sinceramente,<br />
no fue un tema que me hubiera<br />
imaginado hacer porque<br />
para mí los animales en general<br />
eran fáciles de investigar,<br />
pero cuando comencé me di<br />
cuenta de que tenía más misterios y cosas muy interesantes<br />
que nunca me hubiera imaginado. No me hubiera<br />
imaginado que existen seis especies de flamencos,<br />
todas distintas y con características diferentes.<br />
Catalina Caparó<br />
La equitación<br />
Yo elegí el tema de<br />
la equitación porque<br />
este año empecé unas<br />
clases de equitación en<br />
el valle del Cusco y me<br />
parecieron muy interesantes<br />
y divertidas.<br />
Durante el tiempo que<br />
pude llevar las clases,<br />
realmente me conecté<br />
con los caballos y con la belleza de este deporte.<br />
Emilia Bravo<br />
56
El gallito de las rocas<br />
Yo elegí este tema porque el<br />
gallito de las rocas es una de<br />
mis aves preferidas por sus<br />
colores tan vivos y llenos de alegría<br />
y su imponente cresta, que<br />
la hace ver como un ave muy extravagante.<br />
Quería aprender más<br />
sobre ella, puesto que es una de<br />
las aves más representativas del Perú y me parecía<br />
muy interesante el saber por qué lo era.<br />
Salvador Castro<br />
La ballena jorobada<br />
Elegí hacer una investigación sobre<br />
las ballenas jorobadas porque<br />
hace unos años fui al norte del<br />
Perú con mi familia e hice un tour<br />
para verlas en el mar de la playa<br />
Los Órganos. También decidí<br />
hacer este tema porque me<br />
encanta el mar y la playa es uno<br />
de mis lugares favoritos.<br />
Julián Cereceda<br />
El surf<br />
Elegí el surf porque últimamente<br />
lo he practicado<br />
mucho ya que he estado<br />
pasando mucho tiempo en<br />
Máncora. También porque<br />
me encanta la sensación<br />
que se produce al bajar<br />
una ola. El surf tiene<br />
sus orígenes hace miles<br />
de años, hay diferentes<br />
teorías sobre dónde y cómo fue que empezó,<br />
pero ninguna está cien por ciento comprobada:<br />
digamos que el origen del surf es un misterio, y<br />
nunca me imaginé que lo sería.<br />
El paddle<br />
Yo elegí el paddle porque es mi deporte<br />
favorito. Me genera mucha emoción haber<br />
podido investigar<br />
sobre este tema ya<br />
que disfruto mucho<br />
al practicarlo y quería<br />
saber más cosas<br />
sobre él. Al final de mi<br />
investigación aprendí<br />
que el paddle es un<br />
deporte que pueden<br />
practicar desde personas<br />
muy pequeñas,<br />
hasta los adultos mayores.<br />
Francesca Ceruti<br />
Los Beatles<br />
Yo elegí este<br />
tema porque<br />
me encanta<br />
la música de<br />
los sesentas,<br />
setentas y<br />
ochentas y<br />
unos grandes exponentes de eso son los<br />
Beatles. Los Beatles también fueron muy<br />
importantes, no solo en el mundo de la música<br />
sino también en la sociedad y la cultura<br />
por su forma de vestir, su cabello, por su<br />
gusto por las cosas de la India, entre otros.<br />
Luis Jaime Castillo<br />
Alana De Vivanco<br />
57
Los Achuar del Perú hoy<br />
Escogí como tema a investigar<br />
“Los achuar del Perú hoy” porque<br />
me di cuenta de que hay<br />
muchos pueblos indígenas en<br />
el Perú y que no conocemos<br />
mucho sobre ellos. Ni siquiera<br />
conocemos sus lenguas. Ha<br />
sido muy interesante hacer<br />
esta investigación porque antes<br />
solo sabía que existían los<br />
indígenas, pero ahora conozco<br />
la cultura de los achuar, sus<br />
problemas y su contribución al mundo entero.<br />
Luna Diez Canseco<br />
El piano<br />
Yo elegí el piano ya que<br />
cuando tenía entre siete<br />
u ocho años tuve la experiencia<br />
de aprender a<br />
tocarlo. A través de esta<br />
investigación, además de<br />
retomar mi vínculo con la<br />
música, conocí más sobre<br />
la historia del piano,<br />
cómo ha ido evolucionando<br />
en el tiempo, los músicos más<br />
representativos y algunos datos interesantes.<br />
Luna Flórez<br />
La escalada<br />
Decidí investigar sobre la escalada porque empecé a<br />
practicar este deporte hace poco y me llamó mucho la<br />
atención porque hay muchas<br />
técnicas variadas. Es algo<br />
difícil, ya que te cansas rápido,<br />
pero si lo haces con una<br />
buena técnica, no te cansas<br />
tanto. Nunca creí que me costara<br />
tanto hacerme preguntas<br />
y responderlas, me costó<br />
mucho trabajo, más que en<br />
los otros años. Tampoco<br />
sabía que hubiera palestras<br />
de quince o hasta veinte<br />
metros. Yo escalé una palestra de este tamaño.<br />
Emilia Funes<br />
La animación digital<br />
Elegí la animación porque<br />
ya había visto animaciones<br />
en Youtube y me parecían<br />
increíbles. Aprendí<br />
en mi investigación que<br />
la animación puede llegar<br />
a ser muy difícil de<br />
hacer. La animación es<br />
un arte mediante el<br />
cual puedes expresar<br />
emociones, sentimientos,<br />
vivencias propias y ajenas e, incluso, a través de las<br />
historias que cuentan, dejar una enseñanza.<br />
Mateo Espinoza<br />
El ceviche<br />
Elegí el ceviche porque<br />
me siento orgulloso de<br />
ser peruano, y nuestro<br />
ceviche, además de ser<br />
muy rico, es un plato reconocido<br />
a nivel mundial.<br />
Estoy orgulloso de que mi<br />
familia tenga una cevichería.<br />
Luego de haber investigado<br />
las propiedades del<br />
ceviche, he concluido que<br />
es un plato completo porque tiene proteínas, como el<br />
pescado y los mariscos.<br />
Ezequiel Furgiuele<br />
El bonsái<br />
Hace poco mi mamá<br />
compró un bonsái. A ella<br />
le encantan las plantas. Así<br />
que como no había tenido<br />
muchas actividades con mi<br />
mamá durante la cuarentena,<br />
decidí ponerlo como uno de<br />
mis posibles temas y resultó<br />
ser el que más me interesó.<br />
Ahora tenemos cuatro bonsáis<br />
y mi papá nos ha comprado todas las herramientas<br />
para alambrar y podar.<br />
Manuel García Miró<br />
58
La batería<br />
Desde que recuerdo, la<br />
música es muy importante en<br />
mi casa. Siempre hay música,<br />
rock, jazz, blues o salsa.<br />
Desde pequeño la batería era<br />
mi instrumento favorito y a<br />
cada rato trataba de tocar una<br />
batería imaginaria en mi cabeza<br />
y con mis manos. Antes pensaba<br />
que la batería era un solo instrumento, pero aprendí<br />
que se forma a partir de juntar varios instrumentos y de la<br />
invención de un pedal que cambió la historia de la música<br />
para siempre.<br />
Maximiliano Gianella<br />
El skateboarding<br />
Yo quise investigar el skateboarding<br />
porque me parece<br />
un buen deporte de balance<br />
y emoción, y quería aprender<br />
más de él en esta investigación.<br />
Me llaman mucho la<br />
atención todos los tipos de<br />
trucos que se pueden hacer<br />
y aprender. Me impresioné<br />
al saber que en los inicios<br />
del skate a la gente no le gustaba, los<br />
skaters les parecían criminales.<br />
Haru Gutiérrez<br />
El entrenamiento de<br />
perros<br />
Yo elegí este tema<br />
porque mi tío tiene un<br />
perro muy desobediente<br />
llamado Tango. Quise<br />
investigar este tema<br />
para ver qué problemas<br />
podría tener Tango y así<br />
poder solucionarlos. Me<br />
gustaría que se volviera<br />
más obediente ya que así, sacarlo a pasear ya no<br />
sería un dolor de cabeza.<br />
El lego<br />
Elegí este tema porque desde pequeño<br />
tengo varios legos en mi casa y me<br />
siguen gustando por la forma en la<br />
que puedes poner diferentes piezas y<br />
también cómo puedes armar lo que tú<br />
quieras. Es un juguete en el que el límite<br />
es tu imaginación.<br />
Quisiera decir<br />
que me gustó<br />
mucho investigar<br />
sobre este tema y<br />
he aprendido más<br />
de lo que ya sabía.<br />
Salvador<br />
González<br />
El pingüino<br />
de Humboldt<br />
Elegí este tema<br />
porque el pingüino<br />
de Humboldt<br />
siempre<br />
ha sido uno de<br />
mis animales favoritos y me gustan mucho<br />
los animales marinos, especialmente esta<br />
especie de pingüino. Lo que he aprendido<br />
durante mi investigación es que el pingüino<br />
de Humboldt es un animal muy curioso.<br />
Mariano Ingunza<br />
Mirkala Jara<br />
59
El pan artesanal<br />
En mi investigación<br />
aprendí que el pan artesanal<br />
necesita mucha<br />
paciencia, porque hay<br />
que preparar la masa<br />
madre con anticipación.<br />
También aprendí que se<br />
pueden hacer muchos panes<br />
diferentes con la misma<br />
masa madre.<br />
Amalia Lara<br />
El kitesurf<br />
Elegí el kitesurf ya que yo lo<br />
practico desde que tengo<br />
siete años. Este es un deporte<br />
muy nuevo que se sigue<br />
reinventando cada día.<br />
Aunque es un deporte muy<br />
costoso, en mi opinión vale<br />
completamente la pena ya<br />
que me parece increíble.<br />
Siento que debería ser<br />
más conocido, ya que es fantástico y<br />
no se necesitan muchas condiciones para practicarlo.<br />
Catalina Llopis<br />
El pulpo<br />
Elegí el pulpo porque me gustan mucho y<br />
quería averiguar más sobre<br />
ellos, como por ejemplo,<br />
de qué manera se<br />
camuflan y cuánto viven.<br />
Además, mi peluche<br />
favorito es un peluche<br />
de pulpo llamado Pulpi<br />
que siempre llevo conmigo.<br />
Hay más de 250<br />
especies de pulpos,<br />
y posiblemente haya<br />
muchas más.<br />
Leonardo Mera<br />
Los meteoritos<br />
Yo quise investigar sobre<br />
los meteoritos porque<br />
estos tienen información<br />
sobre cómo el sistema<br />
solar fue evolucionando<br />
hasta tomar la forma que<br />
tienen hoy el Sol y los<br />
planetas. Además, ahora<br />
que tuve la oportunidad<br />
de investigar sobre<br />
este tema, pude saber<br />
mucho más sobre el<br />
universo, el espacio exterior y los meteoritos.<br />
Joaquín Mino<br />
El macramé<br />
Yo elegí este tema porque<br />
un día vi unos tapices<br />
de macramé en internet,<br />
en ese tiempo no sabía<br />
qué eran; sin embargo, al<br />
verlos me encantaron y le<br />
pregunté a mi mamá qué<br />
era, y ella me lo explicó. Al<br />
terminar mi investigación<br />
aprendí que es una técnica<br />
de tejido muy antigua y no nueva que se utilizaba<br />
para facilitar algunas necesidades básicas; como por<br />
ejemplo, sujetar piedras o crear lanzas.<br />
Abigail Mumenthaler<br />
La gimnasia artística<br />
Elegí el tema de la gimnasia<br />
porque es uno de mis deportes<br />
favoritos. Lo practico<br />
desde hace años y tuve la<br />
suerte de que me hicieran un<br />
reportaje cuando entrenaba en<br />
La Videna. Es un deporte completo<br />
que puede ser practicado<br />
por cualquier persona.<br />
Valeria Recavarren
El surf<br />
Entre todos los temas<br />
que tenía pensado,<br />
el surf me pareció el<br />
mejor. Me pareció el<br />
más entretenido, y no<br />
me sería muy difícil conseguir<br />
entrevistados.<br />
También lo elegí porque<br />
es en el que más experiencia<br />
tendría. Aprendí<br />
que el surf, como deporte, es único.<br />
Sebastián Rouillon<br />
La aromaterapia<br />
Yo elegí la aromaterapia<br />
porque mi madre me lo<br />
recomendó ya que a mí<br />
me interesa bastante la<br />
medicina con plantas.<br />
También me dijo que<br />
la aromaterapia puede<br />
ayudar a tratar a las personas<br />
tanto para lograr<br />
su bienestar físico como<br />
emocional. Los aceites<br />
esenciales pueden ayudar con algunas enfermedades,<br />
incluidas algunas graves.<br />
María José Vargas<br />
El manga<br />
Decidí escoger el manga<br />
ya que es un género muy<br />
famoso y, a mi parecer,<br />
uno de los mejores. Me<br />
interesa ya que viene de<br />
una cultura lejana, que<br />
es la japonesa, por lo<br />
cual tiene bastantes<br />
temas que no conozco<br />
y me gustaría aprender<br />
sobre ellas. Al finalizar mi<br />
trabajo he aprendido varias cosas. Unas me han<br />
permitido conocer sobre las costumbres y tradiciones<br />
de otras culturas totalmente diferentes a la mía.<br />
Gino Tejeda<br />
¿Cómo hacer cortos en<br />
cuarentena?<br />
Yo elegí el cortometraje<br />
porque desde muy pequeña<br />
me ha gustado la actuación.<br />
También me gusta esto de<br />
dirigir algún cortometraje,<br />
película o comerciales. La<br />
principal conclusión de mi<br />
investigación fue que un<br />
cortometraje puede verse<br />
sencillo, pero no es así, es más difícil porque tiene<br />
muchas partes y tienes que tener mucha paciencia.<br />
Rafaella Vidal<br />
La penny board<br />
Yo elegí la penny board<br />
porque cuando era pequeña<br />
veía en la calle a mucha<br />
gente andando en ella y me<br />
daba curiosidad. Luego me<br />
compraron una y empecé a<br />
aprender a usarla gracias a<br />
unas clases en las que me<br />
inscribió mi papá. Desde<br />
ahí he disfrutado mucho<br />
practicando el deporte.<br />
Aylen Zapata<br />
El tenis<br />
Escogí el tenis porque empecé<br />
a practicarlo este año y me<br />
gusta mucho. Quería saber<br />
más sobre la historia de este<br />
deporte, quiénes son los mejores<br />
jugadores, sus reglas,<br />
dónde se empezó a jugar, los<br />
torneos más grandes, los<br />
tipos de canchas donde se<br />
juega y otras características.<br />
Cristóbal Sevilla<br />
61
La sección de Secundaria nos da una muestra de lo visto<br />
durante el año: a los cuentos y poemas, se les suman<br />
ensayos narrativos e interesantes recomendaciones.<br />
Asimismo, a las pinturas, dibujos y fotografías, se suman<br />
máscaras, collages, e incluso dibujos digitales.<br />
Primero de media<br />
Al fondo del bosque<br />
La historia cuenta sobre unos árboles que se<br />
encuentran en un bosque. En años recientes una joven<br />
muy soñadora pasaba siempre por ese bosque pero<br />
nunca pudo llegar al fondo porque siempre soñaba y se<br />
despertaba en la mitad del camino.<br />
Un gato conocido de los árboles siempre la guiaba<br />
hasta donde su sueño llegaba. Él quería ayudarla a<br />
cruzar el fondo, hasta que un día llegó, pero el gato<br />
le advirtió sobre los árboles engañosos, ya que para<br />
llegar tienes que preguntar. Los árboles te podían decir<br />
dos cosas: o te guiaban o te perdías. El gato la guio<br />
como siempre y llegaron donde los amigos árboles.<br />
La joven se acercó y les preguntó el camino para<br />
llegar, los árboles no podían creer que alguien haya<br />
podido llegar hasta ellos, ya que la última vez que<br />
alguien llegó fue hace mucho tiempo. Con el tiempo<br />
los árboles fueron cambiando de caminos hasta el día<br />
que alguien llegó a ellos. Los árboles solo decían lo que<br />
sabían o lo que querían, la joven confió y se fue por el<br />
camino que le dijeron.<br />
Al día siguiente llegó a una jungla con muchos<br />
árboles, pero lo que no sabía es que había muchos<br />
fondos, así que se encontró con más árboles, solo uno<br />
de ellos podía saber a cuál fondo se refería. Ahora el<br />
problema era saber cuál en un millón era el que le podía<br />
ayudar.<br />
El gato nunca había conocido esos árboles, ella<br />
había sido la única en llegar tan lejos. Después de<br />
muchas horas de buscar había un árbol muy grande.<br />
Ella lo primero que se imaginó fue: “Este es el árbol que<br />
me guiará al fondo”. El gato le dijo: “Hay una leyenda<br />
que todos los árboles podrán contarte”. La leyenda<br />
cuenta así: El árbol más grande es el que podrá guiarte<br />
hacia el fondo o el destino. Ella no sabía si ese árbol era<br />
el indicado, el árbol tenía casi todas las cualidades que<br />
contaba la leyenda, lo único que pensaba, era cómo<br />
Almudena Carrillo<br />
llegar hacia arriba ya que era muy alto, pero había una<br />
alternativa: el gato se había ofrecido a subir ya que era<br />
muy ágil.<br />
Después de horas el gato ya había subido, pero no<br />
bajaba, la joven empezó a asustarse ya que no lo veía<br />
ni lo escuchaba. Pasó un día y no llegaba, ella empezó a<br />
subir el árbol por más alto que fuera, pasaron muchas<br />
horas y empezó a ver demasiados gatos. Reconoció a<br />
su amigo, y ella le dijo: “Ahora eres tú la que descifrará<br />
el destino de los fondos”. Días después encontró el<br />
destino, pero no sabía si era el camino que siempre<br />
soñaba.<br />
Lo que hizo fue avanzar hasta el fondo que ella<br />
siempre veía, llegó y no podía creer lo que había, era<br />
una jungla pero por dentro estaba todo su futuro. Lo<br />
que no sabía es que la jungla era el camino al fondo,<br />
todo eso era parte de ella. Empezó a recordar que ella<br />
siempre estaba con su gato en todos los sueños. Los<br />
árboles le empezaron a contar que ella era la única que<br />
había llegado a descifrar todo el sueño.<br />
Después de años pudo descubrir todos los caminos.<br />
Agathe Couture<br />
62
Ariana Changana<br />
Bruno Caracchini<br />
Tu última mirada nunca la olvidaré<br />
Estaba tan tranquila durmiendo, disfrutando ese<br />
momento hasta que un maullido me despertó. Este<br />
se hacía más fuerte y constante, por lo cual yo me<br />
enojé y lancé una almohada hacia donde provenía el<br />
sonido. Este inmediatamente se calló. Tiempo después<br />
me levanté, vi mi almohada en el piso y a su lado a mi<br />
querida gata. Me di cuenta de que deseaba comer, por<br />
eso eran los maullidos.<br />
La Perla, mi gata, hace ya un año aproximadamente<br />
sufrió un accidente terrible. Ella se cayó desde el<br />
sexto piso de mi edificio y se lastimó la cadera y el<br />
codo; yo me enteré de esto cuando regresé de pasear<br />
a mi perrita y fue un sentimiento horrible cuando<br />
la vi así. Estuvo en cuidados intensivos para luego<br />
operarla, pero desde ese entonces cambió totalmente<br />
su forma de ser.<br />
Los días pasaban y notaba que Perla no tenía<br />
la misma energía que antes. Bueno, se le notaba<br />
peor desde aquel accidente, no comía nada, solo se<br />
quedaba durmiendo con cara triste y cansada. Me<br />
comencé a preocupar al ver el estado de mi pequeña<br />
gata; entonces, mi mamá y yo decidimos llevarla al<br />
veterinario. Felizmente ellos nos dijeron que solo era<br />
una pequeña inflamación en el hígado, mi madre y yo<br />
solo nos aliviamos al escuchar esto.<br />
Perla debía quedarse internada para ver cómo<br />
progresaba; los primeros días nos informaron<br />
que las medicinas le estaban haciendo efecto<br />
correctamente y pronto podría volver a casa.<br />
Sin embargo, de un día para otro ella empeoró,<br />
lamentablemente las medicinas que le estaban<br />
dando no le hacían efecto como antes, por lo que sus<br />
órganos comenzaron a fallar.<br />
Al llegar al veterinario yo no sabía que la iban a<br />
poner a dormir, recién me enteré cuando mi madre me<br />
preguntó: ¿Estás segura de que quieres entrar?, yo<br />
solo asentí dándome cuenta de lo que iba a suceder.<br />
Cuando entré a la habitación mis ojos se fueron<br />
directamente a la Perla y solté las lágrimas que había<br />
estado conteniendo. La piel de ella estaba totalmente<br />
de color amarillo y en su cara se veía claramente que<br />
estaba cansada; fue en ese momento cuando me<br />
preguntaron si deseaba cargarla para poder ponerle<br />
la inyección, yo simplemente respondí que no porque<br />
no soportaba verla así. Antes de que la inyectaran<br />
me despedí de ella diciéndole cuánto la amaba y<br />
pidiéndole perdón por no poder hacer algo más, esto<br />
lo hacía mientras trataba de ocultar mi llanto, fue ahí<br />
cuando me dio su última mirada.<br />
Belén López<br />
Un cambio de corazón<br />
Cuando estaba en otro colegio, en el año 2016, los<br />
niños me molestaban constantemente porque no<br />
me gustaba el fútbol y no era como ellos. Sus madres<br />
me querían alejado de ellos y desde entonces me<br />
ponía mucho a la defensiva, volviéndome alguien muy<br />
molesto. Siempre asumía que las personas me harían<br />
daño y me alejaba de mis amigos. Mis padres notaron<br />
este comportamiento, y decidieron cambiarme de<br />
colegio.<br />
Una vez ahí, actuaba de manera malvada con las<br />
personas. Les decía comentarios feos o verdades<br />
brutalmente honestas, dejándome con pocos amigos.<br />
Después de algunos meses, logré adaptarme al lugar,<br />
e hice amigos. Muy tolerantes, por cierto. Pues yo tenía<br />
63
Un amigo de cuatro patas<br />
Isabel Barrios<br />
una actitud mandona, egoísta y compulsiva. En los<br />
recreos, teníamos un divertido juego llamado “Poderes”.<br />
Cuando jugábamos, mi ira se calmaba, pero ahí es donde<br />
mi lado mandón resaltaba. Dejamos de jugar por mi<br />
molesta actitud y fue ahí donde empecé a abrir mis ojos.<br />
Pasaron los años y yo era alguien problemático por<br />
las cosas que decía hacia mis compañeros. Era Sexto<br />
grado cuando yo buscaba los problemas, como si los<br />
necesitase. Me peleaba con mis amigos por cosas<br />
absurdas, me quedé solo con un par de amigos y ahí<br />
fue el momento cuando desperté. Tenía que cambiar.<br />
Desde ese momento, mi actitud mejoró mucho y lo<br />
sigue haciendo. Me siento mucho mejor conmigo<br />
mismo, ahora se me facilita hacer amigos y cada día me<br />
doy más cuenta de cuánto los quiero. Sé que aún no<br />
soy la mejor versión de mí, pero lo seré. Me lo prometo<br />
Daniel Forns<br />
Siempre quise tener una mascota sin importar lo<br />
que sea, un perro, un gato o un conejo. Después de<br />
pedirle a mi familia por varios años, por fin aceptaron<br />
mi pedido. Un día de febrero fuimos a buscar a Leo,<br />
ese sería el nombre de mi perro. Llegamos y nos<br />
lo entregaron. Leo tenía tan solo dos meses, era<br />
pequeño, blanco y peludo. Parecía una bolita de<br />
algodón. Ese fue uno de los días más felices de mi vida.<br />
Leo tuvo que estar un mes sin salir a la calle<br />
porque tenía que cumplir tres meses para poder salir.<br />
Estaba asombrada de lo tranquilo que era para ser<br />
un cachorro. Casi nunca ladraba y se pasaba todo el<br />
día durmiendo. Poco a poco, Leo fue cambiando, se<br />
volvió muy juguetón y más activo. Cuando lo llevamos<br />
al parque, le gusta seguir a todos los perros y se pone<br />
a ladrar muy fuerte hasta que lo llevemos a jugar con<br />
ellos. Por alguna razón, siempre se acerca a los perros<br />
más grandes a pesar de que él es bastante pequeño.<br />
A veces parece que Leo se siente humano, porque<br />
quiere hacer todo lo que yo hago. En vez de sentarse<br />
en el suelo como la mayoría de perros, solo quiere<br />
sentarse en los sofás y sillones, a veces lo llevamos<br />
a una cafetería, lo siento en una silla y se porta<br />
Invierno<br />
Mirando por la ventana<br />
cómo la lluvia cae<br />
en un invierno lleno de calma.<br />
Fernanda Guerrero<br />
Danza el otoño:<br />
alfombras rojas crujen,<br />
triste el bosque.<br />
Maïa Clément<br />
Luana De Andrade<br />
64
Juan Diego Yauri<br />
Naia Gustafsson<br />
Yukio Sakamoto<br />
bien. Cuando Leo llegó queríamos que duerma en su<br />
propia cama, pero se ponía a ladrar y a rasguñar mi<br />
cama para que lo subiera. ¡No me dejaba dormir! Así<br />
que tuve que dejarlo dormir conmigo.<br />
También tuve que empezar a pasear a Leo sola,<br />
ya que mi mamá no podía acompañarme siempre. Y<br />
aunque solo me quede en mi calle o muy cerca de mi<br />
casa, fue un gran logro para mí. Ya que hace un tiempo<br />
me daba miedo salir sola. Leo me enseñó muchas<br />
cosas y desde que llegó todo es más divertido. A pesar<br />
de que a veces hay algunas complicaciones, nunca me<br />
arrepentiré de que Leo haya llegado.<br />
Leo ni siquiera tiene un año, todavía quedan<br />
muchas aventuras por vivir…<br />
María Lamadrid<br />
cuatro criaturas mecánicas gigantes conocidas como<br />
las bestias divinas. Si las liberas, obtendrás un poder<br />
y además te ayudarán en la batalla contra Ganon. Por<br />
último, están los santuarios, estos te dan orbes de<br />
Recomendación: The legend<br />
of Zelda: breath of the wild<br />
Este es un videojuego de mundo abierto en el que un<br />
héroe, llamado Link, despierta tras un profundo sueño<br />
de cien años y tiene la misión de acabar con todos los<br />
secuaces del origen del mal, Ganon, y de paso en su<br />
viaje ir recuperando sus recuerdos.<br />
Este juego resalta porque es un mundo abierto, o<br />
sea, si lo decides, puedes ir por el jefe final al principio<br />
del juego o completar las misiones para volverte más<br />
fuerte. Durante todo el juego te vas a encontrar con<br />
Manu Vásquez<br />
65
valor por superarlos: junta cuatro y<br />
podrás obtener un nuevo corazón o<br />
más energía.<br />
En conclusión, este es un juego<br />
que te va a garantizar horas y horas<br />
de entretenimiento, el mundo es<br />
gigante y sin importar cuál sea tu<br />
estilo de juego, créeme cuando te<br />
digo que es un juego realmente<br />
bueno.<br />
Nicolás Andrade<br />
Momentos reveladores<br />
Hola, soy Noah, hoy les quiero hablar<br />
sobre dos momentos reveladores que<br />
tuve en mi vida. Bueno, empecemos.<br />
En el verano de 2021 estaba surfeando con mis<br />
amigos, el mar estaba entre mediano y grande y todo<br />
estaba bien, nos divertíamos, nos matábamos de risa,<br />
realmente estábamos disfrutando. De pronto, veo que<br />
una ola de casi dos metros se acercaba rápidamente,<br />
no había forma de escapar porque la pared ya estaba<br />
formada. Me dio mucho miedo, pero no tenía cómo<br />
Roc Chaves<br />
evitarla, entonces me armé de valor y<br />
remé y remé y agarré la ola. Mientras<br />
esto ocurría, todos mis amigos<br />
estaban emocionados y gritando “¡Sí,<br />
DALE, NOAH, DALE!”, y sentí mucha<br />
felicidad y unos segundos después<br />
agarré la campana y me revolqué.<br />
Luego, no podía creerlo porque me<br />
había corrido una ola muy grande y<br />
fue increíble.<br />
El segundo momento revelador<br />
ocurrió en el verano de 2019, uno<br />
de mis veranos favoritos. Mi mamá<br />
tiene un amigo llamado Eduardo,<br />
pero le decimos Edu, que planeaba<br />
dar un concierto la última noche del<br />
verano con varios chicos y chicas<br />
que tocaban instrumentos, pero nadie sabía tocar la<br />
batería. Como yo era la única persona que sabía tocar<br />
la batería en la playa me contactaron a mí, y me tuve<br />
que aprender cuatro canciones, pero los del grupo del<br />
concierto no me respetaban porque pensaban que no<br />
sabía tocar casi nada. Entonces empecé a tocar y ahí<br />
ellos se dieron cuenta del error de subestimarme, y<br />
no solo ellos, sino también toda la playa. A la hora del<br />
concierto toqué y todos se quedaron boquiabiertos<br />
porque no pensaban que era tan bueno (sin presumir)<br />
y, bueno, dejé a todos asombrados.<br />
Ambas situaciones me enseñaron mucho: nunca<br />
subestimes a nadie, menos a ti mismo ya que puedes<br />
superar tus miedos.<br />
Noah Mujica<br />
Natalia Carpio<br />
Bruno podía oír el ensordecedor sonido de sirenas<br />
y ver cómo las paredes se iluminaban de unas luces<br />
azul y rojo. Estaba curioso y un tanto asustado a la<br />
vez, pues en esa vecindad nunca se habían cometido<br />
crímenes. Él abrió la puerta y casi golpeó a Teresa, su<br />
hermana, al salir. Teresa aparentemente sabía más que<br />
Bruno acerca de la situación que había ocasionado la<br />
llegada de la policía, una ambulancia y los bomberos.<br />
Se podía ver humo pintando de gris el cielo oscuro de<br />
la noche. Bruno le preguntó a su hermana qué había<br />
pasado, ella decidió explicarle. Hoy, Mateo Fernández<br />
le ha revelado a su madre que tiene novia, pero su<br />
madre es muy sobreprotectora y quería que él no<br />
tuviera novia hasta los 24. Bruno le dijo a Teresa, con<br />
un tono confundido: “No entiendo qué tiene que ver<br />
esto con la situación”. Un tanto molesta, Teresa le<br />
respondió: “Deja que termine de contar”. La señora<br />
María Inés de Santiago Tercera, la madre de Mateo<br />
66
Vania Heredia<br />
Fernández, ha lanzado su chancla hacia la puerta de<br />
Valentina Alejandra, la novia de su hijo. La ha roto.<br />
“¿Rompió la puerta?”, dijo Bruno con miedo. Teresa<br />
respondió: “No, a la chica”.<br />
Salvador Durand<br />
Recomendación: El viaje de Chihiro<br />
Hoy te recomendaré una película que en serio tienes<br />
que ver. Esta película es del género anime y su nombre<br />
es El viaje de Chihiro. Si te gusta mucho el anime, esta<br />
es tu película.<br />
Cuenta la historia de una niña que se había perdido<br />
en un mundo extraño y diferente al mundo real, ya<br />
que en este mundo había magia y criaturas extrañas.<br />
El objetivo de la niña es encontrar a sus padres que,<br />
por alguna razón, se habían separado de la niña y<br />
convertido en cerdos. Por eso la niña tendrá que pasar<br />
muchas aventuras hasta encontrar a sus padres.<br />
Elegí esta película porque es una de mis favoritas y<br />
porque tiene una gran historia de aventura, tanto así<br />
que la puedo ver mil veces. También por la animación<br />
de los dibujos, cada escena implica un súper trabajo.<br />
Esta película está dirigida a cualquier edad, la<br />
puedes ver en familia, con amigos o solo. Si llegas a ver<br />
esta película, disfrútala porque es muy buena.<br />
Valentina Guzmán<br />
Una vida optimista<br />
Llevo cuatro semanas preparándome para el<br />
sudamericano, pero no estoy aquí para contar cómo<br />
me preparo, sino para contar cómo llegué a esto.<br />
Todo empezó una tarde en el 2018, estaba en la<br />
casa de Lucas y él me preguntó si me gustaría navegar<br />
en esos botes que veíamos por el balcón mientras<br />
comíamos. Ese mismo verano entré a la academia de<br />
Optimist junto a él.<br />
Acabó el verano y lo había conseguido. “Has entrado<br />
al equipo”, me dijeron mis papás. Todo mi tiempo en la<br />
academia navegamos en Chorrillos, pero ahora, como<br />
parte del equipo, íbamos a entrenar en La Punta.<br />
El primer campeonato del año se acercaba, me<br />
sentía preparado, terminé quedando tercero en mi<br />
categoría. Ese campeonato, mi primer trofeo, lo guardo<br />
hasta ahora y cada vez que lo veo me acuerdo de esos<br />
tiempos. De hecho, terminando el año gané el premio al<br />
mejor novel (el trofeo más prestigioso de esa categoría).<br />
El año 2020 trajo un gran cambio: ¡pandemia! No<br />
pudimos navegar una gran parte del año. Felizmente,<br />
terminando el año, pude volver a mi lugar favorito, de<br />
vuelta al mar. Entrenábamos los sábados y domingos<br />
para aprovechar al máximo las pocas horas que<br />
teníamos.<br />
Este año empieza lo importante. Fue el primer<br />
campeonato del año y con este, empezaba la<br />
clasificación al sudamericano. Debía mantenerme<br />
entre los quince primeros puestos de la flota peruana<br />
para poder clasificar e irme a este campeonato<br />
que tanto deseaba. Durante todo el año he estado<br />
peleando la clasificación, y para el último campeonato<br />
saber que lo había logrado, fue una sensación sublime,<br />
estaba muy contento. Ahora todas las tardes, de lunes<br />
a viernes de 5:00 a 7:00 de la tarde, me encuentro en<br />
el gimnasio preparándome para Argentina.<br />
Me siento orgulloso respecto a mi logro, estoy muy<br />
feliz de viajar una vez más con mis amigos. Estoy listo<br />
para llevar la bandera peruana y dar lo mejor de mí.<br />
Vicente Guzmán<br />
El frío<br />
Sopla que te sopla,<br />
llueve que te llueve,<br />
montando en el viento<br />
el frío viene.<br />
Se ríe de todos,<br />
el frío duende,<br />
que arranca los gorros,<br />
empuja a las personas,<br />
narices y orejas,<br />
y rojas las vuelve.<br />
Golpea las puertas<br />
puesto que así se divierte.<br />
Valentino Acosta<br />
67
Segundo de media<br />
Mi ventana<br />
La calle donde vivo no es muy grande pero es muy<br />
bonita; se llama Flora Tristán y habito con mi familia<br />
en un edificio de doce pisos. Las reglas del edificio<br />
en tiempos de pandemia son simples: las personas<br />
que no vivan aquí entran por la puerta del garaje y los<br />
que sí viven entran por la puerta principal para evitar<br />
contagios.<br />
Al frente de la casa se encuentran dos árboles que<br />
parecen palmeras, incluso diría que sí son palmeras,<br />
pero no soy botánico. También hay unos arbustos muy<br />
bonitos. Ahora hablemos de la ardilla; esta ardilla solo<br />
pasa por frente de mi casa para coger unas frutitas de<br />
las palmeras. Una vez esas frutillas se acabaron y no<br />
volví a ver a la ardilla por un buen tiempo.<br />
Camilo Quiñones<br />
Ahora la orquesta más conocida del edificio: los<br />
pajaritos que cantan a las 5:44 a. m. Duermes tranquilo<br />
toda la noche y esos benditos pajaritos te despiertan,<br />
pero cuando los ves son bonitos. Las cosas buenas<br />
abundan en mi calle y eso me hace feliz.<br />
Creo que para mejorar la calle todos tendríamos<br />
que poner de nuestra parte. Si todas las personas de<br />
la calle la cuidaran sería un lugar más bonito de lo que<br />
ya es. Yo estoy muy contento en el lugar donde vivo y<br />
gracias a esta cuarentena me encanta el hogar donde<br />
vivo.<br />
Manuel Ignacio Fernández<br />
Un sueño extraño<br />
Gabriel Ormachea<br />
Anoche tuve un sueño extraño. Desperté en una<br />
hamaca. Era lo más cómodo que había sentido en mi<br />
vida, más cómoda que mi cama; la hamaca estaba en la<br />
playa, una playa grande con arena que parecía nieve,<br />
era toda lisa; el mar era turquesa y daba unas ganas de<br />
querer ir a meterte ahí.<br />
En la playa estaba mi perro, Hopper, que estaba<br />
jugando con el mar. Hopper parecía diferente, era<br />
de color naranja y no tenía cola. Me acerqué a él<br />
lentamente pero Hopper huyó asustado. Lo seguí por<br />
unos segundos hasta que se cansó y tomó una siesta;<br />
Hopper estaba durmiendo pero estaba durmiendo<br />
parado, eso me pareció muy extraño así que lo cargué<br />
y lo llevé a la hamaca, y luego fui al mar.<br />
Horas más tarde regresé y Hopper no estaba,<br />
pero había dejado una carta donde decía: “Voy a ir<br />
regresando a casa”.<br />
Asustado me levanté y estaba de nuevo en la<br />
hamaca.<br />
Carlos Yabar<br />
68
Elena Bravo<br />
Leon Castagnino<br />
Illari Angulo<br />
El día de una flor<br />
Comienza el día, los primeros rayos de sol empiezan<br />
a tocar mis delicados pétalos. Puedo escuchar a los<br />
pájaros cantar desde los árboles, veo las hojas caer al<br />
césped, y saludo a mis flores vecinas moviendo mis<br />
hojas que cuelgan del tallo. Es muy divertido hablar<br />
con ellas porque siempre tienen historias que les<br />
cuentan las abejas y las hormigas. Como la de ayer:<br />
una abeja se había peleado con una mosca porque<br />
le quería comprar miel a un precio muy bajo. Los<br />
problemas de las hormigas son sobre cómo algunos<br />
escarabajos se roban su comida, o cómo los humanos<br />
siempre tratan de matarlas, a veces me dan pena.<br />
Después de tomar agua que he guardado en la tierra<br />
de días anteriores como desayuno, procedo a tomar sol,<br />
eso ayuda mucho a que mis pétalos tengan un color<br />
más intenso y bonito. Las abejas empiezan a llegar, se<br />
posan en mis pétalos y me saludan muy educadamente.<br />
Algunas veces hablo con ellas y les cuento cómo va mi<br />
día a día, pero hasta ahora no he logrado tener una muy<br />
buena relación con algunas de ellas.<br />
Cuando se van, me quedo contemplando el cielo,<br />
veo las nubes y busco formas en ellas, a veces algunos<br />
pájaros pasan cerca y nos quedamos hablando o<br />
jugando junto a las otras flores. Al rato aparece un<br />
humano que nos moja a mí y a todas las flores. Esta es<br />
mi parte favorita del día, me divierto mucho, además<br />
de que puedo agarrar toda el agua que quiera.<br />
Padma Landázuri<br />
69
Salvador Cáceres<br />
María de Orbegoso<br />
Veo a algunas personas pasar, hasta que llegan<br />
otros humanos, pero esta vez más pequeños, y traen<br />
consigo una pelota, la dejan en el piso y empiezan<br />
a correr por todos lados persiguiendo y pateándola.<br />
Juegan por horas y horas, parecen divertirse mucho,<br />
hasta que empieza a oscurecer. De poco en poco se<br />
van yendo algunos hasta que quedan solo dos, se van<br />
caminando y me quedo mirándolos.<br />
El lugar queda en completo silencio, ya nadie hace<br />
bulla, y veo poca gente pasar por aquí. Esta es la parte<br />
más aburrida del día ya que no hago nada, todos se<br />
van yendo a sus casas, las hormigas se dirigen a sus<br />
hormigueros llenas de migas de pan y arroz, las aves<br />
vuelan hasta sus nidos para cuidar a sus huevos o hijos<br />
recién nacidos, las abejas ya están cerrando su panal, y<br />
yo estoy preparando mis pétalos para dejarlos dormir,<br />
fue un dia muy divertido, ojalá el de mañana sea igual.<br />
Esperanza Siles<br />
Recomendación:<br />
The song of Achilles<br />
The song of Achilles, escrito por Madeline Miller, narra<br />
la vida y el crecimiento de dos héroes muy famosos<br />
en la guerra de Troya, Achilles y Patroclus. La historia<br />
es narrada por Patroclus, que muestra cómo conoció<br />
a Achilles y cómo poco a poco ambos se enamoraron y<br />
empezaron su relación secreta, mientras que el mundo<br />
los conocía como compañeros.<br />
Esta novela te ofrece otra perspectiva a lo sucedido<br />
en la famosa Ilíada. Es una historia muy conmovedora<br />
y muy bien escrita. Te hace transportarte a la época y<br />
te describe tan bien los sentimientos entre Achilles y<br />
Patroclus que de verdad los puedes sentir a través de<br />
las páginas.<br />
Conforme vas avanzando el libro, la autora te deja ver<br />
de una manera impecable las costumbres de esa época,<br />
las vestimentas, el día a día en un castillo, los corredores,<br />
cada habitación, cada persona y cómo eran las relaciones<br />
familiares y amorosas. Te muestra realmente cómo era<br />
ser un niño o joven en su época, y cómo la clase social y<br />
reputación venían antes que el afecto.<br />
Joshua Tola<br />
70
Esta obra es recomendada a mayores de trece<br />
años, desde lectores jóvenes a adultos. Especialmente<br />
a aficionados a la mitología griega y personas a las que<br />
les guste un romance bien escrito.<br />
Julia Torrejón<br />
La tumba de los héroes<br />
donde descansa el Libertador<br />
Tras caminar al lado de donde antes estaba el cuerpo<br />
del Libertador, se entra a una amplia habitación negra.<br />
En el centro la luz del sol, en un perfecto círculo, cubre<br />
el lugar donde descansan los restos de Bolívar.<br />
La gloriosa cripta muestra gran amor al Libertador.<br />
Aunque no he vuelto, recuerdo que, como la Mona<br />
Lisa, al moverte cambiaba el lugar de la luz solar.<br />
Ese es un momento que atesoro, Simón influencia<br />
mi vida en muchas formas y lo respeto y adoro. Sus<br />
pensamientos, luchas y palabras son algo que tengo<br />
marcado en la mente y si tengo una, en el alma.<br />
El final del buen hombre no siempre es justo o<br />
bueno. Bolívar murió traicionado, exiliado, con una<br />
camisa prestada y con su obra en ruinas, pero no<br />
olvidado. Ahora yace como es justo, en paz y gloria.<br />
“Aré en el mar y edifiqué en el aire” - Simón Bolívar<br />
Leandro Mendoza<br />
Reseña de Harry Potter y las<br />
reliquias de la muerte parte 2<br />
Harry Potter y las reliquias de la muerte 2 es una de las<br />
películas de la saga escrita por J. K. Rowling y dirigida<br />
por David Yates. En mi opinión, esta película es la<br />
Micaela Zavaleta<br />
mejor dirigida y adaptada de toda la saga, ya que en<br />
algunas omiten detalles o eventos muy importantes<br />
que ocurren en los libros, y eso hace que no sean<br />
tan buenas como otras. Esto no ocurre tanto en Las<br />
reliquias de la muerte. A pesar de que en el libro<br />
se redacta más a detalle, la película está muy bien<br />
adaptada y dirigida.<br />
En esta película Harry, Ron y Hermione están<br />
ocultos preparándose para la batalla contra Voldemort<br />
quien, con la ayuda de los mortífagos, está planeando<br />
cómo matar a Harry Potter. Voldemort roba a<br />
Dumbledore la varita de Sauco, ya que esta es la única<br />
que puede derrotar a Harry, pero tiempo después se<br />
da cuenta de que el dueño de esta varita es Harry<br />
Potter y pierde la batalla.<br />
Esta película es muy buena, ya que a pesar de que<br />
plantea muchos temas que no se habían tratado en<br />
películas anteriores de la saga, logra abordarlos con<br />
calma y a su debido tiempo. Por ejemplo, un tema<br />
que se aborda en esta película por primera vez es el<br />
buen desarrollo de algunos personajes, y esto hace<br />
que cambiemos nuestra perspectiva sobre ellos. Un<br />
ejemplo es Severus Snape, al principio de la saga, se<br />
mostraba a este personaje como malo, ya que trataba<br />
María José Valdivia<br />
71
Teo Álvarez<br />
Santiago Sanz<br />
mal a los estudiantes y pertenecía a los mortífagos.<br />
Pero al final de la película vemos que Snape solo<br />
estaba tratando de proteger a Harry, y vemos todo lo<br />
que ha sufrido después de la muerte de Lily Potter.<br />
Sin embargo, la película también tiene debilidades.<br />
Una de ellas es que en la batalla contra los mortífagos,<br />
muchos personajes secundarios importantes mueren.<br />
Lo malo de esto es que, por lo general, no muestran<br />
ni detallan sus muertes, lo que hace que no nos<br />
demos cuenta de que han muerto, o tengamos que<br />
ver la película dos veces para notarlo. A pesar de que<br />
Harry Potter y las reliquias de la muerte parte 2 tiene<br />
debilidades como cualquier otra película, también<br />
tiene muchas fortalezas y virtudes que hacen que sea<br />
una muy buena película y la mejor de toda la saga.<br />
Nerea Mujica<br />
Tamara Vásquez<br />
Un pobre pájaro<br />
Soy un pájaro. Era un día cualquiera, pero pasó algo<br />
distinto: mi nido se derrumbó y unos gigantes me<br />
agarraron junto con mi hermano. Yo estaba asustado e<br />
intentaba volar, pero no podía, porque mis alas todavía<br />
eran pequeñas. Mi mamá ya no me daba comida con el<br />
pico y los gigantes me capturaron y me empezaron a<br />
dar una comida rara desde una jeringa. Tenía frío.<br />
Unos días después me empecé a acostumbrar a ser<br />
una mascota junto con mi hermano, y también a que<br />
me dieran de comer de una jeringa. Pero un día todo<br />
cambió: los gigantes abrieron sin querer la puerta de<br />
mi celda y también la de la celda de mi hermano, por<br />
ende nos escapamos de los gigantes para vivir como<br />
vivíamos hace mucho tiempo: en los árboles.<br />
Saphi Carbajal<br />
72
Mientras escapábamos, me perseguían otros gigantes,<br />
pero no corrieron lo suficientemente rápido como para<br />
alcanzarme. Finalmente, logré formar una nueva vida y<br />
por fin fui libre.<br />
Salvador Yrivarren<br />
Recomendación:<br />
Rebelión en la granja<br />
Hola, querido lector, hoy te escribo para recomendarte<br />
un libro que me gusta mucho, se trata de Rebelión en<br />
la granja de George Orwell.<br />
El libro cuenta cómo en una granja en Inglaterra<br />
los animales se cansan del abuso de sus dueños y se<br />
rebelan. Cuando se da la rebelión todo va bien, hasta<br />
que los cerdos empiezan a sacar provecho y empiezan<br />
a volverse como los humanos. Finalmente los cerdos<br />
se vuelven como los humanos y los demás animales de<br />
la granja ya no diferencian el uno del otro.<br />
Igualmente me gustaría contarte mi opinión sobre<br />
el libro: me encanta porque te cuenta una historia tan<br />
alegre por un momento hasta que algunos empiezan a<br />
querer tener más ventajas que otros. Finalmente, creo<br />
que esta recomendación va más para las personas<br />
de cuarenta años a más ya que tiene temas fuertes o<br />
difíciles de entender, como los temas políticos.<br />
Sebastián Pacheco<br />
Tobías Mumenthaler<br />
Zuri Del Valle<br />
Valentina Garmendia<br />
73
Tercero de media<br />
Poema<br />
La lluvia del invierno hace brotar<br />
la flor en la primavera,<br />
privilegiado quien la observe,<br />
atrevido quien tenga la osadía<br />
de detener su floración.<br />
El búho la observa fielmente<br />
como observa a sus crías,<br />
asimismo la luna sale<br />
y la rana se frota en su nenúfar<br />
esperando que acabe el invierno.<br />
La niebla se retira junto con la luna,<br />
el sol sale rápidamente<br />
y amablemente le da calor<br />
a la flor, la misma flor<br />
que por los vientos del otoño<br />
saldría volando hasta el río,<br />
el cual está helado<br />
y repleto de peces.<br />
Son ellos quienes impulsan a la flor<br />
hacia el mar abierto<br />
el cual la recibe calmado<br />
y la lleva hasta la orilla<br />
en donde el verano la marchita<br />
y los oleajes hacen desaparecer<br />
la oscuridad de la noche.<br />
Vicente Quiroz<br />
Andrea Villacorta<br />
Triste poema de amor<br />
En el otoño caen las hojas de los árboles,<br />
con sus siluetas rojas, verdes y naranjas,<br />
igual que mis lágrimas amargas que caen, ¡sí!<br />
Me desplomo en este vacío grande,<br />
ningún alma me escucha en este invierno,<br />
se siente demasiado nublado,<br />
pero a la vez muy perfecto.<br />
Trato de ignorarlo,<br />
de ignorar aquel dolor, es una herida abierta<br />
a la que tú le echaste sal,<br />
muy caro tendré que pagar por las consecuencias<br />
que me provocaste,<br />
me encuentro con recuerdos de aquel verano,<br />
no obstante, me resisto jugando entre la arena y el mar.<br />
Me resisto pensando que esa es la manera correcta de tomarlo,<br />
pero termino llorando en la profundidad del océano,<br />
no teniendo a nadie con quien consultar,<br />
amo la luna, el viento que sopla por mis oídos rotos,<br />
recurro a cuestionar los colores del arcoíris, del cielo,<br />
a vivir todos los momentos felices en los que he sido,<br />
y por culpa de esa felicidad, me siento como estoy ahora,<br />
en esta oscuridad, sola de la baja noche.<br />
Se enciende la mañana clara otra vez,<br />
las flores blancas y amarillas despiertan,<br />
entre los bosques frondosos donde las aves silban<br />
en sus nidos de lluvia.<br />
Valery Campos<br />
74
Bajo el pequeño momento<br />
Bajo el pequeño momento<br />
sobre el silencio sepulcral<br />
camino andante<br />
lleno de sol<br />
sobre el impulso propio<br />
en la alegría profunda<br />
bajo la sombra de la higuera<br />
en un paisaje bello<br />
bajo la ventana<br />
pero sin tristeza<br />
sumido en su sueño<br />
sin que se escuche el grito<br />
ni siquiera a la distancia<br />
en un plácido instante<br />
con un suave respiro<br />
sin estar dormido<br />
con un rostro aviar<br />
en un plano abierto<br />
de ojos verdes<br />
con dócil aliento<br />
con el reflejo del viento<br />
en el encierro<br />
y en el olvido<br />
mirando el horizonte<br />
la pequeña ave resplandece.<br />
Santiago Calero<br />
Adrián Wirz<br />
En lo alto, en alta mar,<br />
y sonrientes observando<br />
la hora tranquila, las<br />
colinas<br />
una calle extraña y el<br />
universo<br />
desplegándose para dar<br />
a tu cuerpo<br />
cavidad.<br />
Sobre el mar del verano<br />
las flores,<br />
los jardines,<br />
la hora tranquila del<br />
follaje<br />
hay otro corazón,<br />
corazón.<br />
Salvador Sevilla<br />
Antonella Altuna<br />
El pequeño pensamiento<br />
se vuelve inmenso<br />
El pequeño pensamiento se vuelve inmenso<br />
en medio del silencio con tiempo para crecer<br />
en el largo camino de piedras<br />
bajo el sol sudando la gota gorda<br />
un impulso súbito de reflexión<br />
una promesa de una alegría duradera<br />
en un paisaje que puede ver<br />
a través de su ventana de mentira<br />
que lo protege de la tristeza verdadera<br />
que lo cubre de un sueño plagado de pesadillas<br />
gritos ahogados que se escuchan a la distancia<br />
un mundo sin placer, sin poder respirar aire fresco<br />
un mundo en el que dormir es uno de los temores más<br />
grandes<br />
donde un rostro desconocido es tratado con sospecha<br />
donde el último aliento de alguien se refleja en sus<br />
ojos antes de irse al cielo<br />
cuando el reflejo del agua se torna oscuro<br />
el espíritu de la persona que está reflejada en el agua<br />
es encerrado en las cuevas del olvido<br />
caminando hasta el horizonte está el hombre<br />
sus ambiciones pequeñas<br />
hechas polvo al recordar las tragedias de su mundo.<br />
Pascal Ganoza<br />
75
Reto del poema sin pensar<br />
Mi querido pequeño<br />
cómo te recuerdo en el oscuro silencio<br />
sé que acabaste tu camino<br />
y con este hermoso sol.<br />
Recuerdo tus impulsos comunes en ti<br />
y estallo de alegría de esos recuerdos.<br />
Estoy ahora en la profunda sombra<br />
viendo el paisaje en el que tanto te divertías<br />
y yo te veía por la inmensa ventana.<br />
No puedo ocultar mi tristeza, pero tampoco mi orgullo<br />
sé que estás en un sueño interminable,<br />
pero todavía puedes dar tu grito de guerra.<br />
Sé que la distancia nos separa,<br />
pero el placer de nuestros corazones nos acerca<br />
no hay vez que respire sin recordarte.<br />
Y al dormir, sueño<br />
pensando en tu alegre rostro<br />
en ese paisaje abierto<br />
con tus brillantes ojos<br />
que jugabas hasta quedarte sin aliento.<br />
Qué lindo era verte por el reflejo de la ventana<br />
nunca hubieras podido aguantar este encierro<br />
por más que intento no te olvido.<br />
Ya que para mí eres mi luna en el horizonte<br />
en una pequeña parte de mí lo sé:<br />
Tú no te has ido de mi corazón.<br />
Pablo García<br />
Poema automático<br />
Isabel Pérez<br />
Soy muy pequeño<br />
y me quedé en silencio<br />
por eso camino<br />
y siempre miro el sol<br />
hacia ahí me impulso<br />
para buscar la alegría<br />
abajo del árbol de la sombra<br />
notando un bello paisaje<br />
viendo por la ventana<br />
alejándome de la tristeza<br />
tratando de hacer realidad mis sueños<br />
me asusto y grito<br />
me voy a distancia<br />
para tener el placer de respirar y dormir<br />
en el espejo veo mi rostro<br />
con mente abierta<br />
también veo mis ojos<br />
y huelo mi aliento<br />
me doy cuenta de que tengo buenos reflejos<br />
alguien se porta mal y lo encierro<br />
pero me olvido<br />
por ver como muchos el horizonte<br />
un barco pequeño<br />
y hacia ahí me acerco.<br />
Noah De Col<br />
José Francisco Silva<br />
76
“Bob Esponja, Bob Esponja”, cantaba el televisor.<br />
Respiraba profundamente, emocionado por el nuevo<br />
episodio de mi serie favorita. Habré tenido unos cuatro<br />
o cinco años, y si estoy equivocado, ya había pasado<br />
un tiempito desde que salí del cascarón, pero no más<br />
de cinco vueltas alrededor del sol.<br />
El capítulo tranquilamente comenzaba. Se trataba<br />
sobre las caras graciosas y cómo, al final, Bob, Patricio,<br />
Sandy y el señor Cangrejo terminaron con las caras<br />
deformes y congeladas por hacer muchas muecas.<br />
No pasó mucho del capítulo hasta que me apagaron<br />
la tele. Mi abuelo estaba a punto de fallecer y mi<br />
hermano me quería pasar el teléfono para que le diga<br />
mis últimas palabras y despedirme de él.<br />
Yo, confundido y molesto, no entendía lo que<br />
estaba pasando y le grité a mi hermano: “¡Quiero<br />
terminar de ver el capítulo de Bob Esponja!”. Esa<br />
fue, creo, la peor decisión que he tomado en mi vida.<br />
Estuve peleando con mi hermano hasta que ya no<br />
escuchamos más de mi abuelo por el teléfono.<br />
Mi corazón paró y no sentía mi cara. Sentí cómo<br />
mi alma se hundía más y más en un hueco profundo.<br />
Mientras mi cara se congelaba, justo como el episodio<br />
de Bob Esponja. Ahí fue cuando me di cuenta de que el<br />
mundo no gira alrededor mío.<br />
Nicolás Rabí<br />
Profundas miradas<br />
Sueño prístino,<br />
grato corazón en el que<br />
nos quedamos con las profundas miradas<br />
enganchadas.<br />
Transito por mi sombría somnolencia,<br />
tristes canciones inundan mis sentidos.<br />
Alas pálidas, pero rápidas,<br />
como el movimiento de las nubes.<br />
La vieja confusión me visita,<br />
con su tierna y fiel sonrisa.<br />
Pesadillas heladas<br />
forman confusos caminos,<br />
alrededor de mi pálido rostro.<br />
Pero despierto a una vil realidad,<br />
infeliz realidad.<br />
Amable cielo rosado,<br />
dulces sonrisas,<br />
palabras sinceras.<br />
Herido corazón, mas no roto.<br />
espejo traidor,<br />
íntima y amarga sanación<br />
sombría, fría,<br />
pequeña sombra que no se aparta<br />
gratos ojos los que me miran.<br />
Sencilla humildad,<br />
con la constante, bella, vieja<br />
realidad.<br />
Morgana Mindreau<br />
Gael De la Rocha<br />
77
Fue domingo,<br />
entre fantasmas transparentes<br />
Entre siglos pasados columbro abismos perdidos, ayer<br />
a las seis todo es difuso<br />
mas hoy ya son las once en mi experiencia personal<br />
entre siluetas y luces y una estaca en mi pecho, caigo en cuenta<br />
de tropiezos y mareas que parecen ser parte de un mismo cerro<br />
agujas en mi garganta, hierve en mi pecho lo que ya no se ve,<br />
pero se ve en el espejo.<br />
Cordilleras una tras otra bañadas de preguntas y no preguntas,<br />
de lo que sé y lo que no<br />
lo que veo con ojos pasados y lo que hago con<br />
acciones instantes.<br />
Como estatua en el tiempo queda la vida, mirándome altanera<br />
Porque la luz cae pero no puede contra lúgubre persona<br />
mas siento que no hay lágrima necesaria, de derramar<br />
sobre estas letras<br />
ya que no hay vida que termine por el comienzo.<br />
Tornan como rumores, palabras siniestras y de mi cuerpo<br />
sentimientos de niebla entre sí<br />
se ven ensimismadas en la misma pregunta<br />
¿cómo lo pasado es tan difuso e igual se ve en el presente?<br />
las semanas parecen siglos, los minutos, horas y yo,<br />
llevo esta carga exhibida sobre la cabeza<br />
miro estrellas en este cielo gris buscando algo,<br />
solo cae una gota de luna,<br />
que espanta de mis dientes incisivos<br />
un número crecido de cuerpos inorgánicos.<br />
Doménica Dezar<br />
Mali Puerta<br />
Lucas Villegas<br />
Un silencio, una lágrima<br />
La pequeña muerte<br />
el silencio matador<br />
el camino doloroso<br />
la muerte del sol<br />
el impulso dolor<br />
la alegría se volvió tristeza<br />
sombra oscura<br />
paisaje maldito<br />
ventana rota<br />
la tristeza se volvió una depresión<br />
gracias a eso tuvimos sueño<br />
grito de maldad<br />
distancia lejana<br />
no hubo placer<br />
no pude respirar<br />
ni tampoco dormir<br />
solo vi el rostro<br />
abierto en uno<br />
ojos negros<br />
el aliento feo<br />
el reflejo que no hubo<br />
el encierro de mi corazón<br />
el olvido que tuve en mí<br />
en el horizonte<br />
pequeña lágrima.<br />
Brunella Serrano<br />
78
Pequeña es la luna que se asoma por mi ventana<br />
el silencio es lo que escucho por la vida<br />
el camino me guía hacia ti<br />
veo el sol y siento que me habla<br />
el impulso sale de mí<br />
me lleno de alegría cuando por fin te veo<br />
esa sombra me habla, pero no hago caso<br />
veo el paisaje y me siento libre<br />
esa ventana la veo cuando no estás<br />
tristeza me aborda cuando no te veo<br />
sueño contigo cada noche<br />
grito, porque no aguanto tu silencio,<br />
la distancia me mata<br />
tengo el placer al verte feliz<br />
respirar es lo único que me salva<br />
dormir es mi medicina<br />
tu rostro es hermoso cuando te veo<br />
cuando abro contigo es hermoso<br />
tus ojos cielo son un paraíso<br />
siento tu aliento y me encanta<br />
tu reflejo vive en mí<br />
este encierro me mata, quiero verte.<br />
No me olvides por favor<br />
el horizonte nos junta<br />
esa pequeña flor que me diste aún la guardo<br />
no me olvides de nuevo por favor.<br />
Luciana Saavedra<br />
Era domingo en la guerra<br />
Y entonces sueño en una piedra<br />
duermo y no me detengo<br />
me golpeo el pie contra el zócalo<br />
y gritó de emoción frente a los cerros<br />
lo veo de lejos y me encuentro cara a cara<br />
Voltaire me mira directamente<br />
desvío la mirada y no lo veo<br />
vuelvo a verlo y no está<br />
pienso varias cosas, entre ellas<br />
“esto se puede volver una hecatombe”<br />
y sucede, no está, caos, locura y, sobre todo,<br />
miedo, odio, furia<br />
y se le ve a la lejanía, con su ceño fruncido<br />
con capa en mano y terminará<br />
en su estatua, de espada.<br />
Lorenzo Molina<br />
Catarata sin fin<br />
Pálidos colores caen y caen del cielo,<br />
como el agua de un lago en las alturas,<br />
asombrosa brisa como el aire que sopla en otoño,<br />
serena caída de agua,<br />
calma mental como meditación,<br />
brava, la caída de agua,<br />
como la lluvia cayendo en las calles de Berlín.<br />
Helada brisa, que resopla en mi cara,<br />
como el murmullo de las olas.<br />
Rocas que caen y se quedan,<br />
amables y resonantes,<br />
recordando un suave susurro.<br />
Pocas anécdotas tristes,<br />
al igual que en la playa,<br />
se siente aura graciosa y feliz,<br />
como la Navidad en la infancia,<br />
frío traidor y osado,<br />
como un dolor inaudito.<br />
Kenu Puerta<br />
Veo un cielo tan cercano<br />
Veo un cielo tan cercano que me golpea los ojos,<br />
pero tan lejano que no podría alcanzarlo en mi vida.<br />
Bebo la mitad de un vaso,<br />
tomarlo todo me dejaría con sed en el futuro.<br />
Recibo una llamada que me hace sentir<br />
como si hubiera alguien viéndome.<br />
La persona viéndome ahora me abre una puerta al paraíso,<br />
con un cielo brillante y celeste,<br />
lleno de todo tipo de pájaros.<br />
Y en menos de un segundo,<br />
un auto me choca el corazón y me regresa al inicio del camino.<br />
Pero en ese camino ahora voy en reversa.<br />
Joaquín Planas<br />
Eres la linterna de mi vida<br />
Eres la linterna de mi vida, como el sol es de la tierra.<br />
Cuando me llamas vibro como el agua al tocarla,<br />
cuando me miras me das escalofríos.<br />
Tengo ganas de ser libre como un pájaro por las nubes<br />
y al intentarlo abro las puertas del pasado que no me gustan.<br />
Solo veo un camino sin fin,<br />
intento manejar mis emociones lo mejor que camino<br />
y esto solo me lleva a que te tenga en mi corazón.<br />
Isabella García Rosell<br />
79
Pequeño silencio sordo<br />
sobre el largo camino<br />
Pequeño silencio sordo sobre el largo camino<br />
el sol que alumbra con un impulso del fuego<br />
causa alegría al mirar y sombra al recordar<br />
ese paisaje tan deslumbrante que se veía por la ventana<br />
es triste pensar en no verlo de nuevo<br />
da sueño recordar ese paisaje tan bello<br />
y cuando me quedo dormido grito en este profundo sueño<br />
y lo logro ver un poco a la distancia<br />
que placer de mirar<br />
respirar ese aire del sueño mientras uno duerme<br />
parece que no tengo rostro, solo sentidos<br />
mi paisaje está abierto para todos, ojalá lo vieran<br />
con sus ojos, me recuerda al aliento del mar<br />
y a su reflejo mi sueño parece un encierro de felicidad<br />
pero a veces me olvido y me da pesadillas<br />
tengo ganas de volver a ver ese horizonte<br />
aunque a veces tengo un pequeño recuerdo.<br />
Antonio Álvarez<br />
Rafaela Siles<br />
La soledad<br />
Me despierto como cualquier otro día. Mi robot asistente<br />
me despertó con un ruido de alarma y un rico desayuno<br />
en sus brazos robóticos. Como cualquier otro día, era<br />
un jugo de naranja y tostadas con mantequilla. Lo como<br />
rápido y empiezo a alistarme para trabajar. Era otro día<br />
trabajando desde casa, otro triste y solitario día. Le digo a<br />
mi robot asistente que aliste mi oficina para poder trabajar.<br />
Desgraciadamente ya no es necesario salir de casa para<br />
realizar ninguna actividad o trabajo. Cada quien pasa todo<br />
el tiempo de su vida en su casa. La humanidad ha perdido<br />
contacto, y las personas ya no se relacionan con humanos,<br />
sino con robots. Han pasado más de diez años desde que<br />
veía a alguna otra persona.<br />
Me senté en mi oficina y empecé con todos los trabajos<br />
pendientes que tenía. Pero ese día me sentía más triste<br />
de lo normal. Algo no se sentía bien. Era como siempre,<br />
la soledad. Se puede pensar que el hecho de tener<br />
contacto con inteligencia artificial satisface mi necesidad<br />
de socializar por naturaleza. Pero nada más lejos de la<br />
realidad. Al inicio de toda esta era, parecía eso. Pero nada<br />
terminó siendo como aparentaba. Cada día me despierto<br />
con el insaciable sentimiento de soledad, el cual nunca<br />
desaparece. A mis amigos ya no los veo. Ningún humano<br />
ha vuelto a verse con otro. Los robots y las máquinas<br />
hacen que la humanidad avance como especie, pero<br />
demanda mucho trabajo. Y ahora las personas viven<br />
80
trabajando y no se ven. El futuro de la humanidad se<br />
ve brillante, pero a costa de qué.<br />
Todo el trabajo que tenía parecía interminable.<br />
Y luego de cinco horas de trabajo seguido sin parar,<br />
decidí tomar un descanso para almorzar. Ni bien<br />
terminé de almorzar fui a trabajar de nuevo.<br />
Vivía rodeado de máquinas y robots. Y a veces<br />
pensaba que estaba a punto de volverme loco. No veía<br />
a ningún humano desde hace mucho tiempo. Los seres<br />
humanos somos seres sociables por naturaleza. Y<br />
hasta qué punto pueden llegar los robots para cumplir<br />
con mi función de socializar. Me sentía muy solo.<br />
Cuando de repente fui caminando al baño y de<br />
casualidad voté un plato de comida sobre la máquina<br />
que daba energía a mi casa. Automáticamente se<br />
apagó todo, los robots y toda la electricidad en mi<br />
casa habían desaparecido. Entonces decidí usar el<br />
contactador automático de emergencias para llamar<br />
a un robot a que viniera a arreglarlo. Llegó en más<br />
o menos cinco segundos. Le expliqué lo que pasó<br />
y empezó a revisarlo. Entonces dijo que arreglarlo<br />
tardaría un día entero, por lo que me comenzó a<br />
explicar cómo sería la reparación. En esta era la<br />
energía y electricidad es algo casi tan vital como el<br />
agua, entonces el seguro cubre todos esos daños.<br />
En estos tiempos el internet es algo muy<br />
importante. Por lo que una casa sin electricidad es algo<br />
inhabitable para un ser humano. Por lo que el robot<br />
me dijo que me iban a transportar a otra casa durante<br />
todo el día de la reparación. Pero lo que me dijo luego<br />
me dejó sin palabras e hizo que mi corazón dejara de<br />
latir por unos momentos. Me dijo que me iban a llevar a<br />
la casa de otra persona. Cuando me lo dijo no escuché<br />
nada, sentí un silencio profundo. Una infinidad de<br />
sentimientos invadieron mi mente. Entonces asentí.<br />
Al día siguiente, cuando el robot apareció en mi<br />
casa, me llevó hasta la casa de la persona en la que iba<br />
a estar y luego volvió a mi casa a arreglar mi fuente<br />
de energía. Me dejó enfrente de la puerta. Entonces<br />
toqué. El robot antes de llevarme, me dijo que ya<br />
habían puesto al tanto a la persona. Entonces de<br />
repente escucho pasos y la voz de alguien diciendo “ya<br />
voy”. En ese momento mi corazón empezó a latir muy<br />
rápido. Abrió la puerta una chica. Cuando la miré, ella<br />
hizo lo mismo y los dos nos quedamos inmóviles por<br />
un par de segundos. Luego la saludé, ella respondió y<br />
los dos movimos nuestras manos para saludarnos con<br />
un apretón de manos. En el momento en el que sentí<br />
el contacto de sus manos sentí algo que no sentía<br />
hace mucho. Era como si tocara algo que nunca antes<br />
hubiera sentido. Y quité mi mano instintivamente.<br />
Pero ella lo tomó de una buena manera. De mis ojos<br />
salió una pequeña lágrima que no pude controlar. La<br />
chica reaccionó con una tierna risa, lo que hizo que<br />
mi corazón latiera más rápido de lo que ya lo hacía. De<br />
repente sentí como si todos los problemas del mundo<br />
hubieran desaparecido y no hubiera nada más en el<br />
mundo que ella y yo. Se me erizó la piel. Entonces<br />
ella se acercó y me dio un abrazo. En el momento en<br />
el que sus brazos rodearon mi cuerpo sentí una paz<br />
interior. Mi mente sentía una combinación entre todas<br />
las emociones que un humano pudiese tener. Ella se<br />
sonrojó, y por ende, yo también.<br />
La chica de repente entró a su casa y me hizo un<br />
gesto para que pase. Lo único que quería era que ese<br />
generador de electricidad nunca se reparara. Por arte<br />
de magia me llegó un mensaje al contestador móvil.<br />
Era del robot que me decía que el error era más grave<br />
de lo que pensaba y que quizá me tenía que quedar<br />
un par de días más. Entonces entré a la casa, como la<br />
chica me lo había dicho, y vi que tenía un papel entre<br />
las manos, algo que no se usa desde hace casi veinte<br />
años. Sin embargo, había aún algunas personas que<br />
lo usaban, ella parecía ser una de ellas. El papel decía:<br />
“Permiso para convivir con otra persona”.<br />
Yaku Gálmez<br />
Domingo<br />
Era simplemente un domingo, sin mucho misterio.<br />
La cocina estaba limpia, los suelos encerados, los<br />
niños dormidos y la madre llorando. Era simplemente<br />
un domingo, hasta que el reloj marcó las doce y dejó<br />
de serlo. La mujer que lloraba silenciosamente en la<br />
ventana dejó de respirar, un último grito de angustia<br />
quedó atrapado entre su pañuelo y su garganta.<br />
Estaba atrapada, no podía sentir ni moverse, pero<br />
lo que más le molestó fue que ya no podía llorar.<br />
Una ráfaga de viento golpeó su vieja y demacrada<br />
cara; fue entonces cuando notó que estaba en<br />
el jardín de su casa, y tenía a sus hijos abrazados<br />
en su regazo. Tras muchos intentos por fin logró<br />
mover la cabeza, observó el cielo y se percató de la<br />
falta de luna. Realmente el paisaje era precioso, el<br />
descuidado césped había empezado a tomar un tono<br />
extrañamente grisáceo, las ventanas de la vieja y gran<br />
casa reflejaban la misma sensación que produce un<br />
trago amargo de café. Las grandes vigas en la entrada<br />
parecían poder sostener hasta lo insostenible; los<br />
árboles secos estaban cubiertos de nieve, salía un<br />
humo espeso y caliente de la chimenea; todo parecía<br />
tan acogedor que cualquier persona se hubiera<br />
preguntado seriamente si aquella casa era real.<br />
81
En frente de uno de los árboles había un buzón<br />
rojo y oxidado, sobre el que reposaba un gran cuervo<br />
negro. Si no fuera por la inquietud que le causaba lo<br />
que estaba pasando, aquella mujer hubiera podido<br />
perderse y desaparecer para siempre en la soledad y<br />
belleza de su propio hogar.<br />
Pasaron unos segundos y uno de los niños, un<br />
poco confundido, intentó entrar a casa para seguir<br />
durmiendo, pero a los pocos pasos se dio contra un<br />
ente invisible que le impedía el paso. El golpe fue<br />
tan rotundo que al caerse, sus rodillas pequeñas y<br />
frágiles empezaron a sangrar y a manchar la nieve.<br />
Naturalmente su madre corrió a ayudarle, pero la<br />
detuvo el mismo muro invisible. Todo detrás de<br />
aquella pared parecía infinitamente borroso, como un<br />
horizonte en otoño. Se empezaron a escuchar leves<br />
murmullos que poco a poco se convirtieron en voces<br />
confusas y muy fuertes. Los ruidos parecían venir de<br />
todos lados. “¡No toques eso!”, dijo una mujer. “¿Quién<br />
lo pintó?”, preguntó un niño. Las voces llegaron a<br />
hacerse insoportables, los hijos de la mujer empezaron<br />
a llorar en su regazo, hasta que se hizo un silencio<br />
rotundo y doloroso:<br />
–¡Pasemos al siguiente cuadro, niños! –dijo un<br />
hombre. De nuevo un gran silencio invadió aquel<br />
paisaje, que ahora no es más que el fondo de una<br />
pintura protagonizada por una madre que llora cada<br />
domingo a las doce.<br />
Mae Alorda<br />
Hacer algo<br />
Los ojos de la pequeña y temblorosa criatura que tenía<br />
en mis manos parpadeaban frenéticamente, mientras<br />
su mirada aterrorizada se mantenía fija en la niña<br />
que lo sostenía, y que en ese momento significaba el<br />
augurio de su muerte inminente.<br />
No recuerdo haber vivido una situación como<br />
aquella, donde lo mórbido de la imagen que tenía<br />
frente a mí no me permitía despegar la vista, un<br />
magnetismo enfermo que hasta ahora me cuestiono.<br />
El tacto de la sangre era tibio y viscoso entre mis<br />
dedos. El cuerpo tembloroso de un pichón con las alas<br />
completamente desgarradas se retorcía y temblaba<br />
ante mi toque, y yo sentía cómo ese retrato quedaba<br />
grabado a fuego en mi retina. Había perdido la cuenta<br />
de los minutos que habían pasado desde que mis<br />
padres me habían dejado sola en el jardín después de<br />
haberles informado del hallazgo que había hecho.<br />
–Déjalo, amor, está muriéndose, va a sufrir más si<br />
no lo dejas tranquilo.<br />
En ese momento no me percaté de que había<br />
estado en la misma posición por bastante rato, con<br />
el pasto haciéndome cosquillas en las rodillas. No me<br />
percaté del calambre que se formaba en mi pierna, ni<br />
en la tijereta que trepaba por mi brazo. Sólo me podía<br />
concentrar en la abrumadora sensación de tener el<br />
llanto atorado en la garganta a pesar de haber gastado<br />
todas mis lágrimas.<br />
Estaba sufriendo. Lo podía ver en el ángulo anormal<br />
que había adoptado una de sus alas desgarradas. Lo<br />
podía sentir en los latidos de su corazón, que cada vez<br />
se hacían más irregulares. Lo podía escuchar en los<br />
chirridos desafinados y lastimeros que soltaba con<br />
dificultad cada cierto rato. Estaba sufriendo mucho.<br />
–¡¡Mamááá!! ¡Lo tenemos que llevar al veterinario,<br />
todavía no está muerto! ¡Por favor, por favor! ¡Se va a<br />
morir!<br />
La mirada de lástima e impotencia que me dirigió mi<br />
madre en ese momento fue algo sin precedentes. No<br />
me respondió, solo me abrazó mientras me acariciaba<br />
la cabeza y yo no podía postergar más el llanto.<br />
Supongo que en mi joven mente quise mantener la<br />
esperanza de que podía hacer algo por aquella pobre<br />
criatura. Quise convencerme de que podía hacer algo.<br />
Siempre se puede hacer algo.<br />
La conciencia y el corazón me pesaban cada vez<br />
más. Dejé suavemente el pequeño y tembloroso<br />
cuerpo en el pasto. Las ganas de estallar en lágrimas<br />
me carcomían.<br />
Aún en el pasto se retorcía de dolor, sacudiendo<br />
sus muñones ensangrentados en un inútil intento por<br />
incorporarse.<br />
Siento ganas de vomitar. Apoyo mis manos en el<br />
pasto para erguirme, la sangre reciente de mis palmas<br />
resalta en el pasto junto a la que ya está reseca. Sí,<br />
siempre se puede hacer algo. Me repito eso mientras<br />
me levanto sin reparar en las marcas rojas que ha<br />
dejado el pasto en mi piel, ni en la picadura infectada<br />
que llevo en el brazo. Se me revuelve el estómago<br />
por la mezcla de náuseas y repulsión que me provoca<br />
pensar en lo que estoy a punto de hacer.<br />
En lo que tengo que hacer.<br />
Camino a paso trémulo fijando mi vista en la piedra<br />
más grande del jardín. Siempre me había costado<br />
levantarla, pero esta vez lo hago sin esfuerzo alguno, o<br />
tal vez sin reparar en lo que me cuesta.<br />
Cada respiración, cada brisa, cada movimiento<br />
de las hojas a mi alrededor sucede en cámara lenta,<br />
la brumosidad del ambiente me resulta tan irreal<br />
82
que me empiezo a preguntar si lo que está pasando<br />
no es producto de mi imaginación. Las hormigas y<br />
escarabajos aceleran su paso y se amontonan en<br />
bultos en cuanto levanto la piedra, que deja un hueco<br />
amarillento en la hierba. Es una imagen asquerosa,<br />
pero mi mente está tan saturada de emociones<br />
encontradas que el asco que podría llegar a sentir<br />
queda en segundo plano.<br />
Los latidos de mi propio corazón retumban en mis<br />
oídos. Sé lo que tengo que hacer, pero noto cómo<br />
parte de mi cuerpo se resiste ralentizando mis pasos<br />
y frenando la marcha a momentos. Me paro frente a la<br />
paloma, y le dirijo una última mirada.<br />
Ahora es mi respiración la que está acelerada.<br />
Ahora soy yo la que parpadea desesperadamente.<br />
Ahora es mi pequeño cuerpo el que está temblando, y<br />
mis brazos los que pesan. La pequeña ave parece saber<br />
lo que le espera. Siento cómo la repulsión y la lástima<br />
que me produce verlo sacudir con más vehemencia<br />
sus extremidades inservibles al verme acercarme se<br />
asientan en mi garganta junto con el llanto comprimido.<br />
Pero no se merece lo que sea que le hayan hecho, por<br />
eso sé que lo que estoy a punto de hacer es lo correcto.<br />
Los pasos que debo seguir están marcados con<br />
sangre.<br />
Me detengo ante ella antes de dirigirle una<br />
última mirada. La piedra resbala entre mis dedos<br />
ensangrentados y hace un ruido seco y determinante<br />
al impactar con todo su peso en el pasto. Ni siquiera<br />
tengo que bajar la mirada para saber que mi puntería<br />
fue certera.<br />
Siempre se puede hacer algo.<br />
Julieta Montani<br />
Se enredó<br />
Se enredó<br />
y desde entonces<br />
en tu alma<br />
solo fluye<br />
paz y armonía.<br />
Al despertar<br />
solo se respira risa<br />
ya que el sol brilla<br />
porque llegó la primavera.<br />
Cada día el atardecer<br />
es una maravilla<br />
en el cielo todo resplandece<br />
y en la tierra todo es alegría.<br />
Alexia Colmenares<br />
Sofía Christodulu<br />
83
Cuarto de media<br />
Un momento de descanso<br />
Azz…Azz…Azz… Era el sonido que emitía mi perro Max<br />
mientras caminaba. Lo hacía sacando la lengua cuando<br />
estaba feliz y un poco cansado a la vez. Me encontraba<br />
caminando a su costado, sujetándolo de su cadena.<br />
Lo estaba sacando a pasear, más específicamente<br />
estábamos volviendo a la casa luego de caminar<br />
veinticinco minutos.<br />
Para entender un poco mejor la historia, tienen que<br />
saber que yo era incapaz de jalar de la correa de Max,<br />
simplemente no podía hacer una acción que podría<br />
hacerle daño de alguna manera, aunque sea mínima. Oh,<br />
y el perro Max sabía eso, por lo que era prácticamente él<br />
quien me sacaba a pasear.<br />
Yo iba escuchando música como siempre, todo iba<br />
normal hasta que llegamos a un parque que ya estaba<br />
a una cuadra de la casa. Este parque está al costado de<br />
un restaurante que tiene un enorme árbol que lo cubre<br />
como un techo. Cuando llegamos al costado del parque,<br />
Max se detuvo. Como era costumbre, supuse que todavía<br />
quería seguir paseando, así que intenté ir hasta la otra<br />
dirección, pero el perro Max se quedó quieto, y lo mismo<br />
con las otras direcciones, hasta que al fin se movió hasta<br />
el parque. Se sentó y se quedó en la sombra del árbol. Al<br />
principio le dije: “Vamos, Max, ya en la casa tomas agua y<br />
descansas”. No obstante, no se movió.<br />
Dante Torrejón<br />
Aitana De Argumaniz<br />
Así que decidí escuchar música y esperar a que se<br />
moviera. Pasados diez minutos me molesté un poco y le<br />
dije de nuevo: “Vamos, Max”. El perro ni se movió.<br />
Pasados quince minutos, el perro Max pasó de estar<br />
sentado a echarse completamente contra el pasto.<br />
Ahí me preocupé un poco, intenté levantarlo, pero<br />
nada, el perro Max seguía echado haciendo su sonido<br />
característico. A los veinticinco minutos me preocupé,<br />
recuerdo que saqué mi celular y busqué si era posible que<br />
los perros sufrieran una parálisis de un momento a otro,<br />
pero el perro Max claramente no tenía una parálisis. Como<br />
no se levantaba decidí llamar a mi papá, le dije lo que<br />
estaba sucediendo, Max se había echado en un parque<br />
hacía casi treinta minutos y no se quería levantar. Mi papá<br />
dijo que iba en un rato y me dispuse a esperarlo.<br />
Cuando llegó mi papá se dirigió hacia nosotros, lo<br />
miró y dijo: “Max, vamos”. Como por arte de magia el perro<br />
Max se levantó. Movió la cola y se dispuso a ir a casa.<br />
Yo me quedé estupefacto. Media hora había esperado<br />
diciéndole que se levantara y mi papá llega y le dice<br />
“vamos”, y se para. Recuerdo que el resto del día estuve<br />
bastante molesto con él.<br />
Ya ha pasado casi un año desde que pasó aquello y<br />
lamentablemente el perro Max ya no está con nosotros.<br />
A veces pienso en aquella vez, ¿por qué lo hizo? La<br />
conclusión más obvia es que se estaba aprovechando<br />
84
de mí ya que yo era muy blando con él. No obstante,<br />
pienso que era otra cosa. Lo que yo pienso es que más<br />
que aprovechamiento, era confianza que el perro Max<br />
me tenía. Lo que yo creo es que como él ya era un perrito<br />
medio viejo, muchas veces se cansaba cuando lo sacaban<br />
a pasear y sabía que mi hermano o mi papá no lo hubieran<br />
dejado descansar, en cambio yo sí. Era la confianza que<br />
me tenía el perro Max.<br />
Hernando Guerra García<br />
Sentada en el sillón, llorando lágrimas gordas y feas, sentí<br />
como si fuese el fin del mundo. Continué llorando durante<br />
largos minutos en mi propio mundo, donde reinaba el<br />
silencio y la desolación.<br />
Poco después fue mi madre quien habló: “Hay que<br />
enterrarla abajo, en el jardín”. Abruptamente paré de llorar<br />
e inmediatamente dije: “No, no voy a dejarla podrirse en<br />
la tierra y que los bichos se la coman lentamente. Hay que<br />
cremarla”.<br />
Todos quedamos de acuerdo con esa solución, y<br />
me fui a mi cuarto a llamar a la veterinaria para arreglar<br />
que se la lleven. Todo pasó muy rápido, casi irreal en<br />
ese momento, pero antes de que me diera cuenta, ya<br />
habíamos programado la fecha de su cremación. En ese<br />
momento todos nos dispersamos a diferentes lugares de<br />
la casa, pero yo me quedé sola en la sala con ella.<br />
La miré un rato, aún esperando que se acerque a mí<br />
por su cuenta, y se sobara contra mi mano. Después de<br />
Fabrizio Carbajal<br />
un rato, por fin encontré el coraje para tocarla.<br />
Estaba fría y tiesa, indudablemente muerta.<br />
Fue una sensación rara, ya que yo estaba<br />
acostumbrada a que esté cálida y llena de vida, que se<br />
despierte con un toque de mi mano. No me acuerdo lo<br />
que le dije, pero indudablemente fue una despedida,<br />
larga y compleja, que se sintió más como un hola en<br />
realidad.<br />
Finalmente, antes de irme a llamar a mi papá para<br />
que la lleve al crematorio, le quité el collar que colgaba de<br />
su cuello, jurando cuidarlo por siempre y quedándomelo<br />
como un recuerdo final. En ese momento se sintió como<br />
el fin del mundo, como si en cualquier momento fuese<br />
a caer dormida y nunca despertar, igual que ella, pero<br />
lentamente me acostumbré al sentimiento y seguí<br />
viviendo.<br />
Amaranta Gutiérrez<br />
El elefante africano<br />
y su sentido del olfato<br />
Mi larga trompa no tiene mucho que ver con mi eficaz<br />
sentido del olfato. Los perros mayormente se llevan el<br />
puesto y son conocidos como uno de los animales que<br />
mejor huelen, los usan para detectar drogas y hasta para<br />
investigaciones; sin embargo, mi olfato es dos veces<br />
más eficaz que el de estos y nunca me han llamado para<br />
ir al aeropuerto y oler a los pasajeros, tampoco me han<br />
llamado para ser amigo del policía y ayudarlo cuando<br />
hay crímenes que resolver, pero ya aprendí a superar<br />
que yo no tengo el reconocimiento que merezco. Si tú,<br />
un humano, crees que tienes buen sentido del olfato,<br />
yo lo tengo cinco veces mejor. Intenta imaginar eso:<br />
olores cinco veces más intensos y cinco veces más es la<br />
distancia a la que llego a oler. Muchas veces me siento un<br />
poco abrumada con tantos olores a mi alrededor, pero he<br />
aprendido a vivir con eso y ya no verlo como algo malo,<br />
sino como una habilidad que me ayuda a sobrevivir y es<br />
parte de mí.<br />
En vez de compararme a mí y mi sentido del olfato<br />
con los de otros animales, con mi eficiente habilidad para<br />
olfatear huelo todo lo que quiero, como mi comida, para<br />
saber dónde está o qué es; y huelo a mis depredadores<br />
para no terminar siendo la comida de un león. Cuando<br />
me paseo por la sabana, a pesar de que puede parecer<br />
un desierto vacío, hay muchos olores. Las gacelas, por<br />
ejemplo, tienen un olor muy agradable y elegante, ya<br />
que no se andan revolcando por ahí como los zorros. De<br />
ellas no me tengo que preocupar, no me hacen nada ni<br />
intentan asustarme rugiendo: son ellas las que se corren<br />
de mí, ya que soy tres veces, sin exagerar, más grande<br />
que ellas. Cuando huelo leones, ahí sí, ni pensarlo<br />
dos veces, regreso por donde llegué. A ellos prefiero<br />
evitarlos, son muy groseros.<br />
85
Mi comida siempre huele bien, hierba, fruta y corteza,<br />
es lo que más me gusta oler. La verdad que me alegra el<br />
día, me da más tranquilidad que oler otros animales. No<br />
es que sea antisocial, ni siquiera los puedo ver ya que<br />
soy más grande que todos, pero igual, elijo evadirlos.<br />
Recuerdo y distingo todo por olores, mi memoria es muy<br />
buena, es otro de mis grandes atributos, que, de nuevo,<br />
los humanos no parecen apreciar. Seguro les asusto por<br />
mi altura o porque de casualidad los pise con mis grandes<br />
y pesadas patas, un poco patético. Tener memoria buena<br />
y buen sentido del olfato me ayudan a sobrevivir en este<br />
desierto lleno de animales salvajes y feroces que no<br />
saben comportarse.<br />
Aisa Sara<br />
La metamorfosis<br />
Al despertar Ainhoa Arigita una mañana, tras un sueño<br />
intranquilo, encontrose en su cama convertida en un<br />
monstruoso insecto. Bajando la mirada y analizando<br />
su nuevo cuerpo, se dio cuenta de que era ahora una<br />
cucaracha del tamaño de un humano.<br />
—Vaya. No me gustan las cucarachas— se dijo a sí<br />
misma.<br />
Se levantó de la cama y tomó unos pasos hacia su<br />
armario.<br />
—No tiene sentido ponerme mi ropa. No solo no me<br />
va a entrar, sino que nunca he visto a una cucaracha usar<br />
ropa— se dio cuenta.<br />
Pero sí se puso medias. Se miró a sí misma en<br />
el espejo, contemplando su asqueroso cuerpo de<br />
cucaracha. Ainhoa realmente detestaba las cucarachas,<br />
Gabriel Vargas<br />
pero entendía que molestarse de poco ayudaría.<br />
Abrió la puerta de su dormitorio y bajó las escaleras<br />
cuidadosamente: era un poco difícil mantener el balance<br />
con un cuerpo tan grande y unas piernas tan flacas. Su<br />
madre se encontraba en la cocina, de donde provenía un<br />
rico olor a panqueques: era la especialidad de su madre<br />
junto a ser una buena abogada. Ainhoa entró a la cocina<br />
y se sentó en la silla más pegada a la ventana que daba al<br />
jardín, ella se sentaba ahí siempre. Su madre volteó hacia<br />
ella.<br />
—¡Vaya! Alguien no durmió sus ocho horas —exclamó<br />
su madre mientras servía los panqueques en el plato<br />
frente a Ainhoa.<br />
—No sé qué hacer, mamá. Creo que las cucarachas no<br />
comen panqueques. Comen caca. No quiero hacer eso<br />
mamá, no quiero ser una cucaracha —respondió Ainhoa<br />
con lágrimas acumulándose en sus ojos.<br />
—Ya. No seas tan dramática y por favor come tus<br />
panqueques.<br />
Ainhoa se comió sus panqueques sin siquiera tocar<br />
los cubiertos. Extrañaba mucho su cuerpo, en especial<br />
su piercing de escorpión en el ombligo. Se empezaba a<br />
dar cuenta de que hoy iba a ser un día muy complicado,<br />
y que podría ser que hoy sea el día en el que cambiaba el<br />
resto de su vida por completo. ¿Cómo iba a bailar? ¿Ya no<br />
sería la más linda de su clase? ¿Perdería a sus amigos?<br />
Varias preguntas circulaban por su cabeza y no podía<br />
responder ninguna, más y más lágrimas empezaron a<br />
salir de sus ojos. Se secó el agua salada de sus ojos y se<br />
dirigió hacia su baño, donde se lavó la cara y se quedó<br />
con la mirada fijada en el espejo.<br />
—Vamos, Ainhoa, no llores. De nada sirve eso ahora,<br />
tú eres fuerte. —Se motivó—. Pero… pensándolo un poco<br />
más, creo que sería mejor que no salga hoy día. ¿Quién<br />
sabe qué pasaría? Podrían llevarme a un laboratorio<br />
a investigarme u otras cosas, mejor debo pasar<br />
desapercibida.<br />
Volviendo a su cuarto pasó por una ventana que<br />
daba a la calle, se asomó discretamente y se quedó<br />
sorprendida con lo que estaba viendo. Se frotó sus ojos<br />
con sus patas de cucaracha y seguía viendo el mundo.<br />
Había una mantis del tamaño de un humano caminando<br />
por la calle. Ainhoa pensó en la envidia que tenía, claro<br />
que más envidia le tenía a aquellos que no habían<br />
cambiado de cuerpo, pero ser una mantis era mucho<br />
mejor que una asquerosa cucaracha. Las mantis siempre<br />
son vistas como símbolos de inteligencia y sabiduría,<br />
mientras que las cucarachas son solo insectos a los que<br />
les tienen miedo o les tienen asco…. O ambos.<br />
Salió corriendo de su casa en un intento de alcanzar a<br />
la mantis que caminaba tan tranquilamente.<br />
—Oye, perdón. Me he despertado así y veo que tú<br />
igual. Por favor, ayúdame. No sé qué hacer— suplicó<br />
Ainhoa.<br />
—¡Vaya! Qué niña más irrespetuosa, ¿no te han dicho<br />
que si no tienes algo lindo que decir no lo digas? Pues<br />
86
no, hoy no es mi día y no me siento muy bien. Y no me<br />
importan tus problemas. Hasta luego— contestó la mantis<br />
con ofensa.<br />
Ainhoa se dio cuenta de que nadie la estaría<br />
ayudando hoy día. Ni siquiera su propia madre. Lo más<br />
raro era que mientras estaba hablando con la mantis,<br />
personas con aspecto humano habían pasado por ahí y<br />
nadie había siquiera volteado la mirada. Algo raro sucedía,<br />
pero Ainhoa decidió seguir con su día ya que todo este<br />
pensar le estaba causando un dolor en la cabeza. Y así<br />
fue que se dirigió al supermercado a hacer sus compras,<br />
salió a pasear a su perro y hasta se cruzó con sus amigas<br />
del colegio. En todo el día, nadie había mencionado nada<br />
acerca de su asqueroso aspecto. Al llegar a su casa se<br />
echó en su cama y vio el techo.<br />
—Vaya, que día tan loco —dijo tras un suspiro.<br />
Su perro entró a su cuarto y se echó en la cama junto a<br />
ella. Ainhoa le empezó a hacer caricias.<br />
—Ay, Cuatro, creo que ya lo entiendo— le dijo a Cuatro,<br />
el perro—. Nadie lo notó, solo yo. Solo yo lo noté. Solo yo lo<br />
dije. A nadie le importó.<br />
Gael Olaechea<br />
Cuatro no respondió. Se quedaron echados en la cama<br />
hasta quedar dormidos. ¿Quién diría que un perro y una<br />
cucaracha podrían llevarse tan bien?<br />
Al día siguiente, al despertar, se pudo poner más<br />
que solo sus medias y tenía su piercing en el ombligo de<br />
vuelta.<br />
Ainhoa Arigita<br />
La metamorfosis<br />
Al despertar Sebastián una mañana, tras un sueño<br />
intranquilo, encontrose en su cama convertido en un<br />
monstruoso insecto. Claro que hay un momento triste, el<br />
no poder comunicarse con sus seres queridos es lo más<br />
triste de todo. Pero Sebastián había dormido con la tele<br />
prendida, y justo pasaba ese episodio de la serie animada<br />
Rick y Morty (una serie de comedia donde un científico<br />
y su nieto van en aventuras) donde Rick Sánchez logra<br />
sobrevivir un día siendo un pepinillo. Lo que este hace<br />
para sobrevivir es lo siguiente: empieza matando una<br />
cucaracha con su boca y se empieza a transportar<br />
tocando su cerebro para mover diferentes partes de su<br />
cuerpo. Sigue su camino haciéndose un exoesqueleto<br />
que puede manejar conectándolo con sus neuronas, y<br />
sé que esto parece una cosa de ciencia ficción, pero Elon<br />
Musk hoy ya ha hecho el primer neurolink. Sebastián sabe<br />
que no es un científico loco así que definitivamente va a<br />
necesitar ayuda. Por suerte este puede comunicar con<br />
código morse la SOS, piensa un segundo cómo hacerlo y<br />
decide que la manera más simple es en un papel poner<br />
… —- … con su propia sangre. Lamentablemente, aunque<br />
quisiera, sabe que la persona a quien comunicarlo no es<br />
su familia, pues esta no solo no entiende código morse,<br />
sino que matarían a la monstruosidad en la que se ha<br />
convertido. Pero no pierde la esperanza, él piensa que el<br />
lugar más seguro donde comunicar su mensaje tiene que<br />
ser una universidad de científicos.<br />
Como cucaracha que es tiene que sobrevivir, pero<br />
igual ser precavido. Así que salta de su ventana y con la<br />
vitalidad que tiene vuela lo más lejos posible buscando<br />
carteles de una universidad. Sebastián prefiere bloquear<br />
los pensamientos oscuros que su mente suele gritarle,<br />
así que para distraerse empieza a apreciar su nueva vista.<br />
Por más que ahora sea verdosa, es clara y otra ventaja<br />
es que ahora puede volar, no es demasiado cómodo pero<br />
este era uno de los sueños del chico.<br />
¿Qué está impulsándolo? ¿Por qué lucha por poder<br />
comunicarse? Pues Sebastián no tiene nada importante<br />
que decir, y ahora que es una cucaracha nada importante<br />
que hacer. Probablemente lo más significativo que ha<br />
“hecho” es ser una cucaracha. Entonces, ¿cuál es el<br />
motivo de su lucha? Bueno, Sebastián no tendrá nada<br />
importante que decir, pero es un firme creyente que el<br />
90% de las cosas que hacemos es para sentirnos un poco<br />
menos solos, y él nunca se ha sentido más solo que en<br />
87
estos momentos y no puede creer que ya dijo su último<br />
hola o les dijo a sus seres queridos te amo por una última<br />
vez, o simplemente que haya dicho su última broma. Así<br />
que tiene que seguir volando.<br />
Como aún no ha encontrado nada y se está cansando<br />
bastante, se para a pensar. El invento de Elon Musk<br />
aún no llega a Perú, de hecho aún no está a la venta. El<br />
único lugar donde existe es USA, pero, ¿cómo viajará en<br />
avión? Rápidamente encuentra la manera, su madre se<br />
va a Estados Unidos (es azafata), su bus debería estar<br />
pasando por ahí en menos de una hora. Así que vuela lo<br />
más rápido que puede al departamento de su madre.<br />
Afortunadamente, justo ha llegado el bus que la<br />
recoge, y ella aún no baja. tiene que intentar entrar al<br />
motorizado sin que las azafatas se den cuenta (pues<br />
definitivamente se encontraría pisoteado si eso pasase).<br />
Ve una ventana trasera, donde nadie está sentado y<br />
ágilmente se cuela por ahí. Su madre baja y pasan por el<br />
siguiente pasajero. Cuando llegan al aeropuerto, el bicho<br />
se mete en la cartera de su madre para pasar entre toda<br />
la gente pasando de ser percibido.<br />
Su madre lo lleva a la oficina del crew del avión.<br />
Sebastián no puede ser revisado por check out entre<br />
maletas, ya que estas revisan seres vivos. Lo que piensa<br />
hacer es meterse en el pantalón de uno de los pilotos,<br />
que con un poco de suerte llevará medias gruesas y así<br />
no sentirá al invertebrado. Este saca la cabeza del bolso y<br />
revisa la habitación. Lamentablemente no ve ningún piloto<br />
pero percibe una cosa que definitivamente es segura y lo<br />
dejará pasar. El gorro del piloto. Está en la mesa al lado del<br />
propietario de este, con suerte no revisará su gorro antes<br />
de ponérselo. Además parece distraído coqueteando con<br />
una de las azafatas nuevas. Sebas vuelve a intentar ser lo<br />
más sigiloso posible y tras un diminuto paso tras otro logra<br />
quedarse en un pliegue de su gorra.<br />
Tras un tiempo el capitán no sospechoso se pone su<br />
gorra y a partir de aquí Sebastián toma una siesta. Ha<br />
estado muy estresado todo este tiempo, y si algo era<br />
cuando era humano era un dormilón profundo. Aunque<br />
después de ocho horas y tras un grito de desesperación<br />
del piloto al ver una cucaracha en su cabeza, Sebastián<br />
sale bien despierto a volar por su vida.<br />
Ha llegado a Miami, edificios, calor que le sienta<br />
más cómodo que nunca y la búsqueda de un hombre,<br />
Elon Musk. ¿Cómo encontrar a un hombre en uno de<br />
los países más grandes y más poblados del mundo? Si<br />
fuera cualquier otro hombre tendría un problema, pero<br />
Elon Musk es una celebridad, y una de las más sociales.<br />
Antes de ser cucaracha, Sebas no paraba de ver los<br />
tuits del filántropo. Así que Sebas tiene que, de alguna<br />
manera, encontrar una computadora con teclas que una<br />
cucaracha pueda usar, buscar el lugar donde vive Elon<br />
Musk e ir, pero primero una siesta en el techo de este<br />
hotel. Sueños de ser humano lo encuentran fácilmente y<br />
se siente cómodo así.<br />
Sebastián Saco Vértiz<br />
Santiago Salazar<br />
La lechuza y su sentido del oído<br />
El sonido arrullador y uniforme del roce de los pétalos<br />
de las flores es interrumpido por los pasos del pequeño<br />
roedor. Agudizo el oído y percibo cómo se juntan y<br />
expanden sus fosas nasales cuando se acerca a las flores,<br />
la fricción de su cuerpo con la tierra cuando se agacha<br />
y arrastra por ella. Me concentro: los latidos rápidos de<br />
su corazón no son ahora más que un mapa que me va<br />
a llevar directo a mi presa. Mis garras emiten un sonido<br />
grave y profundo al arañar la madera del árbol cuando me<br />
empujo y salto para volar. Mi cuerpo se encuentra con la<br />
fuerza del viento, cuyo intenso susurro me desconcierta<br />
y hace que pierda el rumbo por un momento. Aíslo cada<br />
vibración no proveniente del cuerpo de mi objetivo y<br />
logro recuperar el control. Me acerco, su corazón late en<br />
mis oídos. Tomo un último fuerte impulso con un gran<br />
movimiento de mis alas y me lanzo para atraparlo.<br />
Camila Díaz<br />
Transmisión<br />
Todo lo que empieza mal termina mal. Éramos los últimos<br />
dos sobrevivientes de ese accidente que pasó hace más de<br />
sesenta años, aunque se podría decir que de cierta forma<br />
nosotros tuvimos la suerte de solo estar activos los últimos<br />
88
dos de estos. Las cosas habían cambiado demasiado,<br />
pero por suerte nos teníamos a nosotros, el uno al otro.<br />
A él le encantaba describirme como un rayo de luz pura,<br />
quizá por el hecho de que nuestro cabello era blanco o<br />
quizá simplemente le gustaba hasta ese punto. Sigo sin<br />
entender por qué me alababa de esta manera, ya que yo<br />
muy rara vez le he correspondido sus halagos. Estábamos<br />
explorando lo poco que quedaba del gran centro comercial<br />
en el centro de la ciudad, el cual había ya sido retomado por<br />
la naturaleza, cuando recibimos una señal codificada para<br />
nosotros, transmitida en una frecuencia específica, y que<br />
según el Pod, era una grabación.<br />
La grabación que habíamos encontrado parecía<br />
provenir del sitio del choque del búnker, aparentemente<br />
alguien había estado transmitiendo desde hacía<br />
mucho tiempo y reenviando la señal codificada a todo<br />
sobreviviente. Él y yo éramos los únicos sobrevivientes<br />
de los que sabíamos, y aunque llevábamos poco tiempo<br />
activados, no hemos tenido la suerte de encontrar a<br />
nadie más como nosotros. Al momento de reactivar la<br />
antena recibimos la señal, estaba bastante dañada y<br />
corrompida, probablemente por el tiempo que llevaba<br />
transmitiendo, pero conseguimos salvar un pedazo de<br />
esta pequeña transmisión.<br />
[Decodificación terminada, mostrando transmisión]<br />
Las primeras imágenes fueron confusas, solo una<br />
imagen negra sin nada aparente, hasta que luego de<br />
unos momentos el video se hizo más claro. Una mujer<br />
con pelo que mostraba rastros de haber sido dorado,<br />
pero debido al poco cuidado el resaltante color había<br />
desaparecido. Todo el resto de su cuerpo estaba cubierto<br />
por la característica ropa que todas las operadoras<br />
de YoRHa llevaban, una tela negra casi transparente<br />
cubriendo todo su cuerpo además de un vestido corto<br />
y pegado negro con decoraciones circulares doradas<br />
que iban desde el cuello hasta la cintura. Esta figura<br />
nos pareció muy familiar. Con su rostro suave y piel clara<br />
junto a esos ojos azules brillantes, esta mujer tenía que<br />
ser la operadora de mi compañero. Seria y fría, nunca la<br />
habíamos visto atada a nada de la misma forma que mi<br />
compañero y yo lo estábamos, por ejemplo. A su costado,<br />
había una máquina blanca con forma rectangular flotando<br />
arreglando su brazo con sus propios brazos mecánicos,<br />
que parecía haber sido fuertemente dañado. De la boca<br />
para abajo llevaba un pedazo de tela roto que cubría la<br />
parte inferior de su rostro, el cual mostraba heridas y<br />
suciedad de inicio a fin. Comenzó a hablar, con su voz<br />
cansada y debilitada, aunque aún así imponía autoridad<br />
de la forma que siempre lo hizo.<br />
–Semana 2450 desde la activación. Hoy finalmente<br />
me armé de valentía y fuerzas y decidí ir y saquear lo<br />
que quedaba de la base de la resistencia. Vaya, qué error<br />
que cometí…– La operadora suspira y baja la mirada, se<br />
veía cansada, y parecía estar intentando mantener su<br />
compostura, algo que no pudo hacer por mucho y rompió<br />
en llanto.<br />
Era triste ver así a la operadora de mi compañero, la<br />
que nos estuvo apoyando desde mucho antes del choque<br />
de la estación espacial, llorar de esa forma… Antes ni<br />
siquiera parecía tener emociones pero ahora no tiene<br />
miedo de mostrarlas. Luego de un largo rato de llanto,<br />
consiguió su compostura de vuelta, se sentó derecha,<br />
volvió a su mirada seria y siguió hablando.<br />
–Apenas pude salir viva de allí, pero por lo menos<br />
conseguí obtener un núcleo de máquina, así que podré<br />
repararlo. Por fin podré reparar su caja negra… Por lo<br />
menos eso podré hacer. –Pequeñas lágrimas cayeron de<br />
sus ojos, pero esta vez no rompió en llanto–. Hoy el Pod<br />
me insistió en transmitir esto al búnker, aunque no sé<br />
por qué… Ya me rendí de buscar más de los míos desde<br />
la semana 500. Solo tengo que arreglarla… Estoy sola y<br />
ella es todo lo que me queda, mi único propósito en este<br />
mundo es arreglarla.<br />
¿Arreglarla? ¿De quién estaba hablando? Mi<br />
compañero y yo estábamos confundidos respecto a<br />
esto, no estábamos seguros de quién hablaba, pero no<br />
pensábamos dejar de verlo hasta descubrirlo.<br />
–Han pasado 47 años ya… Siento cómo mi esperanza<br />
desaparece... ¡No! No puedo rendirme, tengo que<br />
arreglarla… Ella despertará y estará conmigo como<br />
siempre quisimos… podemos… ¡Podemos hacer una<br />
familia! Sí. Ella es todo lo que tengo… ¡Todo lo que queda<br />
y todo lo que importa! –La operadora empezó a reírse,<br />
a reírse a más no poder. 47 años… Cualquiera perdería<br />
algo de su cordura después de algo así–. Recuperé su<br />
cuerpo y el de todos los sobrevivientes, los desarmé…<br />
agarré las piezas y las estoy usando para arreglarla… Ni<br />
Leonardo Felices<br />
89
Lucille Marcone<br />
Kira Del Valle<br />
Martina Ballumbrosio<br />
siquiera me di la molestia de revisar si alguno de esos<br />
androides aún tenían una oportunidad de seguir vivo…<br />
simplemente los hice pedazos para salvarla a ella… No<br />
sé si hice lo correcto o no. Espero que sí. Al fin y al cabo,<br />
como nuestros creadores humanos solían decir: no<br />
existe nada bueno o malo en sí, es el pensamiento el<br />
que lo hace parecer así.<br />
Adrián Rosadio<br />
¿Qué es la libertad? Es una pregunta que muchas<br />
personas pueden y suelen hacerse en ciertas situaciones,<br />
y es una que puede tener muchas posibles respuestas<br />
dependiendo del punto de vista de la persona, ya que no<br />
hay algo como un concepto universal de la definición más<br />
pura de libertad.<br />
Esta definición, que encontré en el Diccionario de<br />
Definiciones de Oxford Languages, dice lo siguiente:<br />
“La libertad es la facultad y derecho de las personas<br />
para elegir de manera responsable su propia forma de<br />
actuar dentro de una sociedad”. Es bastante corta, pero<br />
considero que es muy precisa ya que logra englobar el<br />
concepto de libertad en pocas palabras. Sin embargo,<br />
la libertad no es igual para todos, ya que los animales<br />
no gozan de ningún tipo de libertad. Tal es el caso de<br />
algunos insectos que no eligen si hacen tal cosa o la otra,<br />
ellos no tienen opción ya que su naturaleza los obliga<br />
a hacerlo; por ejemplo, las arañas hacen sus trampas<br />
para atrapar moscas para poder conseguir alimento;<br />
sin embargo, ellas nunca piensan si hacerlo o no o si<br />
deberían hacerlo o por qué no deberían, simplemente<br />
lo hacen porque su instinto se lo dice. Otro caso similar<br />
es lo que sucede con las mantis religiosas, cuando un<br />
macho y una hembra acaban de reproducirse la hembra<br />
procede a comerse al macho, y a pesar de que él sabe que<br />
esto sucederá lo hace igualmente ya que es parte de su<br />
naturaleza. Los humanos en cambio tenemos la opción<br />
de elegir si hacer algo o mejor no, si no queremos comer<br />
algún animal podemos comer otra cosa en vez, o si no<br />
queremos reproducirnos podemos solo no hacerlo.<br />
Es cierto que los humanos podemos tomar nuestras<br />
propias decisiones y ser libres de hacer lo que queramos,<br />
o al menos de intentarlo ya que yo a pesar de ser libre<br />
no puedo decir por ejemplo: “Voy a irme de viaje en carro<br />
hasta Máncora” si sé que no tengo ningún lugar donde<br />
quedarme allá, no tengo la plata necesaria y además ni<br />
siquiera sé manejar. Sin embargo, yo puedo decidir si<br />
comer esto o lo otro, o jugar este juego o el otro y no hay<br />
nada que me lo impida. Hay que saber diferenciar entre<br />
libertad y omnipotencia ya que a pesar de que podemos<br />
tratar de hacer lo que queramos no siempre seremos<br />
capaces de lograrlo sin importar qué tan “libres” seamos.<br />
Hay otra cosa que nos limita de hacer lo que queramos,<br />
esta es la educación que recibimos desde niños y los<br />
valores que se nos han inculcado ya. Si yo he crecido con<br />
enseñanzas como tratar bien a las demás personas o ser<br />
alguien solidario dentro de lo posible es difícil que pueda<br />
no serlo, ya que si no fuera así probablemente me sentiría<br />
mal conmigo mismo.<br />
Sin embargo, tanta libertad también tiene que venir<br />
acompañada de un grado de responsabilidad ya que<br />
tenemos que saber qué decisiones son beneficiosas para<br />
nosotros y cuáles no, o ser conscientes de si nuestra<br />
libertad de decisión podría afectar a otros. Si la mayoría<br />
de humanos no fuera responsable sobre su libertad, la<br />
sociedad sería un caos. Habría propiedades privadas<br />
vandalizadas a niveles extremos y la gente lo seguiría<br />
haciendo ya que les daría igual. Una idea muy interesante<br />
90
sobre la libertad de los seres humanos propuesta por<br />
el filósofo Erich Fromm nos dice que hay una tensión<br />
constante entre el deseo de libertad total del humano y<br />
su instinto de sumisión.<br />
Resumiendo todas estas ideas, he concluido que<br />
a pesar de que los humanos tenemos este don de<br />
poder tomar nuestras decisiones sin que factores de<br />
nuestra naturaleza nos lo impidan, también debemos<br />
tener en cuenta que, a pesar de que podemos tratar de<br />
hacer lo que queramos, no podremos siempre, sea por<br />
incapacidad física o moral. Además, si vamos a decidir<br />
sobre algo, es importante considerar las consecuencias<br />
que podría tener esta acción en las demás personas.<br />
Salvador Massa<br />
Tiempo<br />
“Hay sonrisas que hieren como puñales”, dijo<br />
Shakespeare alguna vez. 6 de agosto de 2018, pasaba<br />
por el viejo muelle cuando percibí el disparo que estaba<br />
por recibir, hora 2:22, un mensaje: “¡corre!”. Muy tarde, me<br />
senté mirando hacia el horizonte. “Cierra los ojos y dime…<br />
qué pasará”, escuché. Voz. Me puse de pie, paciente.<br />
Sonreía. ¿Sonreía? Viento, luz y sombra, polo gris,<br />
estatura mediana, bella como siempre, 2:58. “Una playa<br />
desierta, respondí”. Fue la última vez que vi su sonrisa,<br />
feliz, feliz de que, ¿de que me vaya? Mi tiempo murió,<br />
¿3:00?<br />
***<br />
Desperté. Claro, como todos los lunes. Solo, azul. 5:00 a.<br />
m. ¿Brillo? Sí, polo celeste o morado, celeste será. Mismo<br />
barrio, camina por la cuadra 7 y voltea en la esquina.<br />
Siempre la misma rutina, pero olvidó pasear a su perro,<br />
¿se habrá muerto? En fin, qué feas las flores de la señora<br />
Girasol. Saluda. ¿Sonríe? Sueño con no verla más, qué<br />
atorrante señora.<br />
— ¡Paulo! —“Oh, no”, pensé.<br />
—Señor Paulo, por favor ayúdame, necesito… bla bla<br />
bla bla. –Como todas las mañanas no le entendí o no quise<br />
entenderlo.<br />
—Discúlpeme —miro el reloj—. Voy tarde —respondí.<br />
Puso una cara amargada como siempre y regresó a su<br />
casa.<br />
Por qué están despiertos a las 5:30, la gente vieja no<br />
duerme, qué hago yo despierto cuando no tengo a donde<br />
llegar tarde o, ¿temprano? Fui a la cafetería. “Tilín” sonó la<br />
campanita irritante de la puerta.<br />
—La tienda aún no abre señor. —¿Por qué repite lo<br />
mismo? Una y otra vez, todos los días. Nunca le hago<br />
caso.<br />
—Quiero un bagel de huevo y pollo. —Le dije. Mi vida es<br />
muy aburrida, o es lo normal. ¿Qué es lo normal? ¿Yo?<br />
—Señor, no contamos con… —la corté.<br />
—Hazlo. —Lo hizo, creo que me tiene miedo, me senté.<br />
6:45. ¿Soy desagradable? Tal vez, quién sabe,<br />
no debería tratar así a la gente, pero no merecen mi<br />
respeto hasta probar lo contrario. Si la mesera dejara de<br />
decirme lo mismo todos los días tal vez la trataría mejor,<br />
definitivamente es su culpa. Tic tac, tic tac. 7:00. Mesa,<br />
le falta color, debería tener menos. Mi silla tambalea, qué<br />
inútiles son todos. Me paré.<br />
—¿Lo quiere para llevar? —La misma estúpida<br />
pregunta, deberían despedirla.<br />
—¿Tú qué crees? —Muy cruel, pero es su culpa—. Para<br />
llevar, por favor. —La expresión de su cara era curiosa.<br />
Suenan las teclas de la máquina registradora.<br />
—En total serían 7.50 soles.<br />
Pagué exacto, me fui.<br />
Dejé de pensar. No, ahora lo estoy haciendo. Una<br />
marcha, ¿una marcha contra qué? No podría la gente<br />
dejar de quejarse por un momento. Detesto a los<br />
protestantes, por lo menos estás vivo, ¿no lo crees?<br />
Este sombrero pica, de qué está hecho, pedí algodón,<br />
contratan a cualquiera estos días. Debería tener<br />
un trabajo. Son las 9.00. Mi bagel se acabó. Boto la<br />
envoltura. Cartón/papel, plástico, residuos/cáscaras,<br />
para qué lo leo si no me interesa, en cuál lo botaré,<br />
es plástico, cartón será. Seguí caminando. “Regresa”,<br />
retrocedí. Cinco horas. ¿Para qué? ¿Siete horas? Recogí<br />
el empaque y lo puse en el tacho correcto. Recuerdo<br />
a Carolina, ¿por qué me quería? Carolina era diferente<br />
a mí, era amable y todos la querían, sus papás la<br />
abandonaron. Carolina es mi persona favorita o era,<br />
debería ser “era”, pero es. La extraño, no sé por qué se<br />
fue o, ¿me dejó?<br />
Carolina era chistosa, tenía el pelo negro corto y<br />
un cerquillo como Amelie, la de esa película francesa.<br />
Lo último que me dijo fue que estaba enamorado de<br />
una versión de ella que no existía, que era inventada<br />
y que no sabía quién era en absoluto. A veces pienso<br />
Mateo Alcocer<br />
91
que me odiaba, pero eso sería imposible, quién pierde<br />
su tiempo con alguien que no amas, yo no. Carolina<br />
parecía una persona oscura detrás de su disfraz de<br />
buena, ahora que lo recuerdo. Nunca hablábamos<br />
mucho, ella estaba metida en su cabeza y yo también,<br />
tenía muchos amigos, desagradables, ninguno se<br />
merece a Carolina, ni siquiera yo, tal vez por eso no me<br />
molesta que no haya regresado.<br />
Quiero que regrese, extraño cómo se sentía estar<br />
con ella, cuando sonreía, nadie sonríe mucho alrededor<br />
mío, yo tampoco. Ella sonreía con los dientes, sus ojos se<br />
cerraban cada vez que lo hacía. Una vez se pintó el pelo<br />
de color amarillo, fue algo muy espontáneo, me llamó y<br />
cuando llegué a su casa me preguntó si<br />
sabía algo sobre peluquería, dije que no<br />
con mi cabeza, cerró la puerta en mi cara y<br />
me quedé parado ahí, pensando en lo que<br />
acababa de pasar.<br />
10:30. ¿Dónde estoy? Calle Atahualpa,<br />
me detuve, había una bodega, al frente un<br />
edificio en construcción, en la otra esquina<br />
una casa antigua, la van a derrumbar<br />
pronto, seguro. Era grande, tenía flores,<br />
horribles ladrillos, no los quiero ver más.<br />
Avancé unas cuadras más.<br />
No tengo nada que hacer en este<br />
mundo, no me gusta estar con otras<br />
personas, no me quieren, no quiero a<br />
nadie, solo a Carolina, no soy bueno. Sí lo<br />
soy. 11:11. Quiero un helado, me gustan<br />
los helados, a veces me hacen sentir mal,<br />
son muy fríos y la sensación que le genera<br />
a mi lengua es desagradable. McDonald’s, vainilla, mixto,<br />
chocolate, vainilla, no, chocolate.<br />
—Bienvenido a McDonald’s, ¿qué desea pedir? —Tengo<br />
que responder, pero no quiero hablar, me fui.<br />
Me senté en el parque, 11:40. Carro. Señora. Edificio.<br />
Qué feo su pelo. Necesito bañarme. Taxi. No. Hablar.<br />
Caminaré, a veces me pregunto cómo camino, todos<br />
caminan, pero nadie observa. Un grupo de chicas. Tres<br />
con pelo marrón, están comiendo. Moto, señor, estatura<br />
mediana. Tatuaje. ¿Debería hacerme un tatuaje? Casa,<br />
por fin. Caño, dientes, manos. Ducha. ¿Toallas?<br />
Mañana compraré otro shampoo, olor. Agua, ruido.<br />
Vecino. Medicina. Corrí a la cocina cinco horas, no, dos<br />
horas, ¿para qué? Tomé las pastillas. Comí. Sal, azúcar,<br />
tomates, caliente, agua, fideos, platos. No, plato. Está<br />
horrible, saldré. Tomé un bus, 1:00, me dormí, último<br />
paradero, me despertaron. 2:00. Caminé hasta el muelle,<br />
no sé por qué, fue algo automático. Tal vez por los<br />
recuerdos ¿Qué recuerdos? Estaba llorando. Lágrimas<br />
salían sin parar de mis ojos. Yo no sentía nada, era mi<br />
cuerpo, parecía cansado. Dejé de llorar. Carolina. Grité,<br />
grité su nombre, un sentimiento, ¿siento? Siento haber<br />
hecho eso, quiero que esté aquí.<br />
2:20, Todo claro, incluso yo, no tanto, sigo sin ser<br />
Milan Zlatar<br />
alguien bueno, soy el mismo. La palabra “corre” navegaba<br />
entre mi mente, decidí no escucharla.<br />
—Cierra los ojos y dime. —Esa voz la conozco como si<br />
fuera la mía, tomó una pausa.<br />
—Qué pasará. —No cerré los ojos, quería ver su cara,<br />
tan linda, para mi sorpresa también lloraba, mientras<br />
ambos sonreímos—. Una playa desierta. —Sabe a lo que<br />
me refiero, tenía cerquillo. Sonó el gatillo. Eran lágrimas<br />
de felicidad, no de nostalgia, por fin la entendí, no sé qué<br />
hora es. Solo duele, su sonrisa.<br />
Camilla Salazar<br />
Paula Bellina<br />
92
Poor Cat<br />
It’s strange<br />
how we change<br />
and grow<br />
and our skin breaks<br />
but heals.<br />
It’s strange<br />
the way we age<br />
and get taller<br />
until we stop<br />
and shrink.<br />
Mateo Quiñones<br />
Poema 3<br />
Ella recorre la tierra<br />
sobre un celestial carro<br />
tirado por cien ciervos<br />
de cornamenta dorada.<br />
Practica la alquimia<br />
sobre un tronco centenario<br />
bruñendo su armadura<br />
de azulejos fraguados<br />
en la forja del dolor.<br />
Nacida de la sangre de la luna<br />
recoge la uva y el azúcar,<br />
remienda los jirones de su abrigo,<br />
se lame sus propias heridas.<br />
Reflejada en un lago helado<br />
con los pechos descubiertos<br />
admira la cicatriz de su espalda<br />
y el nenúfar que emerge de su ombligo.<br />
Camina sin agachar la cabeza,<br />
trepa por la madreselva,<br />
llora de rabia y de pena,<br />
ríe celebrando la vida.<br />
Se siente libre como las palabras,<br />
ebanista de hechizos,<br />
fuerte y confiada en su poder.<br />
Está hecha de dulzura y de pasión,<br />
de albores y tempestades.<br />
Podrán dispararle con saetas envenenadas,<br />
escupirle hasta cortarle la lengua,<br />
atarle los pies con cadenas herrumbrosas,<br />
pero ella se alzará resurgiendo del fango<br />
y mostrará en sus hombros las alas de la victoria.<br />
Sergio Valencoso<br />
I want to stay like this<br />
forever<br />
just you and me<br />
together.<br />
I don’t need you to explain<br />
I get you<br />
you get me<br />
and we live happily ever after<br />
until we don’t<br />
and we fight<br />
and struggle.<br />
But I want you next to me<br />
‘till we can’t hold on<br />
right here<br />
in this bubble<br />
where nothing is real<br />
just our beating hearts<br />
and this rose quartz<br />
I gave you when we first met.<br />
What would I do without you<br />
and that cassette<br />
I can’t even play?<br />
Maybe I wouldn’t have met<br />
that stray cat<br />
you loved<br />
that sadly passed away.<br />
We then laughed about<br />
our memories<br />
with him though<br />
because<br />
that’s what matters after all<br />
the moments we lived<br />
not the ones we won’t.<br />
I’ll love you<br />
until you don’t.<br />
Daniela Díaz<br />
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