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Cabezón 50

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<strong>Cabezón</strong> <strong>50</strong>


Editorial<br />

Ha pasado un año más en el que, después de tanta<br />

incertidumbre, por fin retomamos en gran medida<br />

la normalidad en nuestra escuela, y qué mejor<br />

manera de celebrarlo con un nuevo número de<br />

nuestra tradicional revista, que este año llega al<br />

número <strong>50</strong>. A pesar de que terminamos cansados y<br />

emocionados, estamos felices por poder compartir<br />

con ustedes una parte de los trabajos que<br />

realizamos a lo largo de este 2022.<br />

Como siempre, esperamos que los trabajos que<br />

les traemos ahora sean de su agrado, y transmitan<br />

la alegría de todos por regresar a las aulas, vernos<br />

nuevamente y trabajar juntos. Muchas gracias,<br />

como siempre, por la enorme paciencia.<br />

A la promoción XXXVI<br />

La tribuna de Quinto de media<br />

Hablan las familias<br />

Inicial<br />

Primaria<br />

Sexto grado<br />

Secundaria<br />

Álbum 2021<br />

pág. 2<br />

6<br />

17<br />

18<br />

30<br />

52<br />

58<br />

86<br />

Ilustración de carátula:<br />

Luciano García, Tres años.<br />

Enero 2023


Promoción XXXVI 2022<br />

Mateo Alcocer Mosqueira<br />

Ainhoa Arigita Castro<br />

Remigio Baigorria Lertora<br />

Martina Ballumbrosio Gianella<br />

Paula Bellina Holmquist<br />

Fabrizio Carbajal Coz<br />

Aitana De Argumaniz Robles<br />

Kira Del Valle Bettocchi<br />

Daniela Díaz Ávila<br />

Camila Díaz Burneo<br />

Leonardo Felices Pflucker<br />

Hernando Guerra García Infante<br />

Amaranta Gutiérrez Maguiña<br />

Lucille Marcone Mortensen<br />

Salvador Massa Alencastre<br />

Vania Milla Cambiaso<br />

Gael Olaechea Giuliano<br />

1<br />

Mateo Quiñones Ávila<br />

Adrián Rosadio Valiente<br />

Sebastián Saco Vértiz Boza<br />

Santiago Salazar Calderón López<br />

Camilla Salazar Cárdenas<br />

Aisa Sara Millones<br />

Dante Torrejón Torres<br />

Gabriel Vargas Urmeneta<br />

Milan Zlatar Battifora


Después de la tempestad<br />

A la promoción XXXVI<br />

Quiero empezar recordando la última función de<br />

teatro, antes de los aplausos finales, mientras<br />

se dejaban llevar por la oscilación de la marea ya<br />

aplacada, luego de la borrasca. En esta figura me<br />

los imagino emprendiendo un nuevo viaje ya apaciguados,<br />

con las estrellas fijas en el firmamento y<br />

emocionados por la aventura.<br />

Ha sido este un año durísimo, no solo por las<br />

olas enormes que tuvimos que sobrellevar luego<br />

de dos años de virtualidad, sino por las vicisitudes<br />

de estar de nuevo juntos en un aula de clase, en<br />

una misma embarcación. Aún así, estuvieron prestos<br />

al trabajo común, para sacar adelante los proyectos<br />

como grupo y consiguieron remontar las<br />

marejadas anómalas que se presentaban y alcanzar<br />

las satisfacciones que se llevan en el pecho,<br />

ahora que cerramos el año.<br />

Y si empecé a escribir este texto luego del éxito<br />

del Día del Maestro, y lo continué desarrollando<br />

al acabar el hermoso día que pasamos en La Victoria,<br />

junto a los niños de Corazoncitos Azules, ha<br />

sido imposible no revisar cada palabra para tratar<br />

de mostrarles lo que realmente dejan en nuestra<br />

escuela y lo que sentimos por ustedes, apreciada<br />

promoción XXXVI. Porque sus triunfos han sido<br />

realmente emocionantes y aplaudidos por todos,<br />

una estela luminosa que será ejemplo para las generaciones<br />

venideras.<br />

En ese sentido, más allá de aparejar un solo<br />

navío, empezaron a preparar botes relucientes<br />

y poderosos, que, si bien resguardaban a grupos<br />

por separado, en la travesía tuvieron encuentros<br />

e intercambios valiosísimos. En esa flota recayó<br />

uno de los valores más insignes de ustedes: la diversidad.<br />

Así se pusieron a trabajar y sacaron adelante<br />

los diferentes encargos del año, como el Día de la<br />

Canción Criolla, en donde se lucieron con compromiso,<br />

atendiendo a sus compañeros menores con<br />

cariño y bailando en el patio con mucha alegría,<br />

luego de trabajar duro, con orgullo. De igual manera<br />

en la Feria de Reyes, motivados y atentos a<br />

lo que significaba ser anfitriones de una empresa<br />

que abría las puertas del colegio a nuestra comunidad<br />

y a los visitantes, en donde brillaron con<br />

gran intensidad.<br />

Y empezaría así una lista generosa de logros<br />

que han alcanzado, como el primer puesto en las<br />

Olimpiadas, y el reciente éxito de la temporada de<br />

teatro, que significó un gran esfuerzo. Y aquí radica<br />

otro logro de ustedes, más allá de la aprensión<br />

y de la incertidumbre, se saben reponer como marineros<br />

experimentados que se enfrentan al mal<br />

tiempo.<br />

En ese sentido, en cada uno he visto características<br />

que me han obligado a sacarme el sombrero<br />

(o la gorra) y mostrarme desarmado, como ese<br />

profesor que cada mañana les saludaba esperando<br />

lo mejor de cada uno, con gratitud.<br />

Por eso reconozco en ti, Mateo Alcocer, la fortaleza<br />

que da un gran corazón, que duda, se agita<br />

o ama libremente, siendo fiel a su criterio y, como<br />

cualquiera, se equivoca y repara sin dar mayores<br />

vueltas. Has sido firme en todos tus proyectos,<br />

mostrando más de lo que se te pidió, casi siempre,<br />

volviéndote un ejemplo de gran amigo. Que tu<br />

camino en la vida sea exigente, lo suficiente para<br />

que saque siempre lo mejor de ti, sonriendo con<br />

mucha fuerza.<br />

Ainhoa, has sido una muchacha sensible y de<br />

mucho temperamento, características que te fortalecieron<br />

para lograr los objetivos del año. Asimismo,<br />

eres esforzada y acuciosa para trabajar,<br />

porque es evidente que deseas alcanzar el éxito<br />

en todas tus empresas. Asimismo, con la seriedad<br />

que te caracteriza, irás enfrentando las dificultades<br />

de la vida, que sin duda te fortalecerán. Tu<br />

espíritu es pura bondad, sigue cuidándote y cui-<br />

2


dando de los demás, libre y consecuente con tu<br />

corazón. Te deseo mucho éxito.<br />

Querido Remigio, sin duda cierras tu escolaridad<br />

con más herramientas para desarrollar tus<br />

pasiones, poniéndole voluntad al estudio y mucho<br />

corazón a las causas que defiendes. Valoro, también,<br />

que me hayas mostrado tus sentimientos,<br />

con la sinceridad que solo un alma tan noble como<br />

la tuya puede hacer. Ya sabes, traza nuevas metas<br />

y sigue esforzándote en los proyectos que decidas<br />

realizar, llevando como estandarte tu alma solidaria.<br />

Eso sí, no abandones el deporte, que saca lo<br />

mejor de ti. Te extrañaré mucho, estimado.<br />

Martina, cómo no invertir más tiempo en celebrar<br />

tu voz melodiosa, tu enorme capacidad para<br />

liderar las causas comunes y tu potencial poético.<br />

Con toda esa energía, sé que pronto te veré enarbolando<br />

las banderas que defienden las causas<br />

justas que en nuestro país se pasan por alto y tú<br />

tienes muy presentes. Buena suerte en todo, sigue<br />

luchando y no dejes de estar atenta a quienes<br />

tienes a tu alrededor.<br />

Paula, conozco tu enorme talento para la literatura<br />

y las artes en general. Con genuinas ganas<br />

de destacar, como hiciste sobre el escenario de la<br />

obra de teatro, en donde brillaste con luz intensa.<br />

También posees una templanza de acero para liderar<br />

los proyectos que te involucran, con legítimas<br />

ganas de hacer las cosas de la mejor manera posible.<br />

Sigue cultivando tu alma y desarrollando tus<br />

intereses para colaborar con el mundo, que necesita<br />

más personas como tú, libres y comprensivas.<br />

Ha sido este un año espectacular a tu lado,<br />

querido Fabrizio, en donde cada día mostraste<br />

alegría y optimismo, a pesar de que podrías ver en<br />

algunas ocasiones el vaso medio vacío. Con mucho<br />

esfuerzo fuiste venciendo tus dificultades, tanto<br />

en los cursos como en tu alma, doblegando tu timidez,<br />

por ejemplo, para mostrarte como un gran<br />

actor, sin miedo al fracaso. Esa es la actitud: con lo<br />

aprendido en estos meses juntos, no dudo de que<br />

podrás enfrentar el mundo con más templanza,<br />

mostrando tu sonrisa que ilumina con facilidad,<br />

porque eres un gran tipo. Buen viento.<br />

Extrañaré tu inocente mirada, Aitana, la dulzura<br />

con la que te acercabas para pedir o informar<br />

cosas que eran de interés para todos. Fuiste<br />

armándote de seguridad para enfrentar tus<br />

miedos, sacando la garra y dejando atrás muchas<br />

de tus aprensiones para sobrellevar las inclemencias<br />

del año. Con todo, siempre preocupada<br />

por los demás, muchas veces dejando de lado tu<br />

propia tranquilidad, algo que sé podrás compensar<br />

cada vez mejor. Gracias por todo el cariño, estimada,<br />

serás una artista del diseño que logrará<br />

sobresalir pronto. Cuídate mucho.<br />

Eres una muchacha muy talentosa para el arte,<br />

Kira, que también tiene el coraje y la pasión para<br />

sobresalir en lo que le gusta, como en el canto, la<br />

literatura y el teatro. De temperamento aguerrido<br />

para defender lo que te parece justo y con una<br />

sonrisa amplia para acoger a los más sensibles, sé<br />

que el camino que se te presenta irá curtiéndote<br />

para llegar a ser una gran ciudadana. Tienes buena<br />

estrella, siempre comparte esa luz con el resto.<br />

Resalto en ti, Daniela, que asumes con enorme<br />

compromiso tus proyectos y que puedes liderar<br />

positivamente las empresas comunes que se te<br />

delegan. Esto no quita que también sientas dudas<br />

y que a veces estas te detengan, lo que has ido<br />

enfrentando cada vez mejor. Eres una muchacha<br />

con enorme sensibilidad que busca dar solución a<br />

las injusticias. Es innegable que tienes un enorme<br />

corazón, lleno de optimismo: esa característica<br />

deberá ser el estandarte que te presente ante los<br />

trances del mundo adulto. Confío mucho en ti, que<br />

tengas suerte.<br />

Camila Díaz, en tus gestos amables y en la garra<br />

que le pusiste al final del año, como en el teatro,<br />

me doy cuenta de que supiste absorber la buena<br />

onda del momento para disfrutarlo como se debe.<br />

Eres una muchacha plena de energía, con voz limpia<br />

y firme para atender los temas comunes y defender<br />

a tus compañeros. Las cosas te han salido<br />

bien y se nota que tendrás una vida provechosa.<br />

Serás una excelente profesional, una buena mujer<br />

que ayudará a mejorar nuestra sociedad, sin lugar<br />

a dudas.<br />

Con alegría para casi todo e igual optimismo,<br />

Leonardo, has ido guiando a varios de tus compañeros<br />

a un estado de tranquilidad que fue muy<br />

útil en los momentos complicados. Llegas al final<br />

del año más tranquilo, confiado en la alegría que<br />

desprendes. Eres un muchacho entrañable, y sé<br />

que esto te llevará a ser un referente en los lugares<br />

donde desees ir. Que te vaya muy bien.<br />

3


Hernando, eres un joven vehemente, pero<br />

también fuiste un muchacho reflexivo que podía<br />

razonar para dar solución a los problemas. Asimismo,<br />

eres un gran actor, no solo en las tablas, sino<br />

en las canchas deportivas, comprometido con sus<br />

objetivos como ninguno. Este año te ha brindado<br />

muchas muestras de cómo sacarle provecho a tu<br />

energía, espero que ese aprendizaje te ayude a<br />

emprender el mundo adulto con paciencia y sabiduría.<br />

En ti confío.<br />

Con templanza y seriedad a prueba de todo,<br />

Amaranta, has contribuido mucho para alcanzar<br />

la ecuanimidad necesaria en los momentos borrascosos.<br />

Así, a pesar del cansancio propio de tu<br />

compromiso con el deporte, sacaste adelante un<br />

año exitoso con confianza, cumpliendo con tus<br />

objetivos. Sé que destacarás como la alumna aplicada<br />

y curiosa que eres, porque tienes muchísimo<br />

potencial para sobresalir en lo que desees hacer.<br />

Eres un sol, no dejes de brillar por donde camines.<br />

Lucille, has sido una fuente inacabable de<br />

buena onda y felicidad, siempre con una palabra<br />

cariñosa y un gesto de confianza para los demás,<br />

transmitiendo mucha tranquilidad a tus compañeros.<br />

No dejaste de aprovechar cada minuto, por<br />

eso no puedo dejar de agradecerte por tu voluntad<br />

a prueba de todo. Además, te esforzaste muchísimo<br />

en los cursos sin dejar de lado tu creatividad,<br />

porque eres una gran artista que llevará orgullosamente<br />

su forma de ser, única, por donde decida ir.<br />

Toda la suerte, para ti, querida, te la mereces.<br />

Eres un muchacho noble y muy querido por<br />

todos en el aula, Salvador, quien pudo articular<br />

mejor los diferentes grupos de la promoción, aplicando<br />

dinámicas de cordialidad, siempre con perfil<br />

bajo, pero muy presente. Con una sonrisa amplia y<br />

la mano siempre extendida, te recordaré con cariño.<br />

Recuerda que tienes las herramientas necesarias<br />

para sacar adelante tus dificultades, siempre<br />

con orden y compromiso, con esa buena onda que<br />

llena de optimismo. Avanza con toda confianza.<br />

Sobre ti, Vania, tienes una luz generosa que se<br />

extiende a tu alrededor que motiva y conmueve.<br />

Eres un alma poseedora de dotes artísticas, en<br />

donde cada palabra que escribiste tuvo profundidad<br />

humana, así como las notas de tu guitarra<br />

que pudimos escuchar de fondo, con humildad. Si<br />

bien me quedo con las ganas de verte despuntar<br />

académicamente, como sé que puedes, guardo en<br />

el corazón tu actitud desprendida ante los demás<br />

que te servirá para sobrellevar los vaivenes de la<br />

vida. Siempre para adelante, estimada.<br />

Gael, has tenido un corazón dócil y educado,<br />

como un caballero de la vieja escuela, con la bravura<br />

de un deportista destacado acompañando al<br />

contrincante luego de la derrota. Tu gentil trato, la<br />

suavidad de tus palabras y el cariño que mostrabas<br />

al resto me convenció de que tienes un don<br />

que pocos llegamos a poseer: el de poder mostrar<br />

amabilidad en todo momento. Eso sí, muchacho,<br />

no te olvides de trabajar muchísimo allá en donde<br />

desees seguir tus pasos.<br />

No puedo negar que en ti, Mateo Quiñones,<br />

he tenido un manantial de optimismo, un muchacho<br />

que, si bien empezó el año sin hacerse notar,<br />

ha calado en todos sus amigos, volviéndose entrañable.<br />

Con todo, además, buen alumno, esforzado<br />

y consecuente, todas esas virtudes que se dan en<br />

un muchacho que ha encontrado la paz y que difunde<br />

al resto muy buena vibra. Un artista que no<br />

se amilana, busca lo mejor y logra cosas hermosas.<br />

Grandes cosas te esperan en la vida, sigue disfrutándola.<br />

Cuando tú, Adrián, asumiste las riendas de los<br />

proyectos del salón las cosas se llevaron de manera<br />

acertada, no solo con orden, sino con conciencia<br />

de los pasos previos y el camino por recorrer.<br />

Has sido un hombre justo y cauto, que empleó la<br />

palabra para fortalecer a sus pares, sin egoísmo<br />

ni vanidad. Representas los valores más lindos del<br />

grupo, siempre decidido y generoso. En donde vayas<br />

a mostrar tu sonrisa conocerás gente que te<br />

entregará su corazón. Feliz vida, estimado.<br />

Querido Sebastián, aprendiste a navegar por<br />

aguas profundas con intuición y valentía. Tengo la<br />

fortuna de decir que he conocido tu bondad y tu<br />

calidez humana, propia de un chico talentosísimo<br />

que se esforzó y buscó alcanzar sus objetivos sin<br />

miedo. Has logrado la sabiduría suficiente para reponerte<br />

a los momentos difíciles, algo que sabrás<br />

utilizar para el bien de quienes te quieren a prueba<br />

de todo. Con toda la energía que guardas en tu<br />

corazón, lograrás lo que deseas, sin ninguna duda.<br />

Mucha suerte.<br />

Santiago, has sido un hombre claro y decidido.<br />

Durante el año, calculaste cada brazada que se<br />

4


dio en clase para medir la distancia para alcanzar<br />

los objetivos comunes. Comprometido con todo,<br />

supiste medir tus fuerzas sin defraudar, pero sin<br />

descuidarte a ti mismo. Estudioso, comprometido,<br />

serio y divertido, lleno de múltiples intereses,<br />

siempre ha sido placentero conversar contigo.<br />

Agradezco cada pregunta que me hiciste esperando<br />

una respuesta genuina, no solo para cumplir,<br />

siendo sincero y esperando esa misma franqueza.<br />

Sigue con esa buena estrella.<br />

Camilla Salazar, se extrañará tu desinhibida<br />

carcajada. Eres una muchacha que confía ciegamente<br />

en su instinto y busca cumplir con sus objetivos<br />

de manera perseverante. También dejaste<br />

ver tu mundo interior, pleno y creativo, por medio<br />

de tus trabajos artísticos, porque eres una chica<br />

muy talentosa para la literatura, por ejemplo. Recuerda<br />

que eres una muchacha segura para asumir<br />

sus responsabilidades, cariñosa con quienes<br />

se merecen tu confianza y defensora feroz de tus<br />

amigos. Buen viento.<br />

Aisa, has sido una muchacha delicada y sensible,<br />

alguien que alegra fácilmente con su sonrisa.<br />

Decidida a defender a tus amigos, también te has<br />

mostrado valerosa y firme con tus propósitos personales.<br />

Con toda la dulzura y temple que tienes,<br />

sabrás construir un futuro acorde a la temperatura<br />

de tu alma, que es capaz de derrotar cualquier<br />

maldad. En eso confío.<br />

Querido Dante, eres un hombre que ha encontrado<br />

la paz y puede transmitir esa tranquilidad al<br />

resto. Tienes el don de la palabra concisa, porque<br />

no das regodeos para pedir o dar explicaciones,<br />

porque te interesa realmente alcanzar lo justo. Juguetón<br />

y alegre, se nota que deseas pasarla bien<br />

con los tuyos sin cometer ninguna clase de deslealtad.<br />

Que esa rectitud de espíritu te acompañe<br />

siempre. Buen viaje.<br />

Has sido un muchacho de pocas palabras, pero<br />

de gestos positivos y ejemplares, Gabriel, por<br />

eso te agradezco la ecuanimidad y optimismo que<br />

mostraste como uno de los líderes más queridos<br />

del salón. Lleno de intereses y motivaciones particulares,<br />

tienes un mundo interior muy rico, que<br />

pudiste ir mostrando en tus trabajos y las conversaciones<br />

en el aula. Con esa tranquilidad, has alcanzado<br />

los objetivos del año con alegría.<br />

Milan, hombre íntegro, generoso y discreto,<br />

estuviste muy presente entre tus amigos, como<br />

alguien leal y afectuoso, sin un poco de egoísmo.<br />

Así, llegaste a calar en todos tus compañeros<br />

con la confianza natural que transmites, que es<br />

un gesto necesario para poner la pausa y valorar<br />

cada momento. Se te extrañará, muchacho, amable<br />

entre los amables, sabes que te recibiremos si<br />

deseas visitarnos.<br />

Si bien este barco debe zarpar y cada uno ya<br />

está bien acomodado en su respectiva cabina con<br />

una mano en su propio timón, sé que los días que<br />

hemos compartido les servirán de bitácora de camino.<br />

En ese sentido, mientras agitamos todos<br />

nuestros pañuelos en el puerto y vemos cómo<br />

se pierden en el horizonte, les envíamos nuestro<br />

último deseo: aprovechen el camino del corazón,<br />

siempre, porque esa luz los guiará a la libertad.<br />

Hasta siempre, querida promoción XXXVI.<br />

Diego Alonso<br />

5


La tribuna de Quinto de media<br />

¿Qué puedo decir? Estoy en este colegio desde que<br />

tengo tres años y todavía recuerdo esos momentos<br />

donde me divertía en el patio de Inicial. Al pasar<br />

los años y crecer, me llené de tantos recuerdos<br />

y experiencias que, al final, terminaron de dar en<br />

mí un sabor agridulce: momentos en los que realmente<br />

disfruté y otros donde no tanto. Agradezco<br />

a los profesores que realmente me ayudaron y me<br />

enseñaron, no solo a expandir mi conocimiento,<br />

sino, también, a mejorarme como persona. Fueron<br />

muchos años y realmente puedo ver que todo va a<br />

terminar y lo único que puedo decir es “adiós”.<br />

Mateo Alcocer Mosqueira<br />

A pesar de que este haya sido mi segundo año<br />

presencial en este colegio, me voy con muchos<br />

recuerdos que llevaré toda mi vida, y habiendo<br />

formado amistades que estoy segura que serán<br />

duraderas. Aunque no puedo compartir las anécdotas<br />

que cuentan los demás sobre sus años de<br />

primaria y me apena que la mitad de mis años aquí<br />

fueran virtuales, siento que lo que más me ha sumado<br />

han sido las personas que conocí, especialmente<br />

mi promoción.<br />

Entre lágrimas y risas he aprendido mucho en<br />

estos años, que sin duda han dejado una marca en<br />

mí y han sido de gran ayuda para formar quien soy<br />

ahora. Por esto agradezco a la promoción, ya que<br />

de alguna manera cada uno de ellos me ha enseñado<br />

algo. Termino esto agradeciendo a Los Reyes<br />

Rojos por haber sido una parte tan grande en estos<br />

años y por haberme dado todo lo que me dio.<br />

Ainhoa Arigita Castro<br />

¡Campeones!<br />

6


¡Digan hola!<br />

Yo vine a los tres años, pero después me fui a un<br />

nido y regresé en Cinco años. En ese momento me<br />

sentí un poco más cómodo, yo era muy callado en<br />

Inicial, pero igual me divertía con mis compañeros.<br />

En primaria solíamos traer trompos al colegio con<br />

mis amigos para jugar en los recreos; también jugábamos<br />

a las escondidas y chapadas. Ya en secundaria<br />

jugábamos fútbol. Ahora me siento un<br />

poco raro en el colegio porque estoy en mi último<br />

año escolar.<br />

Remigio Baigorria Lertora<br />

Desde bebé he venido aquí, mi papá me traía cuando<br />

mi nido acababa y yo me quedaba en el aula de<br />

Tres años, preguntándome qué era lo que se hacía<br />

aquí y por qué mi papá y mi hermana venían<br />

tan seguido. “Pero si ya estoy yendo a la Tarumba<br />

(talleres de verano), ¿por qué tengo que ir al colegio?”,<br />

fueron mis primeras palabras al enterarme<br />

Aisa Sara, Martina Ballumbrosio, Ainhoa Arigita y<br />

Camilla Salazar<br />

Abrazo de gol<br />

que iba a tener que ir a la escuela y abandonar a mi<br />

querido nido por siempre.<br />

Los Reyes, con sus cualidades y defectos, me<br />

formó y soy como soy, en gran parte, por estar<br />

aquí. No voy a decir que voy a extrañar el cole, porque<br />

siempre lo tendré cerca y lo llevaré conmigo.<br />

Lo veré cuando pase por la avenida Grau, y pensaré<br />

en él cuando hable con mi papá (al cual no<br />

veo trabajando en otro lado) o con mis hermanas.<br />

También, cuando me reencuentre con mis amigos<br />

más cercanos, los cuales se han vuelto mi felicidad<br />

aquí.<br />

Todo esto me hará volver a esta inmensa casona<br />

y a sus altas puertas. Así, “Los Reyes” ya no será<br />

mi realidad, sino un conjunto de recuerdos especiales<br />

y valiosos, los cuales serán contados de manera<br />

nostálgica. Gracias a cada una de las personas<br />

que me han visto crecer y me han acompañado en<br />

lo que fue mi travesía por Los Reyes Rojos.<br />

Martina Ballumbrosio Gianella<br />

Siempre hablo de mí cuando tenía siete años mirando<br />

a Sexto grado de primaria como algo inalcanzable,<br />

algo que yo nunca llegaría a experimentar,<br />

por lo larga que era la espera para que sucediera.<br />

Sin embargo, llegó el día de la graduación, el primer<br />

día en Secundaria, y pasaron los años. Ahora<br />

el último día escolar se acerca, el tiempo sigue<br />

pasando, y mi mente se queda atrás. Todavía me<br />

quedan cosas que experimentar, cosas que decir,<br />

reír, llorar, meter la pata y sacarla del lodo.<br />

Pero lo hecho, hecho está, y no hay responsable<br />

de los dos años de pandemia que acortaron mi<br />

estadía en este colegio. Sean recuerdos bonitos,<br />

frustrantes o agridulces, los atesoro, porque jun-<br />

7


Calmando el calor<br />

tos forman en mi memoria lo que es la mitad de mi<br />

vida. No me entra en la cabeza que próximamente<br />

voy a estar aprendiendo con profesores que no he<br />

conocido desde tantísimo tiempo, o que voy a tener<br />

clases en un lugar mucho más grande, sin las<br />

paredes amarillas características, el patio grande,<br />

Inicial, o el lateral. Sin Juegos Florales, Olimpiadas,<br />

volada de cometas, encuentros con tutores pasados,<br />

la cola de la cafetería, la biblioteca, que se malogre<br />

alguna computadora y venga Luis Santiago a<br />

arreglarla.<br />

Haya yo hablado cinco o cien veces con alguien,<br />

considero a todos como mi familia, de algún u otro<br />

modo; caras que veo constantemente y sin falta,<br />

de los que las noticias vuelan como chismes, aunque<br />

sean nimiedades, y que compartimos una historia<br />

vista de distintas vertientes. Mención especial<br />

a Fabio, con quien no sé ni por dónde empezar:<br />

tantas clases, conversaciones, desde que le enseñó<br />

a mi hermano hasta enseñarme a mí y compartir<br />

la producción de la Feria de Reyes, a quien<br />

siento como el padre de mi adolescencia. A Bachi<br />

y Maritza, que me acompañaron en mi pasión por<br />

el vóley hasta el último momento. A Moria, que me<br />

recibió en mi primer año en el colegio.<br />

Aunque use palabras infinitas, estas no pueden<br />

captar por completo mi agradecimiento y amor.<br />

A mis amigos, a los profes, a mis tutores, al resto<br />

de todo el personal del colegio. Se quedarán por<br />

siempre en mis memorias y mi formación, recuerdos<br />

que no se esfuman a través del tiempo.<br />

Paula Bellina Holmquist<br />

Aitana De Argumaniz, Camila Díaz, Daniela Díaz y<br />

Paula Bellina<br />

Termino el colegio mejor de lo que empecé, me llevo<br />

bien con todos y encontré un equilibrio en mi<br />

vida entre distintos grupos del salón. Si bien mi comienzo<br />

de colegio no fue bueno, y algunas partes<br />

de mi vida tampoco, supe manejarlo y ahora finalmente<br />

siento que soy feliz.<br />

Superé mis metas y logros, logré aprobar cursos<br />

con rachas que nunca pensé que se romperían<br />

y ahora tengo un espacio en mi corazón para mi<br />

colegio. En resumen: La oscuridad cesó, ya no me<br />

atormenta ni me espanta. Siento que después de<br />

todo con valor y determinación pude salir adelante<br />

y ahora que finalmente estoy afuera solo puedo<br />

decir: SOY FELIZ.<br />

Fabrizio Carbajal Coz<br />

Salir del colegio pensé que iba a ser una cosa mucho<br />

más fácil. Es despedirme de la gente que me<br />

hizo sentir muy acompañada hasta en los momen-<br />

Comiendo fruta en Tres Años<br />

8


tos más difíciles de mi vida y lograron hacer que<br />

este lugar se convirtiera en algo más que solo un<br />

colegio. Una familia con la que he estado por más<br />

de once años de mi corta vida. No creo que haya<br />

podido estar en otra promoción que no sea esta.<br />

Camila y sus locuras, Lucille y sus ataques de risa<br />

y muchos amigos más que de seguro, no hubiese<br />

sobrevivido sin ellos. Fabio, que es tan genial en<br />

todo y amoroso, los abrazos de Isabelita, Andrea<br />

y Tania en las clases de arte y con la paciencia con<br />

la que me trataban en mis crisis de perfeccionismo,<br />

los abrazos de Melissa y Lucía, Kathy que logró<br />

hacer que hablara en clase y los abrazos mañaneros<br />

de Moria, todo el cariño de Diego, las clases de<br />

Luciano en las que aprendí desde la Revolución<br />

Francesa hasta cómo se dicen algunas palabras en<br />

rumano, la alegría de Silvanita y Chebo y mil cosas<br />

más que se quedarán grabadas en el fondo de mi<br />

cerebro.<br />

Salir del colegio y no estar con la gente que me<br />

acompañó por tanto tiempo suena un poco escalofriante,<br />

una etapa nueva y totalmente fuera de<br />

mi zona de confort, pero solo me queda decir gracias<br />

por todo y a cada uno de ustedes por tanto<br />

cariño.<br />

Aitana De Argumaniz Robles<br />

Fabrizio Carbajal, Milan Zlatar, Lucille Marcone y Santiago Salazar<br />

Llevo doce años estudiando en este colegio, pensé<br />

que nunca iba a llegar el momento de despedirme.<br />

Este lugar me hizo la mujer que soy hoy en día y por<br />

eso no podría estar más agradecida. Aquí he conocido<br />

gente que se convirtió en mi familia, gente que<br />

voy a amar por el resto de mi vida y que siempre va a<br />

tener un lugar especial en mi corazón. No me alcanzan<br />

las palabras para expresar mi gratitud.<br />

Me parece impresionante cómo un colegio puede<br />

marcar tanto a una persona como este lugar<br />

me ha marcado a mí, irme es muy raro y definitivamente<br />

difícil. Me llevo muchísimos recuerdos y<br />

un cariño por el cole del que jamás me voy a olvidar.<br />

Creo que solo queda decir gracias, muchísimas<br />

gracias.<br />

Kira del Valle Bettocchi<br />

“¿Quién sería yo si no me hubiera cambiado de<br />

colegio?”, siempre pienso. Entré en Quinto grado<br />

y para esa niña de diez años que era, y entonces<br />

fue lo peor que me pudo haber pasado, pero ahora<br />

entiendo que no desearía estar terminando esta<br />

etapa en otro lugar.<br />

Recuerdo estar en Sexto grado e imaginar con<br />

ilusión mi vida en la Secundaria, al fin adentrarme<br />

de lleno en la adolescencia. Ciertamente no fue<br />

en lo absoluto como esperaba, muy doloroso por<br />

momentos y bastante grato el resto. Creé algunos<br />

vínculos que se rompieron y otros que me durarán<br />

de por vida, memorias que quiero olvidar y otras<br />

que atesoraré por siempre. Tuve la oportunidad<br />

de crecer guiada por increíbles maestros y, aunque<br />

mi paso por Primaria fue breve, aprendí cosas<br />

importantes de personas que consideraría como<br />

mentores. Las clases de mate con Fabio en las que<br />

hablábamos más de la vida que de ecuaciones, y<br />

las conversaciones en el recreo<br />

con Lale sobre las dificultades de<br />

la propia adolescencia, y solo por<br />

decir nombres, porque cada uno de<br />

mis profesores ocupará un espacio<br />

especial en mi memoria y por eso<br />

agradezco.<br />

Convivir siempre fue lo más importante<br />

y con un grupo tan pequeño<br />

como el nuestro, se hace<br />

aún más complicado, pero yo le<br />

agradezco a cada una de las personas<br />

de esta promoción lo que<br />

me enseñaron, haya sido bueno o<br />

malo.<br />

Considero que los finales se tratan<br />

de eso, de agradecer, y aunque<br />

9


me da melancolía dejar este espacio que albergó<br />

mis risas, sangre, sudor y lágrimas por siete años,<br />

no podría estar más satisfecha. Y si bien me da<br />

muchísima nostalgia pensar en los dos años que<br />

no pasé dentro de estas paredes y en los años que<br />

podría haber pasado, disfruté lo que tuvimos y eso<br />

es lo que importa, mirar la mitad llena.<br />

Ahora que termina este texto y termina, también,<br />

mi escolaridad, solo me queda, con una sonrisa,<br />

agradecer a cada persona con la que me crucé.<br />

Gracias y suerte.<br />

Daniela Díaz Ávila<br />

Estoy en Los Reyes Rojos desde que tengo cuatro<br />

años, por lo que toda mi vida consciente lo he sentido<br />

como un ambiente familiar.<br />

Inicial y primaria baja fueron años en los que<br />

comencé a crear vínculos que nunca olvidaré. Recuerdo<br />

en especial lo mucho que quería a Silvanita<br />

y a Moria, así como que llegaron al colegio dos de<br />

mis mejores amigos. Uno de ellos fue Aitana, sin<br />

cuyo amor y compañía no podría haber disfrutado<br />

igual estos años. El otro Finn, con quien somos tan<br />

cercanos que a veces parece que compartimos la<br />

misma cabeza.<br />

Primaria alta fueron los años más movidos del<br />

salón, pues estábamos inmersos en una serie de<br />

dramas grupales y personales que de seguro cambiaron<br />

bastante a más de uno de nosotros, pero<br />

que ahora recuerdo con mucho cariño. En Quinto<br />

grado llegó Daniela, una persona con la que no me<br />

volvería tan cercana hasta más adelante, pero que<br />

ahora es tanto una de mis mejores amigas como<br />

mi hermana.<br />

Kira Del Valle, Vania Milla y Amaranta Gutiérrez<br />

Gael Olaechea, Hernando Guerra García, Dante<br />

Torrejón y Leonardo Felices<br />

Secundaria fue una etapa a la que había esperado<br />

llegar desde pequeña, pero que definitivamente<br />

no fue como esperaba. Primero y Segundo<br />

de media tuvieron una serie de altibajos que solía<br />

pensar no querer haber vivido, pero de los cuales<br />

ahora agradezco cada segundo. No me imagino<br />

haber pasado por esa etapa de mi adolescencia en<br />

otro lugar, y mucho menos con otros amigos.<br />

Los años de pandemia nos hicieron perdernos<br />

muchas cosas, pero después de este último año,<br />

de lo movido que ha sido y de lo mucho que he<br />

aprendido, estoy bien con eso. No puedo olvidar<br />

dedicarle una línea a todos los profesores y trabajadores<br />

del colegio, agradezco por siempre cada<br />

risa y abrazo que hemos compartido.<br />

Escribo esto el día de la graduación, a punto de<br />

acabar esta etapa, y siento el espíritu de Los Reyes<br />

como parte mía. De cierta manera, el colegio me ha<br />

inculcado una forma de pensar, de sentir, de escuchar<br />

y de aprender que no tendría de no haber estado<br />

aquí. Trece años de muchas experiencias después,<br />

estoy lista para salir del colegio, llevándome<br />

conmigo los recuerdos que me hacen quien soy.<br />

Camila Díaz Burneo<br />

¿Sabes?, cuando pierdes a alguien o desconectas<br />

con algo que te hace sentir especial, se genera un<br />

vacío inaguantable. Me han quedado tantas cosas<br />

que hacer, tantas cosas sin decir… Pero al pensar<br />

que ya no voy a volver a tener que venir más, se<br />

me hace un nudo en la garganta y mis palabras<br />

juegan a esconderse.<br />

Lo cierto es que no me arrepiento de nada de lo<br />

que hemos hecho hasta ahora. De nada de lo he-<br />

10


Fiestas Patrias en Tercer grado<br />

cho, ni lo dicho, ni lo sentido. Pues en este hermoso<br />

colegio he vivido momentos únicos, he sentido<br />

momentos extraordinarios y junto con mi promoción<br />

hicimos cosas irrepetibles.<br />

Leonardo Felices Pflucker<br />

Las despedidas son algo muy complicado para mí,<br />

en especial ahora que siento que he tenido muy<br />

poco tiempo para reflexionar sobre el hecho de<br />

que se acabó mi etapa en Barranco. Quince años<br />

de mi vida, mejor dicho, mi vida entera, porque<br />

sin pelos en la lengua puedo decir que mi historia<br />

comenzó cuando llegué a Los Reyes Rojos. Aún<br />

recuerdo mis primeros días, cómo con dos años<br />

lloraba porque no quería entrar al colegio, pues<br />

no podía separarme de mi mamá. Son curiosos los<br />

giros que da la vida, porque ahora lloro porque no<br />

me quiero ir del colegio. En ese entonces era un<br />

pequeño niño tímido (y lo sigo siendo en parte)<br />

y el colegio me acogió, desde esos primeros años<br />

me demostraron que eran mi familia.<br />

Mi paso por Inicial está lleno de buenos recuerdos,<br />

ahí conocí a mis mejores amigos, ahora a muchos<br />

de ellos los considero mis hermanos, y cada<br />

profesor que tuve, cada persona que conocí que<br />

perteneciera al colegio, se mostró como lo que es<br />

para mí Los Reyes Rojos: una gran familia, de la<br />

cual me enorgullece ser parte.<br />

Mi paso por Primaria fue diversión pura, en esos<br />

seis años descubrí mi pasión por los deportes y por<br />

competir en general, el fútbol<br />

con mis amigos, la sensación<br />

de ser un equipo. Recuerdo<br />

cómo fantaseábamos con que<br />

cada recreo era nuestro Mundial.<br />

Pero Primaria no solo fue<br />

fútbol, básquet y vóley.<br />

Sexto grado fue realmente<br />

especial: todas las actividades<br />

que hubo, la investigación,<br />

el retiro, el famoso “Quinto<br />

contra Sexto”, el viaje y en<br />

general todos los viajes, campamentos<br />

y piyamadas, son<br />

cosas que considero que influyeron<br />

mucho en quien soy<br />

y para bien.<br />

Debo admitir que mi inicio<br />

en Secundaria no fue como yo hubiese esperado,<br />

porque es cuando uno más cambia y cuando el colegio<br />

también. Y yo la verdad es que seguía siendo<br />

un niño tímido con muchas inseguridades y, justamente,<br />

los profesores que tuve me ayudaron<br />

a superar eso. Sin dejarla de lado, me ayudaron a<br />

poner mi mente en otras cosas, es curioso, pero en<br />

mi primer año de Secundaria probablemente interactué<br />

más con mis tutores que con mis propios<br />

amigos. Mi segundo año fue bastante movido, el<br />

año prepandemia, recuerdo que solo pensaba en<br />

jugar fútbol y básquet en los recreos. Quizás lo<br />

que más recuerdo de ese año fue el campeonato<br />

de básquet que estando nosotros en Segundo de<br />

media quedamos segundos.<br />

En plena Tempestad<br />

11


donde con garra y peleándola hasta el final logramos<br />

ganarlas. El día de la Canción Criolla, la Feria<br />

de Reyes y, por supuesto, la obra de teatro, son<br />

cosas que recordaré con cariño. Creo que Quinto<br />

de media es un resumen perfecto de lo que fue<br />

mi etapa en el colegio: una serie o película perfecta,<br />

y para alguien que vive pensando que está<br />

en una, no tengo más que agradecerles. Gracias,<br />

cole, gracias por ser mi familia.<br />

Hernando Guerra García Infante<br />

Mateo Alcocer, Salvador Massa y Sebastián Saco<br />

Vértiz<br />

Los dos años de pandemia, los veo casi como<br />

uno solo. Personalmente fueron los años más duros<br />

de mi vida y en los que más cambié como persona.<br />

Pero fue precisamente en esos años en los<br />

que mis profesores me demostraron que, justamente,<br />

el colegio era una familia y que podía contar<br />

con ella. Aunque suene raro, recuerdo la virtualidad<br />

con cierto cariño. En esos años de pandemia<br />

también reforcé amistades que espero tener por<br />

el resto de mi vida.<br />

Quinto de media es un periodo totalmente<br />

distinto para mí, empezando por el hecho de que<br />

volvimos a la presencialidad. Mi último año en el<br />

colegio tenía que ser el más importante y el más<br />

influyente en mi vida. Las lecciones “no académicas”,<br />

sino de vida, que me han dado los profesores<br />

en el colegio me van a acompañar por el resto de<br />

mi vida. Muchas veces sentí que todo se me iba<br />

abajo y el solo hecho de escuchar los consejos de<br />

mis profesores, ¡no tienen idea de cómo me ayudaba!<br />

Este último año descubrí quiénes son las<br />

personas de las que nunca me voy a olvidar, las<br />

personas que quiero en mi vida y todo eso se lo<br />

debo al colegio.<br />

Este año redescubrí la euforia que era meter<br />

un gol, un punto, una canasta, y celebrarlo con tus<br />

amigos. Gracias al colegio aprendí que no siempre<br />

consigues lo que quieres, pero si eres persistente,<br />

con el tiempo, consigues lo que mereces. Cada<br />

una de las actividades que hicimos como salón<br />

nunca saldrán de mi mente y las recordaré con<br />

una sonrisa, desde la piyamada (que no fue piyamada,<br />

pero igual fue increíble), las Olimpiadas,<br />

Mi paso por este colegio ha sido una experiencia<br />

linda. Muchos de mis recuerdos fueron formados<br />

dentro de este espacio durante catorce años. Desde<br />

Tres años hasta Quinto de media, toda mi vida<br />

escolar estuvo rodeada de mis compañeros de<br />

promoción. Este colegio me ha enseñado muchas<br />

cosas y me ha proporcionado muchas experiencias<br />

de vida, buenas y malas, que me van a acompañar<br />

y ayudar toda la vida.<br />

Gracias a todos los profesores que me enseñaron<br />

muchas cosas en sus clases, así también como<br />

de la vida, y que me formaron en la persona que<br />

Mateo Quiñones, Remigio Baigoria, Gabriel Vargas<br />

y Adrián Rosadio<br />

12


ahora soy. Agradezco también a mis amigos, a los<br />

que quiero mucho, y que me acompañaron y enseñaron<br />

cosas solo con su amistad.<br />

Después de tanto tiempo en este colegio, estoy<br />

lista para salir, y poder hacer cosas diferentes,<br />

aprender y crecer en diferentes ambientes que<br />

también me nutrirán como persona, pero siempre<br />

recordando a mi amado colegio.<br />

Amaranta Gutiérrez Maguiña<br />

Hay tanto que quiero decir, pero solo lo puedo lograr<br />

en pocas palabras, por eso quiero agradecer a<br />

mis amigos: aunque no lo demuestro tanto como<br />

deseo, me agradó haberlos conocido y los quiero<br />

mucho. También, muchas gracias a los profesores<br />

quienes, incluso con lo caótico que pudimos ser,<br />

nos enseñaron todas nuestras clases con entusiasmo.<br />

Muchas gracias por todo y mucha suerte<br />

en sus futuros planes.<br />

Lucille Marcone Mortensen<br />

A lo largo de los doce años que he estado en este<br />

colegio siempre soñé con el momento de que se<br />

acabara por fin. Ahora que estoy acá me es difícil<br />

creer que esto está pasando, realmente se veía<br />

como algo tan lejano que hasta parecía imposible.<br />

Siempre que pensaba en estar en Quinto de media<br />

y terminar el cole, mi siguiente pensamiento era<br />

que aún faltaba muchísimo para eso, hasta que<br />

este año, casi sin haberme dado cuenta, estoy acá.<br />

Salvador Massa Alencastre<br />

“Breve”, esa fue la primera palabra en la que pude<br />

pensar cuando me pidieron describir mi experiencia<br />

en este colegio. Tuve la oportunidad de estar<br />

aquí por un corto tiempo, ocho meses para ser<br />

más exacto, a pesar de esto creo que no existen<br />

suficientes palabras en el idioma español para<br />

expresar mi gratitud. Suelo pensar en el poco<br />

tiempo que me dieron para estar aquí y cuán insuficiente<br />

realmente fue, aun cuando siento que<br />

he estado aquí desde siempre, como si hubiera<br />

llegado al colegio hace quince años. Creo que breve<br />

no le hace justicia a la cantidad de experiencias<br />

y aprendizajes que logré adquirir durante estos<br />

289 días, todo esto me ha convertido en una<br />

persona completamente diferente a quien era el<br />

primero de marzo de este año, cuando pisé este<br />

salón por primera vez.<br />

Recuerdo los nervios que sentía por llegar, era<br />

un ambiente nuevo, un ambiente en el que no conocía<br />

a nadie, sin embargo, esos nervios y miedos<br />

se fueron calmando conforme pasaban los días.<br />

Todos aquí me hicieron sentir importante y especial,<br />

así fue como todas estas ansiedades empezaron<br />

a desaparecer.<br />

He conocido a algunas de las personas más<br />

importantes de mi vida en este colegio, personas<br />

a las que espero nunca olvidar, aun cuando ya no<br />

hablo con algunas de ellas y aunque ahora las<br />

cosas ya no sean iguales entre nosotros, sé que<br />

quiero recordar los bonitos momentos que pasé<br />

con ellos, sé que no quiero que sean extraños. Me<br />

voy como llegué (aunque con más conocimientos),<br />

con muchas esperanzas por el futuro y con algo de<br />

miedo de empezar de nuevo.<br />

Vania Milla Cambiaso<br />

Cuando entré al colegio en Primero de media tenía<br />

bastantes emociones pasando por mi cabeza<br />

como curiosidad o miedo, pero hubo algo que resalto<br />

y era el hecho de que por primera vez en mi<br />

vida estaba emocionado por ir al colegio, incluso<br />

cuando nunca había puesto un pie en este y no<br />

conocía a nadie, pero mi hermano y mi mamá me<br />

habían contado tantas cosas buenas que ya no<br />

podía esperar al primer día y hasta el día de hoy<br />

estoy agradecido de haberme cambiado. Aquí no<br />

solo he conocido a personas que puedo llamar mis<br />

mejores amigos sino, también, he aprendido cosas<br />

que siento que en ningún otro lado pude haber<br />

aprendido o experimentado, cosas que ayudaron<br />

a mi desarrollo personal y que me hicieron la persona<br />

que soy hoy en día. Debo terminar diciendo<br />

que me encantó cerrar esta etapa de mi vida con<br />

un año increíble.<br />

Gael Olaechea Giuliano<br />

Quisiera revivir cada momento que pasé al lado<br />

de mis amigos por última vez, sentir esa cálida<br />

brisa y conformidad a su lado. Volver a los campamentos<br />

y viajes, para apreciar por última vez<br />

los lindos paisajes que iba trazando con el bus<br />

a medida que avanzaba. Reunirme con todos<br />

los profesores que alguna vez me enseñaron y<br />

agradecerles por todas las lecciones aprendidas.<br />

Al principio, jamás pensé que iba llegar este momento,<br />

nunca me lo había imaginado y cada vez<br />

13


que este pensamiento invadía mi cabeza me ponía<br />

bastante ansioso. Era inimaginable pensar en<br />

una vida fuera de este colegio y, peor aún, tratando<br />

de encajar en los zapatos de mis padres<br />

durante su paso por la universidad.<br />

Sin embargo, ahora que pienso con más detenimiento,<br />

me doy cuenta de que no tengo que seguir<br />

el mismo camino que ellos tomaron, quiero vivir a<br />

mi manera dando un gran salto de fe hacia lo desconocido<br />

y dar el 200% de mí para que funcione.<br />

El futuro es incierto y he de admitir que me<br />

siento asustado por lo que se avecina, pero no,<br />

por ende, debo detenerme, pelearé hasta el final y<br />

utilizaré todos los valores aprendidos en la escuela<br />

para que esto siga sobre ruedas.<br />

En mis primeros años no sentía el transcurso<br />

del tiempo y cada día aprendía alguna experiencia<br />

nueva. Sin embargo, estos últimos años han pasado<br />

volando, debido a la pandemia. Tal vez no viví<br />

en carne propia Tercero y Cuarto de secundaria y,<br />

sinceramente, me hubiera gustado estar presente<br />

en esas aulas durante ese tiempo, pero no me<br />

sentiré mal por eso, porque pese a estar encerrado<br />

en mi casa, aún contaba con la presencia de mis<br />

amigos virtualmente jugando cualquier tontería<br />

mientras estábamos en clase.<br />

En general ha sido un buen año y una gran vida<br />

escolar junto a mi promoción, a la que jamás olvidaré.<br />

Mateo Quiñones Ávila<br />

Trece años llevo en este colegio, desde los Tres<br />

años, con Mónica y Candelaria, y, la verdad, han<br />

sido trece años que nunca podré olvidar.<br />

Como probablemente ya<br />

han dicho varias personas<br />

de varias promociones, uno<br />

siente como si faltara mucho<br />

tiempo para tener que escribir<br />

este mensaje. Antes de llegar<br />

a Quinto nunca me preocupé<br />

porque el colegio acabara, no<br />

lo sentía posible. Luego de<br />

montones de años de clases<br />

con profesores no solo profesionales,<br />

sino también amigables,<br />

recreos con amigos y<br />

los montones de caídas, junto<br />

con las risas y penas que eso<br />

Sobremesa en La tempestad<br />

podía causar, las interminables colas de la cafetería<br />

para poder pedir unos cuantos tequeños o el<br />

típico pan con pollo de Marina, los campamentos<br />

y viajes con los profesores y amigos, he entendido<br />

que son experiencias difíciles de olvidar y que<br />

ayudaron a fortalecer la relación entre el salón.<br />

Cómo olvidar los macarrones el penúltimo<br />

día, las piyamadas con los piratas y la búsqueda<br />

del tesoro, una tradición muy divertida, las<br />

obras de teatro, contando esta última de Quinto,<br />

incluso la pandemia, que puso todo a un paro<br />

total y cómo lentamente nos reincorporamos,<br />

aunque he de decir que en virtualidad fue muy<br />

difícil aprender algo.<br />

Un agradecimiento a Planas y Antonella, de<br />

Cuarto de media, amigos increíbles que seguirán<br />

en el colegio y que el próximo año les tocará pasar<br />

por lo mismo que nosotros, les deseo suerte.<br />

Y, sobre todo, muchas gracias a todos los profesores<br />

por apoyarme a mí y al salón durante mi vida, a<br />

Mónica, Candelaria, Flora, Melissa, Silvanita, Moria,<br />

Maru, Paty, Andrea, Maricarmen, Gonzalo, Valeria,<br />

Lucía, Eduardo, Lale, y finalmente Diego. También<br />

a los profesores que no solo fueron tutores, como<br />

Fabio, Eduardo Espinoza, Kathy, Chris, Andrea Lértora,<br />

Tania, Isabelita y Luis Santiago.<br />

Voy extrañar estos años, voy a extrañar juntarme<br />

con mis amigos todos los días, pero lamentablemente<br />

toda cosa bonita tiene un final. Muchas<br />

gracias a todos por todas las cosas que he pasado<br />

por estos años, de nuevo, nunca las podré olvidar,<br />

sin importar los años o la distancia.<br />

Adrián Rosadio Valiente<br />

14


Tengo mucha gratitud por<br />

las experiencias que he vivido<br />

estos últimos catorce<br />

años. Tuve los momentos<br />

más felices de mi vida aquí<br />

junto a mis mejores amigos<br />

y si pudiera, daría tanto por<br />

volver y vivirlos de nuevo.<br />

Los recreos de primaria, las<br />

pruebas de Sexto, las fiestas<br />

de cumpleaños, o las<br />

piyamadas. Jugando conocí<br />

a increíbles personas quienes<br />

han tocado mi vida para<br />

siempre y no olvidaré.<br />

Este colegio ha ayudado<br />

a formar a verdaderas y buenas<br />

personas, toda mi promoción<br />

está llena de talento, intelecto y espíritu,<br />

por eso tuve mucha suerte de haber sido parte de<br />

esta y haber formado relaciones con la gente aquí.<br />

Me despido deseando quedarme eternamente en<br />

los juegos donde todo era maravilloso, pero me<br />

despido sonriendo porque siempre tendré esos<br />

momentos en mi memoria y me acompañarán en<br />

mi adultez. También agradezco a los profesores<br />

que me apoyaron.<br />

Sebastián Saco Vértiz Boza<br />

Currúncun, a-currún-cun-cun<br />

Agradezco mucho a todas las personas que aportaron<br />

a mi educación durante todos los años que<br />

estuve en el colegio, porque fue una experiencia<br />

muy interesante e importante.<br />

Si tuviera que decir algo para los lectores que<br />

están estudiando en el colegio, sería que el esfuerzo<br />

vale la pena y que aprovechen las oportunidades<br />

que les da el colegio. No lo digo en un<br />

sentido melancólico como “aprovechen de las cosas<br />

del colegio antes de que sea muy tarde”, sino<br />

en un sentido de vivir el momento, de no preocuparse<br />

de que se acabará, porque pueden disfrutar<br />

de la educación que les ofrece el colegio y de<br />

sus actividades junto a los momentos que viven<br />

con sus otros compañeros. Busquen la forma de<br />

ver las tareas, clases y exámenes de forma positiva,<br />

como podría ser dándote cuenta de que es<br />

para que tu conocimiento crezca y que tengas<br />

más posibilidades en la vida u otra manera, por<br />

ejemplo.<br />

Toda fase en nuestra vida puede ser odiosa<br />

o gloriosa, pero, para mí, depende de qué tanto<br />

estamos dispuestos a esforzarnos para convertir<br />

cualquier momento de nuestras vidas en un<br />

momento agradable, puede que sea difícil, pero<br />

vale la pena. La vida no es fácil, pero es cuestión<br />

de cada uno de estar dispuestos a recorrerla sin<br />

importar sus dificultades y convertirla en una experiencia<br />

agradable. ¿Por qué alguien estaría dispuesto<br />

a esforzarse tanto en algunos momentos<br />

en vez de simplemente hacer lo mínimo necesario<br />

para aprobar o directamente rendirse para sentirse<br />

relajado en el momento? Porque vale la pena.<br />

Santiago Salazar Calderón López<br />

Me acuerdo de haber llegado al cole a los cuatro<br />

años y llorar desconsoladamente en los brazos de<br />

Mónica, pero casi al instante me acostumbré a las<br />

sillas de colores, al piso de madera y a los niños y<br />

niñas que se ofendían si me olvidaba de sus nombres.<br />

El hecho es que el colegio me ha visto crecer<br />

y así por nostalgia, espero siempre recordar todo<br />

lo que hace a Los Reyes Rojos lo que es.<br />

Con todos sus altos y bajos, los llantos y risas<br />

en la esquina del patio este año se sienten como si<br />

hubieran pasado cinco. Voy a extrañar reírme con<br />

Aisa, Martina y Ainhoa todos los días, comer en<br />

silencio disfrutando mi pan con palta, estresarme<br />

porque falta mucho para el fin de semana y recordar<br />

anécdotas de primaria.<br />

Camilla Salazar Cárdenas<br />

15


Después de doce años en el cole inevitablemente<br />

tengo cariño por todos acá y me despido muy agradecida<br />

por las experiencias que he vivido. Gracias<br />

a los viajes y campamentos por enseñarme a convivir<br />

y tolerar, gracias a Marina por alimentarme y<br />

hacerme pan con mantequilla aunque no esté en<br />

el menú, gracias a Fabio por estar conmigo todas<br />

las nivelaciones y sábados de mate y hacerme reír<br />

siempre, gracias al Gordo por los chismes y las risas<br />

y gracias a todas las enfermeras. Gracias al<br />

cole por darme amigas para toda la vida y por darme<br />

amigos que siempre me van a hacer reír. Voy a<br />

extrañar reírme de todo y de todos en el recreo y<br />

voy a extrañar crear más recuerdos acá.<br />

Aisa Sara Millones<br />

Tras quince años en el cole en verdad solo me<br />

acuerdo de unos pocos años porque mi memoria<br />

no juega a mi favor. Lo que quiero decir acá es gracias<br />

por aguantarme y sobre todo a Lucía en Primero<br />

de media. Voy a extrañar todos los viajes y<br />

campamentos, y, sobre todo, los postres que hacían<br />

en la cafetería. Pero, para resumir, solo voy a<br />

decir que mis viejos no hubiesen encontrado un<br />

mejor colegio para mí.<br />

Dante Torrejón Torres<br />

Esta es la representación de este último año, ha<br />

sido un año al que entré sin ganas, para ser sincero.<br />

Después de haber experimentado dos años<br />

de clases desde la comodidad de mi casa, con una<br />

computadora llena de juegos a la mano en todo<br />

momento, me parecía cansado volver a un espacio<br />

junto a mis compañeros, otra vez estar atrapado<br />

aquí toda la mañana, sin poder usar mi celular, sin<br />

poder dormir en los descansos, etc. Pero, por alguna<br />

razón, comenzó a gustarme. Creo que empecé<br />

así ya que no recordaba lo divertido que realmente<br />

era pasar tiempo con mis amigos, atender a clase<br />

con un profesor al frente, salir a los recreos, todo<br />

era familiar para mí.<br />

El año lo llevé con algunas dificultades al inicio,<br />

me costó volver a adaptarme, pero fui llevándolo<br />

de buena manera y ahora estoy aquí, recordando<br />

muchos momentos que son realmente importantes,<br />

y extrañando a mis compañeros y profesores,<br />

con los ya no me veré tan regularmente, pero que<br />

sé que siempre estarán en mi cabeza.<br />

Me siento feliz, bueno siempre me siento feliz,<br />

pero ahora más que nunca sabiendo que terminaré<br />

este año junto a aquellos con los que he caminado<br />

durante todo este trayecto y todos empezamos<br />

uno nuevo, puede que no sea juntos, pero todos<br />

tendremos un lugar en común al cual regresar.<br />

Gabriel Vargas Urmeneta<br />

Aún no puedo creer que este sea el final. He estado<br />

en este colegio desde Quinto grado, y nunca me<br />

voy olvidar los viajes, los campamentos, los sándwiches<br />

de pollos de la cafetería, estar sentado en<br />

las mesas en los recreos, los saludos de las mañanas<br />

del gordo, las Olimpiadas, pero, sobre todo, voy<br />

a extrañar un montón a mi promoción. Fue bonito<br />

mientras duró. Gracias y adiós.<br />

Milan Zlatar Battifora<br />

16


Hablan las familias<br />

Paco y yo fuimos papás muy jóvenes y nos tocó<br />

decidir sobre la marcha, sin ningún plan específico,<br />

qué tipo de educación queríamos para nuestras<br />

hijas.<br />

Cuando nuestra hija mayor, María José, entró<br />

a la línea de la educación tradicional, tan lejana y<br />

diferente de lo que nosotros hacíamos en casa,<br />

caímos en cuenta que debíamos buscar opciones<br />

más cercanas a lo que nosotros esperábamos para<br />

esos pequeños seres humanos que estábamos<br />

formando.<br />

Mi sobrino, Sebastián, había entrado al colegio<br />

y empezamos a cuestionarnos. El cuestionamiento<br />

nos tomó muchos años, pero un buen día,<br />

¡chan!, tomamos la decisión, y nunca nos arrepentimos<br />

de ella.<br />

Mis hijas y nosotros salimos de la zona de confort<br />

de la educación tradicional limeña para movernos<br />

a un proyecto educativo interesante, cercano,<br />

cálido, orientado al ser humano, tal como el<br />

mundo debe ser. En esta escuela encontré calma.<br />

No hay nada que se compare a un “me duele la garganta,<br />

pero no quiero faltar, por favor”. Nunca querían<br />

faltar, el tiempo se les hacía corto en el cole.<br />

Querían estar ahí siempre, no querían perderse<br />

una Fiesta del Sol, un campamento, un Día de la<br />

Canción Criolla, todo era importante y prioritario.<br />

Su vida en el colegio cambió de gris y tediosa a una<br />

colorida y feliz. Se sintieron en casa de inmediato.<br />

Eran escuchadas, tenían voz, no eran más un número<br />

en la lista, eran Majo y Daniela, a quienes recibían<br />

en la puerta con un saludo cálido todas las<br />

mañanas.<br />

Mis hijas son peruanas diferentes, conectadas,<br />

sensibles y preocupadas por su entorno, sus amigos,<br />

su familia y sobre todo su país, y el colegio me<br />

ayudó a que estos seres humanos quieran hacer<br />

cambios, piensen y añoren un país mejor, pero que<br />

también quieran meterse la chamba de hacerlo.<br />

Gracias, Melissa, Diego, Fabio, Lucía, Luciano,<br />

Lale, por haber acompañado a mis hijas estos maravillosos<br />

años escolares. A Los Reyes Rojos, nos<br />

lo llevamos en el corazón. ¡Muchas gracias!<br />

Aunque llegamos al cole en los últimos años, en<br />

poco tiempo nos sentimos en un lugar en el que<br />

parecía que hubiésemos estado siempre. Desde<br />

entonces, hemos vivido tiempos difíciles, de incertidumbre<br />

y penas, pero también muchísimos instantes<br />

de felicidad, siempre acogidos por esta hermosa<br />

comunidad reirrojina. Hemos visto llegar a<br />

nuestros hijos hasta aquí con admiración y orgullo,<br />

a punta de esfuerzo, también algunos disgustos,<br />

pero sobre todo de muchas alegrías. Hoy concluye<br />

una etapa maravillosa y de mucho aprendizaje.<br />

Nos vamos convencidos de que nuestros hijos<br />

podrán continuar siguiendo sus instintos y persiguiendo<br />

sus sueños con valentía y amor. Sin dudar<br />

hasta dónde pueden llegar, y que pueden hacer de<br />

este mundo uno más amable, justo y mejor.<br />

Gracias por enseñarnos a ver el mundo a través de<br />

los ojos del otro y por recordarnos siempre que las<br />

cosas se ven de manera muy distinta cuando se<br />

miran desde el corazón.<br />

Úrsula Castro<br />

Mamá de Ainhoa y Aránzazu Arigita Castro<br />

Paco y Juani (Francisco Díaz y Jannette Ávila)<br />

Papás de María José y Daniela Díaz Ávila<br />

17


Tres<br />

años<br />

Este año, los más pequeños nos traen<br />

adivinanzas y dibujos de sus animales<br />

favoritos. También nos cuentan sobre su<br />

visita a los bomberos, y nos muestran<br />

las obras de arte que hicieron con hojas<br />

recolectadas.<br />

Adivinador, adivinando, adivinó…<br />

Tiene cuernos, vive en la granja,<br />

come pasto y su esposa es la vaca.<br />

(el toro)<br />

Joaquín Garayar<br />

Tiene cuatro patas,es un animalito,<br />

tiene dos ojos, tiene bigotes.<br />

¿Qué es?<br />

(el gato)<br />

Galo Muñoz<br />

Tiene cuatro patas. Su piel es blanca,tiene<br />

hijitos, la encuentras en el campo y en la<br />

granja.<br />

(la oveja)<br />

Rodrigo Prieto<br />

Tiene cuatro ruedas, transporta cosas,<br />

te lleva y te trae al cajero.<br />

(una camioneta Montero)<br />

Marco Álvarez<br />

18


Autorretratos<br />

Me gusta mirarme en el<br />

espejo y agarrar mi nariz.<br />

También me gusta jugar a<br />

los astronautas con Isabel<br />

por todo el patio: la persigo<br />

y después ella me persigue,<br />

todo el recreo.<br />

Luciano García<br />

Me gusta mi pelo largo y bailar<br />

con mi papá en mi casa. En el<br />

colegio bailamos los viernes<br />

en día de movimiento, me<br />

gusta la canción “ Yo tengo un<br />

cuerpo”.<br />

Micaela Wiesse<br />

Mi boca es muy grande, me<br />

encanta la canchita y los<br />

helados. Dibujé mi cara con<br />

mi cabeza y me gustó pintar<br />

con acuarelas.<br />

Tuan Nguyen<br />

Soy Gael. Juego con Tiziana y con<br />

Juli en el patio.<br />

Gael Rodríguez<br />

Mi pelo es de color marrón y mis ojos chiquitos<br />

y me gusta correr en el patio con mis amigos<br />

Joaquín Garayar y Joaquín Hidalgo. Jugamos a<br />

Sonic y los zombis.<br />

Liam Tarazona<br />

19


Lo que más me gustó<br />

de los bomberos:<br />

El señor bombero nos explicó cómo era<br />

su camión por dentro. Ellos rescatan a las<br />

personas. Me gustó el perrito que tenían los<br />

bomberos.<br />

Bruna Guerra García<br />

Nos fuimos a los bomberos, nos enseñaron<br />

sus camiones y me gustó su escalera en el<br />

camión rojo. Los bomberos nos subieron al<br />

camión y me gustó.<br />

Joaquín Hidalgo<br />

Me gustan los bomberos porque rescatan<br />

a los conejitos, a los gatitos y su carro rojo<br />

es grande. Nosotros subimos al carro. Los<br />

bomberos nos invitaron y me gustó mucho.<br />

Meret Perleche<br />

Me gustan los carros de los bomberos porque<br />

son muy grandes y tienen agua para apagar<br />

los incendios. Cuando los visitamos, subimos<br />

al camión y les llevamos comida para sus<br />

almuerzos.<br />

Ismael Guerrero<br />

20


Señor Cabeza de Pasto<br />

Me gusta echarle agua a mi plantita. Es una<br />

cabeza de pasto de alpiste en una media con<br />

aserrín.<br />

Isabel Hurtado<br />

Al señor cabeza de pasto le gusta<br />

tomar mucha agua en las mañanas.<br />

Le caen gotas como lluvia.<br />

Tiziana Bistolfi<br />

Al señor cabeza de pasto le crecen muchos<br />

pelitos verdes cada vez que le ponemos agua<br />

al aserrín.<br />

Josefina Falco<br />

El señor cabeza de pasto tiene el cabello<br />

amarillo y lo visitan sus amigas las hormigas.<br />

Mateo Balmelli<br />

21


Animales<br />

Una mariquita en el jardín del<br />

parque de Barranco. Me gusta<br />

pasear en el parque con mi<br />

mamá y buscar bichitos.<br />

Kalea Ramos<br />

A mi perro Sigui le gusta que lo lleven al<br />

parque. Nosotros salimos a pasear con Sigui y<br />

mueve la cola.<br />

Julián Hart<br />

Las arañas comen mosquitas. No son<br />

insectos: las arañas son arácnidos como los<br />

escarabajos.<br />

Thiago Bisso<br />

Cuatro años<br />

Autorretratos<br />

Yo celebrando.<br />

Manuel Villalobos<br />

Emiliano sonriendo.<br />

Emiliano Aragón<br />

Emma contenta.<br />

Emma Barzola<br />

22


Noah en La Cantuta.<br />

Noah Guevara<br />

Pauli en el arcoíris.<br />

Paula Del Río<br />

Soy Emma y me encanta el<br />

lagarto. Emma Haak<br />

Adivinanzas<br />

Tiene rayas amarillas y negras, tiene<br />

dos alas, recolecta y hace rica miel.<br />

¿Quién es?<br />

Almudena Miranda<br />

La abeja Florimori. Antonia Joseph<br />

Tiene una trompa larga, es de color gris, es<br />

grande y tiene una cola corta.<br />

¿Quién es?<br />

Renata Blotte<br />

Su cuerpo parece el palito de la “i” y su<br />

cabeza, el puntito. Se pueden camuflar por<br />

su color y le gusta trepar ramas, es un reptil.<br />

¿Quién es?<br />

Illary Benítez<br />

El elefante que chorrea agua.<br />

Hideaki Oue<br />

Iguanota.<br />

Luciano Tovar<br />

23


Se convierte en mariposa, su cuerpo es largo,<br />

tiene muchas patas, es de color verde y come<br />

hojas.<br />

¿Quién es?<br />

Salvador Trelles<br />

Tiene estrellas que brillan y planetas de muchos<br />

colores, está el planeta donde nosotros vivimos, el<br />

planeta Tierra, y todo es de color negro.<br />

¿Qué es?<br />

Zsa Zsa López de Romaña<br />

Oruga bailarina. Chiara Malatesta<br />

El sol que viajó a otro universo. Dana Palacios<br />

Descripciones<br />

El pulpo tiene un cerebro grande, ocho<br />

tentáculos, tiene chupones que se<br />

pegan por cualquier parte, lanza tinta<br />

cuando se asusta y se camufla.<br />

Las plantas necesitan agua y la toman por sus raíces.<br />

También necesitan sol y viento para crecer, lo más<br />

importante es la tierra. Es un ser vivo que crece.<br />

Joaquin Ragas<br />

Luis Ignacio Abanto<br />

La semillita que creció.<br />

Cristóbal Larrea<br />

Marina, la plantita.<br />

Marina Gibbon<br />

El pulpito marino. Luciana Silva<br />

24


Al cerdo le gusta bañarse en el lodo, hace oink<br />

y vive en la granja. El cerdo come mucho y es de<br />

color rosado.<br />

Piero Malatesta<br />

El camaleón es de color verde, le gusta estar en<br />

las ramas, tiene un lengua larga que le sirve para<br />

atrapar moscas.<br />

Thiago Guevara<br />

Un chanchito escapándose de una cerca.<br />

Francisco Silva<br />

Camaleón y las naturales ciencias.<br />

Amelia Gamboa<br />

Cinco<br />

años<br />

Autorretratos<br />

Dibujé mi cara mirándome en<br />

el espejo y me puse algunos<br />

detalles como las pestañas y<br />

las cejas.<br />

Matilda Declercq<br />

Soy yo en el patio jugando en<br />

el tobogán de mi colegio.<br />

Salvador Melgar<br />

Estaba en el malecón jugando<br />

a las chapadas.<br />

Vasco Vílchez<br />

25


Pinté con témperas y dibujé mi<br />

cara, me dibujé feliz. También,<br />

pinté el fondo con algunos<br />

colores.<br />

Tomás Rodríguez<br />

Soy yo y estaba feliz porque<br />

estaba aquí en el salón.<br />

Arián Caballero<br />

Me dibujé con acuarelas<br />

caminando en un bosque y me<br />

encontré con un hongo de color<br />

rojo.<br />

Matteo Calmet<br />

Creamos con hojas recolectadas<br />

Un espinosaurio<br />

con un meteorito.<br />

Felipe Massa<br />

Una jirafa que se iba a<br />

almorzar hacia un árbol<br />

después de jugar.<br />

Pietro Tarazona<br />

Unas personas que<br />

se iban a su casa<br />

para almorzar.<br />

Roberto Prieto<br />

Hice unos submarinos que se<br />

encontraron con una anguila eléctrica,<br />

una medusa y unos peces.<br />

Sabina Cragg<br />

26


Soy yo y dibujé mi cara. Hice mi<br />

cabeza, los ojos y la boca. Hice<br />

el cabello y mis ojos.<br />

Maya Mcmanners<br />

Soy yo y le puse color rojo<br />

porque es mi color favorito y<br />

me gusta.<br />

Aaron Allemant<br />

Peces en el agua.<br />

Ainhoa Coll<br />

Un pez en el mar.<br />

Jorge López<br />

Los animales: un ciempiés, un tigre y una mariposa.<br />

Luca Bianchi<br />

Un tiranosaurio rex.<br />

Anselmo Rheineck<br />

27


Es una jirafa que estaba caminando hacia el mar<br />

para tomar agua.<br />

Paulina Gubbins<br />

Un cardumen de peces.<br />

Amaranta Soto<br />

Lo que más nos gustó de la visita a los bomberos<br />

Cuando fuimos a ver el carro de los bomberos.<br />

Benicio Saavedra<br />

Conocer el perrito de los bomberos y su casita.<br />

Sophie Buckley<br />

El bombero mostrándonos la ambulancia y el<br />

camión de bomberos.<br />

Fidel Seminario<br />

Cuando vimos la ambulancia y el carro de<br />

bomberos.<br />

Samantha Ballen<br />

28


El camión de bomberos, la ambulancia y la moto.<br />

Vasco Vera<br />

Una nave espacial que va a salir de su base.<br />

Noah Sánchez<br />

Me gustó conocer a los bomberos.<br />

Teodoro Prieto<br />

Pamela bajando por el tubo de bomberos.<br />

Micaela Guerra<br />

Gaia y yo viendo el camión de bomberos que<br />

estaba afuera de la estación. Ana De los Ríos<br />

Subir al carro de los bomberos con mis amigos.<br />

Gaia Aguado<br />

Gerard, el bombero, enseñándonos el carro de<br />

bomberos. Mateo Peirano<br />

Los alumnos de cinco años viendo a Pamela<br />

deslizarse por el tubo de bomberos. Uma Carmona<br />

29


Primer<br />

grado<br />

Primaria presenta en su sección sus<br />

mejores cuentos y poemas. También<br />

nos ofrecen una selección de sus obras<br />

de arte: dibujos, pinturas y algunos<br />

autorretratos.<br />

El reloj que sonaba<br />

por las noches<br />

Había una vez, hace muchos años, en una ciudad<br />

muy lejana, un reloj que asustaba a las personas<br />

a las once de la noche. Pero un día el reloj no sonó<br />

a la misma hora, sino que despertó a las personas<br />

a las tres de la madrugada. Cuando las personas<br />

se levantaron de la cama todo estaba de cabeza,<br />

parecía que caminaban al revés sobre el techo y<br />

sus cabellos colgaban hacia abajo.<br />

Algunas personas salieron por las ventanas y vieron<br />

que todo estaba normal, solo dentro de las<br />

casas las cosas estaban boca arriba. De pronto, el<br />

reloj le habló a la ciudad y les dijo: “Vuelvan a sus José Ignacio Melgar<br />

camas, se me había salido un tornillo pero ya me<br />

lo coloqué y ahora todo volverá a la normalidad”. Y desde ese día el reloj sonaba a las<br />

once, como todas las noches, aunque a veces se le salía un tornillo.<br />

Caetano Guerrero, Micaela Lumbreras y Kenzo Sakamoto<br />

La magia<br />

del reciclador<br />

El reciclador ayuda al planeta<br />

pero no en patineta.<br />

Va en su camión<br />

cantando una canción.<br />

Arantxa Vasallo<br />

El astronauta volador<br />

Me gusta cuando vuelas tu<br />

nave espacial<br />

en el espacio especial.<br />

Tu viaje es internacional<br />

cuando vuelas es sensacional.<br />

Gabriel Espinoza<br />

Celeste Forns<br />

Valentino Sarfaty<br />

30


Mi tío el bombero<br />

Mi tío es bombero<br />

y un caballero.<br />

Cuando lo veo me alegro<br />

sobre todo en febrero.<br />

Él es valiente e inteligente<br />

y también muy sonriente.<br />

Valentino Dacal<br />

Adrián Soldevilla<br />

La creación del mundo<br />

Al principio del mundo, todo era rocas. Luego, estas se<br />

unieron y formaron un planeta. Poco a poco cobraba vida,<br />

hasta que un día la Luna nos dio un regalo: la creación de<br />

la humanidad. La luna empezó a llorar y de sus lágrimas<br />

salieron humanos y ellos construyeron casitas. La luna<br />

llena aparecía cada diez noches para vigilar su creación.<br />

Noah Tijero<br />

El gato cabezón<br />

Había una vez un gato que vivía en una bonita casa y<br />

se casó con una linda gata. Ellos tuvieron un bebé que<br />

nació cabezón. Un día, este gatito cabezón participó de<br />

un sorteo y ganó un torito dorado de Pucará que le dio<br />

poderes. Su poder era hacer crecer su cabeza más y hacerla<br />

muy pequeñita también. Esto lo divertía mucho a<br />

él y a todos a su alrededor.<br />

Pero un día, perdió su torito dorado y nadie lo encontraba.<br />

Al parecer, alguien se lo había robado. Es así que llamaron<br />

a la policía y lograron encontrar el torito dorado<br />

en Sao Paulo. Se lo habían llevado hasta ahí para ver si<br />

era de oro realmente y si tenía poderes. Este hombre lo<br />

usó y, al verse al espejo, su cabeza había crecido tanto,<br />

tanto, que se asustó. Por eso, al final, decidió devolverlo<br />

al gato cabezón.<br />

Máximo Alfaro y Emiliano Sipión<br />

La sirena mágica<br />

Érase una vez una sirena mágica que, cuando salía del<br />

agua, le salían piernas. Ella caminaba a casa de su papá<br />

porque le gustaba hacer ejercicio y ahí había un gimnasio.<br />

La sirena quería hacerse fuerte para nadar más rápido<br />

y así escapar de los tiburones. Pero no solo eso, ella se<br />

preparaba para una carrera con las criaturas más veloces<br />

del mar. Llegó el día de la carrera y ganó el primer lugar.<br />

Entonces, salió del mar para celebrar con su papá.<br />

Mateo Aramburú y Victoria Silva<br />

Talía Piqueras<br />

Autorretrato. Gracia Saco Autorretrato. Ítalo Mori Autorretrato. Samanta Sanseviero<br />

31


Catalina Aguinaga<br />

Mujer serpiente mirando la luna. Illari Saldaña<br />

La chica girasol<br />

Había una vez una niña llamada Martina que iba saliendo<br />

de su casa y vio un montón de girasoles caminando.<br />

También habían muchas personas desconocidas que<br />

se acercaban a verlos y saltaban felices sobre ellos. Lo<br />

que pasaba en realidad era que había un señor bajo la<br />

tierra que los controlaba con unas máquinas.<br />

Al ver esto, Martina corrió a su casa a pedir ayuda a sus<br />

papás. Luego, fue bajo tierra por un pasadizo secreto y<br />

rompió las máquinas que le hacían daño a los girasoles.<br />

Después, los girasoles estaban felices, pero el señor se<br />

molestó e intentó arreglar las máquinas. Quiso revisar<br />

el manual, pero se le voló y fue imposible. Al final, para<br />

proteger a los girasoles, Martina decidió llevarlos a un<br />

jardín secreto en las montañas donde nadie podría molestarlos<br />

ni dañarlos nunca más.<br />

Fidel Castagnino y Bruno Mancilla<br />

El pájaro y los colores encantadores<br />

Una vez había un pájaro blanco que estaba volando en<br />

un sitio sin color. De pronto, vio a lo lejos una mancha de<br />

colores y cuando se acercó, se dio cuenta de que era una<br />

flor de veinte colores. Pero como tenía mucha hambre,<br />

se la comió. Entonces empezó a temblar y muy rápido<br />

comenzaron a salirle colores en sus plumas. Él estaba<br />

nervioso, pero también feliz, así que decidió empezar a<br />

volar y cada vez que aleteaba, esparcía colores por donde<br />

pasaba. Es así que voló por todos lados creando un<br />

mundo multicolor.<br />

Facundo Abanto, Joaquín Ponce y Minna Zlatar<br />

Maya Lumbreras<br />

El robot de colores. Leonardo Flores<br />

La luna brillante. Lea Davelouis<br />

32


Mujer serpiente mirando la luna<br />

Había una vez una niña a la que no le gustaba cómo era, se sentía<br />

rara y las demás niñas la molestaban. Todas las noches miraba tristemente<br />

a la Luna y le pedía que le diera poderes o algo para sentirse<br />

mejor.<br />

Una noche, mientras la miraba como siempre, salió el Sol y se formó<br />

un eclipse. Este eclipse era mágico y los rayos le dieron un poder<br />

especial: podía convertirse en mitad serpiente y mitad humana<br />

cuando se sintiera triste. Ella se sentía muy bien así, por eso decidió<br />

no volver a su casa y quedarse en el bosque. Así se convirtió en<br />

la niña con cola de serpiente, guardiana y protectora del bosque y<br />

fue feliz para siempre.<br />

Darío O’Brien<br />

Segundo<br />

grado<br />

La sirena mágica. Tiziana Bobbio<br />

El zorro que roba los huevos<br />

Había una vez, un zorro al que le gustaba robar huevos,<br />

él vivía en el bosque. Un día vio una granja donde había<br />

muchas y muchas gallinas. Cuando llegó la noche, fue a<br />

la granja y se robó una gallina para que ponga un huevo.<br />

A la mañana siguiente puso un huevo. El zorro se lo comió<br />

de desayuno, se fue a pasear y regresó de noche, así<br />

que se fue a dormir. A la mañana siguiente se comió otro<br />

huevo de desayuno, y así pasaron varios días.<br />

Hasta que, de pronto, la granjera se dio cuenta de que<br />

faltaba una gallina, se puso triste porque era su gallina<br />

favorita, secó sus lágrimas y se fue a buscar a la gallina.<br />

Vio al zorro que se comía el huevo de desayuno se acercó<br />

a él y vio que tenía a su gallina, se acercó más y más y ya<br />

se había acercado demasiado, tanto que casi podía tocar<br />

a la gallina, la agarró y se fue corriendo a su granja.<br />

El zorro la persiguió hasta el granero, porque no tenía<br />

otra opción, pero la granjera ya había llegado a su granja.<br />

El zorro entró y ahí mismo había un perro, entonces se<br />

acercó, corrió y corrió, vio un plato de comida y se lo comió.<br />

Así que la granjera entendió que solo tenía hambre.<br />

Desde ese día la granjera por las tardes le deja un plato<br />

de comida para que el zorro pase a comer.<br />

Alma Aguado y Mateo Mancilla<br />

El castillo y los dragones. Enzo Malatesta<br />

El puente de los deseos. Vania Contreras<br />

33


Emilia y Cora. Emilia León<br />

Dios Jarakuta. Octavio Gamboa<br />

Los niños y el dinosaurio<br />

Una vez, hace mucho tiempo, unos niños entraron en<br />

una máquina del tiempo y viajaron muchísimos años<br />

atrás. Cuando salieron de ella se pusieron a caminar. De<br />

pronto, se encontraron con un dinosaurio… ¡que era carnívoro!<br />

Los niños empezaron a correr e intentaron esconderse,<br />

pero no pudieron, el dinosaurio los encontró. Felizmente<br />

se escaparon y se cubrieron con hojas secas. El dinosaurio<br />

los buscó, pero no los encontró, aunque los olía cerca.<br />

Los niños no se movían, sabían que si lo hacían, el dinosaurio<br />

los encontraría. Finalmente, encontraron la máquina<br />

del tiempo y volvieron a casa sanos y salvos.<br />

Vasco Escandón<br />

El zorro y la coneja<br />

Había una vez una coneja solitaria. Ella no tenía familia<br />

ni amigos, se sentía sola y triste. Vivía en el bosque, su<br />

familia había huido porque los lobos los habían asustado.<br />

Un día vio a una familia de zorros y la coneja pensó que<br />

eran lobos, se asustó y corrió tanto que un zorro la vio.<br />

La coneja se asustó mucho, corrió tan rápido que casi se<br />

cae por un barranco. El zorro, al ver que la coneja estaba<br />

en peligro, la ayudó. Desde ese día, la coneja y el zorro<br />

fueron muy amigos y tuvieron muchas aventuras juntos,<br />

pero esa es otra historia.<br />

Arianne Viniczay y Umberto Kitamoto<br />

El mago y los ninjas<br />

Hace muchos años había un mago que sabía mucho de<br />

magia. Un día, vio unos ninjas y ellos le dijeron que necesitaban<br />

de su ayuda porque había un monstruo de lava<br />

que los quería atrapar. El mago aceptó ayudarlos, pero<br />

cuando estaba yendo a la guarida del monstruo encontró<br />

muchas trampas y cayó en una de ellas.<br />

De pronto, apareció el monstruo y atacó a los ninjas, pero<br />

ellos se acordaron de que el mago les había enseñado<br />

cómo hacer clones para que el monstruo se confundiera.<br />

De repente, llegaron cinco dragones más, pero apareció<br />

un portal y de ahí salió un dragón, pero este era bueno,<br />

lanzaba hielo y podía hacer remolinos. Gracias a él vencieron<br />

a los cinco dragones. Finalmente, muy cansados,<br />

salieron de la guarida del monstruo, rescataron al mago,<br />

se fueron a sus casas y comieron fideos.<br />

Joaquín Carvallo y Sofía Cueva<br />

El señor de la Luna<br />

Antiguo guerrero de gran valor,<br />

protector de la mágica gema Aytor.<br />

Fuerte y rápido como un guepardo,<br />

formidables son tus dientes de sable.<br />

Tus alas tormentas causan<br />

y tu poderoso báculo brinda poderes<br />

en las noches de la Luna llena.<br />

Camilo Quintana<br />

34


El yeti de la oscuridad<br />

Hace muchos años, en una ciudad oscura, había unos<br />

yetis amistosos y amables, pero había un yeti que era<br />

malhumorado, malo y grande. Siempre buscaba pelear<br />

con todos. Un día llegó un turista a la ciudad, pero se<br />

quedó espantado por lo oscuro que estaba el lugar. En<br />

ese momento sonó una estampida de yetis, el turista corrió<br />

espantado a esconderse, pero los yetis solo querían<br />

darle un abrazo. De pronto, apareció el yeti malhumorado<br />

y preguntó a gritos: “¿Qué está pasando?, ¿Por qué está<br />

esa persona aquí?”<br />

El fantasma. Axel Griffiths<br />

Sin ningún aviso, empezó una tormenta de nieve que se<br />

llevó al yeti malhumorado, enterrándolo en el fondo de<br />

la montaña, pero él se levantó y quiso agarrar al turista.<br />

Él intentó escapar en su sky, pero el yeti era mucho más<br />

rápido. De repente, un tornado apareció y se llevó al yeti<br />

muy al fondo de la nieve, pero sus buenos amigos lo ayudaron<br />

a salir. Desde ese día el yeti malhumorado se volvió<br />

bueno.<br />

Constanza Blotte y Salvador Trigueros<br />

Nautilus. Salvador Gubbins<br />

La tortuga de mar<br />

Eres linda y lenta a la vez,<br />

fuerte como un rinoceronte,<br />

divertida y graciosa<br />

como una ardilla.<br />

Dura como la Luna,<br />

bonita como el color verde,<br />

amigable y buena,<br />

siempre te arrastras por la arena,<br />

para llegar al mar y nadar.<br />

Jerónimo Naters<br />

El Choncho. Vincenzo Modonese<br />

35


Skitaru<br />

Tú, poderoso Skitaru,<br />

de pelo en llamas,<br />

alas de fuego.<br />

Tú, poderoso Skitaru,<br />

tienes fuego que arde,<br />

veloz e imparable,<br />

como un lobo con su sable.<br />

Francisco Lamadrid<br />

El ratón<br />

Eres fuerte como los tornados,<br />

con garras de león.<br />

Amistoso como los perros,<br />

rápido como el viento.<br />

Flexible como la serpiente,<br />

juguetón como los gatos<br />

y valiente.<br />

Leandro Coronado<br />

La oveja<br />

Oh, querida oveja,<br />

eres muy lanuda,<br />

tu cara es bonita<br />

y con ese pelaje<br />

estás bien calientita.<br />

Tú, lanuda y bonita,<br />

vives en una granja,<br />

tomas agua y comes manzanas,<br />

hasta que te cansas.<br />

Aurelio Moscoso<br />

Dios Ratreus<br />

Ágil dios,<br />

El pirata ojo rojo.<br />

silencioso como el viento.<br />

Guillermo Montesinos<br />

Oh, fuerte dios,<br />

tan grande como las montañas.<br />

Fuerte Sol,<br />

iluminas tu camino al escuchar tus pasos,<br />

frente a la Luna llena.<br />

Camilo Adrianzén<br />

La pirata Camila. Irene Torrejón<br />

Dios Futierra<br />

Poderoso como el terremoto,<br />

amable como la Tierra,<br />

Ojos invencibles que en el cielo,<br />

reflejan la luz de tu cuerpo.<br />

Eres un dios impresionante,<br />

cuando tocas la Tierra,<br />

nadie puede luchar contra ti.<br />

Y si te piden revancha,<br />

les tiras una gran avalancha.<br />

Octavio Larco<br />

Run Run. Laura Mélinchon<br />

La diosa Kailaya. Paula López Hurtado<br />

36


El poderoso Faracón<br />

Fuerte y luchador,<br />

rápido y alado.<br />

Vuelas como mariposa<br />

sin perder la concentración.<br />

Con tus garras de tigre,<br />

corres asombroso,<br />

llevando tu tridente<br />

y brillante espada.<br />

Ágil como el agua<br />

y juguetón como un dragón.<br />

Aurelio Castagnola<br />

La venenosa. Julieta Sagasti<br />

Fantasma espada. Facundo Dávila<br />

Tercer grado<br />

Las islas Galápagos<br />

Hace muchos años había una isla muy bonita llamada<br />

Galápagos. Era una isla con muchos animales y plantas<br />

fabulosos, como las increíbles tortugas y los lagartos<br />

enormes. Todo ahí era nuevo para la gente, era un mundo<br />

fuera de nuestro alcance y un lugar sin límites. Ahí<br />

vivía una tortuga llamada Pepa que era inusual porque<br />

era muy grande.<br />

Una vez, ella fue a la orilla del mar a hablar con sus amigas<br />

las iguanas y se encontró con un tiburón que le dijo<br />

que entre al agua y se la llevó a un pozo donde había<br />

muchas redes. Pepa se quedó atracada en las redes y se<br />

metió en su caparazón. El tiburón había escuchado que<br />

las tortugas sabían a pollo y se la quería comer, así que<br />

comenzó a golpear su caparazón. Después de dos horas,<br />

el caparazón estaba muy herido y la tortuga tenía<br />

que escapar.<br />

De tanto golpear, el tiburón rompió las redes y la tortuga<br />

se soltó y huyó. El tiburón se quedó atrapado en las<br />

redes y se quedó ahí por mucho tiempo. Aunque la tortuga<br />

se salvó, estaba muy débil y desafortunadamente<br />

Tiburón. Facundo Márquez<br />

estaba sangrando. Hasta que de pronto, Charles Darwin<br />

la vio sufriendo y corrió a ayudarla. Pepa perdió la pata<br />

pero vivió feliz por cien años más.<br />

Adrián Bryce y Julián Aller<br />

El robo de las serpientes<br />

Había una vez, una serpiente llamada Si-satara. Un<br />

día fue a explorar con sus amigos, pero no se dieron<br />

cuenta de que los humanos estaban de cacería. Después<br />

de un rato, los fueron capturando uno por uno.<br />

37


Andrea Pestana<br />

Si-satara se dio cuenta y se fue rápido para avisar en la<br />

aldea. Pero nadie le creyó, así que ella se atrevió a ir en<br />

la noche al lugar donde mantenían a sus amigos. Poco<br />

a poco, encontró las llaves del calabozo. Cuando liberó<br />

a sus amigos, todos se fueron corriendo al pueblo. Los<br />

humanos los siguieron y los persiguieron por todo el<br />

pueblo. Después de un rato, todos se cansaron y los<br />

humanos se fueron. Todas las serpientes vivieron felices<br />

por siempre.<br />

Nina Bueno de Mesquita y Lara Malachowski<br />

Pantera negra<br />

La pantera negra es muy linda<br />

y disfruta tanto de la vida.<br />

Es rápida como el viento<br />

y al cazar no pierde el aliento.<br />

Caza por la noche<br />

y salta sin reproche.<br />

En la noche derretida<br />

me vio a los ojos de vida.<br />

Me ilumina con su sonrisa<br />

y la dibujo con una tiza.<br />

Su pelaje suave como la paz<br />

me deja una estrella fugaz.<br />

Blas García<br />

Zoe Céspedes<br />

El sueño de Joaquín<br />

Una noche, había un niño llamado Joaquín. Él tuvo un<br />

sueño no muy común, era un sueño muy raro. Era un<br />

sueño del espacio, que él estaba ahí. Primero estuvo<br />

aburrido flotando y después estuvo explorando el espacio.<br />

Antes de despertar, él encontró un planeta raro<br />

y desconocido.<br />

En el planeta vivían unos duendes que tenían cabañas<br />

subterráneas pero con chimeneas que recolectaban<br />

la luz solar para calentarse<br />

porque en ese planeta hacía mucho<br />

frío. Joaquín se mezcló con los habitantes<br />

para poder ser parte de ellos<br />

y vivió un tiempo ahí.<br />

Pero se despertó de su sueño y se lo<br />

contó a todo el mundo, aunque nadie<br />

le creyó. Todas las noches siguientes<br />

volvió a tener el mismo sueño y le<br />

gustaba mucho estar ahí. El día de su<br />

cumpleaños, su sueño se volvió realidad,<br />

desapareció de la Tierra y se<br />

fue a vivir al planeta de sus sueños<br />

con toda su familia.<br />

Amaro Miranda y Amaru Maquet<br />

El viento<br />

El viento es insípido<br />

me sonríe<br />

es súper rápido<br />

mira cada planicie.<br />

Me ayuda<br />

me habla<br />

su voz es tartamuda<br />

me dice una palabra.<br />

Me siente<br />

me sopla<br />

a veces es ardiente<br />

agita su manopla.<br />

Pablo Soldevilla<br />

Maia Perla<br />

Viaje estelar<br />

El Universo tiene muchas galaxias<br />

y algunas son extraordinarias.<br />

Está el Sol<br />

y hay flores de girasol.<br />

Está la Tierra<br />

y en el Perú hay sierra.<br />

Hay tiendas,<br />

también hay casas.<br />

Está la Luna<br />

y hay lagunas.<br />

Hay volcanes<br />

y también ricos panes.<br />

Hay mercados<br />

para comprar pescados.<br />

Matías Rouillon<br />

38


El gato de mis abuelos<br />

El gato de mis abuelos<br />

es rápido como Flash.<br />

No lo atrapas ni en tus sueños,<br />

ni aunque digas “splash”.<br />

Es más ágil que un puma,<br />

es más rápido que el viento,<br />

es más ligero que una pluma.<br />

Y cuando hace un estruendo,<br />

es que está hambriento.<br />

El gato de mis abuelos<br />

es para mí muy especial,<br />

es para mí esencial.<br />

Bernardo Portocarrero<br />

La flor. Valeria Ormachea<br />

Mi perrito dragón<br />

Un día muy normal, mi perrito Willy y yo estábamos cerca<br />

de nuestra casa del bosque. Caminábamos entre los<br />

árboles buscando la salida, como todos los días. Hasta<br />

que Willy y yo nos encontramos una piedra verde brillante.<br />

Nos sorprendió que la piedra nos convierta en<br />

dragones. ¡Mi perrito y yo éramos dragones!<br />

Volamos y encontramos un volcán. Mi perro Willy se<br />

cayó al volcán, pero la piedra dragón y yo teníamos poderes<br />

de agua y hielo así que logramos salvarlo porque<br />

congelamos todo. Mi perrito rastreó la salida y me llevó<br />

volando hasta llegar a casa.<br />

Para aprender a controlar nuestros poderes tuvimos<br />

que contratar a una maestra dragona que nos enseñó<br />

todo para poder transformarnos cuando quisiéramos.<br />

Así que a partir de ese día vivimos muchas aventuras<br />

volando, jugando y congelando todo lo que veíamos.<br />

Marcelo Uccelli y Henar Guzmán<br />

Alien. Isabel Cabrera<br />

Las aventuras de Alejandra, Olivia y Coco<br />

En una ciudad muy lejana y tranquila vivían Alejandra,<br />

Olivia y Coco, unas niñas que estaban muy aburridas<br />

porque nunca pasaba nada interesante. Un día, mientras<br />

caminaban al colegio, decidieron que en sus vacaciones<br />

se irían juntas de viaje a la selva.<br />

Ahí encontraron un bosque encantado y un búho que<br />

hablaba. El búho les dijo que había algo muy importante<br />

que ellas debían encontrar, así que se fueron directamente<br />

a buscarlo. Mientras lo buscaban, se hizo de no-<br />

El dragón en las estrellas. Gael Palma<br />

39


che y un puma se metió a su carpa. Coco gritó y Alejandra<br />

espantó al puma hasta que se fue.<br />

Al día siguiente, dejaron el campamento y siguieron su<br />

búsqueda. Olivia encontró un otorongo amigable que<br />

las comenzó a guiar hasta un árbol con una llave colgada.<br />

Con la llave abrieron una puerta secreta que había<br />

dentro del árbol y encontraron un tesoro maravilloso<br />

que llevaron a su ciudad para compartirlo con todos y<br />

mejorar el pueblo.<br />

Cristóbal Alexander y Benjamín Cragg<br />

El ratón Miguel<br />

Un día, un ratón llamado Miguel encontró un queso y<br />

quiso llevárselo a sus hijos, que estaban hambrientos.<br />

El queso estaba al fondo de un basurero grande y apestoso.<br />

El ratón saltó adentro y fácilmente llegó hasta el<br />

queso, pero se dio cuenta de que el problema sería salir<br />

de ahí.<br />

Tarántula de la selva<br />

La tarántula de la selva es muy grande<br />

¡Es gigante!<br />

Si eres mosca ten cuidado,<br />

no dejes que te envuelva<br />

ni intentes pelear con ella.<br />

La tarántula es tan peluda,<br />

que si la ves, te asustarás.<br />

Tiene una telaraña gigante,<br />

que es espeluznante.<br />

Es pariente de la araña,<br />

pero no te confíes,<br />

es un peligro, porque engaña<br />

ten cuidado y no te fies<br />

y así no te sorprenderá.<br />

Gabriel Vidal<br />

Después de un buen rato, notó que había una pita muy<br />

vieja y antigua que colgaba por la salida del basurero.<br />

Cogió el queso con su cola y empezó a trepar. Luego, la<br />

pita se rompió y comenzó a caerse, pero se quedó agarrado<br />

de la parte de arriba y, con un ágil movimiento, logró<br />

salir volando de ahí.<br />

Llegó donde sus hambrientos hijos y todos juntos comenzaron<br />

a roer el queso. Comieron tanto que se quedaron<br />

con las barrigas tan llenas que se sintieron muy<br />

bien. A partir de ese día, Miguel se volvió muy aventurero<br />

y siempre buscaba la comida en los lugares más peligrosos,<br />

porque sabía que ahí encontraría los manjares<br />

más ricos.<br />

Lucca Bisso y Leonardo Lumbreras<br />

Los aventureros. Aurelio Carrillo<br />

Illari Sánchez<br />

Mi heroína. Luciana Ramos<br />

40


Bruna y Libre. Emilia Castro<br />

El señor zorro. Cristóbal Declercq<br />

Cuarto grado<br />

La ciudad embrujada<br />

Había una vez dos hermanos llamados Juan y Francisco.<br />

Ellos y su papá se mudaron a una nueva ciudad, pero<br />

esa ciudad no era cualquier lugar, era una ciudad embrujada.<br />

El koala come sandías<br />

Había una vez un koala que comía demasiadas sandías.<br />

Él vivía en Australia, en un gran árbol. Comía sandías de<br />

una forma muy peculiar, se comía la cáscara y no la sandía.<br />

Una vez, tuvo un sueño muy profundo y realista.<br />

Koala Lami soñó que fue a la tienda a comprar sandías,<br />

pero la tienda tenía algo peculiar. ¡Era un portal!<br />

Lo que había pasado era que el vendedor era un mago.<br />

Lami se metió al portal y se encontró con una sandía<br />

que hablaba. Él se quedó sorprendido y escuchó decir<br />

a la sandía: “¡Oh! ¿Cómo eztáz? Tengo una pizca de<br />

zandia.” El koala se emocionó un poco y dijo “¡AAAA-<br />

AAA eres u… una san…..diiiiiiiaiaaiaiaiaiaiaiaiaiai!”. Y<br />

luego se la comió, pero revivió gracias a que era un<br />

sueño. Vino un ejército de sandías y en ese momento<br />

Lami despertó, vio a la sandía que estaba a su lado y<br />

se volvió a dormir.<br />

Catalina Ortiz<br />

Una noche, cuando su papá se fue a trabajar, los niños<br />

se quedaron solos y llegó una señora para cuidarlos.<br />

Los niños la conocieron y le preguntaron: “¿Por qué a<br />

esta ciudad la llaman ‘ciudad embrujada’?” La señora<br />

les dijo que la llamaban así porque había fantasmas y<br />

les contó que los fantasmas se aparecían de la nada.<br />

Los niños se quedaron con la boca abierta y ella les dijo:<br />

“¡Oh, miren, allí está su padre! Será mejor que me vaya.<br />

Ya no me necesitan más aquí”.<br />

Los niños le dijeron al papá: “¡Qué bueno que vino una<br />

señora!” Pero el papá dijo sorprendido: “Yo no contraté<br />

a ninguna señora”.<br />

Juan Francisco Fernández<br />

El sapo Pepe y el abuelo Rito<br />

Había una vez un sapo del campo buscando comida ya<br />

que tenía mucha hambre. Después de un rato, había un<br />

señor caminando por el campo para recoger la leña y el<br />

sapo Pepe se lo encontró. Él le preguntó al señor cómo<br />

41


se llamaba y le dijo que se llamaba Rito y lo invitó a su<br />

casa para que coman y se la pasaron muy bien. El abuelo<br />

Rito le preguntó si podía ser su compañero y Pepe dijo<br />

que sí. Luego, le propuso ir al restaurante a comer papas<br />

y salchichas. Se divirtieron mucho y a partir de ese<br />

día se volvieron los mejores compañeros y siempre se la<br />

pasaron muy bien.<br />

Julieta Krumdieck<br />

Tajo<br />

Tajo, el perrito,<br />

es muy bonito<br />

come poquito,<br />

pero ya está gordito.<br />

Si te acercas a su plato<br />

te muerde el zapato,<br />

pero si le tiras una bola<br />

te mueve la cola.<br />

Es muy comelón,<br />

también es juguetón<br />

su cama es de algodón<br />

y le gusta hacerse el dormilón.<br />

Thiago Escandón<br />

Yago Rafael<br />

Súper Hakai infinito. Emilio López<br />

La leyenda de Eren<br />

Hace 7 000 000 de años en la Tierra, un valiente guerrero<br />

se enfrentó a una de las bestias más temidas de<br />

todas: Jaislant. Después de ese combate, Eren Massa<br />

volvió a Jaislant para curar sus heridas. Cuando llegó,<br />

sus padres se asustaron por lo débil y herido que estaba.<br />

Después de volver a su pueblo, Eren fue al doctor y<br />

tuvo muchas apariciones.<br />

Atrapados en el ascensor<br />

Había una vez una familia que se fue de vacaciones.<br />

Cuando llegaron al hotel, empezaron a desempacar,<br />

luego decidieron ir a almorzar y meterse a la piscina.<br />

Estaban bajando por el ascensor tranquilos, pero de repente,<br />

el ascensor empezó a temblar y la luz se apagó.<br />

Cuando se prendió y dejó de temblar, los papás habían<br />

desaparecido.<br />

Los hermanos no sabían qué hacer, no podían salir<br />

del ascensor. Empezaron a apretar todos los botones<br />

hasta que por fin salieron, pero el hotel era diferente.<br />

Ahora era más grande y había muchos árboles que rodeaban<br />

todos los espacios. No veían a sus papás por<br />

ningún lado. Los buscaron hasta que los encontraron<br />

pero sus papás no los recordaban, así es que volvieron<br />

al ascensor.<br />

El ascensor empezó a temblar de nuevo, pero se quedaron<br />

tranquilos porque la vez anterior no les había pasado<br />

nada. Cuando llegaron al cuarto vieron a sus papás,<br />

pero ellos no recordaron nada.<br />

Adriana Rivera<br />

Un día, salió a visitar al recién nacido Alonso Quijano.<br />

Mientras tanto, en otro universo, dinosaurios y dragones<br />

se enfrentaron en una batalla épica, en la que uno<br />

de los dragones lanzó un hechizo para que su especie<br />

no muriera. Fue tan fuerte que Eren Massa lo sintió.<br />

Eren salió de la casa y vio un portal en el cielo, de allí<br />

salieron cuatro sombras. De repente, el portal se cerró<br />

y fue a investigar.<br />

De pronto, vio un dragón celeste, este se asustó, pero<br />

cuando Eren lo tocó se tranquilizó. Ambos se dirigieron<br />

a una casa en la montaña, donde vivía un veterinario.<br />

Eren lo dejó y vio en el cielo una luz morada, era otro<br />

portal. De ahí salieron dinosaurios. Los dragones hipnotizados<br />

y los dinosaurios cayeron en el volcán, donde<br />

habitaba el Charcharat en su cueva. De pronto, se despertó.<br />

Eren se asustó porque su pueblo estaba destruido, rápidamente<br />

agarró al bebé y a su mamá y corrieron al bosque.<br />

Continuará…<br />

Emilio Massa<br />

42


Autorretrato. Fátima de Gennaro Autorretrato. Julieta Ramos Autorretrato. Matías López<br />

La hoja<br />

Anaranjada como el atardecer,<br />

tú, en forma de corazón,<br />

eres bella y linda,<br />

como los colores del sol.<br />

Julia Horna<br />

Mi hoja<br />

Mi hoja bonita ya marchitada<br />

me muero de la pena,<br />

mi hoja de la buena suerte,<br />

no, mi hoja muerta.<br />

María Peirano<br />

La puerta secreta<br />

Había una vez, en el año 2433, un laboratorio en el que<br />

estaban haciendo unas pruebas. Hasta que un bote de<br />

líquido traído de Venus cayó al piso y todo se empezó a<br />

descontrolar. Salieron cabezas verdes del suelo y los devoraron<br />

a todos en segundos. Días después, los policías<br />

entraron al laboratorio y ninguno salió.<br />

Años después el laboratorio estaba en investigación,<br />

en busca de los policías que habían entrado. Un día, un<br />

investigador encontró una puerta escondida detrás de<br />

una pared y decidió entrar solo. Cuando entró, la puerta<br />

se cerró y un zombi le comió la cabeza.<br />

Al siguiente día, fueron avistados varios zombis en la<br />

ciudad y la gente seguía desapareciendo a montones y<br />

nadie los volvió a ver. El 23 de febrero se dio a conocer a<br />

las personas que había empezado el apocalipsis zombi.<br />

Todos se encerraron en sus casas, no se volvió a ver a<br />

nadie en la calle ni en la ciudad.<br />

Pedro Hinojosa<br />

El hospital abandonado<br />

Sama. Vasco Vásquez<br />

Había una vez cinco chicos adolescentes en una ciudad.<br />

Los chicos se llaman Laura, Aitana, Alicia, Noa y Joaquín<br />

y eran muy unidos. Un día, saliendo del colegio vieron<br />

un hospital abandonado y les dio mucha curiosidad, así<br />

que entraron. Como vieron que estaba muy oscuro decidieron<br />

salir e ir por unas linternas para todos y un poco<br />

de comida y agua. Al regresar, entraron y se separaron<br />

en grupos de dos y de tres y fueron a explorar.<br />

43


Como ya estaba oscureciendo,<br />

cada uno se fue a su casa, pero<br />

ninguno podía dormir. Así que decidieron<br />

volver al hospital de nuevo.<br />

Encontraron un cadáver y se asustaron,<br />

pero lo que no sabían es que<br />

todo era una trampa. Continuará…<br />

Victoria Cillóniz<br />

La hoja seca<br />

Puntiaguda<br />

como los cuernos del alce<br />

con dos caras esponjosas.<br />

Áspera, como la lengua del gato.<br />

Sin agua, igual que el papel.<br />

Muerta ahora, pero tuvo vida<br />

hermosa,<br />

como la flor que pudo ser.<br />

Salvador Milla<br />

Cordegato. Mía Saco<br />

El róbot mágico. Camila Piqueras<br />

Fred y el mar<br />

Un día cualquiera, un chico llamado Fred salió a surfear.<br />

Una ola grande lo revolcó hasta la orilla. Pero justo antes,<br />

Fred sintió que el mar le decía algo. “¡Vete!”, sintió<br />

que le decía. Así que el chico decidió volver a la playa.<br />

Al día siguiente, Fred fue al mar otra vez. Se sumergió<br />

en el océano y se quedó sorprendido al ver toda la basura<br />

que había en el mar. Así que Fred decidió limpiar<br />

la basura. Una hora después, sus amigos lo encontraron<br />

y le preguntaron qué estaba haciendo. Fred les dijo<br />

que estaba limpiando la basura del mar. Sus amigos se<br />

rieron y le preguntaron por qué estaba limpiando y no<br />

se estaba divirtiendo. Él les dijo que no podemos dejar<br />

sucio el lugar porque hay que cuidar el planeta donde<br />

vivimos. Sus amigos, al final, lo ayudaron a recoger toda<br />

la basura restante.<br />

El tiburón sobresaliente. Sebastián Gonzales<br />

Al día siguiente, Fred paseaba por la playa y de repente<br />

el mar le habló de nuevo. “Gracias”, le dijo. Fred le contestó<br />

muy feliz: “No hay de qué”.<br />

Luka Page<br />

Mundo mejor<br />

A todas las personas del pueblo les asustaba la casa<br />

de la esquina. La casa estaba abandonada desde 1874,<br />

ya habían pasado dieciocho años, hasta que un niño<br />

El ajolote. Diego Mélinchon<br />

44


se cansó y entró. Las personas, asustadas, esperaban<br />

afuera. El niño solo vio una cosa delante de él: una caja.<br />

Se iba a ir, pero sintió que la caja lo llamaba, se volvió y<br />

vio pasar una sombra. Tenía que abrirla, ¡tac!, la abrió. En<br />

la caja había un gato rojo y un sombrero. “Hola”, le dijo el<br />

gato. El niño se asustó tanto que casi se va, pero pensó<br />

“Estoy acá para hacer un mundo mejor”. “¿Qué hace el<br />

sombrero?”, preguntó. “El es el primer paso”. “¿De qué?”<br />

“De un mundo mejor”. “¿Y qué hacemos?”. “Métete al<br />

sombrero”.<br />

Estaban en la selva. “¿Qué hacemos aquí?”, preguntó el<br />

niño. “Vamos a salvar a los animales”. “Okey”. Del sombrero<br />

salió una flauta. “Toca”, le dijo. De la flauta salió<br />

una música hermosa. Todos los animales vinieron ahora<br />

al lugar seguro. De repente, apareció en la casa.<br />

Mariano Flores<br />

Elefantesaurio. Ramiro Franco<br />

La diablita<br />

La diablita salió a pasear.<br />

Es muy bonita y quiere caminar,<br />

está asustada, se ha perdido.<br />

Está cansada,<br />

quiere volver a un lugar conocido.<br />

Está contenta,<br />

volvió al lugar que ama.<br />

Comió una paleta<br />

y se fue a la cama.<br />

Emma Arce<br />

La flor mágica. Fabiana Reyes<br />

La sirena. Martina Márquez El zorro. Asiri Mujica Bailarina. Julieta Barragán<br />

45


Quinto grado<br />

El origen de las montañas<br />

Hace mucho tiempo, los grandes felinos cazaban sin<br />

piedad a los animales con menor destreza: suricatos,<br />

babuinos, cebras y gacelas. ¡Todos los animales estaban<br />

hartos! Un día, se reunieron a buscar la forma de ponerle<br />

fin al abuso de los felinos. Varios dieron sus mejores<br />

ideas hasta que el astuto zorro le dijo al camello: “Si la<br />

Tierra tuviera la forma de tus jorobas, nos subiríamos a<br />

la copa y veríamos a lo lejos a los felinos acechándonos”.<br />

El suricato dijo: “Es una excelente idea, pero ¿cómo lo<br />

vamos a lograr?” El babuino contestó: “Muy fácil, haremos<br />

varias bolitas de tierra y las apilaremos una encima<br />

de otra”. La cebra dijo: “Ya, pero ¿no nos demoraremos<br />

mucho?” Y el elefante contestó: “¡Claro que no! Con mi<br />

gran trompa y mis enormes patas y la ayuda de todos<br />

ustedes lo lograremos en una noche”.<br />

Esa misma noche comenzó el trabajo. Antes del amanecer<br />

terminaron el gran montón de tierra. La gacela preguntó:<br />

“¿Y cómo se llamará esto?”, el babuino contestó:<br />

“Este montón de tierra se llamará montaña”.<br />

Inés Aller<br />

Día de bosque. Montserrat Planas<br />

Las estaciones<br />

Con sus hojas naranjas y rojas,<br />

el otoño llega.<br />

Empieza el día, las hojas caen<br />

y todo empieza a enfriar.<br />

La primavera llega,<br />

las flores surgen.<br />

Con un dulce aroma<br />

el cielo se vuelve azul.<br />

El verano llegó,<br />

el cielo sigue azul,<br />

las olas del mar<br />

y la arena gris.<br />

El invierno llega,<br />

todo se vuelve a enfriar,<br />

usamos ropa de invierno<br />

para podernos abrigar.<br />

Josefina Cruzado<br />

Las blancas nieves<br />

Las blancas nieves<br />

caen del cielo suavemente<br />

como las hojas de los árboles<br />

en el cristalino suelo de hielo.<br />

La nieve cristalina<br />

desciende a mis hombros<br />

y casi ni la siento<br />

como si fuera arena blanca.<br />

Ahora, los campos están<br />

cubiertos de nieve<br />

un mar de perlas<br />

que brillan como la luna.<br />

Uma Tola<br />

El caballo de Troya<br />

Galopando velozmente<br />

por el hermoso día resplandeciente<br />

con gotas de sudor por toda la frente<br />

sin parar hasta la muerte.<br />

Sin cesar hasta el más allá cabalgando<br />

sin dejar de jadear nunca paró<br />

a descansar a su destino soñado.<br />

Sin beber agua de la fuente<br />

choca con una roca brutalmente<br />

con una cicatriz en la pata trasera<br />

no se rindió y puso la mirada en frente.<br />

Hasta llegar a su destino<br />

segado y reluciente<br />

nunca se rindió, él siempre luchó,<br />

pero no lo pudo cumplir finalmente.<br />

Alonso Pestana<br />

46


Las aves de la tarde<br />

Cuando en la mañana<br />

ponemos tu comida en el pasto<br />

tú vienes en la tarde<br />

y enciendes el jardín.<br />

Avecita de la tarde<br />

con tus plumas tan hermosas,<br />

que parecen de seda y algodón<br />

de color azul plateado<br />

como la luna a tu alrededor.<br />

No te vayas,<br />

aún hay mucho qué comer<br />

o lo vas a guardar<br />

para otro atardecer.<br />

Cuando ya llega la hora,<br />

siempre te vas,<br />

pero mañana volverás<br />

para alegrar a todo el hogar.<br />

Matilda Nieto<br />

Haiku<br />

La brisa en mi cara,<br />

la ola revienta.<br />

Lulú juega.<br />

Aitana Soto<br />

Haiku<br />

Los árboles escuchan<br />

a los animales<br />

como el viento.<br />

Catalina Larco<br />

Halcón<br />

Ave audaz<br />

que va abriendo camino,<br />

que siente y es muy persistente.<br />

A veces te resientes<br />

y vas enfrentando el azar.<br />

Caminando vas improvisando<br />

como un guerrero valiente.<br />

Lautaro Fernández Maldonado<br />

Jirafas<br />

Un día, dos jirafas estaban durmiendo cuando un humano en<br />

un carro sospechoso se llevó a la madre de ambas. Cuando despertaron,<br />

no vieron a su madre, pero sí vieron manchas de combustible.<br />

Ellas pensaron que alguien se la había llevado, como<br />

a su padre en el pasado. Entonces, emprendieron un viaje para<br />

encontrarla.<br />

Autorretrato. Santiago Rivera<br />

Cuando estaban a la mitad del camino, un león hambriento se<br />

paró delante y corrió hacia ellas. Las jirafas, al ver que no era<br />

nada amable, corrieron hacia las marcas de combustible. Como<br />

el león estaba muy débil, no pudo correr mucho y se detuvo. A él<br />

se le veía muy hambriento, porque estaba muy flaco. Como las jirafas<br />

eran buenas, le dieron la única comida que tenían: hierbas.<br />

Él no comía hierbas, pero las jirafas le dijeron que lo intentara.<br />

En el camino se encontraron con unos elefantes y el más sabio<br />

se acercó a ellos, era un elefante especial. Les dijo que lo siguieran<br />

y así lo hicieron. Se alejaron mucho de la tribu. Cuando ya<br />

se estaban cansando, encontraron una ciudad. “¡Una ciudad!”,<br />

dijo una de las jirafas llamada Minituchi. Todas las personas que<br />

se encontraban a su paso se asustaron. Sin embargo, después<br />

de un rato llegaron a un lugar extraño y ahí apareció su mamá.<br />

Estaban a punto de ponerle una sustancia tóxica. Felizmente<br />

la pudieron rescatar, aunque luego aparecieron unos cubos<br />

extraños en el cielo que las secuestraron…pero esa ya es otra<br />

historia.<br />

Aryuna Chirinos<br />

Autorretrato. Andrea Rosadio<br />

47


Visita a la playa. Miranda Guzmán Frida. Lía Uccelli La dama. Paz Arango<br />

Las cuatro etapas de las estaciones<br />

En un día nublado<br />

con el viento soplando,<br />

las ramas caen,<br />

el sol se esconde<br />

y comienza la garúa.<br />

Los pájaros cantan mientras<br />

otros vuelan y cuando la luna viene<br />

las estrellas llegan de par en par.<br />

La música suena<br />

y los árboles bailan,<br />

la lluvia cae y los pájaros cantan,<br />

el café se prepara<br />

mientras la neblina no falta.<br />

El sol viene y las flores crecen,<br />

azul se vuelve el cielo<br />

como las olas del mar.<br />

Isabella Sotomayor<br />

Invierno<br />

Llega el invierno<br />

el pasto se tiñe<br />

de un color celestial.<br />

Para esta época<br />

nada normal.<br />

Mientras tú duermes,<br />

ocurre un fenómeno<br />

nada normal:<br />

la aurora boreal.<br />

Entra en escena<br />

la Navidad,<br />

una festividad<br />

no solo para regalar<br />

sino para en familia estar.<br />

Termina el invierno<br />

con mucha emoción<br />

porque la primavera<br />

se viste de color.<br />

Maximiliano Eguren<br />

Soy fuego<br />

Soy fuego,<br />

fuego de fogata ardiente.<br />

Antorcha que da luz al pueblo.<br />

Doy calor humano,<br />

por eso mi nombre es Ignacio.<br />

Ignacio Portocarrero<br />

Dragón chino. Valeria Cuéllar<br />

48


El oso miedoso<br />

Un día me desperté por algunos ruidos raros, me asusté y bajé a<br />

desayunar con mi mamá. Salí al bosque para pasear un poco. Había<br />

muchos árboles. Pasó poco tiempo cuando me di cuenta de que me<br />

había perdido, me asusté nuevamente y escuché los mismos ruidos<br />

que había escuchado en la mañana.<br />

Me pareció raro, fui a revisar y vi a un oso. “¡Ahhhh!”, grité desesperada.<br />

Luego me calmé y observé que el oso era tímido y tenía una<br />

herida. Lo cuidé y lo curé. Avanzamos juntos y vimos un túnel oscuro,<br />

terrorífico y oculto. Lo cruzamos sin miedo y encontramos un<br />

paraíso extraordinario. Exploramos el lugar y había un montón de<br />

animales como conejos, perros y muchos gatos bonitos.<br />

Fuimos pasando, vimos un duende misterioso y lo seguimos. Era rápido,<br />

llegamos al lugar y había una olla de oro, sin embargo, no robamos<br />

nada. Regresamos pronto al bosque. El oso miedoso se quedó<br />

con su familia, yo me fui con la mía y vivimos felices para siempre.<br />

Keira Sánchez<br />

El búho que no vuela<br />

Había una vez un búho que no volaba, se llamaba Hántani. Desde<br />

que nació, Hántani tenía una condición que no le dejaba agitar sus<br />

alas para volar. Cuando tenía tres añitos, sus padres lo abandonaron<br />

en el desierto para nunca más volverlo a ver.<br />

Después de un tiempo, se acostumbró a vivir en el desierto, casi<br />

nunca pasaba hambre y siempre intentaba volar, pero era en vano.<br />

Hasta que un día, cuando tenía seis años de edad, vio desde lejos<br />

un águila durmiendo. Se preguntó si estaba viva o muerta, así que<br />

esperó durante cuatro horas hasta que despertó. El águila le explicó<br />

que no tenía a dónde ir y que se llamaba Haco.<br />

Dragón. Patricio Márquez<br />

A Hántani se le ocurrió una idea, le dijo que podía quedarse en su<br />

casa, que por cierto era grande y hecha de rocas, pero a cambio de<br />

que le enseñara a volar. Haco aceptó, Hántani le enseñó su casa y le<br />

dio agua, un poco de semillas y se fueron a dormir. Hántani y Haco<br />

vivieron juntos durante un año. Hasta que un día…Hántani supo volar.<br />

Hasta ahora siguen viviendo juntos y viajan por todo el mundo.<br />

Victoria Aznarán<br />

Los hermanos<br />

Estos dos hermanos eran muy unidos, pero pronto dejaría de ser así.<br />

Les tocaría pelear para saber quién iba a mandar. A la manada le faltaba<br />

un día para la pelea, se estaban alistando y el que perdiera, se<br />

iría y tendría que estar oculto por el resto de su vida.<br />

Llegó el día y se preparaban para batallar. Leo, que era el más grande,<br />

no estaba listo. Lionel, el más chiquito, estaba más que preparado.<br />

El gato soñador. Borja Sarmiento<br />

49


Cada uno tenía sus diferencias. Leo<br />

era grande y listo, pero sensible al<br />

cambio. Lionel era chiquito, pero<br />

muy fuerte de mente. El que ganara<br />

pondría una ley, la que él deseara, y<br />

nunca nadie la podría deshacer.<br />

La pelea empezó, hubo muchos<br />

golpes y el primero que cayó fue<br />

Lionel y Leo ganó. Cuando se marchó,<br />

Leo se pasó dos meses pensando<br />

qué regla poner. Pensó,<br />

pensó y pensó. La regla fue nunca<br />

tener que pelear sino que todo sea<br />

por democracia.<br />

Bruna Castro<br />

Pensando. Salvador Fernández<br />

Valentino. Luciano Dacal<br />

Vasco en el río<br />

Vasco es un pájaro incomprensible, quiere algo y después<br />

de un minuto, quiere otra cosa. Nadie lo entiende.<br />

Un día, estaba bañándose en el río, cuando de pronto<br />

escuchó una voz que decía: “Vasco, no nos pises, por<br />

favor”. Vasco miró hacia abajo y había dos peces, pero<br />

no le importó y los pisó. Los peces se ocultaron, estaban<br />

aterrados, se preguntaban por qué lo hacía, pero a él no<br />

le importó.<br />

Cuando llegó a la orilla del río, se cayó en una roca y se<br />

rompió una pata. Los peces vieron que estaba adolorido<br />

y decidieron ayudarlo. Lo curaron y Vasco se dio cuenta<br />

del error y se disculpó regalándole una casita de madera<br />

para que puedan ver la superficie. Desde ese día siempre<br />

mira por dónde camina.<br />

Cristóbal Caparó<br />

El dios de Marte<br />

Como el dios de Marte, me llamo Marcello.<br />

Soy tan fuerte como el acero.<br />

“Martillo” es mi nombre,<br />

herramienta creada por el hombre.<br />

Sé que mi nombre significa Marte<br />

por eso este poema es arte.<br />

Marcello Lanatta<br />

El origen del cristal<br />

Hace muchos años, en la isla de Mastovich, existía un<br />

volcán llamado Fancourt. Este volcán llevaba dormido<br />

cien años. La población estaba a la espera de su erupción<br />

ya que su lava era muy especial, era una lava blanca<br />

como las nubes y, lo que era más extraño, fría como la<br />

nieve.<br />

En la isla vivía un niño llamado Mastenio, que desde pequeño<br />

sentía gran atracción por los volcanes. Una tarde,<br />

el volcán empezó a botar humo de color carmesí, indicando<br />

que se estaba activando. Horas más tarde, empezó<br />

la erupción con una fuerte explosión que asustó a<br />

los pobladores. La lava blanca cayó cerca al pueblo, pero<br />

no causó daños.<br />

Al día siguiente, Mastenio salió a tomar una muestra<br />

para estudiarla en su casa. Recogió un poco en un balde<br />

de acero y descubrió que al agregarle agua, la lava<br />

se volvía transparente, dura al tacto, pero sumamente<br />

frágil al caer al suelo. Además, podía moldearse si la ponían<br />

a altas temperaturas. Hizo varios ensayos y logró<br />

moldear la lava en muchas formas. A este material se le<br />

llamó cristal.<br />

Joaquín Ríos, María O´Brien y Facundo Gabillo<br />

<strong>50</strong>


Promoción XLI / Sexto grado<br />

Valentina Álvarez Aráoz<br />

Aurelia Álvarez Canziani<br />

Emilio Aramburú Gruenberg<br />

Emil Arrarte Lay<br />

Uma Baca Waller<br />

Paula Ballumbrosio Solis<br />

Matías Calero Álvarez<br />

Malena Carpio Flores Guerra<br />

Álvaro Castillo Zabala<br />

Emilio Dezar Cunliffe<br />

Nahuel Elías Sibadón<br />

Olivia Gálmez Suárez<br />

Alba Grimaldi Mosqueira<br />

Catalina Hinojosa Pardave<br />

José Gabriel Landázuri Sologuren<br />

Cano Lúcar León<br />

Hania Malachowski O’Brien<br />

Ariana Miranda Eguren<br />

Julián Miranda Lores<br />

Marcelo Montani Paez<br />

Raffaella Montori Pazos<br />

Mara Osorio Macha<br />

Inés Reaño León<br />

Benjamín Rejas La Hoz<br />

Leonardo Roose Jaureguy<br />

Kaela Sánchez Calderón<br />

51


Sexto grado<br />

Como parte de sus pruebas para<br />

pasar a Secundaria, los alumnos<br />

de Sexto grado presentan<br />

investigaciones sobre temas de<br />

su interés. Aquí presentamos un<br />

poco de cada una.<br />

El metraje encontrado<br />

Elegí investigar sobre el<br />

metraje encontrado o falso<br />

documental porque me gusta<br />

la idea de que haya películas<br />

que estén grabadas por los<br />

protagonistas y que puedan<br />

jugar con la cuarta pared y haciendo<br />

cosas parecidas. Para<br />

hacer mi i nvestigación hice<br />

mi propio metraje encontrado;<br />

me costó tiempo, pero lo logré.<br />

Benjamín Rejas<br />

El buceo<br />

Me encanta el mar y<br />

la fauna marina en<br />

general, y el buceo<br />

es una forma de ver a<br />

los animales marinos<br />

en su hábitat natural.<br />

Desde que tengo<br />

memoria, siempre he<br />

querido bucear.<br />

El buceo no es solo un deporte al cual debes dedicarle<br />

horas, sino que también es una forma de ver el<br />

mundo, porque allá abajo hay mucha vida.<br />

Emil Arrarte<br />

El surf femenino<br />

Me gusta mucho<br />

este deporte.<br />

En especial, la<br />

sensación de<br />

deslizarse en el<br />

mar, fluir en armonía<br />

con la ola<br />

aprovechando su<br />

energía y dejarse<br />

llevar como si el<br />

tiempo dejara de<br />

pasar. Aprendí<br />

que el surf femenino ha evolucionado mucho, pasando<br />

por obstáculos en el camino; por ejemplo,<br />

ahora las mujeres pueden competir y disfrutar de<br />

muchas categorías en las competencias.<br />

Aurelia Álvarez<br />

La historia de la batería en el Perú<br />

Yo elegí este tema porque<br />

desde pequeño toco<br />

la batería y me encanta<br />

la música. Con esta<br />

investigación aprendí<br />

mucho sobre la batería<br />

en general, y cómo se<br />

ha desarrollado en el<br />

Perú. También aprendí<br />

sobre la fusión entre<br />

un género y el otro, que<br />

en el Perú hay muchos<br />

bateristas con mucho talento y que algunas bandas<br />

son conocidas en otros países.<br />

Emilio Aramburú<br />

La cámara de fotos<br />

Elegí la cámara de fotos<br />

porque me parece muy<br />

interesante cómo esta<br />

procesa la luz para<br />

capturar la imagen,<br />

parece magia. Esta<br />

investigación me ayudó<br />

a entender más sobre<br />

las cámaras y cómo<br />

logran crear una imagen<br />

a partir de luz. Me gustó<br />

mucho descubrir más<br />

sobre la fotografía antigua y la actual, y sobre nuevos<br />

fotógrafos que no conocía.<br />

Uma Baca<br />

52


Los fósiles<br />

Con este trabajo pude<br />

aprender más sobre los<br />

procesos de fosilización,<br />

sobre otras ciencias que<br />

están ligadas a la paleontología,<br />

y sobre cómo<br />

trabajan entre ellas. Fue<br />

interesante conocer la<br />

vida de paleontólogos<br />

que descubrieron los primeros<br />

fósiles y cómo estos fueron básicos para llegar<br />

a los conocimientos modernos, como el caso de Mary<br />

Anning y los coprolitos. Además pude conocer y visitar<br />

nuevos museos en el Perú y aprender sobre las instituciones<br />

que trabajan con los fósiles.<br />

Paula Ballumbrosio<br />

El ballet clásico<br />

Para mí, el ballet representa<br />

alegría, dolor,<br />

ira, confusión: miles de<br />

emociones. Pero también<br />

representa trabajo, compromiso,<br />

pasión y paciencia,<br />

porque mucha gente<br />

puede querer bailar ballet,<br />

pero si no tiene estas<br />

cosas no llegará muy lejos.<br />

Me dio mucha curiosidad<br />

conocer más sobre la historia de esta danza y sobre lo<br />

que hay detrás de bailar, y gracias a esta investigación<br />

pude ingresar más al mundo del ballet.<br />

Malena Carpio<br />

La escalada deportiva<br />

Aprendí que la<br />

escalada es un deporte<br />

muy exigente<br />

y que, a diferencia<br />

del fútbol, en el<br />

que siendo bueno<br />

con la pelota ya<br />

puedes jugar, en<br />

la escalada tienes<br />

que entrenar todas<br />

las partes del cuerpo.<br />

La escalada,<br />

aún siendo esencialmente<br />

física, requiere mucha inteligencia. En el<br />

Perú, recibe muy poco apoyo de las instituciones<br />

que promueven el deporte a pesar de que tiene<br />

muy buenas montañas y cerros para escalar.<br />

Matías Calero<br />

Animación 2D y 3D<br />

He aprendido sobre<br />

nuevos objetos que<br />

no conocía, como por<br />

ejemplo una mesa de<br />

luz que sirve para el<br />

anterior frame y usarlo<br />

como ejemplo y seguir.<br />

Es sorprendente que<br />

algo tan corto pueda<br />

tomar mucho más tiempo de lo que creemos: una animación<br />

que apenas dura cinco minutos tomó alrededor<br />

de nueve meses para terminarla. Me encanta animar.<br />

Álvaro Castillo<br />

El Lego<br />

Yo elegí este tema porque siempre me ha gustado<br />

jugar con bloques Lego. Mi curiosidad me llevó a<br />

descubrir más sobre su historia, qué lo hace tan<br />

interesante y qué posibilidades tiene este bloque.<br />

Durante el proceso, aprendí sobre la empresa<br />

Lego, sobre cómo se hacen paso a paso los<br />

bloques y pude visitar el lugar en el cual se crean<br />

estos mágicos bloques de plástico.<br />

Emilio Dezar<br />

53


El waterpolo<br />

La joyería<br />

Descubrí la joyería cuando tenía cinco o seis<br />

años. Siempre me la pasaba mirando cómo mi<br />

abuela hacía su arte. A veces las soldaba con<br />

fuego, las lijaba con una máquina pulidora, las<br />

metía en ácido, hacía muchas cosas más. La joyería<br />

existe desde el inicio de los tiempos, forma<br />

parte de la historia y es un arte que ha tenido<br />

una evolución importante, ya que comenzó<br />

siendo dientes y garras atadas a una pita y hoy<br />

en día son piedras preciosas incrustadas en oro,<br />

plata, bronce y cobre.<br />

Nahuel Elías<br />

Los albergues de perros<br />

Yo elegí los albergues<br />

de perros porque me<br />

interesa mucho cómo<br />

hacen las personas para<br />

obtener un sitio amplio,<br />

trabajadores o voluntarios,<br />

rescatistas y dinero<br />

suficiente para tener<br />

un albergue. Aunque<br />

parezca fácil, no lo es<br />

y el esfuerzo de esas<br />

personas para salvar a<br />

varios cachorros y perros<br />

es importante, y por eso<br />

son reconocidas como héroes para los perritos.<br />

Yo elegí el waterpolo porque hace unos seis años<br />

empecé a practicarlo y me pareció sumamente<br />

divertido, aunque a veces complicado. Al ser un<br />

deporte en equipo,<br />

requiere mucha comunicación<br />

y tratar de no<br />

contagiar sentimientos<br />

negativos entre los<br />

miembros del equipo.<br />

Jugar waterpolo es<br />

más difícil de lo que<br />

parece, sobre todo<br />

por la resistencia que<br />

tienes que tener.<br />

Catalina Hinojosa<br />

La tela artística<br />

Elegí este tema<br />

porque siempre<br />

he estado en<br />

relación con el<br />

circo y el teatro,<br />

porque mi mamá<br />

es productora:<br />

cuando mi<br />

hermano y yo<br />

éramos muy pequeños, nos llevaba a<br />

sus funciones. Al terminar aprendí bastantes<br />

cosas de la tela, como su historia y elementos,<br />

y los años que se lleva haciendo esta disciplina.<br />

Lo que más me sorprendió fue cuánto puede<br />

soportar una tela.<br />

Valentina Álvarez<br />

Alba Grimaldi<br />

54


El vóley<br />

Escalada<br />

en roca<br />

Yo escogí el tema de la escalada en roca porque<br />

practico escalada en rocódromo. Entonces, la<br />

escalada en roca era un nuevo tema diferente a<br />

lo que estoy acostumbrada, y como no conocía,<br />

me daba mucha curiosidad porque es un tipo de<br />

escalada diferente. Aprendí más sobre la historia<br />

de la escalada, como por ejemplo quién la creó,<br />

cuándo y dónde.<br />

Yo elegí este tema<br />

porque de chiquita<br />

siempre he jugado<br />

vóley y he admirado<br />

mucho este deporte.<br />

El vóley para<br />

mí siempre fue<br />

un deporte muy<br />

lindo y desestresante,<br />

pero yo no<br />

sabía cómo era un<br />

entrenamiento, cómo eran los saques, cómo<br />

respondía, qué tan complicada puede ser<br />

la vida de una jugadora. A mí nunca me han<br />

gustado los deportes y cuando me metieron<br />

al vóley, sentí una conexión con él.<br />

Ariana Miranda<br />

Olivia Gálmez<br />

La pastelería artística<br />

La animación en<br />

stop motion<br />

Yo siento que la<br />

animación es algo<br />

espectacular y muy<br />

extenso, por eso lo<br />

elegí, porque me<br />

parece una técnica<br />

fácil de hacer y<br />

sencilla de entender.<br />

Hace un par de años hice unos videos de esta<br />

técnica con mi papá, y desde ahí me interesó<br />

muchísimo.También había visto películas. Aprendí<br />

lo infinito que es el stop motion, porque se puede<br />

hacer con cualquier material. Además, es una de<br />

las primeras técnicas de animación e incluye otras<br />

técnicas, lo que lo hace muy amplio.<br />

Yo elegí mi tema porque me gusta mucho,<br />

ya que no se trata solo de un pastel simple<br />

y normal, sino de<br />

un pastel elaborado<br />

que representa algo.<br />

El proceso creativo<br />

es muy importante,<br />

porque puede ser<br />

el que más dure, ya<br />

que tienes que ponerte<br />

de acuerdo entre<br />

lo que quiere el<br />

cliente y entre lo que<br />

propone el pastelero<br />

según su estilo. La<br />

pastelería artística<br />

es muy bonita y es<br />

un reto, ya que cada torta es diferente.<br />

Raffaella Montori<br />

Cano Lúcar<br />

55


El kendo<br />

La pizza<br />

artesanal<br />

Decidí investigar<br />

acerca de<br />

la pizza artesanal porque es mi alimento favorito<br />

y lo podría comer en cualquier momento del día.<br />

La pizza es, para mí, un excelente complemento<br />

en momentos felices que me gusta compartir con<br />

las personas que más quiero. Me interesó conocer<br />

sobre su historia, qué significa su nombre, qué se<br />

necesita para hacerlas, entre otras cosas. Aprendí<br />

cómo elaborar una pizza con mis propias manos, y<br />

conocí las diferencias entre una pizza industrial y<br />

una artesanal.<br />

Yo elegí el kendo porque<br />

hace unos meses<br />

me interesé en una<br />

serie japonesa llamada<br />

“Kimetsu no yaiba”, en<br />

la que parte de la historia<br />

tiene que ver con<br />

el uso de la katana, por<br />

eso quise hacer un arte<br />

marcial en el que se<br />

usara la espada. Al terminar<br />

mi investigación<br />

aprendí que algunas cosas resultaron ser totalmente<br />

diferentes a como me las imaginaba. Aprendí sobre la<br />

historia del Japón, y cómo fueron afectados los japoneses<br />

en Perú en la Segunda Guerra Mundial.<br />

Mara Osorio<br />

Julián Miranda<br />

El karate y su<br />

historia<br />

Hice este tema<br />

porque desde los<br />

nueve años no<br />

practico karate, y<br />

en cierta forma lo<br />

extraño. Con esta<br />

investigación<br />

creo que me sentiré más cerca de mi deporte favorito<br />

de la infancia. Esta investigación sinceramente me ha<br />

ayudado a comprender también tanto la estructura<br />

del karate como su historia, ya que antes pensaba<br />

que nada más era para practicar, y ni siquiera me<br />

preguntaba los demás aspectos de este deporte.<br />

El skateboarding<br />

Cuando elegí este tema sabía que sería un reto<br />

para mí, pero gracias a esta investigación he<br />

podido saber mucho más sobre el skate, como que<br />

antes pensaba que existían solo dos tipos de skate,<br />

el clásico freestyle y el longboard, pero ahora<br />

sé que hay quince. Lo que más esperaba era poder<br />

hacer trucos, pero como no me gusta el dolor no<br />

me atrevo a hacerlo todavía, aunque seguro iré<br />

aprendiendo.<br />

Hania Malachowski<br />

Marcelo Montani


La cerámica a mano<br />

La gimnasia<br />

artística de piso<br />

Elegí este tema porque<br />

es la disciplina<br />

que practico desde<br />

los seis años y la que<br />

me ha dado muchas<br />

satisfacciones. Algo<br />

que me llamó la atención<br />

es el impacto<br />

que tiene este deporte en el desarrollo físico y<br />

psicológico de los gimnastas. Aparte de la disciplina,<br />

exige mucha seguridad, concentración y<br />

esfuerzo, y por eso quise averiguar mucho más<br />

de lo que ya conocía por el hecho de practicarlo.<br />

Kaela Sánchez<br />

Yo elegí la cerámica a mano porque desde que tengo<br />

siete años voy a un taller y me fascina. Cuando<br />

entré no sabía hacer casi nada, y con la práctica he<br />

logrado hacer trabajos<br />

cada vez más complejos.<br />

Lo mismo me pasó con<br />

la investigación, ahora<br />

conozco mucho más.<br />

Descubrí que las culturas<br />

peruanas representaban<br />

todo en cerámica,<br />

como un registro de la<br />

historia. Todas las piezas<br />

que vi en el Museo<br />

Larco muestran algo de<br />

su vida cotidiana, o algo relacionado con los dioses o<br />

animales.<br />

Inés Reaño<br />

La operación Chavín de Huántar<br />

El taekwondo<br />

Yo elegí investigar<br />

sobre el taekwondo<br />

porque<br />

es un deporte<br />

que practico y<br />

me ayuda a tener<br />

más fuerza,<br />

buena postura,<br />

disciplina y a aprender a defenderme. Después de haber<br />

realizado esta investigación he aprendido mucho de su<br />

historia. Además, practicarlo es bueno para el desarrollo<br />

de los reflejos, para ser más disciplinado, para ser puntual,<br />

tener una buena postura y ejercitar los músculos.<br />

Por estos y otros beneficios que brinda lo recomiendo a<br />

personas de todas las edades.<br />

Yo elegí este tema porque desde chico me gustan<br />

los temas militares y porque mi tío es un comando<br />

Chavín de Huántar.<br />

Además, es<br />

una oportunidad<br />

para aprender<br />

sobre la operación<br />

de rescate<br />

de rehenes.<br />

Asimismo, me<br />

llama la atención<br />

que sea un tema<br />

recurrente en los<br />

debates políticos<br />

hasta hoy, cuando<br />

sucedió en 1997.<br />

Después de esta<br />

investigación aprendí que estas operaciones no son<br />

para nada simples y se tienen que preparar mucho.<br />

Leonardo Roose<br />

José Gabriel Lándazuri<br />

57


Los alumnos de Secundaria<br />

nos presentan una selección de<br />

cuentos y poemas en su sección.<br />

También encontramos dibujos,<br />

pinturas y fotografías.<br />

Primero de media<br />

Ella es Marta, es una ama de casa, se dedica a cocinar,<br />

lavar platos, etc. Vive en la casa de su marido.<br />

A Marta le gusta cantar, siempre que canta le sube<br />

el ánimo, ahora mismo se pregunta: ¿a qué hora<br />

llegará mi marido? Pero lo único que puede hacer<br />

es seguir trabajando y lamentándose por tener<br />

ese trabajo. Últimamente los vecinos de Marta se<br />

preguntan: ¿qué pasó con Marta? Y no es que la<br />

hayan raptado ni nada por el estilo, y es que Marta<br />

está feliz, y no tiene necesidad de cantar.<br />

Hoy día, Marta ha hecho pan pero un pan diferente<br />

a los demás, este pan es crujiente por fuera<br />

y blando por dentro. Ha decidido hacer muchos<br />

panes e ir a venderlos al pueblo pero fue una mala<br />

idea, nadie quiso comprar su pan por la apariencia<br />

que tenía. Marta se fue triste a su casa por no haber<br />

podido vender nada pero justo antes de llegar<br />

a la calle donde vivía, un señor la detuvo y le compró<br />

todos sus panes. Estos panes tenían la cantidad<br />

perfecta de harina y sal y nadie podía hacer un<br />

pan como ella. A partir de ese día Marta sale a vender<br />

más panes al señor muy amable que le ayudó<br />

mucho.<br />

Mateo Espinoza<br />

La lechera,<br />

Johannes Vermeer<br />

(1658-1660)<br />

Querida María:<br />

Esta semana ha sido muy extraña y agotadora.<br />

Hace unos días, mientras regresaba a mi casa, me<br />

encontré con una señora triste con una nube en la<br />

cabeza. Me pareció algo bastante extraño, no pude<br />

contener la curiosidad y le hablé. Primero me acerqué<br />

cuidadosamente. Ella estaba sentada en una<br />

banca del parque María Reiche llorando mientras la<br />

nube botaba agua de lluvia sobre su cabeza. A pesar<br />

de su tristeza y de estar toda mojada, ella demostraba<br />

su bondad y le daba de comer a las palomas.<br />

Me senté a su costado y le dije:<br />

-Hola, soy Ariana. Perdón que me meta, pero…<br />

¿por qué llora? ¿La puedo ayudar con algo?<br />

Inmediatamente después, me empezó a contar<br />

que la despidieron de su trabajo recientemente<br />

por culpa de la nube que trae siempre en su cabeza.<br />

Se trata de una nube mágica que aparece cuando<br />

no está feliz para poner en evidencia sus sentimientos.<br />

Si está triste, la nube bota agua de lluvia;<br />

si está molesta, la nube bota rayos y truenos; si alguien<br />

le está cayendo mal, la nube se pone negra,<br />

y así sucesivamente. Ella me siguió contando:<br />

-Normalmente puedo controlar mis sentimientos<br />

y además, por lo general, soy una persona feliz. Entonces<br />

la nube no aparece por largas temporadas.<br />

Sin embargo, en los últimos tiempos he estado<br />

Abigail Mumenthaler<br />

58


teniendo unas pesadillas horribles que no puedo<br />

controlar. Eso ha hecho que tampoco cuando estoy<br />

despierta pueda controlar mis sentimientos.<br />

María, te juro que me dio tanta pena que casi me<br />

pongo a llorar con ella. ¿Te imaginas qué horrible<br />

sería que todo el mundo sepa todo el tiempo lo que<br />

estás sintiendo? Como tú eres psicóloga, pensé<br />

que quizás podías ayudarla. Le he preguntado en<br />

qué consiste su sueño y me ha dicho que empieza<br />

todo normal, con ella en un restaurante con unos<br />

amigos. Pero cuando se levanta para pedir la cuenta<br />

y se voltea, se da cuenta de que todo empieza a<br />

desaparecer. Entonces, con el susto, empieza a correr<br />

hacia su casa para ver a su familia, pero todo lo<br />

que ha pisado desaparece. La pesadilla es terrible<br />

pues nunca logra llegar a su casa, pues siempre se<br />

despierta antes. Mínimo dos veces a la semana el<br />

mismo sueño reaparece.<br />

Luego de un mes de soportar estas pesadillas,<br />

la nube ha aparecido y no se quiere ir. En su trabajo,<br />

ocurrió que cada vez que habla con su jefe la<br />

nube se pone negra. Además, cada vez que está<br />

en reuniones la nube echa chispas y se oyen truenos<br />

en toda la oficina. Todo el mundo sabe lo que<br />

eso significa y su jefe ya no la aguantó más, y por<br />

eso la despidió.<br />

María, me parece todo tan injusto… Las otras<br />

personas de su trabajo de hecho también se estresan,<br />

o están tristes o no les caen algunos de sus<br />

compañeros, pero ellos siempre sonríen y nadie<br />

se entera. La señora de la nube, en cambio, no hay<br />

cosa que pueda ocultar.<br />

Recuerdo que tienes en tu consultorio un reloj<br />

mágico marca Rólex de 2 metros de alto, que es a<br />

la vez una máquina que hace un baile especial para<br />

hacer reír a los pacientes y que mejoren su estado<br />

de ánimo. Además, el reloj vende una leche fresca<br />

caliente que creo que ayudaría mucho a que la señora<br />

de nube se sienta mejor. ¿Crees que puedas<br />

usarlo para animarla?<br />

Por favor, dime qué piensas de todo esto y si<br />

crees que puedes ayudarla. No sé realmente, si es<br />

mejor que la ayudes a controlar sus sentimientos<br />

para que esté siempre feliz y la nube no aparezca.<br />

O quizás deba aprender a vivir con la nube y superar<br />

que las personas sepan cómo es que se siente.<br />

Espero tu respuesta y yo misma la llevaré hasta<br />

tu consultorio.<br />

Abrazos,<br />

Ariana<br />

Luna Diez Canseco<br />

Amalia Lara<br />

Los niños desaparecidos<br />

Sofía era una chica muy carismática y era muy<br />

atenta a su alrededor. Le encantaba el misterio y el<br />

terror, le gustaba tanto que quería convertirse en<br />

detective. Sofía tenía una hermanita menor, Susi,<br />

a la cual amaba mucho.<br />

Un día, cuando Sofía estaba regresando del colegio<br />

con su mejor amiga Natalia, quien se iba a quedar<br />

a dormir en su casa, recibe una llamada de su<br />

madre que le dice: “Sofía, tu hermana desapareció<br />

desde hace media hora; la mandé a hacer un recado<br />

y aún no vuelve, lo acabo de reportar a la policía,<br />

pero dijeron que iban a comenzar a buscar mañana<br />

por la mañana. No quiero que te pase algo a ti, así<br />

que vuelve rápido.” Su voz era temblorosa y parecía<br />

como si estuviera llorando. Sofía se apresuró, junto<br />

con Natalia, y cuando llegaron vieron que no había<br />

nadie en casa, pero vieron una nota en la mesa del<br />

comedor y la agarraron, esta decía: “Tu padre y yo<br />

fuimos a buscar a tu hermana, pide comida con tu<br />

amiga, dejé un poco de dinero en tu cuarto.”<br />

Sofía y Natalia fueron al cuarto de Sofía y agarraron<br />

el dinero, fueron a la sala, llamaron para pedir<br />

pizza y unas gaseosas. Minutos después llegó<br />

la comida, Sofía se levantó y abrió la puerta. Le<br />

entregó el dinero al repartidor y después el repartidor<br />

se fue. Cuando estaba a punto de cerrar vio<br />

una sombra parecida a su hermana. Sofía se asustó<br />

cuando vio la sombra, pero pensó que era su<br />

imaginación así que solo cerró la puerta. Se dirigió<br />

hacia la sala y puso la pizza y la gaseosa en la mesa<br />

de la sala, después fue a la cocina y, mientras se<br />

dirigía a la cocina, volvió a ver la sombra. Esta vez<br />

pensó que se estaba volviendo loca, pero aun así<br />

decidió ignorarlo. Agarró dos vasos de la cocina y<br />

59


volvió a la sala, pero ella sentía que alguien las estaba<br />

observando, aunque siguió ignorándolo.<br />

Sofía y Natalia pusieron una película para ver<br />

mientras comían pizza y tomaban gaseosa. Una<br />

hora después terminaron de ver la película, así que<br />

decidieron ir al cuarto de Sofía. En el camino vieron<br />

el cuarto de Susi y cuando entraron, ambas vieron<br />

una sombra. Se asustaron así que salieron rápidamente<br />

del cuarto. Sofía pensó que fue la única que<br />

lo vio, hasta que Natalia dijo: “¿Es mi imaginación o<br />

pasó una sombra ahí?”. A lo que Sofía le contestó<br />

un poco atemorizada: “No, yo también lo vi, no creo<br />

que sea tu imaginación”.<br />

Las dos decidieron dejar de hablar del tema<br />

porque les asustaba, así que solo fueron a la habitación<br />

de Sofía para ver películas en su cuarto,<br />

cuando Sofía dijo:<br />

-¿Qué tal si esa sombra nos quiere decir algo?<br />

-No creo, creo que sería mejor no involucrarnos<br />

en nada peligroso -contestó Natalia un poco más<br />

calmada.<br />

-Vamos, hay que acercarnos a la sombra, no creo<br />

que pase nada.<br />

-Suena peligroso, pero, ¿por qué quieres acercarte<br />

a la sombra?<br />

-Porque sería mi momento de resolver un caso o<br />

algo paranormal y tú sabes que siempre quise eso.<br />

-Ya, bueno, pero solo lo hago por ti.<br />

Sofía y Natalia se dirigieron al cuarto de Susi, donde<br />

por última vez vieron a la sombra. Estaban en<br />

el pasillo cuando de repente apareció la sombra.<br />

Las chicas se asustaron bastante, pero Sofía se<br />

armó de valor para acercarse a la sombra, agarró<br />

Catalina Caparó<br />

la mano de Natalia y juntas se fueron acercando<br />

a ella. Cuando ya estaban tan cerca de la sombra,<br />

la sombra abrió un agujero como si fuera su boca<br />

y después de eso ya no se supo nada de Sofía y<br />

Natalia, nunca jamás.<br />

María José Vargas<br />

El ser en mi ventana<br />

Como todas las noches<br />

veo por la ventana<br />

Como todas las noches veo<br />

al ser verde con alas grises<br />

Como todas las noches<br />

lo saludo esperando respuesta<br />

Como todas las noches<br />

me quedo viéndola con<br />

esperanzas<br />

que la próxima noche<br />

me salude<br />

Como todas las noches<br />

a la noche siguiente sigue ignorándome<br />

Como todas las noches me duermo<br />

esperando<br />

que la historia<br />

no se repita.<br />

Ezequiel Furgiuele<br />

Catalina Llopis<br />

60


Día cambiaformas<br />

Jugando de pequeña vi flores creciendo<br />

Cada vez más grandes y coloridas<br />

cambiaban de forma cada dos segundos<br />

y nadie se daba cuenta de lo que hacían.<br />

Le dije a mi mamá y no me creyó<br />

Fue y vio las flores, ahora eran más<br />

rebasaban la gama de colores arcoíris<br />

en un minuto.<br />

El cielo también aumentó colores y formas<br />

todo cambió ese día<br />

Ahora todo es de colores invertidos<br />

y formas distintas.<br />

Alana De Vivanco<br />

Cristóbal Sevilla<br />

Oda a la filosofía<br />

Eres simple y no hablas, escuchas bien<br />

y entiendes bien.<br />

Contigo todo lo entiendo mejor<br />

no hay respuesta correcta<br />

ni te puedes equivocar<br />

una palabra pueden ser mil cosas<br />

contigo mil horas paso<br />

y no llego a nada pero contigo<br />

una pregunta termina en mil preguntas.<br />

Invierno de 1946, Andrew Wyeth<br />

Él es Pablo, es muy ambicioso. Él escuchó un rumor:<br />

el que encontrara una piedra en el desierto<br />

podría pedir cualquier deseo, incluso la inmortalidad.<br />

Pablo entonces fue a ese desierto en su auto;<br />

pero lo que no había escuchado fue que, mientras<br />

más se acercara a la piedra, el viento sería muy<br />

fuerte. Avanzó y el viento se estaba volviendo más<br />

y más fuerte, y en un momento el viento se volvió<br />

tan fuerte que llegó a romper la luna de su carro.<br />

Entonces, tuvo que abandonar su carro y caminó<br />

muy lejos, pero el viento era tan fuerte que se había<br />

perdido, y lo tumbó. Él, a punto de morir, pensó:<br />

“¿Cómo… es que mi codicia me llegó a matar…?”<br />

Murió muy cerca del tesoro.<br />

Luna Flórez<br />

Una gota de agua es un pensamiento<br />

simple a la ciencia,<br />

pero para la filosofía puede ser<br />

un millón de pensamientos.<br />

¿Eres tú o soy yo, soy yo o eres tú?<br />

La pregunta es cómo lo sabremos.<br />

Los científicos pasan años<br />

intentando averiguar el infinito,<br />

ese número que les consta a todos<br />

pero es tan simple y tan poderoso.<br />

¿El número es tan importante?<br />

Tienes que decirme la respuesta o si no,<br />

yo explotaré.<br />

Un vasto conocimiento<br />

es un vasto poder en tus manos.<br />

Más tranquilo estoy contigo.<br />

En mi corazón está la filosofía.<br />

Maximiliano Gianella<br />

61


Aylen Zapata<br />

La sombra<br />

En el año 1992 ocurrió algo que dejó marcada a<br />

toda la ciudad de California. En la noche del 31 de<br />

octubre, en la casa de los Miller, ocurrió una tragedia.<br />

El hijo mayor de los Miller, llamado Hasbulla, estaba<br />

acostado en el sofá de la casa, relajadamente,<br />

viendo la televisión, cuando de pronto se escucharon<br />

golpes en la puerta. El joven corrió hacia ella,<br />

para abrirla, y resulta que era su hermano menor,<br />

llamado Tomi. Le preguntó qué pasaba y él asustado,<br />

le dijo que alguien lo había estado siguiendo.<br />

Le dijo que debía de ser una broma, pero después<br />

de eso miró a la puerta en la que se traspasaba una<br />

sombra tenebrosa. Hasbulla se asustó mucho, por<br />

dentro, pero no quiso demostrar su temor frente a<br />

su hermano, así que se contuvo.<br />

Esa misma noche, volvió a asomarse por la<br />

puerta dicha sombra y Hasbulla estaba asustado<br />

y en ese mismo momento sonó el teléfono. Él contestó<br />

y escuchó una voz misteriosa, que le dijo:<br />

-Te puedo ver desde donde estoy. ¿No quieres<br />

salir?<br />

El joven entró en un ataque de pánico e inmediatamente<br />

cortó el teléfono. Fue donde estaba su<br />

hermano, para tranquilizarlo, pero misteriosamente,<br />

este no estaba: había desaparecido.<br />

Se empezaron a escuchar gritos afuera, él no<br />

sabía qué hacer. Intentó ubicar a sus padres, pero<br />

le resultó imposible, porque esa misma noche estaban<br />

en una reunión de negocios, así que tenían<br />

sus teléfonos apagados. Cuando de un momento<br />

a otro se escuchó un ruido dentro de la casa. Así<br />

sintió a alguien detrás suyo: era la persona misteriosa.<br />

Estaban Hasbulla y él, uno al frente del otro.<br />

La persona misteriosa sacó una pistola, con lo que<br />

parecía ser sangre, lo único que pasó por su mente<br />

fue que su hermano ya no estaba con vida y que él<br />

pronto podría estar igual.<br />

Hasbulla le preguntó que quién era, y la sombra<br />

misteriosa se quitó la capucha: resulta que era su<br />

mejor amigo, llamado Marcelo. Le gritó sobre qué<br />

le pasó por la cabeza para hacer eso, y también,<br />

cómo consiguió una pistola verdadera. Marcelo le<br />

dijo que era de su papá, que era policía, pero que<br />

de todas formas no tenía balas. Inmediatamente<br />

se empezaron a reír, pero Hasbulla aprovechó y lo<br />

empujó, al parecer fue muy fuerte, ya que Marcelo<br />

se cayó y disparó… Resulta que la pistola sí tenía<br />

balas y encima estaba cargada.<br />

Todo pasó de ser una broma, a ser una muerte<br />

más en la ciudad de California. Llevaron a Marcelo<br />

a la cárcel y todo quedó así.<br />

Salvador González<br />

Lucía Blanco<br />

62


Francesca Ceruti<br />

El pez<br />

Oda a Xiao<br />

Muy querido por todos lados y todas direcciones<br />

un silbido se oye resonando<br />

como eco en una caverna<br />

color ámbar brillante<br />

saltos de metros de altura hasta alcanzar<br />

la posición de la luna redonda.<br />

Aura asesina y aterradora<br />

para los mortales,<br />

pero<br />

¿Cómo temerle?<br />

Mirada seria,<br />

parece tan grande<br />

o tal vez<br />

realmente no.<br />

La brisa chocando en contra suyo<br />

y<br />

revoloteando sus cabellos,<br />

siempre solitario<br />

aunque<br />

esté rodeado de muchos<br />

son insignificantes para él.<br />

Muy fuerte es, como una fiera con ganas de cazar<br />

nunca quiere ayuda<br />

así sea que la necesita.<br />

¿Cómo eres tan severo y listo<br />

pero tan terco a la vez?<br />

Tranquilidad,<br />

notas musicales<br />

viajando por el viento,<br />

sonando armoniosamente<br />

para poder ver<br />

los rayos de luz<br />

del cálido<br />

amanecer<br />

chocando a sus pies.<br />

Haru Gutiérrez<br />

Tarik, ese era el nombre de aquel hombre. Era un<br />

ciudadano de las montañas, protegido por Clavet.<br />

Este se había enterado gracias a historias que le<br />

contaba su padre, entre otras cosas, que un kilómetro<br />

al norte de la entrada al bosque de Nabren<br />

había un estanque. Este estanque no era cualquiera,<br />

contenía unos peces muy extraños; sin<br />

embargo, por alguna extraña razón nadie tenía información<br />

sobre ellos.<br />

Tarik decidió que sería el primero en documentar<br />

sobre estos peces, así que, un buen día, se subió<br />

a un caballo y cabalgó hacia ese lugar. Cuando<br />

llegó, encontró una pequeña laguna, casi del tamaño<br />

de un gran charco; sin embargo, esa laguna<br />

no tenía nada de normal.<br />

Self-Portrait, Andrew Wyeth<br />

Desprendía un fuerte olor a alquitrán, era de<br />

color gris intenso, como si le hubieran puesto un<br />

vidrio gris encima, y lo peor, ahí se aspiraba un aire<br />

de miedo.<br />

Una vez Tarik se acercó, sintió pánico. Llevó sus<br />

manos a su cabeza, gritó y empezó a sollozar. Parecía<br />

que se hubiera encontrado cara a cara con el<br />

miedo personificado. Entonces se dio cuenta de<br />

que no tenía razón para tener miedo, nada iba mal.<br />

Clavet los protegería por siempre, no debía temer<br />

por nada.<br />

63


Tarik metió la mano al agua, y extrajo un pez<br />

de ojos blancos brillantes, y escamas grises y puntiagudas.<br />

Sin perder tiempo, apuntó en su libreta<br />

cómo se veía aquel ser, e intentó hacer un dibujo<br />

de este; sin embargo, el dibujo no era su punto<br />

fuerte, y guardó la libreta en su bolsillo, y al pez en<br />

su bolso. Volvió a montar a su caballo, y empezó el<br />

retorno a su ciudad natal, un pequeño pueblo en<br />

las montañas.<br />

Cuando llegó, se dio cuenta de que el pez había<br />

muerto. Tarik pensó que debería haberlo imaginado,<br />

puesto que los peces no pueden sobrevivir<br />

fuera del agua. Se enfadó consigo mismo por no<br />

haber puesto al pez en un recipiente con agua;<br />

sin embargo, este sentimiento de culpabilidad se<br />

le pasó al instante, cuando se le ocurrió que podía<br />

cocinar al animal, y disfrutar de una rica comida.<br />

El pescado era una delicia para los habitantes de<br />

las frías montañas. Tarik buscó un palo con el que<br />

ensartó al pez, y lo llevó a la gran hoguera de fuego<br />

de Clavet en el centro del pueblo. Se acercó al<br />

fuego, y gritó “¡Buen provecho!” antes de acercar<br />

el pescado a las llamas.<br />

En cuanto el fuego entró en contacto con el<br />

animal, Tarik se dio cuenta de que algo había pasado.<br />

Entonces, la gran hoguera se apagó. Pero<br />

eso era imposible, pensó Tarik, ese fuego era fuego<br />

de Clavet, fuego que ardería para siempre. Si la<br />

llama se había consumido, eso significaba que el<br />

dios del fuego había abandonado este mundo. El<br />

pánico invadió al hombre, Clavet era lo único que<br />

impedía que el hielo congelase la ciudad, y si este<br />

no existía…<br />

Tarik empezó a correr hacía los bosques que<br />

estaban a los lados de las montañas, allí el hielo<br />

no amenazaba con congelar todo. Corrió con todas<br />

sus fuerzas, corrió por su vida.<br />

Cuando miró atrás, vio que su pueblo ya se había<br />

convertido en hielo. Siguió corriendo, aún más<br />

rápido, consciente de que el hielo detrás suyo congelaba<br />

todo a su paso. Pensó que podía lograrlo,<br />

que tenía oportunidad de sobrevivir. Estaba a punto<br />

de llegar a los bosques, cuando sintió que el<br />

frío invadía su cuerpo. Antes de poder reaccionar,<br />

Tarik se había convertido en una estatua de hielo<br />

humana.<br />

Julián Cereceda<br />

Los ojos del dragón<br />

La cabeza del dragón está colgada de la pared. El<br />

rey, borracho, tal vez ríe al recordar su hazaña. A<br />

través de una habitación, el príncipe lo ve, a través<br />

de los ojos del dragón gracias a un hechizo.<br />

Sediento de poder, comienza a maquinar su plan.<br />

Va a la sala del viejo hechicero de su padre, intentando<br />

ser inaudible. Desde kilómetros se le<br />

nota un aire trémulo a su alrededor, porque algo<br />

salga mal y sea descubierto. Frente a la puerta de<br />

la habitación, toma un bocado de aire y entra. Busca<br />

entre los cajones de manera silenciosa hasta<br />

que encuentra una pequeña caja. Saca una llave<br />

y la abre, dentro se encuentran unos granitos de<br />

una arena verde. A simple vista parecen inofensivos,<br />

pero es más mortal de lo que parece.<br />

Agarra una copa de vino y con unas pinzas agarra<br />

los granos, sin querer uno se le cae al fuego,<br />

este se pone de un tono verde y se aviva por un<br />

momento. Sin tomarle mucha importancia echa<br />

con cuidado los granos en la copa. Va al almacén y<br />

Leonardo Mera<br />

Luis Jaime Castillo<br />

64


agarra el vino más añejo que encuentra. Sirve con<br />

cuidado el vino en la copa envenenada y una copa<br />

normal para él.<br />

Cuando entra a la habitación de su padre, este<br />

se emociona, ya que no era normal que él lo visitara<br />

mucho. El príncipe le entrega la copa envenenada<br />

y procede a hacer un brindis por su padre.<br />

En los próximos días se ve al rey con un ánimo<br />

energético, como si volviera a ser joven. En un momento<br />

da una conferencia. De repente, mientras<br />

habla, se le ponen los ojos llorosos, se le inflaman<br />

las mejillas y su temperatura sube demasiado. Sus<br />

criados lo ayudan. Le ponen paños mojados que se<br />

evaporan más rápido que agua en el infierno.<br />

Después de un tiempo, de la boca del rey sale<br />

una llamarada verde que junto a su alma, se desvanece.<br />

El príncipe es coronado en los próximos<br />

días. ¿Su primera orden? Que quiten la cabeza del<br />

dragón.<br />

Gino Tejeda<br />

Caso sin resolver<br />

Sandra Gómez es una mujer de veinticuatro años.<br />

Es cumplida, ordenada, pacífica, extrovertida, divertida<br />

y muy seria con su trabajo.<br />

Cerca de la Av. Grau, Sandra Gómez se dirige a<br />

trabajar con sus amigos Luna y Miguel a una empresa<br />

llamada Laso, que es una compañía que<br />

ofrece servicios de limpieza por un buen precio.<br />

Dirigiéndose al establecimiento, hacía un fuerte<br />

frío, seguido por una potente brisa de aire. Luna,<br />

Miguel y Sandra llegaron al edificio y subieron hasta<br />

el décimo quinto piso. Cuando se abrieron las<br />

puertas, las luces estaban prendidas, pero cuando<br />

entraron a revisar… ¡NO HABÍA NADIE!<br />

Se preguntaron si es que la noche anterior se<br />

habían quedado prendidas las luces, pero fueron a<br />

ver las grabaciones de las cámaras de seguridad, y<br />

no; las luces se habían apagado perfectamente el<br />

viernes 11 de noviembre de 1983. Revisaron paso<br />

a paso, pero no encontraron nada. A este punto ya<br />

se estaban imaginando que habrían querido robar<br />

y que cortaron la luz, pero Miguel dijo que era una<br />

hipótesis poco coherente, ya que si hubieran cortado<br />

la luz, se hubiera cortado también la grabación.<br />

Esperaron hasta las 10:30 a.m., a ver si es que<br />

llegaba alguien, pero nadie se presentó.<br />

Revisaron la fecha para verificar si no era algún<br />

feriado, pero era un día normal de trabajo, y<br />

se quedaron en la oficina haciendo unos papeles<br />

para autorizaciones de la empresa. Las horas pasaron<br />

y pasaron, y al ver que la noche llegaba, Sandra,<br />

Luna y Miguel decidieron irse a las 5:14 p.m.,<br />

muy asustados por lo que podría haber pasado<br />

con todo su trabajo. “Hay que llevarnos las laptops,<br />

mejor” dijo Sandra.<br />

Al día siguiente, martes, volvieron a la oficina a<br />

las 10 a.m., porque esa es la hora de entrada, y querían<br />

ver si había llegado alguna persona, pero nada<br />

en absoluto. Subieron y no había ni una persona.<br />

Esta vez las luces estaban apagadas y volvieron a<br />

revisar las cámaras, pero nada. A este paso, nadie<br />

había entrado al establecimiento durante 24 horas.<br />

Esto les llamó más la atención, y empezaron a<br />

cuestionarse si era buena idea involucrar a la policía<br />

o no. A los tres les parecía una buena idea, pero<br />

no se animaron a llamarlos, ya que veían en riesgo<br />

que pudieran cerrar la compañía.<br />

Con el dinero que tenían, invirtieron en herramientas,<br />

rastreadores y varias cosas tecnológicas,<br />

para poder investigar mejor las cosas “paranormales”<br />

que estaban pasando. Emprendieron su búsqueda<br />

y fueron a la oficina. Entraron y todo estaba<br />

apagado, buscaron las luces, pero no había. Entraron<br />

a la sala del director de la empresa, y encontraron<br />

una especie de pasadizo secreto. Decidieron<br />

abrirlo y bajar. Cuando bajaron el lugar estaba lleno<br />

de polvo y cuadros auténticos de antiguos pintores.<br />

Luego siguieron explorando y encontraron<br />

una bóveda, que decía “DINERO GUARDADO EN<br />

CASO DE EMERGENCIA”. Ellos se sorprendieron, y<br />

la jalaron, pero no hubo que hacer nada de esfuerzo,<br />

ya que la bóveda estaba… ¡ABIERTA! Cuando<br />

Manuel García Miró<br />

65


los tres entraron, la bóveda estaba vacía. No quedaba<br />

ni una sola moneda.<br />

Esto les alarmó bastante y decidieron buscar<br />

en las redes si es que había noticia de esto. Descubrieron<br />

que la empresa había malversado estos<br />

fondos, y que una chica robó setenta y cuatro mil<br />

millones de soles. Empezaron su búsqueda por el<br />

dinero y lograron descubrir que una chica, que se<br />

llamaba Antonella Hipelford, era sospechosa. Decidieron<br />

buscar más información, y esperar para<br />

seguir buscando hasta el día siguiente.<br />

A las 6:20 a.m. se despertaron, y prendieron la<br />

televisión para ver las noticias, y sí, efectivamente<br />

se había registrado que habían desaparecido sesenta<br />

y cuatro mil millones de soles. Cada vez la<br />

noticia crecía más, y ya la República del Perú sabía<br />

quién había robado los fondos malversados. Pero,<br />

en realidad, la mejor amiga de Antonella, María,<br />

fue quien recibió todos los sesenta y cuatro mil<br />

millones de soles. Por eso ella no quería cooperar.<br />

María se enteró que Antonella tenía un departamento<br />

de lujo en Singapur, así que, sin pensarlo<br />

dos veces, viajó y no miró atrás.<br />

Joaquín Mino<br />

El misterio de las focas<br />

Hace muchos años, en 1945, hubo un gran robo de<br />

200 kilos de atún. Esto fue en la noche del 25 de<br />

abril, en la empresa japonesa Makoto, en Chugoku.<br />

Estefano, el dueño de la empresa, estaba muy<br />

molesto y confundido, porque no entendía cómo<br />

le habían robado tanto. Después de pensar, salió<br />

a caminar en busca de un policía para informarle<br />

sobre el robo.<br />

Caminó unos quince minutos, hasta que por fin<br />

encontró a un policía. Estefano le dijo lo ocurrido.<br />

Estuvieron hablando un rato sobre qué se podía<br />

hacer y al final quedaron en que le iban a preguntar<br />

a las personas de las casas cercanas y de la empresa<br />

si habían visto o sabían algo.<br />

Primero pasaron por la casa de los Frank, ya que<br />

eran los mayores consumidores de atún en todo<br />

Chugoku. Les preguntaron si sabían algo del robo<br />

y respondieron que justo esa noche vieron que la<br />

empresa había cerrado a las 12 p.m. Por lo tanto, el<br />

robo no había sido demasiado tarde.<br />

Después de la casa de los Frank fueron descartando<br />

casa por casa hasta que solo quedó un<br />

sospechoso. Era el único sospechoso porque sabía<br />

Mirkala Jara<br />

mucho de la empresa, que todos los días cerraba<br />

a la 1 a.m. pero ese día había cerrado a las 12 a.m.<br />

También sabía dónde estaba almacenado todo el<br />

atún y, por último, sabía que el dueño de la empresa,<br />

Estefano, tenía veinticinco focas domesticadas<br />

adentro.<br />

Después de saber todos esos datos, la policía<br />

fue a la empresa para revisar si habían dejado rastro,<br />

pero no encontraron nada. Justo cuando estaban<br />

saliendo, una foca gruñó fuertemente y llamó<br />

su atención. Los policías fueron amablemente<br />

donde la foca para verla, pero se dieron con la sorpresa<br />

de que no era una sola, sino que eran unas<br />

veinticinco focas. Las focas empezaron a gruñir<br />

fuertemente pidiendo comida. Un policía fue a sacar<br />

lo que quedaba de atún de la refrigeradora y<br />

cuando tiró un poco, todas las focas se arrojaron<br />

encima.<br />

Cuando las focas terminaron todo el atún, todavía<br />

seguían hambrientas, por lo que el policía<br />

agarró un poco de otros tipos de pescado, pero las<br />

focas no se lo querían comer. Al parecer, las focas<br />

tenían una gran afición por el atún y no comían<br />

otros pescados.<br />

Cuando el policía descubrió que solo querían<br />

atún empezó a sospechar de las focas por lo que<br />

le preguntó a Estefano si esa noche había estado<br />

ahí y él respondió que sí. Después de saber eso el<br />

66


policía sospechó aún más, por lo que le preguntó<br />

a un cuidador de la empresa si habían dejado a las<br />

focas libres cerca del almacén de pescado esa noche.<br />

El cuidador les respondió que él había dejado<br />

la puerta abierta y que era probable que las focas<br />

salieran y que hubieran abierto a la fuerza las refrigeradoras<br />

con atún.<br />

El policía ya tenía casi claro que las focas habían<br />

sido las que causaron todo y no tenía otros sospechosos,<br />

por lo que concluyeron que ningún habitante<br />

había robado el atún, sino que las veinticinco<br />

focas se lo habían comido todo. Después de eso,<br />

Estefano estuvo más atento a sus focas para que<br />

no volviera a pasar algo como lo de esa vez.<br />

Mariano Ingunza<br />

Paisaje con la caída de Ícaro. Pieter Brueghel el Viejo<br />

Soy el que está cultivando. He vivido aquí desde<br />

que soy pequeño, he visto cómo las otras ciudades<br />

cambian y cada vez hay más barcos llegando<br />

desde lejos. Quién sabrá si fue largo el camino, si<br />

habrán recorrido por el océano azul, lleno de animales<br />

marinos. Yo trabajo cada día en el campo,<br />

despierto con el aire de la naturaleza y las abejas<br />

cantando mientras los barcos vuelven a la ciudad<br />

con comida, tesoros o con nuevas especies. Vivir<br />

cosechando y plantando es mucho trabajo, pero<br />

despertar cada mañana con la naturaleza rodeándome<br />

vale la pena. Siempre he amado este lugar<br />

lleno de plantas que han crecido conmigo durante<br />

los años.<br />

Yo siempre me he visto como alguien feliz y positivo.<br />

Siempre me gusta ir cada tarde después de<br />

un día duro de trabajo al mar. Me tranquiliza ver<br />

el mar de un color que no podría describir en palabras,<br />

el sonido hermoso de las olas que pasan<br />

con las rocas que se revuelcan cada vez y la arena<br />

rodeándome. Algunas veces decido ir al pueblo a<br />

embarcar alguno de los cultivos, y empiezo a lavar<br />

y vender para poder ganar algo a cambio, la recompensa<br />

suele ser especias con las que preparo<br />

platillos excelentes.<br />

Y de noche, por fin puedo ir a dormir y ver la luz<br />

de la luna en mi ventana esperando un nuevo día.<br />

Francesca Caracchini<br />

Dibuja el mar<br />

Me encontraba sentado en una colina al lado del<br />

mar dibujando. Solía ir a otra playa a dibujar; sin<br />

embargo, la gente poco a poco fue habitando esa<br />

playa y se me quitaron todas las ganas de estar<br />

ahí. No me gusta para nada la gente, ahora me<br />

encuentro dibujando el lindo paisaje que me da el<br />

mar, todo está nublado, me encanta. La brisa me<br />

abrasa y sopla suavemente mi pelo, siento un ligero<br />

frío por mi cuerpo y mis huesos se estremecen<br />

suavemente. Sí, definitivamente este es mi lugar,<br />

podré venir aquí sin ser interrumpido por nadie.<br />

Cuando di por terminado mi dibujo lo admiré un<br />

rato: los trazos estaban exactamente bien colocados,<br />

las sombras y las luces estaban perfectamente<br />

dibujadas. Miré hacia arriba y volteé la cabeza,<br />

divisé a mi derecha una casita bastante chiquita.<br />

Me tensé de inmediato, se suponía que no habría<br />

nadie, se suponía que sería mi lugar. Pensé que tal<br />

vez podría ser una casa abandonada y me relajé<br />

lentamente, tal vez podría dibujarla alguna vez.<br />

Me quedé pensando en mi vida. Tengo diecinueve<br />

años, vivo solo en mi departamento, trabajo como<br />

dibujante. Solía tener una pareja, pero se aburrió<br />

de mí. Tengo cuatro amigos, un mejor amigo y una<br />

mejor amiga, mi día a día no es muy interesante,<br />

solo me despierto, dibujo, como, dibujo, como y dibujo<br />

otra vez. Al final del día hago una de las cosas<br />

que más me gustan, dormir.<br />

Me eché en la colina en donde me había sentado<br />

dispuesto a descansar un poco. Lentamente<br />

cerré mis ojos y dejé que mis pensamientos fluyeran<br />

por sí solos. Poco a poco me fui durmiendo y<br />

yendo al mundo de los sueños. Soñé que estaba<br />

sumergido en lo profundo del mar, no había nada,<br />

solo agua por todos lados, estaba oscuro y las corrientes<br />

de agua me tenían a su merced, movían<br />

lentamente todas mis extremidades. Sentía una<br />

gran paz y tranquilidad que no sentía hace muchos<br />

años. Por un momento pude escapar de todos mis<br />

67


Self-Portrait, Andrew Wyeth<br />

problemas a través de un sueño, pero no duró tanto,<br />

escuché un grito y me desperté asustado.<br />

-¡Oye, tú, niño! -me gritó un tipo con pelo largo<br />

y marrón oscuro, tenía una barba no tan grande<br />

y solo la tenía en el mentón, llevaba una camisa<br />

blanca y unos jeans azules. Salió desesperado<br />

desde la casa que creía que estaba abandonada.<br />

Me paré rápidamente y retrocedí unos pasos hacia<br />

atrás, lo miré asustado. Habló.<br />

-¡¿Qué haces por mi casa?! ¡Lárgate! -volvió a gritar.<br />

Me mantuve en silencio sin saber qué responder.<br />

Al parecer eso le molesto porque volvió a gritarme.<br />

-¡¿No hablas?! ¡¿Eres mudo?!<br />

-Yo s-solo estaba d-dibujando -intenté sonar lo<br />

más seguro que pude, fracasé.<br />

-“Yo s-solo estaba d-dibujando” ¡Deja de tartamudear<br />

y vete!<br />

-¡Tengo derecho de e-estar aca, es un lugar público!<br />

-Esta vez no tartamudeé mucho.<br />

-¿Ah, sí? Bueno, ya que eres muy valiente, no te<br />

importará si yo te apunto con…¡ESTA! -sacó de su<br />

bolsillo una pistola algo vieja y me apuntó.<br />

-Yo…em… -No sabía qué hacer, estaba muy<br />

asustado y no podía reaccionar.<br />

-¡¿Qué tienes ahí?! ¡déjame ver! -Me quitó la libreta<br />

de dibujo y con una mano apuntando comenzó<br />

a revisar.<br />

Temía que rompiera mis dibujos o que me matara,<br />

mis piernas temblaban con fuerza igual que<br />

mis manos. Vio mi primer dibujo, era mi expareja,<br />

no solía revisar mis primeros dibujos. Luego pasó<br />

la otra página y la examinó, era un dibujo de mí<br />

sonriendo, mi mejor amiga con su novia. En el dibujo<br />

se podía mostrar yo sentado en un sofá a un<br />

extremo y ellas dos abrazadas y riendo a un extremo.<br />

Lo dibujé porque fue algo que pasó en la<br />

vida real: yo había invitado a mi mejor amiga y a<br />

su novia a mi casa, estabamos viendo una película<br />

de amor y drama cuando salió una pareja y un<br />

chico sin pareja, mi mejor amiga se percató de que<br />

la chica se parecía a ella y la pareja, al chico de la<br />

película, y yo me parecía al chico, y ella dijo: “Mira,<br />

son como nosotros“, y yo le respondí: “Es verdad,<br />

estoy más solo que la mismísima soledad“. En ese<br />

momento nos hizo mucha gracia.<br />

Siguió viendo mis dibujos hasta que llegó a la<br />

parte final donde hacía unos minutos había dibujado<br />

el mar y se quedó hipnotizado viendo.<br />

-Niño… ¿Te gusta el mar? -preguntó observando<br />

el dibujo.<br />

-Pues… sí, me gusta desde muy pequeño, de hecho<br />

me encantaría navegar algún día por los mares<br />

y poder dibujarlo -dije.<br />

-Así que…te gustaría navegar. A mí me gustaría<br />

volver a hacerlo, de hecho me gustaría tener un<br />

compañero, hace tiempo que no hablo con nadie,<br />

no me gustaría perder la cabeza a mitad de navegación,<br />

si hay alguien conmigo mi cordura se<br />

mantendrá. ¡¿Te gustaría navegar conmigo!? ¡Podríamos<br />

conocer muchas cosas, hasta tal vez otro<br />

continente o algún monstruo marino! Saldríamos<br />

en las noticias como “Los que descubrieron nuevas<br />

especies”. Tendríamos muchas esposas, SE-<br />

RÍAMOS IMPARABLES -dijo por fin respirando con<br />

normalidad.<br />

-Em… No -su cara cambió de felicidad a decepción<br />

absoluta.<br />

-¡¿Qué?! ¿Por qué noooo!? -gritó.<br />

-¡PERO SI NOS ACABAMOS DE CONOCER!<br />

-¡PERO ME CONFESASTE LO MUCHO QUE TE EN-<br />

CANTABA EL MAR! Mira, mañana por la mañana<br />

ven y nos vamos a explorar los mares, hazme caso,<br />

si no vienes juro que te dispararé.<br />

-Está bien… -Me rendí y luego decidí dirigirme a<br />

casa.<br />

Rafaela Vidal<br />

68


Oda al ventilador<br />

En las noches<br />

cuando intento dormir<br />

Hace calor<br />

Y cuando volteo<br />

Ahí observando<br />

con tus hélices estás.<br />

Aunque a veces violento seas,<br />

Un violento ventilador<br />

Haciendo volar mis hojas<br />

Y haciendo un<br />

refrescante frescor<br />

Puedes ser como un arcoíris<br />

Grande, pequeño<br />

De varios colores<br />

O de solo uno.<br />

Lo que haces<br />

Tira mi felicidad<br />

Que en el dia enfría<br />

Pero que en la noche refresca.<br />

Noor Abd Hassan<br />

Emilia Funes<br />

Oda al FC Barcelona<br />

Ay, qué tiempos,<br />

qué tiempos, en los que deslumbrabas<br />

al mundo con fulgor<br />

dentro y fuera del campo.<br />

Realmente era mágico<br />

verte brillar en los partidos<br />

con los colores de Cataluña y Barcelona.<br />

Es hermoso<br />

he estado contigo en las buenas y en las malas,<br />

en las altas y en las bajas,<br />

con un fútbol elegante,<br />

clásico<br />

y bonito<br />

realmente qué gusto daba verte brillar.<br />

Valeria Recavarren<br />

Salvador Castro<br />

Sebastián Rouillon<br />

69


Segundo de media<br />

Cruza la carretera<br />

Mira por la sombrilla<br />

No te pierdas en el campo<br />

Escucha cómo funciona el tiempo<br />

Sin perder de vista al espejo a contraluz<br />

Cuenta los granos de arena<br />

Espera a que el viento<br />

Emita el camino de vuelta.<br />

Isabel Barrios<br />

Naia Gustafsson<br />

Distinto<br />

Me siento una persona distinta<br />

Cuando viajo y aterrizo<br />

Porque es un nuevo lugar<br />

Y no sé nada sobre él<br />

Así que me confundo y me asombro<br />

Y me siento diferente, nuevo<br />

Como si hubiera olvidado todo<br />

Y descubrir me ayuda a acordarme<br />

Y cuando regreso,<br />

es como si me hubiera olvidado de nuevo<br />

Y por eso me siento<br />

como una persona distinta cuando viajo.<br />

Bruno Caracchini<br />

Tren número 5<br />

Eran las cinco de la tarde en Manhattan, Nueva<br />

York. Yo estaba regresando de estudiar.<br />

Hacía frío, mucho frío, usaba una chalina color<br />

beige, un saco color crema, unos pantalones holgados,<br />

unos guantes color rojo vino, unas botas<br />

negras y una boina marrón claro.<br />

Estaba caminando apresuradamente, mientras<br />

de vez en cuando tomaba un sorbo de café que<br />

había comprado saliendo del instituto.<br />

El tiempo pasaba volando, cada vez sentía que<br />

oscurecía más, cada vez más gente salía de diferentes<br />

lugares para regresar a sus hogares después<br />

del trabajo, los restaurantes se llenaban,<br />

los niños iban rumbo a sus casas después de una<br />

tarde en el parque, los ancianos se levantaban de<br />

las bancas en las que estaban sentados por horas,<br />

para ya regresar. Debía apresurarme, me dije a mí<br />

misma, si no quería perder el tren a casa.<br />

Ya había llegado a la estación de tren, bajé rápidamente<br />

las escaleras para esperar que el tren<br />

llegará, estaba distraída, sujetando mi celular, revisándolo<br />

constantemente esperando algún mensaje<br />

con el grupo con el cual había trabajado en la<br />

escuela. Revisé la hora, 5:40 de la tarde. Como había<br />

llegado tarde no sabía qué tren iba a llegar, así<br />

que me acerqué a una anciana a preguntarle.<br />

-Estamos esperando el número siete, cariño.<br />

-dijo la anciana. Ella vio mi expresión de decepción,<br />

ya que mi tren había pasado—. ¿Cuál es el tren<br />

que te toca? — preguntó la anciana de nuevo.<br />

-El número cinco, ya pasó —dije preocupada.<br />

-Oh, cariño, ¡no hay de qué preocuparse! -respondió<br />

la anciana, con una gran sonrisa en su rostro-.<br />

Saliendo de acá hay una estación de tren,<br />

solo debes caminar hasta la esquina y doblar hacia<br />

la izquierda.<br />

-Muchas gracias, y disculpe la molestia —dije<br />

mientras le sonreía nerviosamente.<br />

-No hay de qué, cariño, y no te preocupes por la<br />

pregunta, encantada de ayudarte. ¡Suerte! — respondió,<br />

mientras yo me despedía de ella sacudiendo<br />

mi mano.<br />

Fui corriendo hacia la estación que me había<br />

mencionado, con una mano en mi boina, para que<br />

no saliera volando por la fuerza del viento, y en otra<br />

mano tenía mi maletín, con mis materiales de trabajo.<br />

Llegué a la estación, me quedé observándola,<br />

se veía nueva, nunca la había visto por las calles de<br />

Nueva York, tampoco había oído sobre ella. Rápidamente<br />

reaccioné y salí de mis pensamientos, ya debía<br />

entrar a la estación antes de que sea muy tarde.<br />

70


Daniel Forns<br />

Bajé nuevamente las escaleras, esta vez con<br />

más velocidad que antes, frené y observé que el<br />

tren estaba a punto de partir. Esta estación sí tenía<br />

una señal que indicaba qué tren partiría, decía<br />

el número tres. Di un pequeño salto de victoria,<br />

sonriendo, y fui rápidamente a comprar mi ticket.<br />

—Buenas noches, ¿me podría vender un ticket<br />

para el tren número cinco, por favor?—dije con un<br />

tono amigable.<br />

La señorita no respondió, se veía un poco extraña,<br />

pero había cosas más importantes en mi<br />

camino, así que no le di importancia a su extraña<br />

actitud. Recibí el ticket, le di las gracias y fui a una<br />

banca a sentarme. Al sentarme, apoyé mi maletín<br />

sobre mis piernas, saqué mi celular y le escribí a<br />

mi madre que demoraría un poco, y que no se preocupara,<br />

pronto estaría en casa. Revisé la hora<br />

nuevamente, 6:30 de la tarde, estaba revisando<br />

mis redes sociales para distraerme un rato, hasta<br />

que un anuncio de un trabajador del tren captó mi<br />

atención.<br />

—Atención, el tren número cuatro está a punto<br />

de partir, pasajeros del número cuatro, no demoren<br />

en llegar a sus respectivos asientos, encontrados<br />

en la parte superior del ticket entregado en la recepción.<br />

El tren partirá en un aproximado de cinco<br />

minutos, sin demora. El tren número cinco partirá<br />

en un aproximado de diez minutos, no olviden sus<br />

pertenencias. Cualquier queja o consulta, diríjanse<br />

a la oficina doblando a la izquierda. ¡Buen viaje!<br />

Decidí guardar mi celular, observé que todos<br />

los pasajeros del tren número cuatro ya estaban<br />

en sus asientos, el conductor del tren ya había encendido<br />

el tren, así que asumí que el número cinco<br />

no demoraría en partir. Para no aburrirme, observé<br />

a todos los pasajeros cuidadosamente, no tenía<br />

nada más que hacer, tenía el absurdo miedo de<br />

que, al subir apuradamente al tren, perdiera mi celular,<br />

así que lo guardé antes.<br />

Almudena Carrillo<br />

Ariana Changana<br />

71


Estaba observando a todos los pasajeros,<br />

cuando noté algo muy extraño en ellos, todos tenían<br />

la misma actitud que la señorita que me había<br />

vendido el ticket hacía unos minutos. Se veían<br />

sin ánimo, sin ninguna expresión facial, como si<br />

estuvieran muertos, pero continuaban con sus<br />

vidas cotidianas. Me quedé pensando, ¿por qué<br />

todos actuaban así? ¿Qué estaba pasando? Hasta<br />

que otra llamada me hizo reaccionar de nuevo,<br />

pero esta vez más rápido, ya que sabía que mi tren<br />

había llegado. Era el mismo anuncio de antes, solo<br />

que con algunos cambios en la hora.<br />

-Atención, el tren número cinco está a punto de<br />

partir, pasajeros del número cinco, no demoren en<br />

llegar a sus respectivos asientos, encontrados en<br />

la parte superior del ticket entregado en la recepción.<br />

El tren partirá en un aproximado de cinco minutos,<br />

sin demora. El tren número seis partirá en<br />

un aproximado de quince minutos, no olviden sus<br />

pertenencias, cualquier queja o consulta, diríjase<br />

a la oficina doblando a la izquierda. ¡Buen viaje!<br />

Fui corriendo hacía mi tren, agarré mi maletín,<br />

subí a buscar mi asiento, el número cinco, justo<br />

coincidía con el número del tren, me pareció<br />

simpático. Procedí a sentarme, dejé mi maletín a<br />

mi costado, cerré mis ojos mientras escuchaba el<br />

anuncio que nos estaba dando el conductor del<br />

tren.<br />

-Atención, pasajeros y pasajeras, el tren está<br />

a punto de partir, por favor, todos diríjanse a sus<br />

asientos, los pueden encontrar en la esquina de<br />

su ticket. Si tienen problemas, no duden en pedirle<br />

ayuda a nuestro equipo. Repito, diríjanse a sus<br />

asientos, ya que partiremos en unos segundos,<br />

gracias por contar con nosotros. Buen viaje.<br />

Por fin, no veía la hora de llegar a casa a comer<br />

la deliciosa cena que había preparado mi madre, y<br />

Belén López<br />

por fin echarme a descansar de este día tan largo<br />

y cansado. El tren había empezado a avanzar, me<br />

recosté y cerré mis ojos para descansar un rato.<br />

Habían pasado alrededor de treinta minutos,<br />

una trabajadora del tren me despertó, y asustada,<br />

me levanté y la observé.<br />

—¡Señorita, ya llegamos al destino! Ya es hora<br />

de que baje del tren, déjeme ayudarla con sus pertenencias.<br />

Yo seguía medio dormida, todavía mis cinco<br />

sentidos no funcionaban, estaba muy cansada<br />

mientras seguía a la señorita. La señorita dejó mis<br />

pertenencias fuera del tren, y se despidió de mí,<br />

yo frotaba mis ojos del cansancio, hasta que paré y<br />

me di cuenta de que el lugar donde me encontraba<br />

no era mi distrito.<br />

Noah Mujica<br />

Luana De Andrade<br />

72


Estaba en otra estación. Asustada, fui a la recepción<br />

para comprar un nuevo ticket, pero había<br />

un cartel gigante que decía “Tickets agotados, regrese<br />

mañana”. No había nadie, la estación estaba<br />

desierta, no supe qué hacer, noté que la estación,<br />

además de desierta, estaba tan descuidada, las<br />

luces parpadeaban, salí corriendo de ahí lo más<br />

rápido posible.<br />

Busqué otra solución, saqué mi celular para ubicarme<br />

o buscar otra estación, pero no tenía señal.<br />

Cada vez entraba más en pánico, caminé y caminé<br />

rastreando dónde había iniciado mi camino, hasta<br />

que por fin me encontré con la gente. Me acerqué<br />

a pedirle ayuda a alguien, para que me lleve a otra<br />

estación, pero lo que vi me dejó sorprendida.<br />

La persona a la que le había hecho la pregunta<br />

no respondió, absolutamente todos tenían la misma<br />

actitud que la señorita de antes, solo que ellos<br />

estaban furiosos, no parecían humanos, tendrían<br />

la forma de uno, pero yo estaba segura de que eran<br />

una especie extraña; eran todo menos humanos<br />

con sentimientos reales. Todos empezaron a clavar<br />

sus miradas en mí, sentía cómo tantos ojos estaban<br />

clavados en mí; todos me observaban como<br />

una especie de extraterrestre. Retrocedí, no dudé<br />

en hacerlo, quise escapar, así que corrí lo más rápido<br />

que pude. No quise mirar atrás, mi cerebro me<br />

lo impedía, pero tenía ganas de hacerlo; mala idea<br />

en mirar atrás, todos ellos me estaban persiguiendo,<br />

una mancha de “gente” corría hacía mí como si<br />

me fuera a atrapar. Seguí corriendo en busca de alguna<br />

estación, pero no había ni una, así que decidí<br />

correr hacía la estación donde me habían dejado,<br />

con el fin de regresar a la estación donde estaba<br />

antes de encontrarme a la anciana, me pregunté,<br />

¿por qué terminé en este lugar desconocido?<br />

Llegué adonde me había dejado el tren, pero<br />

me llevé una gran sorpresa: la estación del tren, ya<br />

no estaba. Ya no tenía cómo regresar.<br />

Natalia Carpio<br />

Agathe Couture<br />

Soy, fui, seré<br />

Soy una nube<br />

tranquilo floto sin pesar<br />

sin deber ni problema<br />

eternamente en el cielo azulado<br />

pero al caerme a pedazos me oscurezco<br />

y tiempo largo pasa<br />

para volver a subir.<br />

Fui una almeja<br />

al fondo del mar cubierto por la arena<br />

en una serenidad única y perfecta<br />

pero la ambición de otros me hundió en la pena<br />

ahora soy un pedazo de corteza<br />

un pedazo sin su perla.<br />

Seré una cascada<br />

inicio manso, tal como lago inmóvil<br />

reflejando la luz pero una simple roca fuera<br />

me conducirá por un camino<br />

directo al acantilado sin poder salir<br />

y ni poder ir a otro lado.<br />

Diego Carrillo<br />

Santiago Miranda<br />

73


El topo<br />

¿Dónde estoy? ¿Qué soy? La gente me dice que<br />

tengo grandes patas. Pero, ¿cómo son mis patas<br />

realmente? Me dicen que tengo gran audición,<br />

pero, ¿qué es la audición? Me dicen que tengo<br />

una gran nariz, pero, ¿cómo son las otras narices?<br />

Ahora, solo soy un topo viejo que no puede salir<br />

del hueco donde se metió. Huelo las rocas, veo las<br />

rocas, escucho su crujir. Pero nunca las he visto.<br />

No sé cómo son, tendrán nariz, manos, no lo sé…<br />

Quiero salir. Me choco y choco con la tierra, siempre<br />

extraña, cómo se verá. Tendrá caras chistosas,<br />

sería mi amigo si pudiera verla. Un gusano… son<br />

raros, siempre viscosos, silenciosos, apenas les<br />

escucho masticar. Pero, pero eso no importa, lo<br />

siento, lo siento al fin, la brisa, hace tanto tiempo<br />

que no salgo. Ya nada me importa, las familias,<br />

amigos, ya no me queda ninguno, pero con esto,<br />

tal vez pueda verlo por fin, pero, no puedo. Otra<br />

vez, sigue siendo oscuro, con una brisa fúnebre,<br />

como si me estuviera esperando. Señor muerte, si<br />

usted está aquí, le digo que ya no quiero huir, pero<br />

déjeme solo recostarme un momento en este suave<br />

pasto y limpiarme un poco las patas.<br />

Roc Chaves<br />

Alfred<br />

334 días, lo único que Alfred escuchaba era el<br />

graznido de los pájaros, sus jadeos y el rechinar<br />

de la madera mientras subía lentamente las escaleras<br />

al segundo piso de su cabaña. Llevaba unas<br />

flores en su mano, pretendía dárselas a su esposa,<br />

Margaret. Solo pensar en su nombre le dolía. 334,<br />

cada despertar era seguido por un suspiro y una<br />

mirada vacía. Finalmente acabó de subir las escaleras,<br />

se estiró por unos segundos y gruñó, ahora<br />

que se golpeó la pierna se siente inutil.<br />

-Maldito cuerpo viejo -exclamó. Caminó hasta la<br />

puerta de su habitación mirando el piso y cuando<br />

levantó la mirada rompió en llanto.<br />

-¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! ¡Intenté salvarte!<br />

¡Lo juro! Perdóname, por favor… -gritó dificultosamente<br />

entre lágrimas.<br />

Frente a él estaba la foto de su difunta esposa.<br />

Encima de un mueble a un costado de la cama, la<br />

luz de la mañana daba a través de la ventana hacia<br />

la imagen enmarcada, haciendo el momento<br />

incluso más dramático. Alfred dejó las flores en<br />

Valentino Acosta<br />

una maceta a un costado, unas arciaquidias, flores<br />

apodadas por él mismo. Suspiró y se despidió una<br />

vez más, a pesar que ella llevaba muerta 334 días.<br />

Salió de su casa y miró al cielo, suspiró una vez<br />

más, estaba harto de tener que trabajar todos los<br />

días, completamente solo, hablando únicamente<br />

consigo mismo, sin forma de salir de ese lugar. Volteó<br />

y caminó rodeando la casa, para llegar al desván.<br />

Era un pequeño cuarto de madera iluminado<br />

por una sola bombilla, con seis estanterías repartidas<br />

en cada lado. En una de ellas había una caña<br />

de pescar, en ella estaba grabado el nombre “Margaret”.<br />

Él realmente estaba enamorado de ella, 54<br />

años de casados lo respaldaban.<br />

Cogió su caña una vez más, junto con un balde,<br />

carnada y su gorra. Salió del desván y caminó<br />

hacia el lago, ni tan lejos ni tan cerca, caminó por<br />

doce minutos. El lago estaba rodeado por montañas<br />

que tenían la cima con la forma de una cabeza<br />

de gato. A pesar de haber vivido tres años en<br />

ese lugar, Alfred no se acostumbraba. Había un<br />

pequeño puerto con un pequeño barco amarrado,<br />

Alfred se acercó, pero cada vez que daba un<br />

paso, sentía cómo su palpitar se hacía más rápido,<br />

cómo empezaba a sudar, cómo le empezaba a<br />

doler cada vez más la cabeza y le faltaba el aire.<br />

Logró pisar el borde del puerto, y se asomó a ver<br />

el agua del lago, el pánico se apoderó de él y no<br />

soportó estar ahí, salió corriendo lo más rápido<br />

que su viejo cuerpo le permitía, hacia el reconfortante<br />

pasto. Tras alejarse lo suficiente, se echó y<br />

se lamentó. Tras lo que pasó, ya no podía salir a<br />

pescar, no lo soportaba, le entraba un miedo inconmensurable,<br />

se le dificultaba respirar y se paralizaba,<br />

sentía que el agua se alzaría, lo hundiría<br />

al lago y lo llevaría a la profundidad.<br />

74


Manu Vásquez<br />

La cara de pánico de Margaret mientras se alejaba<br />

cada vez más de él se repetía constantemente<br />

en su cabeza.<br />

Volvió a levantarse, y empezó a caminar a su<br />

casa, lentamente, pensando profundamente. Los<br />

doce minutos duraron horas en su cabeza, se sentía<br />

agobiado, estresado y desesperado, no quería<br />

seguir viviendo así, estaba harto, todos los días<br />

eran lo mismo, no había nada especial. Llegó a su<br />

casa y fue al desván, guardó de nuevo las cosas y<br />

fue a su huerto.<br />

Lentamente regó todas las plantas y comprobó<br />

el estado de las frutas que daban, para saber<br />

aproximadamente cuándo cosecharlas. Unas<br />

cuantas ya estaban listas, así que cuidadosamente<br />

arrancó los frutos y los puso en un bolso<br />

que tenía. Él no sabía cultivar muy bien, Margaret<br />

se encargaba de ello, ella nació en una granja, así<br />

que era parte de su ser cuidar las plantas apropiadamente.<br />

Pero murió, así que Alfred no tenía<br />

más opción que hacerlo, sobre todo porque ya no<br />

podía pescar, que era su especialidad. Pero no lo<br />

hacía muy bien y se murieron unas cuantas plantas<br />

por esa razón.<br />

Solo esperaba que un día alguien llegara a<br />

ese lugar por casualidad, que viera en qué estado<br />

estaba y lo llevara a un lugar donde pudieran<br />

ayudarlo. Para no preocuparse constantemente<br />

si tendrá suficiente comida todos los días, para<br />

no frustrarse cada vez que intentara volver a<br />

pescar, para tener a alguien con quien hablar, tal<br />

vez reencontrarse con su familia, aunque ese no<br />

era un pensamiento realista. Igual, él sabía que<br />

eso no iba a pasar, nunca le dijeron a nadie que<br />

iban a ir a ese lugar, y ahora él pagaba las consecuencias.<br />

Lo agobiaba la idea de estar en ese<br />

estado por el resto de su vida, preocupado, triste,<br />

con miedo. Que moriría en ese lugar, completamente<br />

solo, sin nadie que lo recuerde, con el<br />

único recuerdo de lo miserables que fueron sus<br />

últimos años de vida.<br />

Alfred decidió que mejor iba a dormir, ya no tenía<br />

nada pendiente que hacer más que comer un<br />

poco, además que dormir haría que sienta que el<br />

tiempo pasa más rápido, no tener que vivir todo el<br />

día, solo una fracción. Ya estaba atardeciendo, así<br />

que volteó y miró el cielo, mirar lo hermoso que<br />

era lo hizo sentirse mejor, un pequeño pedazo de<br />

optimismo nació dentro de él, sonrió y una sola<br />

lágrima cayó por su mejilla. Volteó nuevamente<br />

y caminó hacia la puerta de la casa lentamente,<br />

le seguía doliendo la pierna, estaba preocupado<br />

por ella, pero aun no era tan malo el dolor, aún<br />

era soportable. Fue a la cocina y sacó un envase<br />

de mermelada, un cuchillo y unos cuantos panes.<br />

Puso mermelada en los panes y los comió, esa era<br />

su comida habitual. Comía lentamente y el silencio<br />

lo abrumaba. Tras unos minutos finalmente<br />

acabó de comer, guardó todo y se fue hacia las<br />

escaleras, era una tortura subir y bajar las escaleras<br />

todo el tiempo con su pierna adolorida, tenía<br />

miedo que un día colapsara y se cayera por las<br />

escaleras. Lentamente subió, escalón a escalón,<br />

Yukio Sakamoto<br />

75


y llegó al segundo piso, entró a su cuarto y volvió<br />

a ver la foto de Margaret, estaba a punto de llorar,<br />

pero se esforzó por no llorar, ya había tenido suficiente<br />

llanto por un día, ya no quería llorar más.<br />

Se metió a su cama y apagó la luz.<br />

—Buenas noches, Margaret —dijo Alfred, antes<br />

de quedarse dormido.<br />

Salvador Durand<br />

Mar infinito<br />

Abro los ojos y no hay nada más que un extenso<br />

mar azul. Me levanto a una buena hora en la mañana<br />

por los ruidos de mis loros; tenía dos, Jerry<br />

y Tom, los cuales se alimentaban de mis sobras y<br />

una que otra galleta. En esta temporada del año<br />

no hay muchas olas y hay buen viento para navegar<br />

tranquilo. Agarré mi arpón y me metí al mar a<br />

pescar. Había muchos peces bajo el agua, de todos<br />

los colores y tamaños. Atrapé más de los que<br />

podía comer. Luego en la tarde puse los peces en<br />

una especie de parrilla que había armado yo, o al<br />

menos como yo las recuerdo, para cocinarlos sobre<br />

las arduas brasas.<br />

Siempre, antes de almorzar, me gusta agradecer<br />

por seguir vivo, aunque a veces todo se vuelve<br />

aburrido. Actualmente tengo 148 años, pero<br />

no aparento ser tan viejo, pues fui modificado por<br />

CRISPR. Fui creado por el ejército como un soldado<br />

“perfecto”, modificaron mi estatura, haciendo<br />

que al día de hoy no deje de crecer. Modificaron<br />

mis colores y características físicas. No dejaré de<br />

tener una gran musculatura aunque coma mal o<br />

no haga ejercicio. Mi cabello es de color celeste<br />

y mis ojos son amarillos. Se me dificulta mucho<br />

cansarme y aunque no duerma, siempre tengo<br />

energías. No me puedo enfermar y ningún tipo<br />

de virus o cáncer me ha agarrado antes. Lo más<br />

loco es que evoluciono o cambio cualidades. Por<br />

ejemplo, tengo branquias en el cuello y me están<br />

empezando a salir membranas en las manos por<br />

estar tanto tiempo en el agua diariamente, estas<br />

son muy útiles en este nuevo mundo, así me desplazo<br />

más rápido nadando.<br />

Luego, en la noche, me puse a pensar e intentar<br />

recordar cuándo fue la última vez que vi<br />

a otra persona. Fue hace mucho… En un mundo<br />

tan grande, pero con tan pocas cosas por hacer.<br />

Si no fuese por mis loros me volvería más loco de<br />

Valentina Guzmán<br />

lo que ya estoy. Ahora me dedico a vagar por el<br />

mundo con las falsas esperanzas de encontrar<br />

tierra que pueda pisar, o mejor aún, alguien…<br />

Creo que si hay algo que me pueda herir es la soledad.<br />

Tengo un mapa del mundo y voy marcando<br />

los lugares en los que he estado. Actualmente<br />

me dirijo hacia el Oeste a ver si encuentro algo.<br />

Suelo hacer paradas en lugares lluviosos para<br />

recolectar agua y tengo unos lugares perfectos<br />

para pescar. Cuando pienso en el pasado, mis recuerdos<br />

son borrosos. Ha pasado tanto tiempo<br />

que solo me acuerdo de los sucesos más importantes.<br />

No recuerdo muy bien cómo el planeta se<br />

llenó de agua, pero entre mis recuerdos borrosos<br />

me acuerdo de una estrella, una estrella inmensa<br />

del tamaño de un satélite que caía en picada<br />

hacia la tierra, prendida en fuego. Recuerdo que<br />

cayó en el océano, esto lo vi en la televisión hace<br />

muchos años. Después de esto, recuerdo que se<br />

formó una ola gigantesca que arrasó con todo a<br />

su paso. No recuerdo cómo terminé en un velero<br />

y menos cómo terminé vivo. Me gusta creer<br />

que esta estrella que cayó fue para acabar con la<br />

raza humana y hacer que vuelva a empezar, pues<br />

éramos un cáncer para el planeta. A veces pienso<br />

que sí es así. Los “nuevos” humanos se están formando<br />

en el agua y en muchos años más, estos<br />

76


evolucionaron como yo hice y los podré encontrar…<br />

Me levanté a la mañana siguiente, alisté mis<br />

cosas, tomé mi desayuno y como ya tenía comida<br />

guardada no necesitaba volver a buscarla. Dediqué<br />

todo ese día a navegar. Todo iba bien, aunque…<br />

Sentía que el día estaba un poco silencioso.<br />

No entendía por qué y me parecía un poco extraño,<br />

pues suele haber mucha bulla entre los sonidos<br />

de la vela, el sonido de las olas rompiendo, el<br />

sonido del barco cortando las olas y… LOS LOROS.<br />

Eso era, no se escuchaban los gritos de estos, así<br />

que decidí ir a buscarlos, encontré a uno, Jerry.<br />

Tom me tenía un tanto preocupado pues no lo<br />

encontraba. Seguí y seguí buscando pero este no<br />

estaba. Asustado y muy nervioso empecé a tirar<br />

todas mis cosas para poder encontrarlo.<br />

Unas horas después, terminé convencido de<br />

que este no estaba. Mala noticia, pues no entendía<br />

en donde se pudo haber metido, pero por más<br />

triste que esta noticia era, no podía mostrar expresiones,<br />

no me salían lágrimas. No podía llorar,<br />

por más que intentase, no entiendo por qué, era<br />

como si no me importase mucho. Era muy extraño,<br />

me sentía raro, como si alguien más me estuviese<br />

controlando. Era muy rara esta sensación,<br />

sentía que me estaba volviendo loco, me senté<br />

en el suelo y me cogí de los pelos. Me empecé a<br />

jalar los pelos con mucha fuerza…<br />

No entendía qué pasaba, nunca me había pasado<br />

algo así. Me sentía muy extraño, de pronto<br />

me dieron náuseas y me mareé demasiado,<br />

pero… No tenía fuerzas para levantarme ¡Empecé<br />

a gritar! Como si alguien me fuese a escuchar en<br />

este vasto mar. Seguía tumbado en el suelo, los<br />

mareos no cesaban. Cada vez eran peor. Los oídos<br />

me empezaron a sangrar y dejé de escuchar…<br />

Sentía como mi temperatura corporal se congelaba.<br />

Me estaba volviendo loco.<br />

Finalmente, sin fuerzas, tumbado en el suelo…<br />

Quedé inconsciente… Unos minutos después,<br />

desperté. Estaba en una cápsula blanca, ¡Había<br />

despertado en una nave espacial! Un hombre me<br />

despertó y me dijo “Llegamos a Marte…”. Confundido,<br />

salí todo mojado de esta especie de cápsula<br />

en la cual me encontraba, miré a mi alrededor y<br />

habían muchos otros como yo. Atrapados en un<br />

sueño profundo del cual no podíamos escapar.<br />

Me dieron una ficha con mis datos. Salía que la había<br />

llenado hace 1<strong>50</strong> años, esta tenía muchísima<br />

información mía, y era para que cuando despierte,<br />

o cuando lleguemos a nuestro destino pueda<br />

leerla y recordar más o menos quién era, pues por<br />

haber estado tanto tiempo en esta nave, había<br />

perdido memoria de todo.<br />

Vicente Guzmán<br />

Soy, fui, seré….<br />

Soy como el vidrio.<br />

Me protegen y me protejo.<br />

A veces me siento irrompible.<br />

Si me rompo, te quedarás perplejo.<br />

Fui un lindo bote.<br />

Navegar el mar.<br />

Navegar en los lagos.<br />

Experimentar emociones.<br />

Nuevas sensaciones.<br />

¿Seré alguien en este universo infernal?<br />

¿Seré alguien en ese universo infinito?<br />

¿Qué pasará después?<br />

Después…<br />

…<br />

Después de nadar.<br />

De un vidrio pasé a ser un pulpo.<br />

Tengo un sin fin de corazones.<br />

Corazones para dar.<br />

Adoro a mis conocidos.<br />

Para vivir, ellos son mis razones.<br />

Vania Heredia<br />

Soy una mariposa<br />

tengo unas bellas alas<br />

de colores resplandecientes<br />

lo triste es que nunca he visto mis alas<br />

y nunca las podré ver.<br />

Fui una oruga<br />

tratando de sobrevivir las dificultades de la vida<br />

contando los días para transformarme.<br />

Seré materia<br />

restos de seres enterrados en la tierra,<br />

que serán descompuestos como partículas en el aire.<br />

María Lamadrid<br />

77


Punto de vista<br />

Una vez que la escasa presión del aire empieza a<br />

modificarse, y el pequeño espacio en el que paso<br />

gran parte de mi tiempo empieza a moverse, despegando<br />

la plataforma de lo que parecería ser una<br />

clase de soporte o suelo, puedo prevenir la señal<br />

que indica el inicio de mis días. Afortunadamente<br />

ha terminado el sueño, ya que este lugar oscuro y<br />

cerrado no solo posee las exactas características<br />

de una prisión, sino que además, según sospecho,<br />

podría estar hecha de algún material muy similar<br />

al que me conforma.<br />

Es perturbador pensar que podría estar dentro<br />

de alguien y no de algo, algún ser similar y no<br />

robótico. Sin embargo, cuando la fluctuación de<br />

condiciones junto con el temblor empiezan a cesar<br />

gradualmente, un conjunto de unas telas muy<br />

extrañas y suaves viene y me extrae de mi prisión<br />

para luego ponerme en otra plataforma. Este proceso<br />

solía causar ciertos mareos y un leve estrés,<br />

sin embargo, a estas alturas de la carrera ya estoy<br />

bastante acostumbrado.<br />

Algunas veces me pregunto qué podría generar<br />

la fuerza necesaria para generar no solo movimiento<br />

y sonido, sino el impulso para cargarme<br />

a mí y probablemente a mi prisión también, que<br />

hace poco descubrí, va conmigo a todos lados. Es<br />

tan desconcertante. Sea lo que sea que cumpla la<br />

función de impulsar a esa máquina ha de ser muy<br />

poderoso. Algo que se me ha ocurrido y una teoría<br />

que he formulado durante mis largas horas de reflexión<br />

es que aquel OCM (objeto con capacidad de<br />

movimiento, según le nombré yo mismo) no lleva<br />

nada dentro de sí, por lo que tiene espacio suficiente<br />

para contener alguna clase de energía que<br />

yo y los demás objetos dentro de mí no poseemos.<br />

¡Cuánto envidio a ese ser! Si es que tiene vida, claro.<br />

Lo más probable es que ni siquiera piense como<br />

yo puedo hacerlo, sino que forme parte de una<br />

maquinaria especializada destinada a una serie de<br />

trabajos más arduos y requiera un poder distinto<br />

para completarlos.<br />

Mi vida podrá parecer plena y tranquila, sin<br />

embargo, está de alguna manera llena de sufrimiento.<br />

Aunque sea alguien introvertido, aprecio<br />

la compañía de los objetos que yacen dentro<br />

de mí. Es lo único que me da cierta sensación de<br />

normalidad, de realismo a esta vida. La verdadera<br />

causa de esta incapacidad de apego y aislamiento<br />

como mecanismo de defensa, viene del trauma<br />

del abandono. Día tras día van desapareciendo mis<br />

amigos, algunas veces siendo reemplazados por<br />

otros ejemplares similares, y otras veces dejando<br />

su anterior lugar, vacío por lo que resta de la eternidad.<br />

Por ejemplo, la otra vez había hecho un amigo.<br />

Aún me acuerdo de cómo se veía, era como todos<br />

los demás de su especie, o al menos eso aparentaba<br />

ser. Sin embargo tenía una característica<br />

muy curiosa: y era que donde su cuerpo terminaba<br />

existía un material metálico que lo rodeaba a él y<br />

a un pequeño borrador. Él era muy interesante, y<br />

siempre después de una ardua jornada de trabajo,<br />

él llegaba de nuevo y contábamos historias acerca<br />

de las cosas que nos habían acontecido durante el<br />

día. Fui muy ingenuo al pensar que aquello duraría<br />

para siempre. A veces pienso que eventualmente<br />

yo también me “extraviaré” y llegaré al lugar donde<br />

todos los demás fueron.<br />

Eugenia Rottenbacher<br />

Querer todo<br />

Recién había salido de la universidad. Me había<br />

graduado con notas casi perfectas, fueron varios<br />

años de estudio de la carrera de Medicina y otras<br />

más para la carrera de Bioquímica. Estaba decidido<br />

a crear la cura para todas la enfermedades, y<br />

no iba a parar hasta encontrarla. Lo que me motivaba<br />

a hacer esto era por fin reconocer el reconocimiento<br />

que merecía por tantos años de estudio.<br />

Me llaman Clark y les voy a contar cómo terminó<br />

todo, por querer lograr todo.<br />

Unos meses después de haber salido de la universidad<br />

decidí mudarme a un pueblo pequeño,<br />

en el campo, en el cual la gente no se entrometiese<br />

en mis experimentos y alejado de la ciudad,<br />

específicamente en un sótano, para dedicarme<br />

completamente a encontrar la cura para todas<br />

la enfermedades. Sabía que iba a ser un proceso<br />

difícil pero no me importó, solo quería lograr<br />

el objetivo. Después de unos largos años, logré<br />

tener la fórmula más acertada. Estaba emocionado<br />

de estar tan cerca, tanto que la codicia me<br />

ganó, sabía que había que hacer muchas pruebas<br />

más antes de poder probarlo con una persona.<br />

Estaba desesperado, se los juro, tuve que llamar<br />

a alguien con una enfermedad sin cura para poder<br />

probar la fórmula. Era un hombre del pueblo<br />

el cual hace unos meses le habían detectado una<br />

78


enfermedad incurable, la verdad nunca había entablado<br />

una conversación con él, pero por lo que<br />

decían en el pueblo era una persona noble, amable<br />

y muy caritativa. Me enteré de su caso gracias<br />

a que se había hecho muy popular en el pueblo.<br />

Como les dije al principio, era un pueblo pequeño<br />

donde todos se conocían.<br />

Pensé mucho antes de llamarlo, pero no podía<br />

más, necesitaba saber que todos estos años de<br />

estudio e investigación sirvieron de algo. Marqué<br />

su número y me contestó rápidamente. Le conté<br />

sobre la fórmula y emocionado y feliz me respondió<br />

con un sí. Cabe recalcar que no era tonto<br />

como para decirle que la prueba aún no estaba<br />

del todo lista.<br />

Le dije que viniera lo antes posible, le pregunté<br />

si podía mañana. Él me dijo que sí. Al día<br />

siguiente sonó el timbre, yo había estado toda la<br />

noche preparando todas las cosas para que saliera<br />

lo más perfecto posible. Aun así seguía nervioso<br />

de lo que podía pasarle al hombre. Subí las<br />

escaleras para abrirle la puerta. Él me estaba esperando<br />

con una sonrisa de par en par. Lo invité<br />

a sentarse para prepararlo, al igual que tenía que<br />

preparar la fórmula dentro de una jeringa. Luego<br />

de unos minutos le pregunté al paciente si ya estaba<br />

listo para que le inyectara la fórmula. Me dijo<br />

que sí. Con nervios se la puse, en ese mismo instante<br />

se desmayó. La fórmula aún no estaba lista.<br />

Me puse las manos en la cabeza y grité, no debí<br />

ponerla, no había creado una cura, había creado<br />

algo mucho peor.<br />

Fernanda Guerrero<br />

Soy un libro donde tengo más de una letra<br />

y de un poema,<br />

donde tengo más palabras que canciones que riman,<br />

porque para eso estaría la rifa donde solo ganan<br />

tus riñas.<br />

La suerte es tan grande que llegaste a este lugar<br />

sin tener nada de qué dudar, pero acá la única duda<br />

es dónde quedó lo que alguna vez sentimos<br />

para poder nacer.<br />

Juan Diego Yauri<br />

Tercero de media<br />

Crecer<br />

Las plantas crecen<br />

Los gatos maúllan<br />

Las aves cantan.<br />

Como antes la felicidad<br />

Era más tan simple como bondad<br />

Como la noche era un castigo<br />

Como ahora es un regalo.<br />

Se amplía nuestro mundo<br />

Más se achican las opciones.<br />

Las plantas se mueren<br />

Los gatos se callan<br />

Las aves se van.<br />

Gabriel Ormachea<br />

Illari Angulo<br />

79


Amanecer<br />

Al amanecer soy sol brillante,<br />

cielo azul.<br />

Un resplandor inimaginable, soy feliz.<br />

Al mediodía soy calma,<br />

cielo despejado.<br />

Un momento tranquilo, estoy bien.<br />

Al llegar la tarde soy brisa,<br />

cielo grisáceo.<br />

Una tarde ventosa, ojalá no llueva.<br />

Al llegar la noche soy oscuridad,<br />

cielo lluvioso.<br />

Una noche de tormenta, no estoy bien.<br />

Al llegar la madrugada soy disipación,<br />

cielo calmado.<br />

Una madrugada intensa, esperemos que pare pronto.<br />

Al amanecer soy sol brillante,<br />

cielo azul.<br />

Un resplandor inimaginable, soy feliz.<br />

Saphi Carbajal<br />

Esperanza Siles<br />

Solo cerró los ojos esperando la muerte, lo cual<br />

estaba tardando un poco. ¿Qué había pasado?<br />

Abrió los ojos y se sorprendió al ver que estaba<br />

flotando, escuchó un leve sonido de hélices, como<br />

si de un pequeño helicóptero se tratara. Miró con<br />

nervios su espalda, ¡tenía alas! Se sintió asustado<br />

pero a la vez estaba aliviado de no morir; movió las<br />

La metamorfosis<br />

Al despertar, Teo Alvarez, una mañana, tras un<br />

sueño intranquilo, encontrose en su cama convertido<br />

en un monstruoso insecto. Lo notó en<br />

el primer instante del día, cuando notó que su<br />

cama era casi cuatro veces más grande que su<br />

cuerpo. Él solo pensó: “qué raro, alguien debió<br />

entrar a mi casa por la noche y me regaló una<br />

cama más grande, qué amable”. Su cama era<br />

realmente pequeña por lo que se sintió agradecido<br />

por ello. Pero fue raro pensar que el borde<br />

de su cama parecía el borde de un precipicio y<br />

saltar ahí sería prácticamente un suicidio. Solo<br />

se preguntó: “¿Esta cama es tan grande o yo me<br />

encogí? Y si es tan grande, ¿por qué mi cuarto es<br />

igual de grande?”, no lo podía entender. Decidió<br />

bajar por la sábana, todo iba bien y bajar resultaba<br />

fácil ya que tenía… ¡¿seis patas?! Al darse<br />

cuenta se asustó tanto que cayó hacia el vacío.<br />

Directo a su fin.<br />

Padma Landázuri<br />

80


alas con un poco más de fuerza y se elevó más, se<br />

inclinó hacia el frente y fue rápido hacia adelante.<br />

Una vez que aprendió a usar sus habilidades, fue<br />

volando hacia el baño.<br />

Al mirar al espejo, “¡no puede ser!”, vio que se<br />

había convertido en una mosca. Estuvo pensando<br />

un buen rato pensando en muchas cosas. ¿Por qué<br />

se había despertado convertido en una mosca?<br />

Hizo memoria hasta que la respuesta estuvo en su<br />

mente. Anoche había estado en una fiesta con sus<br />

amigos y, en un momento dado, fueron a un centro<br />

de juegos. Teo se puso a jugar boliche mini en una<br />

máquina arcade, y cuando la bola se atascó en una<br />

zona inalcanzable, frustrado, se fue mientras decía:<br />

“desearía ser una mosca, seguro alcanzaría la<br />

bola”. Al mismo tiempo la máquina de al lado con el<br />

título de “Zowl, el gran genio”, se había encendido,<br />

haciendo una serie de ruidos escandalosos para<br />

volver a apagarse. Teo solo se quedó extrañado,<br />

simplemente se fue. No podía creerlo. ¿Sería posible?<br />

Sea lo que sea, la máquina lo había condenado<br />

a una vida atrapado en el cuerpo de una mosca.<br />

Como una rosa<br />

Una rosa es tan amada<br />

siempre que es delicada<br />

y callada<br />

y hermosa<br />

y perfecta<br />

pero qué sería de una rosa<br />

si no tuviera sus suaves pétalos<br />

o su dulce aroma<br />

si no fuera tan colorida<br />

o si no tuviera tantos pétalos<br />

o si no fueran tan suaves y delicados y perfectos<br />

qué pasaría si ella tuviera espinas más grandes<br />

o si naciera marchita<br />

o tal vez si solo se quisiera quedar plantada<br />

uno piensa que una rosa lo tiene todo<br />

pero tal vez solo no quiere ser arrancada.<br />

Tamara Vásquez<br />

Teo Álvarez<br />

La ruta<br />

Me siento una persona distinta<br />

Aquí, en un lugar, yendo a una casa<br />

Que no es mía<br />

Yendo a un lugar nuevo y desconocido<br />

Desde un lugar al que llamo hogar.<br />

Me voy de mi cuerpo, casa, patria y hogar.<br />

¿Alguien nuevo seré allá?<br />

En el carajo de una nave en tormenta<br />

Mi alma dando miles y miles de vueltas<br />

Navegando a una tierra aterradora<br />

Mi cuerpo temblando de temor<br />

Pero vengo aquí y voy allá por alguien<br />

Y mi padre allá está esperando<br />

Y con mi madre la ruta estoy viajando.<br />

María José Valdivia<br />

Leandro Mendoza<br />

Busca la luz en el<br />

sol<br />

Espera a los años pasados<br />

Dime quién atrapó el tiempo<br />

toca el espacio y expresa cómo se siente.<br />

Carlos Yabar<br />

Valentina Garmendia<br />

81


Poema simple<br />

Poema simple, un poema,<br />

simple, escrito por una persona,<br />

me gusta la montaña y el mar,<br />

simple.<br />

Poema simple, de alguien simple<br />

aburrido y simple,<br />

me gusta lo salado y lo dulce,<br />

el cielo y la tierra.<br />

Persona simple, con gustos simples<br />

que vive el dia, la noche y la mañana<br />

camina simple y vive simple.<br />

Manuel Ignacio Fernández<br />

María de Orbegoso<br />

Julia Torrejón<br />

Poema imperativo<br />

Nerea Mujica<br />

Come, come el pasto, ese, el<br />

AMARILLO<br />

Córtale, que no salga sangre.<br />

Córtale el brazo<br />

Mete gol, que valga con la mano<br />

dibuja, pero bonito<br />

Métete al mar, eso sí,<br />

No te mojes.<br />

Santiago Sanz<br />

82


Las piedras de la montaña<br />

Vete de ahí, que te pueden caer piedras<br />

Cuidado con la montaña, cuídate.<br />

Cuídate de las piedras que la montaña sacude.<br />

Escapa, aléjate de las piedras, escapa<br />

Más te vale irte rápido.<br />

Camilo Quiñones<br />

La vida es una lucha diaria y permanente<br />

La muerte, restos de la esperanza.<br />

Descansar tirado sobre mi cama<br />

estiro los músculos<br />

hay ruido detrás de la ventana<br />

y una mosca no conforme<br />

se golpea y golpea<br />

al otro lado del vidrio.<br />

Todo tiene su límite<br />

Tobías Mumenthaler<br />

León Castagnino<br />

Sebastian Pacheco<br />

Micaela Zavaleta<br />

83


Quítate el ojo<br />

Ponte una bola de billar y<br />

planta tu ojo para que crezca<br />

un árbol<br />

y puedas verlo<br />

desde arriba.<br />

Fabián Valladares<br />

Salvador Yrivarren<br />

Cuarto de media<br />

Gael De la Rocha<br />

Alexia Colmenares<br />

Antonella Altuna<br />

84


Se escucha el bum<br />

y el bam retumbar<br />

en los ventanales<br />

de las casonas.<br />

Desde la iglesia<br />

barranquina se escucha<br />

el cantar de las monjas.<br />

Silencio sordo,<br />

silencio de paz.<br />

Adrián Wirz<br />

Silencio de guerra<br />

Silencio sordo,<br />

silencio de paz.<br />

El viento viene<br />

del mar que me observa,<br />

constante a la espera.<br />

La bandera se agita<br />

inclinada en la pared.<br />

Rojo se convierte<br />

el suelo a los cascos<br />

del valiente corcel.<br />

Con un último<br />

relincho, el équido<br />

cae al retumbar<br />

las trompetas de la libertad.<br />

Por vías desiertas<br />

y por ruinosas plazas,<br />

se baten pañuelos<br />

y se tiran sombreros.<br />

En honor al caballo<br />

muerto en la plúmbea<br />

esquina de la barricada.<br />

Isabel Pérez<br />

Isabella García Rosell<br />

José Francisco Silva<br />

85


Estadía ilusión<br />

La calma de tus palabras<br />

como manos<br />

sosteniendo en sol mayor<br />

en el mundo<br />

como teje<br />

la paciencia de la araña<br />

no necesitan espejos de colores<br />

ni versos prosaicos<br />

son líricas que flotan como plumas<br />

en el aire<br />

se siente<br />

algo que está por cambiar<br />

en reemplazo de promesas<br />

brújula<br />

de cuatro estaciones<br />

marcando el Norte<br />

la frontera del puerto reza<br />

el cielo en un pincel<br />

una radio sonando en FM<br />

cuando las luces se apagan<br />

yo quiero estar<br />

ahí.<br />

Luciana Saavedra<br />

Sofía Christodulu<br />

Aquella tarde fría<br />

Aquella tarde fría<br />

Donde siempre ellos dos se encontraban<br />

Tan rotos por dentro<br />

De aquella guerra sin reglas.<br />

Una victoria perdida,<br />

No me dejes, amigo…<br />

No me dejes en aquella tarde fría.<br />

Miradas cruzadas dicen mucho<br />

Él no se iba a ir<br />

Pero aún así de mí se apoderaba la soledad<br />

Soledad que lastima y abruma<br />

Pero, en fin<br />

Las cosas son así.<br />

Lucas Villegas<br />

Instrucciones para no realizar<br />

sus obligaciones<br />

¿Uno no ha sentido, irremediablemente, el deseo<br />

de no realizar sus obligaciones? No sería necesaria<br />

una guía, para poder esquivarlas a diestra y siniestra,<br />

aunque sea de vez en cuando.<br />

Es un arte profundo pero simple, uno debe comenzar<br />

por darse cuenta de su negación a realizar<br />

sus obligaciones, llegando cansado a casa, con el<br />

ánimo suficiente solo para poner la comida e ir a<br />

dormir. En primera instancia, es simple, debe dejarse<br />

llevar por esos deseos. Una vez haya esquivado<br />

esas obligaciones, a la mañana siguiente excúsese<br />

usando un percance cotidiano como chivo<br />

expiatorio, y al volver a su hogar y pensar en sus<br />

obligaciones, en vez de realizarlas, vaya a realizar<br />

una actividad que le guste. Si esta la aleja físicamente<br />

de sus obligaciones, mejor. Eso sí, dese a<br />

usted mismo un periodo limitado de tiempo de<br />

ocio, para no sentir que está siendo irresponsable.<br />

Una vez finiquitado el tiempo, repítase a usted<br />

mismo que necesita más tiempo.<br />

Repita este proceso hasta autoconvencerse de<br />

que puede darse un tiempo indefinido y estar libre<br />

de cargas de conciencia. Llegado a este punto, uno<br />

debe reconocer la magnitud de sus obligaciones y,<br />

desde el ocio, empezar a pensar cómo hacer que<br />

se hagan. Se puede pedir un favor, o una compensación<br />

a alguien que nos la deba. Si a uno se<br />

le pregunta sobre la obligación a llevarse a cabo,<br />

cosa probable a esta altura del plan, saque a relu-<br />

86


cir su excelente historial y limítese a decir “estoy<br />

trabajando en ello”. No se exponga a situaciones<br />

donde se pueda cuestionar la veracidad de estos<br />

hechos hasta que se den, de una manera u otra,<br />

por realizados.<br />

DISCLAIMER: Esta técnica debe ser usada en la<br />

menor cantidad de ocasiones posibles para que<br />

así no pierda su efectividad.<br />

Santiago Calero<br />

My fault<br />

Come and get me if you like<br />

If you don’t I’ll be alright<br />

I’m so tired of crying all night<br />

Because I thought being last is still being one<br />

It’s always my fault if to your eyes I’m not perfect<br />

It’s always my fault if to your eyes I’m not worth it<br />

Following people made me forget what I was chasing<br />

It’s always my fault<br />

That’s what I always end up thinking<br />

I’ve been trying not to overthink<br />

But something keeps aching<br />

I feel like everybody else Is fading away<br />

But I’ll be alright<br />

I’ll be alright<br />

I’ll be alright<br />

Come on I can keep it together<br />

Put on my glasses to cover the weather<br />

I will not spray glitter on to my worst times<br />

It’s always my fault if to your eyes I’m not perfect<br />

It’s always my fault if to your eyes I’m not worth it<br />

Following people made me forget what I was chasing<br />

It’s always my fault that’s what I always end up thinking<br />

I’ve been trying to walk alright<br />

But what if I end up falling down<br />

And I feel like everybody else is fading away<br />

But I’ll be alright<br />

Yes I’ll be fine<br />

I’ll be alright<br />

I’ll be fine.<br />

Kenu Puerta<br />

Lorenzo Molina<br />

Doménica Dezar<br />

Morgana Mindreau<br />

87


Descripción<br />

Clima cálido, las flores se abren con sus hermosos<br />

pétalos y el sol cae en mi cara. Ya llega el verano,<br />

espero con ansias las vacaciones. Mientras estoy<br />

en la mesa haciendo tareas, asomándome a la<br />

ventana, veo los árboles de cerezo y sus hojas volando,<br />

transmitiendo aquella tranquilidad sobre el<br />

viento. Así escuchaba a aquellos pájaros:<br />

Las hojas en mi pelo<br />

del árbol de cerezo<br />

¡Era primavera!<br />

Brunella Serrano<br />

Los años pasan<br />

Los años pasan, pero la gris aura no cambia.<br />

Quisiera ser el gris, pero no puedo.<br />

Ser el verde, ser la sociedad,<br />

ser el aire: esas son mis metas.<br />

La única forma es sentir,<br />

es transformarse, convertirse,<br />

ser la hoja del árbol,<br />

o la manzana en el tronco.<br />

Debemos movernos en el silencio<br />

si queremos más prosperidad,<br />

calmados y callados,<br />

con paciencia y poco fervor,<br />

porque el verde abunda.<br />

Nicolás Rabi<br />

Llave marina<br />

Paseando por el mar<br />

junto a mi soledad<br />

veo una luz en lo profundo<br />

parecida a cristales<br />

que recordaban corales<br />

me hace sentir un sentimiento puro<br />

una calma<br />

en mi alma<br />

la luz me canta una canción<br />

que hablaba de su amor<br />

y de la luz enramada<br />

sale del agua mi amada<br />

y con sus manos de sirena<br />

Julieta Montani<br />

Salvador Sevilla<br />

libera mi corazón<br />

de su prisión<br />

y me desata de mi condena<br />

el candado de mis sentimientos humilla<br />

mientras bailamos por la orilla<br />

usando de música la marea<br />

en lo que los peces consideran una azotea<br />

el pasado ya no importa<br />

pues con los pasos del baile se borran<br />

las huellas de nuestro amor en la arena permanecen<br />

a la par que las gaviotas de envidia se estremecen<br />

de alguna manera toda mi culpa desaparece<br />

continuamos hasta el poniente<br />

ha sido una maravilla conocer este ente<br />

la vida un favor me ha hecho<br />

y planeo aprovecharlo<br />

lo digo desde lo abierto que está mi pecho.<br />

Joaquín Planas<br />

88


Adiós, señor culpa<br />

Noah De Col<br />

No marchita<br />

Entre hierba resalta rojo,<br />

con espinas y belleza.<br />

Pero la luz apunta a otro lado,<br />

verde y maleza.<br />

Donde el viento trae muerte<br />

y el agua es turbia,<br />

el rojo no alumbra,<br />

la belleza no ayuda.<br />

Cuando todo era gris,<br />

monotonía y delirio.<br />

Llega la rosa,<br />

cambia el destino.<br />

Pero su tiempo se acabó,<br />

no se marchita,<br />

por alguna razón.<br />

Paloma Carrillo<br />

A usted que usurpa, desde mi corazón en la pulpa,<br />

le dedico este poema, señor culpa.<br />

Por destrozar mi alma,<br />

por hacer que mis emociones no estén en calma.<br />

Me haces odiarme,<br />

hasta el punto de querer dañarme.<br />

La angustia me consume,<br />

me caigo en el pozo de ansiedad, que solo sube y sube.<br />

Me quedo en el pozo, y desde aquí te digo adiós<br />

por hacer pedazos el corazón que alguna vez me dio.<br />

Te pido que te largues y te vayas,<br />

contigo hay lágrimas y las sonrisas ya no se hallan.<br />

Haces que ya no quiera ver a más personas ni al mundo,<br />

mientras más en el miedo me hundo.<br />

La rabia no la canalizo,<br />

cuando te veo llegar me paralizo.<br />

No lo quiero sanar,<br />

quiero mis lágrimas poder controlar.<br />

Señor culpa, no vuelvas más,<br />

ojalá mi deseo lo cumpla una estrella fugaz.<br />

Yaku Gálmez<br />

Llega el otoño…<br />

el frío por mi cuerpo,<br />

las hojas cayendo.<br />

Nieve en el invierno:<br />

llueve por la noche,<br />

el amanecer es tranquilo.<br />

Mariposas por todos lados,<br />

campos de flores,<br />

e insectos intensos.<br />

Valery Campos<br />

89


Mali Puerta<br />

Rafaela Siles<br />

Mariano Sono<br />

Ángeles<br />

Haber contraído el hábito de creer en el mundo<br />

exterior puede llevarnos a la más extrema locura:<br />

el ser humano no funciona si está conectado<br />

con el exterior de forma tan directa. Por esa razón<br />

existimos nosotros, encargados de crear pequeñas<br />

alteraciones en la realidad, para evitar que la<br />

información sea demasiada.<br />

Entre las modificaciones básicas agregamos limitaciones<br />

cerebrales que inhiben a las personas<br />

de conocer su potencial absoluto, puesto a que<br />

esto podría causar problemas graves en la percepción<br />

tan frágil que tienen del poder. Tampoco es<br />

que seamos crueles, aún les permitimos admirar<br />

todo lo que gusten, deleitarse con las más inocentes<br />

excusas, detener el tiempo mientras se ve a<br />

la persona amada hacer algo tan simple como hablar;<br />

no los privamos por completo de los placeres<br />

que Dios les otorgó desde un inicio.<br />

Los primeros peldaños son siempre los más<br />

difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria<br />

para conseguir el equilibrio perfecto de un plano<br />

terrenal estable. Somos lo que se conoce como<br />

“ángeles” en el plano terrestre, la diferencia es<br />

que nuestro trabajo no es cantar y revolotear por<br />

ahí, somos los encargados de regular cada pequeña<br />

fisura que pueda conducir a los humanos a sospechar<br />

de la existencia de dimensiones paralelas,<br />

seres interdimensionales y cualquier cosa que salga<br />

más allá de su comprensión.<br />

Culto y punto<br />

Subo a la azotea, veo al viento<br />

cómo golpea a la marea<br />

lleno de vida<br />

que calma mi alma.<br />

El sólido sonido de mis latidos<br />

bajo camino del suelo, está más helado que el hielo<br />

abro la ventana y se esconden los cristales,<br />

a lo lejos veo corales y la soledad del mar me tienta.<br />

Por abajo está lleno de vida,<br />

pero por arriba la marea parece muerta.<br />

Algo me recuerda y acierta,<br />

ya que refleja el cielo y el sol que nos acecha.<br />

No es poco lo que dios me pida<br />

a lo lejos veo un niño sacudido, peleando por su vida<br />

y pide que encuentres el destello en tu locura.<br />

Como la luz en la luna oscura<br />

brilla en tu mente pura,<br />

presiento que el final se apura.<br />

Entender el significado de lo que sí dura<br />

lo eterno<br />

comparo mi alma al lado de mi cuerpo<br />

y entiendo que teniendo alguna culpa<br />

tu felicidad nunca va a ser pura y profunda.<br />

Antonio Álvarez<br />

Mae Alorda<br />

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