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<strong>Cabezón</strong> <strong>50</strong>
Editorial<br />
Ha pasado un año más en el que, después de tanta<br />
incertidumbre, por fin retomamos en gran medida<br />
la normalidad en nuestra escuela, y qué mejor<br />
manera de celebrarlo con un nuevo número de<br />
nuestra tradicional revista, que este año llega al<br />
número <strong>50</strong>. A pesar de que terminamos cansados y<br />
emocionados, estamos felices por poder compartir<br />
con ustedes una parte de los trabajos que<br />
realizamos a lo largo de este 2022.<br />
Como siempre, esperamos que los trabajos que<br />
les traemos ahora sean de su agrado, y transmitan<br />
la alegría de todos por regresar a las aulas, vernos<br />
nuevamente y trabajar juntos. Muchas gracias,<br />
como siempre, por la enorme paciencia.<br />
A la promoción XXXVI<br />
La tribuna de Quinto de media<br />
Hablan las familias<br />
Inicial<br />
Primaria<br />
Sexto grado<br />
Secundaria<br />
Álbum 2021<br />
pág. 2<br />
6<br />
17<br />
18<br />
30<br />
52<br />
58<br />
86<br />
Ilustración de carátula:<br />
Luciano García, Tres años.<br />
Enero 2023
Promoción XXXVI 2022<br />
Mateo Alcocer Mosqueira<br />
Ainhoa Arigita Castro<br />
Remigio Baigorria Lertora<br />
Martina Ballumbrosio Gianella<br />
Paula Bellina Holmquist<br />
Fabrizio Carbajal Coz<br />
Aitana De Argumaniz Robles<br />
Kira Del Valle Bettocchi<br />
Daniela Díaz Ávila<br />
Camila Díaz Burneo<br />
Leonardo Felices Pflucker<br />
Hernando Guerra García Infante<br />
Amaranta Gutiérrez Maguiña<br />
Lucille Marcone Mortensen<br />
Salvador Massa Alencastre<br />
Vania Milla Cambiaso<br />
Gael Olaechea Giuliano<br />
1<br />
Mateo Quiñones Ávila<br />
Adrián Rosadio Valiente<br />
Sebastián Saco Vértiz Boza<br />
Santiago Salazar Calderón López<br />
Camilla Salazar Cárdenas<br />
Aisa Sara Millones<br />
Dante Torrejón Torres<br />
Gabriel Vargas Urmeneta<br />
Milan Zlatar Battifora
Después de la tempestad<br />
A la promoción XXXVI<br />
Quiero empezar recordando la última función de<br />
teatro, antes de los aplausos finales, mientras<br />
se dejaban llevar por la oscilación de la marea ya<br />
aplacada, luego de la borrasca. En esta figura me<br />
los imagino emprendiendo un nuevo viaje ya apaciguados,<br />
con las estrellas fijas en el firmamento y<br />
emocionados por la aventura.<br />
Ha sido este un año durísimo, no solo por las<br />
olas enormes que tuvimos que sobrellevar luego<br />
de dos años de virtualidad, sino por las vicisitudes<br />
de estar de nuevo juntos en un aula de clase, en<br />
una misma embarcación. Aún así, estuvieron prestos<br />
al trabajo común, para sacar adelante los proyectos<br />
como grupo y consiguieron remontar las<br />
marejadas anómalas que se presentaban y alcanzar<br />
las satisfacciones que se llevan en el pecho,<br />
ahora que cerramos el año.<br />
Y si empecé a escribir este texto luego del éxito<br />
del Día del Maestro, y lo continué desarrollando<br />
al acabar el hermoso día que pasamos en La Victoria,<br />
junto a los niños de Corazoncitos Azules, ha<br />
sido imposible no revisar cada palabra para tratar<br />
de mostrarles lo que realmente dejan en nuestra<br />
escuela y lo que sentimos por ustedes, apreciada<br />
promoción XXXVI. Porque sus triunfos han sido<br />
realmente emocionantes y aplaudidos por todos,<br />
una estela luminosa que será ejemplo para las generaciones<br />
venideras.<br />
En ese sentido, más allá de aparejar un solo<br />
navío, empezaron a preparar botes relucientes<br />
y poderosos, que, si bien resguardaban a grupos<br />
por separado, en la travesía tuvieron encuentros<br />
e intercambios valiosísimos. En esa flota recayó<br />
uno de los valores más insignes de ustedes: la diversidad.<br />
Así se pusieron a trabajar y sacaron adelante<br />
los diferentes encargos del año, como el Día de la<br />
Canción Criolla, en donde se lucieron con compromiso,<br />
atendiendo a sus compañeros menores con<br />
cariño y bailando en el patio con mucha alegría,<br />
luego de trabajar duro, con orgullo. De igual manera<br />
en la Feria de Reyes, motivados y atentos a<br />
lo que significaba ser anfitriones de una empresa<br />
que abría las puertas del colegio a nuestra comunidad<br />
y a los visitantes, en donde brillaron con<br />
gran intensidad.<br />
Y empezaría así una lista generosa de logros<br />
que han alcanzado, como el primer puesto en las<br />
Olimpiadas, y el reciente éxito de la temporada de<br />
teatro, que significó un gran esfuerzo. Y aquí radica<br />
otro logro de ustedes, más allá de la aprensión<br />
y de la incertidumbre, se saben reponer como marineros<br />
experimentados que se enfrentan al mal<br />
tiempo.<br />
En ese sentido, en cada uno he visto características<br />
que me han obligado a sacarme el sombrero<br />
(o la gorra) y mostrarme desarmado, como ese<br />
profesor que cada mañana les saludaba esperando<br />
lo mejor de cada uno, con gratitud.<br />
Por eso reconozco en ti, Mateo Alcocer, la fortaleza<br />
que da un gran corazón, que duda, se agita<br />
o ama libremente, siendo fiel a su criterio y, como<br />
cualquiera, se equivoca y repara sin dar mayores<br />
vueltas. Has sido firme en todos tus proyectos,<br />
mostrando más de lo que se te pidió, casi siempre,<br />
volviéndote un ejemplo de gran amigo. Que tu<br />
camino en la vida sea exigente, lo suficiente para<br />
que saque siempre lo mejor de ti, sonriendo con<br />
mucha fuerza.<br />
Ainhoa, has sido una muchacha sensible y de<br />
mucho temperamento, características que te fortalecieron<br />
para lograr los objetivos del año. Asimismo,<br />
eres esforzada y acuciosa para trabajar,<br />
porque es evidente que deseas alcanzar el éxito<br />
en todas tus empresas. Asimismo, con la seriedad<br />
que te caracteriza, irás enfrentando las dificultades<br />
de la vida, que sin duda te fortalecerán. Tu<br />
espíritu es pura bondad, sigue cuidándote y cui-<br />
2
dando de los demás, libre y consecuente con tu<br />
corazón. Te deseo mucho éxito.<br />
Querido Remigio, sin duda cierras tu escolaridad<br />
con más herramientas para desarrollar tus<br />
pasiones, poniéndole voluntad al estudio y mucho<br />
corazón a las causas que defiendes. Valoro, también,<br />
que me hayas mostrado tus sentimientos,<br />
con la sinceridad que solo un alma tan noble como<br />
la tuya puede hacer. Ya sabes, traza nuevas metas<br />
y sigue esforzándote en los proyectos que decidas<br />
realizar, llevando como estandarte tu alma solidaria.<br />
Eso sí, no abandones el deporte, que saca lo<br />
mejor de ti. Te extrañaré mucho, estimado.<br />
Martina, cómo no invertir más tiempo en celebrar<br />
tu voz melodiosa, tu enorme capacidad para<br />
liderar las causas comunes y tu potencial poético.<br />
Con toda esa energía, sé que pronto te veré enarbolando<br />
las banderas que defienden las causas<br />
justas que en nuestro país se pasan por alto y tú<br />
tienes muy presentes. Buena suerte en todo, sigue<br />
luchando y no dejes de estar atenta a quienes<br />
tienes a tu alrededor.<br />
Paula, conozco tu enorme talento para la literatura<br />
y las artes en general. Con genuinas ganas<br />
de destacar, como hiciste sobre el escenario de la<br />
obra de teatro, en donde brillaste con luz intensa.<br />
También posees una templanza de acero para liderar<br />
los proyectos que te involucran, con legítimas<br />
ganas de hacer las cosas de la mejor manera posible.<br />
Sigue cultivando tu alma y desarrollando tus<br />
intereses para colaborar con el mundo, que necesita<br />
más personas como tú, libres y comprensivas.<br />
Ha sido este un año espectacular a tu lado,<br />
querido Fabrizio, en donde cada día mostraste<br />
alegría y optimismo, a pesar de que podrías ver en<br />
algunas ocasiones el vaso medio vacío. Con mucho<br />
esfuerzo fuiste venciendo tus dificultades, tanto<br />
en los cursos como en tu alma, doblegando tu timidez,<br />
por ejemplo, para mostrarte como un gran<br />
actor, sin miedo al fracaso. Esa es la actitud: con lo<br />
aprendido en estos meses juntos, no dudo de que<br />
podrás enfrentar el mundo con más templanza,<br />
mostrando tu sonrisa que ilumina con facilidad,<br />
porque eres un gran tipo. Buen viento.<br />
Extrañaré tu inocente mirada, Aitana, la dulzura<br />
con la que te acercabas para pedir o informar<br />
cosas que eran de interés para todos. Fuiste<br />
armándote de seguridad para enfrentar tus<br />
miedos, sacando la garra y dejando atrás muchas<br />
de tus aprensiones para sobrellevar las inclemencias<br />
del año. Con todo, siempre preocupada<br />
por los demás, muchas veces dejando de lado tu<br />
propia tranquilidad, algo que sé podrás compensar<br />
cada vez mejor. Gracias por todo el cariño, estimada,<br />
serás una artista del diseño que logrará<br />
sobresalir pronto. Cuídate mucho.<br />
Eres una muchacha muy talentosa para el arte,<br />
Kira, que también tiene el coraje y la pasión para<br />
sobresalir en lo que le gusta, como en el canto, la<br />
literatura y el teatro. De temperamento aguerrido<br />
para defender lo que te parece justo y con una<br />
sonrisa amplia para acoger a los más sensibles, sé<br />
que el camino que se te presenta irá curtiéndote<br />
para llegar a ser una gran ciudadana. Tienes buena<br />
estrella, siempre comparte esa luz con el resto.<br />
Resalto en ti, Daniela, que asumes con enorme<br />
compromiso tus proyectos y que puedes liderar<br />
positivamente las empresas comunes que se te<br />
delegan. Esto no quita que también sientas dudas<br />
y que a veces estas te detengan, lo que has ido<br />
enfrentando cada vez mejor. Eres una muchacha<br />
con enorme sensibilidad que busca dar solución a<br />
las injusticias. Es innegable que tienes un enorme<br />
corazón, lleno de optimismo: esa característica<br />
deberá ser el estandarte que te presente ante los<br />
trances del mundo adulto. Confío mucho en ti, que<br />
tengas suerte.<br />
Camila Díaz, en tus gestos amables y en la garra<br />
que le pusiste al final del año, como en el teatro,<br />
me doy cuenta de que supiste absorber la buena<br />
onda del momento para disfrutarlo como se debe.<br />
Eres una muchacha plena de energía, con voz limpia<br />
y firme para atender los temas comunes y defender<br />
a tus compañeros. Las cosas te han salido<br />
bien y se nota que tendrás una vida provechosa.<br />
Serás una excelente profesional, una buena mujer<br />
que ayudará a mejorar nuestra sociedad, sin lugar<br />
a dudas.<br />
Con alegría para casi todo e igual optimismo,<br />
Leonardo, has ido guiando a varios de tus compañeros<br />
a un estado de tranquilidad que fue muy<br />
útil en los momentos complicados. Llegas al final<br />
del año más tranquilo, confiado en la alegría que<br />
desprendes. Eres un muchacho entrañable, y sé<br />
que esto te llevará a ser un referente en los lugares<br />
donde desees ir. Que te vaya muy bien.<br />
3
Hernando, eres un joven vehemente, pero<br />
también fuiste un muchacho reflexivo que podía<br />
razonar para dar solución a los problemas. Asimismo,<br />
eres un gran actor, no solo en las tablas, sino<br />
en las canchas deportivas, comprometido con sus<br />
objetivos como ninguno. Este año te ha brindado<br />
muchas muestras de cómo sacarle provecho a tu<br />
energía, espero que ese aprendizaje te ayude a<br />
emprender el mundo adulto con paciencia y sabiduría.<br />
En ti confío.<br />
Con templanza y seriedad a prueba de todo,<br />
Amaranta, has contribuido mucho para alcanzar<br />
la ecuanimidad necesaria en los momentos borrascosos.<br />
Así, a pesar del cansancio propio de tu<br />
compromiso con el deporte, sacaste adelante un<br />
año exitoso con confianza, cumpliendo con tus<br />
objetivos. Sé que destacarás como la alumna aplicada<br />
y curiosa que eres, porque tienes muchísimo<br />
potencial para sobresalir en lo que desees hacer.<br />
Eres un sol, no dejes de brillar por donde camines.<br />
Lucille, has sido una fuente inacabable de<br />
buena onda y felicidad, siempre con una palabra<br />
cariñosa y un gesto de confianza para los demás,<br />
transmitiendo mucha tranquilidad a tus compañeros.<br />
No dejaste de aprovechar cada minuto, por<br />
eso no puedo dejar de agradecerte por tu voluntad<br />
a prueba de todo. Además, te esforzaste muchísimo<br />
en los cursos sin dejar de lado tu creatividad,<br />
porque eres una gran artista que llevará orgullosamente<br />
su forma de ser, única, por donde decida ir.<br />
Toda la suerte, para ti, querida, te la mereces.<br />
Eres un muchacho noble y muy querido por<br />
todos en el aula, Salvador, quien pudo articular<br />
mejor los diferentes grupos de la promoción, aplicando<br />
dinámicas de cordialidad, siempre con perfil<br />
bajo, pero muy presente. Con una sonrisa amplia y<br />
la mano siempre extendida, te recordaré con cariño.<br />
Recuerda que tienes las herramientas necesarias<br />
para sacar adelante tus dificultades, siempre<br />
con orden y compromiso, con esa buena onda que<br />
llena de optimismo. Avanza con toda confianza.<br />
Sobre ti, Vania, tienes una luz generosa que se<br />
extiende a tu alrededor que motiva y conmueve.<br />
Eres un alma poseedora de dotes artísticas, en<br />
donde cada palabra que escribiste tuvo profundidad<br />
humana, así como las notas de tu guitarra<br />
que pudimos escuchar de fondo, con humildad. Si<br />
bien me quedo con las ganas de verte despuntar<br />
académicamente, como sé que puedes, guardo en<br />
el corazón tu actitud desprendida ante los demás<br />
que te servirá para sobrellevar los vaivenes de la<br />
vida. Siempre para adelante, estimada.<br />
Gael, has tenido un corazón dócil y educado,<br />
como un caballero de la vieja escuela, con la bravura<br />
de un deportista destacado acompañando al<br />
contrincante luego de la derrota. Tu gentil trato, la<br />
suavidad de tus palabras y el cariño que mostrabas<br />
al resto me convenció de que tienes un don<br />
que pocos llegamos a poseer: el de poder mostrar<br />
amabilidad en todo momento. Eso sí, muchacho,<br />
no te olvides de trabajar muchísimo allá en donde<br />
desees seguir tus pasos.<br />
No puedo negar que en ti, Mateo Quiñones,<br />
he tenido un manantial de optimismo, un muchacho<br />
que, si bien empezó el año sin hacerse notar,<br />
ha calado en todos sus amigos, volviéndose entrañable.<br />
Con todo, además, buen alumno, esforzado<br />
y consecuente, todas esas virtudes que se dan en<br />
un muchacho que ha encontrado la paz y que difunde<br />
al resto muy buena vibra. Un artista que no<br />
se amilana, busca lo mejor y logra cosas hermosas.<br />
Grandes cosas te esperan en la vida, sigue disfrutándola.<br />
Cuando tú, Adrián, asumiste las riendas de los<br />
proyectos del salón las cosas se llevaron de manera<br />
acertada, no solo con orden, sino con conciencia<br />
de los pasos previos y el camino por recorrer.<br />
Has sido un hombre justo y cauto, que empleó la<br />
palabra para fortalecer a sus pares, sin egoísmo<br />
ni vanidad. Representas los valores más lindos del<br />
grupo, siempre decidido y generoso. En donde vayas<br />
a mostrar tu sonrisa conocerás gente que te<br />
entregará su corazón. Feliz vida, estimado.<br />
Querido Sebastián, aprendiste a navegar por<br />
aguas profundas con intuición y valentía. Tengo la<br />
fortuna de decir que he conocido tu bondad y tu<br />
calidez humana, propia de un chico talentosísimo<br />
que se esforzó y buscó alcanzar sus objetivos sin<br />
miedo. Has logrado la sabiduría suficiente para reponerte<br />
a los momentos difíciles, algo que sabrás<br />
utilizar para el bien de quienes te quieren a prueba<br />
de todo. Con toda la energía que guardas en tu<br />
corazón, lograrás lo que deseas, sin ninguna duda.<br />
Mucha suerte.<br />
Santiago, has sido un hombre claro y decidido.<br />
Durante el año, calculaste cada brazada que se<br />
4
dio en clase para medir la distancia para alcanzar<br />
los objetivos comunes. Comprometido con todo,<br />
supiste medir tus fuerzas sin defraudar, pero sin<br />
descuidarte a ti mismo. Estudioso, comprometido,<br />
serio y divertido, lleno de múltiples intereses,<br />
siempre ha sido placentero conversar contigo.<br />
Agradezco cada pregunta que me hiciste esperando<br />
una respuesta genuina, no solo para cumplir,<br />
siendo sincero y esperando esa misma franqueza.<br />
Sigue con esa buena estrella.<br />
Camilla Salazar, se extrañará tu desinhibida<br />
carcajada. Eres una muchacha que confía ciegamente<br />
en su instinto y busca cumplir con sus objetivos<br />
de manera perseverante. También dejaste<br />
ver tu mundo interior, pleno y creativo, por medio<br />
de tus trabajos artísticos, porque eres una chica<br />
muy talentosa para la literatura, por ejemplo. Recuerda<br />
que eres una muchacha segura para asumir<br />
sus responsabilidades, cariñosa con quienes<br />
se merecen tu confianza y defensora feroz de tus<br />
amigos. Buen viento.<br />
Aisa, has sido una muchacha delicada y sensible,<br />
alguien que alegra fácilmente con su sonrisa.<br />
Decidida a defender a tus amigos, también te has<br />
mostrado valerosa y firme con tus propósitos personales.<br />
Con toda la dulzura y temple que tienes,<br />
sabrás construir un futuro acorde a la temperatura<br />
de tu alma, que es capaz de derrotar cualquier<br />
maldad. En eso confío.<br />
Querido Dante, eres un hombre que ha encontrado<br />
la paz y puede transmitir esa tranquilidad al<br />
resto. Tienes el don de la palabra concisa, porque<br />
no das regodeos para pedir o dar explicaciones,<br />
porque te interesa realmente alcanzar lo justo. Juguetón<br />
y alegre, se nota que deseas pasarla bien<br />
con los tuyos sin cometer ninguna clase de deslealtad.<br />
Que esa rectitud de espíritu te acompañe<br />
siempre. Buen viaje.<br />
Has sido un muchacho de pocas palabras, pero<br />
de gestos positivos y ejemplares, Gabriel, por<br />
eso te agradezco la ecuanimidad y optimismo que<br />
mostraste como uno de los líderes más queridos<br />
del salón. Lleno de intereses y motivaciones particulares,<br />
tienes un mundo interior muy rico, que<br />
pudiste ir mostrando en tus trabajos y las conversaciones<br />
en el aula. Con esa tranquilidad, has alcanzado<br />
los objetivos del año con alegría.<br />
Milan, hombre íntegro, generoso y discreto,<br />
estuviste muy presente entre tus amigos, como<br />
alguien leal y afectuoso, sin un poco de egoísmo.<br />
Así, llegaste a calar en todos tus compañeros<br />
con la confianza natural que transmites, que es<br />
un gesto necesario para poner la pausa y valorar<br />
cada momento. Se te extrañará, muchacho, amable<br />
entre los amables, sabes que te recibiremos si<br />
deseas visitarnos.<br />
Si bien este barco debe zarpar y cada uno ya<br />
está bien acomodado en su respectiva cabina con<br />
una mano en su propio timón, sé que los días que<br />
hemos compartido les servirán de bitácora de camino.<br />
En ese sentido, mientras agitamos todos<br />
nuestros pañuelos en el puerto y vemos cómo<br />
se pierden en el horizonte, les envíamos nuestro<br />
último deseo: aprovechen el camino del corazón,<br />
siempre, porque esa luz los guiará a la libertad.<br />
Hasta siempre, querida promoción XXXVI.<br />
Diego Alonso<br />
5
La tribuna de Quinto de media<br />
¿Qué puedo decir? Estoy en este colegio desde que<br />
tengo tres años y todavía recuerdo esos momentos<br />
donde me divertía en el patio de Inicial. Al pasar<br />
los años y crecer, me llené de tantos recuerdos<br />
y experiencias que, al final, terminaron de dar en<br />
mí un sabor agridulce: momentos en los que realmente<br />
disfruté y otros donde no tanto. Agradezco<br />
a los profesores que realmente me ayudaron y me<br />
enseñaron, no solo a expandir mi conocimiento,<br />
sino, también, a mejorarme como persona. Fueron<br />
muchos años y realmente puedo ver que todo va a<br />
terminar y lo único que puedo decir es “adiós”.<br />
Mateo Alcocer Mosqueira<br />
A pesar de que este haya sido mi segundo año<br />
presencial en este colegio, me voy con muchos<br />
recuerdos que llevaré toda mi vida, y habiendo<br />
formado amistades que estoy segura que serán<br />
duraderas. Aunque no puedo compartir las anécdotas<br />
que cuentan los demás sobre sus años de<br />
primaria y me apena que la mitad de mis años aquí<br />
fueran virtuales, siento que lo que más me ha sumado<br />
han sido las personas que conocí, especialmente<br />
mi promoción.<br />
Entre lágrimas y risas he aprendido mucho en<br />
estos años, que sin duda han dejado una marca en<br />
mí y han sido de gran ayuda para formar quien soy<br />
ahora. Por esto agradezco a la promoción, ya que<br />
de alguna manera cada uno de ellos me ha enseñado<br />
algo. Termino esto agradeciendo a Los Reyes<br />
Rojos por haber sido una parte tan grande en estos<br />
años y por haberme dado todo lo que me dio.<br />
Ainhoa Arigita Castro<br />
¡Campeones!<br />
6
¡Digan hola!<br />
Yo vine a los tres años, pero después me fui a un<br />
nido y regresé en Cinco años. En ese momento me<br />
sentí un poco más cómodo, yo era muy callado en<br />
Inicial, pero igual me divertía con mis compañeros.<br />
En primaria solíamos traer trompos al colegio con<br />
mis amigos para jugar en los recreos; también jugábamos<br />
a las escondidas y chapadas. Ya en secundaria<br />
jugábamos fútbol. Ahora me siento un<br />
poco raro en el colegio porque estoy en mi último<br />
año escolar.<br />
Remigio Baigorria Lertora<br />
Desde bebé he venido aquí, mi papá me traía cuando<br />
mi nido acababa y yo me quedaba en el aula de<br />
Tres años, preguntándome qué era lo que se hacía<br />
aquí y por qué mi papá y mi hermana venían<br />
tan seguido. “Pero si ya estoy yendo a la Tarumba<br />
(talleres de verano), ¿por qué tengo que ir al colegio?”,<br />
fueron mis primeras palabras al enterarme<br />
Aisa Sara, Martina Ballumbrosio, Ainhoa Arigita y<br />
Camilla Salazar<br />
Abrazo de gol<br />
que iba a tener que ir a la escuela y abandonar a mi<br />
querido nido por siempre.<br />
Los Reyes, con sus cualidades y defectos, me<br />
formó y soy como soy, en gran parte, por estar<br />
aquí. No voy a decir que voy a extrañar el cole, porque<br />
siempre lo tendré cerca y lo llevaré conmigo.<br />
Lo veré cuando pase por la avenida Grau, y pensaré<br />
en él cuando hable con mi papá (al cual no<br />
veo trabajando en otro lado) o con mis hermanas.<br />
También, cuando me reencuentre con mis amigos<br />
más cercanos, los cuales se han vuelto mi felicidad<br />
aquí.<br />
Todo esto me hará volver a esta inmensa casona<br />
y a sus altas puertas. Así, “Los Reyes” ya no será<br />
mi realidad, sino un conjunto de recuerdos especiales<br />
y valiosos, los cuales serán contados de manera<br />
nostálgica. Gracias a cada una de las personas<br />
que me han visto crecer y me han acompañado en<br />
lo que fue mi travesía por Los Reyes Rojos.<br />
Martina Ballumbrosio Gianella<br />
Siempre hablo de mí cuando tenía siete años mirando<br />
a Sexto grado de primaria como algo inalcanzable,<br />
algo que yo nunca llegaría a experimentar,<br />
por lo larga que era la espera para que sucediera.<br />
Sin embargo, llegó el día de la graduación, el primer<br />
día en Secundaria, y pasaron los años. Ahora<br />
el último día escolar se acerca, el tiempo sigue<br />
pasando, y mi mente se queda atrás. Todavía me<br />
quedan cosas que experimentar, cosas que decir,<br />
reír, llorar, meter la pata y sacarla del lodo.<br />
Pero lo hecho, hecho está, y no hay responsable<br />
de los dos años de pandemia que acortaron mi<br />
estadía en este colegio. Sean recuerdos bonitos,<br />
frustrantes o agridulces, los atesoro, porque jun-<br />
7
Calmando el calor<br />
tos forman en mi memoria lo que es la mitad de mi<br />
vida. No me entra en la cabeza que próximamente<br />
voy a estar aprendiendo con profesores que no he<br />
conocido desde tantísimo tiempo, o que voy a tener<br />
clases en un lugar mucho más grande, sin las<br />
paredes amarillas características, el patio grande,<br />
Inicial, o el lateral. Sin Juegos Florales, Olimpiadas,<br />
volada de cometas, encuentros con tutores pasados,<br />
la cola de la cafetería, la biblioteca, que se malogre<br />
alguna computadora y venga Luis Santiago a<br />
arreglarla.<br />
Haya yo hablado cinco o cien veces con alguien,<br />
considero a todos como mi familia, de algún u otro<br />
modo; caras que veo constantemente y sin falta,<br />
de los que las noticias vuelan como chismes, aunque<br />
sean nimiedades, y que compartimos una historia<br />
vista de distintas vertientes. Mención especial<br />
a Fabio, con quien no sé ni por dónde empezar:<br />
tantas clases, conversaciones, desde que le enseñó<br />
a mi hermano hasta enseñarme a mí y compartir<br />
la producción de la Feria de Reyes, a quien<br />
siento como el padre de mi adolescencia. A Bachi<br />
y Maritza, que me acompañaron en mi pasión por<br />
el vóley hasta el último momento. A Moria, que me<br />
recibió en mi primer año en el colegio.<br />
Aunque use palabras infinitas, estas no pueden<br />
captar por completo mi agradecimiento y amor.<br />
A mis amigos, a los profes, a mis tutores, al resto<br />
de todo el personal del colegio. Se quedarán por<br />
siempre en mis memorias y mi formación, recuerdos<br />
que no se esfuman a través del tiempo.<br />
Paula Bellina Holmquist<br />
Aitana De Argumaniz, Camila Díaz, Daniela Díaz y<br />
Paula Bellina<br />
Termino el colegio mejor de lo que empecé, me llevo<br />
bien con todos y encontré un equilibrio en mi<br />
vida entre distintos grupos del salón. Si bien mi comienzo<br />
de colegio no fue bueno, y algunas partes<br />
de mi vida tampoco, supe manejarlo y ahora finalmente<br />
siento que soy feliz.<br />
Superé mis metas y logros, logré aprobar cursos<br />
con rachas que nunca pensé que se romperían<br />
y ahora tengo un espacio en mi corazón para mi<br />
colegio. En resumen: La oscuridad cesó, ya no me<br />
atormenta ni me espanta. Siento que después de<br />
todo con valor y determinación pude salir adelante<br />
y ahora que finalmente estoy afuera solo puedo<br />
decir: SOY FELIZ.<br />
Fabrizio Carbajal Coz<br />
Salir del colegio pensé que iba a ser una cosa mucho<br />
más fácil. Es despedirme de la gente que me<br />
hizo sentir muy acompañada hasta en los momen-<br />
Comiendo fruta en Tres Años<br />
8
tos más difíciles de mi vida y lograron hacer que<br />
este lugar se convirtiera en algo más que solo un<br />
colegio. Una familia con la que he estado por más<br />
de once años de mi corta vida. No creo que haya<br />
podido estar en otra promoción que no sea esta.<br />
Camila y sus locuras, Lucille y sus ataques de risa<br />
y muchos amigos más que de seguro, no hubiese<br />
sobrevivido sin ellos. Fabio, que es tan genial en<br />
todo y amoroso, los abrazos de Isabelita, Andrea<br />
y Tania en las clases de arte y con la paciencia con<br />
la que me trataban en mis crisis de perfeccionismo,<br />
los abrazos de Melissa y Lucía, Kathy que logró<br />
hacer que hablara en clase y los abrazos mañaneros<br />
de Moria, todo el cariño de Diego, las clases de<br />
Luciano en las que aprendí desde la Revolución<br />
Francesa hasta cómo se dicen algunas palabras en<br />
rumano, la alegría de Silvanita y Chebo y mil cosas<br />
más que se quedarán grabadas en el fondo de mi<br />
cerebro.<br />
Salir del colegio y no estar con la gente que me<br />
acompañó por tanto tiempo suena un poco escalofriante,<br />
una etapa nueva y totalmente fuera de<br />
mi zona de confort, pero solo me queda decir gracias<br />
por todo y a cada uno de ustedes por tanto<br />
cariño.<br />
Aitana De Argumaniz Robles<br />
Fabrizio Carbajal, Milan Zlatar, Lucille Marcone y Santiago Salazar<br />
Llevo doce años estudiando en este colegio, pensé<br />
que nunca iba a llegar el momento de despedirme.<br />
Este lugar me hizo la mujer que soy hoy en día y por<br />
eso no podría estar más agradecida. Aquí he conocido<br />
gente que se convirtió en mi familia, gente que<br />
voy a amar por el resto de mi vida y que siempre va a<br />
tener un lugar especial en mi corazón. No me alcanzan<br />
las palabras para expresar mi gratitud.<br />
Me parece impresionante cómo un colegio puede<br />
marcar tanto a una persona como este lugar<br />
me ha marcado a mí, irme es muy raro y definitivamente<br />
difícil. Me llevo muchísimos recuerdos y<br />
un cariño por el cole del que jamás me voy a olvidar.<br />
Creo que solo queda decir gracias, muchísimas<br />
gracias.<br />
Kira del Valle Bettocchi<br />
“¿Quién sería yo si no me hubiera cambiado de<br />
colegio?”, siempre pienso. Entré en Quinto grado<br />
y para esa niña de diez años que era, y entonces<br />
fue lo peor que me pudo haber pasado, pero ahora<br />
entiendo que no desearía estar terminando esta<br />
etapa en otro lugar.<br />
Recuerdo estar en Sexto grado e imaginar con<br />
ilusión mi vida en la Secundaria, al fin adentrarme<br />
de lleno en la adolescencia. Ciertamente no fue<br />
en lo absoluto como esperaba, muy doloroso por<br />
momentos y bastante grato el resto. Creé algunos<br />
vínculos que se rompieron y otros que me durarán<br />
de por vida, memorias que quiero olvidar y otras<br />
que atesoraré por siempre. Tuve la oportunidad<br />
de crecer guiada por increíbles maestros y, aunque<br />
mi paso por Primaria fue breve, aprendí cosas<br />
importantes de personas que consideraría como<br />
mentores. Las clases de mate con Fabio en las que<br />
hablábamos más de la vida que de ecuaciones, y<br />
las conversaciones en el recreo<br />
con Lale sobre las dificultades de<br />
la propia adolescencia, y solo por<br />
decir nombres, porque cada uno de<br />
mis profesores ocupará un espacio<br />
especial en mi memoria y por eso<br />
agradezco.<br />
Convivir siempre fue lo más importante<br />
y con un grupo tan pequeño<br />
como el nuestro, se hace<br />
aún más complicado, pero yo le<br />
agradezco a cada una de las personas<br />
de esta promoción lo que<br />
me enseñaron, haya sido bueno o<br />
malo.<br />
Considero que los finales se tratan<br />
de eso, de agradecer, y aunque<br />
9
me da melancolía dejar este espacio que albergó<br />
mis risas, sangre, sudor y lágrimas por siete años,<br />
no podría estar más satisfecha. Y si bien me da<br />
muchísima nostalgia pensar en los dos años que<br />
no pasé dentro de estas paredes y en los años que<br />
podría haber pasado, disfruté lo que tuvimos y eso<br />
es lo que importa, mirar la mitad llena.<br />
Ahora que termina este texto y termina, también,<br />
mi escolaridad, solo me queda, con una sonrisa,<br />
agradecer a cada persona con la que me crucé.<br />
Gracias y suerte.<br />
Daniela Díaz Ávila<br />
Estoy en Los Reyes Rojos desde que tengo cuatro<br />
años, por lo que toda mi vida consciente lo he sentido<br />
como un ambiente familiar.<br />
Inicial y primaria baja fueron años en los que<br />
comencé a crear vínculos que nunca olvidaré. Recuerdo<br />
en especial lo mucho que quería a Silvanita<br />
y a Moria, así como que llegaron al colegio dos de<br />
mis mejores amigos. Uno de ellos fue Aitana, sin<br />
cuyo amor y compañía no podría haber disfrutado<br />
igual estos años. El otro Finn, con quien somos tan<br />
cercanos que a veces parece que compartimos la<br />
misma cabeza.<br />
Primaria alta fueron los años más movidos del<br />
salón, pues estábamos inmersos en una serie de<br />
dramas grupales y personales que de seguro cambiaron<br />
bastante a más de uno de nosotros, pero<br />
que ahora recuerdo con mucho cariño. En Quinto<br />
grado llegó Daniela, una persona con la que no me<br />
volvería tan cercana hasta más adelante, pero que<br />
ahora es tanto una de mis mejores amigas como<br />
mi hermana.<br />
Kira Del Valle, Vania Milla y Amaranta Gutiérrez<br />
Gael Olaechea, Hernando Guerra García, Dante<br />
Torrejón y Leonardo Felices<br />
Secundaria fue una etapa a la que había esperado<br />
llegar desde pequeña, pero que definitivamente<br />
no fue como esperaba. Primero y Segundo<br />
de media tuvieron una serie de altibajos que solía<br />
pensar no querer haber vivido, pero de los cuales<br />
ahora agradezco cada segundo. No me imagino<br />
haber pasado por esa etapa de mi adolescencia en<br />
otro lugar, y mucho menos con otros amigos.<br />
Los años de pandemia nos hicieron perdernos<br />
muchas cosas, pero después de este último año,<br />
de lo movido que ha sido y de lo mucho que he<br />
aprendido, estoy bien con eso. No puedo olvidar<br />
dedicarle una línea a todos los profesores y trabajadores<br />
del colegio, agradezco por siempre cada<br />
risa y abrazo que hemos compartido.<br />
Escribo esto el día de la graduación, a punto de<br />
acabar esta etapa, y siento el espíritu de Los Reyes<br />
como parte mía. De cierta manera, el colegio me ha<br />
inculcado una forma de pensar, de sentir, de escuchar<br />
y de aprender que no tendría de no haber estado<br />
aquí. Trece años de muchas experiencias después,<br />
estoy lista para salir del colegio, llevándome<br />
conmigo los recuerdos que me hacen quien soy.<br />
Camila Díaz Burneo<br />
¿Sabes?, cuando pierdes a alguien o desconectas<br />
con algo que te hace sentir especial, se genera un<br />
vacío inaguantable. Me han quedado tantas cosas<br />
que hacer, tantas cosas sin decir… Pero al pensar<br />
que ya no voy a volver a tener que venir más, se<br />
me hace un nudo en la garganta y mis palabras<br />
juegan a esconderse.<br />
Lo cierto es que no me arrepiento de nada de lo<br />
que hemos hecho hasta ahora. De nada de lo he-<br />
10
Fiestas Patrias en Tercer grado<br />
cho, ni lo dicho, ni lo sentido. Pues en este hermoso<br />
colegio he vivido momentos únicos, he sentido<br />
momentos extraordinarios y junto con mi promoción<br />
hicimos cosas irrepetibles.<br />
Leonardo Felices Pflucker<br />
Las despedidas son algo muy complicado para mí,<br />
en especial ahora que siento que he tenido muy<br />
poco tiempo para reflexionar sobre el hecho de<br />
que se acabó mi etapa en Barranco. Quince años<br />
de mi vida, mejor dicho, mi vida entera, porque<br />
sin pelos en la lengua puedo decir que mi historia<br />
comenzó cuando llegué a Los Reyes Rojos. Aún<br />
recuerdo mis primeros días, cómo con dos años<br />
lloraba porque no quería entrar al colegio, pues<br />
no podía separarme de mi mamá. Son curiosos los<br />
giros que da la vida, porque ahora lloro porque no<br />
me quiero ir del colegio. En ese entonces era un<br />
pequeño niño tímido (y lo sigo siendo en parte)<br />
y el colegio me acogió, desde esos primeros años<br />
me demostraron que eran mi familia.<br />
Mi paso por Inicial está lleno de buenos recuerdos,<br />
ahí conocí a mis mejores amigos, ahora a muchos<br />
de ellos los considero mis hermanos, y cada<br />
profesor que tuve, cada persona que conocí que<br />
perteneciera al colegio, se mostró como lo que es<br />
para mí Los Reyes Rojos: una gran familia, de la<br />
cual me enorgullece ser parte.<br />
Mi paso por Primaria fue diversión pura, en esos<br />
seis años descubrí mi pasión por los deportes y por<br />
competir en general, el fútbol<br />
con mis amigos, la sensación<br />
de ser un equipo. Recuerdo<br />
cómo fantaseábamos con que<br />
cada recreo era nuestro Mundial.<br />
Pero Primaria no solo fue<br />
fútbol, básquet y vóley.<br />
Sexto grado fue realmente<br />
especial: todas las actividades<br />
que hubo, la investigación,<br />
el retiro, el famoso “Quinto<br />
contra Sexto”, el viaje y en<br />
general todos los viajes, campamentos<br />
y piyamadas, son<br />
cosas que considero que influyeron<br />
mucho en quien soy<br />
y para bien.<br />
Debo admitir que mi inicio<br />
en Secundaria no fue como yo hubiese esperado,<br />
porque es cuando uno más cambia y cuando el colegio<br />
también. Y yo la verdad es que seguía siendo<br />
un niño tímido con muchas inseguridades y, justamente,<br />
los profesores que tuve me ayudaron<br />
a superar eso. Sin dejarla de lado, me ayudaron a<br />
poner mi mente en otras cosas, es curioso, pero en<br />
mi primer año de Secundaria probablemente interactué<br />
más con mis tutores que con mis propios<br />
amigos. Mi segundo año fue bastante movido, el<br />
año prepandemia, recuerdo que solo pensaba en<br />
jugar fútbol y básquet en los recreos. Quizás lo<br />
que más recuerdo de ese año fue el campeonato<br />
de básquet que estando nosotros en Segundo de<br />
media quedamos segundos.<br />
En plena Tempestad<br />
11
donde con garra y peleándola hasta el final logramos<br />
ganarlas. El día de la Canción Criolla, la Feria<br />
de Reyes y, por supuesto, la obra de teatro, son<br />
cosas que recordaré con cariño. Creo que Quinto<br />
de media es un resumen perfecto de lo que fue<br />
mi etapa en el colegio: una serie o película perfecta,<br />
y para alguien que vive pensando que está<br />
en una, no tengo más que agradecerles. Gracias,<br />
cole, gracias por ser mi familia.<br />
Hernando Guerra García Infante<br />
Mateo Alcocer, Salvador Massa y Sebastián Saco<br />
Vértiz<br />
Los dos años de pandemia, los veo casi como<br />
uno solo. Personalmente fueron los años más duros<br />
de mi vida y en los que más cambié como persona.<br />
Pero fue precisamente en esos años en los<br />
que mis profesores me demostraron que, justamente,<br />
el colegio era una familia y que podía contar<br />
con ella. Aunque suene raro, recuerdo la virtualidad<br />
con cierto cariño. En esos años de pandemia<br />
también reforcé amistades que espero tener por<br />
el resto de mi vida.<br />
Quinto de media es un periodo totalmente<br />
distinto para mí, empezando por el hecho de que<br />
volvimos a la presencialidad. Mi último año en el<br />
colegio tenía que ser el más importante y el más<br />
influyente en mi vida. Las lecciones “no académicas”,<br />
sino de vida, que me han dado los profesores<br />
en el colegio me van a acompañar por el resto de<br />
mi vida. Muchas veces sentí que todo se me iba<br />
abajo y el solo hecho de escuchar los consejos de<br />
mis profesores, ¡no tienen idea de cómo me ayudaba!<br />
Este último año descubrí quiénes son las<br />
personas de las que nunca me voy a olvidar, las<br />
personas que quiero en mi vida y todo eso se lo<br />
debo al colegio.<br />
Este año redescubrí la euforia que era meter<br />
un gol, un punto, una canasta, y celebrarlo con tus<br />
amigos. Gracias al colegio aprendí que no siempre<br />
consigues lo que quieres, pero si eres persistente,<br />
con el tiempo, consigues lo que mereces. Cada<br />
una de las actividades que hicimos como salón<br />
nunca saldrán de mi mente y las recordaré con<br />
una sonrisa, desde la piyamada (que no fue piyamada,<br />
pero igual fue increíble), las Olimpiadas,<br />
Mi paso por este colegio ha sido una experiencia<br />
linda. Muchos de mis recuerdos fueron formados<br />
dentro de este espacio durante catorce años. Desde<br />
Tres años hasta Quinto de media, toda mi vida<br />
escolar estuvo rodeada de mis compañeros de<br />
promoción. Este colegio me ha enseñado muchas<br />
cosas y me ha proporcionado muchas experiencias<br />
de vida, buenas y malas, que me van a acompañar<br />
y ayudar toda la vida.<br />
Gracias a todos los profesores que me enseñaron<br />
muchas cosas en sus clases, así también como<br />
de la vida, y que me formaron en la persona que<br />
Mateo Quiñones, Remigio Baigoria, Gabriel Vargas<br />
y Adrián Rosadio<br />
12
ahora soy. Agradezco también a mis amigos, a los<br />
que quiero mucho, y que me acompañaron y enseñaron<br />
cosas solo con su amistad.<br />
Después de tanto tiempo en este colegio, estoy<br />
lista para salir, y poder hacer cosas diferentes,<br />
aprender y crecer en diferentes ambientes que<br />
también me nutrirán como persona, pero siempre<br />
recordando a mi amado colegio.<br />
Amaranta Gutiérrez Maguiña<br />
Hay tanto que quiero decir, pero solo lo puedo lograr<br />
en pocas palabras, por eso quiero agradecer a<br />
mis amigos: aunque no lo demuestro tanto como<br />
deseo, me agradó haberlos conocido y los quiero<br />
mucho. También, muchas gracias a los profesores<br />
quienes, incluso con lo caótico que pudimos ser,<br />
nos enseñaron todas nuestras clases con entusiasmo.<br />
Muchas gracias por todo y mucha suerte<br />
en sus futuros planes.<br />
Lucille Marcone Mortensen<br />
A lo largo de los doce años que he estado en este<br />
colegio siempre soñé con el momento de que se<br />
acabara por fin. Ahora que estoy acá me es difícil<br />
creer que esto está pasando, realmente se veía<br />
como algo tan lejano que hasta parecía imposible.<br />
Siempre que pensaba en estar en Quinto de media<br />
y terminar el cole, mi siguiente pensamiento era<br />
que aún faltaba muchísimo para eso, hasta que<br />
este año, casi sin haberme dado cuenta, estoy acá.<br />
Salvador Massa Alencastre<br />
“Breve”, esa fue la primera palabra en la que pude<br />
pensar cuando me pidieron describir mi experiencia<br />
en este colegio. Tuve la oportunidad de estar<br />
aquí por un corto tiempo, ocho meses para ser<br />
más exacto, a pesar de esto creo que no existen<br />
suficientes palabras en el idioma español para<br />
expresar mi gratitud. Suelo pensar en el poco<br />
tiempo que me dieron para estar aquí y cuán insuficiente<br />
realmente fue, aun cuando siento que<br />
he estado aquí desde siempre, como si hubiera<br />
llegado al colegio hace quince años. Creo que breve<br />
no le hace justicia a la cantidad de experiencias<br />
y aprendizajes que logré adquirir durante estos<br />
289 días, todo esto me ha convertido en una<br />
persona completamente diferente a quien era el<br />
primero de marzo de este año, cuando pisé este<br />
salón por primera vez.<br />
Recuerdo los nervios que sentía por llegar, era<br />
un ambiente nuevo, un ambiente en el que no conocía<br />
a nadie, sin embargo, esos nervios y miedos<br />
se fueron calmando conforme pasaban los días.<br />
Todos aquí me hicieron sentir importante y especial,<br />
así fue como todas estas ansiedades empezaron<br />
a desaparecer.<br />
He conocido a algunas de las personas más<br />
importantes de mi vida en este colegio, personas<br />
a las que espero nunca olvidar, aun cuando ya no<br />
hablo con algunas de ellas y aunque ahora las<br />
cosas ya no sean iguales entre nosotros, sé que<br />
quiero recordar los bonitos momentos que pasé<br />
con ellos, sé que no quiero que sean extraños. Me<br />
voy como llegué (aunque con más conocimientos),<br />
con muchas esperanzas por el futuro y con algo de<br />
miedo de empezar de nuevo.<br />
Vania Milla Cambiaso<br />
Cuando entré al colegio en Primero de media tenía<br />
bastantes emociones pasando por mi cabeza<br />
como curiosidad o miedo, pero hubo algo que resalto<br />
y era el hecho de que por primera vez en mi<br />
vida estaba emocionado por ir al colegio, incluso<br />
cuando nunca había puesto un pie en este y no<br />
conocía a nadie, pero mi hermano y mi mamá me<br />
habían contado tantas cosas buenas que ya no<br />
podía esperar al primer día y hasta el día de hoy<br />
estoy agradecido de haberme cambiado. Aquí no<br />
solo he conocido a personas que puedo llamar mis<br />
mejores amigos sino, también, he aprendido cosas<br />
que siento que en ningún otro lado pude haber<br />
aprendido o experimentado, cosas que ayudaron<br />
a mi desarrollo personal y que me hicieron la persona<br />
que soy hoy en día. Debo terminar diciendo<br />
que me encantó cerrar esta etapa de mi vida con<br />
un año increíble.<br />
Gael Olaechea Giuliano<br />
Quisiera revivir cada momento que pasé al lado<br />
de mis amigos por última vez, sentir esa cálida<br />
brisa y conformidad a su lado. Volver a los campamentos<br />
y viajes, para apreciar por última vez<br />
los lindos paisajes que iba trazando con el bus<br />
a medida que avanzaba. Reunirme con todos<br />
los profesores que alguna vez me enseñaron y<br />
agradecerles por todas las lecciones aprendidas.<br />
Al principio, jamás pensé que iba llegar este momento,<br />
nunca me lo había imaginado y cada vez<br />
13
que este pensamiento invadía mi cabeza me ponía<br />
bastante ansioso. Era inimaginable pensar en<br />
una vida fuera de este colegio y, peor aún, tratando<br />
de encajar en los zapatos de mis padres<br />
durante su paso por la universidad.<br />
Sin embargo, ahora que pienso con más detenimiento,<br />
me doy cuenta de que no tengo que seguir<br />
el mismo camino que ellos tomaron, quiero vivir a<br />
mi manera dando un gran salto de fe hacia lo desconocido<br />
y dar el 200% de mí para que funcione.<br />
El futuro es incierto y he de admitir que me<br />
siento asustado por lo que se avecina, pero no,<br />
por ende, debo detenerme, pelearé hasta el final y<br />
utilizaré todos los valores aprendidos en la escuela<br />
para que esto siga sobre ruedas.<br />
En mis primeros años no sentía el transcurso<br />
del tiempo y cada día aprendía alguna experiencia<br />
nueva. Sin embargo, estos últimos años han pasado<br />
volando, debido a la pandemia. Tal vez no viví<br />
en carne propia Tercero y Cuarto de secundaria y,<br />
sinceramente, me hubiera gustado estar presente<br />
en esas aulas durante ese tiempo, pero no me<br />
sentiré mal por eso, porque pese a estar encerrado<br />
en mi casa, aún contaba con la presencia de mis<br />
amigos virtualmente jugando cualquier tontería<br />
mientras estábamos en clase.<br />
En general ha sido un buen año y una gran vida<br />
escolar junto a mi promoción, a la que jamás olvidaré.<br />
Mateo Quiñones Ávila<br />
Trece años llevo en este colegio, desde los Tres<br />
años, con Mónica y Candelaria, y, la verdad, han<br />
sido trece años que nunca podré olvidar.<br />
Como probablemente ya<br />
han dicho varias personas<br />
de varias promociones, uno<br />
siente como si faltara mucho<br />
tiempo para tener que escribir<br />
este mensaje. Antes de llegar<br />
a Quinto nunca me preocupé<br />
porque el colegio acabara, no<br />
lo sentía posible. Luego de<br />
montones de años de clases<br />
con profesores no solo profesionales,<br />
sino también amigables,<br />
recreos con amigos y<br />
los montones de caídas, junto<br />
con las risas y penas que eso<br />
Sobremesa en La tempestad<br />
podía causar, las interminables colas de la cafetería<br />
para poder pedir unos cuantos tequeños o el<br />
típico pan con pollo de Marina, los campamentos<br />
y viajes con los profesores y amigos, he entendido<br />
que son experiencias difíciles de olvidar y que<br />
ayudaron a fortalecer la relación entre el salón.<br />
Cómo olvidar los macarrones el penúltimo<br />
día, las piyamadas con los piratas y la búsqueda<br />
del tesoro, una tradición muy divertida, las<br />
obras de teatro, contando esta última de Quinto,<br />
incluso la pandemia, que puso todo a un paro<br />
total y cómo lentamente nos reincorporamos,<br />
aunque he de decir que en virtualidad fue muy<br />
difícil aprender algo.<br />
Un agradecimiento a Planas y Antonella, de<br />
Cuarto de media, amigos increíbles que seguirán<br />
en el colegio y que el próximo año les tocará pasar<br />
por lo mismo que nosotros, les deseo suerte.<br />
Y, sobre todo, muchas gracias a todos los profesores<br />
por apoyarme a mí y al salón durante mi vida, a<br />
Mónica, Candelaria, Flora, Melissa, Silvanita, Moria,<br />
Maru, Paty, Andrea, Maricarmen, Gonzalo, Valeria,<br />
Lucía, Eduardo, Lale, y finalmente Diego. También<br />
a los profesores que no solo fueron tutores, como<br />
Fabio, Eduardo Espinoza, Kathy, Chris, Andrea Lértora,<br />
Tania, Isabelita y Luis Santiago.<br />
Voy extrañar estos años, voy a extrañar juntarme<br />
con mis amigos todos los días, pero lamentablemente<br />
toda cosa bonita tiene un final. Muchas<br />
gracias a todos por todas las cosas que he pasado<br />
por estos años, de nuevo, nunca las podré olvidar,<br />
sin importar los años o la distancia.<br />
Adrián Rosadio Valiente<br />
14
Tengo mucha gratitud por<br />
las experiencias que he vivido<br />
estos últimos catorce<br />
años. Tuve los momentos<br />
más felices de mi vida aquí<br />
junto a mis mejores amigos<br />
y si pudiera, daría tanto por<br />
volver y vivirlos de nuevo.<br />
Los recreos de primaria, las<br />
pruebas de Sexto, las fiestas<br />
de cumpleaños, o las<br />
piyamadas. Jugando conocí<br />
a increíbles personas quienes<br />
han tocado mi vida para<br />
siempre y no olvidaré.<br />
Este colegio ha ayudado<br />
a formar a verdaderas y buenas<br />
personas, toda mi promoción<br />
está llena de talento, intelecto y espíritu,<br />
por eso tuve mucha suerte de haber sido parte de<br />
esta y haber formado relaciones con la gente aquí.<br />
Me despido deseando quedarme eternamente en<br />
los juegos donde todo era maravilloso, pero me<br />
despido sonriendo porque siempre tendré esos<br />
momentos en mi memoria y me acompañarán en<br />
mi adultez. También agradezco a los profesores<br />
que me apoyaron.<br />
Sebastián Saco Vértiz Boza<br />
Currúncun, a-currún-cun-cun<br />
Agradezco mucho a todas las personas que aportaron<br />
a mi educación durante todos los años que<br />
estuve en el colegio, porque fue una experiencia<br />
muy interesante e importante.<br />
Si tuviera que decir algo para los lectores que<br />
están estudiando en el colegio, sería que el esfuerzo<br />
vale la pena y que aprovechen las oportunidades<br />
que les da el colegio. No lo digo en un<br />
sentido melancólico como “aprovechen de las cosas<br />
del colegio antes de que sea muy tarde”, sino<br />
en un sentido de vivir el momento, de no preocuparse<br />
de que se acabará, porque pueden disfrutar<br />
de la educación que les ofrece el colegio y de<br />
sus actividades junto a los momentos que viven<br />
con sus otros compañeros. Busquen la forma de<br />
ver las tareas, clases y exámenes de forma positiva,<br />
como podría ser dándote cuenta de que es<br />
para que tu conocimiento crezca y que tengas<br />
más posibilidades en la vida u otra manera, por<br />
ejemplo.<br />
Toda fase en nuestra vida puede ser odiosa<br />
o gloriosa, pero, para mí, depende de qué tanto<br />
estamos dispuestos a esforzarnos para convertir<br />
cualquier momento de nuestras vidas en un<br />
momento agradable, puede que sea difícil, pero<br />
vale la pena. La vida no es fácil, pero es cuestión<br />
de cada uno de estar dispuestos a recorrerla sin<br />
importar sus dificultades y convertirla en una experiencia<br />
agradable. ¿Por qué alguien estaría dispuesto<br />
a esforzarse tanto en algunos momentos<br />
en vez de simplemente hacer lo mínimo necesario<br />
para aprobar o directamente rendirse para sentirse<br />
relajado en el momento? Porque vale la pena.<br />
Santiago Salazar Calderón López<br />
Me acuerdo de haber llegado al cole a los cuatro<br />
años y llorar desconsoladamente en los brazos de<br />
Mónica, pero casi al instante me acostumbré a las<br />
sillas de colores, al piso de madera y a los niños y<br />
niñas que se ofendían si me olvidaba de sus nombres.<br />
El hecho es que el colegio me ha visto crecer<br />
y así por nostalgia, espero siempre recordar todo<br />
lo que hace a Los Reyes Rojos lo que es.<br />
Con todos sus altos y bajos, los llantos y risas<br />
en la esquina del patio este año se sienten como si<br />
hubieran pasado cinco. Voy a extrañar reírme con<br />
Aisa, Martina y Ainhoa todos los días, comer en<br />
silencio disfrutando mi pan con palta, estresarme<br />
porque falta mucho para el fin de semana y recordar<br />
anécdotas de primaria.<br />
Camilla Salazar Cárdenas<br />
15
Después de doce años en el cole inevitablemente<br />
tengo cariño por todos acá y me despido muy agradecida<br />
por las experiencias que he vivido. Gracias<br />
a los viajes y campamentos por enseñarme a convivir<br />
y tolerar, gracias a Marina por alimentarme y<br />
hacerme pan con mantequilla aunque no esté en<br />
el menú, gracias a Fabio por estar conmigo todas<br />
las nivelaciones y sábados de mate y hacerme reír<br />
siempre, gracias al Gordo por los chismes y las risas<br />
y gracias a todas las enfermeras. Gracias al<br />
cole por darme amigas para toda la vida y por darme<br />
amigos que siempre me van a hacer reír. Voy a<br />
extrañar reírme de todo y de todos en el recreo y<br />
voy a extrañar crear más recuerdos acá.<br />
Aisa Sara Millones<br />
Tras quince años en el cole en verdad solo me<br />
acuerdo de unos pocos años porque mi memoria<br />
no juega a mi favor. Lo que quiero decir acá es gracias<br />
por aguantarme y sobre todo a Lucía en Primero<br />
de media. Voy a extrañar todos los viajes y<br />
campamentos, y, sobre todo, los postres que hacían<br />
en la cafetería. Pero, para resumir, solo voy a<br />
decir que mis viejos no hubiesen encontrado un<br />
mejor colegio para mí.<br />
Dante Torrejón Torres<br />
Esta es la representación de este último año, ha<br />
sido un año al que entré sin ganas, para ser sincero.<br />
Después de haber experimentado dos años<br />
de clases desde la comodidad de mi casa, con una<br />
computadora llena de juegos a la mano en todo<br />
momento, me parecía cansado volver a un espacio<br />
junto a mis compañeros, otra vez estar atrapado<br />
aquí toda la mañana, sin poder usar mi celular, sin<br />
poder dormir en los descansos, etc. Pero, por alguna<br />
razón, comenzó a gustarme. Creo que empecé<br />
así ya que no recordaba lo divertido que realmente<br />
era pasar tiempo con mis amigos, atender a clase<br />
con un profesor al frente, salir a los recreos, todo<br />
era familiar para mí.<br />
El año lo llevé con algunas dificultades al inicio,<br />
me costó volver a adaptarme, pero fui llevándolo<br />
de buena manera y ahora estoy aquí, recordando<br />
muchos momentos que son realmente importantes,<br />
y extrañando a mis compañeros y profesores,<br />
con los ya no me veré tan regularmente, pero que<br />
sé que siempre estarán en mi cabeza.<br />
Me siento feliz, bueno siempre me siento feliz,<br />
pero ahora más que nunca sabiendo que terminaré<br />
este año junto a aquellos con los que he caminado<br />
durante todo este trayecto y todos empezamos<br />
uno nuevo, puede que no sea juntos, pero todos<br />
tendremos un lugar en común al cual regresar.<br />
Gabriel Vargas Urmeneta<br />
Aún no puedo creer que este sea el final. He estado<br />
en este colegio desde Quinto grado, y nunca me<br />
voy olvidar los viajes, los campamentos, los sándwiches<br />
de pollos de la cafetería, estar sentado en<br />
las mesas en los recreos, los saludos de las mañanas<br />
del gordo, las Olimpiadas, pero, sobre todo, voy<br />
a extrañar un montón a mi promoción. Fue bonito<br />
mientras duró. Gracias y adiós.<br />
Milan Zlatar Battifora<br />
16
Hablan las familias<br />
Paco y yo fuimos papás muy jóvenes y nos tocó<br />
decidir sobre la marcha, sin ningún plan específico,<br />
qué tipo de educación queríamos para nuestras<br />
hijas.<br />
Cuando nuestra hija mayor, María José, entró<br />
a la línea de la educación tradicional, tan lejana y<br />
diferente de lo que nosotros hacíamos en casa,<br />
caímos en cuenta que debíamos buscar opciones<br />
más cercanas a lo que nosotros esperábamos para<br />
esos pequeños seres humanos que estábamos<br />
formando.<br />
Mi sobrino, Sebastián, había entrado al colegio<br />
y empezamos a cuestionarnos. El cuestionamiento<br />
nos tomó muchos años, pero un buen día,<br />
¡chan!, tomamos la decisión, y nunca nos arrepentimos<br />
de ella.<br />
Mis hijas y nosotros salimos de la zona de confort<br />
de la educación tradicional limeña para movernos<br />
a un proyecto educativo interesante, cercano,<br />
cálido, orientado al ser humano, tal como el<br />
mundo debe ser. En esta escuela encontré calma.<br />
No hay nada que se compare a un “me duele la garganta,<br />
pero no quiero faltar, por favor”. Nunca querían<br />
faltar, el tiempo se les hacía corto en el cole.<br />
Querían estar ahí siempre, no querían perderse<br />
una Fiesta del Sol, un campamento, un Día de la<br />
Canción Criolla, todo era importante y prioritario.<br />
Su vida en el colegio cambió de gris y tediosa a una<br />
colorida y feliz. Se sintieron en casa de inmediato.<br />
Eran escuchadas, tenían voz, no eran más un número<br />
en la lista, eran Majo y Daniela, a quienes recibían<br />
en la puerta con un saludo cálido todas las<br />
mañanas.<br />
Mis hijas son peruanas diferentes, conectadas,<br />
sensibles y preocupadas por su entorno, sus amigos,<br />
su familia y sobre todo su país, y el colegio me<br />
ayudó a que estos seres humanos quieran hacer<br />
cambios, piensen y añoren un país mejor, pero que<br />
también quieran meterse la chamba de hacerlo.<br />
Gracias, Melissa, Diego, Fabio, Lucía, Luciano,<br />
Lale, por haber acompañado a mis hijas estos maravillosos<br />
años escolares. A Los Reyes Rojos, nos<br />
lo llevamos en el corazón. ¡Muchas gracias!<br />
Aunque llegamos al cole en los últimos años, en<br />
poco tiempo nos sentimos en un lugar en el que<br />
parecía que hubiésemos estado siempre. Desde<br />
entonces, hemos vivido tiempos difíciles, de incertidumbre<br />
y penas, pero también muchísimos instantes<br />
de felicidad, siempre acogidos por esta hermosa<br />
comunidad reirrojina. Hemos visto llegar a<br />
nuestros hijos hasta aquí con admiración y orgullo,<br />
a punta de esfuerzo, también algunos disgustos,<br />
pero sobre todo de muchas alegrías. Hoy concluye<br />
una etapa maravillosa y de mucho aprendizaje.<br />
Nos vamos convencidos de que nuestros hijos<br />
podrán continuar siguiendo sus instintos y persiguiendo<br />
sus sueños con valentía y amor. Sin dudar<br />
hasta dónde pueden llegar, y que pueden hacer de<br />
este mundo uno más amable, justo y mejor.<br />
Gracias por enseñarnos a ver el mundo a través de<br />
los ojos del otro y por recordarnos siempre que las<br />
cosas se ven de manera muy distinta cuando se<br />
miran desde el corazón.<br />
Úrsula Castro<br />
Mamá de Ainhoa y Aránzazu Arigita Castro<br />
Paco y Juani (Francisco Díaz y Jannette Ávila)<br />
Papás de María José y Daniela Díaz Ávila<br />
17
Tres<br />
años<br />
Este año, los más pequeños nos traen<br />
adivinanzas y dibujos de sus animales<br />
favoritos. También nos cuentan sobre su<br />
visita a los bomberos, y nos muestran<br />
las obras de arte que hicieron con hojas<br />
recolectadas.<br />
Adivinador, adivinando, adivinó…<br />
Tiene cuernos, vive en la granja,<br />
come pasto y su esposa es la vaca.<br />
(el toro)<br />
Joaquín Garayar<br />
Tiene cuatro patas,es un animalito,<br />
tiene dos ojos, tiene bigotes.<br />
¿Qué es?<br />
(el gato)<br />
Galo Muñoz<br />
Tiene cuatro patas. Su piel es blanca,tiene<br />
hijitos, la encuentras en el campo y en la<br />
granja.<br />
(la oveja)<br />
Rodrigo Prieto<br />
Tiene cuatro ruedas, transporta cosas,<br />
te lleva y te trae al cajero.<br />
(una camioneta Montero)<br />
Marco Álvarez<br />
18
Autorretratos<br />
Me gusta mirarme en el<br />
espejo y agarrar mi nariz.<br />
También me gusta jugar a<br />
los astronautas con Isabel<br />
por todo el patio: la persigo<br />
y después ella me persigue,<br />
todo el recreo.<br />
Luciano García<br />
Me gusta mi pelo largo y bailar<br />
con mi papá en mi casa. En el<br />
colegio bailamos los viernes<br />
en día de movimiento, me<br />
gusta la canción “ Yo tengo un<br />
cuerpo”.<br />
Micaela Wiesse<br />
Mi boca es muy grande, me<br />
encanta la canchita y los<br />
helados. Dibujé mi cara con<br />
mi cabeza y me gustó pintar<br />
con acuarelas.<br />
Tuan Nguyen<br />
Soy Gael. Juego con Tiziana y con<br />
Juli en el patio.<br />
Gael Rodríguez<br />
Mi pelo es de color marrón y mis ojos chiquitos<br />
y me gusta correr en el patio con mis amigos<br />
Joaquín Garayar y Joaquín Hidalgo. Jugamos a<br />
Sonic y los zombis.<br />
Liam Tarazona<br />
19
Lo que más me gustó<br />
de los bomberos:<br />
El señor bombero nos explicó cómo era<br />
su camión por dentro. Ellos rescatan a las<br />
personas. Me gustó el perrito que tenían los<br />
bomberos.<br />
Bruna Guerra García<br />
Nos fuimos a los bomberos, nos enseñaron<br />
sus camiones y me gustó su escalera en el<br />
camión rojo. Los bomberos nos subieron al<br />
camión y me gustó.<br />
Joaquín Hidalgo<br />
Me gustan los bomberos porque rescatan<br />
a los conejitos, a los gatitos y su carro rojo<br />
es grande. Nosotros subimos al carro. Los<br />
bomberos nos invitaron y me gustó mucho.<br />
Meret Perleche<br />
Me gustan los carros de los bomberos porque<br />
son muy grandes y tienen agua para apagar<br />
los incendios. Cuando los visitamos, subimos<br />
al camión y les llevamos comida para sus<br />
almuerzos.<br />
Ismael Guerrero<br />
20
Señor Cabeza de Pasto<br />
Me gusta echarle agua a mi plantita. Es una<br />
cabeza de pasto de alpiste en una media con<br />
aserrín.<br />
Isabel Hurtado<br />
Al señor cabeza de pasto le gusta<br />
tomar mucha agua en las mañanas.<br />
Le caen gotas como lluvia.<br />
Tiziana Bistolfi<br />
Al señor cabeza de pasto le crecen muchos<br />
pelitos verdes cada vez que le ponemos agua<br />
al aserrín.<br />
Josefina Falco<br />
El señor cabeza de pasto tiene el cabello<br />
amarillo y lo visitan sus amigas las hormigas.<br />
Mateo Balmelli<br />
21
Animales<br />
Una mariquita en el jardín del<br />
parque de Barranco. Me gusta<br />
pasear en el parque con mi<br />
mamá y buscar bichitos.<br />
Kalea Ramos<br />
A mi perro Sigui le gusta que lo lleven al<br />
parque. Nosotros salimos a pasear con Sigui y<br />
mueve la cola.<br />
Julián Hart<br />
Las arañas comen mosquitas. No son<br />
insectos: las arañas son arácnidos como los<br />
escarabajos.<br />
Thiago Bisso<br />
Cuatro años<br />
Autorretratos<br />
Yo celebrando.<br />
Manuel Villalobos<br />
Emiliano sonriendo.<br />
Emiliano Aragón<br />
Emma contenta.<br />
Emma Barzola<br />
22
Noah en La Cantuta.<br />
Noah Guevara<br />
Pauli en el arcoíris.<br />
Paula Del Río<br />
Soy Emma y me encanta el<br />
lagarto. Emma Haak<br />
Adivinanzas<br />
Tiene rayas amarillas y negras, tiene<br />
dos alas, recolecta y hace rica miel.<br />
¿Quién es?<br />
Almudena Miranda<br />
La abeja Florimori. Antonia Joseph<br />
Tiene una trompa larga, es de color gris, es<br />
grande y tiene una cola corta.<br />
¿Quién es?<br />
Renata Blotte<br />
Su cuerpo parece el palito de la “i” y su<br />
cabeza, el puntito. Se pueden camuflar por<br />
su color y le gusta trepar ramas, es un reptil.<br />
¿Quién es?<br />
Illary Benítez<br />
El elefante que chorrea agua.<br />
Hideaki Oue<br />
Iguanota.<br />
Luciano Tovar<br />
23
Se convierte en mariposa, su cuerpo es largo,<br />
tiene muchas patas, es de color verde y come<br />
hojas.<br />
¿Quién es?<br />
Salvador Trelles<br />
Tiene estrellas que brillan y planetas de muchos<br />
colores, está el planeta donde nosotros vivimos, el<br />
planeta Tierra, y todo es de color negro.<br />
¿Qué es?<br />
Zsa Zsa López de Romaña<br />
Oruga bailarina. Chiara Malatesta<br />
El sol que viajó a otro universo. Dana Palacios<br />
Descripciones<br />
El pulpo tiene un cerebro grande, ocho<br />
tentáculos, tiene chupones que se<br />
pegan por cualquier parte, lanza tinta<br />
cuando se asusta y se camufla.<br />
Las plantas necesitan agua y la toman por sus raíces.<br />
También necesitan sol y viento para crecer, lo más<br />
importante es la tierra. Es un ser vivo que crece.<br />
Joaquin Ragas<br />
Luis Ignacio Abanto<br />
La semillita que creció.<br />
Cristóbal Larrea<br />
Marina, la plantita.<br />
Marina Gibbon<br />
El pulpito marino. Luciana Silva<br />
24
Al cerdo le gusta bañarse en el lodo, hace oink<br />
y vive en la granja. El cerdo come mucho y es de<br />
color rosado.<br />
Piero Malatesta<br />
El camaleón es de color verde, le gusta estar en<br />
las ramas, tiene un lengua larga que le sirve para<br />
atrapar moscas.<br />
Thiago Guevara<br />
Un chanchito escapándose de una cerca.<br />
Francisco Silva<br />
Camaleón y las naturales ciencias.<br />
Amelia Gamboa<br />
Cinco<br />
años<br />
Autorretratos<br />
Dibujé mi cara mirándome en<br />
el espejo y me puse algunos<br />
detalles como las pestañas y<br />
las cejas.<br />
Matilda Declercq<br />
Soy yo en el patio jugando en<br />
el tobogán de mi colegio.<br />
Salvador Melgar<br />
Estaba en el malecón jugando<br />
a las chapadas.<br />
Vasco Vílchez<br />
25
Pinté con témperas y dibujé mi<br />
cara, me dibujé feliz. También,<br />
pinté el fondo con algunos<br />
colores.<br />
Tomás Rodríguez<br />
Soy yo y estaba feliz porque<br />
estaba aquí en el salón.<br />
Arián Caballero<br />
Me dibujé con acuarelas<br />
caminando en un bosque y me<br />
encontré con un hongo de color<br />
rojo.<br />
Matteo Calmet<br />
Creamos con hojas recolectadas<br />
Un espinosaurio<br />
con un meteorito.<br />
Felipe Massa<br />
Una jirafa que se iba a<br />
almorzar hacia un árbol<br />
después de jugar.<br />
Pietro Tarazona<br />
Unas personas que<br />
se iban a su casa<br />
para almorzar.<br />
Roberto Prieto<br />
Hice unos submarinos que se<br />
encontraron con una anguila eléctrica,<br />
una medusa y unos peces.<br />
Sabina Cragg<br />
26
Soy yo y dibujé mi cara. Hice mi<br />
cabeza, los ojos y la boca. Hice<br />
el cabello y mis ojos.<br />
Maya Mcmanners<br />
Soy yo y le puse color rojo<br />
porque es mi color favorito y<br />
me gusta.<br />
Aaron Allemant<br />
Peces en el agua.<br />
Ainhoa Coll<br />
Un pez en el mar.<br />
Jorge López<br />
Los animales: un ciempiés, un tigre y una mariposa.<br />
Luca Bianchi<br />
Un tiranosaurio rex.<br />
Anselmo Rheineck<br />
27
Es una jirafa que estaba caminando hacia el mar<br />
para tomar agua.<br />
Paulina Gubbins<br />
Un cardumen de peces.<br />
Amaranta Soto<br />
Lo que más nos gustó de la visita a los bomberos<br />
Cuando fuimos a ver el carro de los bomberos.<br />
Benicio Saavedra<br />
Conocer el perrito de los bomberos y su casita.<br />
Sophie Buckley<br />
El bombero mostrándonos la ambulancia y el<br />
camión de bomberos.<br />
Fidel Seminario<br />
Cuando vimos la ambulancia y el carro de<br />
bomberos.<br />
Samantha Ballen<br />
28
El camión de bomberos, la ambulancia y la moto.<br />
Vasco Vera<br />
Una nave espacial que va a salir de su base.<br />
Noah Sánchez<br />
Me gustó conocer a los bomberos.<br />
Teodoro Prieto<br />
Pamela bajando por el tubo de bomberos.<br />
Micaela Guerra<br />
Gaia y yo viendo el camión de bomberos que<br />
estaba afuera de la estación. Ana De los Ríos<br />
Subir al carro de los bomberos con mis amigos.<br />
Gaia Aguado<br />
Gerard, el bombero, enseñándonos el carro de<br />
bomberos. Mateo Peirano<br />
Los alumnos de cinco años viendo a Pamela<br />
deslizarse por el tubo de bomberos. Uma Carmona<br />
29
Primer<br />
grado<br />
Primaria presenta en su sección sus<br />
mejores cuentos y poemas. También<br />
nos ofrecen una selección de sus obras<br />
de arte: dibujos, pinturas y algunos<br />
autorretratos.<br />
El reloj que sonaba<br />
por las noches<br />
Había una vez, hace muchos años, en una ciudad<br />
muy lejana, un reloj que asustaba a las personas<br />
a las once de la noche. Pero un día el reloj no sonó<br />
a la misma hora, sino que despertó a las personas<br />
a las tres de la madrugada. Cuando las personas<br />
se levantaron de la cama todo estaba de cabeza,<br />
parecía que caminaban al revés sobre el techo y<br />
sus cabellos colgaban hacia abajo.<br />
Algunas personas salieron por las ventanas y vieron<br />
que todo estaba normal, solo dentro de las<br />
casas las cosas estaban boca arriba. De pronto, el<br />
reloj le habló a la ciudad y les dijo: “Vuelvan a sus José Ignacio Melgar<br />
camas, se me había salido un tornillo pero ya me<br />
lo coloqué y ahora todo volverá a la normalidad”. Y desde ese día el reloj sonaba a las<br />
once, como todas las noches, aunque a veces se le salía un tornillo.<br />
Caetano Guerrero, Micaela Lumbreras y Kenzo Sakamoto<br />
La magia<br />
del reciclador<br />
El reciclador ayuda al planeta<br />
pero no en patineta.<br />
Va en su camión<br />
cantando una canción.<br />
Arantxa Vasallo<br />
El astronauta volador<br />
Me gusta cuando vuelas tu<br />
nave espacial<br />
en el espacio especial.<br />
Tu viaje es internacional<br />
cuando vuelas es sensacional.<br />
Gabriel Espinoza<br />
Celeste Forns<br />
Valentino Sarfaty<br />
30
Mi tío el bombero<br />
Mi tío es bombero<br />
y un caballero.<br />
Cuando lo veo me alegro<br />
sobre todo en febrero.<br />
Él es valiente e inteligente<br />
y también muy sonriente.<br />
Valentino Dacal<br />
Adrián Soldevilla<br />
La creación del mundo<br />
Al principio del mundo, todo era rocas. Luego, estas se<br />
unieron y formaron un planeta. Poco a poco cobraba vida,<br />
hasta que un día la Luna nos dio un regalo: la creación de<br />
la humanidad. La luna empezó a llorar y de sus lágrimas<br />
salieron humanos y ellos construyeron casitas. La luna<br />
llena aparecía cada diez noches para vigilar su creación.<br />
Noah Tijero<br />
El gato cabezón<br />
Había una vez un gato que vivía en una bonita casa y<br />
se casó con una linda gata. Ellos tuvieron un bebé que<br />
nació cabezón. Un día, este gatito cabezón participó de<br />
un sorteo y ganó un torito dorado de Pucará que le dio<br />
poderes. Su poder era hacer crecer su cabeza más y hacerla<br />
muy pequeñita también. Esto lo divertía mucho a<br />
él y a todos a su alrededor.<br />
Pero un día, perdió su torito dorado y nadie lo encontraba.<br />
Al parecer, alguien se lo había robado. Es así que llamaron<br />
a la policía y lograron encontrar el torito dorado<br />
en Sao Paulo. Se lo habían llevado hasta ahí para ver si<br />
era de oro realmente y si tenía poderes. Este hombre lo<br />
usó y, al verse al espejo, su cabeza había crecido tanto,<br />
tanto, que se asustó. Por eso, al final, decidió devolverlo<br />
al gato cabezón.<br />
Máximo Alfaro y Emiliano Sipión<br />
La sirena mágica<br />
Érase una vez una sirena mágica que, cuando salía del<br />
agua, le salían piernas. Ella caminaba a casa de su papá<br />
porque le gustaba hacer ejercicio y ahí había un gimnasio.<br />
La sirena quería hacerse fuerte para nadar más rápido<br />
y así escapar de los tiburones. Pero no solo eso, ella se<br />
preparaba para una carrera con las criaturas más veloces<br />
del mar. Llegó el día de la carrera y ganó el primer lugar.<br />
Entonces, salió del mar para celebrar con su papá.<br />
Mateo Aramburú y Victoria Silva<br />
Talía Piqueras<br />
Autorretrato. Gracia Saco Autorretrato. Ítalo Mori Autorretrato. Samanta Sanseviero<br />
31
Catalina Aguinaga<br />
Mujer serpiente mirando la luna. Illari Saldaña<br />
La chica girasol<br />
Había una vez una niña llamada Martina que iba saliendo<br />
de su casa y vio un montón de girasoles caminando.<br />
También habían muchas personas desconocidas que<br />
se acercaban a verlos y saltaban felices sobre ellos. Lo<br />
que pasaba en realidad era que había un señor bajo la<br />
tierra que los controlaba con unas máquinas.<br />
Al ver esto, Martina corrió a su casa a pedir ayuda a sus<br />
papás. Luego, fue bajo tierra por un pasadizo secreto y<br />
rompió las máquinas que le hacían daño a los girasoles.<br />
Después, los girasoles estaban felices, pero el señor se<br />
molestó e intentó arreglar las máquinas. Quiso revisar<br />
el manual, pero se le voló y fue imposible. Al final, para<br />
proteger a los girasoles, Martina decidió llevarlos a un<br />
jardín secreto en las montañas donde nadie podría molestarlos<br />
ni dañarlos nunca más.<br />
Fidel Castagnino y Bruno Mancilla<br />
El pájaro y los colores encantadores<br />
Una vez había un pájaro blanco que estaba volando en<br />
un sitio sin color. De pronto, vio a lo lejos una mancha de<br />
colores y cuando se acercó, se dio cuenta de que era una<br />
flor de veinte colores. Pero como tenía mucha hambre,<br />
se la comió. Entonces empezó a temblar y muy rápido<br />
comenzaron a salirle colores en sus plumas. Él estaba<br />
nervioso, pero también feliz, así que decidió empezar a<br />
volar y cada vez que aleteaba, esparcía colores por donde<br />
pasaba. Es así que voló por todos lados creando un<br />
mundo multicolor.<br />
Facundo Abanto, Joaquín Ponce y Minna Zlatar<br />
Maya Lumbreras<br />
El robot de colores. Leonardo Flores<br />
La luna brillante. Lea Davelouis<br />
32
Mujer serpiente mirando la luna<br />
Había una vez una niña a la que no le gustaba cómo era, se sentía<br />
rara y las demás niñas la molestaban. Todas las noches miraba tristemente<br />
a la Luna y le pedía que le diera poderes o algo para sentirse<br />
mejor.<br />
Una noche, mientras la miraba como siempre, salió el Sol y se formó<br />
un eclipse. Este eclipse era mágico y los rayos le dieron un poder<br />
especial: podía convertirse en mitad serpiente y mitad humana<br />
cuando se sintiera triste. Ella se sentía muy bien así, por eso decidió<br />
no volver a su casa y quedarse en el bosque. Así se convirtió en<br />
la niña con cola de serpiente, guardiana y protectora del bosque y<br />
fue feliz para siempre.<br />
Darío O’Brien<br />
Segundo<br />
grado<br />
La sirena mágica. Tiziana Bobbio<br />
El zorro que roba los huevos<br />
Había una vez, un zorro al que le gustaba robar huevos,<br />
él vivía en el bosque. Un día vio una granja donde había<br />
muchas y muchas gallinas. Cuando llegó la noche, fue a<br />
la granja y se robó una gallina para que ponga un huevo.<br />
A la mañana siguiente puso un huevo. El zorro se lo comió<br />
de desayuno, se fue a pasear y regresó de noche, así<br />
que se fue a dormir. A la mañana siguiente se comió otro<br />
huevo de desayuno, y así pasaron varios días.<br />
Hasta que, de pronto, la granjera se dio cuenta de que<br />
faltaba una gallina, se puso triste porque era su gallina<br />
favorita, secó sus lágrimas y se fue a buscar a la gallina.<br />
Vio al zorro que se comía el huevo de desayuno se acercó<br />
a él y vio que tenía a su gallina, se acercó más y más y ya<br />
se había acercado demasiado, tanto que casi podía tocar<br />
a la gallina, la agarró y se fue corriendo a su granja.<br />
El zorro la persiguió hasta el granero, porque no tenía<br />
otra opción, pero la granjera ya había llegado a su granja.<br />
El zorro entró y ahí mismo había un perro, entonces se<br />
acercó, corrió y corrió, vio un plato de comida y se lo comió.<br />
Así que la granjera entendió que solo tenía hambre.<br />
Desde ese día la granjera por las tardes le deja un plato<br />
de comida para que el zorro pase a comer.<br />
Alma Aguado y Mateo Mancilla<br />
El castillo y los dragones. Enzo Malatesta<br />
El puente de los deseos. Vania Contreras<br />
33
Emilia y Cora. Emilia León<br />
Dios Jarakuta. Octavio Gamboa<br />
Los niños y el dinosaurio<br />
Una vez, hace mucho tiempo, unos niños entraron en<br />
una máquina del tiempo y viajaron muchísimos años<br />
atrás. Cuando salieron de ella se pusieron a caminar. De<br />
pronto, se encontraron con un dinosaurio… ¡que era carnívoro!<br />
Los niños empezaron a correr e intentaron esconderse,<br />
pero no pudieron, el dinosaurio los encontró. Felizmente<br />
se escaparon y se cubrieron con hojas secas. El dinosaurio<br />
los buscó, pero no los encontró, aunque los olía cerca.<br />
Los niños no se movían, sabían que si lo hacían, el dinosaurio<br />
los encontraría. Finalmente, encontraron la máquina<br />
del tiempo y volvieron a casa sanos y salvos.<br />
Vasco Escandón<br />
El zorro y la coneja<br />
Había una vez una coneja solitaria. Ella no tenía familia<br />
ni amigos, se sentía sola y triste. Vivía en el bosque, su<br />
familia había huido porque los lobos los habían asustado.<br />
Un día vio a una familia de zorros y la coneja pensó que<br />
eran lobos, se asustó y corrió tanto que un zorro la vio.<br />
La coneja se asustó mucho, corrió tan rápido que casi se<br />
cae por un barranco. El zorro, al ver que la coneja estaba<br />
en peligro, la ayudó. Desde ese día, la coneja y el zorro<br />
fueron muy amigos y tuvieron muchas aventuras juntos,<br />
pero esa es otra historia.<br />
Arianne Viniczay y Umberto Kitamoto<br />
El mago y los ninjas<br />
Hace muchos años había un mago que sabía mucho de<br />
magia. Un día, vio unos ninjas y ellos le dijeron que necesitaban<br />
de su ayuda porque había un monstruo de lava<br />
que los quería atrapar. El mago aceptó ayudarlos, pero<br />
cuando estaba yendo a la guarida del monstruo encontró<br />
muchas trampas y cayó en una de ellas.<br />
De pronto, apareció el monstruo y atacó a los ninjas, pero<br />
ellos se acordaron de que el mago les había enseñado<br />
cómo hacer clones para que el monstruo se confundiera.<br />
De repente, llegaron cinco dragones más, pero apareció<br />
un portal y de ahí salió un dragón, pero este era bueno,<br />
lanzaba hielo y podía hacer remolinos. Gracias a él vencieron<br />
a los cinco dragones. Finalmente, muy cansados,<br />
salieron de la guarida del monstruo, rescataron al mago,<br />
se fueron a sus casas y comieron fideos.<br />
Joaquín Carvallo y Sofía Cueva<br />
El señor de la Luna<br />
Antiguo guerrero de gran valor,<br />
protector de la mágica gema Aytor.<br />
Fuerte y rápido como un guepardo,<br />
formidables son tus dientes de sable.<br />
Tus alas tormentas causan<br />
y tu poderoso báculo brinda poderes<br />
en las noches de la Luna llena.<br />
Camilo Quintana<br />
34
El yeti de la oscuridad<br />
Hace muchos años, en una ciudad oscura, había unos<br />
yetis amistosos y amables, pero había un yeti que era<br />
malhumorado, malo y grande. Siempre buscaba pelear<br />
con todos. Un día llegó un turista a la ciudad, pero se<br />
quedó espantado por lo oscuro que estaba el lugar. En<br />
ese momento sonó una estampida de yetis, el turista corrió<br />
espantado a esconderse, pero los yetis solo querían<br />
darle un abrazo. De pronto, apareció el yeti malhumorado<br />
y preguntó a gritos: “¿Qué está pasando?, ¿Por qué está<br />
esa persona aquí?”<br />
El fantasma. Axel Griffiths<br />
Sin ningún aviso, empezó una tormenta de nieve que se<br />
llevó al yeti malhumorado, enterrándolo en el fondo de<br />
la montaña, pero él se levantó y quiso agarrar al turista.<br />
Él intentó escapar en su sky, pero el yeti era mucho más<br />
rápido. De repente, un tornado apareció y se llevó al yeti<br />
muy al fondo de la nieve, pero sus buenos amigos lo ayudaron<br />
a salir. Desde ese día el yeti malhumorado se volvió<br />
bueno.<br />
Constanza Blotte y Salvador Trigueros<br />
Nautilus. Salvador Gubbins<br />
La tortuga de mar<br />
Eres linda y lenta a la vez,<br />
fuerte como un rinoceronte,<br />
divertida y graciosa<br />
como una ardilla.<br />
Dura como la Luna,<br />
bonita como el color verde,<br />
amigable y buena,<br />
siempre te arrastras por la arena,<br />
para llegar al mar y nadar.<br />
Jerónimo Naters<br />
El Choncho. Vincenzo Modonese<br />
35
Skitaru<br />
Tú, poderoso Skitaru,<br />
de pelo en llamas,<br />
alas de fuego.<br />
Tú, poderoso Skitaru,<br />
tienes fuego que arde,<br />
veloz e imparable,<br />
como un lobo con su sable.<br />
Francisco Lamadrid<br />
El ratón<br />
Eres fuerte como los tornados,<br />
con garras de león.<br />
Amistoso como los perros,<br />
rápido como el viento.<br />
Flexible como la serpiente,<br />
juguetón como los gatos<br />
y valiente.<br />
Leandro Coronado<br />
La oveja<br />
Oh, querida oveja,<br />
eres muy lanuda,<br />
tu cara es bonita<br />
y con ese pelaje<br />
estás bien calientita.<br />
Tú, lanuda y bonita,<br />
vives en una granja,<br />
tomas agua y comes manzanas,<br />
hasta que te cansas.<br />
Aurelio Moscoso<br />
Dios Ratreus<br />
Ágil dios,<br />
El pirata ojo rojo.<br />
silencioso como el viento.<br />
Guillermo Montesinos<br />
Oh, fuerte dios,<br />
tan grande como las montañas.<br />
Fuerte Sol,<br />
iluminas tu camino al escuchar tus pasos,<br />
frente a la Luna llena.<br />
Camilo Adrianzén<br />
La pirata Camila. Irene Torrejón<br />
Dios Futierra<br />
Poderoso como el terremoto,<br />
amable como la Tierra,<br />
Ojos invencibles que en el cielo,<br />
reflejan la luz de tu cuerpo.<br />
Eres un dios impresionante,<br />
cuando tocas la Tierra,<br />
nadie puede luchar contra ti.<br />
Y si te piden revancha,<br />
les tiras una gran avalancha.<br />
Octavio Larco<br />
Run Run. Laura Mélinchon<br />
La diosa Kailaya. Paula López Hurtado<br />
36
El poderoso Faracón<br />
Fuerte y luchador,<br />
rápido y alado.<br />
Vuelas como mariposa<br />
sin perder la concentración.<br />
Con tus garras de tigre,<br />
corres asombroso,<br />
llevando tu tridente<br />
y brillante espada.<br />
Ágil como el agua<br />
y juguetón como un dragón.<br />
Aurelio Castagnola<br />
La venenosa. Julieta Sagasti<br />
Fantasma espada. Facundo Dávila<br />
Tercer grado<br />
Las islas Galápagos<br />
Hace muchos años había una isla muy bonita llamada<br />
Galápagos. Era una isla con muchos animales y plantas<br />
fabulosos, como las increíbles tortugas y los lagartos<br />
enormes. Todo ahí era nuevo para la gente, era un mundo<br />
fuera de nuestro alcance y un lugar sin límites. Ahí<br />
vivía una tortuga llamada Pepa que era inusual porque<br />
era muy grande.<br />
Una vez, ella fue a la orilla del mar a hablar con sus amigas<br />
las iguanas y se encontró con un tiburón que le dijo<br />
que entre al agua y se la llevó a un pozo donde había<br />
muchas redes. Pepa se quedó atracada en las redes y se<br />
metió en su caparazón. El tiburón había escuchado que<br />
las tortugas sabían a pollo y se la quería comer, así que<br />
comenzó a golpear su caparazón. Después de dos horas,<br />
el caparazón estaba muy herido y la tortuga tenía<br />
que escapar.<br />
De tanto golpear, el tiburón rompió las redes y la tortuga<br />
se soltó y huyó. El tiburón se quedó atrapado en las<br />
redes y se quedó ahí por mucho tiempo. Aunque la tortuga<br />
se salvó, estaba muy débil y desafortunadamente<br />
Tiburón. Facundo Márquez<br />
estaba sangrando. Hasta que de pronto, Charles Darwin<br />
la vio sufriendo y corrió a ayudarla. Pepa perdió la pata<br />
pero vivió feliz por cien años más.<br />
Adrián Bryce y Julián Aller<br />
El robo de las serpientes<br />
Había una vez, una serpiente llamada Si-satara. Un<br />
día fue a explorar con sus amigos, pero no se dieron<br />
cuenta de que los humanos estaban de cacería. Después<br />
de un rato, los fueron capturando uno por uno.<br />
37
Andrea Pestana<br />
Si-satara se dio cuenta y se fue rápido para avisar en la<br />
aldea. Pero nadie le creyó, así que ella se atrevió a ir en<br />
la noche al lugar donde mantenían a sus amigos. Poco<br />
a poco, encontró las llaves del calabozo. Cuando liberó<br />
a sus amigos, todos se fueron corriendo al pueblo. Los<br />
humanos los siguieron y los persiguieron por todo el<br />
pueblo. Después de un rato, todos se cansaron y los<br />
humanos se fueron. Todas las serpientes vivieron felices<br />
por siempre.<br />
Nina Bueno de Mesquita y Lara Malachowski<br />
Pantera negra<br />
La pantera negra es muy linda<br />
y disfruta tanto de la vida.<br />
Es rápida como el viento<br />
y al cazar no pierde el aliento.<br />
Caza por la noche<br />
y salta sin reproche.<br />
En la noche derretida<br />
me vio a los ojos de vida.<br />
Me ilumina con su sonrisa<br />
y la dibujo con una tiza.<br />
Su pelaje suave como la paz<br />
me deja una estrella fugaz.<br />
Blas García<br />
Zoe Céspedes<br />
El sueño de Joaquín<br />
Una noche, había un niño llamado Joaquín. Él tuvo un<br />
sueño no muy común, era un sueño muy raro. Era un<br />
sueño del espacio, que él estaba ahí. Primero estuvo<br />
aburrido flotando y después estuvo explorando el espacio.<br />
Antes de despertar, él encontró un planeta raro<br />
y desconocido.<br />
En el planeta vivían unos duendes que tenían cabañas<br />
subterráneas pero con chimeneas que recolectaban<br />
la luz solar para calentarse<br />
porque en ese planeta hacía mucho<br />
frío. Joaquín se mezcló con los habitantes<br />
para poder ser parte de ellos<br />
y vivió un tiempo ahí.<br />
Pero se despertó de su sueño y se lo<br />
contó a todo el mundo, aunque nadie<br />
le creyó. Todas las noches siguientes<br />
volvió a tener el mismo sueño y le<br />
gustaba mucho estar ahí. El día de su<br />
cumpleaños, su sueño se volvió realidad,<br />
desapareció de la Tierra y se<br />
fue a vivir al planeta de sus sueños<br />
con toda su familia.<br />
Amaro Miranda y Amaru Maquet<br />
El viento<br />
El viento es insípido<br />
me sonríe<br />
es súper rápido<br />
mira cada planicie.<br />
Me ayuda<br />
me habla<br />
su voz es tartamuda<br />
me dice una palabra.<br />
Me siente<br />
me sopla<br />
a veces es ardiente<br />
agita su manopla.<br />
Pablo Soldevilla<br />
Maia Perla<br />
Viaje estelar<br />
El Universo tiene muchas galaxias<br />
y algunas son extraordinarias.<br />
Está el Sol<br />
y hay flores de girasol.<br />
Está la Tierra<br />
y en el Perú hay sierra.<br />
Hay tiendas,<br />
también hay casas.<br />
Está la Luna<br />
y hay lagunas.<br />
Hay volcanes<br />
y también ricos panes.<br />
Hay mercados<br />
para comprar pescados.<br />
Matías Rouillon<br />
38
El gato de mis abuelos<br />
El gato de mis abuelos<br />
es rápido como Flash.<br />
No lo atrapas ni en tus sueños,<br />
ni aunque digas “splash”.<br />
Es más ágil que un puma,<br />
es más rápido que el viento,<br />
es más ligero que una pluma.<br />
Y cuando hace un estruendo,<br />
es que está hambriento.<br />
El gato de mis abuelos<br />
es para mí muy especial,<br />
es para mí esencial.<br />
Bernardo Portocarrero<br />
La flor. Valeria Ormachea<br />
Mi perrito dragón<br />
Un día muy normal, mi perrito Willy y yo estábamos cerca<br />
de nuestra casa del bosque. Caminábamos entre los<br />
árboles buscando la salida, como todos los días. Hasta<br />
que Willy y yo nos encontramos una piedra verde brillante.<br />
Nos sorprendió que la piedra nos convierta en<br />
dragones. ¡Mi perrito y yo éramos dragones!<br />
Volamos y encontramos un volcán. Mi perro Willy se<br />
cayó al volcán, pero la piedra dragón y yo teníamos poderes<br />
de agua y hielo así que logramos salvarlo porque<br />
congelamos todo. Mi perrito rastreó la salida y me llevó<br />
volando hasta llegar a casa.<br />
Para aprender a controlar nuestros poderes tuvimos<br />
que contratar a una maestra dragona que nos enseñó<br />
todo para poder transformarnos cuando quisiéramos.<br />
Así que a partir de ese día vivimos muchas aventuras<br />
volando, jugando y congelando todo lo que veíamos.<br />
Marcelo Uccelli y Henar Guzmán<br />
Alien. Isabel Cabrera<br />
Las aventuras de Alejandra, Olivia y Coco<br />
En una ciudad muy lejana y tranquila vivían Alejandra,<br />
Olivia y Coco, unas niñas que estaban muy aburridas<br />
porque nunca pasaba nada interesante. Un día, mientras<br />
caminaban al colegio, decidieron que en sus vacaciones<br />
se irían juntas de viaje a la selva.<br />
Ahí encontraron un bosque encantado y un búho que<br />
hablaba. El búho les dijo que había algo muy importante<br />
que ellas debían encontrar, así que se fueron directamente<br />
a buscarlo. Mientras lo buscaban, se hizo de no-<br />
El dragón en las estrellas. Gael Palma<br />
39
che y un puma se metió a su carpa. Coco gritó y Alejandra<br />
espantó al puma hasta que se fue.<br />
Al día siguiente, dejaron el campamento y siguieron su<br />
búsqueda. Olivia encontró un otorongo amigable que<br />
las comenzó a guiar hasta un árbol con una llave colgada.<br />
Con la llave abrieron una puerta secreta que había<br />
dentro del árbol y encontraron un tesoro maravilloso<br />
que llevaron a su ciudad para compartirlo con todos y<br />
mejorar el pueblo.<br />
Cristóbal Alexander y Benjamín Cragg<br />
El ratón Miguel<br />
Un día, un ratón llamado Miguel encontró un queso y<br />
quiso llevárselo a sus hijos, que estaban hambrientos.<br />
El queso estaba al fondo de un basurero grande y apestoso.<br />
El ratón saltó adentro y fácilmente llegó hasta el<br />
queso, pero se dio cuenta de que el problema sería salir<br />
de ahí.<br />
Tarántula de la selva<br />
La tarántula de la selva es muy grande<br />
¡Es gigante!<br />
Si eres mosca ten cuidado,<br />
no dejes que te envuelva<br />
ni intentes pelear con ella.<br />
La tarántula es tan peluda,<br />
que si la ves, te asustarás.<br />
Tiene una telaraña gigante,<br />
que es espeluznante.<br />
Es pariente de la araña,<br />
pero no te confíes,<br />
es un peligro, porque engaña<br />
ten cuidado y no te fies<br />
y así no te sorprenderá.<br />
Gabriel Vidal<br />
Después de un buen rato, notó que había una pita muy<br />
vieja y antigua que colgaba por la salida del basurero.<br />
Cogió el queso con su cola y empezó a trepar. Luego, la<br />
pita se rompió y comenzó a caerse, pero se quedó agarrado<br />
de la parte de arriba y, con un ágil movimiento, logró<br />
salir volando de ahí.<br />
Llegó donde sus hambrientos hijos y todos juntos comenzaron<br />
a roer el queso. Comieron tanto que se quedaron<br />
con las barrigas tan llenas que se sintieron muy<br />
bien. A partir de ese día, Miguel se volvió muy aventurero<br />
y siempre buscaba la comida en los lugares más peligrosos,<br />
porque sabía que ahí encontraría los manjares<br />
más ricos.<br />
Lucca Bisso y Leonardo Lumbreras<br />
Los aventureros. Aurelio Carrillo<br />
Illari Sánchez<br />
Mi heroína. Luciana Ramos<br />
40
Bruna y Libre. Emilia Castro<br />
El señor zorro. Cristóbal Declercq<br />
Cuarto grado<br />
La ciudad embrujada<br />
Había una vez dos hermanos llamados Juan y Francisco.<br />
Ellos y su papá se mudaron a una nueva ciudad, pero<br />
esa ciudad no era cualquier lugar, era una ciudad embrujada.<br />
El koala come sandías<br />
Había una vez un koala que comía demasiadas sandías.<br />
Él vivía en Australia, en un gran árbol. Comía sandías de<br />
una forma muy peculiar, se comía la cáscara y no la sandía.<br />
Una vez, tuvo un sueño muy profundo y realista.<br />
Koala Lami soñó que fue a la tienda a comprar sandías,<br />
pero la tienda tenía algo peculiar. ¡Era un portal!<br />
Lo que había pasado era que el vendedor era un mago.<br />
Lami se metió al portal y se encontró con una sandía<br />
que hablaba. Él se quedó sorprendido y escuchó decir<br />
a la sandía: “¡Oh! ¿Cómo eztáz? Tengo una pizca de<br />
zandia.” El koala se emocionó un poco y dijo “¡AAAA-<br />
AAA eres u… una san…..diiiiiiiaiaaiaiaiaiaiaiaiaiai!”. Y<br />
luego se la comió, pero revivió gracias a que era un<br />
sueño. Vino un ejército de sandías y en ese momento<br />
Lami despertó, vio a la sandía que estaba a su lado y<br />
se volvió a dormir.<br />
Catalina Ortiz<br />
Una noche, cuando su papá se fue a trabajar, los niños<br />
se quedaron solos y llegó una señora para cuidarlos.<br />
Los niños la conocieron y le preguntaron: “¿Por qué a<br />
esta ciudad la llaman ‘ciudad embrujada’?” La señora<br />
les dijo que la llamaban así porque había fantasmas y<br />
les contó que los fantasmas se aparecían de la nada.<br />
Los niños se quedaron con la boca abierta y ella les dijo:<br />
“¡Oh, miren, allí está su padre! Será mejor que me vaya.<br />
Ya no me necesitan más aquí”.<br />
Los niños le dijeron al papá: “¡Qué bueno que vino una<br />
señora!” Pero el papá dijo sorprendido: “Yo no contraté<br />
a ninguna señora”.<br />
Juan Francisco Fernández<br />
El sapo Pepe y el abuelo Rito<br />
Había una vez un sapo del campo buscando comida ya<br />
que tenía mucha hambre. Después de un rato, había un<br />
señor caminando por el campo para recoger la leña y el<br />
sapo Pepe se lo encontró. Él le preguntó al señor cómo<br />
41
se llamaba y le dijo que se llamaba Rito y lo invitó a su<br />
casa para que coman y se la pasaron muy bien. El abuelo<br />
Rito le preguntó si podía ser su compañero y Pepe dijo<br />
que sí. Luego, le propuso ir al restaurante a comer papas<br />
y salchichas. Se divirtieron mucho y a partir de ese<br />
día se volvieron los mejores compañeros y siempre se la<br />
pasaron muy bien.<br />
Julieta Krumdieck<br />
Tajo<br />
Tajo, el perrito,<br />
es muy bonito<br />
come poquito,<br />
pero ya está gordito.<br />
Si te acercas a su plato<br />
te muerde el zapato,<br />
pero si le tiras una bola<br />
te mueve la cola.<br />
Es muy comelón,<br />
también es juguetón<br />
su cama es de algodón<br />
y le gusta hacerse el dormilón.<br />
Thiago Escandón<br />
Yago Rafael<br />
Súper Hakai infinito. Emilio López<br />
La leyenda de Eren<br />
Hace 7 000 000 de años en la Tierra, un valiente guerrero<br />
se enfrentó a una de las bestias más temidas de<br />
todas: Jaislant. Después de ese combate, Eren Massa<br />
volvió a Jaislant para curar sus heridas. Cuando llegó,<br />
sus padres se asustaron por lo débil y herido que estaba.<br />
Después de volver a su pueblo, Eren fue al doctor y<br />
tuvo muchas apariciones.<br />
Atrapados en el ascensor<br />
Había una vez una familia que se fue de vacaciones.<br />
Cuando llegaron al hotel, empezaron a desempacar,<br />
luego decidieron ir a almorzar y meterse a la piscina.<br />
Estaban bajando por el ascensor tranquilos, pero de repente,<br />
el ascensor empezó a temblar y la luz se apagó.<br />
Cuando se prendió y dejó de temblar, los papás habían<br />
desaparecido.<br />
Los hermanos no sabían qué hacer, no podían salir<br />
del ascensor. Empezaron a apretar todos los botones<br />
hasta que por fin salieron, pero el hotel era diferente.<br />
Ahora era más grande y había muchos árboles que rodeaban<br />
todos los espacios. No veían a sus papás por<br />
ningún lado. Los buscaron hasta que los encontraron<br />
pero sus papás no los recordaban, así es que volvieron<br />
al ascensor.<br />
El ascensor empezó a temblar de nuevo, pero se quedaron<br />
tranquilos porque la vez anterior no les había pasado<br />
nada. Cuando llegaron al cuarto vieron a sus papás,<br />
pero ellos no recordaron nada.<br />
Adriana Rivera<br />
Un día, salió a visitar al recién nacido Alonso Quijano.<br />
Mientras tanto, en otro universo, dinosaurios y dragones<br />
se enfrentaron en una batalla épica, en la que uno<br />
de los dragones lanzó un hechizo para que su especie<br />
no muriera. Fue tan fuerte que Eren Massa lo sintió.<br />
Eren salió de la casa y vio un portal en el cielo, de allí<br />
salieron cuatro sombras. De repente, el portal se cerró<br />
y fue a investigar.<br />
De pronto, vio un dragón celeste, este se asustó, pero<br />
cuando Eren lo tocó se tranquilizó. Ambos se dirigieron<br />
a una casa en la montaña, donde vivía un veterinario.<br />
Eren lo dejó y vio en el cielo una luz morada, era otro<br />
portal. De ahí salieron dinosaurios. Los dragones hipnotizados<br />
y los dinosaurios cayeron en el volcán, donde<br />
habitaba el Charcharat en su cueva. De pronto, se despertó.<br />
Eren se asustó porque su pueblo estaba destruido, rápidamente<br />
agarró al bebé y a su mamá y corrieron al bosque.<br />
Continuará…<br />
Emilio Massa<br />
42
Autorretrato. Fátima de Gennaro Autorretrato. Julieta Ramos Autorretrato. Matías López<br />
La hoja<br />
Anaranjada como el atardecer,<br />
tú, en forma de corazón,<br />
eres bella y linda,<br />
como los colores del sol.<br />
Julia Horna<br />
Mi hoja<br />
Mi hoja bonita ya marchitada<br />
me muero de la pena,<br />
mi hoja de la buena suerte,<br />
no, mi hoja muerta.<br />
María Peirano<br />
La puerta secreta<br />
Había una vez, en el año 2433, un laboratorio en el que<br />
estaban haciendo unas pruebas. Hasta que un bote de<br />
líquido traído de Venus cayó al piso y todo se empezó a<br />
descontrolar. Salieron cabezas verdes del suelo y los devoraron<br />
a todos en segundos. Días después, los policías<br />
entraron al laboratorio y ninguno salió.<br />
Años después el laboratorio estaba en investigación,<br />
en busca de los policías que habían entrado. Un día, un<br />
investigador encontró una puerta escondida detrás de<br />
una pared y decidió entrar solo. Cuando entró, la puerta<br />
se cerró y un zombi le comió la cabeza.<br />
Al siguiente día, fueron avistados varios zombis en la<br />
ciudad y la gente seguía desapareciendo a montones y<br />
nadie los volvió a ver. El 23 de febrero se dio a conocer a<br />
las personas que había empezado el apocalipsis zombi.<br />
Todos se encerraron en sus casas, no se volvió a ver a<br />
nadie en la calle ni en la ciudad.<br />
Pedro Hinojosa<br />
El hospital abandonado<br />
Sama. Vasco Vásquez<br />
Había una vez cinco chicos adolescentes en una ciudad.<br />
Los chicos se llaman Laura, Aitana, Alicia, Noa y Joaquín<br />
y eran muy unidos. Un día, saliendo del colegio vieron<br />
un hospital abandonado y les dio mucha curiosidad, así<br />
que entraron. Como vieron que estaba muy oscuro decidieron<br />
salir e ir por unas linternas para todos y un poco<br />
de comida y agua. Al regresar, entraron y se separaron<br />
en grupos de dos y de tres y fueron a explorar.<br />
43
Como ya estaba oscureciendo,<br />
cada uno se fue a su casa, pero<br />
ninguno podía dormir. Así que decidieron<br />
volver al hospital de nuevo.<br />
Encontraron un cadáver y se asustaron,<br />
pero lo que no sabían es que<br />
todo era una trampa. Continuará…<br />
Victoria Cillóniz<br />
La hoja seca<br />
Puntiaguda<br />
como los cuernos del alce<br />
con dos caras esponjosas.<br />
Áspera, como la lengua del gato.<br />
Sin agua, igual que el papel.<br />
Muerta ahora, pero tuvo vida<br />
hermosa,<br />
como la flor que pudo ser.<br />
Salvador Milla<br />
Cordegato. Mía Saco<br />
El róbot mágico. Camila Piqueras<br />
Fred y el mar<br />
Un día cualquiera, un chico llamado Fred salió a surfear.<br />
Una ola grande lo revolcó hasta la orilla. Pero justo antes,<br />
Fred sintió que el mar le decía algo. “¡Vete!”, sintió<br />
que le decía. Así que el chico decidió volver a la playa.<br />
Al día siguiente, Fred fue al mar otra vez. Se sumergió<br />
en el océano y se quedó sorprendido al ver toda la basura<br />
que había en el mar. Así que Fred decidió limpiar<br />
la basura. Una hora después, sus amigos lo encontraron<br />
y le preguntaron qué estaba haciendo. Fred les dijo<br />
que estaba limpiando la basura del mar. Sus amigos se<br />
rieron y le preguntaron por qué estaba limpiando y no<br />
se estaba divirtiendo. Él les dijo que no podemos dejar<br />
sucio el lugar porque hay que cuidar el planeta donde<br />
vivimos. Sus amigos, al final, lo ayudaron a recoger toda<br />
la basura restante.<br />
El tiburón sobresaliente. Sebastián Gonzales<br />
Al día siguiente, Fred paseaba por la playa y de repente<br />
el mar le habló de nuevo. “Gracias”, le dijo. Fred le contestó<br />
muy feliz: “No hay de qué”.<br />
Luka Page<br />
Mundo mejor<br />
A todas las personas del pueblo les asustaba la casa<br />
de la esquina. La casa estaba abandonada desde 1874,<br />
ya habían pasado dieciocho años, hasta que un niño<br />
El ajolote. Diego Mélinchon<br />
44
se cansó y entró. Las personas, asustadas, esperaban<br />
afuera. El niño solo vio una cosa delante de él: una caja.<br />
Se iba a ir, pero sintió que la caja lo llamaba, se volvió y<br />
vio pasar una sombra. Tenía que abrirla, ¡tac!, la abrió. En<br />
la caja había un gato rojo y un sombrero. “Hola”, le dijo el<br />
gato. El niño se asustó tanto que casi se va, pero pensó<br />
“Estoy acá para hacer un mundo mejor”. “¿Qué hace el<br />
sombrero?”, preguntó. “El es el primer paso”. “¿De qué?”<br />
“De un mundo mejor”. “¿Y qué hacemos?”. “Métete al<br />
sombrero”.<br />
Estaban en la selva. “¿Qué hacemos aquí?”, preguntó el<br />
niño. “Vamos a salvar a los animales”. “Okey”. Del sombrero<br />
salió una flauta. “Toca”, le dijo. De la flauta salió<br />
una música hermosa. Todos los animales vinieron ahora<br />
al lugar seguro. De repente, apareció en la casa.<br />
Mariano Flores<br />
Elefantesaurio. Ramiro Franco<br />
La diablita<br />
La diablita salió a pasear.<br />
Es muy bonita y quiere caminar,<br />
está asustada, se ha perdido.<br />
Está cansada,<br />
quiere volver a un lugar conocido.<br />
Está contenta,<br />
volvió al lugar que ama.<br />
Comió una paleta<br />
y se fue a la cama.<br />
Emma Arce<br />
La flor mágica. Fabiana Reyes<br />
La sirena. Martina Márquez El zorro. Asiri Mujica Bailarina. Julieta Barragán<br />
45
Quinto grado<br />
El origen de las montañas<br />
Hace mucho tiempo, los grandes felinos cazaban sin<br />
piedad a los animales con menor destreza: suricatos,<br />
babuinos, cebras y gacelas. ¡Todos los animales estaban<br />
hartos! Un día, se reunieron a buscar la forma de ponerle<br />
fin al abuso de los felinos. Varios dieron sus mejores<br />
ideas hasta que el astuto zorro le dijo al camello: “Si la<br />
Tierra tuviera la forma de tus jorobas, nos subiríamos a<br />
la copa y veríamos a lo lejos a los felinos acechándonos”.<br />
El suricato dijo: “Es una excelente idea, pero ¿cómo lo<br />
vamos a lograr?” El babuino contestó: “Muy fácil, haremos<br />
varias bolitas de tierra y las apilaremos una encima<br />
de otra”. La cebra dijo: “Ya, pero ¿no nos demoraremos<br />
mucho?” Y el elefante contestó: “¡Claro que no! Con mi<br />
gran trompa y mis enormes patas y la ayuda de todos<br />
ustedes lo lograremos en una noche”.<br />
Esa misma noche comenzó el trabajo. Antes del amanecer<br />
terminaron el gran montón de tierra. La gacela preguntó:<br />
“¿Y cómo se llamará esto?”, el babuino contestó:<br />
“Este montón de tierra se llamará montaña”.<br />
Inés Aller<br />
Día de bosque. Montserrat Planas<br />
Las estaciones<br />
Con sus hojas naranjas y rojas,<br />
el otoño llega.<br />
Empieza el día, las hojas caen<br />
y todo empieza a enfriar.<br />
La primavera llega,<br />
las flores surgen.<br />
Con un dulce aroma<br />
el cielo se vuelve azul.<br />
El verano llegó,<br />
el cielo sigue azul,<br />
las olas del mar<br />
y la arena gris.<br />
El invierno llega,<br />
todo se vuelve a enfriar,<br />
usamos ropa de invierno<br />
para podernos abrigar.<br />
Josefina Cruzado<br />
Las blancas nieves<br />
Las blancas nieves<br />
caen del cielo suavemente<br />
como las hojas de los árboles<br />
en el cristalino suelo de hielo.<br />
La nieve cristalina<br />
desciende a mis hombros<br />
y casi ni la siento<br />
como si fuera arena blanca.<br />
Ahora, los campos están<br />
cubiertos de nieve<br />
un mar de perlas<br />
que brillan como la luna.<br />
Uma Tola<br />
El caballo de Troya<br />
Galopando velozmente<br />
por el hermoso día resplandeciente<br />
con gotas de sudor por toda la frente<br />
sin parar hasta la muerte.<br />
Sin cesar hasta el más allá cabalgando<br />
sin dejar de jadear nunca paró<br />
a descansar a su destino soñado.<br />
Sin beber agua de la fuente<br />
choca con una roca brutalmente<br />
con una cicatriz en la pata trasera<br />
no se rindió y puso la mirada en frente.<br />
Hasta llegar a su destino<br />
segado y reluciente<br />
nunca se rindió, él siempre luchó,<br />
pero no lo pudo cumplir finalmente.<br />
Alonso Pestana<br />
46
Las aves de la tarde<br />
Cuando en la mañana<br />
ponemos tu comida en el pasto<br />
tú vienes en la tarde<br />
y enciendes el jardín.<br />
Avecita de la tarde<br />
con tus plumas tan hermosas,<br />
que parecen de seda y algodón<br />
de color azul plateado<br />
como la luna a tu alrededor.<br />
No te vayas,<br />
aún hay mucho qué comer<br />
o lo vas a guardar<br />
para otro atardecer.<br />
Cuando ya llega la hora,<br />
siempre te vas,<br />
pero mañana volverás<br />
para alegrar a todo el hogar.<br />
Matilda Nieto<br />
Haiku<br />
La brisa en mi cara,<br />
la ola revienta.<br />
Lulú juega.<br />
Aitana Soto<br />
Haiku<br />
Los árboles escuchan<br />
a los animales<br />
como el viento.<br />
Catalina Larco<br />
Halcón<br />
Ave audaz<br />
que va abriendo camino,<br />
que siente y es muy persistente.<br />
A veces te resientes<br />
y vas enfrentando el azar.<br />
Caminando vas improvisando<br />
como un guerrero valiente.<br />
Lautaro Fernández Maldonado<br />
Jirafas<br />
Un día, dos jirafas estaban durmiendo cuando un humano en<br />
un carro sospechoso se llevó a la madre de ambas. Cuando despertaron,<br />
no vieron a su madre, pero sí vieron manchas de combustible.<br />
Ellas pensaron que alguien se la había llevado, como<br />
a su padre en el pasado. Entonces, emprendieron un viaje para<br />
encontrarla.<br />
Autorretrato. Santiago Rivera<br />
Cuando estaban a la mitad del camino, un león hambriento se<br />
paró delante y corrió hacia ellas. Las jirafas, al ver que no era<br />
nada amable, corrieron hacia las marcas de combustible. Como<br />
el león estaba muy débil, no pudo correr mucho y se detuvo. A él<br />
se le veía muy hambriento, porque estaba muy flaco. Como las jirafas<br />
eran buenas, le dieron la única comida que tenían: hierbas.<br />
Él no comía hierbas, pero las jirafas le dijeron que lo intentara.<br />
En el camino se encontraron con unos elefantes y el más sabio<br />
se acercó a ellos, era un elefante especial. Les dijo que lo siguieran<br />
y así lo hicieron. Se alejaron mucho de la tribu. Cuando ya<br />
se estaban cansando, encontraron una ciudad. “¡Una ciudad!”,<br />
dijo una de las jirafas llamada Minituchi. Todas las personas que<br />
se encontraban a su paso se asustaron. Sin embargo, después<br />
de un rato llegaron a un lugar extraño y ahí apareció su mamá.<br />
Estaban a punto de ponerle una sustancia tóxica. Felizmente<br />
la pudieron rescatar, aunque luego aparecieron unos cubos<br />
extraños en el cielo que las secuestraron…pero esa ya es otra<br />
historia.<br />
Aryuna Chirinos<br />
Autorretrato. Andrea Rosadio<br />
47
Visita a la playa. Miranda Guzmán Frida. Lía Uccelli La dama. Paz Arango<br />
Las cuatro etapas de las estaciones<br />
En un día nublado<br />
con el viento soplando,<br />
las ramas caen,<br />
el sol se esconde<br />
y comienza la garúa.<br />
Los pájaros cantan mientras<br />
otros vuelan y cuando la luna viene<br />
las estrellas llegan de par en par.<br />
La música suena<br />
y los árboles bailan,<br />
la lluvia cae y los pájaros cantan,<br />
el café se prepara<br />
mientras la neblina no falta.<br />
El sol viene y las flores crecen,<br />
azul se vuelve el cielo<br />
como las olas del mar.<br />
Isabella Sotomayor<br />
Invierno<br />
Llega el invierno<br />
el pasto se tiñe<br />
de un color celestial.<br />
Para esta época<br />
nada normal.<br />
Mientras tú duermes,<br />
ocurre un fenómeno<br />
nada normal:<br />
la aurora boreal.<br />
Entra en escena<br />
la Navidad,<br />
una festividad<br />
no solo para regalar<br />
sino para en familia estar.<br />
Termina el invierno<br />
con mucha emoción<br />
porque la primavera<br />
se viste de color.<br />
Maximiliano Eguren<br />
Soy fuego<br />
Soy fuego,<br />
fuego de fogata ardiente.<br />
Antorcha que da luz al pueblo.<br />
Doy calor humano,<br />
por eso mi nombre es Ignacio.<br />
Ignacio Portocarrero<br />
Dragón chino. Valeria Cuéllar<br />
48
El oso miedoso<br />
Un día me desperté por algunos ruidos raros, me asusté y bajé a<br />
desayunar con mi mamá. Salí al bosque para pasear un poco. Había<br />
muchos árboles. Pasó poco tiempo cuando me di cuenta de que me<br />
había perdido, me asusté nuevamente y escuché los mismos ruidos<br />
que había escuchado en la mañana.<br />
Me pareció raro, fui a revisar y vi a un oso. “¡Ahhhh!”, grité desesperada.<br />
Luego me calmé y observé que el oso era tímido y tenía una<br />
herida. Lo cuidé y lo curé. Avanzamos juntos y vimos un túnel oscuro,<br />
terrorífico y oculto. Lo cruzamos sin miedo y encontramos un<br />
paraíso extraordinario. Exploramos el lugar y había un montón de<br />
animales como conejos, perros y muchos gatos bonitos.<br />
Fuimos pasando, vimos un duende misterioso y lo seguimos. Era rápido,<br />
llegamos al lugar y había una olla de oro, sin embargo, no robamos<br />
nada. Regresamos pronto al bosque. El oso miedoso se quedó<br />
con su familia, yo me fui con la mía y vivimos felices para siempre.<br />
Keira Sánchez<br />
El búho que no vuela<br />
Había una vez un búho que no volaba, se llamaba Hántani. Desde<br />
que nació, Hántani tenía una condición que no le dejaba agitar sus<br />
alas para volar. Cuando tenía tres añitos, sus padres lo abandonaron<br />
en el desierto para nunca más volverlo a ver.<br />
Después de un tiempo, se acostumbró a vivir en el desierto, casi<br />
nunca pasaba hambre y siempre intentaba volar, pero era en vano.<br />
Hasta que un día, cuando tenía seis años de edad, vio desde lejos<br />
un águila durmiendo. Se preguntó si estaba viva o muerta, así que<br />
esperó durante cuatro horas hasta que despertó. El águila le explicó<br />
que no tenía a dónde ir y que se llamaba Haco.<br />
Dragón. Patricio Márquez<br />
A Hántani se le ocurrió una idea, le dijo que podía quedarse en su<br />
casa, que por cierto era grande y hecha de rocas, pero a cambio de<br />
que le enseñara a volar. Haco aceptó, Hántani le enseñó su casa y le<br />
dio agua, un poco de semillas y se fueron a dormir. Hántani y Haco<br />
vivieron juntos durante un año. Hasta que un día…Hántani supo volar.<br />
Hasta ahora siguen viviendo juntos y viajan por todo el mundo.<br />
Victoria Aznarán<br />
Los hermanos<br />
Estos dos hermanos eran muy unidos, pero pronto dejaría de ser así.<br />
Les tocaría pelear para saber quién iba a mandar. A la manada le faltaba<br />
un día para la pelea, se estaban alistando y el que perdiera, se<br />
iría y tendría que estar oculto por el resto de su vida.<br />
Llegó el día y se preparaban para batallar. Leo, que era el más grande,<br />
no estaba listo. Lionel, el más chiquito, estaba más que preparado.<br />
El gato soñador. Borja Sarmiento<br />
49
Cada uno tenía sus diferencias. Leo<br />
era grande y listo, pero sensible al<br />
cambio. Lionel era chiquito, pero<br />
muy fuerte de mente. El que ganara<br />
pondría una ley, la que él deseara, y<br />
nunca nadie la podría deshacer.<br />
La pelea empezó, hubo muchos<br />
golpes y el primero que cayó fue<br />
Lionel y Leo ganó. Cuando se marchó,<br />
Leo se pasó dos meses pensando<br />
qué regla poner. Pensó,<br />
pensó y pensó. La regla fue nunca<br />
tener que pelear sino que todo sea<br />
por democracia.<br />
Bruna Castro<br />
Pensando. Salvador Fernández<br />
Valentino. Luciano Dacal<br />
Vasco en el río<br />
Vasco es un pájaro incomprensible, quiere algo y después<br />
de un minuto, quiere otra cosa. Nadie lo entiende.<br />
Un día, estaba bañándose en el río, cuando de pronto<br />
escuchó una voz que decía: “Vasco, no nos pises, por<br />
favor”. Vasco miró hacia abajo y había dos peces, pero<br />
no le importó y los pisó. Los peces se ocultaron, estaban<br />
aterrados, se preguntaban por qué lo hacía, pero a él no<br />
le importó.<br />
Cuando llegó a la orilla del río, se cayó en una roca y se<br />
rompió una pata. Los peces vieron que estaba adolorido<br />
y decidieron ayudarlo. Lo curaron y Vasco se dio cuenta<br />
del error y se disculpó regalándole una casita de madera<br />
para que puedan ver la superficie. Desde ese día siempre<br />
mira por dónde camina.<br />
Cristóbal Caparó<br />
El dios de Marte<br />
Como el dios de Marte, me llamo Marcello.<br />
Soy tan fuerte como el acero.<br />
“Martillo” es mi nombre,<br />
herramienta creada por el hombre.<br />
Sé que mi nombre significa Marte<br />
por eso este poema es arte.<br />
Marcello Lanatta<br />
El origen del cristal<br />
Hace muchos años, en la isla de Mastovich, existía un<br />
volcán llamado Fancourt. Este volcán llevaba dormido<br />
cien años. La población estaba a la espera de su erupción<br />
ya que su lava era muy especial, era una lava blanca<br />
como las nubes y, lo que era más extraño, fría como la<br />
nieve.<br />
En la isla vivía un niño llamado Mastenio, que desde pequeño<br />
sentía gran atracción por los volcanes. Una tarde,<br />
el volcán empezó a botar humo de color carmesí, indicando<br />
que se estaba activando. Horas más tarde, empezó<br />
la erupción con una fuerte explosión que asustó a<br />
los pobladores. La lava blanca cayó cerca al pueblo, pero<br />
no causó daños.<br />
Al día siguiente, Mastenio salió a tomar una muestra<br />
para estudiarla en su casa. Recogió un poco en un balde<br />
de acero y descubrió que al agregarle agua, la lava<br />
se volvía transparente, dura al tacto, pero sumamente<br />
frágil al caer al suelo. Además, podía moldearse si la ponían<br />
a altas temperaturas. Hizo varios ensayos y logró<br />
moldear la lava en muchas formas. A este material se le<br />
llamó cristal.<br />
Joaquín Ríos, María O´Brien y Facundo Gabillo<br />
<strong>50</strong>
Promoción XLI / Sexto grado<br />
Valentina Álvarez Aráoz<br />
Aurelia Álvarez Canziani<br />
Emilio Aramburú Gruenberg<br />
Emil Arrarte Lay<br />
Uma Baca Waller<br />
Paula Ballumbrosio Solis<br />
Matías Calero Álvarez<br />
Malena Carpio Flores Guerra<br />
Álvaro Castillo Zabala<br />
Emilio Dezar Cunliffe<br />
Nahuel Elías Sibadón<br />
Olivia Gálmez Suárez<br />
Alba Grimaldi Mosqueira<br />
Catalina Hinojosa Pardave<br />
José Gabriel Landázuri Sologuren<br />
Cano Lúcar León<br />
Hania Malachowski O’Brien<br />
Ariana Miranda Eguren<br />
Julián Miranda Lores<br />
Marcelo Montani Paez<br />
Raffaella Montori Pazos<br />
Mara Osorio Macha<br />
Inés Reaño León<br />
Benjamín Rejas La Hoz<br />
Leonardo Roose Jaureguy<br />
Kaela Sánchez Calderón<br />
51
Sexto grado<br />
Como parte de sus pruebas para<br />
pasar a Secundaria, los alumnos<br />
de Sexto grado presentan<br />
investigaciones sobre temas de<br />
su interés. Aquí presentamos un<br />
poco de cada una.<br />
El metraje encontrado<br />
Elegí investigar sobre el<br />
metraje encontrado o falso<br />
documental porque me gusta<br />
la idea de que haya películas<br />
que estén grabadas por los<br />
protagonistas y que puedan<br />
jugar con la cuarta pared y haciendo<br />
cosas parecidas. Para<br />
hacer mi i nvestigación hice<br />
mi propio metraje encontrado;<br />
me costó tiempo, pero lo logré.<br />
Benjamín Rejas<br />
El buceo<br />
Me encanta el mar y<br />
la fauna marina en<br />
general, y el buceo<br />
es una forma de ver a<br />
los animales marinos<br />
en su hábitat natural.<br />
Desde que tengo<br />
memoria, siempre he<br />
querido bucear.<br />
El buceo no es solo un deporte al cual debes dedicarle<br />
horas, sino que también es una forma de ver el<br />
mundo, porque allá abajo hay mucha vida.<br />
Emil Arrarte<br />
El surf femenino<br />
Me gusta mucho<br />
este deporte.<br />
En especial, la<br />
sensación de<br />
deslizarse en el<br />
mar, fluir en armonía<br />
con la ola<br />
aprovechando su<br />
energía y dejarse<br />
llevar como si el<br />
tiempo dejara de<br />
pasar. Aprendí<br />
que el surf femenino ha evolucionado mucho, pasando<br />
por obstáculos en el camino; por ejemplo,<br />
ahora las mujeres pueden competir y disfrutar de<br />
muchas categorías en las competencias.<br />
Aurelia Álvarez<br />
La historia de la batería en el Perú<br />
Yo elegí este tema porque<br />
desde pequeño toco<br />
la batería y me encanta<br />
la música. Con esta<br />
investigación aprendí<br />
mucho sobre la batería<br />
en general, y cómo se<br />
ha desarrollado en el<br />
Perú. También aprendí<br />
sobre la fusión entre<br />
un género y el otro, que<br />
en el Perú hay muchos<br />
bateristas con mucho talento y que algunas bandas<br />
son conocidas en otros países.<br />
Emilio Aramburú<br />
La cámara de fotos<br />
Elegí la cámara de fotos<br />
porque me parece muy<br />
interesante cómo esta<br />
procesa la luz para<br />
capturar la imagen,<br />
parece magia. Esta<br />
investigación me ayudó<br />
a entender más sobre<br />
las cámaras y cómo<br />
logran crear una imagen<br />
a partir de luz. Me gustó<br />
mucho descubrir más<br />
sobre la fotografía antigua y la actual, y sobre nuevos<br />
fotógrafos que no conocía.<br />
Uma Baca<br />
52
Los fósiles<br />
Con este trabajo pude<br />
aprender más sobre los<br />
procesos de fosilización,<br />
sobre otras ciencias que<br />
están ligadas a la paleontología,<br />
y sobre cómo<br />
trabajan entre ellas. Fue<br />
interesante conocer la<br />
vida de paleontólogos<br />
que descubrieron los primeros<br />
fósiles y cómo estos fueron básicos para llegar<br />
a los conocimientos modernos, como el caso de Mary<br />
Anning y los coprolitos. Además pude conocer y visitar<br />
nuevos museos en el Perú y aprender sobre las instituciones<br />
que trabajan con los fósiles.<br />
Paula Ballumbrosio<br />
El ballet clásico<br />
Para mí, el ballet representa<br />
alegría, dolor,<br />
ira, confusión: miles de<br />
emociones. Pero también<br />
representa trabajo, compromiso,<br />
pasión y paciencia,<br />
porque mucha gente<br />
puede querer bailar ballet,<br />
pero si no tiene estas<br />
cosas no llegará muy lejos.<br />
Me dio mucha curiosidad<br />
conocer más sobre la historia de esta danza y sobre lo<br />
que hay detrás de bailar, y gracias a esta investigación<br />
pude ingresar más al mundo del ballet.<br />
Malena Carpio<br />
La escalada deportiva<br />
Aprendí que la<br />
escalada es un deporte<br />
muy exigente<br />
y que, a diferencia<br />
del fútbol, en el<br />
que siendo bueno<br />
con la pelota ya<br />
puedes jugar, en<br />
la escalada tienes<br />
que entrenar todas<br />
las partes del cuerpo.<br />
La escalada,<br />
aún siendo esencialmente<br />
física, requiere mucha inteligencia. En el<br />
Perú, recibe muy poco apoyo de las instituciones<br />
que promueven el deporte a pesar de que tiene<br />
muy buenas montañas y cerros para escalar.<br />
Matías Calero<br />
Animación 2D y 3D<br />
He aprendido sobre<br />
nuevos objetos que<br />
no conocía, como por<br />
ejemplo una mesa de<br />
luz que sirve para el<br />
anterior frame y usarlo<br />
como ejemplo y seguir.<br />
Es sorprendente que<br />
algo tan corto pueda<br />
tomar mucho más tiempo de lo que creemos: una animación<br />
que apenas dura cinco minutos tomó alrededor<br />
de nueve meses para terminarla. Me encanta animar.<br />
Álvaro Castillo<br />
El Lego<br />
Yo elegí este tema porque siempre me ha gustado<br />
jugar con bloques Lego. Mi curiosidad me llevó a<br />
descubrir más sobre su historia, qué lo hace tan<br />
interesante y qué posibilidades tiene este bloque.<br />
Durante el proceso, aprendí sobre la empresa<br />
Lego, sobre cómo se hacen paso a paso los<br />
bloques y pude visitar el lugar en el cual se crean<br />
estos mágicos bloques de plástico.<br />
Emilio Dezar<br />
53
El waterpolo<br />
La joyería<br />
Descubrí la joyería cuando tenía cinco o seis<br />
años. Siempre me la pasaba mirando cómo mi<br />
abuela hacía su arte. A veces las soldaba con<br />
fuego, las lijaba con una máquina pulidora, las<br />
metía en ácido, hacía muchas cosas más. La joyería<br />
existe desde el inicio de los tiempos, forma<br />
parte de la historia y es un arte que ha tenido<br />
una evolución importante, ya que comenzó<br />
siendo dientes y garras atadas a una pita y hoy<br />
en día son piedras preciosas incrustadas en oro,<br />
plata, bronce y cobre.<br />
Nahuel Elías<br />
Los albergues de perros<br />
Yo elegí los albergues<br />
de perros porque me<br />
interesa mucho cómo<br />
hacen las personas para<br />
obtener un sitio amplio,<br />
trabajadores o voluntarios,<br />
rescatistas y dinero<br />
suficiente para tener<br />
un albergue. Aunque<br />
parezca fácil, no lo es<br />
y el esfuerzo de esas<br />
personas para salvar a<br />
varios cachorros y perros<br />
es importante, y por eso<br />
son reconocidas como héroes para los perritos.<br />
Yo elegí el waterpolo porque hace unos seis años<br />
empecé a practicarlo y me pareció sumamente<br />
divertido, aunque a veces complicado. Al ser un<br />
deporte en equipo,<br />
requiere mucha comunicación<br />
y tratar de no<br />
contagiar sentimientos<br />
negativos entre los<br />
miembros del equipo.<br />
Jugar waterpolo es<br />
más difícil de lo que<br />
parece, sobre todo<br />
por la resistencia que<br />
tienes que tener.<br />
Catalina Hinojosa<br />
La tela artística<br />
Elegí este tema<br />
porque siempre<br />
he estado en<br />
relación con el<br />
circo y el teatro,<br />
porque mi mamá<br />
es productora:<br />
cuando mi<br />
hermano y yo<br />
éramos muy pequeños, nos llevaba a<br />
sus funciones. Al terminar aprendí bastantes<br />
cosas de la tela, como su historia y elementos,<br />
y los años que se lleva haciendo esta disciplina.<br />
Lo que más me sorprendió fue cuánto puede<br />
soportar una tela.<br />
Valentina Álvarez<br />
Alba Grimaldi<br />
54
El vóley<br />
Escalada<br />
en roca<br />
Yo escogí el tema de la escalada en roca porque<br />
practico escalada en rocódromo. Entonces, la<br />
escalada en roca era un nuevo tema diferente a<br />
lo que estoy acostumbrada, y como no conocía,<br />
me daba mucha curiosidad porque es un tipo de<br />
escalada diferente. Aprendí más sobre la historia<br />
de la escalada, como por ejemplo quién la creó,<br />
cuándo y dónde.<br />
Yo elegí este tema<br />
porque de chiquita<br />
siempre he jugado<br />
vóley y he admirado<br />
mucho este deporte.<br />
El vóley para<br />
mí siempre fue<br />
un deporte muy<br />
lindo y desestresante,<br />
pero yo no<br />
sabía cómo era un<br />
entrenamiento, cómo eran los saques, cómo<br />
respondía, qué tan complicada puede ser<br />
la vida de una jugadora. A mí nunca me han<br />
gustado los deportes y cuando me metieron<br />
al vóley, sentí una conexión con él.<br />
Ariana Miranda<br />
Olivia Gálmez<br />
La pastelería artística<br />
La animación en<br />
stop motion<br />
Yo siento que la<br />
animación es algo<br />
espectacular y muy<br />
extenso, por eso lo<br />
elegí, porque me<br />
parece una técnica<br />
fácil de hacer y<br />
sencilla de entender.<br />
Hace un par de años hice unos videos de esta<br />
técnica con mi papá, y desde ahí me interesó<br />
muchísimo.También había visto películas. Aprendí<br />
lo infinito que es el stop motion, porque se puede<br />
hacer con cualquier material. Además, es una de<br />
las primeras técnicas de animación e incluye otras<br />
técnicas, lo que lo hace muy amplio.<br />
Yo elegí mi tema porque me gusta mucho,<br />
ya que no se trata solo de un pastel simple<br />
y normal, sino de<br />
un pastel elaborado<br />
que representa algo.<br />
El proceso creativo<br />
es muy importante,<br />
porque puede ser<br />
el que más dure, ya<br />
que tienes que ponerte<br />
de acuerdo entre<br />
lo que quiere el<br />
cliente y entre lo que<br />
propone el pastelero<br />
según su estilo. La<br />
pastelería artística<br />
es muy bonita y es<br />
un reto, ya que cada torta es diferente.<br />
Raffaella Montori<br />
Cano Lúcar<br />
55
El kendo<br />
La pizza<br />
artesanal<br />
Decidí investigar<br />
acerca de<br />
la pizza artesanal porque es mi alimento favorito<br />
y lo podría comer en cualquier momento del día.<br />
La pizza es, para mí, un excelente complemento<br />
en momentos felices que me gusta compartir con<br />
las personas que más quiero. Me interesó conocer<br />
sobre su historia, qué significa su nombre, qué se<br />
necesita para hacerlas, entre otras cosas. Aprendí<br />
cómo elaborar una pizza con mis propias manos, y<br />
conocí las diferencias entre una pizza industrial y<br />
una artesanal.<br />
Yo elegí el kendo porque<br />
hace unos meses<br />
me interesé en una<br />
serie japonesa llamada<br />
“Kimetsu no yaiba”, en<br />
la que parte de la historia<br />
tiene que ver con<br />
el uso de la katana, por<br />
eso quise hacer un arte<br />
marcial en el que se<br />
usara la espada. Al terminar<br />
mi investigación<br />
aprendí que algunas cosas resultaron ser totalmente<br />
diferentes a como me las imaginaba. Aprendí sobre la<br />
historia del Japón, y cómo fueron afectados los japoneses<br />
en Perú en la Segunda Guerra Mundial.<br />
Mara Osorio<br />
Julián Miranda<br />
El karate y su<br />
historia<br />
Hice este tema<br />
porque desde los<br />
nueve años no<br />
practico karate, y<br />
en cierta forma lo<br />
extraño. Con esta<br />
investigación<br />
creo que me sentiré más cerca de mi deporte favorito<br />
de la infancia. Esta investigación sinceramente me ha<br />
ayudado a comprender también tanto la estructura<br />
del karate como su historia, ya que antes pensaba<br />
que nada más era para practicar, y ni siquiera me<br />
preguntaba los demás aspectos de este deporte.<br />
El skateboarding<br />
Cuando elegí este tema sabía que sería un reto<br />
para mí, pero gracias a esta investigación he<br />
podido saber mucho más sobre el skate, como que<br />
antes pensaba que existían solo dos tipos de skate,<br />
el clásico freestyle y el longboard, pero ahora<br />
sé que hay quince. Lo que más esperaba era poder<br />
hacer trucos, pero como no me gusta el dolor no<br />
me atrevo a hacerlo todavía, aunque seguro iré<br />
aprendiendo.<br />
Hania Malachowski<br />
Marcelo Montani
La cerámica a mano<br />
La gimnasia<br />
artística de piso<br />
Elegí este tema porque<br />
es la disciplina<br />
que practico desde<br />
los seis años y la que<br />
me ha dado muchas<br />
satisfacciones. Algo<br />
que me llamó la atención<br />
es el impacto<br />
que tiene este deporte en el desarrollo físico y<br />
psicológico de los gimnastas. Aparte de la disciplina,<br />
exige mucha seguridad, concentración y<br />
esfuerzo, y por eso quise averiguar mucho más<br />
de lo que ya conocía por el hecho de practicarlo.<br />
Kaela Sánchez<br />
Yo elegí la cerámica a mano porque desde que tengo<br />
siete años voy a un taller y me fascina. Cuando<br />
entré no sabía hacer casi nada, y con la práctica he<br />
logrado hacer trabajos<br />
cada vez más complejos.<br />
Lo mismo me pasó con<br />
la investigación, ahora<br />
conozco mucho más.<br />
Descubrí que las culturas<br />
peruanas representaban<br />
todo en cerámica,<br />
como un registro de la<br />
historia. Todas las piezas<br />
que vi en el Museo<br />
Larco muestran algo de<br />
su vida cotidiana, o algo relacionado con los dioses o<br />
animales.<br />
Inés Reaño<br />
La operación Chavín de Huántar<br />
El taekwondo<br />
Yo elegí investigar<br />
sobre el taekwondo<br />
porque<br />
es un deporte<br />
que practico y<br />
me ayuda a tener<br />
más fuerza,<br />
buena postura,<br />
disciplina y a aprender a defenderme. Después de haber<br />
realizado esta investigación he aprendido mucho de su<br />
historia. Además, practicarlo es bueno para el desarrollo<br />
de los reflejos, para ser más disciplinado, para ser puntual,<br />
tener una buena postura y ejercitar los músculos.<br />
Por estos y otros beneficios que brinda lo recomiendo a<br />
personas de todas las edades.<br />
Yo elegí este tema porque desde chico me gustan<br />
los temas militares y porque mi tío es un comando<br />
Chavín de Huántar.<br />
Además, es<br />
una oportunidad<br />
para aprender<br />
sobre la operación<br />
de rescate<br />
de rehenes.<br />
Asimismo, me<br />
llama la atención<br />
que sea un tema<br />
recurrente en los<br />
debates políticos<br />
hasta hoy, cuando<br />
sucedió en 1997.<br />
Después de esta<br />
investigación aprendí que estas operaciones no son<br />
para nada simples y se tienen que preparar mucho.<br />
Leonardo Roose<br />
José Gabriel Lándazuri<br />
57
Los alumnos de Secundaria<br />
nos presentan una selección de<br />
cuentos y poemas en su sección.<br />
También encontramos dibujos,<br />
pinturas y fotografías.<br />
Primero de media<br />
Ella es Marta, es una ama de casa, se dedica a cocinar,<br />
lavar platos, etc. Vive en la casa de su marido.<br />
A Marta le gusta cantar, siempre que canta le sube<br />
el ánimo, ahora mismo se pregunta: ¿a qué hora<br />
llegará mi marido? Pero lo único que puede hacer<br />
es seguir trabajando y lamentándose por tener<br />
ese trabajo. Últimamente los vecinos de Marta se<br />
preguntan: ¿qué pasó con Marta? Y no es que la<br />
hayan raptado ni nada por el estilo, y es que Marta<br />
está feliz, y no tiene necesidad de cantar.<br />
Hoy día, Marta ha hecho pan pero un pan diferente<br />
a los demás, este pan es crujiente por fuera<br />
y blando por dentro. Ha decidido hacer muchos<br />
panes e ir a venderlos al pueblo pero fue una mala<br />
idea, nadie quiso comprar su pan por la apariencia<br />
que tenía. Marta se fue triste a su casa por no haber<br />
podido vender nada pero justo antes de llegar<br />
a la calle donde vivía, un señor la detuvo y le compró<br />
todos sus panes. Estos panes tenían la cantidad<br />
perfecta de harina y sal y nadie podía hacer un<br />
pan como ella. A partir de ese día Marta sale a vender<br />
más panes al señor muy amable que le ayudó<br />
mucho.<br />
Mateo Espinoza<br />
La lechera,<br />
Johannes Vermeer<br />
(1658-1660)<br />
Querida María:<br />
Esta semana ha sido muy extraña y agotadora.<br />
Hace unos días, mientras regresaba a mi casa, me<br />
encontré con una señora triste con una nube en la<br />
cabeza. Me pareció algo bastante extraño, no pude<br />
contener la curiosidad y le hablé. Primero me acerqué<br />
cuidadosamente. Ella estaba sentada en una<br />
banca del parque María Reiche llorando mientras la<br />
nube botaba agua de lluvia sobre su cabeza. A pesar<br />
de su tristeza y de estar toda mojada, ella demostraba<br />
su bondad y le daba de comer a las palomas.<br />
Me senté a su costado y le dije:<br />
-Hola, soy Ariana. Perdón que me meta, pero…<br />
¿por qué llora? ¿La puedo ayudar con algo?<br />
Inmediatamente después, me empezó a contar<br />
que la despidieron de su trabajo recientemente<br />
por culpa de la nube que trae siempre en su cabeza.<br />
Se trata de una nube mágica que aparece cuando<br />
no está feliz para poner en evidencia sus sentimientos.<br />
Si está triste, la nube bota agua de lluvia;<br />
si está molesta, la nube bota rayos y truenos; si alguien<br />
le está cayendo mal, la nube se pone negra,<br />
y así sucesivamente. Ella me siguió contando:<br />
-Normalmente puedo controlar mis sentimientos<br />
y además, por lo general, soy una persona feliz. Entonces<br />
la nube no aparece por largas temporadas.<br />
Sin embargo, en los últimos tiempos he estado<br />
Abigail Mumenthaler<br />
58
teniendo unas pesadillas horribles que no puedo<br />
controlar. Eso ha hecho que tampoco cuando estoy<br />
despierta pueda controlar mis sentimientos.<br />
María, te juro que me dio tanta pena que casi me<br />
pongo a llorar con ella. ¿Te imaginas qué horrible<br />
sería que todo el mundo sepa todo el tiempo lo que<br />
estás sintiendo? Como tú eres psicóloga, pensé<br />
que quizás podías ayudarla. Le he preguntado en<br />
qué consiste su sueño y me ha dicho que empieza<br />
todo normal, con ella en un restaurante con unos<br />
amigos. Pero cuando se levanta para pedir la cuenta<br />
y se voltea, se da cuenta de que todo empieza a<br />
desaparecer. Entonces, con el susto, empieza a correr<br />
hacia su casa para ver a su familia, pero todo lo<br />
que ha pisado desaparece. La pesadilla es terrible<br />
pues nunca logra llegar a su casa, pues siempre se<br />
despierta antes. Mínimo dos veces a la semana el<br />
mismo sueño reaparece.<br />
Luego de un mes de soportar estas pesadillas,<br />
la nube ha aparecido y no se quiere ir. En su trabajo,<br />
ocurrió que cada vez que habla con su jefe la<br />
nube se pone negra. Además, cada vez que está<br />
en reuniones la nube echa chispas y se oyen truenos<br />
en toda la oficina. Todo el mundo sabe lo que<br />
eso significa y su jefe ya no la aguantó más, y por<br />
eso la despidió.<br />
María, me parece todo tan injusto… Las otras<br />
personas de su trabajo de hecho también se estresan,<br />
o están tristes o no les caen algunos de sus<br />
compañeros, pero ellos siempre sonríen y nadie<br />
se entera. La señora de la nube, en cambio, no hay<br />
cosa que pueda ocultar.<br />
Recuerdo que tienes en tu consultorio un reloj<br />
mágico marca Rólex de 2 metros de alto, que es a<br />
la vez una máquina que hace un baile especial para<br />
hacer reír a los pacientes y que mejoren su estado<br />
de ánimo. Además, el reloj vende una leche fresca<br />
caliente que creo que ayudaría mucho a que la señora<br />
de nube se sienta mejor. ¿Crees que puedas<br />
usarlo para animarla?<br />
Por favor, dime qué piensas de todo esto y si<br />
crees que puedes ayudarla. No sé realmente, si es<br />
mejor que la ayudes a controlar sus sentimientos<br />
para que esté siempre feliz y la nube no aparezca.<br />
O quizás deba aprender a vivir con la nube y superar<br />
que las personas sepan cómo es que se siente.<br />
Espero tu respuesta y yo misma la llevaré hasta<br />
tu consultorio.<br />
Abrazos,<br />
Ariana<br />
Luna Diez Canseco<br />
Amalia Lara<br />
Los niños desaparecidos<br />
Sofía era una chica muy carismática y era muy<br />
atenta a su alrededor. Le encantaba el misterio y el<br />
terror, le gustaba tanto que quería convertirse en<br />
detective. Sofía tenía una hermanita menor, Susi,<br />
a la cual amaba mucho.<br />
Un día, cuando Sofía estaba regresando del colegio<br />
con su mejor amiga Natalia, quien se iba a quedar<br />
a dormir en su casa, recibe una llamada de su<br />
madre que le dice: “Sofía, tu hermana desapareció<br />
desde hace media hora; la mandé a hacer un recado<br />
y aún no vuelve, lo acabo de reportar a la policía,<br />
pero dijeron que iban a comenzar a buscar mañana<br />
por la mañana. No quiero que te pase algo a ti, así<br />
que vuelve rápido.” Su voz era temblorosa y parecía<br />
como si estuviera llorando. Sofía se apresuró, junto<br />
con Natalia, y cuando llegaron vieron que no había<br />
nadie en casa, pero vieron una nota en la mesa del<br />
comedor y la agarraron, esta decía: “Tu padre y yo<br />
fuimos a buscar a tu hermana, pide comida con tu<br />
amiga, dejé un poco de dinero en tu cuarto.”<br />
Sofía y Natalia fueron al cuarto de Sofía y agarraron<br />
el dinero, fueron a la sala, llamaron para pedir<br />
pizza y unas gaseosas. Minutos después llegó<br />
la comida, Sofía se levantó y abrió la puerta. Le<br />
entregó el dinero al repartidor y después el repartidor<br />
se fue. Cuando estaba a punto de cerrar vio<br />
una sombra parecida a su hermana. Sofía se asustó<br />
cuando vio la sombra, pero pensó que era su<br />
imaginación así que solo cerró la puerta. Se dirigió<br />
hacia la sala y puso la pizza y la gaseosa en la mesa<br />
de la sala, después fue a la cocina y, mientras se<br />
dirigía a la cocina, volvió a ver la sombra. Esta vez<br />
pensó que se estaba volviendo loca, pero aun así<br />
decidió ignorarlo. Agarró dos vasos de la cocina y<br />
59
volvió a la sala, pero ella sentía que alguien las estaba<br />
observando, aunque siguió ignorándolo.<br />
Sofía y Natalia pusieron una película para ver<br />
mientras comían pizza y tomaban gaseosa. Una<br />
hora después terminaron de ver la película, así que<br />
decidieron ir al cuarto de Sofía. En el camino vieron<br />
el cuarto de Susi y cuando entraron, ambas vieron<br />
una sombra. Se asustaron así que salieron rápidamente<br />
del cuarto. Sofía pensó que fue la única que<br />
lo vio, hasta que Natalia dijo: “¿Es mi imaginación o<br />
pasó una sombra ahí?”. A lo que Sofía le contestó<br />
un poco atemorizada: “No, yo también lo vi, no creo<br />
que sea tu imaginación”.<br />
Las dos decidieron dejar de hablar del tema<br />
porque les asustaba, así que solo fueron a la habitación<br />
de Sofía para ver películas en su cuarto,<br />
cuando Sofía dijo:<br />
-¿Qué tal si esa sombra nos quiere decir algo?<br />
-No creo, creo que sería mejor no involucrarnos<br />
en nada peligroso -contestó Natalia un poco más<br />
calmada.<br />
-Vamos, hay que acercarnos a la sombra, no creo<br />
que pase nada.<br />
-Suena peligroso, pero, ¿por qué quieres acercarte<br />
a la sombra?<br />
-Porque sería mi momento de resolver un caso o<br />
algo paranormal y tú sabes que siempre quise eso.<br />
-Ya, bueno, pero solo lo hago por ti.<br />
Sofía y Natalia se dirigieron al cuarto de Susi, donde<br />
por última vez vieron a la sombra. Estaban en<br />
el pasillo cuando de repente apareció la sombra.<br />
Las chicas se asustaron bastante, pero Sofía se<br />
armó de valor para acercarse a la sombra, agarró<br />
Catalina Caparó<br />
la mano de Natalia y juntas se fueron acercando<br />
a ella. Cuando ya estaban tan cerca de la sombra,<br />
la sombra abrió un agujero como si fuera su boca<br />
y después de eso ya no se supo nada de Sofía y<br />
Natalia, nunca jamás.<br />
María José Vargas<br />
El ser en mi ventana<br />
Como todas las noches<br />
veo por la ventana<br />
Como todas las noches veo<br />
al ser verde con alas grises<br />
Como todas las noches<br />
lo saludo esperando respuesta<br />
Como todas las noches<br />
me quedo viéndola con<br />
esperanzas<br />
que la próxima noche<br />
me salude<br />
Como todas las noches<br />
a la noche siguiente sigue ignorándome<br />
Como todas las noches me duermo<br />
esperando<br />
que la historia<br />
no se repita.<br />
Ezequiel Furgiuele<br />
Catalina Llopis<br />
60
Día cambiaformas<br />
Jugando de pequeña vi flores creciendo<br />
Cada vez más grandes y coloridas<br />
cambiaban de forma cada dos segundos<br />
y nadie se daba cuenta de lo que hacían.<br />
Le dije a mi mamá y no me creyó<br />
Fue y vio las flores, ahora eran más<br />
rebasaban la gama de colores arcoíris<br />
en un minuto.<br />
El cielo también aumentó colores y formas<br />
todo cambió ese día<br />
Ahora todo es de colores invertidos<br />
y formas distintas.<br />
Alana De Vivanco<br />
Cristóbal Sevilla<br />
Oda a la filosofía<br />
Eres simple y no hablas, escuchas bien<br />
y entiendes bien.<br />
Contigo todo lo entiendo mejor<br />
no hay respuesta correcta<br />
ni te puedes equivocar<br />
una palabra pueden ser mil cosas<br />
contigo mil horas paso<br />
y no llego a nada pero contigo<br />
una pregunta termina en mil preguntas.<br />
Invierno de 1946, Andrew Wyeth<br />
Él es Pablo, es muy ambicioso. Él escuchó un rumor:<br />
el que encontrara una piedra en el desierto<br />
podría pedir cualquier deseo, incluso la inmortalidad.<br />
Pablo entonces fue a ese desierto en su auto;<br />
pero lo que no había escuchado fue que, mientras<br />
más se acercara a la piedra, el viento sería muy<br />
fuerte. Avanzó y el viento se estaba volviendo más<br />
y más fuerte, y en un momento el viento se volvió<br />
tan fuerte que llegó a romper la luna de su carro.<br />
Entonces, tuvo que abandonar su carro y caminó<br />
muy lejos, pero el viento era tan fuerte que se había<br />
perdido, y lo tumbó. Él, a punto de morir, pensó:<br />
“¿Cómo… es que mi codicia me llegó a matar…?”<br />
Murió muy cerca del tesoro.<br />
Luna Flórez<br />
Una gota de agua es un pensamiento<br />
simple a la ciencia,<br />
pero para la filosofía puede ser<br />
un millón de pensamientos.<br />
¿Eres tú o soy yo, soy yo o eres tú?<br />
La pregunta es cómo lo sabremos.<br />
Los científicos pasan años<br />
intentando averiguar el infinito,<br />
ese número que les consta a todos<br />
pero es tan simple y tan poderoso.<br />
¿El número es tan importante?<br />
Tienes que decirme la respuesta o si no,<br />
yo explotaré.<br />
Un vasto conocimiento<br />
es un vasto poder en tus manos.<br />
Más tranquilo estoy contigo.<br />
En mi corazón está la filosofía.<br />
Maximiliano Gianella<br />
61
Aylen Zapata<br />
La sombra<br />
En el año 1992 ocurrió algo que dejó marcada a<br />
toda la ciudad de California. En la noche del 31 de<br />
octubre, en la casa de los Miller, ocurrió una tragedia.<br />
El hijo mayor de los Miller, llamado Hasbulla, estaba<br />
acostado en el sofá de la casa, relajadamente,<br />
viendo la televisión, cuando de pronto se escucharon<br />
golpes en la puerta. El joven corrió hacia ella,<br />
para abrirla, y resulta que era su hermano menor,<br />
llamado Tomi. Le preguntó qué pasaba y él asustado,<br />
le dijo que alguien lo había estado siguiendo.<br />
Le dijo que debía de ser una broma, pero después<br />
de eso miró a la puerta en la que se traspasaba una<br />
sombra tenebrosa. Hasbulla se asustó mucho, por<br />
dentro, pero no quiso demostrar su temor frente a<br />
su hermano, así que se contuvo.<br />
Esa misma noche, volvió a asomarse por la<br />
puerta dicha sombra y Hasbulla estaba asustado<br />
y en ese mismo momento sonó el teléfono. Él contestó<br />
y escuchó una voz misteriosa, que le dijo:<br />
-Te puedo ver desde donde estoy. ¿No quieres<br />
salir?<br />
El joven entró en un ataque de pánico e inmediatamente<br />
cortó el teléfono. Fue donde estaba su<br />
hermano, para tranquilizarlo, pero misteriosamente,<br />
este no estaba: había desaparecido.<br />
Se empezaron a escuchar gritos afuera, él no<br />
sabía qué hacer. Intentó ubicar a sus padres, pero<br />
le resultó imposible, porque esa misma noche estaban<br />
en una reunión de negocios, así que tenían<br />
sus teléfonos apagados. Cuando de un momento<br />
a otro se escuchó un ruido dentro de la casa. Así<br />
sintió a alguien detrás suyo: era la persona misteriosa.<br />
Estaban Hasbulla y él, uno al frente del otro.<br />
La persona misteriosa sacó una pistola, con lo que<br />
parecía ser sangre, lo único que pasó por su mente<br />
fue que su hermano ya no estaba con vida y que él<br />
pronto podría estar igual.<br />
Hasbulla le preguntó que quién era, y la sombra<br />
misteriosa se quitó la capucha: resulta que era su<br />
mejor amigo, llamado Marcelo. Le gritó sobre qué<br />
le pasó por la cabeza para hacer eso, y también,<br />
cómo consiguió una pistola verdadera. Marcelo le<br />
dijo que era de su papá, que era policía, pero que<br />
de todas formas no tenía balas. Inmediatamente<br />
se empezaron a reír, pero Hasbulla aprovechó y lo<br />
empujó, al parecer fue muy fuerte, ya que Marcelo<br />
se cayó y disparó… Resulta que la pistola sí tenía<br />
balas y encima estaba cargada.<br />
Todo pasó de ser una broma, a ser una muerte<br />
más en la ciudad de California. Llevaron a Marcelo<br />
a la cárcel y todo quedó así.<br />
Salvador González<br />
Lucía Blanco<br />
62
Francesca Ceruti<br />
El pez<br />
Oda a Xiao<br />
Muy querido por todos lados y todas direcciones<br />
un silbido se oye resonando<br />
como eco en una caverna<br />
color ámbar brillante<br />
saltos de metros de altura hasta alcanzar<br />
la posición de la luna redonda.<br />
Aura asesina y aterradora<br />
para los mortales,<br />
pero<br />
¿Cómo temerle?<br />
Mirada seria,<br />
parece tan grande<br />
o tal vez<br />
realmente no.<br />
La brisa chocando en contra suyo<br />
y<br />
revoloteando sus cabellos,<br />
siempre solitario<br />
aunque<br />
esté rodeado de muchos<br />
son insignificantes para él.<br />
Muy fuerte es, como una fiera con ganas de cazar<br />
nunca quiere ayuda<br />
así sea que la necesita.<br />
¿Cómo eres tan severo y listo<br />
pero tan terco a la vez?<br />
Tranquilidad,<br />
notas musicales<br />
viajando por el viento,<br />
sonando armoniosamente<br />
para poder ver<br />
los rayos de luz<br />
del cálido<br />
amanecer<br />
chocando a sus pies.<br />
Haru Gutiérrez<br />
Tarik, ese era el nombre de aquel hombre. Era un<br />
ciudadano de las montañas, protegido por Clavet.<br />
Este se había enterado gracias a historias que le<br />
contaba su padre, entre otras cosas, que un kilómetro<br />
al norte de la entrada al bosque de Nabren<br />
había un estanque. Este estanque no era cualquiera,<br />
contenía unos peces muy extraños; sin<br />
embargo, por alguna extraña razón nadie tenía información<br />
sobre ellos.<br />
Tarik decidió que sería el primero en documentar<br />
sobre estos peces, así que, un buen día, se subió<br />
a un caballo y cabalgó hacia ese lugar. Cuando<br />
llegó, encontró una pequeña laguna, casi del tamaño<br />
de un gran charco; sin embargo, esa laguna<br />
no tenía nada de normal.<br />
Self-Portrait, Andrew Wyeth<br />
Desprendía un fuerte olor a alquitrán, era de<br />
color gris intenso, como si le hubieran puesto un<br />
vidrio gris encima, y lo peor, ahí se aspiraba un aire<br />
de miedo.<br />
Una vez Tarik se acercó, sintió pánico. Llevó sus<br />
manos a su cabeza, gritó y empezó a sollozar. Parecía<br />
que se hubiera encontrado cara a cara con el<br />
miedo personificado. Entonces se dio cuenta de<br />
que no tenía razón para tener miedo, nada iba mal.<br />
Clavet los protegería por siempre, no debía temer<br />
por nada.<br />
63
Tarik metió la mano al agua, y extrajo un pez<br />
de ojos blancos brillantes, y escamas grises y puntiagudas.<br />
Sin perder tiempo, apuntó en su libreta<br />
cómo se veía aquel ser, e intentó hacer un dibujo<br />
de este; sin embargo, el dibujo no era su punto<br />
fuerte, y guardó la libreta en su bolsillo, y al pez en<br />
su bolso. Volvió a montar a su caballo, y empezó el<br />
retorno a su ciudad natal, un pequeño pueblo en<br />
las montañas.<br />
Cuando llegó, se dio cuenta de que el pez había<br />
muerto. Tarik pensó que debería haberlo imaginado,<br />
puesto que los peces no pueden sobrevivir<br />
fuera del agua. Se enfadó consigo mismo por no<br />
haber puesto al pez en un recipiente con agua;<br />
sin embargo, este sentimiento de culpabilidad se<br />
le pasó al instante, cuando se le ocurrió que podía<br />
cocinar al animal, y disfrutar de una rica comida.<br />
El pescado era una delicia para los habitantes de<br />
las frías montañas. Tarik buscó un palo con el que<br />
ensartó al pez, y lo llevó a la gran hoguera de fuego<br />
de Clavet en el centro del pueblo. Se acercó al<br />
fuego, y gritó “¡Buen provecho!” antes de acercar<br />
el pescado a las llamas.<br />
En cuanto el fuego entró en contacto con el<br />
animal, Tarik se dio cuenta de que algo había pasado.<br />
Entonces, la gran hoguera se apagó. Pero<br />
eso era imposible, pensó Tarik, ese fuego era fuego<br />
de Clavet, fuego que ardería para siempre. Si la<br />
llama se había consumido, eso significaba que el<br />
dios del fuego había abandonado este mundo. El<br />
pánico invadió al hombre, Clavet era lo único que<br />
impedía que el hielo congelase la ciudad, y si este<br />
no existía…<br />
Tarik empezó a correr hacía los bosques que<br />
estaban a los lados de las montañas, allí el hielo<br />
no amenazaba con congelar todo. Corrió con todas<br />
sus fuerzas, corrió por su vida.<br />
Cuando miró atrás, vio que su pueblo ya se había<br />
convertido en hielo. Siguió corriendo, aún más<br />
rápido, consciente de que el hielo detrás suyo congelaba<br />
todo a su paso. Pensó que podía lograrlo,<br />
que tenía oportunidad de sobrevivir. Estaba a punto<br />
de llegar a los bosques, cuando sintió que el<br />
frío invadía su cuerpo. Antes de poder reaccionar,<br />
Tarik se había convertido en una estatua de hielo<br />
humana.<br />
Julián Cereceda<br />
Los ojos del dragón<br />
La cabeza del dragón está colgada de la pared. El<br />
rey, borracho, tal vez ríe al recordar su hazaña. A<br />
través de una habitación, el príncipe lo ve, a través<br />
de los ojos del dragón gracias a un hechizo.<br />
Sediento de poder, comienza a maquinar su plan.<br />
Va a la sala del viejo hechicero de su padre, intentando<br />
ser inaudible. Desde kilómetros se le<br />
nota un aire trémulo a su alrededor, porque algo<br />
salga mal y sea descubierto. Frente a la puerta de<br />
la habitación, toma un bocado de aire y entra. Busca<br />
entre los cajones de manera silenciosa hasta<br />
que encuentra una pequeña caja. Saca una llave<br />
y la abre, dentro se encuentran unos granitos de<br />
una arena verde. A simple vista parecen inofensivos,<br />
pero es más mortal de lo que parece.<br />
Agarra una copa de vino y con unas pinzas agarra<br />
los granos, sin querer uno se le cae al fuego,<br />
este se pone de un tono verde y se aviva por un<br />
momento. Sin tomarle mucha importancia echa<br />
con cuidado los granos en la copa. Va al almacén y<br />
Leonardo Mera<br />
Luis Jaime Castillo<br />
64
agarra el vino más añejo que encuentra. Sirve con<br />
cuidado el vino en la copa envenenada y una copa<br />
normal para él.<br />
Cuando entra a la habitación de su padre, este<br />
se emociona, ya que no era normal que él lo visitara<br />
mucho. El príncipe le entrega la copa envenenada<br />
y procede a hacer un brindis por su padre.<br />
En los próximos días se ve al rey con un ánimo<br />
energético, como si volviera a ser joven. En un momento<br />
da una conferencia. De repente, mientras<br />
habla, se le ponen los ojos llorosos, se le inflaman<br />
las mejillas y su temperatura sube demasiado. Sus<br />
criados lo ayudan. Le ponen paños mojados que se<br />
evaporan más rápido que agua en el infierno.<br />
Después de un tiempo, de la boca del rey sale<br />
una llamarada verde que junto a su alma, se desvanece.<br />
El príncipe es coronado en los próximos<br />
días. ¿Su primera orden? Que quiten la cabeza del<br />
dragón.<br />
Gino Tejeda<br />
Caso sin resolver<br />
Sandra Gómez es una mujer de veinticuatro años.<br />
Es cumplida, ordenada, pacífica, extrovertida, divertida<br />
y muy seria con su trabajo.<br />
Cerca de la Av. Grau, Sandra Gómez se dirige a<br />
trabajar con sus amigos Luna y Miguel a una empresa<br />
llamada Laso, que es una compañía que<br />
ofrece servicios de limpieza por un buen precio.<br />
Dirigiéndose al establecimiento, hacía un fuerte<br />
frío, seguido por una potente brisa de aire. Luna,<br />
Miguel y Sandra llegaron al edificio y subieron hasta<br />
el décimo quinto piso. Cuando se abrieron las<br />
puertas, las luces estaban prendidas, pero cuando<br />
entraron a revisar… ¡NO HABÍA NADIE!<br />
Se preguntaron si es que la noche anterior se<br />
habían quedado prendidas las luces, pero fueron a<br />
ver las grabaciones de las cámaras de seguridad, y<br />
no; las luces se habían apagado perfectamente el<br />
viernes 11 de noviembre de 1983. Revisaron paso<br />
a paso, pero no encontraron nada. A este punto ya<br />
se estaban imaginando que habrían querido robar<br />
y que cortaron la luz, pero Miguel dijo que era una<br />
hipótesis poco coherente, ya que si hubieran cortado<br />
la luz, se hubiera cortado también la grabación.<br />
Esperaron hasta las 10:30 a.m., a ver si es que<br />
llegaba alguien, pero nadie se presentó.<br />
Revisaron la fecha para verificar si no era algún<br />
feriado, pero era un día normal de trabajo, y<br />
se quedaron en la oficina haciendo unos papeles<br />
para autorizaciones de la empresa. Las horas pasaron<br />
y pasaron, y al ver que la noche llegaba, Sandra,<br />
Luna y Miguel decidieron irse a las 5:14 p.m.,<br />
muy asustados por lo que podría haber pasado<br />
con todo su trabajo. “Hay que llevarnos las laptops,<br />
mejor” dijo Sandra.<br />
Al día siguiente, martes, volvieron a la oficina a<br />
las 10 a.m., porque esa es la hora de entrada, y querían<br />
ver si había llegado alguna persona, pero nada<br />
en absoluto. Subieron y no había ni una persona.<br />
Esta vez las luces estaban apagadas y volvieron a<br />
revisar las cámaras, pero nada. A este paso, nadie<br />
había entrado al establecimiento durante 24 horas.<br />
Esto les llamó más la atención, y empezaron a<br />
cuestionarse si era buena idea involucrar a la policía<br />
o no. A los tres les parecía una buena idea, pero<br />
no se animaron a llamarlos, ya que veían en riesgo<br />
que pudieran cerrar la compañía.<br />
Con el dinero que tenían, invirtieron en herramientas,<br />
rastreadores y varias cosas tecnológicas,<br />
para poder investigar mejor las cosas “paranormales”<br />
que estaban pasando. Emprendieron su búsqueda<br />
y fueron a la oficina. Entraron y todo estaba<br />
apagado, buscaron las luces, pero no había. Entraron<br />
a la sala del director de la empresa, y encontraron<br />
una especie de pasadizo secreto. Decidieron<br />
abrirlo y bajar. Cuando bajaron el lugar estaba lleno<br />
de polvo y cuadros auténticos de antiguos pintores.<br />
Luego siguieron explorando y encontraron<br />
una bóveda, que decía “DINERO GUARDADO EN<br />
CASO DE EMERGENCIA”. Ellos se sorprendieron, y<br />
la jalaron, pero no hubo que hacer nada de esfuerzo,<br />
ya que la bóveda estaba… ¡ABIERTA! Cuando<br />
Manuel García Miró<br />
65
los tres entraron, la bóveda estaba vacía. No quedaba<br />
ni una sola moneda.<br />
Esto les alarmó bastante y decidieron buscar<br />
en las redes si es que había noticia de esto. Descubrieron<br />
que la empresa había malversado estos<br />
fondos, y que una chica robó setenta y cuatro mil<br />
millones de soles. Empezaron su búsqueda por el<br />
dinero y lograron descubrir que una chica, que se<br />
llamaba Antonella Hipelford, era sospechosa. Decidieron<br />
buscar más información, y esperar para<br />
seguir buscando hasta el día siguiente.<br />
A las 6:20 a.m. se despertaron, y prendieron la<br />
televisión para ver las noticias, y sí, efectivamente<br />
se había registrado que habían desaparecido sesenta<br />
y cuatro mil millones de soles. Cada vez la<br />
noticia crecía más, y ya la República del Perú sabía<br />
quién había robado los fondos malversados. Pero,<br />
en realidad, la mejor amiga de Antonella, María,<br />
fue quien recibió todos los sesenta y cuatro mil<br />
millones de soles. Por eso ella no quería cooperar.<br />
María se enteró que Antonella tenía un departamento<br />
de lujo en Singapur, así que, sin pensarlo<br />
dos veces, viajó y no miró atrás.<br />
Joaquín Mino<br />
El misterio de las focas<br />
Hace muchos años, en 1945, hubo un gran robo de<br />
200 kilos de atún. Esto fue en la noche del 25 de<br />
abril, en la empresa japonesa Makoto, en Chugoku.<br />
Estefano, el dueño de la empresa, estaba muy<br />
molesto y confundido, porque no entendía cómo<br />
le habían robado tanto. Después de pensar, salió<br />
a caminar en busca de un policía para informarle<br />
sobre el robo.<br />
Caminó unos quince minutos, hasta que por fin<br />
encontró a un policía. Estefano le dijo lo ocurrido.<br />
Estuvieron hablando un rato sobre qué se podía<br />
hacer y al final quedaron en que le iban a preguntar<br />
a las personas de las casas cercanas y de la empresa<br />
si habían visto o sabían algo.<br />
Primero pasaron por la casa de los Frank, ya que<br />
eran los mayores consumidores de atún en todo<br />
Chugoku. Les preguntaron si sabían algo del robo<br />
y respondieron que justo esa noche vieron que la<br />
empresa había cerrado a las 12 p.m. Por lo tanto, el<br />
robo no había sido demasiado tarde.<br />
Después de la casa de los Frank fueron descartando<br />
casa por casa hasta que solo quedó un<br />
sospechoso. Era el único sospechoso porque sabía<br />
Mirkala Jara<br />
mucho de la empresa, que todos los días cerraba<br />
a la 1 a.m. pero ese día había cerrado a las 12 a.m.<br />
También sabía dónde estaba almacenado todo el<br />
atún y, por último, sabía que el dueño de la empresa,<br />
Estefano, tenía veinticinco focas domesticadas<br />
adentro.<br />
Después de saber todos esos datos, la policía<br />
fue a la empresa para revisar si habían dejado rastro,<br />
pero no encontraron nada. Justo cuando estaban<br />
saliendo, una foca gruñó fuertemente y llamó<br />
su atención. Los policías fueron amablemente<br />
donde la foca para verla, pero se dieron con la sorpresa<br />
de que no era una sola, sino que eran unas<br />
veinticinco focas. Las focas empezaron a gruñir<br />
fuertemente pidiendo comida. Un policía fue a sacar<br />
lo que quedaba de atún de la refrigeradora y<br />
cuando tiró un poco, todas las focas se arrojaron<br />
encima.<br />
Cuando las focas terminaron todo el atún, todavía<br />
seguían hambrientas, por lo que el policía<br />
agarró un poco de otros tipos de pescado, pero las<br />
focas no se lo querían comer. Al parecer, las focas<br />
tenían una gran afición por el atún y no comían<br />
otros pescados.<br />
Cuando el policía descubrió que solo querían<br />
atún empezó a sospechar de las focas por lo que<br />
le preguntó a Estefano si esa noche había estado<br />
ahí y él respondió que sí. Después de saber eso el<br />
66
policía sospechó aún más, por lo que le preguntó<br />
a un cuidador de la empresa si habían dejado a las<br />
focas libres cerca del almacén de pescado esa noche.<br />
El cuidador les respondió que él había dejado<br />
la puerta abierta y que era probable que las focas<br />
salieran y que hubieran abierto a la fuerza las refrigeradoras<br />
con atún.<br />
El policía ya tenía casi claro que las focas habían<br />
sido las que causaron todo y no tenía otros sospechosos,<br />
por lo que concluyeron que ningún habitante<br />
había robado el atún, sino que las veinticinco<br />
focas se lo habían comido todo. Después de eso,<br />
Estefano estuvo más atento a sus focas para que<br />
no volviera a pasar algo como lo de esa vez.<br />
Mariano Ingunza<br />
Paisaje con la caída de Ícaro. Pieter Brueghel el Viejo<br />
Soy el que está cultivando. He vivido aquí desde<br />
que soy pequeño, he visto cómo las otras ciudades<br />
cambian y cada vez hay más barcos llegando<br />
desde lejos. Quién sabrá si fue largo el camino, si<br />
habrán recorrido por el océano azul, lleno de animales<br />
marinos. Yo trabajo cada día en el campo,<br />
despierto con el aire de la naturaleza y las abejas<br />
cantando mientras los barcos vuelven a la ciudad<br />
con comida, tesoros o con nuevas especies. Vivir<br />
cosechando y plantando es mucho trabajo, pero<br />
despertar cada mañana con la naturaleza rodeándome<br />
vale la pena. Siempre he amado este lugar<br />
lleno de plantas que han crecido conmigo durante<br />
los años.<br />
Yo siempre me he visto como alguien feliz y positivo.<br />
Siempre me gusta ir cada tarde después de<br />
un día duro de trabajo al mar. Me tranquiliza ver<br />
el mar de un color que no podría describir en palabras,<br />
el sonido hermoso de las olas que pasan<br />
con las rocas que se revuelcan cada vez y la arena<br />
rodeándome. Algunas veces decido ir al pueblo a<br />
embarcar alguno de los cultivos, y empiezo a lavar<br />
y vender para poder ganar algo a cambio, la recompensa<br />
suele ser especias con las que preparo<br />
platillos excelentes.<br />
Y de noche, por fin puedo ir a dormir y ver la luz<br />
de la luna en mi ventana esperando un nuevo día.<br />
Francesca Caracchini<br />
Dibuja el mar<br />
Me encontraba sentado en una colina al lado del<br />
mar dibujando. Solía ir a otra playa a dibujar; sin<br />
embargo, la gente poco a poco fue habitando esa<br />
playa y se me quitaron todas las ganas de estar<br />
ahí. No me gusta para nada la gente, ahora me<br />
encuentro dibujando el lindo paisaje que me da el<br />
mar, todo está nublado, me encanta. La brisa me<br />
abrasa y sopla suavemente mi pelo, siento un ligero<br />
frío por mi cuerpo y mis huesos se estremecen<br />
suavemente. Sí, definitivamente este es mi lugar,<br />
podré venir aquí sin ser interrumpido por nadie.<br />
Cuando di por terminado mi dibujo lo admiré un<br />
rato: los trazos estaban exactamente bien colocados,<br />
las sombras y las luces estaban perfectamente<br />
dibujadas. Miré hacia arriba y volteé la cabeza,<br />
divisé a mi derecha una casita bastante chiquita.<br />
Me tensé de inmediato, se suponía que no habría<br />
nadie, se suponía que sería mi lugar. Pensé que tal<br />
vez podría ser una casa abandonada y me relajé<br />
lentamente, tal vez podría dibujarla alguna vez.<br />
Me quedé pensando en mi vida. Tengo diecinueve<br />
años, vivo solo en mi departamento, trabajo como<br />
dibujante. Solía tener una pareja, pero se aburrió<br />
de mí. Tengo cuatro amigos, un mejor amigo y una<br />
mejor amiga, mi día a día no es muy interesante,<br />
solo me despierto, dibujo, como, dibujo, como y dibujo<br />
otra vez. Al final del día hago una de las cosas<br />
que más me gustan, dormir.<br />
Me eché en la colina en donde me había sentado<br />
dispuesto a descansar un poco. Lentamente<br />
cerré mis ojos y dejé que mis pensamientos fluyeran<br />
por sí solos. Poco a poco me fui durmiendo y<br />
yendo al mundo de los sueños. Soñé que estaba<br />
sumergido en lo profundo del mar, no había nada,<br />
solo agua por todos lados, estaba oscuro y las corrientes<br />
de agua me tenían a su merced, movían<br />
lentamente todas mis extremidades. Sentía una<br />
gran paz y tranquilidad que no sentía hace muchos<br />
años. Por un momento pude escapar de todos mis<br />
67
Self-Portrait, Andrew Wyeth<br />
problemas a través de un sueño, pero no duró tanto,<br />
escuché un grito y me desperté asustado.<br />
-¡Oye, tú, niño! -me gritó un tipo con pelo largo<br />
y marrón oscuro, tenía una barba no tan grande<br />
y solo la tenía en el mentón, llevaba una camisa<br />
blanca y unos jeans azules. Salió desesperado<br />
desde la casa que creía que estaba abandonada.<br />
Me paré rápidamente y retrocedí unos pasos hacia<br />
atrás, lo miré asustado. Habló.<br />
-¡¿Qué haces por mi casa?! ¡Lárgate! -volvió a gritar.<br />
Me mantuve en silencio sin saber qué responder.<br />
Al parecer eso le molesto porque volvió a gritarme.<br />
-¡¿No hablas?! ¡¿Eres mudo?!<br />
-Yo s-solo estaba d-dibujando -intenté sonar lo<br />
más seguro que pude, fracasé.<br />
-“Yo s-solo estaba d-dibujando” ¡Deja de tartamudear<br />
y vete!<br />
-¡Tengo derecho de e-estar aca, es un lugar público!<br />
-Esta vez no tartamudeé mucho.<br />
-¿Ah, sí? Bueno, ya que eres muy valiente, no te<br />
importará si yo te apunto con…¡ESTA! -sacó de su<br />
bolsillo una pistola algo vieja y me apuntó.<br />
-Yo…em… -No sabía qué hacer, estaba muy<br />
asustado y no podía reaccionar.<br />
-¡¿Qué tienes ahí?! ¡déjame ver! -Me quitó la libreta<br />
de dibujo y con una mano apuntando comenzó<br />
a revisar.<br />
Temía que rompiera mis dibujos o que me matara,<br />
mis piernas temblaban con fuerza igual que<br />
mis manos. Vio mi primer dibujo, era mi expareja,<br />
no solía revisar mis primeros dibujos. Luego pasó<br />
la otra página y la examinó, era un dibujo de mí<br />
sonriendo, mi mejor amiga con su novia. En el dibujo<br />
se podía mostrar yo sentado en un sofá a un<br />
extremo y ellas dos abrazadas y riendo a un extremo.<br />
Lo dibujé porque fue algo que pasó en la<br />
vida real: yo había invitado a mi mejor amiga y a<br />
su novia a mi casa, estabamos viendo una película<br />
de amor y drama cuando salió una pareja y un<br />
chico sin pareja, mi mejor amiga se percató de que<br />
la chica se parecía a ella y la pareja, al chico de la<br />
película, y yo me parecía al chico, y ella dijo: “Mira,<br />
son como nosotros“, y yo le respondí: “Es verdad,<br />
estoy más solo que la mismísima soledad“. En ese<br />
momento nos hizo mucha gracia.<br />
Siguió viendo mis dibujos hasta que llegó a la<br />
parte final donde hacía unos minutos había dibujado<br />
el mar y se quedó hipnotizado viendo.<br />
-Niño… ¿Te gusta el mar? -preguntó observando<br />
el dibujo.<br />
-Pues… sí, me gusta desde muy pequeño, de hecho<br />
me encantaría navegar algún día por los mares<br />
y poder dibujarlo -dije.<br />
-Así que…te gustaría navegar. A mí me gustaría<br />
volver a hacerlo, de hecho me gustaría tener un<br />
compañero, hace tiempo que no hablo con nadie,<br />
no me gustaría perder la cabeza a mitad de navegación,<br />
si hay alguien conmigo mi cordura se<br />
mantendrá. ¡¿Te gustaría navegar conmigo!? ¡Podríamos<br />
conocer muchas cosas, hasta tal vez otro<br />
continente o algún monstruo marino! Saldríamos<br />
en las noticias como “Los que descubrieron nuevas<br />
especies”. Tendríamos muchas esposas, SE-<br />
RÍAMOS IMPARABLES -dijo por fin respirando con<br />
normalidad.<br />
-Em… No -su cara cambió de felicidad a decepción<br />
absoluta.<br />
-¡¿Qué?! ¿Por qué noooo!? -gritó.<br />
-¡PERO SI NOS ACABAMOS DE CONOCER!<br />
-¡PERO ME CONFESASTE LO MUCHO QUE TE EN-<br />
CANTABA EL MAR! Mira, mañana por la mañana<br />
ven y nos vamos a explorar los mares, hazme caso,<br />
si no vienes juro que te dispararé.<br />
-Está bien… -Me rendí y luego decidí dirigirme a<br />
casa.<br />
Rafaela Vidal<br />
68
Oda al ventilador<br />
En las noches<br />
cuando intento dormir<br />
Hace calor<br />
Y cuando volteo<br />
Ahí observando<br />
con tus hélices estás.<br />
Aunque a veces violento seas,<br />
Un violento ventilador<br />
Haciendo volar mis hojas<br />
Y haciendo un<br />
refrescante frescor<br />
Puedes ser como un arcoíris<br />
Grande, pequeño<br />
De varios colores<br />
O de solo uno.<br />
Lo que haces<br />
Tira mi felicidad<br />
Que en el dia enfría<br />
Pero que en la noche refresca.<br />
Noor Abd Hassan<br />
Emilia Funes<br />
Oda al FC Barcelona<br />
Ay, qué tiempos,<br />
qué tiempos, en los que deslumbrabas<br />
al mundo con fulgor<br />
dentro y fuera del campo.<br />
Realmente era mágico<br />
verte brillar en los partidos<br />
con los colores de Cataluña y Barcelona.<br />
Es hermoso<br />
he estado contigo en las buenas y en las malas,<br />
en las altas y en las bajas,<br />
con un fútbol elegante,<br />
clásico<br />
y bonito<br />
realmente qué gusto daba verte brillar.<br />
Valeria Recavarren<br />
Salvador Castro<br />
Sebastián Rouillon<br />
69
Segundo de media<br />
Cruza la carretera<br />
Mira por la sombrilla<br />
No te pierdas en el campo<br />
Escucha cómo funciona el tiempo<br />
Sin perder de vista al espejo a contraluz<br />
Cuenta los granos de arena<br />
Espera a que el viento<br />
Emita el camino de vuelta.<br />
Isabel Barrios<br />
Naia Gustafsson<br />
Distinto<br />
Me siento una persona distinta<br />
Cuando viajo y aterrizo<br />
Porque es un nuevo lugar<br />
Y no sé nada sobre él<br />
Así que me confundo y me asombro<br />
Y me siento diferente, nuevo<br />
Como si hubiera olvidado todo<br />
Y descubrir me ayuda a acordarme<br />
Y cuando regreso,<br />
es como si me hubiera olvidado de nuevo<br />
Y por eso me siento<br />
como una persona distinta cuando viajo.<br />
Bruno Caracchini<br />
Tren número 5<br />
Eran las cinco de la tarde en Manhattan, Nueva<br />
York. Yo estaba regresando de estudiar.<br />
Hacía frío, mucho frío, usaba una chalina color<br />
beige, un saco color crema, unos pantalones holgados,<br />
unos guantes color rojo vino, unas botas<br />
negras y una boina marrón claro.<br />
Estaba caminando apresuradamente, mientras<br />
de vez en cuando tomaba un sorbo de café que<br />
había comprado saliendo del instituto.<br />
El tiempo pasaba volando, cada vez sentía que<br />
oscurecía más, cada vez más gente salía de diferentes<br />
lugares para regresar a sus hogares después<br />
del trabajo, los restaurantes se llenaban,<br />
los niños iban rumbo a sus casas después de una<br />
tarde en el parque, los ancianos se levantaban de<br />
las bancas en las que estaban sentados por horas,<br />
para ya regresar. Debía apresurarme, me dije a mí<br />
misma, si no quería perder el tren a casa.<br />
Ya había llegado a la estación de tren, bajé rápidamente<br />
las escaleras para esperar que el tren<br />
llegará, estaba distraída, sujetando mi celular, revisándolo<br />
constantemente esperando algún mensaje<br />
con el grupo con el cual había trabajado en la<br />
escuela. Revisé la hora, 5:40 de la tarde. Como había<br />
llegado tarde no sabía qué tren iba a llegar, así<br />
que me acerqué a una anciana a preguntarle.<br />
-Estamos esperando el número siete, cariño.<br />
-dijo la anciana. Ella vio mi expresión de decepción,<br />
ya que mi tren había pasado—. ¿Cuál es el tren<br />
que te toca? — preguntó la anciana de nuevo.<br />
-El número cinco, ya pasó —dije preocupada.<br />
-Oh, cariño, ¡no hay de qué preocuparse! -respondió<br />
la anciana, con una gran sonrisa en su rostro-.<br />
Saliendo de acá hay una estación de tren,<br />
solo debes caminar hasta la esquina y doblar hacia<br />
la izquierda.<br />
-Muchas gracias, y disculpe la molestia —dije<br />
mientras le sonreía nerviosamente.<br />
-No hay de qué, cariño, y no te preocupes por la<br />
pregunta, encantada de ayudarte. ¡Suerte! — respondió,<br />
mientras yo me despedía de ella sacudiendo<br />
mi mano.<br />
Fui corriendo hacia la estación que me había<br />
mencionado, con una mano en mi boina, para que<br />
no saliera volando por la fuerza del viento, y en otra<br />
mano tenía mi maletín, con mis materiales de trabajo.<br />
Llegué a la estación, me quedé observándola,<br />
se veía nueva, nunca la había visto por las calles de<br />
Nueva York, tampoco había oído sobre ella. Rápidamente<br />
reaccioné y salí de mis pensamientos, ya debía<br />
entrar a la estación antes de que sea muy tarde.<br />
70
Daniel Forns<br />
Bajé nuevamente las escaleras, esta vez con<br />
más velocidad que antes, frené y observé que el<br />
tren estaba a punto de partir. Esta estación sí tenía<br />
una señal que indicaba qué tren partiría, decía<br />
el número tres. Di un pequeño salto de victoria,<br />
sonriendo, y fui rápidamente a comprar mi ticket.<br />
—Buenas noches, ¿me podría vender un ticket<br />
para el tren número cinco, por favor?—dije con un<br />
tono amigable.<br />
La señorita no respondió, se veía un poco extraña,<br />
pero había cosas más importantes en mi<br />
camino, así que no le di importancia a su extraña<br />
actitud. Recibí el ticket, le di las gracias y fui a una<br />
banca a sentarme. Al sentarme, apoyé mi maletín<br />
sobre mis piernas, saqué mi celular y le escribí a<br />
mi madre que demoraría un poco, y que no se preocupara,<br />
pronto estaría en casa. Revisé la hora<br />
nuevamente, 6:30 de la tarde, estaba revisando<br />
mis redes sociales para distraerme un rato, hasta<br />
que un anuncio de un trabajador del tren captó mi<br />
atención.<br />
—Atención, el tren número cuatro está a punto<br />
de partir, pasajeros del número cuatro, no demoren<br />
en llegar a sus respectivos asientos, encontrados<br />
en la parte superior del ticket entregado en la recepción.<br />
El tren partirá en un aproximado de cinco<br />
minutos, sin demora. El tren número cinco partirá<br />
en un aproximado de diez minutos, no olviden sus<br />
pertenencias. Cualquier queja o consulta, diríjanse<br />
a la oficina doblando a la izquierda. ¡Buen viaje!<br />
Decidí guardar mi celular, observé que todos<br />
los pasajeros del tren número cuatro ya estaban<br />
en sus asientos, el conductor del tren ya había encendido<br />
el tren, así que asumí que el número cinco<br />
no demoraría en partir. Para no aburrirme, observé<br />
a todos los pasajeros cuidadosamente, no tenía<br />
nada más que hacer, tenía el absurdo miedo de<br />
que, al subir apuradamente al tren, perdiera mi celular,<br />
así que lo guardé antes.<br />
Almudena Carrillo<br />
Ariana Changana<br />
71
Estaba observando a todos los pasajeros,<br />
cuando noté algo muy extraño en ellos, todos tenían<br />
la misma actitud que la señorita que me había<br />
vendido el ticket hacía unos minutos. Se veían<br />
sin ánimo, sin ninguna expresión facial, como si<br />
estuvieran muertos, pero continuaban con sus<br />
vidas cotidianas. Me quedé pensando, ¿por qué<br />
todos actuaban así? ¿Qué estaba pasando? Hasta<br />
que otra llamada me hizo reaccionar de nuevo,<br />
pero esta vez más rápido, ya que sabía que mi tren<br />
había llegado. Era el mismo anuncio de antes, solo<br />
que con algunos cambios en la hora.<br />
-Atención, el tren número cinco está a punto de<br />
partir, pasajeros del número cinco, no demoren en<br />
llegar a sus respectivos asientos, encontrados en<br />
la parte superior del ticket entregado en la recepción.<br />
El tren partirá en un aproximado de cinco minutos,<br />
sin demora. El tren número seis partirá en<br />
un aproximado de quince minutos, no olviden sus<br />
pertenencias, cualquier queja o consulta, diríjase<br />
a la oficina doblando a la izquierda. ¡Buen viaje!<br />
Fui corriendo hacía mi tren, agarré mi maletín,<br />
subí a buscar mi asiento, el número cinco, justo<br />
coincidía con el número del tren, me pareció<br />
simpático. Procedí a sentarme, dejé mi maletín a<br />
mi costado, cerré mis ojos mientras escuchaba el<br />
anuncio que nos estaba dando el conductor del<br />
tren.<br />
-Atención, pasajeros y pasajeras, el tren está<br />
a punto de partir, por favor, todos diríjanse a sus<br />
asientos, los pueden encontrar en la esquina de<br />
su ticket. Si tienen problemas, no duden en pedirle<br />
ayuda a nuestro equipo. Repito, diríjanse a sus<br />
asientos, ya que partiremos en unos segundos,<br />
gracias por contar con nosotros. Buen viaje.<br />
Por fin, no veía la hora de llegar a casa a comer<br />
la deliciosa cena que había preparado mi madre, y<br />
Belén López<br />
por fin echarme a descansar de este día tan largo<br />
y cansado. El tren había empezado a avanzar, me<br />
recosté y cerré mis ojos para descansar un rato.<br />
Habían pasado alrededor de treinta minutos,<br />
una trabajadora del tren me despertó, y asustada,<br />
me levanté y la observé.<br />
—¡Señorita, ya llegamos al destino! Ya es hora<br />
de que baje del tren, déjeme ayudarla con sus pertenencias.<br />
Yo seguía medio dormida, todavía mis cinco<br />
sentidos no funcionaban, estaba muy cansada<br />
mientras seguía a la señorita. La señorita dejó mis<br />
pertenencias fuera del tren, y se despidió de mí,<br />
yo frotaba mis ojos del cansancio, hasta que paré y<br />
me di cuenta de que el lugar donde me encontraba<br />
no era mi distrito.<br />
Noah Mujica<br />
Luana De Andrade<br />
72
Estaba en otra estación. Asustada, fui a la recepción<br />
para comprar un nuevo ticket, pero había<br />
un cartel gigante que decía “Tickets agotados, regrese<br />
mañana”. No había nadie, la estación estaba<br />
desierta, no supe qué hacer, noté que la estación,<br />
además de desierta, estaba tan descuidada, las<br />
luces parpadeaban, salí corriendo de ahí lo más<br />
rápido posible.<br />
Busqué otra solución, saqué mi celular para ubicarme<br />
o buscar otra estación, pero no tenía señal.<br />
Cada vez entraba más en pánico, caminé y caminé<br />
rastreando dónde había iniciado mi camino, hasta<br />
que por fin me encontré con la gente. Me acerqué<br />
a pedirle ayuda a alguien, para que me lleve a otra<br />
estación, pero lo que vi me dejó sorprendida.<br />
La persona a la que le había hecho la pregunta<br />
no respondió, absolutamente todos tenían la misma<br />
actitud que la señorita de antes, solo que ellos<br />
estaban furiosos, no parecían humanos, tendrían<br />
la forma de uno, pero yo estaba segura de que eran<br />
una especie extraña; eran todo menos humanos<br />
con sentimientos reales. Todos empezaron a clavar<br />
sus miradas en mí, sentía cómo tantos ojos estaban<br />
clavados en mí; todos me observaban como<br />
una especie de extraterrestre. Retrocedí, no dudé<br />
en hacerlo, quise escapar, así que corrí lo más rápido<br />
que pude. No quise mirar atrás, mi cerebro me<br />
lo impedía, pero tenía ganas de hacerlo; mala idea<br />
en mirar atrás, todos ellos me estaban persiguiendo,<br />
una mancha de “gente” corría hacía mí como si<br />
me fuera a atrapar. Seguí corriendo en busca de alguna<br />
estación, pero no había ni una, así que decidí<br />
correr hacía la estación donde me habían dejado,<br />
con el fin de regresar a la estación donde estaba<br />
antes de encontrarme a la anciana, me pregunté,<br />
¿por qué terminé en este lugar desconocido?<br />
Llegué adonde me había dejado el tren, pero<br />
me llevé una gran sorpresa: la estación del tren, ya<br />
no estaba. Ya no tenía cómo regresar.<br />
Natalia Carpio<br />
Agathe Couture<br />
Soy, fui, seré<br />
Soy una nube<br />
tranquilo floto sin pesar<br />
sin deber ni problema<br />
eternamente en el cielo azulado<br />
pero al caerme a pedazos me oscurezco<br />
y tiempo largo pasa<br />
para volver a subir.<br />
Fui una almeja<br />
al fondo del mar cubierto por la arena<br />
en una serenidad única y perfecta<br />
pero la ambición de otros me hundió en la pena<br />
ahora soy un pedazo de corteza<br />
un pedazo sin su perla.<br />
Seré una cascada<br />
inicio manso, tal como lago inmóvil<br />
reflejando la luz pero una simple roca fuera<br />
me conducirá por un camino<br />
directo al acantilado sin poder salir<br />
y ni poder ir a otro lado.<br />
Diego Carrillo<br />
Santiago Miranda<br />
73
El topo<br />
¿Dónde estoy? ¿Qué soy? La gente me dice que<br />
tengo grandes patas. Pero, ¿cómo son mis patas<br />
realmente? Me dicen que tengo gran audición,<br />
pero, ¿qué es la audición? Me dicen que tengo<br />
una gran nariz, pero, ¿cómo son las otras narices?<br />
Ahora, solo soy un topo viejo que no puede salir<br />
del hueco donde se metió. Huelo las rocas, veo las<br />
rocas, escucho su crujir. Pero nunca las he visto.<br />
No sé cómo son, tendrán nariz, manos, no lo sé…<br />
Quiero salir. Me choco y choco con la tierra, siempre<br />
extraña, cómo se verá. Tendrá caras chistosas,<br />
sería mi amigo si pudiera verla. Un gusano… son<br />
raros, siempre viscosos, silenciosos, apenas les<br />
escucho masticar. Pero, pero eso no importa, lo<br />
siento, lo siento al fin, la brisa, hace tanto tiempo<br />
que no salgo. Ya nada me importa, las familias,<br />
amigos, ya no me queda ninguno, pero con esto,<br />
tal vez pueda verlo por fin, pero, no puedo. Otra<br />
vez, sigue siendo oscuro, con una brisa fúnebre,<br />
como si me estuviera esperando. Señor muerte, si<br />
usted está aquí, le digo que ya no quiero huir, pero<br />
déjeme solo recostarme un momento en este suave<br />
pasto y limpiarme un poco las patas.<br />
Roc Chaves<br />
Alfred<br />
334 días, lo único que Alfred escuchaba era el<br />
graznido de los pájaros, sus jadeos y el rechinar<br />
de la madera mientras subía lentamente las escaleras<br />
al segundo piso de su cabaña. Llevaba unas<br />
flores en su mano, pretendía dárselas a su esposa,<br />
Margaret. Solo pensar en su nombre le dolía. 334,<br />
cada despertar era seguido por un suspiro y una<br />
mirada vacía. Finalmente acabó de subir las escaleras,<br />
se estiró por unos segundos y gruñó, ahora<br />
que se golpeó la pierna se siente inutil.<br />
-Maldito cuerpo viejo -exclamó. Caminó hasta la<br />
puerta de su habitación mirando el piso y cuando<br />
levantó la mirada rompió en llanto.<br />
-¡Lo siento! ¡Lo siento mucho! ¡Intenté salvarte!<br />
¡Lo juro! Perdóname, por favor… -gritó dificultosamente<br />
entre lágrimas.<br />
Frente a él estaba la foto de su difunta esposa.<br />
Encima de un mueble a un costado de la cama, la<br />
luz de la mañana daba a través de la ventana hacia<br />
la imagen enmarcada, haciendo el momento<br />
incluso más dramático. Alfred dejó las flores en<br />
Valentino Acosta<br />
una maceta a un costado, unas arciaquidias, flores<br />
apodadas por él mismo. Suspiró y se despidió una<br />
vez más, a pesar que ella llevaba muerta 334 días.<br />
Salió de su casa y miró al cielo, suspiró una vez<br />
más, estaba harto de tener que trabajar todos los<br />
días, completamente solo, hablando únicamente<br />
consigo mismo, sin forma de salir de ese lugar. Volteó<br />
y caminó rodeando la casa, para llegar al desván.<br />
Era un pequeño cuarto de madera iluminado<br />
por una sola bombilla, con seis estanterías repartidas<br />
en cada lado. En una de ellas había una caña<br />
de pescar, en ella estaba grabado el nombre “Margaret”.<br />
Él realmente estaba enamorado de ella, 54<br />
años de casados lo respaldaban.<br />
Cogió su caña una vez más, junto con un balde,<br />
carnada y su gorra. Salió del desván y caminó<br />
hacia el lago, ni tan lejos ni tan cerca, caminó por<br />
doce minutos. El lago estaba rodeado por montañas<br />
que tenían la cima con la forma de una cabeza<br />
de gato. A pesar de haber vivido tres años en<br />
ese lugar, Alfred no se acostumbraba. Había un<br />
pequeño puerto con un pequeño barco amarrado,<br />
Alfred se acercó, pero cada vez que daba un<br />
paso, sentía cómo su palpitar se hacía más rápido,<br />
cómo empezaba a sudar, cómo le empezaba a<br />
doler cada vez más la cabeza y le faltaba el aire.<br />
Logró pisar el borde del puerto, y se asomó a ver<br />
el agua del lago, el pánico se apoderó de él y no<br />
soportó estar ahí, salió corriendo lo más rápido<br />
que su viejo cuerpo le permitía, hacia el reconfortante<br />
pasto. Tras alejarse lo suficiente, se echó y<br />
se lamentó. Tras lo que pasó, ya no podía salir a<br />
pescar, no lo soportaba, le entraba un miedo inconmensurable,<br />
se le dificultaba respirar y se paralizaba,<br />
sentía que el agua se alzaría, lo hundiría<br />
al lago y lo llevaría a la profundidad.<br />
74
Manu Vásquez<br />
La cara de pánico de Margaret mientras se alejaba<br />
cada vez más de él se repetía constantemente<br />
en su cabeza.<br />
Volvió a levantarse, y empezó a caminar a su<br />
casa, lentamente, pensando profundamente. Los<br />
doce minutos duraron horas en su cabeza, se sentía<br />
agobiado, estresado y desesperado, no quería<br />
seguir viviendo así, estaba harto, todos los días<br />
eran lo mismo, no había nada especial. Llegó a su<br />
casa y fue al desván, guardó de nuevo las cosas y<br />
fue a su huerto.<br />
Lentamente regó todas las plantas y comprobó<br />
el estado de las frutas que daban, para saber<br />
aproximadamente cuándo cosecharlas. Unas<br />
cuantas ya estaban listas, así que cuidadosamente<br />
arrancó los frutos y los puso en un bolso<br />
que tenía. Él no sabía cultivar muy bien, Margaret<br />
se encargaba de ello, ella nació en una granja, así<br />
que era parte de su ser cuidar las plantas apropiadamente.<br />
Pero murió, así que Alfred no tenía<br />
más opción que hacerlo, sobre todo porque ya no<br />
podía pescar, que era su especialidad. Pero no lo<br />
hacía muy bien y se murieron unas cuantas plantas<br />
por esa razón.<br />
Solo esperaba que un día alguien llegara a<br />
ese lugar por casualidad, que viera en qué estado<br />
estaba y lo llevara a un lugar donde pudieran<br />
ayudarlo. Para no preocuparse constantemente<br />
si tendrá suficiente comida todos los días, para<br />
no frustrarse cada vez que intentara volver a<br />
pescar, para tener a alguien con quien hablar, tal<br />
vez reencontrarse con su familia, aunque ese no<br />
era un pensamiento realista. Igual, él sabía que<br />
eso no iba a pasar, nunca le dijeron a nadie que<br />
iban a ir a ese lugar, y ahora él pagaba las consecuencias.<br />
Lo agobiaba la idea de estar en ese<br />
estado por el resto de su vida, preocupado, triste,<br />
con miedo. Que moriría en ese lugar, completamente<br />
solo, sin nadie que lo recuerde, con el<br />
único recuerdo de lo miserables que fueron sus<br />
últimos años de vida.<br />
Alfred decidió que mejor iba a dormir, ya no tenía<br />
nada pendiente que hacer más que comer un<br />
poco, además que dormir haría que sienta que el<br />
tiempo pasa más rápido, no tener que vivir todo el<br />
día, solo una fracción. Ya estaba atardeciendo, así<br />
que volteó y miró el cielo, mirar lo hermoso que<br />
era lo hizo sentirse mejor, un pequeño pedazo de<br />
optimismo nació dentro de él, sonrió y una sola<br />
lágrima cayó por su mejilla. Volteó nuevamente<br />
y caminó hacia la puerta de la casa lentamente,<br />
le seguía doliendo la pierna, estaba preocupado<br />
por ella, pero aun no era tan malo el dolor, aún<br />
era soportable. Fue a la cocina y sacó un envase<br />
de mermelada, un cuchillo y unos cuantos panes.<br />
Puso mermelada en los panes y los comió, esa era<br />
su comida habitual. Comía lentamente y el silencio<br />
lo abrumaba. Tras unos minutos finalmente<br />
acabó de comer, guardó todo y se fue hacia las<br />
escaleras, era una tortura subir y bajar las escaleras<br />
todo el tiempo con su pierna adolorida, tenía<br />
miedo que un día colapsara y se cayera por las<br />
escaleras. Lentamente subió, escalón a escalón,<br />
Yukio Sakamoto<br />
75
y llegó al segundo piso, entró a su cuarto y volvió<br />
a ver la foto de Margaret, estaba a punto de llorar,<br />
pero se esforzó por no llorar, ya había tenido suficiente<br />
llanto por un día, ya no quería llorar más.<br />
Se metió a su cama y apagó la luz.<br />
—Buenas noches, Margaret —dijo Alfred, antes<br />
de quedarse dormido.<br />
Salvador Durand<br />
Mar infinito<br />
Abro los ojos y no hay nada más que un extenso<br />
mar azul. Me levanto a una buena hora en la mañana<br />
por los ruidos de mis loros; tenía dos, Jerry<br />
y Tom, los cuales se alimentaban de mis sobras y<br />
una que otra galleta. En esta temporada del año<br />
no hay muchas olas y hay buen viento para navegar<br />
tranquilo. Agarré mi arpón y me metí al mar a<br />
pescar. Había muchos peces bajo el agua, de todos<br />
los colores y tamaños. Atrapé más de los que<br />
podía comer. Luego en la tarde puse los peces en<br />
una especie de parrilla que había armado yo, o al<br />
menos como yo las recuerdo, para cocinarlos sobre<br />
las arduas brasas.<br />
Siempre, antes de almorzar, me gusta agradecer<br />
por seguir vivo, aunque a veces todo se vuelve<br />
aburrido. Actualmente tengo 148 años, pero<br />
no aparento ser tan viejo, pues fui modificado por<br />
CRISPR. Fui creado por el ejército como un soldado<br />
“perfecto”, modificaron mi estatura, haciendo<br />
que al día de hoy no deje de crecer. Modificaron<br />
mis colores y características físicas. No dejaré de<br />
tener una gran musculatura aunque coma mal o<br />
no haga ejercicio. Mi cabello es de color celeste<br />
y mis ojos son amarillos. Se me dificulta mucho<br />
cansarme y aunque no duerma, siempre tengo<br />
energías. No me puedo enfermar y ningún tipo<br />
de virus o cáncer me ha agarrado antes. Lo más<br />
loco es que evoluciono o cambio cualidades. Por<br />
ejemplo, tengo branquias en el cuello y me están<br />
empezando a salir membranas en las manos por<br />
estar tanto tiempo en el agua diariamente, estas<br />
son muy útiles en este nuevo mundo, así me desplazo<br />
más rápido nadando.<br />
Luego, en la noche, me puse a pensar e intentar<br />
recordar cuándo fue la última vez que vi<br />
a otra persona. Fue hace mucho… En un mundo<br />
tan grande, pero con tan pocas cosas por hacer.<br />
Si no fuese por mis loros me volvería más loco de<br />
Valentina Guzmán<br />
lo que ya estoy. Ahora me dedico a vagar por el<br />
mundo con las falsas esperanzas de encontrar<br />
tierra que pueda pisar, o mejor aún, alguien…<br />
Creo que si hay algo que me pueda herir es la soledad.<br />
Tengo un mapa del mundo y voy marcando<br />
los lugares en los que he estado. Actualmente<br />
me dirijo hacia el Oeste a ver si encuentro algo.<br />
Suelo hacer paradas en lugares lluviosos para<br />
recolectar agua y tengo unos lugares perfectos<br />
para pescar. Cuando pienso en el pasado, mis recuerdos<br />
son borrosos. Ha pasado tanto tiempo<br />
que solo me acuerdo de los sucesos más importantes.<br />
No recuerdo muy bien cómo el planeta se<br />
llenó de agua, pero entre mis recuerdos borrosos<br />
me acuerdo de una estrella, una estrella inmensa<br />
del tamaño de un satélite que caía en picada<br />
hacia la tierra, prendida en fuego. Recuerdo que<br />
cayó en el océano, esto lo vi en la televisión hace<br />
muchos años. Después de esto, recuerdo que se<br />
formó una ola gigantesca que arrasó con todo a<br />
su paso. No recuerdo cómo terminé en un velero<br />
y menos cómo terminé vivo. Me gusta creer<br />
que esta estrella que cayó fue para acabar con la<br />
raza humana y hacer que vuelva a empezar, pues<br />
éramos un cáncer para el planeta. A veces pienso<br />
que sí es así. Los “nuevos” humanos se están formando<br />
en el agua y en muchos años más, estos<br />
76
evolucionaron como yo hice y los podré encontrar…<br />
Me levanté a la mañana siguiente, alisté mis<br />
cosas, tomé mi desayuno y como ya tenía comida<br />
guardada no necesitaba volver a buscarla. Dediqué<br />
todo ese día a navegar. Todo iba bien, aunque…<br />
Sentía que el día estaba un poco silencioso.<br />
No entendía por qué y me parecía un poco extraño,<br />
pues suele haber mucha bulla entre los sonidos<br />
de la vela, el sonido de las olas rompiendo, el<br />
sonido del barco cortando las olas y… LOS LOROS.<br />
Eso era, no se escuchaban los gritos de estos, así<br />
que decidí ir a buscarlos, encontré a uno, Jerry.<br />
Tom me tenía un tanto preocupado pues no lo<br />
encontraba. Seguí y seguí buscando pero este no<br />
estaba. Asustado y muy nervioso empecé a tirar<br />
todas mis cosas para poder encontrarlo.<br />
Unas horas después, terminé convencido de<br />
que este no estaba. Mala noticia, pues no entendía<br />
en donde se pudo haber metido, pero por más<br />
triste que esta noticia era, no podía mostrar expresiones,<br />
no me salían lágrimas. No podía llorar,<br />
por más que intentase, no entiendo por qué, era<br />
como si no me importase mucho. Era muy extraño,<br />
me sentía raro, como si alguien más me estuviese<br />
controlando. Era muy rara esta sensación,<br />
sentía que me estaba volviendo loco, me senté<br />
en el suelo y me cogí de los pelos. Me empecé a<br />
jalar los pelos con mucha fuerza…<br />
No entendía qué pasaba, nunca me había pasado<br />
algo así. Me sentía muy extraño, de pronto<br />
me dieron náuseas y me mareé demasiado,<br />
pero… No tenía fuerzas para levantarme ¡Empecé<br />
a gritar! Como si alguien me fuese a escuchar en<br />
este vasto mar. Seguía tumbado en el suelo, los<br />
mareos no cesaban. Cada vez eran peor. Los oídos<br />
me empezaron a sangrar y dejé de escuchar…<br />
Sentía como mi temperatura corporal se congelaba.<br />
Me estaba volviendo loco.<br />
Finalmente, sin fuerzas, tumbado en el suelo…<br />
Quedé inconsciente… Unos minutos después,<br />
desperté. Estaba en una cápsula blanca, ¡Había<br />
despertado en una nave espacial! Un hombre me<br />
despertó y me dijo “Llegamos a Marte…”. Confundido,<br />
salí todo mojado de esta especie de cápsula<br />
en la cual me encontraba, miré a mi alrededor y<br />
habían muchos otros como yo. Atrapados en un<br />
sueño profundo del cual no podíamos escapar.<br />
Me dieron una ficha con mis datos. Salía que la había<br />
llenado hace 1<strong>50</strong> años, esta tenía muchísima<br />
información mía, y era para que cuando despierte,<br />
o cuando lleguemos a nuestro destino pueda<br />
leerla y recordar más o menos quién era, pues por<br />
haber estado tanto tiempo en esta nave, había<br />
perdido memoria de todo.<br />
Vicente Guzmán<br />
Soy, fui, seré….<br />
Soy como el vidrio.<br />
Me protegen y me protejo.<br />
A veces me siento irrompible.<br />
Si me rompo, te quedarás perplejo.<br />
Fui un lindo bote.<br />
Navegar el mar.<br />
Navegar en los lagos.<br />
Experimentar emociones.<br />
Nuevas sensaciones.<br />
¿Seré alguien en este universo infernal?<br />
¿Seré alguien en ese universo infinito?<br />
¿Qué pasará después?<br />
Después…<br />
…<br />
Después de nadar.<br />
De un vidrio pasé a ser un pulpo.<br />
Tengo un sin fin de corazones.<br />
Corazones para dar.<br />
Adoro a mis conocidos.<br />
Para vivir, ellos son mis razones.<br />
Vania Heredia<br />
Soy una mariposa<br />
tengo unas bellas alas<br />
de colores resplandecientes<br />
lo triste es que nunca he visto mis alas<br />
y nunca las podré ver.<br />
Fui una oruga<br />
tratando de sobrevivir las dificultades de la vida<br />
contando los días para transformarme.<br />
Seré materia<br />
restos de seres enterrados en la tierra,<br />
que serán descompuestos como partículas en el aire.<br />
María Lamadrid<br />
77
Punto de vista<br />
Una vez que la escasa presión del aire empieza a<br />
modificarse, y el pequeño espacio en el que paso<br />
gran parte de mi tiempo empieza a moverse, despegando<br />
la plataforma de lo que parecería ser una<br />
clase de soporte o suelo, puedo prevenir la señal<br />
que indica el inicio de mis días. Afortunadamente<br />
ha terminado el sueño, ya que este lugar oscuro y<br />
cerrado no solo posee las exactas características<br />
de una prisión, sino que además, según sospecho,<br />
podría estar hecha de algún material muy similar<br />
al que me conforma.<br />
Es perturbador pensar que podría estar dentro<br />
de alguien y no de algo, algún ser similar y no<br />
robótico. Sin embargo, cuando la fluctuación de<br />
condiciones junto con el temblor empiezan a cesar<br />
gradualmente, un conjunto de unas telas muy<br />
extrañas y suaves viene y me extrae de mi prisión<br />
para luego ponerme en otra plataforma. Este proceso<br />
solía causar ciertos mareos y un leve estrés,<br />
sin embargo, a estas alturas de la carrera ya estoy<br />
bastante acostumbrado.<br />
Algunas veces me pregunto qué podría generar<br />
la fuerza necesaria para generar no solo movimiento<br />
y sonido, sino el impulso para cargarme<br />
a mí y probablemente a mi prisión también, que<br />
hace poco descubrí, va conmigo a todos lados. Es<br />
tan desconcertante. Sea lo que sea que cumpla la<br />
función de impulsar a esa máquina ha de ser muy<br />
poderoso. Algo que se me ha ocurrido y una teoría<br />
que he formulado durante mis largas horas de reflexión<br />
es que aquel OCM (objeto con capacidad de<br />
movimiento, según le nombré yo mismo) no lleva<br />
nada dentro de sí, por lo que tiene espacio suficiente<br />
para contener alguna clase de energía que<br />
yo y los demás objetos dentro de mí no poseemos.<br />
¡Cuánto envidio a ese ser! Si es que tiene vida, claro.<br />
Lo más probable es que ni siquiera piense como<br />
yo puedo hacerlo, sino que forme parte de una<br />
maquinaria especializada destinada a una serie de<br />
trabajos más arduos y requiera un poder distinto<br />
para completarlos.<br />
Mi vida podrá parecer plena y tranquila, sin<br />
embargo, está de alguna manera llena de sufrimiento.<br />
Aunque sea alguien introvertido, aprecio<br />
la compañía de los objetos que yacen dentro<br />
de mí. Es lo único que me da cierta sensación de<br />
normalidad, de realismo a esta vida. La verdadera<br />
causa de esta incapacidad de apego y aislamiento<br />
como mecanismo de defensa, viene del trauma<br />
del abandono. Día tras día van desapareciendo mis<br />
amigos, algunas veces siendo reemplazados por<br />
otros ejemplares similares, y otras veces dejando<br />
su anterior lugar, vacío por lo que resta de la eternidad.<br />
Por ejemplo, la otra vez había hecho un amigo.<br />
Aún me acuerdo de cómo se veía, era como todos<br />
los demás de su especie, o al menos eso aparentaba<br />
ser. Sin embargo tenía una característica<br />
muy curiosa: y era que donde su cuerpo terminaba<br />
existía un material metálico que lo rodeaba a él y<br />
a un pequeño borrador. Él era muy interesante, y<br />
siempre después de una ardua jornada de trabajo,<br />
él llegaba de nuevo y contábamos historias acerca<br />
de las cosas que nos habían acontecido durante el<br />
día. Fui muy ingenuo al pensar que aquello duraría<br />
para siempre. A veces pienso que eventualmente<br />
yo también me “extraviaré” y llegaré al lugar donde<br />
todos los demás fueron.<br />
Eugenia Rottenbacher<br />
Querer todo<br />
Recién había salido de la universidad. Me había<br />
graduado con notas casi perfectas, fueron varios<br />
años de estudio de la carrera de Medicina y otras<br />
más para la carrera de Bioquímica. Estaba decidido<br />
a crear la cura para todas la enfermedades, y<br />
no iba a parar hasta encontrarla. Lo que me motivaba<br />
a hacer esto era por fin reconocer el reconocimiento<br />
que merecía por tantos años de estudio.<br />
Me llaman Clark y les voy a contar cómo terminó<br />
todo, por querer lograr todo.<br />
Unos meses después de haber salido de la universidad<br />
decidí mudarme a un pueblo pequeño,<br />
en el campo, en el cual la gente no se entrometiese<br />
en mis experimentos y alejado de la ciudad,<br />
específicamente en un sótano, para dedicarme<br />
completamente a encontrar la cura para todas<br />
la enfermedades. Sabía que iba a ser un proceso<br />
difícil pero no me importó, solo quería lograr<br />
el objetivo. Después de unos largos años, logré<br />
tener la fórmula más acertada. Estaba emocionado<br />
de estar tan cerca, tanto que la codicia me<br />
ganó, sabía que había que hacer muchas pruebas<br />
más antes de poder probarlo con una persona.<br />
Estaba desesperado, se los juro, tuve que llamar<br />
a alguien con una enfermedad sin cura para poder<br />
probar la fórmula. Era un hombre del pueblo<br />
el cual hace unos meses le habían detectado una<br />
78
enfermedad incurable, la verdad nunca había entablado<br />
una conversación con él, pero por lo que<br />
decían en el pueblo era una persona noble, amable<br />
y muy caritativa. Me enteré de su caso gracias<br />
a que se había hecho muy popular en el pueblo.<br />
Como les dije al principio, era un pueblo pequeño<br />
donde todos se conocían.<br />
Pensé mucho antes de llamarlo, pero no podía<br />
más, necesitaba saber que todos estos años de<br />
estudio e investigación sirvieron de algo. Marqué<br />
su número y me contestó rápidamente. Le conté<br />
sobre la fórmula y emocionado y feliz me respondió<br />
con un sí. Cabe recalcar que no era tonto<br />
como para decirle que la prueba aún no estaba<br />
del todo lista.<br />
Le dije que viniera lo antes posible, le pregunté<br />
si podía mañana. Él me dijo que sí. Al día<br />
siguiente sonó el timbre, yo había estado toda la<br />
noche preparando todas las cosas para que saliera<br />
lo más perfecto posible. Aun así seguía nervioso<br />
de lo que podía pasarle al hombre. Subí las<br />
escaleras para abrirle la puerta. Él me estaba esperando<br />
con una sonrisa de par en par. Lo invité<br />
a sentarse para prepararlo, al igual que tenía que<br />
preparar la fórmula dentro de una jeringa. Luego<br />
de unos minutos le pregunté al paciente si ya estaba<br />
listo para que le inyectara la fórmula. Me dijo<br />
que sí. Con nervios se la puse, en ese mismo instante<br />
se desmayó. La fórmula aún no estaba lista.<br />
Me puse las manos en la cabeza y grité, no debí<br />
ponerla, no había creado una cura, había creado<br />
algo mucho peor.<br />
Fernanda Guerrero<br />
Soy un libro donde tengo más de una letra<br />
y de un poema,<br />
donde tengo más palabras que canciones que riman,<br />
porque para eso estaría la rifa donde solo ganan<br />
tus riñas.<br />
La suerte es tan grande que llegaste a este lugar<br />
sin tener nada de qué dudar, pero acá la única duda<br />
es dónde quedó lo que alguna vez sentimos<br />
para poder nacer.<br />
Juan Diego Yauri<br />
Tercero de media<br />
Crecer<br />
Las plantas crecen<br />
Los gatos maúllan<br />
Las aves cantan.<br />
Como antes la felicidad<br />
Era más tan simple como bondad<br />
Como la noche era un castigo<br />
Como ahora es un regalo.<br />
Se amplía nuestro mundo<br />
Más se achican las opciones.<br />
Las plantas se mueren<br />
Los gatos se callan<br />
Las aves se van.<br />
Gabriel Ormachea<br />
Illari Angulo<br />
79
Amanecer<br />
Al amanecer soy sol brillante,<br />
cielo azul.<br />
Un resplandor inimaginable, soy feliz.<br />
Al mediodía soy calma,<br />
cielo despejado.<br />
Un momento tranquilo, estoy bien.<br />
Al llegar la tarde soy brisa,<br />
cielo grisáceo.<br />
Una tarde ventosa, ojalá no llueva.<br />
Al llegar la noche soy oscuridad,<br />
cielo lluvioso.<br />
Una noche de tormenta, no estoy bien.<br />
Al llegar la madrugada soy disipación,<br />
cielo calmado.<br />
Una madrugada intensa, esperemos que pare pronto.<br />
Al amanecer soy sol brillante,<br />
cielo azul.<br />
Un resplandor inimaginable, soy feliz.<br />
Saphi Carbajal<br />
Esperanza Siles<br />
Solo cerró los ojos esperando la muerte, lo cual<br />
estaba tardando un poco. ¿Qué había pasado?<br />
Abrió los ojos y se sorprendió al ver que estaba<br />
flotando, escuchó un leve sonido de hélices, como<br />
si de un pequeño helicóptero se tratara. Miró con<br />
nervios su espalda, ¡tenía alas! Se sintió asustado<br />
pero a la vez estaba aliviado de no morir; movió las<br />
La metamorfosis<br />
Al despertar, Teo Alvarez, una mañana, tras un<br />
sueño intranquilo, encontrose en su cama convertido<br />
en un monstruoso insecto. Lo notó en<br />
el primer instante del día, cuando notó que su<br />
cama era casi cuatro veces más grande que su<br />
cuerpo. Él solo pensó: “qué raro, alguien debió<br />
entrar a mi casa por la noche y me regaló una<br />
cama más grande, qué amable”. Su cama era<br />
realmente pequeña por lo que se sintió agradecido<br />
por ello. Pero fue raro pensar que el borde<br />
de su cama parecía el borde de un precipicio y<br />
saltar ahí sería prácticamente un suicidio. Solo<br />
se preguntó: “¿Esta cama es tan grande o yo me<br />
encogí? Y si es tan grande, ¿por qué mi cuarto es<br />
igual de grande?”, no lo podía entender. Decidió<br />
bajar por la sábana, todo iba bien y bajar resultaba<br />
fácil ya que tenía… ¡¿seis patas?! Al darse<br />
cuenta se asustó tanto que cayó hacia el vacío.<br />
Directo a su fin.<br />
Padma Landázuri<br />
80
alas con un poco más de fuerza y se elevó más, se<br />
inclinó hacia el frente y fue rápido hacia adelante.<br />
Una vez que aprendió a usar sus habilidades, fue<br />
volando hacia el baño.<br />
Al mirar al espejo, “¡no puede ser!”, vio que se<br />
había convertido en una mosca. Estuvo pensando<br />
un buen rato pensando en muchas cosas. ¿Por qué<br />
se había despertado convertido en una mosca?<br />
Hizo memoria hasta que la respuesta estuvo en su<br />
mente. Anoche había estado en una fiesta con sus<br />
amigos y, en un momento dado, fueron a un centro<br />
de juegos. Teo se puso a jugar boliche mini en una<br />
máquina arcade, y cuando la bola se atascó en una<br />
zona inalcanzable, frustrado, se fue mientras decía:<br />
“desearía ser una mosca, seguro alcanzaría la<br />
bola”. Al mismo tiempo la máquina de al lado con el<br />
título de “Zowl, el gran genio”, se había encendido,<br />
haciendo una serie de ruidos escandalosos para<br />
volver a apagarse. Teo solo se quedó extrañado,<br />
simplemente se fue. No podía creerlo. ¿Sería posible?<br />
Sea lo que sea, la máquina lo había condenado<br />
a una vida atrapado en el cuerpo de una mosca.<br />
Como una rosa<br />
Una rosa es tan amada<br />
siempre que es delicada<br />
y callada<br />
y hermosa<br />
y perfecta<br />
pero qué sería de una rosa<br />
si no tuviera sus suaves pétalos<br />
o su dulce aroma<br />
si no fuera tan colorida<br />
o si no tuviera tantos pétalos<br />
o si no fueran tan suaves y delicados y perfectos<br />
qué pasaría si ella tuviera espinas más grandes<br />
o si naciera marchita<br />
o tal vez si solo se quisiera quedar plantada<br />
uno piensa que una rosa lo tiene todo<br />
pero tal vez solo no quiere ser arrancada.<br />
Tamara Vásquez<br />
Teo Álvarez<br />
La ruta<br />
Me siento una persona distinta<br />
Aquí, en un lugar, yendo a una casa<br />
Que no es mía<br />
Yendo a un lugar nuevo y desconocido<br />
Desde un lugar al que llamo hogar.<br />
Me voy de mi cuerpo, casa, patria y hogar.<br />
¿Alguien nuevo seré allá?<br />
En el carajo de una nave en tormenta<br />
Mi alma dando miles y miles de vueltas<br />
Navegando a una tierra aterradora<br />
Mi cuerpo temblando de temor<br />
Pero vengo aquí y voy allá por alguien<br />
Y mi padre allá está esperando<br />
Y con mi madre la ruta estoy viajando.<br />
María José Valdivia<br />
Leandro Mendoza<br />
Busca la luz en el<br />
sol<br />
Espera a los años pasados<br />
Dime quién atrapó el tiempo<br />
toca el espacio y expresa cómo se siente.<br />
Carlos Yabar<br />
Valentina Garmendia<br />
81
Poema simple<br />
Poema simple, un poema,<br />
simple, escrito por una persona,<br />
me gusta la montaña y el mar,<br />
simple.<br />
Poema simple, de alguien simple<br />
aburrido y simple,<br />
me gusta lo salado y lo dulce,<br />
el cielo y la tierra.<br />
Persona simple, con gustos simples<br />
que vive el dia, la noche y la mañana<br />
camina simple y vive simple.<br />
Manuel Ignacio Fernández<br />
María de Orbegoso<br />
Julia Torrejón<br />
Poema imperativo<br />
Nerea Mujica<br />
Come, come el pasto, ese, el<br />
AMARILLO<br />
Córtale, que no salga sangre.<br />
Córtale el brazo<br />
Mete gol, que valga con la mano<br />
dibuja, pero bonito<br />
Métete al mar, eso sí,<br />
No te mojes.<br />
Santiago Sanz<br />
82
Las piedras de la montaña<br />
Vete de ahí, que te pueden caer piedras<br />
Cuidado con la montaña, cuídate.<br />
Cuídate de las piedras que la montaña sacude.<br />
Escapa, aléjate de las piedras, escapa<br />
Más te vale irte rápido.<br />
Camilo Quiñones<br />
La vida es una lucha diaria y permanente<br />
La muerte, restos de la esperanza.<br />
Descansar tirado sobre mi cama<br />
estiro los músculos<br />
hay ruido detrás de la ventana<br />
y una mosca no conforme<br />
se golpea y golpea<br />
al otro lado del vidrio.<br />
Todo tiene su límite<br />
Tobías Mumenthaler<br />
León Castagnino<br />
Sebastian Pacheco<br />
Micaela Zavaleta<br />
83
Quítate el ojo<br />
Ponte una bola de billar y<br />
planta tu ojo para que crezca<br />
un árbol<br />
y puedas verlo<br />
desde arriba.<br />
Fabián Valladares<br />
Salvador Yrivarren<br />
Cuarto de media<br />
Gael De la Rocha<br />
Alexia Colmenares<br />
Antonella Altuna<br />
84
Se escucha el bum<br />
y el bam retumbar<br />
en los ventanales<br />
de las casonas.<br />
Desde la iglesia<br />
barranquina se escucha<br />
el cantar de las monjas.<br />
Silencio sordo,<br />
silencio de paz.<br />
Adrián Wirz<br />
Silencio de guerra<br />
Silencio sordo,<br />
silencio de paz.<br />
El viento viene<br />
del mar que me observa,<br />
constante a la espera.<br />
La bandera se agita<br />
inclinada en la pared.<br />
Rojo se convierte<br />
el suelo a los cascos<br />
del valiente corcel.<br />
Con un último<br />
relincho, el équido<br />
cae al retumbar<br />
las trompetas de la libertad.<br />
Por vías desiertas<br />
y por ruinosas plazas,<br />
se baten pañuelos<br />
y se tiran sombreros.<br />
En honor al caballo<br />
muerto en la plúmbea<br />
esquina de la barricada.<br />
Isabel Pérez<br />
Isabella García Rosell<br />
José Francisco Silva<br />
85
Estadía ilusión<br />
La calma de tus palabras<br />
como manos<br />
sosteniendo en sol mayor<br />
en el mundo<br />
como teje<br />
la paciencia de la araña<br />
no necesitan espejos de colores<br />
ni versos prosaicos<br />
son líricas que flotan como plumas<br />
en el aire<br />
se siente<br />
algo que está por cambiar<br />
en reemplazo de promesas<br />
brújula<br />
de cuatro estaciones<br />
marcando el Norte<br />
la frontera del puerto reza<br />
el cielo en un pincel<br />
una radio sonando en FM<br />
cuando las luces se apagan<br />
yo quiero estar<br />
ahí.<br />
Luciana Saavedra<br />
Sofía Christodulu<br />
Aquella tarde fría<br />
Aquella tarde fría<br />
Donde siempre ellos dos se encontraban<br />
Tan rotos por dentro<br />
De aquella guerra sin reglas.<br />
Una victoria perdida,<br />
No me dejes, amigo…<br />
No me dejes en aquella tarde fría.<br />
Miradas cruzadas dicen mucho<br />
Él no se iba a ir<br />
Pero aún así de mí se apoderaba la soledad<br />
Soledad que lastima y abruma<br />
Pero, en fin<br />
Las cosas son así.<br />
Lucas Villegas<br />
Instrucciones para no realizar<br />
sus obligaciones<br />
¿Uno no ha sentido, irremediablemente, el deseo<br />
de no realizar sus obligaciones? No sería necesaria<br />
una guía, para poder esquivarlas a diestra y siniestra,<br />
aunque sea de vez en cuando.<br />
Es un arte profundo pero simple, uno debe comenzar<br />
por darse cuenta de su negación a realizar<br />
sus obligaciones, llegando cansado a casa, con el<br />
ánimo suficiente solo para poner la comida e ir a<br />
dormir. En primera instancia, es simple, debe dejarse<br />
llevar por esos deseos. Una vez haya esquivado<br />
esas obligaciones, a la mañana siguiente excúsese<br />
usando un percance cotidiano como chivo<br />
expiatorio, y al volver a su hogar y pensar en sus<br />
obligaciones, en vez de realizarlas, vaya a realizar<br />
una actividad que le guste. Si esta la aleja físicamente<br />
de sus obligaciones, mejor. Eso sí, dese a<br />
usted mismo un periodo limitado de tiempo de<br />
ocio, para no sentir que está siendo irresponsable.<br />
Una vez finiquitado el tiempo, repítase a usted<br />
mismo que necesita más tiempo.<br />
Repita este proceso hasta autoconvencerse de<br />
que puede darse un tiempo indefinido y estar libre<br />
de cargas de conciencia. Llegado a este punto, uno<br />
debe reconocer la magnitud de sus obligaciones y,<br />
desde el ocio, empezar a pensar cómo hacer que<br />
se hagan. Se puede pedir un favor, o una compensación<br />
a alguien que nos la deba. Si a uno se<br />
le pregunta sobre la obligación a llevarse a cabo,<br />
cosa probable a esta altura del plan, saque a relu-<br />
86
cir su excelente historial y limítese a decir “estoy<br />
trabajando en ello”. No se exponga a situaciones<br />
donde se pueda cuestionar la veracidad de estos<br />
hechos hasta que se den, de una manera u otra,<br />
por realizados.<br />
DISCLAIMER: Esta técnica debe ser usada en la<br />
menor cantidad de ocasiones posibles para que<br />
así no pierda su efectividad.<br />
Santiago Calero<br />
My fault<br />
Come and get me if you like<br />
If you don’t I’ll be alright<br />
I’m so tired of crying all night<br />
Because I thought being last is still being one<br />
It’s always my fault if to your eyes I’m not perfect<br />
It’s always my fault if to your eyes I’m not worth it<br />
Following people made me forget what I was chasing<br />
It’s always my fault<br />
That’s what I always end up thinking<br />
I’ve been trying not to overthink<br />
But something keeps aching<br />
I feel like everybody else Is fading away<br />
But I’ll be alright<br />
I’ll be alright<br />
I’ll be alright<br />
Come on I can keep it together<br />
Put on my glasses to cover the weather<br />
I will not spray glitter on to my worst times<br />
It’s always my fault if to your eyes I’m not perfect<br />
It’s always my fault if to your eyes I’m not worth it<br />
Following people made me forget what I was chasing<br />
It’s always my fault that’s what I always end up thinking<br />
I’ve been trying to walk alright<br />
But what if I end up falling down<br />
And I feel like everybody else is fading away<br />
But I’ll be alright<br />
Yes I’ll be fine<br />
I’ll be alright<br />
I’ll be fine.<br />
Kenu Puerta<br />
Lorenzo Molina<br />
Doménica Dezar<br />
Morgana Mindreau<br />
87
Descripción<br />
Clima cálido, las flores se abren con sus hermosos<br />
pétalos y el sol cae en mi cara. Ya llega el verano,<br />
espero con ansias las vacaciones. Mientras estoy<br />
en la mesa haciendo tareas, asomándome a la<br />
ventana, veo los árboles de cerezo y sus hojas volando,<br />
transmitiendo aquella tranquilidad sobre el<br />
viento. Así escuchaba a aquellos pájaros:<br />
Las hojas en mi pelo<br />
del árbol de cerezo<br />
¡Era primavera!<br />
Brunella Serrano<br />
Los años pasan<br />
Los años pasan, pero la gris aura no cambia.<br />
Quisiera ser el gris, pero no puedo.<br />
Ser el verde, ser la sociedad,<br />
ser el aire: esas son mis metas.<br />
La única forma es sentir,<br />
es transformarse, convertirse,<br />
ser la hoja del árbol,<br />
o la manzana en el tronco.<br />
Debemos movernos en el silencio<br />
si queremos más prosperidad,<br />
calmados y callados,<br />
con paciencia y poco fervor,<br />
porque el verde abunda.<br />
Nicolás Rabi<br />
Llave marina<br />
Paseando por el mar<br />
junto a mi soledad<br />
veo una luz en lo profundo<br />
parecida a cristales<br />
que recordaban corales<br />
me hace sentir un sentimiento puro<br />
una calma<br />
en mi alma<br />
la luz me canta una canción<br />
que hablaba de su amor<br />
y de la luz enramada<br />
sale del agua mi amada<br />
y con sus manos de sirena<br />
Julieta Montani<br />
Salvador Sevilla<br />
libera mi corazón<br />
de su prisión<br />
y me desata de mi condena<br />
el candado de mis sentimientos humilla<br />
mientras bailamos por la orilla<br />
usando de música la marea<br />
en lo que los peces consideran una azotea<br />
el pasado ya no importa<br />
pues con los pasos del baile se borran<br />
las huellas de nuestro amor en la arena permanecen<br />
a la par que las gaviotas de envidia se estremecen<br />
de alguna manera toda mi culpa desaparece<br />
continuamos hasta el poniente<br />
ha sido una maravilla conocer este ente<br />
la vida un favor me ha hecho<br />
y planeo aprovecharlo<br />
lo digo desde lo abierto que está mi pecho.<br />
Joaquín Planas<br />
88
Adiós, señor culpa<br />
Noah De Col<br />
No marchita<br />
Entre hierba resalta rojo,<br />
con espinas y belleza.<br />
Pero la luz apunta a otro lado,<br />
verde y maleza.<br />
Donde el viento trae muerte<br />
y el agua es turbia,<br />
el rojo no alumbra,<br />
la belleza no ayuda.<br />
Cuando todo era gris,<br />
monotonía y delirio.<br />
Llega la rosa,<br />
cambia el destino.<br />
Pero su tiempo se acabó,<br />
no se marchita,<br />
por alguna razón.<br />
Paloma Carrillo<br />
A usted que usurpa, desde mi corazón en la pulpa,<br />
le dedico este poema, señor culpa.<br />
Por destrozar mi alma,<br />
por hacer que mis emociones no estén en calma.<br />
Me haces odiarme,<br />
hasta el punto de querer dañarme.<br />
La angustia me consume,<br />
me caigo en el pozo de ansiedad, que solo sube y sube.<br />
Me quedo en el pozo, y desde aquí te digo adiós<br />
por hacer pedazos el corazón que alguna vez me dio.<br />
Te pido que te largues y te vayas,<br />
contigo hay lágrimas y las sonrisas ya no se hallan.<br />
Haces que ya no quiera ver a más personas ni al mundo,<br />
mientras más en el miedo me hundo.<br />
La rabia no la canalizo,<br />
cuando te veo llegar me paralizo.<br />
No lo quiero sanar,<br />
quiero mis lágrimas poder controlar.<br />
Señor culpa, no vuelvas más,<br />
ojalá mi deseo lo cumpla una estrella fugaz.<br />
Yaku Gálmez<br />
Llega el otoño…<br />
el frío por mi cuerpo,<br />
las hojas cayendo.<br />
Nieve en el invierno:<br />
llueve por la noche,<br />
el amanecer es tranquilo.<br />
Mariposas por todos lados,<br />
campos de flores,<br />
e insectos intensos.<br />
Valery Campos<br />
89
Mali Puerta<br />
Rafaela Siles<br />
Mariano Sono<br />
Ángeles<br />
Haber contraído el hábito de creer en el mundo<br />
exterior puede llevarnos a la más extrema locura:<br />
el ser humano no funciona si está conectado<br />
con el exterior de forma tan directa. Por esa razón<br />
existimos nosotros, encargados de crear pequeñas<br />
alteraciones en la realidad, para evitar que la<br />
información sea demasiada.<br />
Entre las modificaciones básicas agregamos limitaciones<br />
cerebrales que inhiben a las personas<br />
de conocer su potencial absoluto, puesto a que<br />
esto podría causar problemas graves en la percepción<br />
tan frágil que tienen del poder. Tampoco es<br />
que seamos crueles, aún les permitimos admirar<br />
todo lo que gusten, deleitarse con las más inocentes<br />
excusas, detener el tiempo mientras se ve a<br />
la persona amada hacer algo tan simple como hablar;<br />
no los privamos por completo de los placeres<br />
que Dios les otorgó desde un inicio.<br />
Los primeros peldaños son siempre los más<br />
difíciles, hasta adquirir la coordinación necesaria<br />
para conseguir el equilibrio perfecto de un plano<br />
terrenal estable. Somos lo que se conoce como<br />
“ángeles” en el plano terrestre, la diferencia es<br />
que nuestro trabajo no es cantar y revolotear por<br />
ahí, somos los encargados de regular cada pequeña<br />
fisura que pueda conducir a los humanos a sospechar<br />
de la existencia de dimensiones paralelas,<br />
seres interdimensionales y cualquier cosa que salga<br />
más allá de su comprensión.<br />
Culto y punto<br />
Subo a la azotea, veo al viento<br />
cómo golpea a la marea<br />
lleno de vida<br />
que calma mi alma.<br />
El sólido sonido de mis latidos<br />
bajo camino del suelo, está más helado que el hielo<br />
abro la ventana y se esconden los cristales,<br />
a lo lejos veo corales y la soledad del mar me tienta.<br />
Por abajo está lleno de vida,<br />
pero por arriba la marea parece muerta.<br />
Algo me recuerda y acierta,<br />
ya que refleja el cielo y el sol que nos acecha.<br />
No es poco lo que dios me pida<br />
a lo lejos veo un niño sacudido, peleando por su vida<br />
y pide que encuentres el destello en tu locura.<br />
Como la luz en la luna oscura<br />
brilla en tu mente pura,<br />
presiento que el final se apura.<br />
Entender el significado de lo que sí dura<br />
lo eterno<br />
comparo mi alma al lado de mi cuerpo<br />
y entiendo que teniendo alguna culpa<br />
tu felicidad nunca va a ser pura y profunda.<br />
Antonio Álvarez<br />
Mae Alorda<br />
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