Listín Diario 09-06-2024

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09.06.2024 Views

6 SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO 9 DE JUNIO DE 2024 10 cm La República Lecturas de domingo 5 cm 4 cm Internacional 3,5 cm 3 cm GINA MONTANER CORTESÍA PARA LISTÍN DIARIO Me llamaron la atención las declaraciones al diario español El Mundo de Olga Kifyak, primera bailarina del Ballet de Kiev: “Nunca perdonaré a los rusos. Es un pueblo sin alma”. Así respondía la artista ucraniana al periodista Alberto Rojas sobre el ataque que desde hace más de dos años sufre Ucrania en manos de un ejército ruso que bombardea un sí y otro también las principales ciudades del país. Lo impresionante es que, en medio del asedio, la destrucción y los muertos, el pueblo ucraniano no solo resiste lo que puede, sino también continúa su vida cultural, tal y como lo demuestran las actuaciones de este ballet. Para Kifyak, cada representación es símbolo de la victoria moral de una nación que lucha contra la ocupación imperialista del gobernante ruso Vladimir Putin. Sin duda, son palabras muy contundentes que se hacen eco de la opinión de la mayoría de los ucranianos: difícilmente habrá perdón para un ejército invasor que arrasa a su paso, sin importarle diezmar a civiles y a un ejército que se niega a caer bajo la órbita despótica del ocupante del Kremlin. El sentimiento de la prima ballerina evoca a “Sin perdón”, el western crepuscular que dirigió Clint Eastwood en 1992 y que le valió el Oscar a la mejor película ese año. Una de las frases más memorables de la cinta resume lo que encierra segar la vida de otros: “Matar a un hombre es muy duro. Le quitas todo lo que tiene y todo lo que podría tener.” De algún modo, el “sin perdón” que formula Kifyak tiene que ver con la arbitrariedad de quien pisotea sin sentido el presente y el futuro de una vida. Putin sólo tiene en mente subyugar a cualquier precio al país vecino y está dispuesto a pulverizar su futuro. En medio del recrudecimiento de los ataques por parte de Rusia, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski ha visitado España recientemente, donde fue recibido Sin perdón En medio del asedio, la destrucción y los muertos, el pueblo ucraniano no solo resiste lo que puede, sino también continúa su vida cultural. por el Rey Felipe VI con los más altos honores y recibió el respaldo incondicional del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez. En su corta visita se firmó un acuerdo de seguridad que garantiza el suministro de armamento y munición fabricados en España por un valor de más 1.100 millones de euros. La iniciativa de España forma parte de un esfuerzo conjunto de los miembros de la Unión Europea de no dejar a Ucrania indefensa ante la ofensiva rusa, cuya apuesta es la de llevar hasta el límite a la nación invadida y obligarla a PARA KIFYAK, CADA REPRESENTACIÓN DEL BALLET UCRANIANO ES SÍMBOLO DE LA VICTORIA MORAL DE UNA NACIÓN QUE LUCHA CONTRA LA OCUPACIÓN IMPERIALISTA DE VLADIMIR PUTIN. una rendición que desde Kiev se resiste con uñas y dientes. La próximas paradas fueron Bélgica y Portugal, donde también recabó importantes apoyos. Entretanto, los gobiernos de Finlandia, Polonia y Canadá han declarado que Ucrania podría usar en territorio ruso las armas que cada uno de ellos les ha donado. Su argumento es que Putin está librando una agresión ilegal y los ucranianos tienen derecho a la “autodefensa”. Sin embargo, Estados Unidos ha recomendado a Kiev que no empleen armamento estadounidense en suelo ruso. Washington no pierde de vista la volatilidad del conflicto. Durante su estancia en Madrid el mandatario ucraniano volvió a repetir que Occidente no debe abandonarlos porque en esa claudicación está en juego la estabilidad de la región, ya que la intención de Rusia va más allá de la conquista de Ucrania. Su afán expansionista se extiende a otras repúblicas vecinas y al propio debilitamiento de las democracias europeas. Zelenski asegura que Rusia está lanzando unas 3.000 bombas al mes sobre la población civil. No ha dudado en pedirles al presidente Joe Biden y al gobernante chino Xi Jingping que asistan el mes próximo a la cumbre que tendrá lugar en Suiza para debatir la defensa y el futuro de Ucrania. Son momentos decisivos para un ejército, el ucraniano, que necesita urgentemente más armamento frente a la escalada de los ataques rusos. Es incierto que, en esta guerra, que se ha prolongado y debilita por días la tenaz resistencia del pueblo ocupado, puedan salir vencedores los ucranianos. Pero no cabe duda de que, sea cual fuere el desenlace, no habrá perdón para Rusia y los rusos. La primera bailarina del ballet de Kiev lo ha expresado meridianamente.

10 cm 5 cm 4 cm Lecturas de domingo SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO 9 DE JUNIO DE 2024 La República 7 3,5 cm Patente de corso 3 cm ARTURO PÉREZ REVERTE MADRID, ESPAÑA TOMADO DE ZENDA LIBROS Estaba yo deprimido el otro día, l á n g u i d o c o m o una flor mustia, porque acababa de ver un telediario, no me acuerdo en qué cadena, y dudaba entre emigrar a una isla desierta donde no haya wifi ni cobertura telefónica o apadrinar un grupo ninja dedicado a secuestrar políticos españoles y pedir por ellos un rescate tan alto que, con un poco de suerte, no lo pague nadie. Así andaba, hecho polvo y sin mañana, cuando el azar y un billete de Renfe me condujeron a la librería de la estación de Atocha, sección autoayuda. Y allí vi la luz. Decía mi abuela que Dios aprieta pero no ahoga, y las abuelas siempre tienen razón: uno de los libros expuestos salvó mi vida y mi futuro. Lo firmaba —no me acuerdo bien a causa de la emoción— un tal Pantxo Fernández, o Juantxo López, me parece. Y el título, que también cito de memoria, creo que era El éxito es fácil para ti y para tu primo. O algo parecido. Me abalancé, claro. Abrí el libro, y con la maleta obstruyendo el paso de la gente, ajeno a cuanto no fuese aliviar mi afán, me sumergí en los consejos del autor: alcanzar la fama, confiar en ti mismo, hablar quince idiomas y comprarte una mansión en el Caribe. Que las utopías sean utopías no significa que tú no debas ser utópico, precisaba el fulano con mucho tino. O también: No persigas el éxito, persigue lo que te lleve al éxito. Y cosas así. Fascinado por aquello, viendo la luz al final del túnel, comprobé que junto al tal Josetxu había otros autores que aconsejaban cada uno lo suyo: cómo triunfar en los negocios, cómo ser más feliz que tu vecino, cómo volverte millonetis poquito a poco, cómo superar la depresión post parto o post coito, etcétera. Que de ninguno hubiese oído hablar nunca, y que la cara que tenían en las fotos de portada no fuera como para ponerles un piso, era lo de menos. Señalaban un camino y yo estaba dispuesto a seguirlo, co- Si no eres feliz es porque no quieres, gilipollas El mayor peligro de los peligros es no correr ningún peligro, por ejemplo. O si piensas de forma diferente obtendrás resultados distintos. NUNCA DIGAS: EMPEZARÉ MAÑANA. DI SIEMPRE: EMPECÉ AYER. O PARA SUPERAR LA PÉRDIDA DE UN SER QUERIDO, LO MEJOR ES SONREÍR A LAS ESTRELLAS. mo en Forrest Gump o La vida de Brian. Así que vacié mi maleta y la llené con aquellos libros. Me gasté una pasta gansa, pero valía la pena. Voy a autoayudarme a lo bestia, decidí. A calzármelos y luego a escribir yo uno. Ahora sí que voy a triunfar. Me voy a comer el mundo con patatas y las balas sin pelar. Casi terminado lo tengo. Está feo que lo diga, pero me está quedando de cine: profundo, orientativo, intelectual, autoayudante que te rilas. Fíjense si no en este párrafo selecto: Sólo mejorarás tu futuro cuando decidas cambiar tu presente. Supongo que mis potenciales lectores apreciarán la finura del asunto, el intríngulis del concepto. Aunque, modestia aparte, el hallazgo que considero insuperable es: No combatas la tormenta, abre el paraguas del amor y espera a que escampe. Tampoco le va a la zaga el consejo del capítulo 187 —son capítulos de página y media—: Lo que diferencia a los que cambian el mundo de los que no, son las ganas de cambiarlo; así que procura tener ganas. Poseo la certeza de que a ninguno de mis futuros lectores se le habrá ocurrido eso antes. Disculpen que me tire flores, pero es que estoy encantado con mi libro. Les va a cambiar la vida y la muerte. Díganme con la mano en el corazón si este consejo no pone de inmediato a cualquiera en el camino del optimismo y la superación personal e intransferible: Si tu cometa vuela con el viento, el día que no haya viento se te caerá la cometa. Verdad psicológica imbatible, creo, sólo comparable en profundidad a esta otra: Nunca digas: empezaré mañana. Di siempre: empecé ayer. O Para superar la pérdida de un ser querido, lo mejor es sonreír a las estrellas. O Sueña despierto y así no tendrás que despertar. Y esta otra perla de sabiduría: Detrás de un no siempre aguarda un sí; atrévete a saltar a ciegas y caerás en brazos de ti mismo. Les juro que a estas alturas del libro le mojo la oreja al mismísimo Paulo Coelho. No imaginaba que semejante milonga diera tanto de sí. Llevo escritas dos mil cuatrocientas treinta y dos páginas y estoy pensando seguir con dos o tres libros más, porque no paran de ocurrírseme genialidades. El mayor peligro de los peligros es no correr ningún peligro, por ejemplo. O si piensas de forma diferente obtendrás resultados distintos. Y una verdad ecologista que, modestia aparte, me parece sublime: El conejo que no sale de la madriguera se pierde las puestas de sol. En cuanto al título de este primer libro, dudo entre tres: Autoayúdate a ti mismo salta sin mirar y verás qué hostia te pegas, y Si no eres feliz es porque no quieres, gilipollas. Quizá ustedes me autoayuden a despejar la incógnita.

10 cm<br />

5 cm<br />

4 cm<br />

Lecturas de domingo<br />

SANTO DOMINGO, RD. DOMINGO 9 DE JUNIO DE <strong>2024</strong><br />

La República<br />

7<br />

3,5 cm<br />

Patente de corso<br />

3 cm<br />

ARTURO PÉREZ REVERTE<br />

MADRID, ESPAÑA<br />

TOMADO DE ZENDA LIBROS<br />

Estaba yo deprimido<br />

el otro día,<br />

l á n g u i d o c o m o<br />

una flor mustia,<br />

porque acababa<br />

de ver un telediario, no me<br />

acuerdo en qué cadena, y dudaba<br />

entre emigrar a una isla<br />

desierta donde no haya wifi<br />

ni cobertura telefónica o<br />

apadrinar un grupo ninja dedicado<br />

a secuestrar políticos<br />

españoles y pedir por ellos<br />

un rescate tan alto que, con<br />

un poco de suerte, no lo pague<br />

nadie. Así andaba, hecho<br />

polvo y sin mañana, cuando<br />

el azar y un billete de Renfe<br />

me condujeron a la librería<br />

de la estación de Atocha, sección<br />

autoayuda. Y allí vi la<br />

luz. Decía mi abuela que Dios<br />

aprieta pero no ahoga, y las<br />

abuelas siempre tienen razón:<br />

uno de los libros expuestos<br />

salvó mi vida y mi futuro.<br />

Lo firmaba —no me acuerdo<br />

bien a causa de la emoción—<br />

un tal Pantxo Fernández, o<br />

Juantxo López, me parece.<br />

Y el título, que también cito<br />

de memoria, creo que era El<br />

éxito es fácil para ti y para tu<br />

primo. O algo parecido.<br />

Me abalancé, claro. Abrí<br />

el libro, y con la maleta obstruyendo<br />

el paso de la gente,<br />

ajeno a cuanto no fuese aliviar<br />

mi afán, me sumergí en<br />

los consejos del autor: alcanzar<br />

la fama, confiar en ti mismo,<br />

hablar quince idiomas y<br />

comprarte una mansión en el<br />

Caribe. Que las utopías sean<br />

utopías no significa que tú no<br />

debas ser utópico, precisaba<br />

el fulano con mucho tino. O<br />

también: No persigas el éxito,<br />

persigue lo que te lleve<br />

al éxito. Y cosas así. Fascinado<br />

por aquello, viendo la luz<br />

al final del túnel, comprobé<br />

que junto al tal Josetxu había<br />

otros autores que aconsejaban<br />

cada uno lo suyo: cómo<br />

triunfar en los negocios,<br />

cómo ser más feliz que tu vecino,<br />

cómo volverte millonetis<br />

poquito a poco, cómo superar<br />

la depresión post parto<br />

o post coito, etcétera. Que de<br />

ninguno hubiese oído hablar<br />

nunca, y que la cara que tenían<br />

en las fotos de portada<br />

no fuera como para ponerles<br />

un piso, era lo de menos. Señalaban<br />

un camino y yo estaba<br />

dispuesto a seguirlo, co-<br />

Si no eres feliz<br />

es porque no<br />

quieres, gilipollas<br />

El mayor peligro de los peligros es no correr ningún peligro,<br />

por ejemplo. O si piensas de forma diferente obtendrás<br />

resultados distintos.<br />

NUNCA DIGAS:<br />

EMPEZARÉ MAÑANA.<br />

DI SIEMPRE:<br />

EMPECÉ AYER. O<br />

PARA SUPERAR LA<br />

PÉRDIDA DE UN SER<br />

QUERIDO, LO MEJOR<br />

ES SONREÍR A LAS<br />

ESTRELLAS.<br />

mo en Forrest Gump o La vida<br />

de Brian. Así que vacié mi maleta<br />

y la llené con aquellos libros.<br />

Me gasté una pasta gansa,<br />

pero valía la pena. Voy a<br />

autoayudarme a lo bestia, decidí.<br />

A calzármelos y luego a<br />

escribir yo uno. Ahora sí que<br />

voy a triunfar. Me voy a comer<br />

el mundo con patatas y las balas<br />

sin pelar.<br />

Casi terminado lo tengo. Está<br />

feo que lo diga, pero me está<br />

quedando de cine: profundo,<br />

orientativo, intelectual,<br />

autoayudante que te rilas. Fíjense<br />

si no en este párrafo selecto:<br />

Sólo mejorarás tu futuro<br />

cuando decidas cambiar tu<br />

presente. Supongo que mis potenciales<br />

lectores apreciarán la<br />

finura del asunto, el intríngulis<br />

del concepto. Aunque, modestia<br />

aparte, el hallazgo que<br />

considero insuperable es: No<br />

combatas la tormenta, abre el<br />

paraguas del amor y espera a<br />

que escampe. Tampoco le va a<br />

la zaga el consejo del capítulo<br />

187 —son capítulos de página<br />

y media—: Lo que diferencia<br />

a los que cambian el mundo<br />

de los que no, son las ganas<br />

de cambiarlo; así que procura<br />

tener ganas. Poseo la certeza<br />

de que a ninguno de mis<br />

futuros lectores se le habrá<br />

ocurrido eso antes.<br />

Disculpen que me tire flores,<br />

pero es que estoy encantado<br />

con mi libro. Les va<br />

a cambiar la vida y la muerte.<br />

Díganme con la mano en<br />

el corazón si este consejo no<br />

pone de inmediato a cualquiera<br />

en el camino del optimismo<br />

y la superación personal<br />

e intransferible: Si tu<br />

cometa vuela con el viento,<br />

el día que no haya viento se<br />

te caerá la cometa. Verdad<br />

psicológica imbatible, creo,<br />

sólo comparable en profundidad<br />

a esta otra: Nunca digas:<br />

empezaré mañana. Di<br />

siempre: empecé ayer. O Para<br />

superar la pérdida de un<br />

ser querido, lo mejor es sonreír<br />

a las estrellas. O Sueña<br />

despierto y así no tendrás<br />

que despertar. Y esta otra<br />

perla de sabiduría: Detrás de<br />

un no siempre aguarda un<br />

sí; atrévete a saltar a ciegas<br />

y caerás en brazos de ti mismo.<br />

Les juro que a estas alturas<br />

del libro le mojo la oreja<br />

al mismísimo Paulo Coelho.<br />

No imaginaba que semejante<br />

milonga diera tanto de sí.<br />

Llevo escritas dos mil cuatrocientas<br />

treinta y dos páginas<br />

y estoy pensando seguir<br />

con dos o tres libros más,<br />

porque no paran de ocurrírseme<br />

genialidades. El mayor<br />

peligro de los peligros<br />

es no correr ningún peligro,<br />

por ejemplo. O si piensas de<br />

forma diferente obtendrás<br />

resultados distintos. Y una<br />

verdad ecologista que, modestia<br />

aparte, me parece sublime:<br />

El conejo que no sale<br />

de la madriguera se pierde<br />

las puestas de sol. En cuanto<br />

al título de este primer libro,<br />

dudo entre tres: Autoayúdate<br />

a ti mismo salta sin mirar<br />

y verás qué hostia te pegas, y<br />

Si no eres feliz es porque no<br />

quieres, gilipollas. Quizá ustedes<br />

me autoayuden a despejar<br />

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