06.08.2024 Views

Listín Diario 06-08-2024

https://listindiario.com

https://listindiario.com

SHOW MORE
SHOW LESS
  • No tags were found...

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

10 cm<br />

5 cm<br />

SANTO DOMINGO, RD. MARTES, 6 DE AGOSTO DE <strong>2024</strong><br />

9<br />

La República<br />

4 cm<br />

3,5 cm<br />

Enfoque<br />

3 cm<br />

Lecciones venezolanas<br />

JUAN ARIEL JIMÉNEZ<br />

Santo Domingo, RD<br />

En las décadas<br />

de los setenta<br />

y ochenta, Venezuela<br />

era el<br />

país con el mayor<br />

ingreso promedio en<br />

toda América Latina, tanto<br />

que su producto interno<br />

bruto per cápita duplicaba<br />

al de países como Chile y<br />

Uruguay. Caracas florecía<br />

con nuevos cafés y restaurantes<br />

donde se discutían<br />

los triunfos de los peloteros<br />

venezolanos de grandes<br />

ligas y las posibilidades<br />

del país en el próximo<br />

Miss Universo. En resumen,<br />

en Venezuela “se vivía<br />

bien”.<br />

Sin embargo, no todos<br />

los venezolanos “vivían<br />

bien”. Detrás del crecimiento<br />

económico de<br />

esos años, se ocultaba una<br />

terrible desigualdad que<br />

causaba alta insatisfacción<br />

entre los sectores olvidados<br />

de la población. Esto,<br />

combinado con altos niveles<br />

de corrupción gubernamental,<br />

socavaba la legitimidad<br />

del sistema político<br />

venezolano.<br />

Peor aún, el auge económico<br />

se basaba en gran<br />

medida en la venta de petróleo<br />

y en el endeudamiento<br />

público, beneficios<br />

que se concentraban en pocas<br />

manos. Cuando llegó<br />

el momento de ajustar las<br />

cuentas, fue el pueblo venezolano<br />

quien tuvo que<br />

pagar la factura de un festín<br />

que en su mayoría no<br />

disfrutó. Este descontento<br />

generalizado preparó el<br />

terreno para que una figura<br />

carismática, prometiendo<br />

un paraíso en la tierra,<br />

alcanzara el poder. Así fue<br />

como Hugo Rafael Chávez<br />

Frías asumió la presidencia<br />

en febrero de 1999.<br />

Hasta aquí, Venezuela<br />

nos deja una primera<br />

lección: el auge económico<br />

debe ser compartido y<br />

el sistema político debe ser<br />

percibido como legítimo.<br />

De lo contrario, tanto el sistema<br />

económico como el<br />

político tienen sus días contados.<br />

Durante el gobierno de<br />

Chávez, los altos precios<br />

del petróleo permitieron<br />

implementar una amplia<br />

política social que compensó<br />

esa deuda histórica<br />

con las familias pobres.<br />

Además, el estilo personal<br />

de Chávez hacía que estas<br />

familias se sintieran “escuchadas<br />

y tomadas en cuenta”.<br />

En los años de su gobierno,<br />

se redujeron significativamente<br />

la pobreza y la<br />

desigualdad, se construyeron<br />

cientos de escuelas en<br />

zonas rurales, mejoró el sistema<br />

de salud y aumentó el<br />

acceso al agua potable. En<br />

resumen, los venezolanos<br />

que históricamente habían<br />

estado al margen del desarrollo<br />

finalmente pudieron<br />

disfrutar de una mejor calidad<br />

de vida.<br />

La generosidad de<br />

Chávez no se limitó a Venezuela.<br />

A través de Petrocaribe<br />

y otros esquemas de<br />

apoyo, extendió su mano<br />

amiga a otros países latinoamericanos.<br />

No obstante, estas mejoras<br />

sociales y ayudas internacionales<br />

no se fundamentaron<br />

en un incremento de<br />

la actividad económica no<br />

petrolera, sino que se sostenía<br />

exclusivamente de un<br />

gobierno “generoso” que<br />

tenía suficiente dinero para<br />

gastar por el fuerte incremento<br />

en los precios del<br />

petróleo. Y lo que es peor,<br />

todos esos petrodólares no<br />

se usaron para promover<br />

otras actividades económicas<br />

que ampliaran la base<br />

productiva del país, ni tampoco<br />

se usaron en modernizar<br />

la industria petrolera.<br />

Como resultado, la economía<br />

venezolana se volvió<br />

extremadamente vulnerable<br />

a las fluctuaciones del<br />

precio del petróleo.<br />

Cuando los precios del<br />

petróleo cayeron, la economía<br />

venezolana se desplomó.<br />

El gobierno ya no tenía<br />

recursos para financiar<br />

su generosidad y recurrió a<br />

imprimir dinero. Con Nicolás<br />

Maduro en el poder, el<br />

banco central imprimió dinero<br />

sin control, causando<br />

una hiperinflación histórica.<br />

La escasez de productos<br />

básicos, como la insulina, se<br />

volvió común incluso para<br />

quienes podían pagarlos.<br />

El deterioro económico<br />

sin precedentes deterioró<br />

la vida de los venezolanos,<br />

con un producto interno<br />

bruto per cápita real retrocediendo<br />

a niveles de 1969.<br />

La pobreza y la marginalidad<br />

volvieron a ser la triste<br />

realidad de millones de venezolanos.<br />

Esta experiencia nos deja<br />

una segunda lección: el<br />

bienestar económico solo<br />

es sostenible cuando se basa<br />

en productividad y oportunidades<br />

de trabajo, no en<br />

la “generosidad” de un gobierno<br />

temporalmente afortunado<br />

por recursos naturales<br />

o deuda pública.<br />

El deterioro económico<br />

generó presiones políticas,<br />

pero el gobierno de Maduro<br />

limitó las posibilidades de<br />

la oposición de acceder al<br />

poder, inhabilitando candidatos<br />

y manipulando elecciones.<br />

Y con esto, vemos cómo<br />

el “socialismo del siglo XXI”<br />

de socialismo solo tiene la<br />

represión política, y de siglo<br />

XXI tiene muy poco. Un<br />

régimen que se presentaba<br />

“a favor del pueblo” terminó<br />

reprimiendo y empobreciendo<br />

al mismo pueblo. En<br />

resumen, las cosas no son<br />

como comienzan, sino como<br />

terminan.<br />

Una tercera lección de<br />

Venezuela es que solo las<br />

buenas políticas públicas<br />

construyen un mejor país.<br />

Las “buenas intenciones”<br />

pueden ser buenas para<br />

el discurso político, pero<br />

sin medidas económicas<br />

correctas, terminan pavimentando<br />

el camino al infierno.<br />

En definitiva, la triste<br />

historia reciente de Venezuela<br />

deja grandes lecciones<br />

a todos los países de<br />

América Latina que enfrentan<br />

la difícil tarea de mejorar<br />

las condiciones de vida<br />

de la población y legitimar<br />

los sistemas políticos y económicos<br />

para que sean sostenibles.<br />

“Las opiniones en este artículo<br />

son exclusivas del autor<br />

y no representan la visión<br />

de las entidades a las que está<br />

afiliado el autor”.<br />

El bulevar de la vida<br />

PABLO MCKINNEY<br />

Santo Domingo, RD<br />

Ha sido pensado<br />

por<br />

clásicos y<br />

modernos,<br />

por filósofos<br />

occidentales y sobre todo<br />

por orientales que coinciden<br />

en asegurar que<br />

el dinero solo es importante<br />

para quien aún no<br />

tiene lo suficiente para<br />

vivir dignamente.<br />

De acuerdo con especialistas<br />

que han acompañado<br />

a miles de pacientes<br />

en sus días finales, el<br />

lamento más común de<br />

estos ha sido el dolor de<br />

no haber dedicado más<br />

tiempo a “vivir”, a lo que,<br />

sólo ante la presencie inminente<br />

de la parca, reconocemos<br />

como fundamental:<br />

la familia, los<br />

amigos, los amores (los<br />

verdaderos, no hablo de<br />

gimnasia sexual); cosas<br />

sencillas que poseen (solo<br />

ellas) la capacidad de<br />

regalarte esa paz interior,<br />

La felicidad<br />

ese adormecimiento del<br />

ego que monjes budistas<br />

o filósofos iluminados,<br />

llaman felicidad. (Como<br />

sentenció Tagore, “qué es<br />

un hombre sin un sueño”.<br />

Habrá que preguntarle<br />

a cada quien, pero sospecha<br />

uno, que a Felipe Vicini<br />

Abreu, por ejemplo,<br />

la historia le reservará el<br />

lugar que le corresponde,<br />

no -necesariamentepor<br />

ser el presidente del<br />

grupo INICIA, que maneja<br />

otras empresas/fortunas y<br />

genera miles de empleos,<br />

sino por ser el creador,<br />

miembro y financiador<br />

más entusiasta de CRESO,<br />

la entidad que promueve<br />

el aporte empresarial al<br />

desarrollo de nuestros atletas<br />

de alto rendimiento<br />

olímpico. (Cosas hay del<br />

corazón, que la razón no<br />

entiende). Hablo de unos<br />

atletas que, al igual que<br />

las Reinas del Caribe, nos<br />

han regalado más momentos<br />

felices que los que en<br />

el otoño de la vida puede<br />

inspirarnos “un amor tardío”,<br />

esa “última llama<br />

que en el pecho arde, última<br />

flor en el erial vacío,<br />

ultima luz al expirar la<br />

tarde”, y que a mí, me hace<br />

recordar la frase de un<br />

viejo sabio cuyo nombre<br />

DEBO olvidar, “el hombre<br />

tiene la edad de la mujer<br />

que ama”.<br />

Manuel Estrella ha<br />

creado un grupo económico<br />

fundamental para<br />

las construcciones públicas<br />

y privadas, fruto de<br />

ello ha acumulado una<br />

gran fortuna. Sin embar-<br />

go, cuando hayan pasado<br />

cincuenta años, pocos recordarán<br />

al constructor de<br />

grandes obras de infraestructura,<br />

y sí al hijo de una<br />

profesora que, ya rico, tuvo<br />

la genial idea de convertirse<br />

en el mecenas del<br />

futbol nacional que ya empata<br />

con Egipto y juega sin<br />

complejos frente a España.<br />

Ejemplos sobran no así el<br />

espacio aquí.<br />

Antes de que la cercanía<br />

de la muerte se lo recuerde,<br />

no olvide lo principal.<br />

Búsquele un sentido a la<br />

vida, y estará cerca de esa<br />

paz interior tan parecida a<br />

la felicidad.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!