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La Voz del Patio - nº 17 - Octubre/Diciembre 2024

La Voz del Patio es un periódico que elabora un grupo de internos de la prisión de Burgos participantes en un taller didáctico sobre prensa escrita. Editado por la Fundación Caja de Burgos y la Fundación “la Caixa” y avalado por el Centro Penitenciario de Burgos, La Voz del Patio se publica con una periodicidad cuatrimestral, en formato de periódico tabloide a todo color de 24 páginas y una tirada de 7.000 ejemplares. http://lavozdelpatio.es/

La Voz del Patio es un periódico que elabora un grupo de internos de la prisión de Burgos participantes en un taller didáctico sobre prensa escrita.
Editado por la Fundación Caja de Burgos y la Fundación “la Caixa” y avalado por el Centro Penitenciario de Burgos, La Voz del Patio se publica con una periodicidad cuatrimestral, en formato de periódico tabloide a todo color de 24 páginas y una tirada de 7.000 ejemplares.
http://lavozdelpatio.es/

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actualidad

EL PERIÓDICO DEL CENTRO PENITENCIARIO DE BURGOS | OCTUBRE-DICIEMBRE 2024

La cárcel gasta en desayuno, comida y cena

para los internos un 10,1% más que en 2019

A pesar de la inflación y la subida generalizada de precios en los alimentos básicos de los

últimos años, el presupuesto por interno en Burgos apenas ha pasado de 3,50 a 3,86 euros

11

C. PADILLA | LVP

El Centro Penitenciario de Burgos

solo ha podido aumentar el dinero

dedicado al desayuno, comida y

cena de los internos en 36 céntimos

desde el año 2019, haciendo

que el gasto actual sea de 3,86

euros por interno y día. A pesar

de ello, la institución puede gastar

hasta un 20 por ciento más que

lo presupuestado inicialmente.

Tras la pandemia de la Covid-19

y los diferentes conflictos

bélicos que han tenido lugar en el

mundo a lo largo de los últimos

cinco años, la inflación aumentó

hasta el 1o,5 por ciento en agosto

de 2022, por lo que el precio de

los productos alimentarios se vio

disparado.

En un reportaje realizado por

este medio en octubre de 2022,

se analizaba el aumento de los

precios de los economatos. Sin

embargo, no fueron los únicos

productos que sufrieron un aumento

en su valor de mercado,

pues los productos que la administración

penitenciaria adquiere

también han sufrido un

incremento notable en el precio

en los últimos años. Por ello la

administración de la cárcel de

Burgos se ha visto obligada, junto

al departamento de alimentación,

a realizar ‘malabares’ para poder

seguir ofreciendo a los internos un

menú equilibrado que supla sus

necesidades alimenticias básicas.

Mejor calidad que variedad

Una de las reivindicaciones más

frecuentes que hacen los inter-

Imagen de la cocina del Centro Penitenciario de Burgos. foto: alberto

nos, es la escasa variedad en la

oferta alimentaria, pues son muy

frecuentes las patatas, el arroz o

el pollo. Sin embargo, desde la

administración se apuesta por la

calidad frente a la variedad. Esto

es, adquirir productos frescos,

antes que productos precocinados

o congelados.

Además, desde el departamento

de cocina, los cocineros tratan

de variar la forma de elaborar cada

producto, de manera que, aun

siendo la misma materia prima, el

interno no tenga esa sensación de

monotonía, preparando además

menús especiales para los fines de

semana y los días festivos.

Reinsertando desde el “fondo”

Respecto al resultado, los platos

pasan el estricto control de

los cocineros contratados por el

Ministerio de Interior, por lo que

desde la cocina no pueden hacer

la elaboración que a ellos les

apetezca, sino que “seguimos las

pautas que nos mandan”.

Además, cabe destacar que,

generalmente, los que trabajan en

cocina no disponen de experiencia

previa, y ocupar ese destino es

“una oportunidad para comenzar

su reinserción en la sociedad desde

un oficio tan noble como el de

la cocina”, explica un trabajador

de la cocina del centro.

Por ello, continúa el interno, “es

de valorar que los presos, aun con

las restricciones que conlleva estar

en una cocina de una cárcel, con

limitación de productos y medios,

se esfuercen por hacer que la comida

siempre salga lo mejor posible,

aunque no siempre sea valorado”.

¿Poca comida?

En muchas de las ocasiones,

los internos consideran

que las raciones que se

sirven en el comedor son

demasiado escasas para una

persona adulta.

Sin embargo, los

cocineros destacan que

siempre hay comida de

sobra, pues, salvo en platos

concretos como pueden

ser las hamburguesas con

pan casero o los perritos

calientes –uno por

interno–, mientras, que en

el resto de platos siempre se

preparan algunas raciones

de más, y subrayan el hecho

de que todos los días se

tiran a la basura gavetas

enteras de comida que

devuelven del comedor.

Todos los internos

reciben una ración que se

calcula que es suficiente

para su alimentación.

Además, una vez se ha

servido a todo el mundo, el

que quiera puede levantarse

nuevamente a repetir si

considera que ha sido

poca comida para él, pero

en muchas ocasiones la

gente prefiere quejarse a

levantarse para que le sirvan

un poco más. Entonces,

¿realmente las raciones

son escasas, o los internos

demasiado inconformistas?

Lo que se refleja en la bandeja

La Voz del Patio ha querido interesarse por la

valoración de las personas que habitan en la

instalación penitenciaria burgalesa en materia

de comida, por lo que se ha realizado

una encuesta respondida por 118 personas

privadas de libertad en Burgos para analizar

cómo se encuentra la situación alimentaria

dentro de la prisión de la capital.

De los resultados se desprende que más

de la mitad de las personas que residen en

el centro burgalés considera que la calidad

de la comida es buena o muy buena, resaltando

el hecho adicional de que casi un 40

por ciento de los que han pasado por más

de un centro penitenciario considera que

la comida que se sirve en el comedor es de

mejor calidad que la que se sirve en otros

centros penitenciarios.

Sin embargo, aunque un 54 por ciento

del total de encuestados considera que las

raciones son suficientes para alimentarse,

un 44 por ciento opina que las raciones son

escasas. Además, 7 de cada 10 encuestados

considera que la variedad en los menús es

escasa, y el 57 por ciento de los internos

que respondieron la encuesta consideran

que, aunque con la unificiación de turnos

para comer el tiempo para ello es mayor,

sigue siendo escaso para comer de una

manera tranquila.

Considera que el

tiempo que se da

para comer es:

57%

41%

Mala

33%

46%

Buena

¿Cómo considera la calidad

de la comida?

Muy

mala

15%

6%

Muy

buena

Respecto a otros centros

penitenciarios, ¿cómo considera la

calidad de la comida?

Mejor

Igual

Peor

25%

35%

40%

¿Crees que existe suficiente variedad

en los menús que se sirven?

No

70%

30%

Suficiente

Poco

2%

Mucho

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