La Voz del Patio - nº 17 - Octubre/Diciembre 2024
La Voz del Patio es un periódico que elabora un grupo de internos de la prisión de Burgos participantes en un taller didáctico sobre prensa escrita. Editado por la Fundación Caja de Burgos y la Fundación “la Caixa” y avalado por el Centro Penitenciario de Burgos, La Voz del Patio se publica con una periodicidad cuatrimestral, en formato de periódico tabloide a todo color de 24 páginas y una tirada de 7.000 ejemplares. http://lavozdelpatio.es/
La Voz del Patio es un periódico que elabora un grupo de internos de la prisión de Burgos participantes en un taller didáctico sobre prensa escrita.
Editado por la Fundación Caja de Burgos y la Fundación “la Caixa” y avalado por el Centro Penitenciario de Burgos, La Voz del Patio se publica con una periodicidad cuatrimestral, en formato de periódico tabloide a todo color de 24 páginas y una tirada de 7.000 ejemplares.
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actualidad EL PERIÓDICO DEL CENTRO PENITENCIARIO DE BURGOS | OCTUBRE-DICIEMBRE 2024
Las entrevistas entre internos y abogados
se celebrarán sin separación física
El Servicio de Orientación Jurídica Penitenciaria de Burgos considera que la nueva medida facilitará
el derecho de defensa de las personas presas y contribuirá a humanizar la cárcel
3
JUAN JOSÉ LLANOS | LVP
La Secretaría General de Instituciones
Penitenciarias pretende
poner en marcha un nuevo sistema
para que las comunicaciones
entre abogados y clientes se celebren
sin que de por medio exista
ningún tipo de barreras. Hacía
tiempo que entre los reclusos se
reclamaba este tipo de medida,
ya que mediante los cristales no
siempre se escucha bien y el interno
no puede recibir todas las
explicaciones necesarias para una
buena defensa o cualquier otro
tipo de gestión.
Ya en la última reforma introducida
en 2022, se establecía que
“las comunicaciones reguladas
en esta sección podrán llevarse
a cabo mediante el uso de tecnologias
de la información y la
comunicación y sistemas de videoconferencia,
en función de las
posibilidades materiales y técnicas
de cada centro penitenciario”.
Ahora, la Secretaría General
de Instituciones Penitenciarias
ha emitido una instrucción sobre
las comunicaciones de internos
con abogados defensores y del
Servicio de Orientación Jurídica
por la cual ordena a las direcciones
de los centros penitenciarios que
inicien las gestiones pertinentes
para, en función de las posibilidades
arquitectónicas, habiliten
una dependencia en la que puedan
Un interno se comunica con dos abogados del SOJP en un locutorio de la prisión burgalesa. foto: diego cores
celebrarse comunicaciones entre
las personas privadas de libertad
y sus abogados defensores y/o
procuradores, sin que exista separación
física.
Hasta la fecha, según explican
desde el Servicio de Orientación
Jurídica Penitenciaria (SOJP) de
Burgos, las entrevistas entre abogados
y presos se hacen en los
locutorios habilitados, “que no
dejan de ser una cabina de más
o menos un metro cuadrado con
una pequeña repisa donde poder
apoyar la documentación, y con
un sistema de audio incómodo y
en muchas ocasiones deficiente,
que impide la comunicación por
la barrera física del grueso cristal
de separación de las dos partes de
la cabina”.
Luis Velázquez, del SOJP, opina
que la nueva instrucción es “una
medida necesaria que recibimos
esperanzados confiando en que
se pueda implementar, ya que va
a ser de gran utilidad”.
Los abogados
podrán entrar
con ordenadores,
tablets u otro tipo
de dispositivos
Velázquez añade que “el hecho
de que institucionalmente se habiliten
dependencias para poder
realizar las entrevistas sin esa
incómoda separación física, que
faciliten tanto la comunicación
verbal como el manejar y firmar
documentos, es un gran paso, y
esperemos que el Centro Penitenciario
de Burgos pueda habilitar
varias salas para poder realizar
estas comunicaciones”.
Asimismo, la instrucción autoriza
la entrada a los abogados
con ordenadores, tablets u otro
tipo de material informático, “lo
que a todas luces permitirá una
mejor preparación de las actuaciones
judiciales con nuestros
defendidos, ya que de esta manera
se puede acudir con todo el
expediente”.
El SOJP burgalés estima que los
avances que impulsa esta nueva
instrucción “no dejan de ser una
pequeña forma de humanizar la
cárcel, normalizar la relación con
las personas presas y facilitar su
derecho de defensa”.
Joaquín Ruiz de Infante Abella Abogado penalista
Facilitar el derecho a la defensa
Han pasado ya unos años desde mi primera visita
a un centro penitenciario. Conservo aún en la
memoria detalles como la luz sombría y amarillenta
de los pasillos, o el olor a tabaco frente al cristal
del locutorio. Lo que más me sorprendió fue la
sensación de una auténtica ausencia de intimidad en
un espacio y momento tan crucial para la defensa
de una persona que se reúne con quien debe
conocer todos los detalles que pueden incidir en la
determinación de su inocencia o culpabilidad.
Hoy me sigue resultando
extraordinario que el lugar elegido
para una entrevista tan confidencial y
necesaria para el derecho de defensa, en
la que cliente y abogado se entrecruzan
sin filtros confesiones, explicaciones o
coartadas y trabajan en la estrategia de
la batalla judicial, sea una sala en la que
tienen que elevar a menudo la voz para
escucharse a través de una mampara de
cristal, y en el que las conversaciones
se oyen sin esfuerzo desde las cabinas
contiguas del locutorio (cuesta pensar
que un estratega desnudase sus planes
en un escenario semejante antes del
combate).
En la búsqueda de soluciones para garantizar la
confidencialidad de las entrevistas entre abogados y
presos, los órganos judiciales han venido otorgando
«La aplicación
de la nueva
instrucción no
parece muy
complicada
en casi todas
las prisiones»
excepcionalmente permisos para que aquellos
pudieran entrevistarse en un espacio sin barreras
arquitectónicas. En mi caso, la Audiencia Nacional
ha autorizado que pudiera mantener reuniones con
clientes acusados en macrocausas, y prisiones como
la de Soto del Real han facilitado para ello una sala
prevista ordinariamente para reuniones de los presos
con sus familiares. Ello me ha permitido de una
forma mucho más natural y confidencial sentarme
frente a mi cliente en privado y dialogar y profundizar
en la defensa y preparación de
declaraciones, juicios y recursos.
Estas autorizaciones judiciales
suponían, hasta ahora, una
excepción que, a la luz de las últimas
disposiciones, parece que va a
convertirse en algo habitual.
Dado que casi todos los centros
penitenciarios disponen de salas
destinadas a las comunicaciones
familiares, no parece que la
aplicación de la nueva instrucción
resulte complicada, si bien puede
comprenderse que, por limitaciones
de espacio, los locutorios seguirán
siendo el sistema general, principalmente en
aquellas prisiones de mayor ocupación, en las que
en un solo día pueden llegar a coincidir hasta una
decena de abogados en la misma franja horaria.
El nuevo sistema ya no requiere de autorización
judicial, sino que se sujeta a un procedimiento
administrativo que la propia instrucción de la
Secretaría General regula. Para hacer uso de este
derecho, la solicitud debe efectuarse por el abogado
con antelación suficiente, pudiendo acceder al centro
penitenciario con ordenador portátil o tablet.
Esta solicitud es fundamental, ya que no basta
con la presentación, sino que se exige una respuesta
afirmativa del centro penitenciario que debe reflejar
el material informático que se autoriza.
No se permitirá material informático que pueda
captar imágenes, por lo que el modelo de portátil
y/o tablet debería ir desprovisto de cámara (algo
complicado en los modelos actuales). Está por ver si
las prisiones permitirán estos aparatos más modernos
con la cámara capada o tapada de alguna forma. Otra
limitación a los dispositivos es que estos no deben
permitir la comunicación con el exterior, entendiendo
con ello que no deberán ir provistos de tarjeta SIM.
Dado que la instrucción no especifica el cauce
para la presentación de estas solicitudes, lo más
indicado es que el abogado contacte previamente
con la Secretaría del centro penitenciario. Sería
mucho más efectivo que los Colegios de Abogados
gestionasen directamente estas solicitudes de
sus colegiados en el momento de tramitar los
volantes ordinarios (que siguen siendo necesarios
para acceder a la cárcel). Veremos si se animan a
coger el testigo y toman la iniciativa en la gestión
e implantación de este sistema. Sin duda un
importante avance para el ejercicio de la abogacía y
el derecho a la defensa.