¡Convierta sus PDFs en revista en línea y aumente sus ingresos!
Optimice sus revistas en línea para SEO, use backlinks potentes y contenido multimedia para aumentar su visibilidad y ventas.
TRANSITAR EN EL SUR
COLECTIVO ANDINXS
Las personas trans a menudo sufrimos mucho tratando de
encajar en un binarismo de género que debería ser revaluado,
ya que es un constructo social. En mi adolescencia, la relación
con los hombres no fue traumática. Me relacioné con varios
chicos, especialmente con hombres mayores, pero nunca sentí
una atracción afectiva hacia ellos; era más una admiración hacia
lo que quería ser.
Creo que las experiencias de vida de cada persona son muy
diferentes y están marcadas por el contexto social. También es
importante reconocer la diversidad de orientaciones dentro de
la población trans y deconstruir los prejuicios asociados con
la homofobia y la lesbofobia. Durante mi adolescencia, viví
intensamente mi rol como niña y adolescente, y al enfrentar
las exigencias del rol de género, pasé por una etapa profunda
de negación. Mi trauma social principal fue no cumplir con
el estándar de mujer que se esperaba de mí, a pesar de mis
esfuerzos.
Dejar de odiarme y aceptar a la persona que fui antes como
parte de mí ha sido liberador. Me veo como la misma persona:
la niña, la adolescente y la mujer que se transformó en quien
soy ahora.
Cultura y Carnaval: un perspectiva epistemológica
DANIEL: Hoy en día, las etiquetas que utilizamos son
grandes categorías que sostienen el sistema, y parece que no
hay escapatoria. A pesar de que tratamos de resistir y reafirmar
nuestras identidades mientras reconciliamos nuestro pasado,
esto puede no ser más que un pequeño ejercicio político. Tanto
el sistema médico como el jurídico han creado instituciones
que jerarquizan a la población según su sexo y género. Sin
embargo, al hablar desde el Sur Global, reconocemos otras
epistemologías. El Carnaval, las carrozas y los simbolismos
que se presentan me llevan a cuestionar mi identidad de género
más allá del binarismo. El Carnaval y el reconocimiento del
pasado indígena me permiten ver mi resistencia frente a los
grandes sistemas de colonización, como la implantación de
un núcleo binario en el capitalismo, el patriarcado y nuestro
sistema global.
Reconocer los contextos y epistemologías locales me
ayuda a auto-reconocerme como un sujeto disidente del
género, auténtico, con una fuerte cultura y un entendimiento
profundo de mi identidad. Me permito rechazar ser un hombre
hegemónico y aceptarme desde mi disidencia frente al sistema
sexo-género y mi contexto cultural como nariñense.
La sociedad cisheterosexual, sostenida por grandes
instituciones médicas, farmacéuticas y jurídicas, ha perpetuado
la transfobia, afectando la salud mental y física de las personas
trans. Enfrentar la necesidad de cumplir con una lista de tareas
para sentirme pleno en la sociedad es una consecuencia de
las dinámicas de nuestro sistema. Buscamos transiciones más
saludables.
Regresando al tema del Carnaval y de la identidad nariñense,
quisiera explorar cómo esta identidad cultural influye en
tu proceso de deconstrucción. Hemos hablado de cómo el
hombre tradicional nariñense es muy conservador, pero ¿crees
que tu identidad nariñense te ha permitido avanzar en esa
deconstrucción con tu familia, tu esposa y tu círculo cercano?
¿Te ha dado una libertad particular para expresar tu identidad?
Hablemos un poco de cómo ves esa influencia de tu identidad
nariñense, especialmente considerando la rica cultura y el arte
de Nariño.
JERÓNIMO: Considero que las personas con orientaciones
sexuales, identidades y expresiones de género diversas hemos
136 137