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GI/BM/GETTY IMAGES (2)
dinero debe haber levantado las alarmas. ¿Alguna vez le
preguntó a su marido al respecto? Nunca lo dijo.
DiPascali sí recordaba que Ruth buscaba a menudo
“respuestas sobre cheques que no se habían cobrado o
que no estaban en orden numérico”. Pero en 2008, meses
antes de que explotara el
esquema Ponzi, Ruth pareció
reducir su implicación,
dijo.
DiPascali era corrupto (se
declaró culpable de 10 cargos
de fraude y murió de
cáncer de pulmón en 2015
mientras esperaba la sentencia),
pero, como soplón,
tenía una reputación impecable.
A lo largo de más de
cuatro años, había asistido a
más de 75 largas sesiones de
información con los investigadores,
que me dijeron que
nunca lo agarraron mintiendo.
Y no era el único empleado
que podía hablar del papel
duradero de Ruth con la
cuenta 703. En 2018, le pregunté
a Eric Lipkin, un empleado
de BLMIS que se
había declarado culpable
de falsificación de registros,
cuánto tiempo estuvo Ruth
haciendo el trabajo de contabilidad
desde que se unió a
la firma en 1992: “Siempre.
Ella estaba en la oficina bastante
tiempo”.
No todos los empleados
de BLMIS que señalaron
a “Ruthie Books” fueron
condenados por un delito.
Hubo un testigo en el caso de
Madoff Five [los cinco empleados
condenados por delitos
en el juicio] que nunca
fue acusado: Winifred Jackson,
que trabajó en Madoff
Securities durante más de 10
años. Durante más de diez
años, ayudó con la cuenta
703. Jackson dice que cuando
empezó, en 1987, Ruth era la conciliadora principal,
“detectando transposiciones de números y haciendo
correcciones si era necesario”.
Esto no significa, por supuesto, que Ruth supiera que
el negocio de su marido era un esquema Ponzi. No hay
pruebas. Entonces, ¿por qué mentir en 60 Minutes sobre
la contabilidad? Y dada esa mentira, ¿cómo y por
qué deberíamos creerle en algo importante?
“Ella no estaba en el negocio”, me insistió una vez Bernie
desde la prisión, donde cumplía 150 años por sus
crímenes. “No estaba acusada de nada. No estaba bajo
investigación”. Pero la verdad es que Ruth Madoff definitivamente
estaba bajo investigación.
Si bien el papel de Ruth
en el fraude puede haber
sido marginal, su padre, Saul
Alpern, contador, sigue apareciendo
en la historia del
origen del esquema Ponzi.
Saul presentó a Bernie a
muchos de sus inversores
iniciales a principios de los
’60. “Saul fue la incubadora”,
dice Steven Garfinkel, exagente
del FBI que investigó a
la familia después del arresto
de Madoff. “Como un inversor
de riesgo de Silicon Valley
que reúne a gente del sector
tecnológico, Saul reunió
a los estafadores”.
Ruth y sus hijos, Mark y
Andrew, mantuvieron que
se enteraron por primera vez
del fraude de Bernie el 10 de
diciembre de 2008, el día
antes de su arresto, cuando
les confesó antes de irse a la
fiesta navideña de la empresa.
Según su historia, Bernie
dijo que se entregaría en algún
momento durante la semana
siguiente, lo que llevó
a sus hijos a entregarlo ellos
mismos. Si bien muchos
federales creen que la historia
fue un engaño, organizada
por Madoff para hacer
que sus hijos parecieran
ciudadanos respetuosos de
la ley, nunca surgió ninguna
prueba de que fuera una
Amor y dinero
mentira.
De cualquier forma, Ruth
no actuó heroicamente. Su
respuesta fue retirar US$
10,5 millones de una de
sus cuentas vinculadas al
BLMIS (tres semanas antes había retirado US$ 5 millones
adicionales). Al parecer, no se dio cuenta (ni le importó)
de que la confesión de su marido significaba que
la música tenía que parar de inmediato: no más tarjetas
de crédito corporativas ni retiros de fondos que tendrían
que ser devueltos a los inversores defraudados.
“Los chicos”, como se los conocía universalmente,
parecían igualmente despreocupados por las legiones
“Ruth no era particularmente cálida y cariñosa”, dice un exempleado
de Madoff. “Y si hablás con cualquiera de sus amigos, te van a decir
lo mismo. No era una gran abrazadora. Podía ser muy elegante. No
una falta total de calidez, pero formal”.
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SEPTIEMBRE/OCTUBRE, 2024
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