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IDEAS
Por Prof. Dr. Carlos Alberto Di Franco
46
Paraguay – una mirada positiva
IDEAS
La calificación crediticia de Paraguay fue
elevada a “Grado de Inversión”, el equivalente
a un sello de buen pagador, por la agencia
Moody’s, en una victoria para una de las economías
de más rápido crecimiento en América
del Sur.
La calificación se elevó de Ba1 a Baa3, colocando
a Paraguay en el primer escalón del
Grado de Inversión, junto a Panamá y la
India. La agencia de calificación crediticia
citó los esfuerzos del país para estimular el
crecimiento y al mismo tiempo hacer que la
economía sea más resistente a las crisis.
“Un historial de implementación de reformas institucionales,
junto con los sólidos marcos de política monetaria y
fiscal de Paraguay, respaldan nuestra mejor evaluación de las
instituciones y la fortaleza de la gobernanza”, escribió en un
comunicado la estratega de Moody’s, Samar Maziad.
Los bonos en dólares del país estuvieron entre los de mejor
desempeño en los mercados emergentes ese día, con notas
con vencimiento en 2044 ganando 1 centavo para cotizar a
97,9 centavos por dólar, según precios indicativos compilados
por Bloomberg.
El producto interno bruto (PIB) de Paraguay creció un
3,8% el año pasado, según el Fondo Monetario Internacional
(FMI), superando a sus vecinos. El exportador de soja ha
recibido elogios de las agencias de calificación en los últimos
años por sus políticas consistentes, baja inflación y finanzas
públicas disciplinadas.
S&P Global Ratings mejoró al país a BB+ en febrero (un
escalón por debajo del grado de inversión) con una perspectiva
estable. Fitch Ratings también otorga a Paraguay una
calificación BB+ con perspectiva estable.
Éstas son señales importantes. Evidentemente no es un
punto de llegada. Pero es un punto de partida importante.
Corresponde al gobierno y a los agentes económicos subir la
escalera con competencia y seriedad.
Por motivos profesionales viajo regularmente a Paraguay
desde hace más de quince años. Mi perspectiva es la de un
outsider que, como es lógico, observa la realidad más alejada
de las pasiones y emociones de quienes intervienen directamente
en la vida cotidiana del país.
El Paraguay de hoy, independientemente
de los grandes desafíos internos de gobernabilidad
política y estabilidad institucional,
es un país prometedor. Cierta seguridad
jurídica, estabilidad fiscal e impuestos
incomparablemente más bajos que los que
se practican en mi país, Brasil, brindan al
Paraguay condiciones muy favorables para
la inversión extranjera, una fuente importante
de desarrollo económico y creación
de empleo.
El país, sin embargo, necesita afrontar
seria y urgentemente su principal desafío:
la desigualdad social. Las demandas de la ciudadanía son
numerosas y muy justas: sanidad de calidad, educación,
transporte público y seguridad. Demandas tan urgentes y
necesarias requieren una respuesta eficaz y generosa por
parte del Estado y del sector privado.
Los medios de comunicación tienen un papel muy importante
en el rescate de la dignidad de las personas. Deben ser
un faro para la ciudadanía. Tu relación con el poder debe ser
de independencia y respeto. Apoyar y aplaudir lo correcto y,
al mismo tiempo, criticar lo que merece corrección.
La prensa no debe participar en el teatro político, en la exhibición
de intereses poco claros. Tu papel es investigar los
hechos y decir la verdad. Con objetividad e imparcialidad.
Debe promover y estimular un debate serio y profundo sobre
las principales cuestiones nacionales.
Soy optimista sobre el futuro de Paraguay. Con frecuencia
observo una ola de pronósticos negativos. Un análisis
imparcial y verdaderamente periodístico puede conducir a
un horizonte menos aterrador. El país está en una carrera
de obstáculos y, como en los estadios, la pista no termina en
el abismo. Todos navegamos en el mismo transatlántico. En
caso de naufragio no habrá ahogamiento selectivo. Todos
caeremos. También ocupantes de primera clase (o Primer
Mundo). Por eso, sin optimismo tonto, es necesario reconocer
que Paraguay, por la iniciativa que muestra, es mayor que
sus circunstancias actuales.
Creemos todos en el Paraguay y en la fortaleza de su sociedad.
Un pueblo bueno, trabajador y pacífico. Merece una
sacudida de justicia, desarrollo y progreso.
LOS MEDIOS DE COMUNICACIÓN TIENEN UN PAPEL MUY IMPORTANTE
EN EL RESCATE DE LA DIGNIDAD DE LAS PERSONAS.
FORBES.COM.PY SEPTIEMBRE/OCTUBRE, 2 024