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Forbes Paraguay ED

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ThE PROFILE

“POPEYES SE

VENDIÓ POR US$

1.800 MILLONES.

PANERA BREAD SE

VENDIÓ A JAB,

LUEGO DUNKIN’.

ES UN MOMENTO

INTERESANTE”.

fútbol en la Universidad de Carolina del Norte en Chapel Hill

antes de recibirse de abogado. Pero Mike’s Subs, la tienda de

sándwiches donde había trabajado a tiempo parcial desde los

14 años, salió a la venta. Cancro dice que su madre le sugirió

que se la comprara a su jefe. Pero su hermano John tiene otro

recuerdo. Dice que un amigo le comentó que el negocio estaba

en venta y le sugirió que lo comprara: “Me reí y le dije: ‘No hay

ninguna posibilidad. No quiero hacer sándwiches por el resto

de mi vida’”. Esa noche, le contó a su hermano sobre esa oportunidad.

Peter, que ni siquiera podía cortar fiambres (según las

leyes nacionales de trabajo, hay que tener 18 años), se lanzó a

una búsqueda frenética de respaldo financiero. Logró persuadir

a uno de sus entrenadores de fútbol, Rod Smith, VP de la

sede local del Ocean County National Bank, de que le prestara

US$ 125.000 con una tasa de interés del 10%.

Cursó sin hacer demasiado los últimos cuatro meses de la

secundaria y empezó a trabajar reclutando a amigos y familiares.

“Después de la graduación, me fui a la tienda”, cuenta. En

poco tiempo, devolvió el préstamo y Mike’s Subs vendía sándwiches

por cerca de US$ 1 millón al año. “Fue un hijo pródigo

incluso en ese entonces”, dice John Hughes, un nativo de Point

Pleasant que comenzó a trabajar para Cancro en 1984 y hoy

supervisa la capacitación en las franquicias de Jersey Mike’s.

Abrió su segundo local en 1980, pero lo vendió a los 18 meses.

En 1987, se le ocurrió empezar con las franquicias. Tomó

un anotador y comenzó a pensar un nuevo nombre para el negocio,

que resaltara las raíces de Jersey: New Jersey Mike’s,

New Jersey Subs, Jersey Mike’s. Gano este último.

La mayoría de las cadenas más importantes de comida rápida

funcionan con franquicias, lo que les permite expandirse

de manera más rápida y económica. Los operadores locales

pagan una cuota inicial y altas regalías (para Jersey Mike’s,

US$ 18.500 y 6,5%). Reciben a cambio un concepto rentable

comprobado y el respaldo y la capacitación. “Ahí empezamos a

crecer”, dice Cancro. Jersey Mike’s sumó cerca de 30 sucursales

durante los siguientes cuatro años, extendiéndose más allá

de Jersey hasta Ohio y Tennessee, donde su cuñado abrió un

local. En 1991, una breve recesión y la subsecuente crisis crediticia

golpearon a Jersey Mike’s, que se había sobreendeudado;

Cancro tuvo que despedir a todos los empleados corporativos,

incluyendo su hermano. Después de este escarmiento, redobló

sus esfuerzos, y para 1994 había sacado a Jersey Mike’s del

pozo y recontratado a todos. Para fines de esa década, la compañía

se había expandido a más de 100 ubicaciones. La cadena

superó los US$ 1.000 millones en ventas para 2018. Dos años

después, vino la pandemia. “Todos dijeron: ‘No hagas nada.

Quédate con tu dinero’”, recuerda Cancro. Él hizo lo contrario:

“Soy del tipo de persona que va en la dirección opuesta”.

En marzo de 2020, mientras la mayoría de la población entraba

en cuarentena, Cancro escribió su primer aviso televisivo,

que también protagonizó. No era la típica presentación.

En cambio, agradecía a sus franquicias por todo lo que estaban

haciendo para ayudar a los hospitales y profesionales en

la primera línea de respuesta. También comunicaba a cada negocio

que la empresa matriz de Jersey Mike’s cubriría los costos

para que ellos donaran hasta 1.000 sándwiches a hospitales,

bancos de alimentos y cualquier otro que lo necesitara. En

una apuesta todavía mayor, Cancro recaudó US$ 500 millones

en una securitización corporativa, y luego gastó

más de US$ 150 millones para remodelar los 1.700

locales de Jersey Mike’s durante la pandemia. Aunque

son los franquiciados quienes suelen pagar por

esas mejoras, no fue así en este caso. Cancro también

gastó US$ 40 millones en actualizar la aplicación

y el sitio web de la compañía. Incluso compró

un avión privado y voló por todo EE.UU. para

visitar locales en un momento en que el país estaba

casi paralizado. El impacto fue asombroso: “Las

ventas subieron un 65% —dice—. Alcanzaron los

US$ 2.200 millones en 2021, en comparación con

los US$ 1.300 millones de 2019. Las ventas promedio

por franquicia subieron de US$ 850.000 a US$

1.3 millones, casi un tercio más que lo habitual en

Jimmy John’s y más del doble que en Subway.

uizá Jersey Mike’s podría haber crecido

más rápido en menos tiempo

Q

si Cancro no hubiera sido tan exigente

respecto de quién podía administrar

cada negocio. La compañía

afirma que solo el 1% de la gente

que se presenta para ser dueña de un Jersey Mike’s

es aprobada; si eso es cierto, es más difícil conseguir

una franquicia de Jersey Mike’s que ser admitido

en Harvard, cuyo porcentaje de admisión en

2024 fue del 3,6%.

“Hacemos que la gente atraviese un riguroso proceso

de selección”, explica Hughes, jefe de Capacitación

de Jersey Mike’s. Cancro busca “dueños-operadores”

que estén dispuestos a involucrarse y que

crean en la cultura de la empresa, lo que incluye un

enfoque en la participación de la comunidad y las

donaciones caritativas (Cancro se jacta de que cada

franquicia dona de manera voluntaria el equivalente

a las ventas de todo un día durante el Día de la

Donación anual “opcional” de la compañía).

FORBES.COM.PY SEPTIEMBRE/OCTUBRE, 2 024

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