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Partida de un sembrador

Un sembrador murió tras haber sido inoculado

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PARTIDA DE UN SEMBRADOR

Guarda la Memoria varios

nombres de hombres que murieron;

seguramente creyeron

y fueron a “vacunarse”

sin siquiera imaginarse

el fin que pronto tuvieron.

Eran hombres productivos,

hombres de Paz, no de Guerra;

que cultivaban la tierra,

que sembraban, que regaban,

que trabajando estaban

cuando los taló la sierra.

Muerte súbita - de golpe

ese hombre ya no vota,

ya no patea una pelota,

ya no juega con su hijo;

fue ese tiempo que maldijo

su vida que ya está rota.

Alguien le rompió la vida,

la sangre le envenenaron;

a la muerte lo llevaron

o más tarde o más temprano.

Al confiado ser humano

con mil trampas lo engañaron.

“¡Vacunate!” le dijeron...

"¡Dale que es por bien de todos!"


Y borraban con un codo

lo que firmaba una mano...

Negociados inhumanos

se hicieron de todos modos.

Ese hombre ya no siembra,

ese hombre ya no camina;

tuvo muerte repentina,

sus familiares ya saben

que por mucho que las llamen

hay aves que ya no trinan.

Ese hombre trabajaba,

ese hombre pagaba impuestos;

no dejaron que sus restos

pudieran ser despedidos;

culpa de unos forajidos

que se lo llevaron puesto.

Ese hombre ya no tributa,

esa boca ya no opina;

esto pasó en Argentina

y en muchos otros países:

viaje con pocos matices

de la guadaña dañina.

Ese hombre ya no siembra,

ese hombre ya no cosecha;

su muerte tuvo una fecha

como la tuvo su vida

- su vida que fue vencida

por la guadaña que acecha.

Una guadaña tramposa

encerrada en un frasquito;

picadura de mosquito

en trucho vacunatorio;

si eso no es un Acto de Odio

a las pruebas me remito.

Ese hombre ya no es padre,

ese hombre ya no es amigo,

ya no siembra más el trigo

ni el zapallo ni la avena;

realmente ha sido una pena

la forma en que se ha ido.

Y la guadaña sonríe:

"estaba predestinado";

viajó para el otro lado

abrazado a una confianza

con esa falsa esperanza


del hombre que es “vacunado”.

- "Que se joda por confiado"...

- "Nunca fue obligatoria"...

(Es sano tener memoria

recordando a los mañosos

“seres” más que peligrosos

de corrupta trayectoria).

Es sano no olvidarse

del daño que ha hecho esta "gente".

¿Es decente o indecente

engañar de esa manera

para que caiga cualquiera

en esa trampa infrecuente?

- "Vacunate" - te decían

y hasta sonaba sincero;

"me vacuno así no muero"

pensaron los inocentes

y al anzuelo prepotente

se lo tragaron entero.

Así que murieron unos

y otros se quedaron vivos

y al que se puso agresivo

no sólo no lo escucharon

sino que lo denunciaron

sin que importen los motivos.

Destruyeron a familias

obligando a “vacunarse”;

y al pinchazo que hay que darse

te piden que lo repitas;

obedecen las malditas

órdenes sin inmutarse.

Parecen los orcos feos

del Señor de los Anillos;

le cantan los estribillos

al Sauron que es el solista;

entre ellos no hay quien resista

a ese anillo con su brillo.

Van todos encolumnados

obedeciendo una orden;

y para aquellos que estorben

y no quieran “vacunarse”

los harán encolumnarse

para que no haya desorden.

Bajó una orden muy simple


de “vacunarnos” a todos;

de buenos o malos modos

convencieron a la gente:

Sauron estaba impaciente

por vacunarlo a don Frodo.

Orco González García,

orca la Carla Vizzotti,

y el gobernador Perotti

y todos los gobernadores;

orcos los legisladores

que te piden que los votes.

Orco es Alberto Fernández,

orco es Rodríguez Larreta;

Sauron en la camiseta

y Sauron en cada gorra;

orca la Cristina chorra

orca la prensa berreta.

Orcos los “vacunadores”,

orcos médicos traidores,

orcos los "innovadores"

“fabricantes de vacunas";

orco todo el que se suma

a esos turbios malhechores.

Malhechor el presidente,

los ministros y la vice;

triste verdad que se dice

sobre títeres, mirando

cómo obedecían cobrando

ensobradas directrices.

Y no se pusieron solos:

los puso ese votante

de la ignorancia importante

que a estos farsantes aplaude

para que el chorro recaude

y se torne desafiante.

"Quedate en casa" decía...

Andá a guardarte a la cucha...

¡Y el pobre Pueblo lo escucha

y encima le obedece!

Pareciera que merece

el caramelo que embucha.

Y el Pueblo se guardó en casa,

muchos comercios cerraron...

Unos pocos aguantaron

pero muchos se fundieron


y los orcos aplaudieron

la gran estafa que armaron.

Ya la tienen estudiada

a la trampa que promueven;

del miedo que muchos tienen

a morir ellos se abusan;

con propaganda engatusan

peor que en la época de Menem.

Y a la gente le metieron

miedo a un “virus” invisible

y tornaron invivible

la situación día a día...

Vil Pigman se relamía

con avaricia terrible.

Así fundieron a muchos

interfiriendo en su vida;

la sanata repetida

del cuidate y del quedate

en casa - a quien desacate

lo verán como homicida.

Y a cada rato el muñeco

bajaba línea en la tele;

todo con grandes carteles

de cuidate y de quedate;

luego vino el vacunate

y los muertos que nos duelen.

Muy bien pensada la trampa

por una mente homicida;

la treta aunque repetida

sus frutos les sigue dando;

están experimentando

con tu vida y con mi vida.

Los más ilusos compraron

y también muchos cobardes;

otros se acordaron tarde

de conocer sus derechos;

Pigman le sacó provecho

ya que a vil no hay quien lo emparde.

Primero metieron miedo

usando todos los medios;

dijeron que no hay remedios

mejores que la “vacuna”;

que no tenga duda alguna

el ciudadano promedio.


Fabricantes de "vacunas"

de repente aparecieron

y todos nos ofrecieron

sus “productos” novedosos.

Los farsantes sigilosos

a gobiernos “convencieron”.

No sólo fue en Argentina

que este circo establecieron;

en Brasil lo padecieron,

en Bolivia y en Paraguay,

en Chile y en Uruguay

estos orcos se metieron.

Tenebrosa inteligencia

para dañar a los pueblos;

yo para nada me alegro

de este imperio de maldades

por eso cuento verdades

que para nada celebro.

(El hombre que ha sido bueno

o a quien lo es aún hoy

la información esta que doy

quizá no la crea cierta

mas si su mente está abierta

sabrá que loco no estoy).

Inocular a millones

para matar a unos cuantos;

que muchos sufran quebrantos

y otros “eventos adversos”;

se parece más que a un verso

a una Novela de Espanto.

Sin embargo si uno lee

y con paciencia indaga

sabrá que hay como una plaga

de “seres” entre nosotros

que se creen sobre otros

con derecho a usar la daga.

A esos orcos les parece

que en la Tierra hay mucha gente

y se creen inteligentes

por matarlos poco a poco;

no me juzgue como a un loco

indague y sabrá quién miente.

No son ateos los orcos;

creen en "dios" cada segundo;

un "dios" de odio profundo,


supremacista de hecho

ya que se creen con derecho

a ser los “amos” del mundo.

Ellos se creen superiores,

con derecho a pisotearte,

con derecho a maltratarte

y a usar con vos la mentira;

la inmisericordia admira

quien no duda en lastimarte.

De la Organización Mundial

de la Salud que la llaman

es donde los orcos maman

cierta idea que los rige;

es por eso que te exigen

perder mientras ellos ganan.

De la OMS baja la orden

y el orco omsiano obedece;

y el pobre que lo padece

lo entiende bien a este tema;

es víctima de un sistema

que no es lo que parece.

Ellos dicen que te cuidan

pero no te quieren sano;

te meten en un pantano

y te mantienen enfermo;

al que es cabeza de termo

lo mandan al otro plano.

De ilusión también se vive,

de ilusión también se muere;

si la “vacuna” te hiere

nadie querrá hacerse cargo:

tendrás sufrimiento largo

tras entregarte a esos “seres”.

Quizá surja alguna arritmia,

quizá tengas que operarte;

y el orco querrá sacarte

algo más de tu dinero;

rara vez será sincero,

siempre piensa en engañarte.

Sauron no muestra la cara,

es un gran titiritero;

maneja mucho dinero

y así compra voluntades;

y para hacer sus maldades

manda a los orcos primero.


En Argentina tenemos

orcos bien desparramados;

algunos son diputados

y otros son senadores;

todos son estafadores

y jamás serán honrados.

Hay orcos entre los jueces,

muchísimos abogados

y hay orcos jubilados

y cantidad de docentes:

excelentes delincuentes

imponiendo su “reinado”...

Hay mucho orco periodista,

orcos pastores, letrados,

orcos que comen asado

y los hay vegetarianos;

parecen seres humanos

pero no están de este lado.

Hay orcos que son votantes

ya que están empadronados;

se portan como soldados

siguiendo la orden que baja;

hay mucho orco que viaja

gracias a que lo han votado.

Hay orcos de guante blanco

y otros de guante negro;

hay más de un orco que es suegro

y orcos yernos y orcas nueras

levantando una bandera

de la cual yo no me alegro.

No me alegra la mentira,

no me alegran las estafas,

no me alegra cuando zafa

el orco de la Justicia,

cuando usando su malicia

mete gato por jirafa.

Y hay orcos candidatos

en todas las elecciones.

A veces no hay opciones...

¡Orcos en todas las listas!

No me llamen pesimista

ya que tengo mis razones.

Por eso muchos no votan,

por eso ya no votamos;


porque muchos nos cansamos

de hacerle el juego al dañino

votando un orco pingüino

y luego nos lamentamos.

Por eso somos millones

que ya no participamos,

que ya no colaboramos

con la falsa democracia

que trajo tanta desgracia

que tanto nos espantamos.

Sobran nidos de corruptos

en los diversos partidos;

son bandas de forajidos

ansiando ocupar un puesto;

orcas y orcos deshonestos

de corrupto recorrido.

Aquel hombre ya no siembra,

aquel hombre no cosecha;

su muerte tuvo una fecha

como la tuvo su vida

- su vida que fue vencida

por la mentira que acecha.

Te extraña la hileradora

te extrañan los avenales

te extrañan tus familiares

y te extrañaba tu hermano

que viajó a darte una mano

en los mundos celestiales.

Sembradores argentinos,

hijos de este hermoso suelo;

nos queda siempre el consuelo

de saberlos trabajando;

los estamos recordando

porque siembran desde el cielo.


Argentina, abril 2024. Telegram Pueblo Argentino Salud

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