Bestiario: Codex Peccatorum

limbo
lujuria
gula
avaricia
ira y
pereza
herejía
y
violencia
fraude
traición
Bestiario
ilustrado por amely del ángel r.

limbo
lujuria
gula
avaricia
ira y
pereza
herejía
y
violencia
fraude
traición
Ubicación:
Tercer círculo
del
infierno
“En el festín del exceso, el apetito es rey y el juicio,
un prisionero olvidado.”
Nombre común: Cerdo de la Gula
Nombre científico: Voracitas infernalis
Clasificación infernal: Habita en el tercer círculo del Infierno.
Criatura grotesca, condenada a arrastrarse por los fangosos
terrenos del tercer círculo, simbolizando la insaciabilidad de los
pecados. Su cuerpo es desmesurado, con un vientre que roza el suelo,
hinchado por su insaciable hambre. Sobre su lomo, en una extraña y
grotesca ironía, se amontonan todo tipo de alimentos. Sus ojos,
pequeños y hundidos, reflejan una desesperación constante, siempre
buscando más comida, aunque su boca no cesa de masticar lo que ya
tiene.
Esta criatura se mueve lentamente, arrastrando su peso, con la
vista fija en la próxima oportunidad de festín.
Si se le alimenta, se vuelve dócil, pero es incapaz
de controlarse, consumiendo hasta lo
tóxico y letal.

"Quien cede a la furia, siembra ruina; quien no la
apaga, recoge destrucción."
limbo
lujuria
gula
avaricia
ira y
pereza
herejía
y
violencia
fraude
traición
Ubicación:
quinto círculo
del
infierno
Nombre común: Dragóntoro de la ira
Nombre científico: Draco Taurorum Furoris
Clasificación infernal: Habita en el quinto círculo del Infierno.
Bestia colosal, un híbrido nacido del furor desatado y la furia indomable
de las almas condenadas. Este ser combina la brutalidad del toro con la
majestuosidad devastadora del dragón. De su cabeza surgen cuernos
cortos, pero oscuros y devastadores. Sus ojos, y cola llameantes son de un
rojo intenso, parecen contener la esencia de las llamas del Infierno. Está
eternamente enfurecido, siempre en busca de algo o alguien que destruir. se
alimenta de la violencia misma, y su rabia no disminuye nunca,
porque su esencia es el odio, la venganza y el deseo de aniquilar.
Su ira, como el fuego que exhala, se expande sin límites, arrasando
lo que encuentra.

""Lo que envidias, jamás será tuyo; lo que posees,
te resultará insuficiente.""
limbo
lujuria
gula
envidia
ira y
pereza
herejía
y
violencia
fraude
traición
Ubicación:
cuarto círculo
del
infierno
Nombre común: Serpiente de la avaricia
Nombre científico: Serpens Invidiosa
Clasificación infernal: Habita en el cuarto círculo del Infierno.
Criatura sigilosa, cuya figura alargada se desliza por la oscuridad con
una suavidad casi imperceptible. Su cuerpo está cubierto de escamas que
varían entre tonos, reflejando la mezcla de celos y veneno emocional que la
consumen. Lo más perturbador de esta serpiente no son solo sus escamas
resbaladizas, sino los ojos que brotan a lo largo de su cuerpo, mirando
constantemente con una intensidad desmesurada hacia aquello que nunca
podrá tener. En lugar de actuar directamente, se dedica a manipular, a
susurrar veneno en los oídos de las víctimas, despojándolas de lo que tienen
sin jamás poder disfrutar de ello. Lo único que ella logra es destruir lo que
desea, quedando siempre vacía, siempre insatisfecha.

"Lo que deseas con ardor consume el ser; lo que obtienes ofrece
satisfacción, pero deja un vacío profundo que
nada puede llenar."
limbo
lujuria
gula
envidia
ira y
pereza
herejía
y
violencia
fraude
traición
Ubicación:
segundo círculo
del
infierno
Nombre común: Cabra de la lujuria
Nombre científico: Capra Lascivia
Clasificación infernal: Habita en el segundo círculo del Infierno.
Criatura seductora, cuyo rostro refleja la bestialidad y la atracción
prohibida. Su cabeza, de una cabra grande y feroz, tiene ojos penetrantes
que invitan al deseo y al pecado. La criatura posee cuernos gruesos y
retorcidos que emergen de su frente, enmarcando su rostro de expresión
lasciva, mientras su cuerpo humanoide se caracteriza por músculos
marcados y sensuales. No caza de forma directa, sino que seduce, que
provoca, envolviendo a sus presas en su hechizo. Su poder radica en su
capacidad de encantar, llevar a aquellos que la observan a una trance de
deseo y desesperación, dejándolos atrapados en su propio apetito insaciable.
La lujuria, aunque pareciera brindar satisfacción, lleva a la perdición, ya
que nunca satisface realmente las necesidades internas de quienes la
sucumben.