11.01.2013 Views

nietzsche-el-ocaso-de-los-idolos

nietzsche-el-ocaso-de-los-idolos

nietzsche-el-ocaso-de-los-idolos

SHOW MORE
SHOW LESS

Create successful ePaper yourself

Turn your PDF publications into a flip-book with our unique Google optimized e-Paper software.

Proyecto Espartaco 2000 – 2002<br />

Fe<strong>de</strong>rico Nietzsche - El Ocaso <strong>de</strong> <strong>los</strong> Ído<strong>los</strong><br />

La cultura y <strong>el</strong> Estado —no nos engañemos— son algo antagónico: <strong>el</strong> «Estado<br />

cultural» no <strong>de</strong>ja <strong>de</strong> ser una i<strong>de</strong>a mo<strong>de</strong>rna. Lo uno vive a costa <strong>de</strong> lo otro, lo uno<br />

prospera a expensas <strong>de</strong> lo otro. Todas las gran<strong>de</strong>s épocas <strong>de</strong> la cultura son épocas <strong>de</strong><br />

<strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia política; lo que ha sido gran<strong>de</strong> en <strong>el</strong> sentido <strong>de</strong> la cultura ha sido apolítico e<br />

incluso antipolítico. Goethe se alegró interiormente <strong>de</strong> lo que Napoleón significó, pero<br />

se entristeció ante las «guerras <strong>de</strong> liberación». En <strong>el</strong> momento mismo en que Alemania<br />

se <strong>el</strong>eva en <strong>el</strong> horizonte como una gran potencia, Francia adquiere un nuevo r<strong>el</strong>ieve<br />

como potencia cultural. Actualmente han emigrado ya a Paris muchas cosas nuevas y<br />

serias, mucha nueva pasión d<strong>el</strong> espíritu: <strong>el</strong> problema d<strong>el</strong> pesimismo, por ejemplo, <strong>el</strong><br />

problema <strong>de</strong> Wagner, casi todos <strong>los</strong> problemas psicológicos y artísticos se investigan<br />

allí <strong>de</strong> una forma infinitamente más sutil y radical que en Alemania. Los alemanes son,<br />

por otra parte, incapaces para este tipo <strong>de</strong> seriedad. La aparición d<strong>el</strong> Reich en <strong>el</strong><br />

horizonte <strong>de</strong> la historia y <strong>de</strong> la cultura europea significa, principalmente, un<br />

<strong>de</strong>splazamiento d<strong>el</strong> centro <strong>de</strong> gravedad. En todas partes se sabe ya que en lo principal<br />

—y lo principal continúa siendo la cultura— a <strong>los</strong> alemanes no se les sigue teniendo en<br />

cuenta. Se nos pregunta si po<strong>de</strong>mos mostrar aunque no sea más que un espíritu que<br />

cuente para Europa, como contaron Goethe, Heg<strong>el</strong>, Heinrich Heine, Schopenhauer... No<br />

<strong>de</strong>ja <strong>de</strong> asombrar que ya no haya ni un solo filósofo alemán.<br />

5<br />

En Alemania al sistema <strong>de</strong> educación superior se le ha escapado lo principal: <strong>el</strong><br />

fin y <strong>los</strong> medios para alcanzarlo. Se ha olvidado que <strong>el</strong> fin es la educación, la formación<br />

y no <strong>el</strong> Reich, y que para alcanzar ese fin se necesitan educadores, y no profesores <strong>de</strong><br />

instituto y eruditos <strong>de</strong> Universidad... Se requieren educadores que estén a su vez<br />

educados, espíritus superiores, aristocráticos, que estén a la altura requerida en todo<br />

momento y que <strong>de</strong>n prueba <strong>de</strong> <strong>el</strong>lo cuando hablen y cuando guar<strong>de</strong>n silencio, individuos<br />

cultos en un sentido maduro y dulce, y no esos brutos instruidos que ofrecen hoy a la<br />

juventud <strong>los</strong> Institutos y la Universidad, como si fueran «nodrizas superiores».<br />

Descontando rigurosamente las excepciones, faltan educadores, siendo esta una<br />

condición básica <strong>de</strong> la educación: <strong>de</strong> ahí la <strong>de</strong>ca<strong>de</strong>ncia <strong>de</strong> la cultura alemana.<br />

Una <strong>de</strong> esas poquísimas excepciones es mi venerado amigo Jakob Burckhardt,<br />

<strong>de</strong> Basilea, a quien más que nadie, <strong>de</strong>be esta ciudad su predominio en <strong>el</strong> campo <strong>de</strong> las<br />

humanida<strong>de</strong>s. Lo que realmente consiguen las «escu<strong>el</strong>as superiores» <strong>de</strong> Alemania es un<br />

adiestramiento brutal para hacer utilizable y aprovechable, en <strong>el</strong> más breve tiempo<br />

posible, a un gran número <strong>de</strong> jóvenes. «Educación superior» y gran número son dos<br />

cosas contradictorias a priori entre sí. Toda educación superior correspon<strong>de</strong> sólo a las<br />

excepciones: hay que ser privilegiado para tener <strong>de</strong>recho a un privilegio tan <strong>el</strong>evado.<br />

Nada gran<strong>de</strong> ni b<strong>el</strong>lo pue<strong>de</strong> ser nunca patrimonio común. Lo b<strong>el</strong>lo es cosa <strong>de</strong> pocos<br />

hombres. ¿Qué es lo que <strong>de</strong>termina <strong>el</strong> <strong>de</strong>clive <strong>de</strong> la cultura alemana? El hecho <strong>de</strong> que la<br />

«educación superior» no sea ya un privilegio, <strong>el</strong> <strong>de</strong>mocratismo <strong>de</strong> la «cultura general»,<br />

que se ha vu<strong>el</strong>to común y vulgar.. .No olvi<strong>de</strong>mos tampoco que <strong>los</strong> privilegios militares<br />

provocan formalmente una asistencia excesiva a las escu<strong>el</strong>as superiores, es <strong>de</strong>cir su<br />

perdición.<br />

32

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!