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yo: si ci parcionero no era agricultor y Ia fracción era do cultivo, aquél no
tenla ni capacidad ni capital para aprovechar ésta: Si Ia I racción no era de
cultivo y ci parcionero era agricuitor, tenla éste que recomenzar de nuevo,
sin capital, ci trabajo de preparacióu del terreno: si el parcionero no era
agricultor y el terreno no era do cultivo, éste no ofrecla ya los aprovecha.
mientos naturales del conjunto y ninguna utilidad ofrecIa (t aquél. Esos
aprovechamientos naturales venian t ser precisamente la haee do Ia alimentaciôn
do to(los y todos tenlan que hacer faita. Ahora, si repetand' las posesiones
anteriores, se dividla etitre los no poseedores el terreno no poseldo,
tie goipe se constitula a esos no poseedores, que no bablan sido capaces
de ser poseedores Biquiera, en propietarios, haci(ndolos saltar por sobre el
estado cle poseedores quo es intermedio, dándoies con esto venbqas que ellos
no sablan ni podlan aprovechar, é iruponiéndoles obligaciones quo si teniafl
que series pesadas, con'o is titulación, el pago do impuestoS, la oporaciones
notariales sucesivas, los juicios do ucesi6n, etc. Se comprendo quo en
este caso, privados do los aprovechamientos comunes de que vivIan, bajo Ia
imperioa necesidad do vivir, y ante los gravémenes de Ia calidad do propietarios,
Ia mayor parte do los indigenas no ulilizaran sus fracciones sino
vendiéndolas, y vendléndolas en condiciones do gran oferta, reducida tiemantis
y apremiante necesidad de realizaciôn. Los mestizo se apresuraron
a;comprar: las I racciones de terrenus de inrlfgenas, so valuaban en cinco, diez,
cincuenta pesos, y so vendian en dos, ciuco. 'einte, etc. Algunos Estados
trataron do impedir esas enajenaciones ruinosas, é impusieron duros gravámenes
a los conpradores; I u in(itil v altamente perjudicial, porque depreciô
los torrenos, qee so siguieron vendiendo sin más requisito qué Ia translación
del titulo. Esto ha liegado hasta nuestros dlas. Muehas veces, y do ello
nosotrOs damos tostimonio personal fundado en observaciones hechas durante
nuere afios cc varias poblaciozeo pequefias, los mestizos han geationado
Ia repartición tie los pueblos indigenas, hen comprado casi todos los
terrenos, han heelto expedir los tftuloa correspondientes, y han recogido esos
tltulos desde luego. pagando los impuestos a nombro do los adudicatLr'os.
Muchos ind1geua- de los adjudicatarios, no fueron un solo dla propietarios
do las fracciones que les dieron cii adjudicación, y si se hiciera una investigaciôn
acerca de los precios dc vents, so encontrarla quo tin terrono habla
costado al comprador algunas piezas de pan, otro aigunos cuartillos do maIz,
y los mâs algunas jarras do pulque 6 algunos cuartillos d aguardiente. Una
yea clue to indIgonas enajenabaii sue fracciones, tin tenlan ya do quo vivir:
no habiendo ya lena, vigas, morillos, ni carbOn quo vender; no teniendo
ocotes con qué aluuil,rarse, ni rajas con que hacersus tortillas, ni lena muerta
con que quemar los trastos do barro do su industria alfarera; no teniendo
con qué alirnentar a sus animales; no teniendo ni caza, ni pesca, ni plantas
de alimentaciOn, con que alimentarse a si mismos; careciendo en sums, do
todo, dejaban do set hombres pacificos para convertirse en soldado mercenaries
prestos a soguir a cualquier agitador.