libro PDF - Fondo Indígena

DIPLOMADO PARA EL FORTALECIMIENTO DEL LIDERAZGO DE
LAS MUJERES INDÍGENAS
(MODALIDAD MIXTA)
SEGUNDA PROMOCIÓN
Rol de las mujeres en la dinámica comunal
de Paropata, Cusco-Perú
Ernestina Sotomayor Candia
Tutoras académicas: Pilar Diez Hurtado
Zoila Cabrera Rodríguez
Tutora cultural: Lucía Candia Jordán
Del 20 de junio al 09 de diciembre del 2011
Pueblo Quechua, Cusco- Perú

Índice
Dedicatoria ............................................................................................................................... iii
Agradecimientos .................................................................................................................... iv
Resumen ................................................................................................................................... vi
Introducción .............................................................................................................................. 1
CAPÍTULO I ............................................................................................................................... 3
LA INVESTIGACIÓN, CÓMO APROXIMARNOS A LA REALIDAD ............................. 3
1.1 La metodología .................................................................................................. 3
1.1.1 Observación participante ............................................................................ 3
1.1.2 Entrevista ..................................................................................................... 3
1.1.3 Diálogos grupales o focus focales. ............................................................. 4
1.1.4 Talleres y testimonios de vida. ................................................................... 5
1.2. Conceptos Claves para entender la realidad. ................................................ 5
1.2.1 Mujer indígena ............................................................................................. 5
1.2.2. La mujer indígena y su aporte. .................................................................. 6
1.2.3. Mujer indígena y cultura andina................................................................. 7
1.2.4. Complementariedad y roles en la cultura andina .................................... 13
1.3 La equivalencia ................................................................................................ 14
1.3.1 La complementariedad .............................................................................. 14
1.3.2 ¿Rol o participación? de la mujer indígena en espacios comunales ...... 15
1.3.3 Derechos individuales y colectivos de la mujer indígena. ....................... 17
1.3.4 La comunidad de Paropata, dónde se hizo la investigación: contexto
histórico, geográfico y demográfico ................................................................... 19
CAPÍTULO II ............................................................................................................................ 21
LOS HALLAZGOS MÁS IMPORTANTES......................................................................... 21
2.1. Las mujeres de Paropata, dónde interactúan y cómo lo hacen.................... 21
2.2. Los espacios familiares .................................................................................. 22
2.3. Sus formas de participación y roles ............................................................... 25
2.3.1. La casa ..................................................................................................... 25
2.3.2. La chacra .................................................................................................. 26
2.3.3. La crianza de animales ............................................................................ 29
2.3.4. La escuela ................................................................................................ 31
2.3.5. La asamblea comunal .............................................................................. 32
2.3.6. Las faenas comunales ............................................................................. 35
2.3.7. La feria dominical ..................................................................................... 37
2.3.8. Las fiestas y ritos. ..................................................................................... 38
2.4. Cómo ven y qué esperan de la mujer en la comunidad de Paropata:
percepciones, valoraciones y expectativas........................................................... 41
2.5. Cuándo no las ven: Invisibilización de las mujeres paropateñas y que
plantean. ................................................................................................................. 45
CAPÍTULO III ........................................................................................................................... 50
ALGUNAS REFLEXIONES ................................................................................................. 50
i

CAPÍTULO IV .......................................................................................................................... 56
PROPUESTAS ........................................................................................................................ 56
BIBLIOGRAFÍA ....................................................................................................................... 58
ANEXOS ................................................................................................................................... 59
ii

Dedicatoria
A la Madre Tierra, a los Apus: Qhuychu, Ñeta Machu
Siwina, Ausangati, Coylluritti, Sinak´ara
Por su protección.
A mis hijos, Álvaro y jazmín, mis razones de vida
Por sufrir mis ausencias, por su espera, su alegría
Y darme las fuerzas.
A mis padres Isaac y Lucía por creer en mí, por alimentar
Con su ejemplo mi orgullo de mujer indígena.
A Miguel Ángel por su amor, su entrega y paciencia.
Y a mis hermanos Alejandro, Cristian, Marcelo, Miko y Rosa
Por darme la fuerza y su apoyo constante.
iii

Agradecimientos
Mi profundo agradecimiento y reconocimiento a la Comunidad Campesina de
Paropata, a cada una de mis hermanas indígenas que han participado de la
presente investigación: Hilda Quispe Huarcaya, Zenobia Quispe Quispe, Gregoria
Hanco Cccama, Teodora Huamán Hancco, Francisca Quispe, Rosalía Quispe
Halanocca, Justina Chacón Ccorca, Catalina Camani Camani, Simeona Torres
Quispe, Victoria Quispe Quispe, Isidora Quispe Quispe, Yany Hancco Quispe,
Fransisca Quispe Torres, Fransisca Quispe Llanos, Isabela Quispe Quispe,
Melchora Mamani Quispe, Juana Quispe Calisaya, Victoria Quispe Halanoca,
Nolberta Quispe, Isabel Matura Quispe, Celedonia, Gumercinda Mamani Viuda de
Huamán Quispe.
A los directivos de Paropata, al señor Marcelino Huamán Quispe, presidente de la
comunidad. A todos los hermanos y hermanas de Paropata quienes han aceptado
realizar la investigación bridándome sus tiempos, sus casas, su comunidad para
conversar, acogiendo mi estancia en su comunidad.
Al Fondo Indígena por hacer políticas de formación para mujeres indígenas, a la
Universidad Indígena Intercultural y al Centro de Investigaciones y Estudios
Sociales y Antropológicos, especialmente a Araceli Burguete, coordinadora del
diplomado que no me ha dejado desfallecer en el esfuerzo y me ha brindado su
apoyo incondicional. A Mirna Cunningham quien me contagió su lucha y su pasión
por los derechos de las mujeres y pueblos indígenas. A la Confederación Nacional
Agraria de mi país Sr. Antolín Huáscar por avalar mi participación como becaria. A
Rubén Valverde, nuestro asesor virtual que ha estado atento de manera
permanente con su asesoría técnica.
A Ingrid Guzmán Sota, mi amiga de la vida y de lucha por la EIB, quien me ha
dado su ánimo, entusiasmo y su paz en momentos de tensión. A Liliam Hidalgo
Collazos y Julio del Valle, directivos de Tarea, Asociación de Publicaciones
Educativas, quienes me han brindado todas las facilidades para mi formación en
este diplomado y articular mi trabajo.
iv

A mi asesora cultural y espiritual mi madre, Lucía Candia Jordán, de quien he
aprendido la firmeza, el amor la paciencia, la constancia, coherencia espiritual y la
sabiduría de la mujer andina desde su ejemplo en la casa, en la chacra en el
campo y la ciudad, le agradezco por ayudarme a fortalecer mi identidad y seguir
vivienciando con orgullo lo que nosotras mismas somos desde nuestro pueblo
quechua.
A mi asesora académica y hermana espiritual Pilar Diez Hurtado por su apoyo
por su experiencia, su dedicación profesional, su acompañamiento permanente, su
ánimo, su exigencia y compartir conmigo lo que ella sabe. A Zoila Cabrera
Rodríguez por su sabiduría y enseñanzas al leer mis escritos.
A mi amiga Ángela Velásquez que me ha ayudado en la corrección de estilo de
este texto. A mis colaboradores en la comunidad, a los hermanos: Maruja Bautista
Aslla y Juan Carlos Bautista Aslla.
v

Resumen
En cada sociedad las mujeres indígenas hemos sido valoradas por nuestros
saberes, prácticas, ancestrales y roles que son transferidos de una generación a
otra. Por ello las mujeres indígenas cada vez más estamos ganando espacios en
los ámbitos nacionales e internacionales para el ejercicio de nuestros derechos.
A las mujeres indígenas se nos ve como actoras trascendentales en la
transformación de nuestra realidad, para construir sociedades con prácticas de
justicia, con actitudes interculturales, con respeto hacia nuestra Madre Tierra
La investigación: Rol de las mujeres en la dinámica comunal de Paropata,
Cusco-Perú”. Es un esfuerzo colectivo con las mujeres indígenas así como el
apoyo de algunos hombres de la comunidad, es fruto de muchas conversaciones,
vivencias que en lo personal me ha transformado, afirmándome mi identidad de
mujer indígena que Soy, y como ellas siento que la papa o el maíz, lloran cuando
la despreciamos, que nuestra hoja de coca nos da fuerzas y nos quita el hambre
en nuestras largar caminatas. Por ello no puedo abstraerme totalmente al escribir
y mostrar una parte de su ser y que hacer en su Ayllu de Paropata.
El trabajo presenta los roles vivencias, experiencias, saberes, prácticas comunales
y familiares de las mujeres paropateñas y cómo interactúan entre comuneros,
entre mujeres, entre hombres y mujeres, entre las abuelas y jóvenes. Son ellas
las que describen sus roles, los hechos, situaciones, también nos comparten sus
aspiraciones, preocupaciones como mujeres. Durante todo el proceso de trabajo
en la comunidad se ha utilizado la lengua quechua lo que me permitió una buena
relación y comunicación.
Considero que esta investigación no cumple procesos de análisis profundos,
comparaciones, interpretaciones, es un trabajo exploratorio y difiere de la
investigación convencional, se caracteriza por que se pone énfasis en la
reflexión y descripción de la situación de las mujeres de Paropata, de cómo se
ven ellas mismas, como las ven y valoran los hombres al desempeñar los
vi

diferentes roles en espacios, como son la casa, la chacra, la crianza de los
animales, la escuela, asambleas, faenas, feria dominical, fiestas y rituales.
En mí opinión esta parte de la investigación es la riqueza del trabajo, aunque
parece reiterativo que en general se conocen los roles de las mujeres, pero
después del diálogo con ellas considero que es sumamente importante escribirlo
desde ellas, para reconocer que los aportes de las mujeres indígenas de
Paropata no sólo está en las acciones políticas, también está en las otras formas
que complementan a l que hacer político.
El hecho de escribir y dejar en la comunidad, sus propias vivencias permite
afirmar el reconocimiento a la mujer paropateña, que en adelante puede
convertirse en una herramienta para generar transformaciones desde sus propias
decisiones.
Así mismo recoge las percepciones, valoraciones y expectativas que tienen los
hombres sobre las mujeres, así como las propias mujeres de sí mismas,
finalmente se presentan algunas reflexiones surgidas durante la investigación.
vii

Introducción
Existen argumentos, estudios, informes locales e internacionales que datan de
muchos años las que revelan que la participación pública de las mujeres siempre
ha estado relegada a espacios familiares y ocultos, al interior de las comunidades
y que frente a los hombres las mujeres somos las que menos participamos o
somos invisibles en espacios públicos. Que la participación de las mujeres está
marcada por las relaciones de poder que ejercen los hombres sobre las mujeres.
Pareciera que esta misma situación se repite en el caso de las mujeres
paropateñas de la provincia de Canchis - Región Cusco- Perú, donde parecen no
tener voz y su participación se cumple sólo con su presencia física en las
asambleas comunales u otras actividades de la comunidad.
La investigación que realicé fue partiendo de la hipótesis que: “las mujeres
indígenas de de la comunidad de Paropata, no son reconocidas y por ello no
participan, están sentadas, calladas, tienen miedo y vergüenza de hablar en las
asambleas sobre los asuntos que conciernen a todos y no sólo a varones”.
Para investigar me surgió la pregunta: ¿Por qué las mujeres indígenas en la
comunidad de Paropata no tienen una participación protagónica en los espacios
comunales?
La experiencia me ha dado una gran oportunidad de conocer mejor la dinámica
comunal de Paropata. Esta vez prestando atención hacia las mujeres a través de
encuentros para conversar, escucharlas en una actitud de respeto y dejando de
lado mis percepciones preestablecidas sobre la participación, me tocó ir con la
mente en blanco y conocer en detalle sus roles para reflexionar, interrogarme y
comprender sus silencios, sus miedos para hablar, su ausencia en las asambleas
comunales.
Sin embargo aún no tengo todas las respuestas y no he tenido acceso a
información, estudios sobre la participación política de las mujeres indígenas
desde la perspectiva cultural andina y, la mayoría de estudios se refieren al tema
con los paradigmas occidentales, representando a la mujer indígena y su
1

participación política cuando son dirigentes, ocupan cargos y tienen un buen
discurso.
Al emprender este reto de investigar, he caído en cuenta que, durante mi
experiencia previa de presencia en la comunidad por más de cinco años de trabajo
por la Educación Intercultural Bilingüe, reconozco que aún me faltaba conocer aún
más la comunidad, a las mujeres, escucharlas, comprender sus roles en los
distintos espaciaos considerarlas, reconocerlas como valiosas me han ratificado
que las mujeres son poseedoras de gran sabiduría, cultura y son las mejores
aliadas para emprender proyectos alternativos.
Ha sido necesaria reconocer y levantar por escrito que en nuestras comunidades
andinas y en particular Paropata viven mujeres muy valiosas, con enormes
capacidades, pero a la vez viven situaciones de discriminación al interior de la
comunidad por parte de los hombres y también por la sociedad dominante.
Otro aporte fundamental de la investigación está en la comprensión de la cultura
andina y cómo se vivencia esta cultura desde el rol de las mujeres en lo
comunitario y vida familiar y con qué practicas están de acuerdo y con cuales no
las mujeres, las prácticas que ellas cuestionan y quisieran modificar como es el
hecho de ser aceptadas en las asambleas en las mismas condiciones que los
Hombres sin restricción alguna. Ellas han vertido varias opiniones al respecto a
nivel personal y en colectivo.
2

CAPÍTULO I
LA INVESTIGACIÓN, CÓMO APROXIMARNOS A LA REALIDAD
1.1 La metodología
Durante el proceso de la investigación eche mano de las metodologías de la
Investigación Acción Participativa, puesto que tiene un enfoque que reta al desafío
de generar conocimiento con los actores. En este caso las diferentes técnicas
utilizadas con que las mujeres de Paropata ha posibilitado el dialogo, y reflexión
y de manera ágil y sencillas se levantó sus conocimientos
La metodología del IAP me ha supuesto un ejercicio permanente de reflexión
sobre la realidad, en un diálogo de saberes de la comunidad y los conocimientos
mis conocimientos, partiendo de la premisa que ambos son igualmente válidos. El
proceso de reflexión me ha incentivado a desmitificar algunos conceptos
preestablecidos como la participación, espacios públicos, privados, liderazgo entre
otros.
1.1.1 Observación participante
Durante el trabajo de campo, permanecí varios días en la comunidad, para
interrelacionarme con las mujeres, para observar sus comportamientos y aprender
de sus vivencias, su sabiduría sus cosmovisiones y experiencias.
La oportunidad de entrar a la vida familiar de las mujeres. Ha posibilitado
conocer mejor a las familias. Estableciendo vínculos interpersonales con las
mujeres, solteras, casadas, abuelas y desde el interior de sus casas he aprendido
a respetarlas, reconocerlas, quererlas más y recordar muchas prácticas que
estuve dejando.
1.1.2 Entrevista
Al realizar las entrevistas he podido conversar y conocer las percepciones,
valoraciones y expectativas que tienen las mujeres, hombres sobre el rol de las
mujeres de Paropata. Para ello tuve que realizar varias visitas:
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Las primeras visitas fueron para hacer la consulta y contar la aceptación y
autorización para desarrollar la investigación en la comunidad, la segunda visita
para agendar con ellos del trabajo de campo para identificar las familias a visitar,
días y horarios de entrevista, de talleres participativos etc.
Es importante mencionar que la aplicación de las técnicas e instrumentos ha sido
pactada con la comunidad, adecuándome a la disposición de sus tiempos, que
fueron muy temprano, o a partir de las 5 de la tarde y los días domingos.
Actores
Mujeres abuelas (awlachas)
Mujeres adultas (warmis)
Mujeres jóvenes (sipas)
Mujeres viudas (viwdakuna)
Autoridades varones de la comunidad. (Umalliqkuna)
Comuneros varones de la comunidad. (kuraq runakuna)
Jóvenes varones de la comunidad. ( huaynakuna)
1.1.3 Diálogos grupales o focus focales.
Quisiera señalar que en la investigación esta técnica no ha funcionado tal como
se plantea para realizar las investigaciones, donde se plantean hipótesis,
supuestos, termas y las personas discuten y sustentan sus opiniones. En este
caso tuve que participar en los diferentes eventos comunales como las fiestas,
donde acude la mayor parte de la población. Establecido grupo de mujeres y
varones de diferentes edades, done se plantea una solo tema y dejar verter
libremente sus opiniones percepciones en largas conversaciones de manera
espontánea, pidiendo el permiso para registrar sus opiniones. Un hecho
importante en esta técnica es haber logrado que los varones, compartan
concepciones sobre las mujeres narrado diferentes situaciones de vida de las
4

mujeres a través de las experiencias de sus esposas, hermanas y madres. Este
mismo ejercicio se realizó con las mujeres.
Actores
Mujeres de la comunidad de diferentes edades
Varones de la comunidad de diferentes edades y con diferentes cargos.
1.1.4 Talleres y testimonios de vida.
Los talleres que he realizado con las mujeres, han sido espacios para conversar
en colectivo, se ha llevado a cabo dos talleres: uno, para contar sus testimonios de
vida y otro, para dialogar sobre sus intereses preocupaciones y sobre su rol en la
comunidad en los espacios comunales y familiares. Ellas han expresado sus
vivencias, experiencias primordialmente de forma oral, en quechua y también en
dibujos, en representaciones de socio dramas.
Cabe destacar que, durante el trabajo de campo se ha privilegiado el uso de la
lengua quechua en todo el proceso, porque
1.2. Conceptos Claves para entender la realidad.
1.2.1 Mujer indígena
Hablar de la mujer indígena es referirme a una persona que al igual que todas las
demás mujeres del mundo deben vivir ejerciendo con absoluta legitimidad sus
derechos y libertades fundamentales. Las mujeres indígenas vivimos conectadas
con la madre tierra, somos madres, esposas, compañeras, chacareras, tejedoras,
cocineras, criadoras de animales, somos viajeras para intercambiar.
Somos diferentes, con rasgos propios, como nos comenta la mamita Isidora:
En Paropata hay muchas mujeres pero cada una es diferente, con distintos
genios, con diferentes pensamientos y con diferente ropa.
Las mujeres indígenas somos quienes conservamos y expresamos nuestra
identidad cultural de manera sostenida, porque somos las que seguimos vistiendo
5

como nuestras abuelas. Somos las que enseñamos la lengua materna de
nuestros pueblos a nuestros hijos.
Las mujeres indígenas somos personas valiosas porque somos portadoras de
experiencias y sabidurías, somos guía de nuestros nietos, para echar nuestras
raíces y nos relacionarnos de una manera diferente con nuestra Madre Tierra.
Compartimos nuestros saberes, secretos de cómo alimentar y como curar a
nuestros hijos. Nos gusta escuchar, tenemos paciencia, para transmitir la
sabiduría a nuestros hijos y a todos los que quieren aprender haciendo,
conversando y mirando compartimos, lo que sabemos con todos nos gusta
juntarnos entre mujeres, para tejer, para picchar coca, para contarnos nuestros
sueños, para rezar, para ir a la feria, para y somos luchadoras como sea sacamos
adelante a nuestra familia sabemos enfrentarnos a diferentes contextos con
respeto y firmeza.
1.2.2. La mujer indígena y su aporte.
Los saberes, las prácticas ancestrales, que posen las mujeres varían de un
pueblo a otro, incluso de una comunidad a otra, las mujeres son las que
dinamizan las organizaciones diferentes.
Según nuestra cosmovisión andina la mujer representa a la Pachamama, que es
la Madre Tierra poseedora de dar vida y cuidar a todos sus frutos. Por estas
razones, en las comunidades la mujer es valorada y está presente en todas las
actividades de la vida comunal con roles propios y distintos, son las que crían y
regeneran la vida continúan realizando las prácticas como el parto natural
revitalizan la cultura.
En la amazonia del Perú, por ejemplo tanto las mujeres shipibos como las
aguarunas son valoradas por sus conocimientos sobre plantas medicinales. Las
aguarunas tienen capacidad productiva en la agricultura, en la preparación de
alimentos como el masato, en su capacidad de criara a sus hijos manteniendo las
prácticas de siempre, su capacidad de educar a los hijos desde sus cosmovisiones
y vivir en colectividad, alegrándose con cantos, ritos.
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En los andes del Perú las mujeres quechuas son reconocidas por su fortaleza, su
rol de luchadoras, por ser productivas, por ser las sembradoras en la chacra, su
aporte a la economía en la familia, por su práctica de respeto para con la Madre
Tierra, por sus manos tejedoras, por ser sembradoras, por su sabiduría.
La mujeres quechuas y aimaras que viven en las zonas alto andinas como es el
caso de paropata, son valoradas porque saben vivir junto con rit´i (nevada), en
climas muy fríos, sabe hacer sus viviendas, abrigadoras también saben estar
temporalmente en los valles.
Las mujeres quechuas y aimaras en la actualidad luchan por la defensa de los
territorios la sobrevivencia cultural. A través de la historia también tuvieron un rol
fundamental en la rebelión del Inca Tupac Amaru y Tupac Katari de 1781, En Perú
y Bolivia. Las mujeres andinas lucharon para reconstruir la nación quechua-
aymara, y recuperar los derechos ancestrales que les fueron arrebatados por los
conquistadores. Micaela Bastidas, compañera de Túpac Amaru, Gregoria Apaza,
hermana menor de Tupak katari, Bartolina Sisa, Kurusa Llave, viuda de Tomás
Katari, son las heroínas andinas. 1
1.2.3. Mujer indígena y cultura andina.
En la cosmovisión andina existe una filosofía de vida, el Sumaq kawsay o e lbuen
vivir bien. Es decir vivir con respeto y armonía con nuestra Madre Tierra y el
respeto a todas las formas de vida. Por ello la vida de la mujer andina gira
alrededor de un mundo vivo y en familia. Donde todos somos parientes entre
humanos y los humanos con las montañas, los animales, las plantas, por ello en
algunas comunidades aún seguimos tratándonos de manera cariñosa aunque no
se tenga parentesco sanguíneo los niños y niñas les dicen tío o tía al referirse a
las personas mayores a sus vecinos. Esta es una de las características de la.
Nuestros abuelos y abuelas nuestras madres nos han transmitido esta forma de
1 http://www.webislam.com/articulos/34272mujeres_negras_e_indigenas_resistencia_valor_y_dignidad.html
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vida en la leche materna, esta forma de ver el mundo, donde nuestra coexistencia
sea con respeto entre todos, entre los humanos, entre las mujeres, a la familia, a
los padres, a los hijos, a los conocidos y los no conocidos, a la Madre Tierra, a los
Apus, nos han enseñado a llevar en la sangre la identidad para no olvidar de
dónde venimos y quiénes somos, con qué lengua hemos nacido, qué es lo que
nos alimenta bien, lo que nos cura y a qué pueblo pertenecemos.
La visión de la mujer en la cultura andina es integral, holística, donde todos somos
importantes y valiosos, donde nadie es superior o inferior, todos entran en la casa,
para todos hay comida y a todos se les acoge y se les encariña.
Una visión fundamental que tiene la mujer andina es que la vida se lleva en
permanente diálogo con la Madre Tierra, practicando los rituales, las señas, los
significados, porque de ella nace todo para alimentarnos , se consigue el dinero,
se teje la ropa, se aprende a cantar para criar a los animales la chacra, es allí
donde se practican muchos, saberes, secretos y se forman a los runas y warmis
(hombres y mujeres).
Como dice doña Lucía Candia Jordán:
Paywanmi kawsanchis, paykkunan qhuwanchis, chaymi ñukanchispas
hajachata, cuca k´intuchata haywaykuna, paykunan yachan.
Con ella vivimos, ellos nos da todo, por eso también nosotros siempre le
alcanzamos su chichita, su coquita, ellos ya saben.
La visión de la mujer andina es vivir en una relación de complementariedad con
el hombre, para estar juntos, para ayudarse, para trabajar, para respetarse,
sabiendo que cada quien es importante y cumplen roles diferentes, nadie se
menos importante o mejor que otro.
Otra visión e que la vida se vive en colectividad. En ayllu juntos se trabaja mejor,
conversando entre mujeres, llamando a los hijos, a las ahijadas, a las comadres,
cuando se hace sola parece vacío, parece sin ánimo. Su visión de pertenencia a
su territorio, su solidez por permanecer en su tierra, en su casa, también salir pero
para volver y defender sus chacras; las tierras de la comunidad.
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Como se expresa en la siguiente frase:
Así es mi vida, Isaaccha carajo, yo no quiero ir a ninguna parte, ¿a dónde voy
a salir?, ¿de mi tierra?, aquí voy morir, aquí me voy a enterrar. Marcahuasi es
mi sitio, es la tierra que mi padre, mi madre y mis abuelos que me han dejado
para cuidarlo aquí estoy tranquila, comiendo mi maíz, mirando los cerros,
criando mis cuyes, mis animalitos haciendo mis chacras y desde aquí les
mando todo a mis hijos, a mis familiares ya suficiente les he visto , mejor que
vengan aquí todos. (Lucía Candía Jordán. 83 años)
Rengifo dice:
Para las comunidades humanas del ayllu andino todas las cosas de su mundo
tienen vida. Los cerros son apreciados como deidades o wacas tutelares que
al igual que cualquier miembro de la comunidad humana: hablan, crían
animales y son autoridades. De igual modo la tierra no es un receptáculo
inerte, soporte del crecimiento de las plantas. La tierra -no es planeta- es
apreciada como la Pachamama, un ser vivo que posee la particularidad
también de ser madre de todo cuanto existe, incluso de los miembros de la
comunidad humana. Y así se podría decir igual del viento, la piedra, el
granizo, los ríos. Por eso es común escuchar en los Andes decir a las
personas: “los ríos caminan” o los “Apus nos crían”, etc. Las cosas - para el
andino- por definición tienen vida. Como todo es vivo, todos son capaces de
regenerarse, incluso las piedras. 2
Todo tiene vida, nada es simplemente materia inerte. Este principio panzoísta”
implica que el universo o la Pacha no es una máquina o un mecanismo
gigantesco que se organiza y mueve simplemente por leyes mecánicas, tal
como afirmaron los filósofos modernos , ante todo Descartes y sus seguidores.
La Pacha más bien es un organismo vivo en que todas las partes están
relacionadas entre sí, en constante interdependencia e intercambio. El
principio básico de cualquier “desarrollo” debe ser entonces la vida (Kawsay -
kamaña) en su totalidad, no solamente del ser humano o de animales y
plantas, sino de toda la Pacha.
Esto quiere decir, en segundo lugar, que los llamados “recursos naturales”
como la tierra, el aire, el agua, los minerales y los hidrocarburos, la energía
solar eólica y geométrica, no son simples “recursos” que están a disposición
del ser humano, sino seres órganos en el gran organismo cósmico, vida y
fuentes de vida. Para la cosmovisión andina como para la gran mayoría de las
sabidurías indígenas, es una idea absurda y un sacrilegio el intento de
“privatizar” estos recursos.
Y de ahí que llegamos a la conclusión de que el ser humano no tiene su
dignidad por ser “mejor” o “superior” a los demás seres vivos y supuestamente
2 Cosmovisión Andina. Grimaldo Rengifo Vásquez. PRATEC. Julio 2006. Lima.
9

” inertes”, sino por su lugar específico, es decir: por su función que tiene y
cumple en este orden cósmico llamado Pacha. EL ser humano para las y los
andinos, no es propietario, ni productor, sino “cuidante” (Araiwa), “cultivador” y
“facilitador”. La única fuerza productora en sentido estricto es la madre tierra,
la Pachamama, y sus diferentes aspectos como el agua, los minerales, los
hidrocarburos, los energéticos en general.
La meta final de todo tipo de “desarrollo” es el Buen Vivir (allinkawsay;suma
qamaña). Este ideal incluye a los demás seres vivos, animales, plantas,
minerales, astros, espíritus y divinidades. El buen Vivir ni es riqueza ni es
pobreza, ni lujo, ni carencia, sino una vida en armonía con todos los demás
seres, una convivencia intercultural, inerbiológica e intergeneracional.
Esto quiere decir que el “desarrollo” no apunta a la acumulación de bienes ni
de dinero, sino a la maduración orgánica de cada uno de los seres, según sus
necesidades y capacidades, pero en interdependencia y en equilibrio macro
cósmico y ecológico. El desarrollo en sentido humano se orienta en la
colectividad y no en la individualidad; no existe “desarrollo” de unos pocos en
desmedro de otros.
La economía, y, por lo tanto, el desarrollo económico, es para la cosmovisión
andina el manejo prudente y cuidadoso de la Casa Común que es el universo
(Pacha). El desarrollo económico que en occidente es sinónimo de
crecimiento y desarrollo sin más, para el ser humano andino es parte íntegra
de todo un proceso holístico de mejoramiento y maduración, al ritmo del
desenvolvimiento orgánico (desarrollo) de la Pacha.
El desarrollo para el mundo andino no es unidireccional ni irreversible. Como
la concepción dominante de los Andes no es lineal, sino cíclica (en forma
espiral), la meta del desarrollo que es el Buen Vivir (suma qamaña; allin
kawsay) no necesariamente está por delante, en un futuro desconocido, sino
puede estar atrás, en un pasado por conquistar. El ser humano andino camina
de espalda (qhipa) hacia el futuro (qhipa), mirando con los ojos (ñayra; ñawi),
hacia el pasado (ñawpacha; nayra pacha), para orientarse y buscar la utopía.
El “desarrollo” para el mundo andino no es antropocéntrico, ni antropomorfo.
No puede haber crecimiento y mejoramiento para la humanidad en detrimento
de la naturaleza. Todos los esfuerzos de “desarrollo” tienen que apuntar en
equilibrio mayor que es ecológico y en última instancia, cósmico. El ser
humano no es la medida de todas las cosas, sino una chakana, un puente
mediador para contribuir a construir y restituir la armonía y el equilibrio
universal.
Los recursos naturales sirven para mantener, conservar, y fomentar la vida en
general. Su explotación irreversible atenta contra el principio de reciprocidad y
equilibrio cósmico. Los recursos naturales tienen que ser renovables y
renovados para las futuras generaciones y para la vida no- humana. Su finitud
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innegable exige un tratamiento prudente y cuidadoso que se orienta en los
procesos orgánicos de los ciclos vitales.
En la práctica cualquier “proyecto de desarrollo”, desde el punto de vista
indígena, tiene que orientarse por los principios de compatibilidad ecológica,
social, intergeneracional, cósmica y cultural. La sostenibilidad y
sustentabilidad del desarrollo enclave indígena sólo se garantiza en la medida
en que contribuye al ideal del Buen Vivir que incluye estos principios
mencionados.
Para los pueblos indígenas, el “progreso” nos se mide por el PIB (Producto
Interno Bruto), ni por algunos indicadores cuantitativos (Por ejemplo la metas
del milenio), sino por la calidad de vida (el Buen Vivir) que incluye factores
como la alegría, fiesta, la celebración, la diversidad, la espiritualidad y
religiosidad.
La “modernidad” no es un monopolio de Occidente. Los pueblos indígenas tienen
su propio modelo de la modernidad, que no se contrapone a la tradición, y que no
es la última época de todo un proceso recorrido y dejado atrás. El pasado está
presente en la vida actual, y el futuro sigue siendo un ideal ya realizado, pero por
reconquistar. Habrá que pensar en una trans- modernidad (que no es pos
modernidad) en la que las sociedades indígenas (llamadas muchas veces “pre-
modernas”) se acercan a los sectores disidentes de las sociedades occidentales.
5.4 EL BUEN VIVIR/VIVIR BIEN DE LOS PUEBLOS INDIGENAS Y LAS
MUJERES INDIGENAS
Entendiendo que el buen vivir se basa en el cumplimiento de los principios
ancestrales en la mayoría de las cosmovisiones de los Pueblos Indígenas la
forma armónica de relación del ser humano se iniciaba con una dualidad con
los seres de la naturaleza y continuaba con la búsqueda de la dualidad,
reciproca hombre- mujer, más conocida en los pueblos andinos el chachawarmi,
basada en una relación de complementariedad, reciprocidad, en este
momento de la unidad pretendemos introducirnos en una reflexión autocrítica
sobre el rol de la mujer en el desarrollo económico, social y cultural de
nuestras comunidades.
Teniendo en cuenta que la aplicación del buen vivir tiene que ver con la
identidad, el rol de las mujeres es sustancial, siendo ellas las portadoras de
conocimiento culturales y las responsables de transmitirlo a las nuevas
generaciones. A pesar de este importante rol por parte de las mujeres, su
aporte al buen vivir en muchos de los casos es invisibilizado. Los pueblos
indígenas y las mujeres indígenas no sólo sufren la exclusión y discriminación
por la sociedad dominante, sino que también al interior de muchos pueblos
indígenas las mujeres están en desventaja en comparación con los hombres.
11

En la mayoría de los pueblos indígenas las diferencias entre las mujeres y los
hombres están visibilizadas en las tasas de analfabetismo, del bilingüismo, de
formación profesional y del ingreso económico.
Si bien es cierto las mujeres son reconocidas por sus habilidades culturales no es
así en su rol de mujeres indígenas productoras, pastoras y sostén del ingreso
familiar. Sólo aquellas mujeres indígenas que logran convertir algún producto
elaborado por ellas en un producto valorado por el mercado, logran con éxito
acceder a ingresos monetarios. En muchos de los casos la forma de que las
mujeres accedan a visibilizar, aumentar su incidencia en el desarrollo comunitario
es la organización de ellas en asociaciones de artesanas, productoras, etc.
Otro de los temas sustanciales a analizar en cuanto al buen vivir, es el acceso a
las tierras por partes de las mujeres indígenas, determinantes para la puesta en
práctica de la relación especial con la madre tierra, en muchos Pueblos Indígenas
las mujeres heredan menos que los varones a las tierras ancestrales o cuando son
designadas por las comunidades las exigencias para mujeres y varones son
distintas.
La tarea de reconstituir el buen vivir, es recuperar ese buen vivir de las mujeres
indígenas, muchas de ellas están sumidas en situaciones de vulnerabilidad o son
víctimas de violencia. La lucha contra la violencia hacia las Mujeres Indígenas se
ubica en la intersección de tres ámbitos interrelacionados: los derechos -
colectivos- de los Pueblos Indígenas, los derechos humanos y los derechos
humanos de las mujeres. Para combatir la violencia contra las Mujeres Indígenas
es esencial reconocer los derechos colectivos de los Pueblos Indígenas. De
hecho, esta demanda ha sido el argumento central de las iniciativas anti violencia
de las Mujeres Indígenas de todo el mundo.
Documento base diplomado “Buen vivir/ vivir bien: el derecho al desarrollo libre
determinado de los pueblos indígenas.” 3
3 Crecimiento Cancerígeno versus el Buen Vivir. Josef Esterman.
12

1.2.4. Complementariedad y roles en la cultura andina
Los roles en la cultura andina son muy claros, a cada quien le toca ser y hacer lo
que le corresponde. A las mujeres, los niños, las niñas, las solteras, las casadas,
las viudas, las abuelas, los irquis (niños) los huaynas, (jóvenes), los kuraq runas
(los hombres adultos) y los machus (los abuelos).
En la cultura andina y en otras se dice que las mujeres somos más para la casa, la
crianza de los hijos, los animales mientras que los hombres para las chacras los
viajes, pero la investigación me ha mostrado que esto funciona diferente los roles
no son absolutos en sí mismos, se van incrementando, dinamizando según sean
sus formas de vida, las circunstancias y actividades, no es un asunto lineal.
Por ejemplo cuando se realizan las fiestas familiares, patronales y se prepara
abundante comida, todos ayudan en la cocina, en la celebración de rituales están
todos y todas ayudando, realizando diversas tareas.
Cabe señalar que más allá de la categorización de roles en la perspectiva de
género sobre lo que les toca hacer a los hombres y que roles se les asigna a las
mujeres: en la cultura andina estos roles se desempeñan de manera clara, directa
y circunstancial en la vida cotidiana. En una relación de reciprocidad, equivalencia,
respeto y complementariedad entre todos, principalmente está el valor de la
consideración del uno con el otro, durante el estudio he podido observar que en
los espacios más familiares los roles se comparten, cuando los esposos ven a las
mujeres que están tejiendo las unkhuñas (manta para cubrirse la espalda) o
cualquier prenda y han dejado de tejer por falta de hilo, son los hombres que van
a modo de pastear llevando sus ruecas, fibras de oveja o alpaca e hilan muy lejos
en las lomas y al volver, al atardecer entregan los hilos con cariño a sus esposas
diciendo: mira, he hilado mientras pasteaba para que no te atrases con tu tejido.
Otro aspecto a señalar es que en el mundo andino los roles se van construyendo
según van creciendo los hijos, cada quien va realizando tareas, según van
aprendiendo mirado, ayudando a sus abuelas, padres, hermanos padrinos y
principalmente a los yachaq, (Los que más saben) que son los abuelos y abuelas
13

mayores lo que hacen ellos es guiar, por ejemplo en Paropata las mujeres a los 15
años ya inician a cocer sus sombreros, a hilar más fino, los varones ya saben
preparar bien la tierra, cargar el guano y curar las alpacas.
En una relación de complementariedad donde todos y todas son importantes, no
existe una relación de inferiores o superiores, es de equivalencia y reciprocidad.
1.3 La equivalencia
Cada uno de los seres que habitan este mundo vivo andino es equivalente a
cualquier otro, esto es, cada quien (ya sea hombre, árbol, piedra) es una persona
plena e imprescindible, con su propio e inalienable modo de ser, con su
personalidad definida, con su nombre propio, con su responsabilidad específica en
el mantenimiento de la armonía del mundo, y es en tal condición de equivalencia
que se relaciona con cada uno de los otros. 4
1.3.1 La complementariedad
El enfoque de complementariedad se basa en la paridad hombre-mujer (chacha-
warmi), esta relación tiene una particular forma de hacer comprender la realidad,
la existencia de una implica necesariamente la presencia del otro para cumplir una
función.
Se refleja a través del ritual celebrativo, mediante un proceso pragmático
(acción) de integración simbólica, cielo y tierra, sol y luna, claro y oscuro,
verdad y falsedad, día y noche, bien y mal, masculino y femenino, son
complementos necesarios para la afirmación de una entidad superior e
integral. Este principio se manifiesta en las dimensiones cósmicas,
antropológicas, como éticas y sociales. 5
La “complementariedad de opuestos o la contradicción interna”, es
sustancialmente distinto de la “complementariedad de diferentes. 6
4 ¿Desarrollo o Descolonización en los Andes? Eduardo Grillo Fernández. PRATEC. 1993
5 http://www.cea.edu.bo/documents/LOS%20VALORES%20Y%20ESPIRITUALIDAD.pdf
6 http://www.buenastareas.com/ensayos/Principios-De-La-Cultura-Andina/86073.html
14

1.3.2 ¿Rol o participación? de la mujer indígena en espacios comunales
El rol de la mujer indígena se discute de manera permanente en diferentes
espacios, muchas veces se parte del supuesto que la mujer indígena no
“participa”, es pasiva especialmente en los espacios públicos. Además se piensa
que la participación de la mujer indígena debe responder a una serie de
paradigmas o estilos del mundo moderno occidental donde la contribución de las
mujeres es más valorada por que habla, porque dirige, porque lidera y
permanentemente está aspirando a ocupar cargos políticos e importantes y
porque discursa, su presencia debe ser muy bien expresada
Sin embargo habría que preguntarse ¿Quiénes dan los cánones sobre una buena
participación de las mujeres indígenas, no será que muchas veces se trasladan
modelos poco pertinentes a nuestras cultura andinas en nombre de la
participación. En los diálogos que sostuve con mis las mujeres de Paropata
sobre cómo lo ven la participación, ellas no definen la participación como un
proyecto sólo político, entendida como el hecho de ejercer liderazgo, ocupar
cargos importantes, reconocen que si es importante que la mujer esté presente en
los asuntos comunales pero de diferentes maneras, también plantean que si es
importante tener autoridades mujeres y ello supone acompañar a las autoridades
masculinas, ser una colectividad de autoridades conformada por hombres y
mujeres.
A las autoridades mujeres las describen con otros dones, como el hecho de llevar
bien su hogar, saber trabajar junto con su esposo, atender su casa, ser respetada
y reconocida una especie de autoridades carismáticas, que sirvan a su comunidad
según la comunidad le demande como dice la Abuela Justina: participar es estar
en las actividades comunales, allí se hacen cosas para todos, las mujeres,
estamos cuando nos toca ir, cuando nos llaman, tenemos que estar, conversando
siempre la comunidad nos designa tareas, como por ejemplo escoger las semilla
de papas para sembrar la chacra de la comunidad .
15

Pero también se han instalan modelos de participación desde una sola lógica,
occidental moderna y ello está modificando o dejando las formas de organización
y gobierno ancestral. Indudablemente La participación política de las mujeres
indígenas es importante pero hace falta profundizar cómo son las racionalidades
de las mujeres indígenas de las comunidades culturalmente sobre la
participación política. Por ello es importante evidencias las otras formas de
participación que se dan en las comunidades desde las mujeres.
La mujer indígena tiene participación y aportan en lo comunal y como familias su
aporte es valioso, su participación es válida y tiene el legítimo derecho a ser
reconocida esto se relega muchas veces porque las mujeres indígenas no
levantan la voz o no hablan bonito según estilos preestablecidos.
Para conocer sus roles y participación de las mujeres es necesario revisar la
premisa de: “Participan por que están hablando, opinando permanentemente” o
Por el contrario es necesario escucharlas y comprender profundamente, por qué
no hablan en las asambleas comunales. Además considerar y reconocer la
diversidad de formas de participación que tienen las mujeres.
Es importante conoce cómo se perciben ellas al estar presentes en las asambleas
y grupos grandes. En la medida en que se reconozcan estas cuestiones de fondo
respecto a los enfoques de participación que tiene que ver con las cosmovisiones
de las mujeres indígenas, podremos reconocer sus aportes desde diferentes
roles.
Es oportuno preguntarse si se debe hacer esta separación de los ámbitos de
participación de las mujeres indígenas, en lo privada y lo público cuando muchas
de ellas expresan que así son ellas en todas partes, lo que hacen es estar allí,
sentirse parte de la asamblea y otros espacios comunales.
La participación en paropata se evidencia desde que las mujeres ceden los
tiempos a sus esposos ya sea como dirigentes o comuneros preparan los
fiambres para que ellos vayan a los espacios públicos, las asambleas, faenas, los
municipios, instituciones como dice doña Victoria Halanoca de Paropata.
16

Los hombres son pasajeros nomas ellos no están en la casas siempre están
saliendo, van y vienen no se dan cuenta de muchas cosas que pasa en la
casa están muy ocupados afuera.
Las mujeres consideran que participan cuando van las asambleas y escuchan
todo lo que se plantea allí; al volver a su familia tiene que comunicar a sus
esposo Además, no todas las mujeres deben hablar en todos los espacios.
1.3.3 Derechos individuales y colectivos de la mujer indígena.
Los derechos de las mujeres indígenas están vinculados con los derechos de los
pueblos indígenas, tal como están contemplados en los instrumentos
internacionales como el Convenio 169 de la Organización Internacional del
Trabajo y la Declaración de las Naciones Unidas sobre los Derechos de los
Pueblos Indígenas. Este instrumento enfatiza que no solamente las personas
individuales de los pueblos indígenas tienen derechos sino también existen
colectivos. Por tanto las mujeres indígenas también tienen derechos colectivos,
como es los derechos propios de justicias indígenas, los derechos colectivos de
sabidurías ancestrales como la medicina tradicional, los tejidos etc.
Por otra parte, a nivel del sistema universal existen instrumentos internacionales
que tienen el propósito de proteger y promocionar los derechos de las mujeres
entre estos instrumentos está la Declaración y la Plataforma de Acción de Beijing,
La Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra
la Mujer (CEDM o CEDAW) y su Protocolo Facultativo, y la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la mujer.
En este sentido las mujeres indígenas tienen una especial preocupación por el
ejercicio de sus derechos de identidad cultural y defensa territorial. Al respecto en
la ONU, durante la cumbre de Beijín se promulgó una declaración a nivel mundial,
enfatizando la relación de la vida y la feminidad con la madre tierra en una
dimensión holística e integral entre los seres humanos, la naturaleza y la
reciprocidad necesaria para la protección mutua.
La tierra es nuestra madre. De ella recibimos nuestras vidas y nuestra
capacidad para vivir. Es nuestra responsabilidad cuidar de nuestra madre y al
17

cuidar de nuestra madre, cuidamos de nosotras mismas. Las mujeres, todas
ellas féminas, son la manifestación de la Madre Tierra en forma humana.
Los derechos colectivos de las mujeres indígenas se sustentan en los derechos
históricos, en la afirmación de su identidad cultural. Estos derechos terminan
siendo indispensables para su existencia y el desarrollo integral para sus pueblos.
Las mujeres indígenas desde siempre han conservado sus características
culturales específicas, su cosmovisión y su espiritualidad, y han optado por
mantener una relación armoniosa con la naturaleza, aportando al mundo y la vida
con sus propias formas organizativas sus, saberes y sus tradiciones.
Por ello, toda mujer tiene el derecho de disfrutar de todos sus derechos humanos
independientemente de su cultura, su religión y su origen étnico. Sin embargo,
bajo la característica de la indivisibilidad, es evidente que las mujeres indígenas
ejercen sus derechos individuales- conquistados para todas las mujeres- en la
medida que disfruten de los derechos colectivos de sus pueblos indígenas.
Para el caso de la investigación las mujeres de Paropata, ejercen sus derechos
colectivos expresadas en el uso de la lengua quechua, su vestimenta, sus
saberes para tejer la ropa, para curar, para hacer rituales para criar a sus hijos,
animales, para caminar distancias largas, para vivir en la altura y relacionarse de
manera respetuosa con la Madre Tierra, cuidándola, sembrando como lo hacían
sus abuelas, nacen con manos para sembrar, saben que la tierra tiene que
descansar y por ello no importa caminar largas distancias para ir a cultivar sus
chacras, mientras las otras tierras descansan.
También ejercen sus derechos colectivos al sentirse orgullosas de su comunidad
su salida de ella es temporal, su sentido de pertenencia a un territorio es vital
luchan por permanecer, su interés por criar alpacas de diferentes clases, por
continuar sembrando muchas variedades de papa, por seguir tejiendo.
Sin embargo no conocen los instrumentos internacionales, las leyes que su Estado
ha promulgado para protegerlas, pero saben que existe y por estar aisladas en las
alturas dicen que nadie va hablarles de sus derechos.
18

1.3.4 La comunidad de Paropata, dónde se hizo la investigación: contexto
histórico, geográfico y demográfico
La Investigación se ha realizado en una de las comunidades de Perú que cuenta
con una población absoluta de 27 412 157 siendo la población urbana 20 810 288
que representa el 75.9% mientras que la población rural asciende a 66021 869 y
representa el 24.1 %. En el departamento de Cusco la población total es de 1,171
403 en donde sigue predominando la población urbana con 644 684, que
representa al 55 % de la población mientras que la población rural cuenta 526,
719 y representa al 45%. En Canchis la población total asciende 96,937,
predomina la población urbana que representa el 60.25 con 58,355 habitantes,
mientras que la población rural representa el 39.8 % con 38582 habitantes. En el
distrito de Combapata esta situación cambia radicalmente, la población urbana
representa solo el 38.1% de la población (1 967 habitantes) mientras que la
población rural asciende a 3 195 representando el 61.9 %.
En el Perú el 50.3 % de la población son mujeres, en el departamento de Cusco
el 50.1% del total de habitantes son mujeres (586 535), en la provincia de Canchis
aumenta ligeramente siendo el 51.4% mujeres (49 866), en esta misma tendencia
en el distrito de Combapata son 2,607 mujeres y representan el 50.5 % de la
población.
Paropata:
Es una “comunidad indígena” reconocida por Resolución Suprema del 28 de
agosto de 1925. Tiene una extensión de 3 746,75 hectáreas, y está situada a 4
762 m.s.n.m. en las faldas del nevado del Kamhalliu, uno de los Apus de la zona.
El acceso a esta comunidad se realiza por camino de herradura que parte del
distrito de Combapata y se recorren 25 kilómetros por trocha carrozable. Sin
embargo, no hay movilidad permanente hacia la zona, sino únicamente los días
domingos suben de 1 a 2 camiones para la plaza dominical; el resto de días los
pobladores se movilizan caminando por 16 km de trocha y un camino de herradura
de 9 km en ascenso casi vertical.
19

Paropata tiene una población dispersa de 220 personas que se dedican
principalmente a la crianza de auquénidos y ovinos que son comercializados a
baja escala. En la zona baja realizan actividades agrícolas para el consumo
familiar. En esta comunidad se consiguen los productos a través del trueque el día
de la plaza dominical.
20

CAPÍTULO II
LOS HALLAZGOS MÁS IMPORTANTES
2.1. Las mujeres de Paropata, dónde interactúan y cómo lo hacen
Durante la investigación observé que existen dos maneras de ver a la
comunidad. Para las abuelas, abuelos, la mayorías de los hombres y mujeres
adultas la comunidad es holística no se separa entre el espacio físico y las
vivencias en ella; el espacio es todo el paisaje natural y los roles que en ella
cumplen sus habitantes manifiestan que la comunidad es de todos y que no sólo
viven los runas (humanos) sino también la familia de los Apus, (deidades
tutelares), las uywas, (animales).
En cambio para las últimas generaciones sobre todo las mujeres solteras, niños y
jóvenes aparece la noción que la comunidad es la geografía, los recursos
naturales y que su organización debe ser en parte una réplica del mundo
occidental moderno, de hecho algo de ello se ha instalado, por ejemplo la Junta
directiva comunal tal cual es en las ciudad las ciudades. Provocando el olvido de
algunas formas organizativas ancestrales con autoridades como el alcalde de la
Vara o varayuq, carguyuq (el que pasó un buen cargo de fiesta)
Al respecto G. Rengifo, 1991: 14, expresa:
El Ayllu no solo se refiere a la comunidad humana, es decir a aquel grupo
familiar relacionado en grado diverso de consanguinidad con un antecesor
común. Familia en los Andes no solo son los miembros de la comunidad;
nuera es la semilla que se incorpora a la chacra, como yerno es el agua que
se incorpora ritualmente a la comunidad. Los Apus mismos son los abuelos y
el concepto de papa y tío no se refieren al papá y tío biológico. La parentela
andina es amplía e integra a humanos, naturaleza y Wacas. El Ayllu es pues
parte de la «colectividad natural», este «orden local» integrado por humanos,
naturaleza y wacas hacen posible la re-creación de la vida.
Sobre la base de lo que afirma G. Rengifo al investigar he podido observar que en
realidad no han perdido su sentido de lo que significa la vida comunal y que a
pesar de ser juntas directivas y no autoridades ancestrales los roles son
diferentes al de la ciudad en este caso prima la colectividad.
21

Un ejemplo de ello es que todos trabajan para el bienestar común como: el cultivo
de papa en terrenos de la comunidad, al turnarse para pastear las alpacas de la
comunidad, al limpiar los caminos, con rituales, allí se manifiesta que la pacha
somos todos y es para todos y allí debemos estar. Cuando la nevada afecta la
vida de las alpacas, juntos hacen el ritual, preparan medicinas para curar las
alpacas de todos. Pakuchaykun uqhurapun (nuestras alpacas se han enfermado)
Allí no dicen mis alpacas están enfermas, dicen nuestras alpacas están enfermas
así estén refiriéndose al rebaño de una sola familia.
Las principales actividades comunales:
� Las faenas comunales.
� Las asambleas comunales.
� Las festividades.
� Los rituales para la comunidad.
� La feria dominical.
2.2. Los espacios familiares
En la comunidad de Paropata, las familias son como los ayllus pequeños, dentro
de la comunidad después del ayllu grande. Donde todos cumplen diferentes roles
para convivir, para respetarse, para planificar sus quehaceres, sus principales
preocupaciones y satisfacciones gira alrededor de la crianza de sus alpacas, el
cultivo de papas. El tejido de la ropa, destinando una reserva de papa y alpacas
para alimentarse y otras cantidades pequeñas para generar economía y gastarla
principalmente en la educación de sus hijos. La crianza de alpacas y papa nativa
es un sistema cíclico, no son terminales, tienen un calendario propio que ordena
su vida agro-festiva tanto a nivel comunal como familiar. Por ejemplo la crianza de
la papa se realiza en períodos largos de un año, inician sembrando en el mes de
setiembre y continúan realizando muchas otras actividades con la papa hasta el
siguiente año. Las familias van criando con actos cariñosos, apenas brotan las
papitas las mujeres son las primeras que van a ver la chacra, las saludan, les
22

hablan, les echan la ceniza para que no les ataque tempranamente los gusanos.
Al volver a la casa conversan con sus esposos, sus hijos y toda su familia
compartiendo las alegrías, también las tristezas de cómo están las chacras. Se
alegran cuando florecen mucho porque tendrán abundante comida y están tristes
cuando las papitas están afectadas por la helada y la producción no será igual.
Pero también saben que las papitas afectadas igual les servirá para hacer chuño
(papa ceca) y que siempre tendrán algo para comer y que la vida no es total
desgracia cuando pierden algo.
Cada chacra es diferente no todo es parejo y la vida en familia también está llena
de acontecimientos, diferentes la vida es dinámica no es homogénea. El tiempo
no es lineal, no se contabilizada por meses, es por épocas: El tiempo lluvioso y
época de sequía. Así es como transcurre el tiempo mientras van sembrando
aporcando, cosechando, seleccionando las papas para la semilla, para la comida,
la venta, la elaboración del chuño, moraya el almacenamiento están siempre
ocupados aunque la producción no sea en grandes cantidades lo que importa es
que haya para comer y alcance para todo lo que han previsto, casi nunca he oído
decir que la papa se ha terminado dicen no tenemos otras cosas pero hay papita
para comer y nos hacemos alcanzar hasta la siguiente cosecha. Lo mismo ocurre
con la crianza de las alpacas.
En los espacios familiares también hay momentos importantes para planificar, al
levantarse la abuela empieza a saludar, primero sale a la puerta justo cuando
está naciendo el día, mirando al infinito levanta su coca y también hace la señal de
la cruz y luego entra se sienta en su puñuna ( cama) habla sola muy bajito no sé
si está orando, o está conversando con alguien pero dice algunas palabras
difíciles de entender, luego cuenta sus sueños, luego la mamá, el esposo y los
hijos entre todos se cuentan sus sueños, mientras se levantan, mientras atizan el
fogón.
23

Es en este momento que planifican sus actividades, los esposos son los que
plantean que se va ha ser ese día o recuerdan lo que les toca hacer, en otras
familias es la mujer la que organiza todo.
Ahora vamos a llevar el guano a la chacra, yo voy a pastear, los hijos van a la
escuela y al volver arrean las alpacas al canchón y nuevamente al atardecer se
juntan en la casa y conversan sobre sus chacras y sus alpacas. (Victoria Quispe)
En esta forma de vida los saberes son muy importantes y son diversos en cada
familia, interactúan entre ellas compartiendo sus sabidurías. Cuando las mujeres
tejen y, una de ellas ha logrado teñir de un color diferente o ha creado otros
pallays (tejer figura nuevas) de inmediato se comparte con otras mujeres, cuando
salen a pastear, se cuentan se enseñan o cuando se visitan en sus casas. Lo
mismo ocurre con los hombres, cuando uno de ellos ha preparado una medicina
diferente con plantas para la curación de las alpacas casi de inmediato se
muestra a los demás comuneros como lo hizo de manera práctica en su casa.
El saber fluye, es de todos, no se almacena se recrea y se alimenta desde la
experiencia de todos pero también reconociendo que cada familia es diferente,
algunos son católicos, otros están convirtiéndose en evangélicos, esto no es
impedimento a la hora de hablar de las alpacas, papas, tejidos, medicinas, etc.
Al respecto algunos autores como Julio Valladolid señala que:
Las comunidades alto andinas cultivan papa, como numerosas comunidades
amazónicas cultivan la yuca, y muchas hacen uso del agua de riego, pero la
manera cómo lo hace una comunidad y hasta una familia difiere con lo que
realiza otra comunidad y las familias. Por esto cuando hablamos del saber
local nos referimos a la sabiduría que por milenios es regenerada de modo sui
géneris en determinados lugares por numerosas comunidades pertenecientes
a las culturas andinas y amazónicas y que es transmitida por el ayllu de los
mayores –runas, naturaleza y deidades- a los ayllus juveniles. Este modo local
de hacer las cosas es la que regenera la diversidad porque cada saber es
válido para el lugar en que este es practicado.
El saber andino posee además otra característica: su circunstancialidad. Los
saberes y prácticas realizadas por una familia o una comunidad no tienen la
pretensión de su reproducción a otros ámbitos y tiempos. Los campesinos casi
siempre dicen –al referirse a la manera cómo realizan una práctica- “así lo
24

hago”. Muy pocos dicen: “así se hace”. Saben que la crianza de papas
realizadas en su chacra es diferente a la de las chacras vecinas. Cambian los
suelos en tramos reducidos, el microclima de cada chacra es sui géneris, las
variedades sembradas no son similares, incluso cada chacra tiene su nombre
que revela su particular personalidad.
Calendario comunal de Paropata: Ilustración realizada por Valentin Ccasa
2.3. Sus formas de participación y roles
Las mujeres de Paropata participan en espacios de vida familiar como la casa, la
chacra y la crianza de animales; asimismo, en espacios comunitarios como la
asamblea comunal, las faenas, la feria dominical, fiestas y ceremonias rituales.
Asumen diferentes roles tanto en la vida comunal y familiar desempeñando roles
diferentes las que son asumidas con responsabilidad y mucha dedicación.
2.3.1. La casa
En la casa se dedican a la limpieza, lavado de ropa de toda la familia, cocinar, el
recojo de leña para cocinar, la confección de la ropa que incluye la trasquila, el
hilado, el ovillado, el teñido, el tejido con diseños creativos con significados, así
25

como el recojo de la basura, hecho que no tiene ninguna connotación negativa,
sino de cariño y respeto hacia su casa y su familia.
La mujer paropateña se mira y se describe como alguien que está
permanentemente al cuidado de su casa y no descansa pues siempre está
haciendo algo, es la que menos sale, salvo los domingos a la pequeña feria que
existe desde hace dos años en la comunidad. Es la que usualmente está
arreglando y limpiando, dando de comer a los animales pequeños dentro de su
casa, dedicándose al aseo de sus hijos, al tejido. Hay días casi completos en los
que están tejiendo, los ponchos para sus esposos, las unkhuñas (mantas para el
abrigo de las mujeres y otras más pequeñas para llevar el fiambre para toda la
familia, sus polleras, las liqllas que son las mantas para cargara las cosas.
En la casa, primero cocino en la mañana, luego tengo que dar a mis
animalitos, dar su comida, luego hay otras cosas que hacer, lavar la ropa,
caminar a traer leña, ahí no mas no me ocupo pues, a veces también me
estoy yendo a pastear, así nomas pues. (Isidora Quispe Quispe).
Aquí en lo que hacemos las ropas, hilamos, en eso nomás pues, eso es lo que
más sabemos, las mujeres, la mayoría, todas nos vestimos sólo con nuestros
tejidos, lo que nosotras mismas hacemos. (Abuela Celedonia).
2.3.2. La chacra
En palabras de Grillo: La chacra es una forma de crianza. En la chacra andina
no sólo se cría a las plantas y a los animales considerando como condiciones
ya dadas el suelo, al agua y al clima, sino que en la chacra también se cría al
suelo, al agua y al clima. Recíprocamente, la chacra cría a quienes la crían. 7
La chacra es my vital en la vida de Paropata. Es un lugar de crianza, es viva por
eso cada chacra tiene su nombre, allí pasan mucho tiempo criando las semillas
sin ellas no se puede hacer chacra, por tanto uno de los roles de los hombres es
adelantarse con la semilla y el guano natural de las alpacas, las mujeres tienen
que llegar a la hora adecuada con la comida. Cuando no tienen ayudantes
7 ¿Desarrollo o Descolonización en los Andes? Eduardo Grillo Fernández. PRATEC. 1993
26

varones, las mujeres tienen que trabajar en la chacra nukaykupoas
p´anapakuykun allpaykuta (nosotras también golpeamos los terrones duros hasta
que se deshagan y quede pareja la tierra; y eso lo hacen junto con sus esposos.
Otra de los roles es que por necesidad, muchas de ellas cogen la chakitaqlla,
herramienta ancestral que se utilizan para abrir la tierra, es decir, para hacer los
huecos donde se coloca la semilla. Usualmente es una tarea que corresponde a
los hombres, esto es lo que manifiestan las propias mujeres.
En la chacra, además, las mujeres son las únicas personas que pueden sembrar
la semilla porque siempre ha sido así, son las que dan vida porque son de la
misma naturaleza que la Pachamama, en Paropata, se dice que las mujeres
tienen la mano caliente y sirven bien a la Pachamama, esto quiere decir que
ponen la semilla con cariño, con dedicación y así sacan buena cosecha, además
tienen que hacerlo de buena voluntad, es por eso que las mujeres casi nunca
dejan de ir a la chacra, principalmente para la siembra y la cosecha. Es un acto
complementario de trabajo que a pesar de ser concebida como una tarea de
mucha fuerza física y que se destaca el rol del hombre como chacarero, y el único
que cultiva y está pendiente de la chacra, se ve como una actividad colectiva
exclusiva de hombres y en algunos momentos es así, sin embargo, en momentos
claves del trabajo en la chacra, la presencia de la mujer y su desempeño en ella,
cada vez se hace más significativa, porque en las palabras de los hombres, es que
si la mujer no va a poner la semilla, quién lo haría, quién daría de comer a los
ayudantes, quién ayudaría a mezclar la tierra y el guano; ellas escogen la semilla
en el tiempo de la cosecha, ellas son las que guardan todo el año con mucho
cariño y cuidados para que se mantengan sanas, alcance la comida, no les afecte
la gusanera o alguna otra enfermedad;
Durante la cosecha cuando la papa está lista para la sacar, los hombres escarban
la tierra y las mujeres recogen las papitas
Por otra parte, las mujeres dan de comer a los ayudantes que vienen bajo el
sistema del ayni, que significa “buscar ayudantes que son sus vecinos, parientes,
27

ajo la premisa hoy me ayudas a hacer mi chacra y mañana te ayudamos
nosotros. En esta comunidad todavía se conserva este valor de trabajo del ayni.
Según Eduardo Grillo:
La familia campesina andina está fuertemente asociada en grupos de trabajo
colectivo (ayni, minka, minga), debiendo contribuir en determinados momentos
en las chacras de las familias con que está vinculada. Ello, a su vez, lleva a
conocer la situación concreta de producción de las familias con que está
vinculada. Ello, a su vez, lleva a conocer la situación concreta de producción
de las familias asociadas tanto como conoce la suya propia. Más allá de estos
grupos familiares de trabajo, están las responsabilidades para con otros
grupos más amplios que requieren también presencia según modalidades
colectivas. Se trata pues de un proceso de muy complicado,
dentro del cual todo está intrincadamente relacionado. 8
Según Arratia:
En las comunidades el ayni hace posible que todos estén preparados para
apoyar en todo de acuerdo como convenga en el momento, (…) No existe
pues roles fijos o prejuiciadamente femeninos o masculinos. Aunque es cierto
que hay preferencias o disposición especial por hacer u ocuparse de ciertos
aspectos de la vida, al mismo tiempo que lo femenino y lo masculino tienen
sus formas especiales de vivirse. Las responsabilidades están en función de
las cualidades que cada uno tiene, las mujeres crían a los hijos, echan la
semilla, los hombres manejan la yunta. Ninguna de estas tareas están
desvalorizadas por ellos, una madre se siente orgullosa de preparar los
alimentos para la familia. 9
Como expresa Lucía Candia.
“Chaqraka ruwakun warmiq yupaychayninwan, qhallariynimpipas,
tukukuynunpipas warmipuwanmi imapas ruwakun” (la chacra se hace con el
pensamiento de las mujeres, estamos al inicio y al final de la jornada todo se
hace con las mujeres)
Hija, la chacra no puede hacerse sin la presencia de las mujeres, sin recibir
su aliento, ¿por eso no me ves? Cuando hago mi chacra del maíz, yo termino
de hacer mi chicha a las doce de la noche y hago tres tipos de chicha, el kaywi
aja (la chicha removida), el t`impuy aja (la chicha bien hervida y curada) y el
uphy aja (la chicha sin madurar); por eso tengo que hacer bien desde mucho
antes , pensando quienes van a venir, para que alcance y se sientan felices al
8 La cosmovisión Andina de Siempre y la Cosmología Occidental Moderna.1993. PRATEC
9 Género en Comunidades Campesinas Andinas y en el Mundo occidental moderno. Marina Arratia
J. Loyda. 1997. Informe Taller Género, Biodiversidad y Regeneración. PRATEC. 1997.
28

trabajar; la chicha removida es para que tomen todo el día; la chicha hervida y
curada es para que tomen al inicio para que se animen y al final para festejar
nuestra chacra y la chicha sin madurar es la reserva que va madurando poco
a poco por si se continúa la fiesta o seguimos con otra chacra o para dar a mi
vecina o a mi hermana que le toca hacer su chacra en calidad de ayni. Por
eso cuando termino es medianoche o casi amanecida y salen las estrellas,
cuando termino de tapar mis chichas en mis chombas de chicha. Salgo a mirar
las estrellas a pedir que todo salga bien que vengan muchos aynis, que haya
mucha comida, que hayan muchas ahijadas, comadres ahijadas y otras
mujeres para ayudarme a cocinar y dejo hirviendo el maíz y el trigo la sopa y
la comida. Apenas amanece, me pido a Dios y a los Apus para que todo siga
bien y empiezo a servir el matecito y el almuerzo a los primeros aynis que
llegan. Saco la semilla, la expongo en el patio, vestida con las hojas del
limonero que es el k`intu, muchas flores con las calas blancas, las
campanillas rojas y sus wampar (cuerno de la vaca donde se toma la chicha)
llenados con la primera chicha, el ñawi aja, la es servida para que la semilla y
vaya contenta con mi fuerza y mi aliento. Mientras los hombres están
alistándose con sus herramientas, también vienen y me siguen el saludo que
hice a la semilla. Es así después cocinamos con alegría tomando chicha con
otras mujeres mirando donde está llegando el sol, llevamos la comida y entro
a poner la semilla en los surcos detrás de la yunta que lleva mi esposo Isaac
Entre las mujeres nos elegimos las que tenemos mejor mano para sembrar. Y
luego vuelvo y se cierro la jornada la chacra, atendiendo y sirviendo a tos que
terminen alegres soy la última en salir de la chacra ch`uyando (roseando) con
la chicha y nos vamos a festejar”. (Lucía Candia, 83 años).
2.3.3. La crianza de animales
En Paropata, las mujeres indígenas en general, son quienes se dedican más al
cuidado de los animales, son las pastoras que crían con cariño y respeto desde
los animales más pequeños como cuyes y gallinas hasta las alpacas.
La crianza de alpacas es la actividad principal, las mujeres son quienes se dedican
al pastoreo de las alpacas porque dicen que viven de las alpacas, con ellas se
alimentan, se visten y caminan; por eso es que no se ausentan mucho de su
comunidad y cuando salen de su casa o su comunidad dejan encargados a otros
porque su mayor preocupación es que sus alpacas estén bien cuidadas y
completas. Por eso cuando van a la chacra o a algún otro lugar y vuelven, lo
primero que hacen es mirar que estén completas sus alpacas.
Combinan el cuidado y pastoreo de sus alpacas con sus otros quehaceres
hogareños; por ejemplo, se levantan muy temprano porque tienen que preparar el
29

desayuno, enviar a sus hijos a la escuela, preparar el almuerzo y luego cuando ya
no queda nadie en la casa más o menos a las 8 de la mañana, ya están saliendo
las mujeres a pastear sus animales, arreándolos a los pastizales, a las lomas y a
zonas más altas.
Las sipas (mujer soltera) Yaneth, nos dice que:
Son nuestras madres las que siempre se levantan primero, aunque estén
enfermas a veces a las tres de la mañana para preparar el almuerzo, fiambre
para que mi papá vaya a la chacra él se levanta después encima todavía está
aphan (deseperado) está reclamando a mi madre ya está listo, todo diciendo
para él es fácil salir, sufrimiento pasan las mujeres, a mí no me hace levantar
mi madre porque no quiere que me duerma en el colegio y quiere que estudie
bien para ya no sufrir como ella.
Entre las actividades y roles de su entorno familiar lo que más les gustan es el
pastoreo, porque creen que es un momento de tranquilidad, no están corriendo ni
haciendo muchas cosas a la vez, porque dicen que en la casa hay tantas cosas
que hacer que el día les gana; además cuando van pastear pueden ir hilando y
muchas veces regresan con crías de sus alpacas y eso motivo de mucha alegría.
Además, es un espacio importante de intercambio con otras mujeres, donde se
enteran de cosas que les ocurren y conversan tranquilas de lo que les interesa, se
enteran quienes ha salido a la ciudad, quién ha vuelto, quién está enfermo; en
cambio, quedarse en la casa es preocupación y mucho trabajo que nunca se
acaba.
En el caso de las abuelas, ellas son quienes han permanecido más tiempo durante
su vida en sus casas porque antes no había escuela para ellas, ni asambleas de
manera tan seguida; además tejían mucho más que las mujeres de hoy en día.
En el caso específico de las viudas, por su condición de mujeres solas, se les
duplican las tareas en general porque tienen que responder tanto a su casa, y la
comunidad. Tradicionalmente asumen roles que usualmente corresponden al
varón, tales como el trabajo que realizan en las faenas, se les exige que carguen
adobes, que traigan agua y las tienen muy ocupadas al extremo que hay una
autoridad mujer y viuda que piensa que la comunidad le ha dado el cargo para que
30

esté ocupada y no esté dando vueltas de casa en casa; desde sus propias
palabras:
No sé como así es que me eligen, como soy solita… Así viuda nomás y
camino bien siempre estoy presente en todo y nunca tengo miedo, no me
descuido de nada, “manan chayna imamantapas deslamariakunichu” no me
desmayo ni rindo fácilmente, estoy con mis animalitos, mi chacrita, atiendo a
mis hijos y muchas veces he pensado que me comentan de mí “ Esta mujer va
estar dando vueltas en tantas cosas, asumiendo el cargo de fiscal que se
ocupe más o con ello por lo menos se distraiga y esté ocupada y por otra
parte pienso que dicen que con ello también se retrase de sus quehaceres.
Son mis pensares nomás pero tampoco creo que sea así no sé tengo tantas
cosas en la cabeza. Pero en el fondo lo que pienso es que me designan el
cargo para cumplir, bien me dicen mis compañeros en las asambleas tienes
que cumplir”. (Gumersinda, 56 años. Fiscal de Paropata).
Nosotras llevamos el guano, mezclamos el guano de nuestras alpacas,
hacemos terrones, la piedra golpeamos, ponemos la semilla, en la primera
lampa en los otros trabajos las mujeres no hacemos mucho, damos comida
pero en los cosechos sí trabajamos igual. (Gregoria Hanco Cccama).
2.3.4. La escuela
Las mujeres que tienen hijos en la escuela participan cocinando y contando sus
historias, enseñando a tejer e hilar a los niños, acudiendo a las citaciones que
hacen los profesores, sienten que ahí les consideran y reconocen, ahí saben que
su trabajo no vale mediodía sino una jornada completa, usualmente van por cosas
puntuales como preparar el desayuno o el almuerzo de los niños y asistir a las
actividades tales como actuaciones.
Miguel Ángel Farfán nos dice:
El reconocimiento de los saberes de los padres de familia (de Paropata) ha
permitido la afirmación y valoración de la cultura de los comuneros y también
la comprensión de que los saberes andinos y los conocimientos occidentales
son distintas formas de comprender e interpretar el mundo, y vivir en él,
reconociendo la validez de ambos conocimientos y las formas de relacionarse
con el mundo natural. 10
10 Aprendiendo a leer y escribir desde el saber andino. TAREA. 2007. Página 32.
31

2.3.5. La asamblea comunal
Además de la casa, la chacra, el cuidado de los animales y el apoyo en la escuela
pocas mujeres paropateñas participan en las asambleas comunales más allá de
su presencia física. La mayoría de ellas menciona que no van a las asambleas o
que va muy poco. Usualmente van a las asambleas cuando sus esposos no
pueden ir, cuando ellos trabajan lejos por temporadas o simplemente porque sus
esposos les dicen que vayan ellas.
Desde una mirada externa cumplen con estar ahí con su presencia física, pero
muchas de ellas afirman que van principalmente a escuchar, a enterarse de lo que
está pasando y a hablar lo que tienen que hablar, lo necesario; otras expresan que
tienen mucho miedo de hablar porque los varones se ríen, se burlan o no las
escuchan y eso les da inseguridad y vergüenza, pero por otro lado dicen también
que: qué tanto hablan los hombres, si son algunos nomás los que más hablan, ya
son conocidos no son todos, también hay hombres que van a estar sentados y
callados, sin hablar y escuchan nomás, siempre participan los mismos. Muchas de
ellas son vistas como menos que los hombres, incluso con menor capacidad
porque no han terminado ni siquiera la primaria, la mayoría de las que asisten a
las asambleas hablan sólo en quechua y no en castellano, y algunas asambleas
se dirigen en esta lengua.
Los hombres hablan con mayor seguridad porque tienen más hábito de asistir a
las asambleas, saben cómo dirigirlas y forman parte de la junta directiva que ellas
denominan ser miembro, pero en el caso de las mujeres no es así, como mucho,
una vez, una mujer recuerda haber sido directora de debate en una asamblea, y
su función era dar la palabra, pero se trata de un caso excepcional, pues nadie
más lo recuerda.
Generalmente, se ha observado directamente en las asambleas y de las 8
asambleas en las que estuve presente , asisten unos 38 varones y unas 7 viudas y
en otras, se suman a ese grupo, una o dos mujeres más. Entonces el voto
mayoritario y válido es el de los varones. La mayoría de mujeres no asiste porque
32

no se sienten bien recibidas y muchas veces las hacen regresar a su casa
diciéndoles que hacen aquí las mujeres dónde están sus esposos “que venga tu
esposo”.
Las viudas son las mujeres que no faltan casi nunca a las asambleas, ellas no
tienen la posibilidad de elegir ni de mandar reemplazos porque están en categoría
de empadronadas titulares.
En el mundo occidental se piensa que la mujer participa cuando habla más, pero
desde el punto de vista de las mujeres paropateñas, participar no es solamente
hablar en las asambleas es sobre todo escuchar y estar ahí con su presencia y
aunque sea en voz baja comentar con otras mujeres, y cuando hay necesidad de
levantar la mano e intervenir, hablan muy poco y son directas y concretas en lo
que quieren expresar y para comentar luego en su casa con su esposo; pero
muchas veces se sienten frustradas e irrespetadas por la falta de respeto a su
opinión, por parte de los hombres, en cambio los hombres perciben esto como
que no les interesa la asamblea y que van para distraer a los demás; les toman en
cuenta para apuntar y designar cuando necesitan alguien que cocine y también
cuando presentan problemas ya extremos y fuertes como los casos de violencia
física, donde les ha pegado su esposo, por ejemplo, en esos casos excepcionales,
la asamblea les brinda su atención y trata de resolver los conflictos llamando la
atención al esposo o sancionándolos con la asignación de algunas tareas
extraordinarias para la comunidad.
Una señora menciona que va a las asambleas para no estar en falta con la
comunidad. Cabe destacar que para el caso de las asambleas, una mujer de 57
años, Melchora, es la que ha luchado porque a la mujer se le reconozca su
presencia en la asamblea porque tuvo el valor de hablar y hacer valer sus
derechos y hacer reflexionar a las autoridades varones.
Yo he luchado mucho porque no nos dejaban participar; yo les decía: “¿Qué
es lo que hacen tanto ustedes? ¿Acaso se bajan los cerros, hacen las casas
en un rato, qué hacen y por qué a nosotras no nos hacen participar? ¿Por qué
a las mujeres no nos dejan participar?” Así es como he luchado mucho,
nosotras queremos seguir luchando, queremos seguir caminando a las
33

asambleas, a las faenas, ahí queremos caminar, así vamos a aprender a
hablar, porque hay muchas mujeres que no sabemos ni siquiera hablar, en
castellano en donde sea nos encontramos con otras personas y no podemos
hablar, pero cuando nos hacen participar en nuestras comunidades vamos a
perder el miedo, así es como he luchado.
Yo me he quedado tranquila, porque así nos han hecho participar, ya no he
estado preocupada, y antes estuve muy preocupada, muy triste porque no
querían hacernos participar, pero si luchamos así, participamos y nos
quedamos contentas.
( Melchora 54).
Cuando participamos en las asambleas algunos no nos hacen caso; seguro
que no hablamos con su gusto como para ellos, algunas palabras, hablo
apenas dos palabras, de repente, las otras cosas me equivoco, tal vez, no les
gusta y por eso se ríen. Cuando te bajan la moral, ahí te pones nerviosa.
(Simeona Torres Quispe 48).
Sí hablamos, lo que tenemos que hablar, cuando hay casos, pero si no hay
nada que hablar no hablamos tampoco. Y, los hombres nos dicen: “no hablan
las mujeres, están sentadas”. Yo igual, así nomás me siento porque no tengo
mucha cabeza. Me siento nomás, vengo a sentarme, algunas nomás hablan.
(Isabela Quispe.60).
Muy poco hablo en la asamblea porque no me acuerdo, al inicio me ideo lo
que voy a hablar pero a la hora de plantear no puedo decir tal como he
ideado, no hay mi cabeza para hablar, seguro mi memoria me falla. Aunque
sea un poco me escuchan, las demás mujeres están calladas, y les dicen por
qué no vienen a hablar, vienen por gusto a estar calladas, sentadas, porque
en las demás comunidades, cerca a la ciudad participan y hablan mucho las
mujeres.
Las mujeres no podrían asumir cargos porque no son educadas, no saben
leer, no hay todavía ninguna que hizo ese cargo en la comunidad, ni siquiera
hay mujeres de mi edad que hayan terminado ni siquiera la primaria, si
hubieran terminado por lo menos haríamos las actas. Pero si participamos en
las asambleas hablando algunas. (Gumersinda Mamani viuda de Umán
Quispe.56).
Al plantear las opiniones las propias mujeres así como los hombres de Paropata,
encaran que el acceso a la educación de las mujeres es muy importante, porque
la educación formal, con ella aprender a leer y escribir, hablar y comprender el
castellano, el respeto. Esta expresión ha sido reiterada durante las entrevistas,
diálogos grupales, manifestaron que la escuela les prepara por lo menos para
34

edactar actas y comprender el castellano, perder el miedo. Pero también algunas
mujeres señalaron que han pasado por la escuela por lo menos hasta el
segundo grado, pero no aprendieron y si han aprendido han olvido.
Existe una valoración e interés por que las mujeres tengan acceso a la educación
por lo tanto consideran que las mujeres que actualmente están estudiando, ya no
serán miedosas, podrán asumir cargos, podrán hablar en quechua y castellano.
Con ello están planteando a la escuela que cumpla su rol. Así como la escuela
enseña conocimientos también debe prepara para que tengan una buena
participación las mujeres en su comunidad.
Aquí cabe señalar que los pueblos indígenas tienen el derecho a la educación en
especial las mujeres indígenas como el caso de Paropata. Pero ésta debe ser de
calidad. Es decir una EIB por ser es un derecho fundamental de los pueblos
indígenas que se reconoce en las legislaciones nacionales e internacionales
como el convenio 169 de la OIT. Reconociendo que los pueblos indígenas
tenemos derecho de recibir una educación en condiciones de igualdad.
2.3.6. Las faenas comunales
Las faenas son actividades comunes que se acuerdan y organizan al interior de la
comunidad según las necesidades y proyectos comunes, también constituyen un
espacio de encuentro formal y obligatorio, donde todos los empadronados en la
comunidad van a trabajar juntos los días programados, faena quiere decir que
todos vamos a hacer una sola fuerza para trabajar juntos por el beneficio común.
Por ejemplo, en Paropata se hacen faenas para limpiar el camino de herradura,
para construir infraestructuras en convenio con instituciones, para arreglar la
trocha carrozable, para la elaboración de adobes, la comunidad tiene propiedades
comunes como las alpacas que pertenecen a todos, como las chacras donde se
siembra para todos, limpian y refaccionan su salón comunal, pero su aporte es su
trabajo no remunerado, sino una contribución a cambio de un beneficio para todos.
Otra modalidad por la cual se hacen faenas es cuando la comunidad, por acuerdo
en asamblea pactan y establecen alianzas con otras instituciones para impulsar
35

proyectos para la comunidad. Actualmente en la comunidad se viene
implementando proyectos que brindarán mejores condiciones para la Educación
Intercultural Bilingüe en alianza con Tarea Asociación de Publicaciones
Educativas. Construyendo un salón multiuso, para todos, la implementación de
energía eléctrica, el huerto escolar entre otros y ello implica la participación activa
de la comunidad en una relación de corresponsabilidad a través de las faenas
comunales en el cual se organiza el trabajo colectivo, realizando las tareas de
elaborando adobes, trasladando piedras; etc. Las faenas se convocan y aprueban
por la asamblea, donde ellos deciden cómo y cuándo se trabajará, donde cada
quien cumple tareas específicas. Cabe destacar que lo que se propone se realiza
y termina, es un encuentro donde se desprenden de sus tiempos personales, es
una mirada común por un proyecto común en la que se respetan los acuerdos, es
un espacio de compartir y departir.
En el caso de las mujeres, son muy pocas las que van, igual que en las
asambleas, las viudas son las infaltables pues no tienen quien las represente y
acuden a toda actividad común de Paropata. Cuando las mujeres acuden a las
faenas, son los varones quienes les asignan las tareas y les dicen lo que tienen
que hacer, podría afirmarse que existe una doble moral, por una parte los hombres
dicen que la mujeres deben hacer sólo lo que puedan, lo que no implique
demasiado esfuerzo físico, cocinar, cortar la paja, trasladar el agua, trasladar las
piedras pequeñas, cargar la mitad de los adobes, cortar la paja eso es al menos
la premisa, lo que se expresa y lo que se afirma que debería ser; sin embargo, las
mujeres afirman que los hombres no las consideran y les exigen un trabajo igual al
de ellos que, además no les reconocen la jornada completa, sino solamente media
jornada porque al ser “solo mujeres” no trabajan igual que ellos y no hacen al
gusto de ellos.
Eso es verdad durante la investigación he presenciado algunas faenas, cuando los
hombres las ven llegar, se quejan diciendo: “ Hay, sólo mujeres están viniendo, es
pérdida de tiempo, por qué les mandarán sus esposos, seguro son unos ociosos”,
asumiendo que hay hombres que por comodidad y por estar al día con sus
36

quehaceres familiares, se quedan en sus casas, avanzando sus chacras o sus
animales y envían a las mujeres en su lugar, este comportamiento es mal visto y
juzgado por los demás como que no priorizan la agenda de la comunidad y que
mandan a sus esposas por cumplir y parece haberse instalada una norma tácita
que en las faenas y asambleas comunales, respecto a mujeres sólo están abiertas
para las viudas. Al respecto las mujeres piensan que no es justo que a ellas no les
reconozcan el trabajo que realizan. Hay faenas en las que se preparan alimentos
son las mujeres las que cocinan, pero los ingredientes son puestos por la
comunidad, en esos únicos casos se les considera a las mujeres que han
trabajado jornada completa, seguramente porque consideran que ese es su rol
prioritario, cabe mencionar que esto se le asigna a las mujeres viudas o solas no a
las que tienen su esposo o a las esposas de los dirigentes que se les invita de
manera especial.
En las faenas nosotras nos ocupamos de cargar adobes, tenemos que cargar
pudiendo o no pudiendo, en la carretera tenemos que juntar las piedras, a
veces trabajamos pues por la fuerza igual que los varones. Pero no nos hacen
valer pasamos por medio día o medio jornal nomás en muchas cosas no nos
hacen pasar a las mujeres antes en las asambleas también era igualito
(Nolberta Quispe).
2.3.7. La feria dominical
La feria dominical en Paropata, data de dos años atrás, denominada “la plaza”,
esto es porque ha llegado la trocha carrozable hasta la misma comunidad y con
ello hay acceso de los camiones. En general para toda la comunidad este espacio
constituye todo un acontecimiento porque ya no es necesario que bajen
caminando al pueblo para ir a comprar o canjear sus víveres.
El rol de la mujer en este espacio es muy importante porque son ellas las que
desde muy temprano llegan desde sus casas caminando entre dos a cuatro horas
la distancia más alejada, llevando una cantidad de productos como las papas,
chuño, moraya, fibra de alpaca. Asimismo en los dos únicos camiones de carga
que suben de Combapata la capital del distrito llegan otras mujeres trayendo
artículos como ropa industrial, verduras, hortalizas, panes, coca, chicha y todo lo
37

que les hace falta. Ahí observé que hay más mujeres que varones, este es un que
espacio privilegiado para las mujeres que de los varones, la feria dura un tiempo
muy corto, dos horas. En él adquieren lo que necesitan a través de la chala o
trueque por un poco de papa, obtienen un poco de pan, o de azúcar y así con los
diferentes productos.
Son las mujeres paropateñas quienes movilizan este espacio y además lo
identifican como un espacio para distraerse, estar tranquilas, conversar con otras
mujeres y saber lo que pasa en otros lugares, además de intercambiar y conocer
de los precios y para comer sus gustitos. Aquí me gustaría destacar un aspecto
valioso y admirable que las mujeres han mantenido el sistema del trueque aunque
no deja de existir el cambio monetario pero aún es mínimo y cómo con sus formas
de hacer la chala, han logrado que las mujeres comerciantes que vienen de fuera
se adapten a este sistema, considero que es un aporte cultural valioso y una
participación importante de la mujer de Paropata. Es interesante observar cómo
calculan los códigos y condiciones de cambio, detrás de ello parecen tener clara la
valoración y el cariño a su trabajo y a su producto. Sin embargo, no venden ni
cambian sus tejidos ni sus ropas, aunque están animadas a organizarse y
empezar a comercializarlos para mejorar sus economías.
En Paropata, se aprecia mucho la coca para picchar así como, la fruta y el pan
para sus hijos. Las mujeres llegan a la feria desde los lugares más alejados y se
ve muy poca presencia y de manera disimulada de algunos varones. Para mí este
ha sido el espacio donde he podido sentir que las mujeres se reconocen y valoran,
tomando sus decisiones y sintiéndose dueñas de ese contexto. La plaza termina
cuando se acaban los intercambios y los camiones se van.
2.3.8. Las fiestas y ritos.
En Paropata, las fiestas y los ritos son muy importantes, son los momentos en los
cuales todos se reúnen y todos se encuentran y es como una faena de
encariñamiento entre los que viven ahí y los que vienen de fuera, es muy
significativo porque es ahí donde se forman las nuevas parejas, los nuevos
38

hogares, donde conversan sobre su situación, su historia, sus sueños, también
donde planifican para seguir haciendo bienes y proyectos comunes, donde pueden
desahogar sus penas, algunos conversando, otros llorando, otros bailando, otros
simplemente observando desde un rincón.
Es en las fiestas que se conoce y reconoce saberes propios tales como quienes
son los músicos, los danzantes, los y las que cantan; también compartiendo la
tradición antigua, la que mantienen desde siempre.
Un valor que se practica en Paropata es el compartir la comida, en las fiestas, la
comida alcanza para todos, si dispusieron una alpaca para prepararla, ese día
comen todos, y las mujeres están afanadas haciendo que alcance para todos los
presentes, pero también, cada quien lleva su fiambre especial en su khipuna (mata
pequeña tejido a mano donde se conserva la comida caliente, todos llevan su
fiambre, tanto varones, como mujeres, los jóvenes e incluso los niños. Se sientan
en grupos, se van invitando y lo que he observado es que abren sus khipunas y
ofrecen todo lo que han traído de su casa, cada uno come un poco y lo demás lo
comparte con quienes están a su lado y no se cansan de invitar a todos, todo el
tiempo hasta que se acaba el último chuño o papita sancochada. Es así que todos
llevan algo y todos pasan por todas las khipunas que están extendidas para probar
la comida de los demás.
Actualmente las fiestas y rituales se hacen en dos formas: las fechas cívicas,
aniversarios que son más abiertas y donde han incorporado formas del mundo
occidental moderno, concursos, desfiles, encuentros deportivos, serenatas,
veladas, audiciones radiales esto es lo más importante para ello, bajan a la ciudad
a una de las emisoras y presentan canciones y saludos en vivo, en estas
ocasiones las mujeres se lucen pues van a cantar. En estas fiestas suele
observarse una división muy marcada entre los varones y las mujeres, partiendo
de que se sientan en lugares diferentes, hombres en un lado y mujeres en otro.
Las mujeres colaboran en las actividades haciendo lo que los hombres les
solicitan.
39

La otra forma son los rituales, son fiestas más agrofestivas, más tradicionales, el
señalamiento de las alpacas, los carnavales, el haywakuy (ofrenda a la
Pachamama), es más un encuentro con La Madre Tierra.
Para festejar a las alpacas, hacen un cerco humano en el medio están todos
muchas alpacas les cantan y les ponen lanas, flores de colores en las orejas;
sahúman con incienso y otras esencias, les hacen baños de hierbas. En esas
fiestas, las mujeres son las que están más atareadas preparándolo todo, llevan
sus mejores galas, preparan todos los alimentos, van en busca de todo lo
necesario, hierbas, piedras, tierra, agua de diferentes fuentes; cantan, bailan,
preparan la chicha y están junto con sus esposos. En estas fiestas suele formarse
nuevas parejas en la comunidad. En estos rituales se observa más la familia
reunida. En las fiestas rituales, las mujeres organizan junto con el hombre todo el
proceso y cobran mayor protagonismo.
Las abuelas sienten nostalgia de las fiestas de antes, afirman que muchas
costumbres se van perdiendo y que las fiestas de hoy son muy diferentes a las de
antes, ya no son tan grandes, ni tan dulces, ya no hay cantos, danzas ni música
ancestral. En general las fiestas y ritos son espacios donde las mujeres cocinan,
conversan mucho de todo, bailan, danzan, cantan y comparten responsabilidades.
En sus propias palabras:
Hacemos chicha, cocinamos, festejamos a nuestros animales, hacemos un
cerco como de oro para ellos ese día de oro, así; hacemos harina de maíz,
hacemos los pancitos, todo, hacemos chicha, todo. Nos alcanzamos la
merienda, la chicha, todo. (Abuela Catalina Camani Camani 93 años).
En las fiestas de antes estábamos toda la comunidad, poníamos cohetones en
los carnavales, también en “Todos santos”, en noviembre, hacemos comer a
los que han pasado cargo, cuando estaban vivos, les llevamos una mesa
especial. Y hacíamos fiestas a los ganados, como hay carnavales, así, les
vestíamos a los animales, les alcanzábamos la hojas de coca a los Apus,
también hacíamos el pago a la madre tierra, una sola vez. (Juana Quispe
Calisaya 42 años).
Cocinamos, cocinan muchas cosas, muchas comidas, comemos también para
invitar a los demás algo los asados, la comida de la vizcacha, acá tenemos
mucha vizcacha que es muy rica. (Abuela Justina 93 años).
40

Sumaqamaña. La comprensión indígena de la vida buena describe que:
La fiesta es una ocasión para estrechar los vínculos sociales, buscar la
armonización en la amistad y fraternidad; es una oportunidad para compartir, con
alegría, la comida, la música y la danza. Es tan importante que se ha
institucionalizado en el Alferazgo que es un cargo que la comunidad encomienda a
uno de sus miembros para; que organice, presida y dirija la fiesta. Aunque este
cargo acarrea gastos económicos, religiosamente, significa una oportunidad para
manifestar públicamente su devoción y, socialmente, significa su generosidad para
compartir lo que tiene con toda la comunidad. Por este acto de generosidad y
sacrificio el alferado adquirirá prestigio y será tenido en mucha estima en la
comunidad y él tendrá la convicción de que Dios o los santos Patrones bendecirán
abundantemente su generosidad. 11
2.4. Cómo ven y qué esperan de la mujer en la comunidad de Paropata:
percepciones, valoraciones y expectativas
Las mujeres paropateñas son como las ven, o al menos eso es lo que ellas
expresan, pareciera que se refieren a su indumentaria, pero más allá, no se
preguntan mucho sobre sí mismas, hablan de lo que hacen pero no se definen a sí
mismas, tal vez ni se lo plantean. Pero también dicen que son diferentes a otras
mujeres y dentro de la misma comunidad hay de todo y todas son diferentes, pero
en particular se visten diferente, con ropa hecha por ellas mismas con la lana de
sus alpacas y ovejas también dicen que hablan sólo quechua y que ellas no
comen las comidas que hay en la ciudad y que no salen mucho de su comunidad y
de su casa, que son las que más están en su casa. Resaltan mucho su
vestimenta, y se sienten orgullosas de haberla elaborado ellas mismas. Que
cuando salen, van a buscar otros alimentos a la ciudad y que a eso nomás van y
vuelven pronto.
Hajñallan nuqaykuka kayku, qhawaywaskayki hijnalla, kay p´achayuq, uywa michiq, away
ruraq, aqnallapuni kayku.
Así nomás somos como me ves con esta ropa, tejemos, pasteamos así nomás andamos
(Zenobia Quispe)
11 SUMAQAMAÑA. LA COMPRENSIÓN INDÍGENA DE LA VIDA BUENA. (PADEP/GTZ). Serie:
Gestión Pública Intercultural (GPI). No. 8. Primera edición: Diciembre, 2001
41

La señora Hilda afirma que las mujeres paropateñas son de toda clase, son
diferentes en su forma de pensar, en sus saberes, que tienen diferentes
caracteres o genios; que son de diferente procedencia, y que muchas son del
lugar y otras han llegado como “qhachun” (nueras). De las comunidades aledañas
Se ven como personas ocupadas siempre en algo, ya sea en su casa, en la
chacra y sobre relatan las actividades del tejido y pastoreo.
Las sipas mujeres solteras se sienten orgullosas porque son buenas, porque no
tienen vergüenza de su lengua, ni de su vestimenta y a donde van siempre van
igual, con su lengua y su vestimenta. Se describen como mujeres hilanderas,
cocineras y tejedoras. También afirman que las mujeres mayores son mucho más
miedosas que las jóvenes porque no han ido a la escuela, algunas todavía tienen
miedo de hablar y salir a otros lugares pero menos que las mayores.
Las mujeres paropateñas de diferentes edades se ven como mujeres que sufren
porque viven en una zona de altura, alejada, con mucho frío, heladas y nevadas;
muchas se sienten abandonadas por sus esposos; las viudas se ven solitarias.
Se sienten mal y afectadas cuando sus esposos en ciertos momentos las olvidan,
cuando salen a la ciudad y se ponen a tomar en las ferias como indican las
expresiones de Victoria Quispe esposa del presidente:
May chiqha qharikunapas sinchitan sufrichikunku, wakin qusakuna, llaqtaman
purinku chayqha tumaykapunku, unaymanta kutinpunku, chayamunku mana imata
apamuspa ni cucachallatapas, k´alla maki chayanpunku chaywan sintikuyku, wakin
qharikunaqa sumaqta chayamunku hunt´asqa.
A veces hay algunos esposos que salen a la ciudad, y no vuelven pronto se
ponen a tomar, encima llegan sin nada sin traer, nada, ni coca, ni azúcar eso nos
pones tristes, pero cuando nuestros esposos llegan pronto y nos traen completo
nuestras costas nos sentimos alegres.
Al conversar con los varones de Paropata, se ha encontrado que hay como una
doble forma de valoración de las mujeres, en actividades comunales, tienen una
42

mirada de poca valoración, que no las aceptan en las asambleas con total agrado
y en las faenas las consideran como menos, que los varones; de manera
colectiva, los varones tienen esa forma de verlas, con poco reconocimiento.
La otra forma de valoración es al referirse a la mujer es cuando hablan de su
esposa, la madre de sus hijos, su compañera, ahí se nota una alta valoración y un
reconocimiento absoluto sobre la importancia de las mujeres para la vida de los
varones y realización de las actividades familiares y comunales.
Cuando el hombre está presente en eventos comunales como la asamblea, la
mujer se invisibiliza, en cambio al interior de la familia es altamente valorada e
incluso se piensa que trabaja más y es más sacrificada, que las mujeres se
acuestan tarde y se levantan temprano, que están en la casa haciendo de todo,
son ellas las que aportan la paz y tranquilidad en la casa, ellos son los pasajeros
que vienen y van, y cuando vuelven encuentran siempre a sus esposas con su
ropa limpia, su comida hecha, sus hijos alimentados y sus alpacas completas.
Otra valoración es que son ellas las que los visten y los cuidan, les tejen los
ponchos, las chompas, sus unkhuñas 12 . Consideran que si sus esposas no
sabrían tejer, ellos estarían como vacíos y no estarían preparados para salir,
incluso hay varones quienes afirman que no se sienten capaces de hacer todo lo
que hacen las mujeres. Hay una fuerte valoración como madres, esposas en
todas las entrevistas expresan que cuidan a las wawas, (los hijos) y en otras que
derraman su sangre al dar a luz, les cuidan, les visten, les alimentan y les dan
estabilidad. Valoran que algunas de ellas se dedican a pequeños negocios, las
valoran como sus compañeras, como su complemento y parte de su vida, alguien
con quien conversar, dialogar, bailar, sin la presencia de la mujer, todo se enfría.
Al respecto el comunero José Quispe dice:
12 Las unkhuñas son las mantitas tejidas por las mujeres de lana de alpaca con tecnología ancestral, es
multicolor y sirve para trasladar y mantener caliente el fiambre de sus esposos e hijos.
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Nuqaq qhawaiskayman hina, warmikuna mas sacrificada kanku, yawarñinkua
pisiachinku sapa wawata wachakuspanku, imaymana ruwnanku, wawata
wiñachinanku, uywaman purinanku, awananku, waykunanku.
A mi modo de ver aquí las mujeres son las que más sufren y son fuertes porque
derraman su sangre en cada hijo que nace, encima tienen que hacer crecer a los
hijos, tienen que pasterar, tejer, la chacra se pasan haciendo de todo.
También valoran su desempeño en las actividades de la chacra porque sin ellas
no se realiza nada como debe ser, ellas deciden cuándo hay que sembrar y qué
hay que sembrar, ellas cuidan la semilla todo el año, cocinan y dan el alimento a
los trabajadores, entonces, muchos varones ven a la mujer como una persona
totalmente valiosa e indispensable para la vida normal de su familia.
Don Victoriano nos dice:
Warmin kurrichin wasitaqha, imaynan wasi kanman mana warmiwan. Qhariqa
puriyllapi. Es la mujer que hace circular el hogar, la familia el hombre está saliendo
nomás)
Al mismo tiempo perciben a las mujeres como con poca capacidad para hablar y
debatir en espacios comunales y públicos a este último se refieren a las
instituciones de la ciudad dicen que tienen poco conocimiento y memoria, que
tienen miedo y vergüenza porque justamente no frecuentan los espacios públicos
y ellos reconocen que son quienes las marginan y se burlan de ellas, eso refuerza
miedos y vergüenzas, aunque tienen la expectativa de que esto se puede superar
con una presencia permanente en las asambleas con las capacitaciones
educación. Los hombres jóvenes se han dado cuenta que esto es así y son ellos
los que animan a sus esposas a salir y que ellas aun tienen miedo y que así las
han educado sus padres por eso tienen miedo de desenvolverse de otra manera.
Que vivir con mujeres así es criarlas nuevamente para que cambien, para que
viajen, para que salgan y tengan otros aprendizajes.
Como dice Don Marcelino Huamán presidente de la comunidad:
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Warmikunapas purinankun paykunapas autoridadkuna kankumanmi, maychiqa
warmikunaqa nuqaykumanta aswan yuayñiyuqraqmi kanku, hinaspapas firmen
kanku nuqaykuraqmi tumaruspapas perdikuyku mana hunt´apuykuchu imaman
purispapas.
Las mujeres también tienen que caminara más, ellas pueden llegar a ser
autoridades, muchas veces ellas tienen mejores ideas que nos otros, ellas son
más firmes en sus decisiones y formales en su trabajo nosotros a veces cuando
tomamos no completamos los encargos dejando a medias.
Por otra parte los hombres valoran su sacrificio en la planificación, en la crianza de
alpacas, en la decisión de qué alpacas se pueden vender, cuáles no para adquirir
economía, valoran la presencia de la mujer en la casa porque cuando la mujer
falta, la casa no está bien, porque no fluyen las cosas, pues es la mujer quien las
hace caminar la casa y cuando ella no está no se sabe quién cumplirá los
diferentes roles y tareas, y ahí los hombres se dan cuenta que las mujeres
resultan indispensables, que si ellas no estuvieran la vida sería muy triste. Por eso
no hay viudos solitarios en la comunidad, los hombres jóvenes que deciden
quedarse en al comunidad se emparejan tempranamente.
„Sin la participación de las mujeres yo estaría preocupado, no habría quien
haga las cosas; los varones tampoco sabemos muchas cosas que ellas
saben; siquiera hacer alcanzar la chicha, siempre es la mujer la que tiene que
estar allí sin su mano de ella, estaría muy triste‟. (José Quispe 32 años).
„Yo estaría muy triste; todos vivimos porque hay las señoras, porque ellas
nos… acompañan, porque ellas nos ayudan, porque ellas nos dan de comer;
quien tejería el costal para trasladar la papa, el guano, mi ropa, la unqhuña, el
poncho, las frazadas… si no estuvieran estaríamos muy tristes. Yo también
estaría muy triste, ¿cómo voy a estar alegre?, ni siquiera me daría sueño
porque siempre estamos ya acostumbrados a vivir con hombre y mujer;
también en las mañanas despertaría mi casa estaría triste, no se podría hacer
nada, no podríamos ir a ningún lado‟. (Timoteo 35 años).
2.5. Cuándo no las ven: Invisibilización de las mujeres paropateñas y que
plantean.
En Paropata históricamente las mujeres han sido dejadas de lado
principalmente en dos espacios comunales: la asamblea y faenas. Al
45

conversar con las abuelas, de 90 años y más ellas manifiestan que antes no
existía la escuela pero cuando esta llegó, sus padres preferían enviar a la
escuela sólo a los hijos varones y no a las mujeres y han recibido esta crianza
de generación en generación pensando que la mujer debe estar preparada
para la casa, desde un enfoque de afuera diríamos extremo al servicio
exclusivo de su esposo y sus hijos. Por ello se les han negado las
posibilidades y se han quedado con la idea arraigada de que son los hombres
quienes tienen que participar de manera activa en los espacios comunales y
públicos y quienes tienen la palabra, que la de ellos es más importante. Que el
rol de la mujer en estos aspectos se ha dejado de lado. Las mujeres de
manera permanente han afirmado “no nos pasan en la asamblea”, “no nos
hacen valer en la asamblea”, “igual que en las faenas solo pasamos medio
día, medio jornal”, en el fondo hay un aislamiento o relegación de la mujer
paropateña en las asambleas, faenas comunales. Sin embargo, las mujeres
tienen muchas capacidades y saberes que no las explicitan de manera verbal
en las asambleas o donde hay mucha gente, su principal aporte está en su
sabiduría, en su creación, en sus manos al tejer, en sus prácticas espirituales
para criar la papa y alpacas. Este saber podría ser un punto de partida para
que pudieran salir a otros espacios como el mercado formal y generar
economías y organizarse, capacitarse y vender juntas los tejidos.
Además, reconocen que hay limitaciones de organización, demandan apoyo y
capacitación, necesitan perder el miedo, esto también lo expresan los
hombres de diferentes edades e incluso las propias mujeres, entre ellas las
abuelas. Otro pedido que tienen hacia los hombres es un cambio de actitud
hacia ellas y las miren de manera equitativa con igualdad de participación
porque dicen que eso era más fuerte antes pero desde hace dos años están
modificando que aún hay marginación, burlas, o risas, o la idea de que las
mujeres de Paropata tienen poca capacidad y poco conocimiento. Por lo
general una manera de concebir la participación y el rol de la mujer desde
una lógica que no dialoga con la propia cultura, parece que se ha instalado
una forma homogénea de asambleas donde muchas personas vemos que la
mejor participación es aquella en la cual la mujer es protagónica es expresiva
y se hace notar. En el fondo considero que no se miran las otras dimensiones
de aporte de participación, de reconocimiento, de valoración de las mujeres,
desde su sabiduría expresada en productos concretos como el tejido, hay
poca valoración de sí mismas y de los hombres su trabajo en la chacra
entonces se dan las relaciones valorando a las mujeres de manera
contradictoria para la casa, es muy visible y muy valorada pero para asuntos
de orden comunal social, político, público la mujer es menos por ende su
participación no es tan significativa.
A esto se suman otros factores como la presencia de algunas sextas religiosas
que refuerzan las conductas de poder de los hombres.
Esto lo he escuchado en una entrevista a una mujer al salir de un culto de su
sexta. ¿En tu casa cómo toman las decisiones para trabajar o vender las
alpacas? La respuesta textual fue:
46

Es mi esposo porque según él tiene más cabeza y en su cabeza está Dios
Detrás de las palabras de tantas mujeres entrevistadas, en los testimonios de vida
aguardan la esperanza de que sean los hombres que poco a poco irán
cambiando. Otro hecho a resaltar es que seguramente desde la mirada de otros
enfoques del feminismo, occidental moderno y en un mundo globalizado no
debería ocurrir que sólo haya dos autoridades mujeres en una comunidad donde
la mitad de la población son mujeres: existen
Esta situación requiere seguir profundizando y me generan algunas preguntas:
¿Es un asunto que pasa sólo por el desconocimiento de sus derechos por parte de
las mujeres indígenas? ¿O tiene que ver con las culturas arraigadas propias de las
comunidades?
Otra de las constataciones de esta investigación es que las mujeres de Paropata
no conocen sus derechos, menos los instrumentos internacionales, saben que
existe pero no saben de qué se trata, salvo tienen ideas sobre los derechos en
casos de maltrato familiar. La exclusión y el olvido del estado en estas
comunidades no sólo es la falta de buenos servicios sino también Estado en la
legitimación de los derechos no sólo de las mujeres, los derechos colectivos, de
los pueblos indígenas, a diferencias de que en las zonas urbanas o comunidades
cercanas a la ciudad al menos conocen sus derechos sobre maltrato y violencia
intrafamiliar.
En Paropata frente al abuso que ejercen los hombres al discriminarlas en las
asambleas y faenas hay una pasividad, a la vez luchas silenciosas como el caso
de Melchora que fue la única que levantó la voz para decir basta déjennos
participar en las asambleas y las otras mujeres no se oponen a Melchora pero
tampoco la apoyan públicamente.
Algunos varones jóvenes y autoridades como el presidente de la comunidad
piensan diferente que la mayoría en ese sentido opinan que las mujeres si están
en capacidad de asumir cargos y de ser aceptadas y respetadas como miembros
de la asamblea con plenos derechos y en las juntas directivas de las mismas.
47

Dicen que incluso, las mujeres son más formales con su palabra, trabajan más en
serio en cambio los varones a veces toman y trabajan menos o se dispersan con
otras actividades, mientras que las mujeres asumen desde el principio sus
responsabilidades de manera más seria hasta que las terminan. Otros varones
jóvenes sin embargo tienen ideas machistas, uno incluso ha afirmado que las
mujeres deben estar en la cocina y que si las mujeres asumieran cargos u otras
responsabilidades o estuvieran en las asambleas, a los hombres no les quedaría
más remedio que volver a la cocina y lo dice en un tono burlón como que sería
algo absurdo que la mujer pudiera dedicarse a otros menesteres y que el hombre
tuviera que cocinar.
En las faenas y en las asambleas, antes las mujeres eran invisibilizadas
totalmente, no se les tomaba en cuenta en la lista porque decían que no deberían
estar las mujeres, en las faenas les valen media jornada, es decir, que aunque la
mujer paropateña trabaje las mismas horas y con el mismo esfuerzo que los
varones, su tiempo y su esfuerzo valen menos. En el caso de las asambleas
recién hace dos años se les considera, en el caso de las faenas, todo sigue igual.
Incluso se llega a los extremos, en las familias de las mujeres viudas que terminan
debiendo siempre media jornada; por eso es que las viudas siempre están
presentes en todo, y aún así nunca terminan de cumplir con la comunidad.
.La investigación me ha permitido conocer las justicia propia que aún se vivencia
en Paropata cuando hay casos los de violencia y maltrato por parte de sus
esposos acuden a la justicia convencional moderna, sino que se aplica la justicia
propia como se dijo anteriormente en las asambleas cuando la mujer lleva una
queja de maltrato si son escuchadas así como el robo y otros pleitos de tierras
son atendidas y resueltas en las asambleas comunales y la autodefensa. Se trata
de una administración de justicia ancestral que no implica la intervención de
abogados, Juzgados porque no tienen plata para pagar lo mucho bajan al distrito
buscar al Pampa Juez o Juez de Paz que en su mayoría son indígenas
De manera complementaria, cabe plantear que cualquier diseño y ejecución
de políticas públicas que se quiera implementar en nuestra realidad tendrá
48

que descartar como línea de inicio aquella visión que concibe que la reforma
de la justicia es equivalente a la mejora de su acceso. Por el contrario, desde
este nuevo enfoque lo pertinente será referirse a la transformación del sistema
de justicia, entendida como la modificación de:
[L]os mecanismos perpetuadores de la desigualdad a instancias de
participación y empoderamiento [...] lo cual pasará por la adopción de una
estrategia en materia de justicia asentada en: 1) ampliación de la cobertura
estatal; 2) incorporación al sistema de justicia de los mecanismos tradicionales
y comunitarios de resolución de conflictos; 3) focalización de las políticas
públicas en los grupos más vulnerables y desprotegidos de la sociedad.
Por tanto, dependiendo de cómo plantean sus estrategias los diseñadores de
políticas públicas en materia de justicia, podremos descifrar si los esfuerzos se
están encaminando realmente hacia la superación de las barreras de acceso a
la justicia o si solo están promoviendo mejoras cuantitativas o cualitativas de
los recursos judiciales, sin alterar la asimetría de partida de los ciudadanos
para ingresar a un sistema de resolución de conflictos.
Con esta orientación, más que insistir en la creación de nuevas unidades
jurisdiccionales pensando erróneamente que de este modo se promueve una
mayor atención a los justiciables, debería reflexionarse acerca de qué se está
haciendo- para incluir (reconocer) los mecanismos comunitarios de resolución
de conflictos como la justicia de paz y la justicia indígena, y cómo se piensa
diagnosticar las necesidades jurídicas de los grupos más desprotegidos de la
población, de manera que allí puedan dirigirse los recursos materiales y
humanos que el Estado tiene la obligación de proveer. 13
13 Acceso la justicia en el mundo rural / Instituto de Defensa Legal. Lima: IDL; Área acceso a la justicia;
2007
49

CAPÍTULO III
ALGUNAS REFLEXIONES
En primer lugar quisiera señalar que al investigar: Rol de mujeres en Paropata,
ha sido una experiencia muy significativa, porque no sólo me han brindado la
oportunidad de conocer de cerca sus vivencias, fundamentalmente ha fortalecido
mi identidad como mujer indígena, ha sido un constante ejercicio de recordar
quién soy. Seguramente no hago todo lo que ellas hacen, pero nací en
Misanapata mi comunidad. Soy hija de padres con lengua quechua criadores de la
mama Sara (maíz) tengo saberes andinos, tengo las mismas prácticas
espirituales ancestrales y otras las había dejado, sigo hablando quechua y mi reto
está en que la vida en ciudad no debería desarraigarme de mis raíces.
Por otra parte la investigación da lugar a continuar profundizando la reflexión
sobre la situación de la participación políticas de las mujeres al interior de la
comunidad, para ver si es posible revisar y modificar algunas prácticas que las
afectan. Al respecto un efecto de la investigación es haberme dado la posibilidad
de generarme algunas interrogantes como:
¿Ellas conocen plenamente sus derechos como mujeres y como indígenas?,:
¿Qué pasaría si en Paropata se hace un fuerte proceso de información y
sensibilización de los derechos de las mujeres desde los instrumentos nacionales
e internacionales?
¿Las mujeres por propia decisión se organizarían para cuestionar y modificar en
parte su forma de organización comunal donde las mujeres no son acertadas en
las faenas y asambleas?
¿Será una lucha o más bien un diálogo primero en familia, luego con los abuelos
y abuelas, con las autoridades ancestrales y finalmente en la comunidad?
Hay prácticas arraigadas culturalmente que no parecen ser sencillas de
modificarlas totalmente.
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¿La estrategia será una lucha de las mujeres ante los hombres? O será volver a
mirar las formas propias de cómo se establecieron las normas sociales de la
comunidad, con el poder de la palabra, en la familia, con los abuelos, las
autoridades carismáticas y la comunidad.
¿Cómo avanzar hacia el reconocimiento y la participación equitativa para las
mujeres en las faenas y asambleas de Paropata sin que esto aparezca como que
las mujeres quieren estar por encima de los hombres?
¿Cómo modificar la práctica de no recibir a las mujeres en las asambleas y faenas
sin que genere otros conflictos y se fortalezca el respeto entre todos?
Antes de la presente investigación, yo tenía otra mirada hacia las mujeres de
Paropata, eran vistas como unas integrantes mas en las asambleas, faenas
comunales, parecía que todo estaba bien, tal vez porque mi relación de
coordinaciónes era más con los hombres por ser en su mayoría las autoridades
comunales, pensaba que las mujeres estaban satisfechas con todo ha sido muy
fuerte conocer desde la voz y experiencias de las mujeres cuando testimonian que
ellas no pasan en las faenas y que su aporte vale sólo medio día y que en las
asambleas no son aceptadas.
Haber conocido de manera directa sobre los roles de las mujeres en Paropata,
me ha resultado a momentos difícil de comprender, porque las relaciones entre
hombres y mujeres son muy marcadas: en sus casas son distintas como que las
mujeres se ponían en su espacio de poder es decir, reían, hablaban, organizaban
sus actividades, era curioso allí los hombres alcanzaban la comida a la visita, por
petición de la mujer y ellas no salían de sus cocinas, esta vez ellas daban las
órdenes a sus esposos y ellos cumpliendo todo pero a la hora de estar en la
asamblea las mujeres estaban en silencio total sólo hablaban muy bajito entre
ellas hasta se sentaban siempre un poco lejos de los varones sólo entre mujeres.
Así es que están ubicadas siempre las mujeres aparte los varones aparte en
muchas de las actividades, sobre todo en las asambleas. Por tanto no resulta tan
sencillo modificar las prácticas y sobre todo, los roles en estas comunidades como
51

el hecho de que sean las mujeres que estén siempre en las asambleas, o que todo
lo que hacen las mujeres en la casa también la tienen que hacer los hombres el
por otro lado el sentido de la complementariedad o chachawarmi, también tiene
sus alteraciones en estos tiempos, esta complementariedad no funciona a la hora
de estar en las asambleas, faenas hacia las mujeres.
Otra reflexión es que la investigación aporta a una discusión y revisión sobre los
conceptos que muchas veces se trasladan a las comunidades, en torno a la
participación de las mujeres, como la visión de que esta participación se traduzca
en ocupar cargos importantes y estar en todos los acontecimientos de la vida
políticas, pero la experiencia en Paropata me ha revelado que no es así que no
todo funciona para todos, que los públicos y privados en la dinámica de las
comunidades, al menos en Paropara no funciona así, todo es integral no se
separa ni es tan privado ni individual más bien todo es colectivo, hasta los
problemas más fuertes que sopesa cada familia la sabe toda la comunidad, pero
saben cómo hablarlo y en qué momento.
La experiencia me ha dejado algunos aprendizajes como la necesidad de
reflexionar que, en las instancias, organizaciones, redes de mujeres indígenas
donde muchas mujeres estamos apostando por los derechos de otras mujeres
indígenas, continuar en este camino, pero sin perder de vista la coherencia
intercultural en nuestros discursos y nuestras prácticas, nutriéndonos de muchas
fuentes de lo ancestral y lo moderno y que la participación política de las mujeres
no sólo está en la participación de la lo político partidario o que la máxima
aspiración sea ocupar los cargos importantes. Hay Una necesidad de re significar
las otras formas de participar desde los otros roles, como la transmisión de las
lenguas originarias, la conservación de las lenguas, prácticas culturales que
aportan a las políticas educativas y el desarrollo cultural de los pueblos.
Felizmente estas reflexionas no sólo están en las comunidades, no son historias
del pasad es que las mujeres indígenas aportamos y participamos desde nuestras
propias cosmovisiones de desarrollando una diversidad de roles.
52

La reflexión anterior me ha ratificado los hallazgos de esta investigación la
importancia de este tema para buscar el desarrollo de los pueblos indígena con
identidad, la valoración y el respeto hacia las mujeres indígenas desde otros roles
y formas de participación y que no es sólo es el caso de Paropata, también está
en otros esferas tal como nos compartió Mirna cunningham kain. En el resúmen
Resumen del primer DIA del Encuentro Centroamericano de Autoridades
Ancestrales y Mujeres Indígenas por una vida sin violencia. 14
28 de noviembre, 2011
El respeto a las mujeres es importante porque nos da vida debemos respetar a las
mujeres- ellas nos traen al mundo y nos dan vida
Las mujeres indígenas somos fuertes, valientes, conocedoras de la medicina
tradicional, SOMOS MAESTRAS, hablamos con nuestros espíritus del agua, del
bosque, nos comunicamos con las piedras, somos las sabias, somos las guías
espirituales, pero aun así…sufrimos por la violencia
ESE FUE EL MENSAJE DE LAS MUJERES INDIGENAS
Mi experiencia de haber entrado a conocer la vida de las mujeres de Paropata
con la mente en blanco y el corazón abierto, evitando prejuicios, conceptos
preestablecidos, ha sido sumamente valiosa, dándome la posibilidad de una
reconexión con mi cultura andina y aprender a través de las mujeres paropateñas
sobre la vida en las comunidades altoandinas.
Las mujeres de Paropata poseen una enorme riqueza cultural y espiritual para
criar a sus hijos, sus esposos, su familia y sus animales. El ser tejedoras y les
permite acceder a formas organizativas, afirmar su identidad en la comunidad,
ayudar a que no siga erosionando sus saberes, su cultura y su cosmovisión.
14 Elaborado por Mirna Cunningham Kain. Presidenta del Foro Permanente sobre cuestiones en la
ONU.
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A pesar de vivir una fuerte discriminación por parte de los varones, en los espacios
comunales las mujeres poseen una sabiduría para avanzar poco a poco, saben
que los procesos no deben ser violentos, sus luchas son con el diálogo, el cariño y
muchas veces el silencio, guardan respeto a las autoridades y a sus esposos.
Las mujeres paropateñas se valoran y son valoradas por toda la comunidad, por
ser tejedoras, hiladoras, criadoras de alpacas y hogareñas. Sin embargo existe el
riesgo de que se pierda esta sabiduría porque no se está transmitiendo de manera
sostenida a sus hijos, además la presencia de otras religiones, la escuela la
llegada del mercado con elementos de la modernidad en cierta forma están
desplazando muchas prácticas propios de la comunidad.
Las mujeres de Paropata se relacionan de manera intercultural con las personas
que visitan su comunidad y lo más valioso es que han logrado que las mujeres
comerciantes provenientes de la ciudad interactúen con ellas, respetando sus
formas de intercambio y acceso a otros productos. Es decir, el hecho de que se
haya instalado la plaza dominical. Las compras no las hacen con dinero sino más
bien mantienen la chala o trueque, logrando que las comerciantes modernas
incorporen esta práctica en su vida de comerciantes.
La investigación ha permitido revelar la situación de las mujeres de Paropata a
través de sus vivencias, conocer qué situaciones de marginación que enfrentan en
las asambleas y faenas. Pero también cómo son valoradas, comprender de mejor
manera cómo se ven y cómo las ven los demás. Ha sido sumamente importante
aprender la forma como se hacen conocer tal como son, con sinceridad, sin
lamentos, simplemente narrando como viven.
Lo central de esta experiencia es que he constatado que las mujeres tienen un
potencial enorme para emprender cualquier proyecto, demostrada en muchas
formas principalmente en tomárselo en serio sus compromisos.
Un aprendizaje que me deja en lo profesional es, que no debería haber ningún
proyecto o iniciativa que se pretenda incorporar en las comunidades sin el
concurso de las mujeres y promover espacios de organización de las mujeres en
54

cada comunidad pero legitimando las buenas prácticas que tienen para seguir
fortaleciendo la cultura andina. Es decir hacer el desarrollo con identidad desde el
aporte de las mujeres.
Con la investigación he podido re conceptualizar la idea que tenía de las
comunidad de Paropata y comprender mejor las relaciones establecidas al interior
de la comunidad, entre los hombres y mujeres, entre las propias mujeres, incluida
lo intergeneracional he podido ver de cerca: como es la actuación de las mujeres
cuando están solas, cuando están en grupos de mujeres, cuando están con los
hombres, cuando están en la asamblea. Una cosa es haber visto la comunidad de
manera general, desde afuera mirando a todas y todos juntos en la comunidad y
otras son las lecciones al mirar sólo a las mujeres.
55

CAPÍTULO IV
PROPUESTAS
La experiencia me creado compromisos personales, de continuar al lado de ellas,
para seguir conversando sobre la forma de participación que tienen en las faenas
asambleas y; de no sentirse reconocidas sintiéndose menos que los hombre e
invitarlas a buscar las mejores estrategias para modificar las prácticas que las
afectan desde la actuación de los hombres, para ello espero conversar con las
abuelas y abuelos de la comunidad y haciendo uso del derecho al consentimiento
con consulta previa libre e informada de las mujeres y la comunidad se puedan
modificar algunas prácticas comunales como el hecho de no ser aceptadas
plenamente la mujeres en las asambleas comunales y faenas.
A partir de las conversaciones con las mujeres de Paropata han surgido algunas
pistas que podrían convertirse en propuestas de trabajo a futuro. Una de las
expectativas del grupo de mujeres es la necesidad de organizarse. La
organización que se desea formar tendría una agenda concreta que es juntarse
para tejer, recordar la técnica de los teñidos naturales y generar recursos
económicos, participar de la feria para hacerse conocer como las mujeres
tejedoras paropateñas. Este sería un espacio para iniciar procesos de cambios
hacia la equidad y respeto por ellas en las asambleas y faenas.
� La mujeres proponen acceder a espacios de capacitación y difusión sobre
sus derechos y leyes que las protejan otra preocupación es la generación
de estrategias para que se fortalezca su capacidad como tejedoras
utilizando los recursos propios de la comunidad y mitigar la presencia y
adquisición acelerada de la ropa industrial, sintética les preocupa que las
mujeres jóvenes están siendo absorbidas por esta ropa.
� Uno de los retos centrales es que continúen incrementando su presencia en
los espacios comunales, como la asamblea, las faenas pero buscando ser
reconocidas y consideradas no sólo en la listas de asistencias, sino
principalmente por sus aportes, opiniones preocupaciones y para ello deben
56

estar constantes y de manera paulatina perder el miedo y adquirir la
experiencia de hablar en estos espacios comunales y otros públicos en la
ciudad. Así mismo, proponen que no todas son las que van a llegar a este
nivel sino más bien tienen identificadas a algunas de sus pares y
consideran que a ellas se les debe fortalecer con apoyo de otras mujeres
que tienen características de liderazgo.
� También quisiera señalar la propuesta de los varones jóvenes que
expresan su preocupación porque las mujeres principalmente las sipas
(solteras) puedan concluir sus estudios, perder el miedo a hablar, participar
y salir a otros lugares abriéndoles otras posibilidades a las parejas jóvenes.
� Una última propuesta es que se respete los procesos de la mujeres en sus
luchas, por alcanzar el ejercicio de sus derechos, consideran que va a ser
un proceso de ellas para que en las asambleas los varones, eviten las
burlas, las ridiculizaciones, el echarles a un lado, valiéndose de sus propias
estrategias, estar allí y apoyar las luchas de las mujeres que han
emprendido este camino como la Tía Melchora y Gumercinda y que los
apoyos externos sean de reflexión, diálogo y acceso a información.
57

AUTORES CONSULTADOS
Bibliografía
ESTERMANN, Josef. Filosofía Andina. Estudio intercultural de la sabiduría
autóctona andina. Edic. Abya – Yala Editing. Quito Ecuador 1998.
GRILLO FERNÁNDEZ, Eduardo. La cosmovisión andina de siempre y la
cosmología occidental moderna. PRATEC. Lima. 1992. Pág.
RIOS, Mariana Marcela.
http://www.indigenas.bioetica.org/inves6.htm#Toc39331836
SALAS Maruja y TILLMANN Timmi. El diálogo de saberes Manual de Investigación
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RENGIFO VÁSQUEZ, Grimaldo. Cosmovisión Andina. Lima. Julio 2006.
GRILLO FERNANDEZ, Eduardo. ¿Desarrollo o Descolonización en los Andes?
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ARRATIA J. LOYDA, Marina. Género en Comunidades Campesinas Andinas y en
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TORRES FARFAN, Miguel Angel. Aprendiendo a leer y escribir desde el saber
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Instituto de Defensa Legal. Acceso la justicia en el mundo rural. Lima: IDL; Área
acceso a la justicia; 2007.
58

Anexos
59

Doña Victoria En su casa, para lavar la ropa.

Awlacha (abuela) Celedonia tejiendo su frazada y otras.

Puscasplla vidaykuta pasakuyku- hilando nomás me paso la vida.
Sumaqtsa uwaykuta fiestaypouyku, muayta michispa puriyku- muy lindo le
hacemos la fiesta a nuestras alpacas pasteando nomas caminamos.

Asamblekunapipas rimapakuykun- En las asambleas intentamos hablar.

Rimariykuchayqha chanimpin rimarikuyku- cuando decimos nuestras opiniones lo
plantemos con firmeza con y pensando bien
Warpipuraqha kusatapunu rimayakuykui imallamatapas- En las asamableas
cuando estamos entre mujeres nos gusta conversar, siempre hay algo de que
conversar.

Mana munaytinkupas faenakunaman imakunamanpas puripakuyku.
Aunque a los hombres no les gusta, siempre vamos a las faenas, vamos a todo
aunque sea poquitas mujeres.
Fiestakunapipas kusikuyku piwampas maywanpas sumaqta visitataq chaskiyku-En
las fiestas nos alegramos, con los conocidos y visitantes los recibimos con cariño.

Sapa domingo chalakuyku- todos los domingos hacemos el trueque.

Faynamanpas sayapakuyku- En las faenas también nos defendemos.

Fotos de investigación participativa

Como se muestran a traves de sus dibujos

Lista de personas entrevistadas
1. Hilda Quispe Huarcaya
2. Zenobia Quispe Quispe
3. Gregoria Hanco Cccama
4. Teodora Huamán Hancco
5. Francisca Quispe
6. Rosalía Quispe Halanocca
7. Justina Chacón Ccorca
8. Catalina Camani Camani
9. Simeona Torres Quispe
10. Victoria Quispe Quispe
11. Isidora Quispe Quispe
12. Yany Hancco Quispe
13. Fransisca Quispe Torres
14. Fransisca Quispe Llanos
15. Isabela Quispe Quispe.
16. Melchora Mamani Quispe
17. Juana Quispe Calisaya
18. Victoria Quispe Halanoca
19. Nolberta Quispe
20. Isabel Matura Quispe
21. Celedonia
22. Gumercinda Mamani Viuda de Huamán Quispe, fiscal
23. Marcelino Huamán Quispe, presidente de la comunidad
24. Octavio Hancco, secretario de la comunidad
25. Ambrocio Ccalisaya, tesorero de la comunidad
26. Luís Quispe Maqqueel, presidente de la APAFA

Glosario de Conceptos
Pacha. Es el concepto axial donde se expresa con toda su complejidad y riqueza
arquetípica la concepción aymara y quechua del cosmos. P se deriva de la silaba
Pa que significa dos, bi, dual y Cha que significa fuerza, energía en movimiento.
Pacha, por tanto, significa la unidad dual de dos fuerzas primordiales antagónicas:
laqampu, espacio, y sarawi, tiempo. Por tanto el principio de complementariedad
de opuestos se expresa en Pacha. Cuando Pacha precede a otra palabra, por
ejemplo, Pacha-mama connota espacio; cuando la sigue, por ejemplo, Mama-
pacha, connota tiempo.
Pachamama. Señora del espacio habitado por los hombres. Es la protectora y
cuidadora por excelencia de los hombres. Es una madre anciana que ampara a
sus hijos y que les da los alimentos que necesitan para vivir. Al mismo tiempo, se
la considera como joven, como una virgen que se renueva constantemente. Se la
invoca en todos los ritos. Pachamama se encuentra, según Oblitas, en todas
partes, esto es, en toda la superficie de la tierra, así como en el subsuelo, los
minerales, los cerros, los lagos, los ríos, los montes, las flores; todos forman parte
de su existencia.
Ayni. El ayni es una forma de trabajo, desarrollada en el ciclo agrario (siembra,
cosecha). Es un intercambio de trabajo entre los grupos domésticos, es decir el
préstamo de trabajo que una persona o grupo hacían a otro individuo o grupo, con
la condición de devolver en una fecha determinada en la misma dimensión de
tiempo y tipo de tarea. En realidad el ayni no involucra ningún tipo de rito ni
ceremonia, y este ayni se podía eludir con la consecuencia de que este en lo
futuro no podía pedir ayuda o colaboración de otro, concebía en sentido de
reciprocidad, que lo dado se hacía con la condición de devolución.
Forma del Principio económico de la Reciprocidad que consiste en intercambiar
recíprocamente bienes y servicios iguales, practicada en la actualidad entre
parientes consanguíneos y rituales.
Mink’a. La mink‟a son las faenas colectivas en obras de bienestar de toda la
familia extensa (ayllu), y está no se podía eludir más al contrario eran obligatorias.

Estas relacionaban el vínculo de solidaridad, con el fin de resolver los problemas
socio-económicos: canales de riego; construcción y cuidado de andenes;
edificación de puentes; apertura y vigilancia de senderos; construcción de templos
y otras obras. En ellas participaban la familia integra. En la economía de
reciprocidad, una forma de colaboración mutua en el que alguien trabaja para o
por otro a cambio de pago en comida, producto o dinero.
Challa. La ceremonia de la Challa consiste en derramar sobre el suelo un poco de
alcohol que se va a beber, en honor de la Pachamama; o en asperjar alcohol
sobre los implementos que se usan en los ritos o sobre un animal que va a ser
sacrificado. También se realiza la Challa de las chacras, con motivo de la siembra
o en algún momento durante el período de crecimiento de las plantas, en el
estreno de herramientas de trabajo, cuando se ponen los cimientos de una nueva
casa y durante un viaje, cuando se pasa por una cumbre.
Trueque. El T se diferencia del Intercambio por tener como objetivo la satisfacción
de las necesidades individuales de cada una de las partes, mientras que el
Intercambio tiene como finalidad la acumulación del provecho. Para el T se trata
de satisfacer necesidades, para el Intercambio de conquistar el poder.

Historias de vida
Gumercinda Mamani viuda de Huamán Quispe
Mi papá era evangélico en cambio yo soy católica, mi esposo era católico por ello
no participaba, de las costumbres.
Mi madre me ha criado, con muchos secretos, decía que cuando dejaba de lactar
debían darme sólo sopita de chuño, para que no sea tan antojadiza de otras
cosas, caras debería ser una mujercita que sepa tejer, que pastee bien la alpaca,
que sepa cocinar, tejer, hilar, etc.
Tengo 56 años y soy del distrito de Paropata. Actualmente soy fiscal de la
comunidad, estoy llevando la fiscalía de la comunidad, recientemente cumpliré dos
años en este cargo. No sé como así es que me eligen, como soy solita, Así viuda
nomás y camino bien siempre estoy presente en todo y nunca tengo miedo no me
descuido de nada, manan “chayna imamantapas deslamariakunichu” no me
desmayo fácilmente, estoy con mis animalitos, mi chacrita atiendo a mis hijos y
muchas veces he pensado que me comentan de mí “Esta mujer va estar dando
vueltas en tantas cosas, asumiendo el cargo de fiscal que se ocupe más o con ello
por lo menos se distraiga y esté ocupada y por otra parte pienso que dicen que
con ello también se retrase de sus quehaceres. Son mis pensares nomás pero
tampoco creo que sea así no sé tengo tantas cosas en la cabeza. Pero lo que
pienso es que me designan el cargo para cumplir, me dicen mis compañeros de la
junta directiva, en las asambleas tienes que cumplir.
Antes había una organización de comité de mujeres, hice la presidencia del Club
de Madres, la presidencia del Vaso de Leche pero de estos cargos de la
comunidad, de fiscalía y otros cargos nunca había hecho antes, hice reconocer al
Club de Madres, esta organización tenía su testimonio legal de reconocimiento, fui
hasta la ciudad de Cusco a realizar estos trámites todo ello se hizo con todas las
mujeres.
Ayudo en muchas cosas pero principalmente, veo cómo se hacen las cosas, cómo
están los miembros caminado firmes en su razón, respetando los acuerdos. Esas
cosas nomás hago pero a veces creo que no cumplo bien como Yo mujer como no

tengo mucha memoria, en mi cabeza están dando vueltas las cosas, me mareo,
no me acuerdo muchas cosas. A veces pienso que me van a votar del cargo
porque no hablo tan rápido como ellos, no tengo la misma memoria esas cosas
pienso. Otros saben sancionarse feo. Cuando uno no camina bien junto con ellos,
cuando uno no hace las cosas como debe ser, pero a pesar de todo creo que
estoy cumpliendo bien por ello aún no me dicen nada, ojalá que continúe así yo
quiero seguir hasta terminar y cumplir bien.
Principalmente tengo que ver cómo cumplen sus funciones los miembros o
también hago los mandatos que me piden, lo que es a los cursos no participo
mucho. Porque no me avisan pero sí me indican que yo tengo que fiscalizar la
presencia de instituciones y visitas que hay aquí.
Hay dificultades, pasamos muchas penas pero seguro que solucionaremos como
sea. Yo participo en la solución de muchos problemas de la comunidad así cuando
hay quejas, ayudo a resolver calculando nomás junto con los miembros cuál sería
la mejor solución.
Las mujeres no somos una sola clase somos diferentes cada señora somos
distintas, con diferentes pensamientos, con una diversidad de saberes, con
diferentes costumbres, genios y de diferentes procedencias, algunas somos netos
del lugar, otras venimos como yernas de los anexos de Paropata. En los cargos de
las comunidades, también mi esposo era presidente de esta comunidad, pero justo
cuando iba terminar su periodo se murió justo pasando la navidad y por ello me
están haciendo cumplir lo que mi esposo ha dejado el cargo.
Me gusta asumir cargos, si yo fuera joven haría la presidencia, ahora ya no podría
ya no tengo cabeza, no podría, sería joven podría, haría obras primero para mi
tierra de Paropata, según las necesidades que tenemos como la posta y otras
cosas, gestionaría y junto con los comuneros caminaría lindo les diría papitos
mamitas vamos así nomas lindo con cariño les ordenaría. Vamos hacer esto y el
otro me haría hacer caso con todos, en el club de madres también me hacían
caso.

En las asambleas hablo muy poco porque no me acuerdo, al inicio me ideo lo que
voy a hablar pero a la hora de plantear no puedo decir tal como he ideado, no hay
mi cabeza para hablar para seguir mi memoria. Aunque sea un poco me escuchan
las demás mujeres en las asambleas están calladas, y les dicen porque no hablan,
vienen por gusto a estar calladas, sentadas, porque en las demás comunidades,
cerca a las ciudades participan y hablan mucho.
Antes no había mucha participación de mujeres vienen porque sus esposos no
están, pero las viudas, siempre vienen y por ello nos dicen que deben participar,
hablar asumir el rol de director de debates.
En las faenas venimos los que no tenemos esposos, también los que tienen
esposos vienen, trabajamos igual que los hombre pero hay otras mujeres que no
trabajan nada y eso es un embrollo, como no trabajan bien vienen a bromearnos
así nos dicen los hombres principalmente a las mujeres que vienen por sus
esposos a las viudas no nos dicen nada, en las faenas las mujeres cocinamos.
También en la comunidad hay fiestas, aniversarios, hay en la autodefensa, en la
comunidad, hay muchas fiestas, allí las solteras juegan fútbol. Ya no se práctica
mucho las costumbres, antes cantaban, tocaban, alegraban a los animales, con la
chicha, y otros alimentos, en la escuela también participan más los que tienen
hijos pero son más las madres porque son ellas las que les matriculan a sus hijos
y está registrado el nombre de la madre, allí les reciben no les dicen nada.
En la comunidad, las mujeres tejemos, cocinamos, pasteamos, los hombres en la
chacra, pero es el hombre el jefe de la casa el que ordena más, pero para otras
cosas las mujeres y nos ponemos de acuerdo entre ambos.
Para tener hijos no conversábamos, ni planificamos, los varones no nos valoran
mucho a las mujeres, junto con los hombres, en la chacra, cargado de nuestros
hijos en la espalda, hacer adobes junto con los hombres con nuestras wawas en la
espalada otros les pegan con sus hijitas cargados, otros les pegan y no valoran
que ha derramado la sangre al tener los hijos.

Yo quisiera que no sean desvalorizadas las mujeres y no debería haber hombres
pegalones, que no los peguen mucho, a veces en las fiestas están tomadas y nos
maltratan dentro del hogar. Con todo ello estoy a veces triste.
No sé si voy a continuar de ser autoridad creo que ya no tengo mucha cabeza, ya
no valdría, mi cabeza, ya no tengo no les serviría, mucho me cansaría caminando
a la ciudad, para las gestiones.

Entrevista a Melchora
Actor: Mujer abuela
Edad: 54 años
Ocupación: Tejedora y Autoridad de disciplina autodefensa
Lugar: Paropata
Porque mis hijos estudian en esta escuela yo participo en esta comunidad, cuando
me toca cocinar para los niños vengo. Yo no soy nacida aquí, vengo de otra
comunidad cercana. Aquí las mujeres estamos bien nos preguntamos ¿qué vamos
hacer?, pero aún nos falta, estamos necesitando una capacitación nosotras las
mujeres. Para trabajar juntas nosotras solas no vamos a poder. En eso estamos,
si yo fuera de esta comunidad podría organizar mejor y bien me da un poco de
miedo por no ser de esta comunidad. En mi comunidad sí hacíamos algunas
cosas las mujeres éramos organizadas, tejíamos, hilábamos. Yo era presidenta
del club de madres por mucho tiempo, allí hacíamos bien nuestros tejidos, hilados
y luego se cambiaron otras no podía ser yo la única dirigente, cuando hicimos el
cambio ya no era lo mismo no nos ordenaba, ni organizaba, allí poco a poco no
hemos soltado de la organización y ahora estamos trabajando cada una, Yo
también poco apoco estoy avanzando en mis tejidos.
Kawsayku allintapuni, uywata michispayku, chaqraykuta ruraspa”
Vivimos bien pasteando nuestros animales, trabajando nuestras chacritas.
Cuéntame tu vida
Así, poco a poco, hemos dejado nuestro quehacer, cada una estamos haciendo
nuestras cosas de manera individual. Ya no nos juntamos como antes, ya no
hacemos esas cosas. Yo también, poco a poco, en mis cosas, en mis quehaceres
de tejidos, estoy avanzando muy bien. Otras de mis compañeras no están
avanzando bien. Estoy avanzando pero no logramos encontrar la forma de
reunirnos, con eso nos estamos queriendo debilitar.
Cuéntame, ¿cómo es vuestra vivencia de las mujeres?

Estamos bien, pasteando nuestros animales, trabajando la tierra, nuestra chacra;
en nuestra vida estamos bien. Pero de todas maneras sufrimos porque en esta
altura hay mucha helada, mucha nieve; cuando nuestras chacras son en lugares
ando son en lugares muy lejanos, sufrimos, pues.
En la casa, ¿qué hacen las mujeres, cómo son las mujeres?
Lo que tenemos que hacer las mujeres en nuestra casa es cocinar, lavar la ropa
de nuestros esposos, lavar la ropa de nuestros hijos, limpiarnos, barrer nuestras
basuras, los animalitos de casa también las criamos y a ellas también les tenemos
que dar de comer. Tenemos que limpiarnos, sacar las suciedades de nuestros
animalitos pequeños. Así vivimos en nuestras casas.
¿Cómo participa la mujer en la comunidad?
Cuando nuestros esposos salen nosotros somos las que tenemos que ir a las
faenas, a las asambleas, participamos, pero otros esposos no quieren que
participemos. Cuando participamos nos dicen: “Las mujeres solamente deben
pasar por medio día”. Así nos dicen. Yo he luchado mucho allí para mi
participación, las mujeres debemos ser respetadas igual que los hombres.
Vamos a las faenas, a las asambleas, participamos, pero otros esposos no
quieren que participemos; cuando participamos nos dicen que “tiene que pasar por
medio día nomás las mujeres”; yo misma he luchado para mi participación mucho,
las mujeres podemos participar ahí; por lo menos debemos aprender a
saludarnos, si no caminamos, no vamos a aprender nada, por eso nos quieren
desvalorizar, así conversamos y así nos hemos hecho respetar. Tenemos que
participar.
¿Por qué los quieren desvalorizar los varones? ¿Quiénes los quieren
desvalorizar?
Los miembros nos quieren desvalorizar, “tienen que pasar solamente por medio
día, ¿cómo va a venir solo la mujer?”. Así nos dicen. Los varones también son
iguales, porque tampoco ellos debaten mucho en las asambleas; las mujeres
queremos participar en las asambleas, en las faenas.

En asamblea, ¿qué hacen las mujeres?
En asamblea, cuando hablan, nosotros hablamos también, debatimos, a veces,
caminamos y nos ponen de directora de debate, así.
¿Alguna vez has sido directora de debates?
Sí he sido.
¿Qué haces allí?
Allí hago debatir a cada uno sobre lo que quieren hablar de esas cosas.
Cuéntame de tu lucha; ¿cómo has luchado?
Yo he luchado mucho porque no nos dejaban participar; yo les decía: “¿Qué es lo
que hacen tanto ustedes? ¿Acaso se bajan los cerros, hacen las casas en un rato,
qué hacen y por qué a nosotras no nos hacen participar? ¿Por qué a las mujeres
no nos dejan participar?” Así es como he luchado mucho, nosotras queremos
seguir luchando, queremos seguir caminando a las asambleas, a las faenas, ahí
queremos caminar, así vamos a aprender a hablar, porque hay muchas mujeres
que no sabemos ni siquiera hablar, en donde sea nos encontramos con otras
personas y no podemos hablar, pero cuando nos hacen participar en nuestras
comunidades no vamos a tener miedo en ninguna parte, así es como he luchado.
Yo me he quedado tranquila, porque así nos han hecho participar, ya no he estado
preocupada, y antes estuve muy preocupada, muy triste porque no querían
hacernos participar, pero si luchamos así, participamos y nos quedamos
contentas.
Y en las faenas, ¿qué hacen las mujeres?
Las mujeres participamos en las faenas, allí llevamos los adobes, pero no
tenemos mucha fuerza, cargamos poco; en sacar la tierra, en esas cosas, normal
participamos. Casi igual que los varones trabajamos.
¿Y eso cómo está visto?

Está visto bien. Y dicen: “Había sido cierto que las mujeres de manera formal”. Los
varones, a veces, cuando hace un poco frío se toman y ya no valen, así cuando
ven esas cosas, nos valorizan mejor.
Y en las fiestas, ¿cómo es la participación en las mujeres? ¿Tú participas,
hay todavía fiestas? Cuéntame.
En las fiestas, hay aniversario de la comunidad, aniversario central, el aniversario
de la escuela, hacemos esas cosas, traemos danzas, hacemos poesías, haciendo
esas cosas, participamos en las fiestas.
¿Qué es lo que hacen las mujeres más en las fiestas?
Las mujeres traemos danzas, hacemos chistes, así, lo que más participamos es
con hacer la comida. Y en cambio, nuestros esposos participan bailando también y
también hacemos concursos entre todos. Nosotras las mujeres nos ocupamos
más en la cocina, mucho, mucho.
Y en la escuela, ¿cómo participan las mujeres?
También en la escuela los padres de familia venimos más con los niños, así las
mujeres venimos a cocinar, pero otras no vienen. Algunos somos más activas, yo
soy muy activa, a veces, los profesores nos dicen: “Hagan algunos chistes,
cuenten algo a los niños”, enseñen a tejer ahí yo siempre participo, los niños se
admiran lo que tejo y les gusta que les enseñe.
¿Las mujeres salen a otros espacios o no?
Sí salimos también.
¿Acá hay lideresas que van a otros sitios?
Sí hay, aunque sea solo dos en la comunidad Paropata, no me acuerdo de todas,
sus nombres, pero sí de Gumersinda, ella es muy buena y es nuestra fiscal de la
comunidad.
En la casa, ¿cómo les tratan los varones? Algunos dicen que hay mucho
machismo.

Sí, hay esos machismos. A veces, cuando toman los varones, cuando van a otros
pueblos, a las ciudades, llegan sin traer nada y las mujeres nos quedamos tristes;
otros esposos que no toman, no hacen eso, vienen con muchas cosas, compran
cosas pancito para los hijos, traen muchas cosas y nos quedamos contentas. pero
cuando vienen con las manos vacías, nos quedamos muy tristes.
¿Cuál es tu mayor preocupación?
Estoy preocupada por los estudios de mis hijos, porque me enferme, por esas
cosas, pero más por el estudio de mis hijos. Los varones nos ven bien pero las
mujeres también a nuestros esposos tenemos que mirar. Hombres y mujeres
tenemos que mirarnos bien. Nosotros también miramos bien a nuestros esposos.
Si no hay comprensión eso no está bien, ahí sí no se llevan bien.
¿Hacen sufrir mucho a las mujeres o no?
A veces, los que toman hacen sufrir mucho a las mujeres; pero eso hasta
mientras, no es eterno.
¿Cómo es la mujer de Paropata? ¿Quiénes son las que más participan en la
comunidad?
Casi igual participamos, pero las mujeres un poco menos, ¿por qué será así?,
¿por qué será que nosotras, las mujeres, somos bajos en nuestra participación?
Ahora está mejor, casi igual nuestra participación.
¿En qué participan más, en qué está igual?
En caminar, en hacer las cosas, en ir a diferentes lugares.
¿A las asambleas asisten muchas mujeres? ¿Cómo es?
Venimos muy pocas. A veces, venimos muchas a las fiestas.
¿Y cómo es la mujer?
Según a mi parecer la mujer es casi igual, deberíamos ser iguales, deberíamos
entrar a ser miembros de la junta directiva, ir a las faenas, para que, donde sea,
nosotros, cuando hacen llamar los presidentes, las autoridades, ahí nosotros
tenemos que ayudar, debemos caminar a esas cosas, allí nosotros podemos salir

adelante, ahí aprendemos qué se tiene que hacer, estamos enteradas, miramos
cómo están haciendo en otras comunidades y escuchando esas cosas, por lo
menos, venimos a nuestra comunidad y decimos: “Hay que ser así”. Eso es muy
bueno para mí, salir.
¿Y en la casa?
Si viviríamos solo en la casa, no escucharíamos ni siquiera a hablar a otras
personas, y cuando nuestros esposos salen, a veces, no nos cuentan, pero
deberían contarnos siquiera una parte, pero es como que no nos contaran nada y
no sabemos. Pero siempre tenemos que escuchar, escuchando es mejor, así no
hablemos, cuando escuchamos a los demás, aprendemos y decimos: “Ah, había
sido así”, y compartimos eso entre las mujeres.
¿Aquí hay algunas costumbres de ustedes? ¿Quiénes son las que practican
más? ¿Qué hacen las mujeres en esas costumbres?
Hay todavía las fiestas, las costumbres, pero quieren perderse, algunos nomás ya
estamos haciendo en Paropata; en Omarqui, en la comunidad hay el victoriano
Saturnino, ellos, todavía hacen las costumbres antiguas, las fiestas están
haciendo, yo también, ahí ayudamos, ahí decimos cómo deben de festejar para
las ovejas, cómo deben de festejar, nosotros ayudamos, bailando, cantando, las
mujeres también, cocinamos, hacemos chicha, cuando salen los animales, salimos
juntos con ellos en la cancha, bailando, cantando, es linda nuestra fiesta.
¿Y tú cómo estás?, ¿estás feliz?, ¿estás tranquila?
No tengo mucha preocupación, estoy muy bien, ahora tenemos que organizarnos
así, estoy tranquila, quiero ver que las mujeres nos organizamos más para hacer
algo, por lo menos.
Cuéntame tu experiencia.
De todo lo que he hecho, tengo muchas experiencias. En las fiestas, yo era un
cargo pasado en una alegría, hice un cargo, era… hace mucho tiempo era…
uhm… no sé qué habrá sido, me he olvidado, pero bailábamos, yo misma iba a
juntar a los bailarines, iba hasta Pinaya, caminando un día, a veces, dos días, en

esa fiesta hacíamos, en mi misma casa, traía a los bailarines, en mi casa, traía
bailarines desde Santa Bárbara, de muchos lugares venían bailarines.
¿Y has sido miembro alguna vez de la Junta?
Yo he sido, de mi comunidad, presidenta del club de madres también en Paropata,
en la APAFA he sido tesorera de la junta directiva y actualmente, de las cuatro
comunidades de altura, de la organización central autodefensa, soy de Disciplina,
actualmente.
¿En qué consiste tu cargo de Disciplina?
En la Disciplina, el cargo es para, que a veces, las mujeres cometemos errores o
entre vecinas, entre las mujeres se discuten, a veces, sus discusiones son fuertes
para que eso no sea así, no hay que permitirles, y eso es lo que yo hago
Disciplina; soy la autoridad.
¿Cuánto tiempo estás?
Yo, actualmente, recientemente, recién estoy dos meses, soy autoridad de
Disciplina, no es mucho tiempo.
¿Cómo así te han elegido?
Así, en las asambleas participando, hablando, creo que por eso me han escogido.
También en las faenas, en las asambleas, soy directora de debates, con esas
cosas han visto y me han elegido.
¿Y en qué cualidad se han fijado?
No sé cómo es me han escogido, creo que porque participo en mi comunidad,
porque también hay pocas en mi comunidad, somos dos o tres nomás que
conversamos, pero no tenemos miedo, pudiendo o no pudiendo, participamos, y
me han dicho que vamos a dar premio a las tres mujeres porque son
participativas, me han dicho así, algunas veces, con eso creo que en la Central me
han escogido.
¿Cómo arreglas los problemas o las dificultades como autoridad en esas
asambleas?

Me pongo como autoridad, yo soy autoridad de disciplina tanteando no más,
hablándoles.
¿De autodefensa?
Sí.
¿Cómo resuelves los problemas?
No soy solita la que hago eso, hacemos todos, hablamos entre las cuatro
comunidades, hay miembros, entre todos nos ponemos a conversar y arreglamos;
las mujeres, cuando cometen errores, estoy para hacer guardar orden entre las
mujeres, solo para las mujeres.
¿Cómo haces guardar esa disciplina?
Cuando están discutiendo, yo les digo: “No cometan esos errores”. Así les digo.
Así, así. Así como se están diciendo algunas cosas, trato de cambiarlas, de
cambiar sus discusiones, yo les digo: “No hay que hablar así, hay que hablar
mejor, hay que hablar en la verdad, en lo que es real, en lo leal” y esas cosas les
pongo en su lugar.
¿Y te hacen caso?
Sí, me hacen caso. Y se arreglan los problemas.
Ahora, último, en tus dos meses de cargo, ¿ha habido algunas dificultades?
¿Qué problemas has arreglado? ¿De qué son los problemas entre las
mujeres?
Las mujeres, a veces, cuando sus esposos, cuando les pegan, de esas cosas, a
veces.
¿Pero todavía no hay?
No, todavía no se me ha presentado ningún problema fuerte. Lo que más
problemas hay de sus esposos, que les maltratan, a veces, porque toman y ahí
comente muchos errores, algunos son los que se amargan, les enojan, a veces,
los varones, se molestan, cuando nosotras las mujeres perdemos los ganados;

otros hombres son celosos y les ponen problemas a las señoras, les celosean;
esas cosas no puedo arreglar.
¿Quién es el que arregla esos problemas? ¿Y tú de qué te encargas?
Yo solamente de lo que las mujeres hablan, discuten; otros, el presidente central
de la comunidad, el teniente, el fiscal de las comunidades, ellos son los que
arreglan los problemas fuertes con órdenes o mis sugerencias.
¿Estás alegre siendo miembro de esta organización?
Sí, soy alegre, porque estoy diciendo “voy a pasar como un cargo así”
¿Te gusta?
Sí, me gusta ir a donde sea, caminar, salir; antes no era la que caminaba, ni a las
asambleas. Y cuando estaba en la asamblea estaba my calladita, ahora sí,
participe cuando hablan, yo también hablo, así es, y por eso, creo, me han elegido
para disciplina también.
¿Y por qué antes eras muy calladita?
No sé, habré sido zonza, ¿qué habré sido? Antes, creo, a las mujeres, no querían
que hablemos nada, por eso habré sido así.
¿Quiénes no querían que hablaras?
Los varones no querían que hablemos.
¿Por qué? ¿Qué pensamiento tenían?
No sé qué pensamiento tendrían, pero yo siempre hablaba, hablaba y decía “no
nos podemos quedar atrás”, yo me ponía lizo, muy liza siempre, yo lisa, pues
siempre era muy liza, y no quería que me dejen atrás.
¿Y cómo te miraban los hombres por eso?
Un día, cuando estaba hablando mucho, me han dicho: “creo que está borracha”.
Y yo les he dicho: “Aunque sea, huéleme, no he tomado, yo soy así”. Así es
profesora.

Ahora, cuando las mujeres, están creciendo las niñas, ¿qué quieres en su
futuro de las niñas y de las jóvenes?
Yo quisiera que estén bien, que haya capacitaciones.
¿En qué quieres que haya capacitaciones?
Que sea en hacer, en lo que sabemos, en lo que hacemos en estas alturas para
que despierten, que no se olviden las costumbres, ahora se están olvidando,
nuestras costumbres, el tejido, el hilado y muchas veces, les llevamos desde
pequeñitas y ya no saben hacer nuestros quehaceres de la comunidad, pero
queremos capacitación para que sigan haciendo y no se olviden lo que sabían
hacer.
Y hay costumbres antiguas, a veces, hay secretos para criar a las mujeres, a
las niñas mujeres, ¿tú sabes algo?
No sé.
Pero cuando nace recién la niña, había secretos para que las niñas crezcan,
les daban medicamentos para que sepa una buena hiladora, una tejedora,
¿hay todavía esas cosas?
No me acuerdo mucho, pero un poquito me acuerdo. Antes mi mamá me decía:
“Para que aprendas a hilar bien, el primer hilado tienes que poner a los nidos de
las polillas, o en las rendijas de las paredes de piedra, ahí tienes que dejarlos tus
primeros hilados” para que yo pueda aprender y ser una buena hilandera. Y hay
otros saberes, otras cosas; otras decían que tu primer hilado tienes que botar al
agua para que sepas hacer bien, tan limpia como el agua, para que hagas bien.
¿Pero no conoces tus derechos?
Todavía no. Pero hay muchas leyes, sí hay leyes para las mujeres, hay leyes, para
que no le hagamos llorar, para que no se le haga sufrir, solo eso, pero no puedo
mucho, no conozco, no estoy sabiendo. Hay marginación todavía. Todavía no se
está acabando la marginación; nos dicen: “Ellas no hacen bien, no caminan bien”.
A veces, cuando las mujeres nos tomamos un poquito nos dicen: “Así son las

mujeres que se emborrachan”. Así nos marginan los varones, a algunas otras
mujeres, así nos dicen.