Davies-El-Rito-Romano-Destruido
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"De ese modo, el clero se deja crecer el pelo largo, usa palabras COI71?<br />
«ripoj]» 13 bb, luma hierbas, se baña una vez por semana, duerme con una gl/ltarra<br />
y, tcaracolesl, realmente se balancea con swing. Las iglesias tienen misasrack,<br />
y bailarinas en exiguas ropas hacen cabriolas alrededor del. sagrario, y<br />
alaban a "Superstar" y a la falsa música religiosa de Lenny Bernstein.<br />
"Pero ello no parece tener efecto. De alguna manera, la juventud no parece<br />
atraída por clérigos que obran como monstruos drogados o por iglesias que<br />
pretenden reemplazar al café del barrio o hacer las cosas de Woodstock" 14 y 14 bis ' .<br />
En Inglaterra, el Padre Michael Richards, editor de la extremadamente liberal<br />
y anti-tradicional "Clergy Review", se quejó de que los obispos hayan entregado<br />
su misión a<br />
"unos pocos técnicos desarraigados de segunda línea, que ahora quieren extender<br />
su poder más allá del campo de las traducciones al campo de la aplicación<br />
pastoral y misionera".<br />
Agrega que hasta que estas "polillas y mercaderes litúrgicos" no sean empujados<br />
"atrás a sus estudios y a sus mesas de cambio [ . . . ], la misa como la<br />
tenemos en inglés permanecerá en el lugar donde ha descendido, en el nivel de<br />
un salón de lotería, de un programa de acertijos y de un alegre saludarse.<br />
Pensé con frecuencia, pero dudaba en creerlo, que muchos de quienes tienen<br />
autoridad sobre nosotros toman a su público por idiotas. Ahora comienzo a<br />
creerlo. Y participaré de su punto de vista si el público católico acepta mucho<br />
más tiempo este disparate" 15.<br />
Desgraciadamente, la mayoría de los católicos han aceptado ahora tanto que<br />
aceptarían probablemente cualquier cosa y quienes hallan que han aceptado bastante<br />
están mucho más idóneos para unirse a más del 90 % del pueblo británico,<br />
que no asiste al culto los domingos, que para encaminarse hacia un local<br />
de la Misa tridentina. Paradójicamente, los obispos parecen mucho más alarmados<br />
por el hecho de que unos pocos miles de católicos han escogido honrar<br />
a Dios todos los domingos en la forma tradicional que por la realidad de que<br />
decenas de miles están eligiendo no adorarlo en absoluto.<br />
<strong>El</strong> laieado sumiso<br />
<strong>El</strong> hecho de que la advertencia de Evelyn Waugh al "laicado sumiso" pasara<br />
inadvertida no debe realmente sorprendernos. En Gran Bretaña en particular, la<br />
sumisión había sido la característica del buen católico. En la práctica, había tenido<br />
un efecto admirable. Durante mucho más de un siglo, una serie de papas firmes<br />
y ortodoxos habían ofrecido un excelente gobierno y un excelente liderazgo, espe-<br />
lJ bis . "Ripoff": expresión del slang -lunfardo inglés- equivalente a "jorobar".<br />
14 The Christian Challenge, febrero de 1975. p. 15.<br />
14 bis . "Woodstock" era un famoso concierto de rock realizado al aire libre en Woodstock<br />
hace algunos años. Duraba varios días, acompañado por uso de drogas y desenfrenos<br />
sexuales. Es considerado actualmente por los "Liberales" como uno de los máximos acontecimientos<br />
de la historia americana, es decir, simbolizó el rechazo masivo de los valores<br />
tradicionales por la generación joven.<br />
15 The Clergy Review, abril de 1975 (Editorial).<br />
12<br />
randa que sus enseñanzas fueran aceptadas y se aseguraron de que así fuera.<br />
Los obispos transmitían las directivas del Vaticano al clero, y el clero las hacía<br />
llegar al laicado . La esencia del Catolicismo parecía consistir en aceptar las directivas<br />
de la persona una escala más arriba dentro de una jerarquía claramente<br />
definida. La posibilidad de que pudieran llegar de arriba instrucciones erróneas<br />
o dañinas, o qué debía hacerse si esto sucediese, no fue nunca tomada en consideración<br />
, precisamente porque ello nunca ocurrió.<br />
Sin embargo, había una pequeña vanguardia, los chiflados a los que se refería<br />
Evelyn Waugh , y este número aumentó por la atmósfera generada por el Concilio.<br />
Pero éstos eran precisamente el tipo de gente que daría ciertamente la<br />
bienvenida a los cambios litúrgicos. Cualquier cosa nueva, cualquier cosa ecuo<br />
ménica, cualquier cosa "en la onda" eran obligatorias para su punto de vista.<br />
De ese modo, el único grupo que estaba logrando su objetivo de no aceptar incondicionalmente<br />
las directivas vaticanas (como, por ejemplo, la "Humanae Vitae")<br />
tendría sólo una queja respecto a las reformas litúrgicas, a saber, que no eran<br />
bastante radicales. Se podía confiar en que los católicos más ortodoxos aceptan,<br />
si no es que dan la bienvenida, a cualquier cambio impuesto invocando la autoridad<br />
del Papa 16.<br />
La más reciente innovación en Gran Bretaña y en los Estados Unidos es<br />
la introducción de la Comunión en la mano. Antes de su introducción es dudoso<br />
si ni siquiera un uno por ciento de los que van a misa la quería, pero ahora que<br />
ya está aquí es dudoso si algo más de un escaso porcentaje llegará al extremo<br />
de oponérsele de hecho. Para tener éxito, los revolucionarios no necesitan de un<br />
apoyo masivo. sólo requieren una oposición mínima.<br />
Es igualmente un hecho de la vida el que el hombre medio de la calle o el<br />
hombre del banco de la iglesia no piensa con mucha profundidad sobre temas<br />
tales como política o religión 17. <strong>El</strong> porcentaje de adultos que efectivamente han<br />
leído un libro sobre política o religión es en realidad muy pequeño. Por consiguiente,<br />
son muy susceptibles a la propaganda, en particular por parte de aquéllos<br />
a quienes ellos tienen por expertos. La imposición de la nueva liturgia fue<br />
acompañada por una permanente cortina de propaganda desde el púlpito y por<br />
la prensa católica . Se les dijo a los fieles que estos cambios eran para su bien<br />
y para el bien de la Iglesia; que darían la bienvenida y gozarían con ellos:<br />
que, de hecho, los habían estado reclamando durante décadas; y, rematando<br />
el asunto, que la aceptación sin reservas de estos cambios sería el test definítivo<br />
de su lealtad al Papa. La minoría de católicos, con frecuencia convertidos,<br />
que reconoció los peligros implícitos en los cambios, no tuvo oportunidad de<br />
exponer su causa. Unas pocas cartas llegaren a la prensa católica y laica, pero<br />
su efecto, comparado con la permanente cortina de propaganda desde los medios<br />
oficiales, el púlpito en particular, fue mínimo. La reacción promedio era: "<strong>El</strong><br />
Padre dice que es bueno para mí, por 10 tanto debe ser bueno para mí".<br />
Es un axioma fundamental del mundo de la propaganda el que si se dice a la<br />
16 Aquí es conveniente hacer notar que no existe ningún documento del <strong>Romano</strong> Pontífice<br />
que prohíba la Misa de siempre, canonizada por San Pío V, mientras que SI existe<br />
una Bula de este Papa Santo, autorizándola a perpetuidad, como se Ice en la cita que eneabeza<br />
este artículo. (N. d.L R.)<br />
17 En su monumental obra, "The Great Terror", Robert Conquest señala que: .. .. .era<br />
uno de los más constantes principios de Stalin el que la mayoría de las inteligencias no<br />
son críticas" (Pelican edition , p. 740).<br />
13
gente con suficiente frecuencia de que algo los hace felices, terminarán por<br />
serlo [ ... ]. Por lo tanto, hay una audiencia pronta para el tipo de propaganda<br />
fabricada para justificar la comunión en la mano: esto es más maduro, adulto,<br />
en armonía con la dignidad del hombre moderno.<br />
Es igualmente importante subrayar el efecto de introducir la revolución por<br />
etapas. Esa fue precisamente la política seguida por Cranmer, quien, al comienzo<br />
de su revolución litúrgica, evitó cualquier cambio drástico<br />
"que provocaría sin necesidad a los conservadores y endurecería la actitud<br />
de esa amplia clase de hombres que, correctamente tratados, podrían ser llevados<br />
a consentir medidas ambiguas y provisorias" 18.<br />
He descrito con sumo detalle en "Cranmer's Godly Order" el modo cómo<br />
Cranmer impuso sus cambios. Aquí no repetiré ese testimonio, sino citaré las<br />
cuatro etapas de su revolución, cuyas tres primeras ya se han repetido en el curso<br />
de la actual reforma.<br />
"La primera etapa fue poner en lengua vernácula algunas partes de la<br />
misa tradicional inmutada. La segunda etapa fue introducir nuevos materiales<br />
dentro de la vieja misa, ninguno de los cuales sería específicamente herético.<br />
La tercera etapa fue reemplazar la vieja misa por un servicio de comunión en<br />
lengua vernácula, el cual, una vez más, no era específicamente herético. La<br />
cuarta etapa fue reemplazar este servicio por uno específicamente protestante" 19.<br />
Mediante esta técnica, el clero y la gente ,se fueron acostumbrando al cambio.<br />
Se reemplazó la idea de que la Misa no podía ser cambiada por el reconocimiento<br />
de que sí podía, y cada nuevo cambio que se aceptaba conducía a<br />
aceptar con mayor facilidad el próximo. <strong>El</strong> resultado final fue que la mayoría<br />
del clero y del pueblo estaban preparados para aceptar o, al menos, para no<br />
resistir a cualquier cambio.<br />
<strong>El</strong> tipo de propaganda -que acabo de citar- en favor de la presente revolución<br />
fue evidente para los laicos más perspicaces, mucho antes de la promulgación<br />
de la Nueva Misa en 1969. Christopher Sykes, el biógrafo de Evelyn<br />
Waugh, observaba en una carta a "The Tablet", en marzo de 1966:<br />
"<strong>El</strong> católico laico medio se percata muy bien del movimiento de «aggiornamento»<br />
en la Iglesia, gracias a la experiencia de ir a la Iglesia y asistir a<br />
misa en la nueva liturgia. Nos gusta; estamos profundamente agradecidos por<br />
ella; nunca la tuvimos tan buena, así se nos dice repetidamente. Aquéllos que<br />
no la aprecian son una pequeña minoría no inteligente, que se aferraría a cualquier<br />
cosa, buena o mala, sólo por el hecho de ser algo antiguo. También se<br />
nos repite constantemente esto. Muchos de nuestro clero también nos dicen<br />
que estábamos muy insatisfechos con la Misa tal como era; que cuando asistíamos<br />
a Misa no prestábamos atención a su significado, sino que, por el contrario,<br />
la mirábamos como un asunto del sacerdote que nada tenía que ver<br />
con nosotros laicos, para quienes era meramente un parloteo sin sentido en<br />
una lengua que nos desagradaba particularmente. Nos pusimos todos muy contentos<br />
--así se nos dice- de habernos desentendido de la vieja Misa.<br />
n La propaganda en favor del nuevo rito, a la que no he caricaturizado<br />
en el párrafo anterior, me impresiona como particularmente débil respecto al<br />
18 Francis Clark: Eucharistic Sacrlf'íee and the Reformation, Oxford, 1967, p. 194.<br />
]9 Michael <strong>Davies</strong>: Cranmer's Godly Order, Augustine Publishíng Company, 1976, p. 91.<br />
14<br />
pretendido desagrado general de los católicos por el rito anterior. Es débil como<br />
punto de propaganda, porque el mismo clero nos dijo durante años, por<br />
cierto desde que puedo recordar la primera .vez que escuché un sermón o una<br />
instrucci6n religiosa, que la Misa nos unía en una hermandad porque [dejando<br />
de lado la doctrina] el amor por la Misa era una emoción que compartíamos<br />
[ ... ] [La lengua vernácula] debilitaría esa majestuosa unidad de la<br />
Iglesia reflejada en su ceremonia. Se nos decía que semejante costumbre irritaría<br />
a más gente de la que se sentida complacida, y haría más daño que bien.<br />
Si las mismas personas se dan vuelta y nos felicitan por habernos sacado de<br />
encima la antigua pésima liturgia, y nos prometen más lengua vernácula y cada<br />
vez menos de la Misa de la que nos decían que amáramos, ¿qué es lo que<br />
debemos creer? Todos estos años, ¿hablaban ellos conscientemente disparates,<br />
o son hoy realmente sinceros en sus críticas [que a veces llegan a la denigraci6n]?<br />
En cualquiera de los dos casos, el clero que consiente esa propaganda<br />
está debilitando su autoridad ante los ojos de la gente que puede recordar" 20.<br />
"Doblepensar" litúrgico<br />
Desafortunadamente, como lo han probado los hechos, parece que muchos<br />
católicos tienen una memoria muy pobre o una facilidad para olvidar lo que<br />
encuentran inconveniente. Es imposible que uno no recuerde el principio del<br />
"doblepensar" utilizado por el Partido en "t984" de Orwell, que expresa:<br />
a . ..la facultad de creer que lo negro es blanco, y más aún, de saber que<br />
1,0 negro es blanco, y de olvidar que alguna vez se creyó lo contrario" 21.<br />
Quienes son incapaces o reacios para adaptarse a sí mismos al proceso del<br />
doble pensar son tratados como locos:<br />
"Ud. está trastornado mentalmente. Sufre de una memoria defectuosa. Es<br />
incapaz de recordar los acontecimientos reales y se persuade a sí mismo que<br />
recuerda otros acontecimientos que nunca ocurrieron. Afortunadamente eso es<br />
curable" 22.<br />
Aquéllos de nosotros que no han sido "curados", que aún recuerdan la<br />
Misa tal cual era, o (donde tenemos esa buena suerte) que aún son capaces de<br />
asistir a la Misa Tridentina, saben que es una grotesca parodia de la verdad el<br />
comparar la reforma del Papa Pablo VI con la del Papa San Pío V; incluso que<br />
el más ponderado de los conservadores, DougIas Woodruff, habló claramente<br />
contra tan absurda afirmación:<br />
"Es totalmente desacertado el equiparar el rito de San Pío V con el rito<br />
del Papa Pablo VI" 23.<br />
Douglas Woodruff es, ciertamente, uno de los más distinguidos "scholars"<br />
laicos del mundo católico angloparlante de hoy, pero al hacer esa afirmación<br />
sólo está aseverando lo que debería ser obvio a cualquier católico beneficiado<br />
20 The Tablet, 12 de marzo de 1966, p. 297.<br />
21 George Orwell: Nineteen Eighty-Four, Penguin edition, p. 170. (Trad. española:<br />
"1984", Salvat Edit.. 1971, p. 162. N. del T.)<br />
22 Ibid., p. 197. (Trad. española. ibid., p. 187. N. del T.)<br />
23 The Tablet, 25 de octubre de 1975, p. 1040.<br />
15
con un mínimo de sentido común y con un conocimiento elemental de la Misa<br />
y de su historia.<br />
En el folleto " Cambios litúrgicos. <strong>El</strong> trasfondo", de la Catholic Truth<br />
Society, el Padre J. D. Crichton tiene el descaro de afirmar que:<br />
"A pesar de todo, el Nuevo Orden de la Misa no es nuevo excepto en<br />
uno o dos detalles menores".<br />
<strong>El</strong> obispo G. Emmet Cartel', presidente de la Conferencia de Obispos Católicos<br />
del Canadá, fue incluso más lejos, al escribir en "Catholic Register" canadiense,<br />
del 1'1 de octubre de 1977:<br />
"Prescindamos igualmente de los así llamados ritos tridentinos (sic). No<br />
hay diferencia substancial entre el rito del Papa Pío V y el rito del Papa Pablo<br />
VI. Y discutiré con cualquiera sobre el tema. Más aún, no hay en absoluto<br />
ninguna diferencia notable si el celebrante elige la primera oración eucarística<br />
del Canon <strong>Romano</strong>".<br />
Está claro que hay clérigos de todas las jerarquías que consideran a los<br />
laicos como privados de educación e inteligencia. .<br />
Habría alguna lógica en los liberales que afirman que la nueva MIsa es<br />
mejor que la vieja Misa , y que quienes no pueden ver esto están :rastornados<br />
mentalmente. Pero argüir que lo que tenemos ahora es 10 que temamos antes<br />
-la misma Misa con unas pocas modificaciones en cosas no esenciales-, bueno,<br />
ten el mundo de "1984" esto habría sido denominado "doble-más-doblepensar"!<br />
No, el Padre Gelineau está en lo cierto. <strong>El</strong> rito romano tal como lo conocimos<br />
ya no existe más. Ha sido destruido. Hemos presenciado no una reforma,<br />
sino una revolución, y una revolución triunfante. Para citar las eufóricas palabras<br />
del Arzobispo Bugnini, arquitecto en jefe de la revolución:<br />
"La reforma litúrgica es una conquista mayor de la Iglesia Católica (la<br />
riforme liturgica e una grande conquista della Chiesa cattolica), y tiene sus<br />
dimensiones ecuménicas (con proiezioni ecumeniche), ya que las otras Iglesias<br />
y denominaciones cristianas ven en ella no sólo algo para ser admirado, sino<br />
igualmente un signo de ulterior progreso por venir (non solo l'ammirazíone,<br />
ma anche una specie di battistrada) " 24.<br />
Como Nuestro Señor fundara una sola Iglesia, el término "Iglesias", estrictamente<br />
hablando, es aceptable únicamente refiriéndose a la Iglesia Católica en<br />
los diversos países, por ejemplo, las Iglesias de España, Francia, Italia. Donde<br />
el término "Iglesia" se aplica a cuerpos que no están en comunión con el <strong>Romano</strong><br />
Pontífice debe referirse evidentemente a las diferentes ramas de la Iglesia<br />
Ortodoxa 15. Me extrañaría en sumo grado si el Arzobispo Bugnini pudiera encontrar<br />
un solo miembro de cualquier Iglesia Ortodoxa, sacerdote o laico, que considerase<br />
la reforma litúrgica post conciliar como "algo para ser admirado". Un<br />
sacerdote ortdoxo ruso me señalaba recientemente que después de haber asistido<br />
a una Nueva Misa quizás ya no podría nunca más asistir a ella de nuevo, ya<br />
que no veía cómo quienquiera que celebrase la Misa de esa forma podría vero-<br />
24 Notitiae, n9 92, abril de 1974, p. 126.<br />
15 <strong>El</strong> autor usa el vocablo "ortodoxo" en la acepción que le asigna el uso corriente<br />
en Inglaterra: seguidor del cisma oriental. Igualmente emplea la palabra "evangélico", como<br />
sinónimo de protestante. Cuando habla de "católico ortodoxo", se entiende el término en<br />
su sentido estricto: fiel a la recta doctrina. (N. d. l. R.)<br />
16<br />
símilmente creer en la Presencia Real. Es cabalmente indiscutible que cada etapa<br />
de la reforma del Arzobispo Bugnini nos ha alejado de los ortodoxos y acercado<br />
al protestantismo.<br />
Ahora se hace necesario examinar la dimensión ecuménica del Nuevo Ordo<br />
de la Misa.<br />
UNA LITURGIA ECUMENICA<br />
Bajo el profético título "¿Una liturgia común?", un artítulo en "The Tablet"<br />
del 15 de enero de 1966 expresaba su agrado ante la "evidencia del adelanto<br />
ecuménico" presente en la convergencia entre el Servicio de la Santa Comunión<br />
de la Serie Anglicana 11 y la Misa Católica. La Serie II<br />
"adopta casi exactamente la estructura precisa de la primera parte de la<br />
Misa, como se celebra ahora como resultado de las reformas litúrgicas del<br />
Concilio" 26.<br />
Ambas liturgias, la católica y la anglicana, se han desarrollado mucho desde<br />
1966. Los anglicanos tienen ahora su Servicio de Comunión Serie IJI; nosotros<br />
tenemos nuestra Nueva Misa; y la naturaleza de su desarrollo común puede ser<br />
óptimamente descrita como una convergencia aceleradora.<br />
Es improbable que los cambios que han tenido lugar en ambas liturgias<br />
puedan ser denominados "desarrollos" si se aplican los estrictos tests formulados<br />
por Newman en el capítulo V de "<strong>El</strong> desarrollo de la doctrina cristiana". <strong>El</strong> insiste<br />
en que un verdadero desarrollo debe ser conservador de lo que hubo antes<br />
de él y que<br />
"una doctrina desarrollada que invierte el curso del desarrollo que la precedió<br />
no es verdadero desarrollo sino una corrupción".<br />
En lo que respecta al Servicio de Comunión anglicano, el desarrollo precedente<br />
había sido para excluir positivamente la doctrina católica de la Misa'<br />
una doctrina que Cranmer comprendió cabalmente, aborreció y rechazó, corno<br />
lo prueba conclusivamente el magistral estudio de Francis Clark "<strong>El</strong> Sacrificio<br />
eucarístico y la Reforma".<br />
En una vindicación de la Bula "Apostolicae Curae", publicada en 1898,<br />
los obispos católicos explicaban:<br />
"Para decirlo brevemente, si se compara el First Prayer Book de Eduardo<br />
VI. con el Misal. pueden detectarse 16 omisiones, cuyo objetivo evidente<br />
fue eliminar la idea de sacrificio. Más aún, en cuanto incluso después de esa<br />
drástica terapéutica a ún quedaban unas pocas frases y rúbricas de las cuales<br />
se podía agarrar Gardiner, pretendiendo comprenderlas como todavia aseverativas<br />
de la Presencia Real Objetiva y del Verdadero Sacrificio, todas esas frases<br />
fueron alteradas en el Prayer Book revisado de 1552" TI.<br />
26 The Tablet, 15 de enero de 1966. p. 71.<br />
27 The Cardinal Archbishop and Bishops oí the province oí Westminster: A Víndlcelion<br />
of the Bull Apostolicae Curae, London, 1898, p. 54. (Se puede obtener en Sto Pius V<br />
Information Centre, Coach House, Woolton Híll, Newbury, Berkshire RG15 9UZ Inglaterra).<br />
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