|Carta del editor| El lujo silencioso es una de las tendencias más destacadas de este año y está presente en todas partes, desde las pantallas de cine hasta las pasarelas de moda. Pero el lujo silencioso no es una moda pasajera. Su énfasis en el estilo atemporal es un grato reconocimiento de lo que todos sabemos: la calidad es casi siempre más interesante que la cantidad. En la página 22 nos adentramos en el lujo silencioso en la moda masculina, un enfoque que el diseñador Brett Johnson resume acertadamente así: «Todo el mundo habla del lujo silencioso como una tendencia, pero para mí siempre ha sido un estilo de vida». Se trata de apostar por los tejidos hermosos, los cortes favorecedores, la artesanía meticulosa, así como por la ausencia de logotipo. Es lo que tantas marcas italianas han defendido durante décadas, desde Brioni hasta Loro Piana pasando por Brunello Cucinelli. La edición de Centurion que tiene en sus manos rinde homenaje a los clásicos en numerosos aspectos, no solo en el mundo de la moda. Desde lugares que evolucionan a un ritmo tranquilo, como Mallorca o Siargao, hasta destacados objetos de deseo que se adaptan a los gustos contemporáneos, como los yates o los relojes, este número es un tributo a estos clásicos imperecederos no porque sean reliquias del pasado, sino más bien porque son muy atractivos en su transición a otra época, mezclando lo viejo con lo nuevo. En el resto de la revista, continuamos nuestra propia evolución con artículos sobre el auge de los retiros de bienestar que promueven un envejecimiento saludable (y, en algunos casos, una mayor longevidad), así como sobre el papel del asesor de arte en un mundo cada vez más complejo. Le deseamos una agradable lectura. — Christian Schwalbach En portada ESTA TEMPORADA presentamos el complejo arte de la estadounidense Cara Barer, fotógrafa y artista de medios mixtos, cuya obra examina la belleza efímera de los libros y cuestiona el futuro de la palabra impresa. «Los libros, los objetos físicos y los repositorios de información están siendo desplazados por ceros y unos en un universo digital sin nada físico», afirma Barer. La artista transforma libros desechados en obras escultóricas únicas y luego las fotografía, porque, según ella, es una forma de dar vida a un libro que ya no se quiere. «He aceptado plenamente la tecnología —añade—, pero temo la pérdida del exquisito legado de los libros que ha perdurado en los dos últimos siglos». Barer divide su tiempo entre Houston y Santa Fe, y ha expuesto su obra en Estados Unidos y Europa. carabarer.com 8 CENTURION-MAGAZINE.COM
