Views
1 year ago

Centurion Argentina Spring 2023

  • Text
  • Ciudad
  • Restaurante
  • Isla
  • Chefs
  • Arte
  • Londres
  • Cocina
  • Mundo
  • Gran
  • Diamantes
  • Centurion
  • Argentina

|Reflexiones| Sobre la

|Reflexiones| Sobre la vida de los objetos Jacques Garcia, leyenda del diseño y destacado coleccionista de arte, comparte con Lanie Goodman su agudo ingenio y su sabiduría con ocasión de la inauguración de su nuevo proyecto hotelero Jacques Garcia en Villa Elena, un antiguo monasterio en Sicilia magníficamente restaurado; página opuesta: la suite Proust, en el hotel Maison Proust inspirada en la literatura El renombrado arquitecto e interiorista francés Jacques Garcia es de los que opina que no hay nada nuevo bajo el sol. Él lo sabe bien. A sus setenta y cinco años, este apasionado coleccionista de antigüedades, con un conocimiento enciclopédico de la historia de la monarquía francesa y un ojo de lince para los objetos de valor incalculable, es un ferviente defensor de la vanguardia. «La modernidad solo puede venir del FOTOGRAFÍA BRUNO EHRS 40 CENTURION-MAGAZINE.COM

Viejo Mundo —reflexiona—. Es imposible que venga de lo nuevo porque en la era moderna no hay modernidad». Una afirmación que tiene sentido porque la seña de identidad de este diseñador es el arte de la reinvención, en el que combina de forma maravillosamente provocativa géneros, periodos históricos o suntuosos y atrevidos tejidos de épocas pasadas. Además de sus fastuosos interiores repartidos por todo el mundo (el Hotel Costes en París; La Mamounia en Marrakech; Le Métropole en Mónaco; el Wynn en Las Vegas o el Banyan Tree en Doha), su repertorio creativo comprende numerosas colaboraciones con prestigiados museos como el Louvre o Versalles. «En los 80, todo era gris pálido con algo de gris pardo —apunta con una sonrisa divertida—. Intenté cambiar esa tendencia en los 90 incorporando color». Estamos sentados en un sofá de terciopelo azul en el suntuoso bar de estilo belle époque del Maison Proust, el hotel boutique de 23 habitaciones recién inaugurado en el Marais y uno de sus últimos trabajos. Cada detalle del bar —espejos dorados, candelabros de cristal art déco y lujosos muebles tapizados— evoca un refinado salón de finales de siglo xix. Incluso uno podría imaginarse al escritor Marcel Proust atusarse el bigote mientras conversa con una marquesa en una de las mesas contiguas. Y eso fue precisamente lo que él y los dueños, Yoni Aidan y Sylviane Sanz (del Maison Souquet y Maison Athénée), tenían en mente cuando La modernidad solo puede venir del Viejo Mundo. Es imposible que venga de lo nuevo porque en la era moderna no hay modernidad concibieron su tercer hotel. La idea, tal y como explica, era rendir homenaje a uno de los grandes autores del siglo xx, bautizando cada suite de este edificio de seis pisos con el nombre de los verdaderos amigos de Proust: escritores, poetas, pintores, actrices y grandes damas de la alta sociedad, que fueron la fuente de inspiración para los personajes de sus novelas. «Es curioso observar cuánto se parecen los círculos sociales de Proust de principios del siglo xx a los de la élite actual. Son exactamente iguales, los buenos y los malos», asegura entre risas. Sus ojos brillan con picardía FOTOGRAFÍA BENJAMIN ROSEMBERG CENTURION-MAGAZINE.COM 41

CENTURION