|Reflexiones| El arte de
|Reflexiones| El arte de diseñar yates El estudio italiano de diseño Nuvolari-Lenard sigue marcando tendencia 30 años después de su fundación. Por Cornelia Marioglou En cualquier conversación sobre las principales influencias que ha tenido el diseño de yates en las últimas tres décadas, Nuvolari-Lenard siempre está muy presente. El estudio, que nació en 1992 de la mano del ingeniero y arquitecto naval Carlo Nuvolari y el diseñador Dan Lenard, celebró su 30 aniversario en el Salón Náutico de Venecia del año pasado; el lugar perfecto para la ocasión al ser La Serenísima la sede de la empresa. Al día de hoy, Nuvolari-Lenard se encuentra detrás de algunos de los yates más emblemáticos que surcan los océanos, entre ellos, un centenar de embarcaciones a la medida y alrededor de 900 modelos de serie. Sus yates lucen un estilo muy reconocible, sin embargo, en un mundo en el que las peticiones de los dueños son cada vez más extravagantes, los diseñadores deben partir de una base muy pragmática: «Nuestro trabajo es prestar atención a lo que quiere el cliente para, a continuación, tratar de diseñar aquello que nos ha pedido, siempre y cuando sean propuestas realistas —admite Carlo Nuvolari—. Si algo no es factible, le sugerimos otra cosa ligeramente distinta que satisfaga su petición, pero que se pueda construir [en el astillero]». En todo momento el cliente ocupa el centro de atención. «A la hora de medir el éxito de cada uno de nuestros proyectos —añade Nuvolari—, no nos basamos en los elogios que recibe el barco ni en lo bonito que se considera, sino en el grado de felicidad y satisfacción del dueño». Ahora bien, hay proyectos muy alabados, en particular las dos recientes incorporaciones al portafolio de Nuvolari-Lenard: los yates de motor M/Y Ahpo y M/Y Nord, de 115 y 142 metros FOTOGRAFÍA TOM VAN OOSSANEN 44 CENTURION-MAGAZINE.COM
Abajo: Dan Lenard, delante, y Carlo Nuvolari; M/Y Ahpo; izquierda: M/Y Nord No importa desde qué ángulo se mire el barco, no debe sobresalir nada – Carlo Nuvolari FOTOGRAFÍAS DESDE ARRIBA: CORTESÍA DE NUVOLARI-LENARD, GUILLAUME PLISSON respectivamente, ambos fabricados en Lürssen, en el norte de Alemania, ya que «si quieres [construir] algo grande, este es, sin duda, el astillero en el que debes fijarte». Estos dos yates son creaciones impresionantes que destacan en el agua y, al mismo tiempo, presentan el sello distintivo de los diseños de Nuvolari-Lenard. «El Ahpo tiene una línea continua, larga y fina, que va de proa a popa. Es nuestra seña de identidad —subraya Nuvolari—. Se puede observar en el Nord, en los Palmer Johnson y en muchos otros yates que hemos diseñado… todos incluyen esta línea descendente». Otros elementos característicos de Nuvolari-Lenard, que se han convertido en un referente en el sector, son la alberca infinita de la cubierta de popa, creada en 2006 para el Alfa Nero de Oceanco, y el mástil negro. Nuvolari aclara el motivo de esta última innovación: «Los yates pesan mucho porque cada vez son más altos. Los clientes piden más espacio, por eso hay tantas cubiertas. Un gran mástil blanco en la parte superior hace que, visualmente, parezca aún más pesado. La perspectiva del yate es errónea y hay que quitar el peso visual. Con un mástil negro se acorta esta altura». Se trata de una solución en apariencia sencilla, que está en línea con la filosofía de Nuvolari. «El diseño gira en torno a las proporciones. No importa desde qué ángulo se mire el barco, no debe sobresalir nada. Fíjese en la naturaleza, en los árboles grandes. Un árbol grande tiene su propia línea y proporción, jamás sobresale ninguna rama. Sus proporciones están perfectamente definidas desde todos los ángulos». La naturaleza, los edificios antiguos, la industria automotriz… Nuvolari se inspira en muchos campos diferentes, aunque se ciñe a ciertos principios: «Intentamos no romper las normas fundamentales de la arquitectura, puesto que son importantes para la vista. Ver algo que te gusta y decir: “sí, es bonito” sin saber por qué te atrae, no es algo consciente». Una filosofía que sigue dando sus frutos. Esta colaboración, surgida en un salón náutico a raíz de un encuentro entre dos estudiantes idealistas interesados en la construcción de yates, se ha transformado en una empresa colmada de éxitos. Ahora cuenta con tres socios junior; uno de ellos es Valentina Zannier, encargada del departamento de diseño de interiores. Entre sus planes de futuro figuran otro superyate con Lürssen, así como una serie de proyectos con los astilleros italianos CRN e ISA. Además, Nuvolari- Lenard también se ha introducido en el mercado del interiorismo para viviendas, expandiendo así sus horizontes. «Nuestro propósito es crear estilo y diseñar barcos cada vez más hermosos e interiores cada vez más lujosos», promete Nuvolari. Han transcurrido 30 años, pero algunos valores nunca cambian. nuvolari-lenard.com CENTURION-MAGAZINE.COM 45
