DEPARTURES VIAJES GLAMOUR CONTINENTAL 16 Vistas de excepción de la Galleria Vittorio Emanuele II desde el restaurante Vikissimo en el primero piso; abajo: una habitación diseñada por el artista español Felipe Cardeña «ESTABA EN UNA fiesta de cumpleaños en Mónaco cuando me dieron el tip», así relata el hotelero Alex Vik el origen del Galleria Vik Milano, un hotel de 89 habitaciones repleto de obras de arte situado en un edificio emblemático de Milán. «Me dirigí hasta allí y supe de inmediato lo que haríamos». La propiedad se encuentra dentro de la Galleria Vittorio Emanuele II, el centro comercial más antiguo de Italia y hogar de muchas de las marcas de moda más icónicas. «No fui capaz de encontrar la entrada», señala Alex. «Sí, eso fue lo primero que tuvimos que cambiar», añade su esposa y socia Carrie. Los Vik llevan una década en el sector hotelero y se han dado a conocer gracias a sus seis distinguidas propiedades en Uruguay y Chile. Se enamoraron en la universidad y ahora, con 60 años, su nombre es sinónimo de destinos en paisajes impresionantes, donde brindan a sus clientes un servicio impecable, una exquisita gastronomía y su propia marca de galardonados vinos chilenos. Nunca antes habían abierto un establecimiento Vik fuera de Sudamérica, ni siquiera en una ciudad o en un edificio ya existente. Tampoco habían construido un hotel con más de 23 habitaciones. Milán no entraba dentro de sus planes. TownHouse Galleria, la propiedad que compraron, ocupaba el ala noroeste de este centro comercial de cinco pisos con techo de cristal inaugurado poco después de que Vittorio Emanuele II se convirtiera en rey de una Italia unificada en 1861. Durante los seis meses de renovación, los operarios crearon una formidable entrada a la altura de este imponente lugar. Con su habitual capacidad para crear efectos espectaculares, la pareja colocó en el lobby la estatua de El Pensador de Rodin fundida en bronce y un gigantesco fresco que representa a amazonas, titanes y otros seres mitológicos sosteniendo el mundo. Incluso los visitantes, acostumbrados a la imaginería heroica de la ciudad, se detienen a contemplarlo. Además, al hotel se puede acceder desde la arcada de la Galleria. Esta entrada da paso a un patio privado que conduce al SPOtto, el primero de los dos restaurantes capitaneados por el chef uruguayo Marcelo Betancourt. Los Vik se trajeron consigo al talentoso Betancourt —también supervisa los restaurantes en los tres establecimientos Vik en Uruguay— para que transmitiera «nuestra manera de hacer las cosas», destaca Carrie. El SPOtto es un animado bar de tapas y vinoteca mientras que el Vikissimo, situado en el primer piso del hotel, ofrece a los clientes bebida, comida y baile con unas vistas excepcionales de la enorme cúpula central de la Galleria. Sin embargo, es en las habitaciones de los huéspedes donde realmente cobra vida la estética llamativa, y en ocasiones extravagante, de los Vik. La pareja transformó el hotel en suites, cada una con una decoración marcadamente inconfundible: muebles de diferentes estilos (midcentury, antiguo o contemporáneo) se mezclan con obras de arte e instalaciones únicas de artistas locales e internacionales. Una de las suites incluye cuadros en tonos pastel del pintor uruguayo Eduardo Cardozo moldeados en forma de cortina que se yuxtaponen a los techos pintados originales del siglo XIX. Otra de las suites está decorada con una instalación del artista urbano Felipe Cardeña compuesta por llamativas tapicerías y pinturas elaboradas a partir de texturas y tejidos de distintos colores. En los pasillos, los artistas han pintado directamente en las paredes, creando caleidoscópicos murales abstractos que los huéspedes contemplan de camino a sus habitaciones. Es aquí donde los Vik continúan definiendo lo que significa «vivir con arte», tal y como les gusta señalar. Con la compra del viejo hotel, los Vik también adquirieron uno de los secretos mejor guardados de la ciudad: I Dodici Gatti, una pizzería clásica —bautizada así por los famosos 12 gatos callejeros de la Galleria— situada bajo la estructura metálica del techo de la galería. Todas las noches, los milaneses disfrutan de pizzas napolitanas con mozzarella casera elaboradas en hornos de leña y maridadas de forma sublime con los vinos de Viña Vik. galleriavikmilano.com CORTESÍA DE VIK RETREATS
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