DEPARTURES VIAJES LA LLAVE, POR FAVOR 28 Ojalá estuvieras aquí ... Arena, mar y surf espectacular: una postal de una nueva escapada insólita que pone de relieve la costa norte de Marruecos. Por Alexandra Kirkman La rocosa costa atlántica de la bahía de Taghazout IBN BATTUTA, el prolífico explorador y escritor musulmán del siglo XIV, escribía sobre su Marruecos natal: «Es el mejor país, porque en él abundan los frutos, y el agua corriente y los alimentos nutritivos jamás se agotan». Estos y otros tesoros de la nación norteafricana cobran vida en el nuevo Fairmont Taghazout Bay, el resort inaugurado este verano en Taghazout, una soleada localidad costera y antiguo pueblo de pescadores a 17 kilómetros al norte de Agadir. Sobre una extensión de 18 hectáreas junto al mar, repleta de olivos retorcidos y rodeada de las estribaciones verdes de las montañas del Atlas, el resort de 146 habitaciones —todas ellas asomándose al Atlántico— desprende una apacible majestuosidad propia de su posición privilegiada en la tranquila capital marroquí del surf. Al atardecer, cuando el sol parece sumergirse directamente en el océano con un resplandor de color violeta y rosa, DESDE ARRIBA: ISTOCK, JEAN FRANCOIS GUGGENHEIM ANTES DE RESERVAR Y REALIZAR CUALQUIER VIAJE, COMPRUEBE LAS ÚLTIMAS RECOMENDACIONES DEL GOBIERNO
Izquierda: surf entre las enormes olas de la bahía de Taghazout JEAN FRANCOIS GUGGENHEIM diríjase al bar Junipers, donde el sonriente bartender cortará una ramita de salvia del jardín para preparar su Gin Tonic. A continuación, siéntese en el Beef & Reef, en una mesa al aire libre con vistas al océano y a la alberca infinita bordeada de palmeras. Podrá degustar la pesca del día (literalmente sacada del mar esa misma mañana), un suculento filete de res o una pizza de berenjena y rúcula hecha en horno de leña, y acompañarlo de un chispeante rosado marroquí. En el deslumbrante spa de 1,400 metros cuadrados, los ventanales enmarcan las vistas panorámicas del océano. En su interior, los azulejos zellige esmaltados a mano y el lustroso yeso tadelakt son una muestra de las antiguas tradiciones artesanales que impregnan la propiedad. Disfrute de una reconfortante experiencia en el tradicional hammam bereber con su relajante jabón a base de olivas y un masaje de aromaterapia, seguido de un refrescante baño en la alberca de magnesio. Las oportunidades únicas de explorar la cultura local son abundantes. Para empezar, visite Toudarte, una cooperativa agrícola pionera a una hora en auto del resort. En su emplazamiento de tonos coral situado en lo alto de las colinas, un centenar de mujeres de seis aldeas rurales se gana la vida produciendo aceite de argán de primera calidad que elaboran partiendo el fruto con piedras para extraer los preciados granos. Otra opción es adentrarse en la emergente escena vinícola del país y hacer una cata en los fértiles viñedos del Domaine du Val d’Argan, cerca de Essaouira, o bien probar el sandboarding en las paradisíacas dunas del Sáhara marroquí. A la luz del atardecer, pasee por la playa dorada delante del resort, donde podrá observar algún camello deambulando mientras los surfistas emergen de entre las olas y se colocan sus djellabas (capas de lana con capucha) para protegerse del viento. Pero hágalo cuanto antes: ahora que hoteleros de categoría mundial como Hilton y Marriott están poniendo la mira en las adormecidas costas de Taghazout, sus inimitables encantos pronto dejarán de ser un secreto. fairmont.com Desde arriba: exterior del lobby del hotel; el terreno rocoso de la zona; los camellos son una imagen habitual en los alrededores de Taghazout DEPARTURES 29
