16 de The Greenwich
16 de The Greenwich Hotel (thegreenwichhotel.com) tiene historia. Su dueño, el actor Robert De Niro, presionado por las autoridades urbanísticas de la ciudad, rediseñó los últimos pisos de forma que se ajustaran al entorno histórico del distrito de TriBeCa. El resultado, obra del equipo de diseñadores formado por Axel Vervoordt y Tatsuro Miki, son 632 m 2 de espacios interiores y exteriores, cuatro chimeneas, una alberca con spa y pérgolas de donde cuelgan glicinias. Otras propiedades también están volviendo a la vida como The Standard, East Village (standardhotels.com/east-village) de André Balazs, que ha logrado darle un nuevo look al que antaño fuera el Cooper Square Hotel de Bowery. De estilo más rústico que el anterior, cuenta con paredes de ladrillo y profusa vegetación. El hotel también alberga el restaurante Narcissa, bautizado con el nombre de una vaca de la granja que Balazs tiene al norte del estado y que provee al establecimiento de huevos y otros productos. Cerca del Katz’s Delicatessen, en el Lower East Side, The Ludlow Hotel (ludlowhotel.com) –un proyecto aplazado durante mucho tiempo– por fin ha visto la luz. Desarrollado por Sean MacPherson y Richard Born –el equipo responsable de la restauración del Hotel Marlton y de otros hoteles boutique de gran éxito–, el Ludlow, de 187 habitaciones, pronto incorporará a su oferta el restaurante Dirty French para aquellos que quieran disfrutar de una alternativa gastronómica al pastrami. Por último cabe mencionar el esperadísimo Four Seasons 30 Park Place (thirtyparkplace.com), que tiene prevista su inauguración en 2016 entre el World Trade Center y el ayuntamiento. Las habitaciones del hotel se ubicarán en los pisos inferiores del rascacielos de 82 pisos diseñado por el arquitecto Robert A.M. Stern, mientras que los departamentos se emplazarán en la parte superior. departures-international.com G uía Urbana Desde la izquierda: costillitas con aceitunas manzanilla, zanahoria en escabeche y glaseado de agave en el Chavez; decoración clásica en una habitación del Driskoll AUSTIN AHORA! La capital de Texas presume un manojo de nuevos locales para comer, beber o pasar la noche… ¡y todo con mucho estilo! POR NIGEL TISDALL HASTA REVENTAR Con cerca de 110 personas llegando cada día, Austin se ha convertido en una de las ciudades de mayor crecimiento en Estados Unidos. Políticos, empresarios, conferencistas, aspirantes a Willie Nelson y universitarios, todos necesitan alimentarse a diario y hacerlo bien. El sector restaurantero de Austin ha respondido a esta demanda con ímpetu. En el East Side, un equipo culinario cien por ciento femenino ha apostado fuerte con la inauguración en marzo del LaV ( $ lavaustin.com) donde se sirven excelentes vinos franceses y platillos de inspiración provenzal en un comedor de techos altos, decorado con lámparas que parecen burbujas de champaña y un inmenso cuadro de campos de lavanda. Conscientes de la bonanza económica de la ciudad, restauranteros de otras partes de Estados Unidos han decidido instalarse en Austin. Después de su debut inicial en Las Vegas, el Due Forni (dueforni.com) abrió recientemente un local en el centro que ofrece deliciosas pizzas de dos tipos: las finísimas y crujientes al estilo romano y las más gruesas típicamente napolitanas, que se preparan en un par de hornos de ladrillo. En el Warehouse District, The Capital Grille (thecapitalgrille.com), que gestiona una serie de parrillas de renombre por todo el país, ha inaugurado un local con música en vivo y casilleros para guardar el vino de los clientes habituales. La vieja guardia de Austin se ha unido a esta batalla. En enero Shawn Cirkiel presentó su cuarto restaurante en la ciudad: el Chavez (chavezaustin.com). Situado en el hotel Radisson frente al lago, prepara un menú contemporáneo del suroeste y cuenta PARA RESERVAS CONTACTE CON EL SERVICIO DE LA TARJETA PLATINUM ! UN DESCUBRIMIENTO con una barra de mariscos frescos y cocteles como la espléndida margarita de cereza ahumada. La tejana y experta en restauración Bridget Dunlap lidera también el resurgimiento de la nueva zona de ocio nocturno de la ciudad en Rainey Street. Inaugurado en marzo, el Container Bar (austincontainerbar.com) es su más reciente y magnético local para el entretenimiento: siete coloridos contenedores marítimos apilados que presentan interiores con temáticas diferentes, desde uno decorado con madera carbonizada hasta otro que evoca el frío invierno. PARA DESCANSAR Ubicado en una majestuosa mansión de 1910 de estilo neoclásico griego, el Hotel Ella (hotelella.com) es el último establecimiento boutique que ha abierto sus puertas durante el reciente boom hotelero (para 2016 se prevén 2,000 nuevas habitaciones en la ciudad). Una renovación multimillonaria ha permitido la creación de este opulento refugio de 47 cuartos, repleto de obras de arte y situado a pocas cuadras del campus de la Universidad de Texas. Para hospedarse en el centro de la ciudad, una buena opción es The Driskill (driskillhotel.com). Construido por un magnate ganadero en 1886, rebosa carácter y tradición histórica con 189 habitaciones, aunque el año pasado se viera discretamente absorbido por el gigante hotelero Hyatt. También se ha unido a la contienda el Lone Star Court (lonestarcourt.com), antaño un estrafalario motel situado en el centro comercial The Domain, que ahora cuenta con 123 habitaciones de inspiración retro, un patio con un food truck y música en vivo cada noche. FESTÍN AMBULANTE Disfrutar de las más variadas delicias gastronómicas servidas desde la ventana de camionetas vintage de reparto o food trucks se ha puesto muy de moda entre la juventud progresista de Austin. El pasado marzo se abrieron las puertas de The Picnic, un área dedicada a este tipo de oferta culinaria en Barton Springs Road. Los aficionados a la gastronomía pueden encontrar una amplia selección gracias a la app AustinFoodCarts (austinfoodcarts.com). Otro día quizás prefieran prepararse sus propias especialidades culinarias en casa utilizando la nueva edición de Austin del recetario de Tiffany Harelik Trailer Food Diaries (trailerfooddiaries.com). Entonces, ¿cuántos tacos con waffles del Lucky J’s van a ser para el desayuno? DESDE LA IZQUIERDA: NICK SIMONITE, SONHEIM PHOTOGRAPHY; LIBRO: © TRAILER FOOD DIARIES
LA RE-REINVENCIÓN El Design District de Miami se vuelve a reinventar. ¿Son estos cambios responsables de la transformación del negocio del arte? JENNIFER M. WOOD reporta CACHÉ CULTURAL DESDE ARRIBA: © DE LA CRUZ COLLECTION, ROBIN HILL Podríamos denominarlo el efecto Basel. Desde que la muestra de arte más importante del mundo reclamara su derecho a establecerse en South Beach, el arte se ha convertido en uno de los principales bienes de exportación de Miami. Su impacto se ha extendido a barrios del propio centro de la ciudad, anteriormente caídos en desgracia; buen ejemplo de ello es Wynwood, donde el arte urbano realizado por encargo por los artistas Shepard Fairey e Invader ha sustituido a los grafitis más mundanos. El Design District también se ha visto absorbido por el aburguesamiento. La que fuera una zona industrial medio abandonada hoy en día alberga a una serie de locales dedicados al arte. Entre ellos destaca la Colección de la Cruz, que apuesta por la educación y presenta la colección privada de Rosa y Carlos de la Cruz; la asociación sin fines de lucro Locust Projects, que cada verano invita a 25 adolescentes de la localidad a crear una instalación para una ubicación específica; Art Lexïng, una provocadora galería especializada en artistas asiáticos emergentes; y SwampSpace, la autoproclamada “anti-galería”. Todos ellos comparten espacio con más de un centenar de negocios creativos, incluidos los showrooms de diseño de lujo que dan nombre a la zona, así como boutiques de reconocidas firmas como Louboutin y Vuitton. Al adentrarse en el interior de estos espacios parece que todo sigue igual. Sin embargo, el exterior es otro cantar. «En los próximos 12 meses, se incorporarán al District otras 40 marcas, se presentarán importantes instalaciones públicas de arte, y se concluirá la construcción de un número significativo de edificios arquitectónicamente relevantes», afirma Craig Robins, el promotor que dio nueva vida al barrio con la compra del edificio Moore en 1994, y que actualmente se encuentra inmerso en otra importante reinvención. En este mar repleto de soñadores, Robins es un auténtico emprendedor. Después de seleccionar cuidadosamente la lista de los actuales residentes, el Design District, renovado por FESTÍN GOURMET US,000 millones, podrá competir sin complejos con los principales destinos comerciales como la Quinta Avenida y Rodeo Drive gracias a las más de dos docenas de nuevas tiendas, entre ellas las de Tom Ford, Zegna y Givenchy. Aun así, para Robins son tan importantes los nombres que figuran en las fachadas de las tiendas como los diferentes espacios que las enmarcan. «Sabemos que el Design District es el entorno ideal para la expresión creativa de algunas de las marcas de lujo, galerías, showrooms y restaurantes más excepcionales del mundo. Por ello, nos comprometemos a traer nuevos colaboradores como Sou Fujimoto, Aranda\Lasch y Johnston Marklee para asegurarnos de que el District sea identificado por su innovadora y peculiar arquitectura», dice Robins, quien también les ha encargado otras instalaciones a John Baldessari y a The Buckminster Fuller Institute. Aunque son muchos los que esperan con impaciencia el relanzamiento del Design District previsto para diciembre (coincidiendo a propósito con el retorno de Art Basel), a algunos galeristas locales les preocupa que el enfoque artístico del barrio se vea desplazado. «El Design District avanza con paso firme en dirección al mundo de la alta costura, lo que deja poco margen para el arte o para pequeños establecimientos más humildes», afirma Alicia Restrepo, copropietaria de Etra Fine Art quien, cada mes del verano, ha proyectado una serie de exposiciones grupales. «Resistiremos e intentaremos seguir manteniendo nuestra presencia en el Design District con la esperanza de que sus orígenes en el mundo del arte jamás sean olvidados». Para Robins –también un destacado coleccionista–, el arte forma parte del proyecto y, en su opinión, habrá lugar para una interminable lista de eventos locales «desde performances en vivo hasta exuberantes acontecimientos relacionados con el programa de la semana de Art Basel. Creo que nos hemos embarcado en una aventura donde lo cultural y lo comercial se enriquecerán mutuamente fortaleciendo su presencia por igual». MERCADO GRAND CENTRAL: SUBLIME SUSTENTO Aunque aún tiene mucho camino por recorrer, el centro de Los Ángeles se está convirtiendo, por derecho propio, en un destino cada vez más irresistible. Además del excepcional Auditorio Walt Disney, obra de Frank Gehry, y del ya consagrado Desde arriba: The Big Dipper de Dan Colen, parte de la Colección de la Cruz; un vistazo al nuevo e inmaculado aspecto del Design District Museo de Arte Contemporáneo de Los Ángeles, también se han ido abriendo nuevas tiendas como Acne Studios y Aesop, así como un establecimiento hotelero de la cadena Ace, por no mencionar la constante construcción de edificios de departures-international.com 17
