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DEPARTURES CULTURA TAIWÁN AHORA 44 Arriba: Tina Keng, cuya galería homónima acogió la reciente exposición en solitario, Order in Chaos, de la pintora Jenny Chen, abajo a artistas conocidos, se muestran curiosos y más que dispuestos a acoger algo nuevo. Esta forma de coleccionismo culta y acaudalada propició la irrupción en 2019 de la feria internacional de arte contemporáneo Taipei Dangdai. El codirector de la feria, Robin Peckham, afirma que en Taiwán «existe una importante cultura de apreciar el arte que se ha ido transmitiendo de generación en generación» y que este mercado de arte ya consagrado se ha visto revitalizado con la llegada de una segunda generación de coleccionistas jóvenes, incluso de una tercera, que buscan obras de arte por todo el mundo al tiempo que fomentan el talento de taiwanés. En opinión de Peckham, esta feria no solo promociona en Taiwán a artistas contemporáneos representados por las mejores galerías internacionales, sino que también pone en el foco en artistas locales merecedores de reconocimiento a nivel global. Con todo, pese a la presencia de galerías prestigiadas como David Zwirner y Esther Schipper, las estrictas normas por la cuarentena han vuelto a frenar la edición de este año de la feria con un número de visitante no demasiado elevado. Una de las participantes taiwanesas en la feria fue Eslite, la galería fundada en 1989 y una de las primeras en exhibir obras de dos artistas reconocidos en todo el planeta: Cai Guo-Qiang y Liu Xiaodong. La directora de la galería, Emily Chao, considera que la Taipei Dangdai ha sido clave a la hora de traer arte internacional de calidad a este país, pero insiste que para una galería taiwanesa es más importante forjar una identidad propia antes que perseguir el prestigio fuera de sus fronteras. A principios de agosto, cuando muchas galerías occidentales estaban cerradas por vacaciones de verano, Eslite inauguró una exposición de anime y manga con jóvenes artistas taiwaneses y japoneses, respondiendo así a la fascinación que suscita el anime en Asia y confirmando al mismo tiempo el deseo de la galería de adaptarse a las generaciones más jóvenes. Eslite ha registrado incluso el nombre de la exposición Animamix con vistas a expandir este concepto en años venideros. A pocos kilómetros al norte, la experimentada galerista Tina Keng inauguró recientemente una exposición en solitario de la artista taiwanesa radicada en Nueva York Jenny Chen. La galerista, que se centra tanto en destacados artistas chinos (entre ellos, Sanyu o Zao Wou-ki) como en el talento local (Su Menghong o Wu Tianzhang), se siente muy orgullosa de la posición que ha alcanzado Taiwán dentro del mercado global del arte: «Aunque las subastas se celebraron en Hong Kong, más de la mitad de las obras fueron adquiridas por taiwaneses», apunta la galerista sobre las ventas. Al igual que la mayoría de los galeristas, tanto Keng como Chao admiten que, pese a la solidez de sus artistas y coleccionistas, Taiwán ha tardado un poco en participar en la feroz competencia del mercado internacional del arte. Ante esta situación, algunas de las personalidades locales más destacadas del sector presionaron al gobierno taiwanés, quien finalmente, en abril DESDE ARRIBA CORTESÍA DE TINA KENG GALLERY, ANPIS WANG
«Existe una importante cultura de apreciar el arte que se ha ido transmitiendo de generación en generación» – ROBIN PECKHAM Izquierda: la sorprendente exposición Animamix Flux organizada este verano en la Eslite Gallery de Emily Chao (abajo) © ESLITE GALLERY (2) de 2021, rebajó el impuesto aplicado a las obras de arte del 6 al 1.2 %, un gravamen que sigue siendo bastante más alto que el 0.5 % de Hong Kong, pero que debería servir para animar a las galerías y a los coleccionistas a asentarse en la isla. Además del mercado del arte, la escena cultural también está experimentando un gran auge en Taiwán. Pocos días después de la visita de Nancy Pelosi, el alcalde de Taipéi, Ko Wen-je, inauguró el tan esperado TPAC, el Centro de Artes Escénicas de Taipéi, concebido por el ganador del premio Pritzker, Rem Koolhaas, y su socio David Gianotten. El diseño de Koolhaas se inspiró en sus experiencias culinarias en el mercado nocturno de Shilin, un destino gastronómico internacional cercano. El TPAC es un edificio de estética exquisitamente futurista, dividido en tres espacios con formas geométricas, y suspendido sobre el espacio público, integrándose así en la vibrante vida callejera de Shilin. El día de la apertura, el centro presentó en primicia una pieza del compositor taiwanés Nan-Chang Chien interpretada por la Sinfónica de Taipéi, así como una representación teatral de la historia de Xuanzang, un monje budista chino del siglo VII, dirigida por el cineasta Tsai Ming- liang, ganador del León de Oro de Venecia. También hubo espacio para un musical de danza que hacía un recorrido por el pasado y el presente de Taiwán (incluyendo la legalización en 2019 del matrimonio entre personas del mismo sexo) a través del vals, el tango o el boogie. Una celebración por todo lo alto que se vio respaldada por las firmes palabras del CEO del TPAC, Austin Wang: «Taipéi es la metrópolis más abierta y libre en el mundo de habla china; un lugar donde los artistas pueden crear sin preocuparse por la censura». También agradeció a Nancy Pelosi la inesperada publicidad en un momento en el que las estrictas normas por la cuarentena siguen impidiendo la entrada a la isla a un buen número de periodistas de otros países. El TPAC forma parte de una entidad más amplia en la que también tienen cabida el NPAC, creado por Toyo Ito en Taichung, o el Weiwuying, diseñado por Francine Houben en la ciudad de Kaohsiung, situada al sur del país. Si bien cada uno de ellos tiene sus propios programas y características arquitectónicas, todos comparten una misma ambición: el alcance global. Son espacios que no se limitan a invitar a artistas de renombre, sino que buscan de forma activa talentos locales para coproducir programas con socios de otros países. Si se compara con otras regiones de habla china en las que las epidemias o las restricciones políticas están obstaculizando la colaboración cultural, la política de apertura taiwanesa ya está cosechando importantes frutos, con coproducciones con otros países previstas en los próximos años tanto en esta isla como en el extranjero. Situada en uno de los rincones más interesantes del mundo, Taiwán está viviendo un momento apasionante, por eso, no debería sorprendernos si, dentro de unos años, se ha convertido en una de las principales capitales del arte de Asia y ocupa un lugar destacado en la escena cultural mundial. DEPARTURES 45
