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COPIA DE TEMAS GRADUADOS. 421
perlu. — Obtenido de Pharaon el permiso para salir de Kgipto por medio de
los prodigios con que logró aterrarle, se dirigió al desierto. Arrepentido
Pharaon, salió Iras los Hebreos'con ejército poderoso y los alcanzó junto
al mar Rojo. A su llegada temieron los Hebreos, sin esperanza de salvación;
pero poniéndose Moisés delante do las aguas, tendió sobre ellas su vara, y
se apartaron de una y otra parto, dando por en medio del mar pa­
so enjuto á su pueblo. Quiso Pharaon seguirlo sin recelo alguno, y entraron
en el mar sus cuadrigas, aguijoneadas por la venganza; pero juntándose al
momento las aguas, perecieron todos en una hora, sin escapar ninguno de la
ira de Dios.
Tema IV.
70. Colon navegaba por maros desconocidos con la esperanza de hallar un
nuevo mundo. Contra la furia de los vientos y la murmuración de sus soldados,
llegó por fin ante una tierra nunca vista: al grito de \lierra\ \tierra\ se ar­
rodilló en la popa de su carabela y por un movimiento de admiración, se ar­
rodillaron también en su alrededor los soldados. Oraron todos con-lágrimas en
los ojos, y convertidos en bendiciones los denuestos y amenazas, saltaron
en tierra y tomaron posesión de la isla de Guanachini en nombre y para glo­
ria de los reyes Católicos. — El primero que avistó en medio de las aguas la
citada isla fue Rodrigo do Triana.
PREPOSICIONES ADVERBIOS.
Tema I
71. Cuando los árabes llegaron del otro lado del estrecho corriendo detrás
de las riquezas y goces prometidos por Mahoma, detuvieron su marcha triun­
fadora delante del poder visigodo. Al fronte ya de aquel imperio temido den­
tro y fuera de España, se preparaban en secreto, según escriben algunos
liistoriadores, para lanzarse sobre la Península, cuando la venganza del conde
don Julián vino á descubrirles que de osle lado del mar y en medio
de la corte visigoda no les faltaban ayudadores. — Movidos , pues, del África
sus ejércitos bajo la conducta de Tarif, volaron hacia la descuidada España y
echaron sus gentes en tierra cerca de Tarifa,'ciudad puesta junto al estre­
cho, la cual tomó el nombre de aquel caudillo. Reunía don Rodrigo en el cen­
tro de la Península sus vasallos para salir al encuentro de los árabes, llevando
alrededor toda la nobleza de los godos ya degenerada por la molicie y por
los deleites. — Viéronse ios dos ejércitos frente á frente cerca del Guadalete,
y ordenadas por una y otra parte las haces, trabóse cruda pelea. Venia don
Rodrigo encima de un carro do marfil, y al lado de él se mostraban sus prin­
cipales caudillos.—Terrible fue el combate que ensangrentó durante seis dias
aquellas campiñas: don Rodrigo, mas valeroso que nunca, corría enfurecido
de arriba á bajo, siempre en medio de los mayores peligros. Viendo al cabo
rotas sus huestes con la traición de don'Oppas , sin esperanza ya de la victo­
ria , salióse de la pelea, y casi en presencia de los suyos, se despojó de la
púrpura y de la corona, huyendo después de aquel terrible teatro, en que
pereció el poder de los Godos.