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EL HALCÓN MÁS RARO DEL MUNDO: LA FORMA PÁLIDA DEL ...

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96<br />

AECCA /ANUARIO 2010<br />

<strong>EL</strong> <strong>HALCÓN</strong> <strong>MÁS</strong> <strong>RARO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>MUNDO</strong>:<br />

<strong>LA</strong> <strong>FORMA</strong> <strong>PÁLIDA</strong> D<strong>EL</strong> <strong>HALCÓN</strong> PEREGRINO<br />

AUSTRAL 1<br />

David H. Ellis, Miguel D. Saggese, R. Wayne Nelson, Isabel C. Caballero,<br />

Ana Trejo, Agustin I. Quaglia<br />

David H. Ellis: Sus primeros encuentros con aves rapaces y experiencias en la<br />

caza con halcones comenzaron a la temprana edad de 10 años. Estas experiencias<br />

fueron determinantes a la hora de definir su vocación y carrera profesional,<br />

llevándolo a estudiar aves de presa en diversos países. Sus investigaciones incluyen<br />

estudios a largo plazo sobre el comportamiento de águilas reales Aquila<br />

chrysaetos, la ecología reproductiva del halcón peregrino en Arizona, y la ecología<br />

de halcones sacre Falco cherrug y águilas reales en Mongolia.<br />

Miguel D. Saggese: Docente e investigador en el College of Veterinary Medicine,<br />

Western University of Health Sciences, Pomona, California. Médico veterinario,


<strong>EL</strong> <strong>HALCÓN</strong> <strong>MÁS</strong> <strong>RARO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>MUNDO</strong>: <strong>LA</strong> <strong>FORMA</strong> <strong>PÁLIDA</strong> D<strong>EL</strong>…<br />

microbiólogo y ornitólogo especializado en aves rapaces, su principal interés<br />

esta focalizado en comprender el impacto que las enfermedades infecciosas y<br />

parasitarias, pesticidas y metales pesados ejercen sobre la dinámica poblacional<br />

de las aves de presa, entre ellas la amenazada águila coronada Harpyhaliaetus<br />

coronatus y el halcón peregrino austral Falco peregrinus cassini.<br />

R. Wayne Nelson: Nacido y criado en una pequeña granja de Canadá, Wayne se<br />

inicio en la práctica de la cetrería a los 13 años, al mismo tiempo que veía crecer<br />

su pasión e interés por la observación de las aves y la naturaleza. Después de<br />

realizar estudios de postgrado sobre los halcones peregrinos de las islas Haida<br />

Gwaii (Queen Charlotte Islands, British Columbia, Canadá) continúo estudiando y<br />

anillando pollos de halcones peregrinos durante los siguientes 40 años. También<br />

ha estudiado la ecología reproductiva de los auras cabeza roja Cathartes aura en<br />

las praderas de Alberta.<br />

Isabel C. Caballero: Está finalizando sus estudios de doctorado que cubren<br />

temas desde reconstrucción de relaciones de parentesco usando algoritmos computacionales,<br />

hasta filogeografía en halcones peregrinos. Está interesada en genética<br />

evolutiva en aves rapaces y en el desarrollo de métodos computacionales<br />

focalizados en genética poblacional.<br />

Ana Trejo: Es profesora de ornitología en la Universidad Nacional del Comahue,<br />

Argentina y tiene un especial interés sobre las especies de rapaces que habitan la<br />

Patagonia. Sus investigaciones permitieron conocer los principales aspectos de<br />

la biología reproductiva y comportamiento del Aguilucho andino Buteo albigula, la<br />

distribución de la lechuza concón o bataraza Strix rufipes y la dieta de numerosas<br />

especies de rapaces.<br />

Agustin I. Quaglia: Estudiante avanzado de medicina veterinaria en la Universidad<br />

de Buenos Aires. Su acercamiento a las aves rapaces se produjo de pequeño<br />

y acompañado de los documentales de Félix Rodríguez de la Fuente. Como<br />

estudiante de veterinaria participó en numerosos proyectos de rehabilitación<br />

de rapaces y en estudios de campo sobre águilas Arpía Harpia harpija, águila<br />

coronada y también sobre rapaces urbanas, integrando los enfoques biológico y<br />

médico con la conservación.<br />

En la imagen: Grupo de trabajo en el campo, temporada 2009 (de izquierda a<br />

derecha): R. Wayne Nelson, Isabel C. Caballero, David H. Ellis y Miguel D. Saggese.<br />

1 Nota del editor: Los autores insisten en utilizar el término Austral (sureño) dado que en la Patagonia continental, Tierra del Fuego<br />

e islas cercanas, estos halcones peregrinos representan la población reproductora más austral de esta especie con distribución global.<br />

Es sabido que los halcones peregrinos que habitan Sudamérica no se encuentran únicamente en las zonas australes del continente; de<br />

hecho, también se los encuentra en latitudes tropicales, incluso al norte de la línea del Ecuador. Así, la denominación Austral sería<br />

aplicable si, de acuerdo a la interpretación del primer autor (Ellis), los halcones peregrinos de la Patagonia (incluyendo las poblaciones<br />

fueguinas) constituyen una subespecie diferente, separada de la que habita latitudes norteñas e Islas Malvinas.<br />

97


98<br />

English Abstract: Three decades ago there<br />

was a surge in efforts to determine the taxonomic<br />

affinities of the Pallid Falcon (then also known<br />

as Tierra del Fuego Falcon, Kleinschmidt’s Falcon,<br />

and (Falco kreyenborgi). At that time, only<br />

a handful of specimens were known to science.<br />

In 1979, the bird was first photographed in the<br />

wild. In 1980, a recently fledged Pallid Falcon<br />

was found in a brood of Peregrine Falcons (F.<br />

peregrinus cassini) and a mixed pallid-normal<br />

pair (albeit without offspring) was found. Finally,<br />

in 1981, several eyries were found in southern<br />

Argentina and Chile with various combinations<br />

of pallid and normal adults and young. Phenotype<br />

frequencies of offspring and parents led to<br />

the conclusion that Pallid Falcons are homozygous<br />

recessive expressions of a single pair<br />

of genes (or gene cluster). With that discovery,<br />

Pallid Falcon research nearly ceased for almost<br />

three decades. Only recently have Pallid Falcon<br />

studies (outlined in this paper) begun anew.<br />

From our 2009 survey in Argentinean Patagonia,<br />

we present eyrie occupancy rates after a 29<br />

year hiatus. We illustrate the hyper-variability<br />

of plumage in Peregrines from Patagonia and<br />

discuss food preferences and reproductive rates.<br />

We discuss the need for molecular genetics<br />

AECCA /ANUARIO 2010<br />

research to identify rare alleles and differentiate<br />

races across South America. We also present<br />

plans to determine exposure levels to selected<br />

avian pathogens and parasites and environmental<br />

contaminants. Finally, we discuss conservation<br />

options to promote survival, especially<br />

of the rare pallid morph.<br />

La historia deL haLcón peregrino pá-<br />

Lido<br />

El halcón peregrino austral Falco peregrinus<br />

cassini, es una de las subespecies menos conocida<br />

de esta cosmopolita especie de halcón.<br />

Esta subespecie austral podría estar amenazada<br />

como resultado del comercio y tráfico ilegal<br />

de la que es objeto, si bien se carece de<br />

información precisa y exacta cuantificación de<br />

este problema. En esta subespecie se pueden<br />

hallar individuos de coloración pálida (también<br />

denominada clara o blanca, forma única de la<br />

Patagonia), la cual parece ser particularmente<br />

vulnerable como resultado de este tráfico.<br />

A continuación presentamos una reseña<br />

de las investigaciones que estamos llevando<br />

a cabo sobre esta especie en la Patagonia<br />

argentina. Estos estudios incluyen no sólo la<br />

Fig 1.<br />

Pálido<br />

colectado<br />

en 1961 por<br />

Carlos<br />

Kovacs en la<br />

Patagonia<br />

norte.<br />

Algunas<br />

plumas<br />

adultas son<br />

visibles<br />

sobre la<br />

rabadilla.<br />

Foto:<br />

David<br />

H. Ellis.


Fig 2.<br />

Juvenil<br />

pálido al<br />

dejar el<br />

nido por<br />

primera<br />

vez,<br />

proveniente<br />

de una<br />

nidada con<br />

otros 3<br />

pollos de<br />

coloración<br />

normal.<br />

Diciembre<br />

1980,<br />

Patagonia.<br />

Foto:<br />

David H.<br />

Ellis<br />

<strong>EL</strong> <strong>HALCÓN</strong> <strong>MÁS</strong> <strong>RARO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>MUNDO</strong>: <strong>LA</strong> <strong>FORMA</strong> <strong>PÁLIDA</strong> D<strong>EL</strong>…<br />

investigación de sus aspectos demográficos y<br />

genéticos, sino también la investigación de su<br />

exposición a enfermedades infecciosas, parasitarias<br />

y contaminantes ambientales con el fin<br />

de determinar su estado sanitario. En última<br />

instancia, nuestros estudios buscan identificar<br />

posibles problemas de conservación que puedan<br />

estar impactando negativamente sobre las<br />

poblaciones de esta especie en la Patagonia<br />

argentina y en particular, sobre la forma pálida.<br />

Los halcones peregrinos pálidos, presentes<br />

en Argentina y Chile, son conocidos para la<br />

ciencia solamente desde los últimos 85 años.<br />

Hasta 1980, su exacta relación con los halcones<br />

peregrinos australes era desconocida. A<br />

continuación resumimos la serie de descubrimientos<br />

que permitió resolver el enigma generado<br />

por esta forma pálida de halcón peregrino.<br />

En 1925, cazadores de nutrias capturaron<br />

por casualidad un ave desconocida para la<br />

ciencia. Se trataba de un halcón pálido, pero<br />

la localidad exacta de captura nunca pudo ser<br />

identificada con precisión. Esta ave, aún viva,<br />

fue vendida en Punta Arenas, Chile, terminando<br />

más tarde en el zoológico de la ciudad de<br />

Münster, Alemania. Algunos años después, dos<br />

volantones pálidos fueron capturados en el mismo<br />

sitio de nidificación, siendo ambos ejemplares<br />

una vez más vendidos en Punta Arenas y<br />

después enviados de nuevo al zoológico de<br />

la ciudad de Münster. Allí, el Dr. Kreyenborg,<br />

cetrero de nacionalidad alemana, fue el que le<br />

informó al ornitólogo Otto Kleinschmidt de la<br />

presencia en el zoológico de estas interesantes<br />

aves cautivas. En el año 1929, Kleinschmidt<br />

describió a esta ave de coloración pálida como<br />

una nueva especie, Falco kreyenborgi, denominada<br />

así en honor a su amigo. Eventualmente,<br />

una de las tres ave pálidas se apareó con un<br />

peregrino austral de pigmentación normal también<br />

presente en este zoológico (Kleinschmidt,<br />

1937). Al morir, los halcones pálidos fueron depositados<br />

en dos museos alemanes. Esta serie<br />

de eventos fueron previamente resumidos por<br />

Bud Anderson (Anderson y Ellis 1981).<br />

99<br />

Desde el comienzo, el descubrimiento<br />

de estas aves causó bastante confusión, dudándose<br />

de su procedencia, dado que estos<br />

ejemplares se asemejaban más a los halcones<br />

de los desiertos de África y Oriente Medio (se<br />

parecen bastante a los halcones lanarios [F.<br />

biarmicus] y también se asemejan un poco a<br />

los halcones peregrinos de nuca roja [F. p. babylonicus]<br />

y al halcón sacre [F. cherrug]), que a<br />

otros especímenes conocidos de halcón peregrino<br />

austral. Esta confusión fue aclarada en<br />

1940 cuando el ornitólogo Claes Olrog (1948)<br />

coleccionó un cuarto espécimen en Tierra del<br />

Fuego, Argentina. De ahí en adelante, se acumularon<br />

numerosos registros visuales de este<br />

halcón. Un quinto espécimen fue coleccionado<br />

por la familia Kovacs en 1961 en Patagonia<br />

norte, Argentina (Fig. 1) (Kovacs 1962-1963),<br />

quienes también reportaron posteriormente la<br />

observación de una pareja de halcones pálidos<br />

con un volantón bien emplumado, también en<br />

Patagonia norte, en enero de 1977 (Kovacs et<br />

al. 2005).<br />

Durante todo este tiempo, los halcones pálidos<br />

recibieron numerosos nombres comunes


100<br />

y científicos (halcón de Kleinschmidt, halcón de<br />

Tierra del Fuego, F. peregrinus kreyenborgi, F.<br />

kreyenborgi). A pesar que el halcón pálido fue<br />

considerado simpátrico con el halcón peregrino<br />

austral, la denominación F. p. kreyenborgi parecía<br />

ser injustificada. El nombre halcón de Tierra<br />

del Fuego también era completamente inapropiado,<br />

dado que numerosos ejemplares habían<br />

sido observados o colectados en numerosos sitios<br />

de la Patagonia, no solo en la Isla Grande<br />

de Tierra del Fuego. La colecta de un quinto<br />

espécimen y algunas observaciones visuales<br />

fueron realizadas a más de 1000 kilómetros al<br />

norte del estrecho de Magallanes. Finalmente,<br />

dos reconocidos taxonomistas examinaron la<br />

evidencia disponible y finalmente concluyeron<br />

que los halcones pálidos, si bien extremadamente<br />

diferentes en coloración, eran similares<br />

en sus proporciones a los halcones peregrinos<br />

australes (Stresseman y Amadon 1963).<br />

En los años siguientes se llevaron a cabo<br />

un gran número de expediciones con el fin de<br />

resolver el misterio de los halcones pálidos.<br />

Algunas fracasaron incluso en observar ejemplares<br />

de esta coloración. Sin embargo, hace<br />

AECCA /ANUARIO 2010<br />

30 años, tres expediciones llevadas a cabo en<br />

forma simultánea lograron su cometido. Fue<br />

en 1979, cuando la primera imagen de uno de<br />

estos halcones pálidos en libertad fue tomada<br />

por primera vez en la Isla Grande de Tierra<br />

del Fuego (Ellis y Glinski 1980). En 1980, una<br />

expedición compuesta por 3 personas (Ellis et<br />

al. 1981) encontró un pareja mixta (un halcón<br />

pálido macho junto a una hembra de peregrino<br />

austral con su clásica coloración) habitando<br />

un barranco de la Patagonia central. En esta<br />

oportunidad no se observaron huevos ni pollos,<br />

pero la presencia de esta pareja sugería una<br />

vez más que el halcón pálido y el halcón peregrino<br />

eran conspecíficos. Otra importante evidencia,<br />

si bien no concluyente, fue el hallazgo<br />

por parte del mismo grupo de investigadores,<br />

de un volantón de halcón pálido (Fig. 2) en una<br />

nidada con otros tres pollos de peregrino austral<br />

de morfo normal y atendido por una pareja de<br />

peregrinos también de coloración normal en la<br />

Patagonia sur. Debido a la posibilidad de que<br />

esta ave pálida se hubiera unido a esta familia<br />

de coloración normal, los autores, al reportar<br />

estas observaciones, titularon la publicación:<br />

Falco kreyemborgi: more pieces for the puzzle.<br />

Fig 3.Nidada<br />

mixta de<br />

pollos<br />

pálidos y<br />

normales,<br />

atendida por<br />

padres de<br />

coloración<br />

normal. Esta<br />

nidada<br />

aportó la<br />

solución<br />

definitiva al<br />

misterio.<br />

Foto:<br />

David<br />

H. Ellis.


Fig 4. El<br />

nido de la<br />

figura 3 es<br />

visto aquí<br />

sobre una<br />

señal que<br />

dice: Fin<br />

Camino<br />

Sinuoso.<br />

Foto:<br />

James<br />

K. Fackler.<br />

<strong>EL</strong> <strong>HALCÓN</strong> <strong>MÁS</strong> <strong>RARO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>MUNDO</strong>: <strong>LA</strong> <strong>FORMA</strong> <strong>PÁLIDA</strong> D<strong>EL</strong>…<br />

Entusiasmados con la idea de que una nueva<br />

expedición podría aportar finalmente una<br />

solución definitiva a este rompecabezas, tres<br />

grupos independientes se abocaron a estudiar<br />

esta especie en 1981. Numerosas observaciones<br />

fueron hechas en ese año, estableciéndose<br />

una relación entre los halcones pálidos<br />

y peregrinos. El 17 de Noviembre de 1981, la<br />

observación crucial fue finalmente hecha. Un<br />

nido fue encontrado en la zona central de la<br />

Patagonia norte (Fig. 3) donde dos peregrinos<br />

normales atendían una nidada mixta, incluyendo<br />

dos pollos normales y dos pálidos (Ellis y<br />

Peres 1983). Como a veces ocurre al perseguirse<br />

un objetivo esquivo con inusitada energía,<br />

ocurrió un pequeño milagro que acompañó el<br />

descubrimiento; el cartel apostado en el camino<br />

justo al pie del sitio de nidificación decía (Fig.<br />

4) “Fin Camino Sinuoso”. El final de una búsqueda<br />

extremadamente difícil es muchas veces<br />

denominado “Fin de un camino largo y sinuoso”.<br />

Nada más apropiado en este caso. De hecho,<br />

las tres expediciones realizadas ese año, incluyendo<br />

una liderada por Martin y Cesar Peres<br />

Garat y otra liderada por John Mc Nutt (1984),<br />

obtuvieron sólida evidencia no solo de que el<br />

halcón pálido era simplemente una forma de coloración<br />

del halcón peregrino austral, sino que<br />

además, la aves pálidas eran genéticamente<br />

homozigotas recesivas, y que la forma pálida<br />

era controlada por un simple par o grupo de<br />

genes que se manifiestan y comportan como si<br />

fueran heredados en una unidad única (McNutt<br />

1984). Aparentemente, el gen que codifica para<br />

este fenotipo pálido podría ser inestable, como<br />

lo evidencia la observación de aves con plumaje<br />

intermedio, es decir, no completamente pálidos.<br />

En particular, algunos ejemplares jóvenes (Ellis<br />

et al. 1981, Ellis y Peres 1983, McNutt 1984)<br />

pueden presentar un importante barreado ventral,<br />

en comparación con aquellos claramente<br />

pálidos y con otros que también presentan<br />

áreas con mayor pigmentación. Además, un<br />

ejemplar pálido tenía algunas plumas completamente<br />

oscuras en los flancos, similares a lo que<br />

se observa en juveniles de coloración normal.<br />

Un ejemplar macho adulto observado en dos<br />

años consecutivos (1980 y 1981) exhibía una<br />

101<br />

“cuña” de 20 plumas oscuras en el lado derecho<br />

del pecho, exactamente igual al color de los peregrinos<br />

de fenotipo oscuro. Todo esto parece<br />

sugerir que durante la embriogénesis los genes<br />

pálidos sufren mutación somática y retorno a la<br />

coloración normal. Si bien no pudimos observar<br />

plumas pálidas en peregrinos de morfo oscuro,<br />

estas observaciones sugieren que el gen o los<br />

genes que codifican para la coloración oscura<br />

serian la forma más estable.<br />

Una vez resuelto el misterio de los peregrinos<br />

pálidos en 1981, los estudios posteriores<br />

sobre estas aves fueron limitados. Cesar y Martin<br />

Peres Garat continuaron los monitoreos en<br />

la Patagonia argentina al mismo tiempo que comenzaron<br />

la cría en cautiverio a partir de aves<br />

coleccionadas en 1981 (Peres y Peres, 1985,<br />

Peres 1986). Desde entonces, no han sido publicados<br />

nuevos trabajos científicos al respecto<br />

ni reportes de investigaciones de campo hasta<br />

que en el año 2009, Andreani y nuestro equipo<br />

retomaron los estudios sobre esta especie en<br />

el campo.


102<br />

A continuación resumimos el conocimiento<br />

actual sobre los formas y coloración de la especie,<br />

al mismo tiempo que describimos brevemente<br />

los estudios que estamos llevando<br />

actualmente a cabo sobre la dieta, genética,<br />

demografía, estado de conservación y conocimiento<br />

biomédico de la especie en Argentina.<br />

Variaciones de coLor en Los haLco-<br />

nes peregrinos austraLes<br />

Los halcones peregrinos australes de coloración<br />

normal en la Patagonia son extremadamente<br />

variables (Ellis 1985). Algunas aves están<br />

ricamente pigmentadas ventralmente (Figs.<br />

5, 6 y 7), al igual que se observa en muchas<br />

subespecies de esta especie. Sin embargo,<br />

algunas aves en la Patagonia presentan ventralmente<br />

una coloración más clara (Figs. 8 y<br />

9) e incluso ciertos ejemplares son de plumaje<br />

blanco en el pecho (Fig. 10). Otras variaciones<br />

observadas en los peregrinos australes normales<br />

son la presencia de línea o “bigote” malar<br />

(Fig. 10) y manchas blancas (ocelli) en la nuca<br />

u occipucio. Las aves más oscuras parecen ser<br />

más comunes en el norte y noroeste de la Patagonia<br />

(son frecuentemente vistas en los Andes),<br />

los ejemplares de coloración normal más claros<br />

(Fig. 10) han sido observados en áreas esteparias<br />

del norte de Chubut.<br />

Considerando estas variaciones extremas<br />

en aves de morfo normal en la Patagonia, resulta<br />

sorprendente el hecho que en la forma<br />

pálida, tanto los ejemplares jóvenes como los<br />

adultos muy raramente presenten variaciones<br />

de coloración. Por ejemplo, cuatro halcones con<br />

plumaje de pollos pueden observarse y compararse<br />

en las figuras 1, 2, 3 y 11. Halcones<br />

adultos de la forma pálida pueden observarse<br />

en las figuras 13 y 14. En forma consistente, si<br />

bien sutil, se observan ciertas tendencias en<br />

pigmentación. En primer lugar, la coloración pálida<br />

de garras y pico son menos evidentes en<br />

los adultos que en los pollos (Figs. 1, 2, 3 y 11).<br />

En segundo lugar, las hembras adultas suelen<br />

tener una ligera coloración ocre o beige en la<br />

corona y cara (Fig. 12). En los machos (Fig.<br />

13) esto no fue observado. Sin embargo, el<br />

AECCA /ANUARIO 2010<br />

examen cercano de algunas remeras mudadas<br />

provenientes de ejemplares pálidos (pertenecientes<br />

a ambos sexos) revela esta coloración<br />

en los vexilos internos de algunas de ellas.<br />

genética de pobLaciones en eL haLcón<br />

peregrino<br />

Nuestro equipo también se encuentra estudiando<br />

el papel que juegan la dispersión y migración<br />

en la estructura genética evolutiva de<br />

los halcones peregrinos, una especie con una<br />

capacidad alta de dispersión y amplia distribución<br />

mundial. Específicamente, examinaremos<br />

las relaciones evolutivas entre poblaciones<br />

migratorias y residentes y, usando esos datos<br />

como base, examinaremos qué papel juegan la<br />

dispersión y la migración en la distribución geográfica<br />

actual. Esto requiere colectar muestras<br />

genéticas para cuantificar la diversidad genética<br />

en halcones peregrinos sudamericanos, incluyendo<br />

el halcón pálido y caracterizar totalmente<br />

sus poblaciones usando marcadores moleculares.<br />

Adicionalmente, estamos planeando usar<br />

esos datos para detectar diferencias genéticas<br />

Fig 5. Un<br />

macho de<br />

halcón<br />

peregrino<br />

extremadamente<br />

oscuro,<br />

rescatado<br />

de pollo por<br />

leñadores<br />

en la base<br />

de los<br />

Andes,<br />

Noroeste<br />

de la<br />

Patagonia,<br />

1980.<br />

Foto:<br />

David<br />

H. Ellis.


Fig 6.<br />

Ejemplar<br />

adulto, muy<br />

oscuro, de<br />

halcón<br />

peregrino<br />

austral<br />

cerca de su<br />

territorio<br />

de<br />

nidificación<br />

en<br />

Patagonia<br />

central,<br />

Noviembre<br />

2009.<br />

Foto:<br />

David<br />

H. Ellis.<br />

<strong>EL</strong> <strong>HALCÓN</strong> <strong>MÁS</strong> <strong>RARO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>MUNDO</strong>: <strong>LA</strong> <strong>FORMA</strong> <strong>PÁLIDA</strong> D<strong>EL</strong>…<br />

con respecto a dos subespecies que habitan<br />

Norteamérica (F. p. tundrius y F. p. anatum) al<br />

mismo tiempo que mediremos el flujo genético<br />

entre poblaciones norteamericanas y sudamericanas.<br />

Las poblaciones de halcones peregrinos en<br />

el hemisferio norte han sido ampliamente estudiadas<br />

en el aspecto ecológico y hasta cierto<br />

punto genético, específicamente, en Norteamérica<br />

(Brown et al. 2007) y Europa (Nesje et<br />

al. 2000; Jacobsen et al. 2008). Por otro lado,<br />

los peregrinos oriundos de Sudamérica han<br />

sido investigados ecológicamente (Ellis et al.<br />

1981; McNutt 1981; McNutt 1984; Vasina and<br />

Straneck 1984; Ellis 1985; Schoonmaker et al.<br />

1985; Ellis et al 2002; Kéry 2002 and 2007) pero<br />

no genéticamente. Contando con muestras de<br />

varias poblaciones (ver Fig. 15), incluyendo<br />

aquellas colectadas por nosotros, estamos testando<br />

diferentes hipótesis de expansión poblacional<br />

en el hemisferio occidental usando dos<br />

genes mitocondriales y marcadores nucleares.<br />

Estos deberían revelar procesos demográficos<br />

recientes e históricos que han contribuido en la<br />

distribución de esta especie. El ácido desoxirribonucleico<br />

(ADN) mitocondrial puede ser útil<br />

para discernir relaciones genealógicas históri-<br />

103<br />

cas entre poblaciones (Avise 2000; Zink y Barrowclough<br />

2008) mientras que los marcadores<br />

nucleares son útiles para investigar procesos<br />

demográficos recientes asociados con cambios<br />

en la estructura poblacional de la especie de<br />

interés (Ashley and Dow 1994; Jarne y Lagoda<br />

1996).<br />

Un beneficio adicional de los estudios genéticos<br />

realizados previamente, es que ahora<br />

existen veinte marcadores moleculares que<br />

también pueden ser usados para identificar el<br />

origen de individuos, esta técnica se conoce<br />

como genética forense. La cuantificación de<br />

la diversidad genética en el halcón pálido es<br />

asimismo una herramienta importante que tenemos<br />

para determinar la salud de las poblaciones<br />

silvestres.<br />

estado sanitario y saLud de Los haL-<br />

cones peregrinos austraLes<br />

Las aves rapaces son susceptibles a estar<br />

expuestas a un amplio número de agentes infecciosos<br />

y parasitarios, tanto en cautiverio como<br />

en vida libre (Cooper 2002). Así, muchos de<br />

estos patógenos y las enfermedades por ellos<br />

causadas, han sido consideras en el pasado


104<br />

como factores contribuyentes en la reducción<br />

del éxito reproductivo y declinación de ciertas<br />

poblaciones de aves de presa. Estas enfermedades<br />

también pueden afectar el bienestar de<br />

aves rapaces cautivas utilizadas en programas<br />

de conservación ex situ (Friend et al. 2001;<br />

Cooper 2002; Oaks et al. 2005). Sin embargo, la<br />

prevalencia de agentes bacterianos, fúngicos,<br />

virales y parasitarios causantes de enfermedades<br />

en rapaces silvestres, ha sido escasamente<br />

investigado en Argentina (Saggese 2007), y en<br />

el caso de los halcones peregrinos australes<br />

se carece por completo de información sobre<br />

la posible exposición a estos patógenos en dichas<br />

poblaciones. La lista de patógenos a los<br />

que estas aves son susceptibles es extensa,<br />

e incluye: (1) bacterias tales como Chlamydophila<br />

psittaci, Salmonella spp., Campylobacter<br />

spp., Mycoplasma spp., Mycobacterium spp., y<br />

Pasteurella multocida, (2) virus (Paramyxovirus,<br />

Adenovirus, Herpesvirus, Poxvirus, Influenza virus,<br />

y Arboviruses [como el virus del Oeste del<br />

Nilo]), (3) hongos (por ejemplo Aspergillus spp.,<br />

causante de aspergilosis), (4) protozoarios (Tri-<br />

AECCA /ANUARIO 2010<br />

chomonas spp. y Plasmodium spp.), (5) ectoparásitos,<br />

y (6) endoparásitos gastrointestinales y<br />

respiratorios.<br />

Tampoco han sido reportados para los<br />

halcones peregrinos australes los valores de<br />

referencia para bioquímica y hematología sanguínea.<br />

Estos contribuyen al diagnóstico de<br />

numerosas enfermedades y el de sus poblaciones.<br />

Al mismo tiempo, permiten establecer<br />

un pronóstico en aves cautivas enfermas y<br />

evaluar la respuesta a un tratamiento instaurado,<br />

ayudan a determinar su estado nutricional,<br />

y posibilitan el evaluar disrupción endócrina e<br />

incluso determinar el estado inmunitario de los<br />

individuos investigados.<br />

Numerosos pesticidas (organofosforados,<br />

organoclorados, estricnina, carbamatos y piretrinas,<br />

entre otros) son bien conocidos por<br />

afectar la reproducción en las aves de presa<br />

y causar episodios de mortalidad e incluso ser<br />

responsables por la declinación de ciertas poblaciones.<br />

En el pasado, ciertas poblaciones de<br />

rapaces incluyendo al halcón peregrino sufrieron<br />

severas reducciones por el uso de DDT y<br />

otros organoclorados (Cooper 2002), habiendo<br />

sido también reportada la exposición a organoclorados<br />

en los halcones peregrinos australes<br />

(Ellis 1985). En la Patagonia argentina,<br />

los halcones peregrinos podrían ser también<br />

susceptibles al uso de organofosforados y estricnina<br />

utilizados para combatir zorros, pumas<br />

y otros carnívoros acusados por los ganaderos<br />

de depredar el ganado ovino y bovino. Más aun,<br />

el uso de munición de plomo para la caza deportiva,<br />

subsistencia y control de carnívoros en<br />

esta zona, genera inquietud sobre el potencial<br />

efecto de este metal en estas aves. Así, nuestros<br />

objetivos incluyen (1) establecer valores de<br />

referencia basales de hematología, bioquímica<br />

clínica y colinesterasa plasmática, (2) investigar<br />

la prevalencia de exposición a agentes infecciosos<br />

y parasitarios seleccionados, (3) evaluar el<br />

papel que estos patógenos pueden tener sobre<br />

las poblaciones de peregrinos y (4) investigar<br />

la exposición al plomo y otros contaminantes<br />

ambientales.<br />

Fig 7.<br />

Halcón<br />

peregrino<br />

austral de<br />

morfo<br />

normal y<br />

moderadamente<br />

oscuro.<br />

Foto:<br />

David<br />

H. Ellis.


Fig 8.<br />

Halcón<br />

peregrino<br />

austral de<br />

morfo<br />

normal y<br />

moderadamente<br />

oscuro<br />

defendiendo<br />

su<br />

territorio<br />

en la<br />

Patagonia<br />

sur.<br />

Foto:<br />

R. Wayne<br />

Nelson.<br />

<strong>EL</strong> <strong>HALCÓN</strong> <strong>MÁS</strong> <strong>RARO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>MUNDO</strong>: <strong>LA</strong> <strong>FORMA</strong> <strong>PÁLIDA</strong> D<strong>EL</strong>…<br />

Desde el año 2009 iniciamos la toma de<br />

muestras biomédicas en pollos mayores a las<br />

tres semanas de vida y en volantones. Todas<br />

las aves examinadas son sometidas a un examen<br />

físico completo, determinación del peso<br />

corporal y morfometría. Una muestra de sangre<br />

equivalente a no más del 1% del peso corporal<br />

del ave es colectada de las venas basílica y/o<br />

yugular con jeringas, y empleando heparina<br />

como anticoagulante para hematología, bioquímica<br />

sanguínea, determinación de la actividad<br />

de la colinestarasa plasmática y serología.<br />

Hisopados cloacales, conjuntivales, faríngeos<br />

y esofágicos son examinados, cultivados e investigados<br />

por técnicas moleculares para detectar<br />

la presencia de patógenos bacterianos<br />

como Salmonella spp. y/o parásitarios como<br />

Tricomonas spp., entre otros, en estas aves.<br />

Una vez completados estos análisis, esperamos<br />

que los resultados obtenidos, sumados a la<br />

información biológica y genética obtenida, nos<br />

permitan evaluar el potencial impacto que las<br />

enfermedades infecciosas y parasitarias y los<br />

contaminantes ambientales puedan tener sobre<br />

los peregrinos australes en la Patagonia.<br />

105<br />

ocupación de Los sitios de nidificación<br />

y productiVidad<br />

En el año 2009, revisamos 20 territorios donde<br />

ejemplares adultos de este halcón habían<br />

sido previamente encontrados en los años 1980<br />

y/o 1981, con el fin de determinar si después<br />

de 30 años éstos continuaban siendo ocupados<br />

por halcones peregrinos (Fig. 16). Dado<br />

que los pollos dejan el nido aproximadamente<br />

a las seis semanas de edad, como también al<br />

hecho de que los territorios monitoreados están<br />

ubicados a considerables distancias uno<br />

de otros (por ejemplo, hay aproximadamente<br />

1.300 kilómetros de separación entre los territorios<br />

más extremos conocidos por nosotros), la<br />

oportunidad de investigar todas estas áreas potenciales<br />

con suficiente tiempo en la Patagonia<br />

es logísticamente bastante limitada. Por ello,<br />

en el 2009 preferimos centrar nuestros esfuerzos<br />

en evaluar cuidadosamente 17 de estos 20<br />

territorios donde ejemplares adultos ya habían<br />

sido vistos previamente, y en donde los barrancos<br />

estaban bien delimitados permitiendo su<br />

completa investigación, y donde la ocupación<br />

de los mismos por halcones peregrinos podía


106<br />

ser determinada con seguridad. En 11 de estos<br />

17 territorios habíamos confirmado actividad<br />

reproductiva (huevos y/o pollos). Así, encontramos<br />

parejas ocupando ocho (72%) de estos<br />

territorios, pudiendo evaluar productividad en 7<br />

de ellos. Cuatro parejas (57%) estaban criando<br />

pollos. Además, nuevos territorios fueron<br />

investigados, incluyendo 3 áreas encontradas<br />

en el 2008 y en el 2009 unas 12 nuevas parejas<br />

fueron detectadas, mientras que en los otros<br />

3 territorios adicionales se observaron también<br />

individuos. Así, en esta primera temporada<br />

pudimos evaluar productividad en 14 de estas<br />

nuevas 15 parejas; 11 (70%) de las 14 tenían<br />

pollos. Combinando el éxito de cría de estos 7<br />

sitios previamente conocidos y los 14 nuevos<br />

nos demuestra que 15 de 21 sitios fueron productivos<br />

(71%).<br />

Debido a las limitaciones de tiempo y de las<br />

grandes extensiones a recorrer, apenas la ocupación<br />

de los sitios y productividad eran determinadas,<br />

nos desplazábamos al próximo sitio<br />

sin posibilidad de retornar. Esto no nos permitió<br />

evaluar cuantos pollos abandonaron el nido. Sin<br />

embargo, para siete de estos sitios donde los<br />

pollos tenían 35 o más días de edad y habían<br />

dejado el nido o estaban próximos a hacerlo,<br />

pudimos contabilizar un total de 18 pollos, lo<br />

que indicaría un promedio de 2,6 pollos/pareja<br />

exitosa.<br />

En el 2009 visitamos seis territorios con uno<br />

o dos halcones pálidos (P) adultos. Por tanto,<br />

debería ser posible en el futuro comparar la<br />

productividad de parejas ( P x P) con otras mixtas<br />

(P x normal [N] y N x P) como también con<br />

AECCA /ANUARIO 2010<br />

parejas (N x N). A continuación presentamos<br />

algunos datos preliminares de nuestro estudio<br />

combinados con la información obtenida por<br />

otros investigadores en el pasado. Resultados<br />

de nuestras investigaciones a realizarse durante<br />

la campaña 2010 permitirá obtener nueva<br />

información y probablemente comparar mejor<br />

productividad entre diferentes formas de este<br />

halcón.<br />

Combinando todos los estudios realizados<br />

desde 1981 hasta el año 2009 (Ellis y Peres<br />

1983, McNutt 1984, Peres and Peres 1985,<br />

Andreani 2009, y nuestras observaciones), solamente<br />

podemos reportar productividad para<br />

8 intentos de cría realizados por parejas de la<br />

forma pálida (Tabla 1). Los resultados obtenidos<br />

son promisorios: 7 de estas 8 parejas produjeron<br />

al menos un pollo. Para 6 de los 7 sitios<br />

exitosos, el número de pollos producidos fue de<br />

11. Así, los valores de productividad obtenidos<br />

fueron de 1,6 pollos (11/7) por pareja o de 1,8<br />

pollos (11/6) por pareja exitosa.<br />

presas de Los haLcones peregrinos<br />

austraLes<br />

La dieta de los halcones peregrinos en la<br />

Patagonia (McNutt 1981, Peres y Peres 1985,<br />

Fig 9.<br />

Halcón<br />

peregrino<br />

austral de<br />

morfo<br />

normal, con<br />

el pecho<br />

notoriamente<br />

blanco, en<br />

Patagonia<br />

sur.<br />

Foto:<br />

David<br />

H. Ellis.<br />

Fig 10.<br />

Halcón<br />

peregrino<br />

austral de<br />

morfo<br />

normal,<br />

extremadamente<br />

claro,<br />

en la<br />

Patagonia<br />

norte,<br />

1981.<br />

Foto:<br />

David<br />

H. Ellis.


Fig 11.<br />

Pollo<br />

pálido.<br />

Patagonia sur,<br />

Diciembre<br />

2009.<br />

Las áreas<br />

blancas<br />

presentes<br />

en los<br />

adultos son<br />

de un color<br />

ocre o<br />

acanelado<br />

en los<br />

ejemplares<br />

jóvenes.<br />

Fig 12.<br />

Hembra<br />

adulta de<br />

morfo<br />

pálido.<br />

Patagonia sur,<br />

Diciembre<br />

2009.<br />

Fotos:<br />

Davis<br />

H. Ellis.<br />

<strong>EL</strong> <strong>HALCÓN</strong> <strong>MÁS</strong> <strong>RARO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>MUNDO</strong>: <strong>LA</strong> <strong>FORMA</strong> <strong>PÁLIDA</strong> D<strong>EL</strong>…<br />

Ellis et al. 2002), si bien ha sido estudiada a<br />

partir de un número de muestras relativamente<br />

pequeño (solo 200 muestras provenientes<br />

de restos de presa) incluye una sorprendente<br />

variedad de aves (55 especies pertenecientes<br />

a 26 familias). Si las observaciones realizadas<br />

por McNutt (1981) de halcones peregrinos persiguiendo<br />

otras especies de aves fueran incluidas<br />

en esta lista, podría extenderse aun más.<br />

Sin embargo, es bien conocido que los peregrinos<br />

adultos pueden realizar ataques sobre<br />

107<br />

aves que no suelen formar parte de su dieta ni<br />

son presas de ellas, al redirigir o desplazar su<br />

agresión territorial hacia ellas cuando las personas<br />

se acercan a sus sitios de nidificación. Por<br />

ejemplo, ejemplares adultos de bandurria austral<br />

Theristicus melanopis rara vez parece estar<br />

presente entre los restos presa, por lo tanto el<br />

ataque observado a esta especie en la figuras<br />

17 y 18 la interpretamos como una respuesta a<br />

la presencia cercana de nuestro equipo, al sitio<br />

de nidificación de este halcón.


108<br />

Las observaciones de caza incluyen dos<br />

técnicas normalmente no asociadas con halcones<br />

peregrinos. Hemos podido confirmar las<br />

observaciones de McNutt (1981), quien describe<br />

el vuelo sobre el borde de los acantilados<br />

(rim flying en ingles). Utilizando este método, el<br />

halcón recorre la línea del acantilado frente al<br />

mismo y justo por debajo de su borde, después<br />

a intervalos barre el borde del acantilado y continua<br />

volando rápidamente paralelo al mismo.<br />

Después de recorrer 50 metros por encima del<br />

borde se lanza nuevamente y continúa volando<br />

ahora por debajo del mismo, alternando este<br />

patrón repetidamente. Nuestra impresión fue<br />

que estos intentos servirían para mantener velocidad<br />

mientras vuela y se oculta debajo del<br />

acantilado, para luego elevarse por encima<br />

del borde y sorprender a la posible presa en<br />

la vegetación existente a lo largo de la cima<br />

del mismo. La utilización de esta técnica podría<br />

resultar muy ventajosa, dependiendo de la dirección<br />

del viento por encima y debajo del borde<br />

del acantilado.<br />

La segunda y sorprendente táctica de caza<br />

fue nuestra observación de halcones adultos<br />

“flotando” enfrente del acantilado mientras in-<br />

AECCA /ANUARIO 2010<br />

vestigábamos los nidos de bandurria. También<br />

encontramos crías de bandurria muertas en sitios<br />

de nidificación de peregrinos y cercanías.<br />

McNutt (1981) describió la técnica de ataque<br />

de los halcones peregrinos a las crías de bandurria.<br />

Incluso observo un adulto de peregrino<br />

matando y alimentándose de una cría de bandurria<br />

en su nido.<br />

Con estos antecedentes, en el 2009 colectamos<br />

restos de presas debajo de todos<br />

los sitios de nidificación, además de aquellos<br />

encontrados dentro de los nidos a los que se<br />

pudo acceder con el fin de comparar las listas<br />

de presas entre halcones pálidos y normales<br />

vecinos. Nuestra hipótesis es que las extremas<br />

diferencias de apariencia entre las aves normales<br />

y pálidas se reflejaran también en una<br />

diferente habilidad para aproximarse y capturar<br />

algunas especies de presa. Los peregrinos<br />

pálidos en vuelo se asemejan ventralmente a<br />

gaviotas, siendo mucho más difícil su detección<br />

contra el cielo cuando este está cubierto por<br />

nubes grises que para el caso de los halcones<br />

peregrinos de coloración normal. Los estudios<br />

sobre la dieta están aun en progreso, habiéndose<br />

colectado hasta el 2009 unos 100 restos<br />

Fig 13.<br />

Macho<br />

adulto de<br />

halcón<br />

peregrino<br />

austral<br />

forma<br />

pálida.<br />

Foto:<br />

R. Wayne<br />

Nelson.


Fig 14.<br />

Hembra<br />

adulta de<br />

morfo<br />

pálido.<br />

Patagonia<br />

argentina.<br />

Foto:<br />

David<br />

H. Ellis.<br />

<strong>EL</strong> <strong>HALCÓN</strong> <strong>MÁS</strong> <strong>RARO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>MUNDO</strong>: <strong>LA</strong> <strong>FORMA</strong> <strong>PÁLIDA</strong> D<strong>EL</strong>…<br />

de presas. Estos provienen en su mayoría de<br />

parejas de coloración normal, muy alejadas de<br />

aquellas de coloración pálida, no permitiéndonos<br />

por el momento realizar comparaciones<br />

entre ambas formas. Sin embargo, el análisis<br />

preliminar de estos restos y remanentes de presa<br />

permitió hasta ahora agregar 10 nuevas especies<br />

de aves a la lista de presas consumidas<br />

por los halcones peregrinos en la Patagonia.<br />

Esperamos enfatizar la comparación pálidonormal,<br />

a través del hallazgo de nuevos sitios<br />

de nidificación ocupados por parejas pálidas en<br />

nuestra campañas del 2010 y 2011.<br />

conserVación de Los haLcones pere-<br />

grinos austraLes<br />

Los halcones peregrinos en la Patagonia argentina<br />

están distribuidos en forma espaciada<br />

y remota, y parecieran estar reproduciéndose<br />

sin problemas. A priori estaríamos inclinados a<br />

pensar que no habría razones evidentes para<br />

estar preocupados por su situación poblacional.<br />

De hecho, es considerada no amenazada en<br />

Argentina (López Lanús et al. 2008). Sin embargo,<br />

el halcón peregrino no ha sido suficientemente<br />

investigado en este país y recién ahora<br />

109<br />

estamos develando lentamente su estado de<br />

conservación en la Patagonia. Esperamos que<br />

nuestros estudios permitan tener un mejor entendimiento<br />

del mismo.<br />

Si los halcones peregrinos australes, incluyendo<br />

su forma pálida, fueran utilizados para cetrería<br />

en Argentina y extraídos de la naturaleza en<br />

gran número, existe el riesgo de que esta subespecie,<br />

y en particular los halcones pálidos, puedan<br />

pasar a estar amenazados o en peligro muy<br />

rápidamente. Además, esto tendría un impacto<br />

seguramente negativo sobre el balance a largo<br />

plazo entre estas formas, con implicaciones para<br />

su ecología difíciles de determinar. Es importante<br />

señalar que en Argentina existen leyes nacionales<br />

y provinciales que no permiten la extracción<br />

de ejemplares de esta especie ni de ninguna otra<br />

ave de presa. Sin embargo, la extracción y tráfico<br />

ilegal de pollos y adultos de halcón peregrino para<br />

suplir demandas a nivel nacional e internacional,<br />

se sabe que ocurre en numerosos sitios donde<br />

estas aves nidifican en Argentina. Dado las características<br />

ilegales de este tráfico, la extensión de<br />

este problema no es completamente entendida,<br />

pero genera gran preocupación.


110<br />

Muchas especies de halcones están y han<br />

estado amenazadas o en peligro a nivel mundial.<br />

Los cetreros ciertamente han jugado un<br />

papel esencial en la conservación del halcón<br />

peregrino y otras especies de aves de presa a<br />

través de sus esfuerzos para promover la práctica<br />

responsable de esta actividad y hacer respetar<br />

las legislaciones existentes dedicadas a la<br />

conservación de las aves rapaces. Los cetreros<br />

han tenido también un papel sumamente importante<br />

en el desarrollo de técnicas aplicadas a la<br />

rehabilitación de ejemplares y en la implementación<br />

de programas de cría en cautividad como<br />

medidas de conservación ex situ que en muchos<br />

casos han contribuido a la recuperación<br />

de especies seriamente amenazadas. Además,<br />

los practicantes de este arte juegan un papel<br />

fundamental en todos los aspectos relacionados<br />

con la educación de aspirantes a cetreros<br />

y del público general, sobre los problemas de<br />

conservación de las aves rapaces. Lamentablemente,<br />

en los últimos años, la sobreexplotación<br />

de algunas especies para su uso en cetrería,<br />

como es el caso de los halcones sacres en<br />

Asia, condujo a la declinación e incluso a la<br />

extirpación total de ciertas poblaciones de esta<br />

especie a lo largo de su distribución en lo que<br />

constituía antes la Unión Soviética y en otros<br />

países de Asia. Nunca antes en la historia la<br />

cetrería habría puesto en peligro a la población<br />

de una especie de ave de presa. Contamos con<br />

que los cetreros y la práctica responsable de la<br />

cetrería están naturalmente asociados a la conservación<br />

de las aves rapaces. Sinceramente<br />

AECCA /ANUARIO 2010<br />

esperamos que todos aquellos que leen este<br />

artículo y comparten estos ideales, nos acompañen<br />

y apoyen en nuestros esfuerzos para estudiar<br />

y proteger este maravilloso y único tesoro<br />

que nos pertenece a todos: El halcón pálido de<br />

la Patagonia.<br />

agradecimientos<br />

Este proyecto ha recibido el generoso apoyo<br />

de numerosas instituciones, entre ellas el<br />

Schubot Exotic Bird Health Center, Western<br />

University of Health Sciences, Field Museum<br />

of Natural History y Lafeber Company. Los autores<br />

agradecen también a John M. Bates, Lora-<br />

Kim Joyner, Ted Lafeber, Teresa Morishita y Ian<br />

Tizard por su permanente apoyo. Un donante<br />

anónimo aporto fondos para la participación de<br />

David Ellis y Wayne Nelson en la campana 2009<br />

y 2010. La Fundación de Historia Natural Félix<br />

De Azara, Dirección de Fauna de la Republica<br />

Argentina, Museo Argentino de Ciencias Naturales<br />

“Bernardino Rivadavia” y las direcciones<br />

de Fauna de las provincias de Chubut y Santa<br />

Cruz contribuyeron con diferentes aspectos de<br />

nuestro estudio en la Patagonia. Finalmente,<br />

agradecemos a todos los propietarios de estancias<br />

en la Patagonia, por permitirnos acceder a<br />

las mismas.<br />

Fig 15.<br />

Zonas<br />

geográficas<br />

donde se<br />

han<br />

colectado<br />

muestras de<br />

halcones<br />

peregrinos<br />

para<br />

análisis<br />

genéticos<br />

(httpwww.ar<br />

cgisonline).<br />

Mapa:<br />

Isabel C.<br />

Caballero y<br />

Miguel D.<br />

Saggese.<br />

Fig 16. Los<br />

paredones y<br />

barrancos<br />

de la estepa<br />

patagónica,<br />

son el lugar<br />

adecuado<br />

para la<br />

nidificación<br />

de halcones<br />

peregrinos.<br />

Foto:<br />

R. Wayne<br />

Nelson y<br />

David<br />

H. Ellis.


Fig 17.<br />

Bandurria<br />

austral en<br />

su cantíl.<br />

Foto:<br />

David<br />

H. Ellis.<br />

<strong>EL</strong> <strong>HALCÓN</strong> <strong>MÁS</strong> <strong>RARO</strong> D<strong>EL</strong> <strong>MUNDO</strong>: <strong>LA</strong> <strong>FORMA</strong> <strong>PÁLIDA</strong> D<strong>EL</strong>…<br />

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Fig 18.<br />

Peregrino<br />

atacando a<br />

una<br />

bandurria.<br />

Foto:<br />

David<br />

H. Ellis.

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