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Edición Bimestral
Año 3
2009
Distribución gratuita
Ediciones Andares
Parqu e Nacional Lo s Alerces
Expedición al
Krügger

Alquimia Viajes Turismo y Expediciones I E.V.T. Legajo No: 10.529
Exp: No 905/99 - Res: No784/01 Disp:969/09

élix Baumgartner será movilizado en
una capsula elevada por un globo de
F helio hasta llegar a una altura de 37
mil metros y, desde allí, se lanzará. Según
explicó la organización en su página web, se
calcula que alcanzará los 1.110 kilómetros por
hora en caída libre y, de esa manera, superará
la velocidad del sonido.
En 1960, Joe Kittinger vio el mundo de
que ningún hombre había visto antes 32 km
sobre la superficie.terrestre Joe estableció el
récord de la mayor salto en paracaídas
La más larga y más rápida caída libre.hasta la
fecha, estos registros aun no se han roto
En 2007, Joe conoció felix por primera vez
Los desafíos que plantea Red Bull Stratos
cuentan con el apoyo de médicos, investigadores
y científicos que trabajan para que la
misión se realice sin mayores inconvenientes.
Si Baumgartner cumple su meta, no sólo
romperá varios récords sino que los datos que
pueda recoger servirán para el mejoramiento
de los programas aeroespaciales.
Baumgartner, según calculan los
especialistas, descenderá en 35 segundos y,
especial
"Red Bull Stratos, una misión al borde del espacio", una vez
más, la superación de los límites humanos: el piloto austríaco
Felix Baumgartner será enviado a la estratósfera
desde donde se arrojará en caída libre.
al llegar a la
tierra un
paracaídas se
activará en forma
automática. Las
declaraciones del
piloto han sido
positivas aunque
reconoce: “Se trata
realmente de un paso
hacia lo desconocido.
Nadie puede anticipar
con precisión cómo
reaccionará el cuerpo
humano en la transición a
velocidades supersónicas”.
El piloto, de 40 años, es
campeón de paracaidismo y de
salto base y es famoso por un vuelo
que realizó al cruzar el canal Inglés usando un
ala de carbono.
Su curriculum carga con varios récords y
misiones relacionados a los saltos en caída
libre: en 1997 ganó el campeonato mundial de
salto de base en West Virginia.
Dos años más tarde, batió un
récord desde las torres
Petronas, en Malasia. En el
año 2004 realizó un salto base
desde el puente más alto del
mundo (puente de Millau,
Francia).
Si bien aún no se conoce
la fecha exacta, el desafío
será transmitido por la cadena
BBC a través de un documental
que se reproducirá en todo
el mundo por National
Geographic.
3

Sumario
Más rapido que el sonido
Director / Propietario
Marcos Ferrer
Participaron de esta edición
Teresita Regueiro Marcelo Gargiulo
Marcos Ferrer Adrián Sánchez
Rodrigo Panichine Flores Guillermo Tula
Hernan Sein Marcelo Espinosa
Bernardo Frau Javier Cata Dolso
Agradecimientos
Club de Corredores You Extreme
Noticias OutDoor Viajes Sudamerica
Mountain y mas Red Bull
Foto de Tapa
Hernan Sein
Fotografías
Red Bull Adrián Sánchez
Rodrigo Panichine Flores Makalu
Revista de Aventura, Deportes Extremos, Medio
Ambiente y Turismo. Registro de la propiedad
Intelectual en tramite
Dirección: 65 nº 287 (1 y 115), La Plata Bs As
Tel:(0221) 4254577
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Queda prohibida la reproducción no autorizada total o
parcial de los textos publicados, mapas, ilustraciones y
gráficos incluidos en esta edición.
Supervivencia Informe Aconcagua Lugares
Montañismo Huascaran
Trekk. Patagonia de Aysén
Cuentos
Rincón Técnico MTB
Montañismo Entrenamiento
Andar extremo Moquehue
Kayak Expedición al Krügger
Carreras Vuelta al Lacar
Carreras Cruce de los Andes
Josefina Peña Eleonora Peña
Hernan Sein Lucas bylo
Creando Caminos Club de Corredores
Javier Cata Dolso Teresita Regueiro
Diseño Gráfico
Marcos Ferrer centaurourbano@hotmail.com
Preimpresión
Fotocromos Mako
Carreras XK Race
Andar extremo El Bolson
Notas y Noticias
La Dirección de esta publicación no se hace
responsable de las opiniones en los artículos
firmados, los mismos son responsabilidad de
sus propios autores. Las consecuencias de
practicar deportes extremos pueden ser muy
peligrosas.
Las notas publicadas en este medio no
reemplazan la debida instrucción por parte de
personas idóneas.
El staff de Andar Extremo colabora ad-honorem,
si deseás publicar un relato o nota comunicate
a nuestro mail.
Competencias
...lo impor tante es que estés tranquilo,
cuando la leas...
*Martín Capel, Guía de Moquehue, Villa Pehuenia, Neuquen
REVISTA ANDAR EXTREMO
Escalada Iker Pou
Clasificados
Agenda
Notas y Noticias
Notas y Noticias
STAFF
Año3 Nº 7
mar/abril
2010

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Showroom y ventas Plaza Este 3669 Capital, De lunes a viernes de 10 a 18 y sabados de 10 a 14 hs 011 52900725/0733

Con la idea de descender el Río Papagayo
en la parte oeste del Estado de Guerrero,
México- en kayak y gomones, cinco
aventureros emprendieron en septiembre
del año 2001 una odisea en la que, entre
rápidos cada vez más intensos y la selva
desconocida, sintieron volver a nacer
después de tres días de supervivencia.
l grupo liderado por el empresario
de turismo Gerardo Peniche viajó
E desde Acapulco hasta la localidad de
Carrizal del Pinzón para comenzar a
descender por el río. Contaban con dos
kayaks a cargo de Diego y Alex; el resto del
equipo -Tío Joe, Ulises y Bárbara- viajaba en
una balsa con capacidad para seis personas.
La meta era realizar rápidos que nunca se
habían hecho, bajar el río en una excursión de
dos días y llegar a Rosedal. La llegada a
Carrizal del Pinzón fue bastante accidentada,
los 300 kilómetros entre Acapulco y el punto
de partida les llevó seis horas por caminos de
montaña. En ese momento, Gerardo le da las
indicaciones al chofer de la camioneta para
que los vaya a buscar después de dos días a
Rosedal, donde planeaban el fin de la travesía.
El primer día transcurrió sin problemas y,
cerca de la 1 p.m., luego de inflar el gomón y
de preparar los kayaks que conducirían Diego
y Alex, partieron río abajo. Los kayaks iban
adelante haciendo el reconocimiento del río y
la balsa detrás. Al principio, el río estaba
tranquilo y navegaban fácilmente, hasta que
comenzó a ponerse bravo.
Cuando uno navega en rafting previene la
acción de comando unos 20 metros antes para
poder ir sorteando las dificultades con tiempo;
estos cálculos comenzaron a fallar y las
maniobras eran sobre la marcha, por esta
razón deciden que los más inexpertos bajen y
sorteen el río por las piedras mientras los mas
expertos continuarían río abajo.
Ladearon un codo y tomaron rápidos con
más intensidad, comenzó a haber cada vez
por Ferrer
Marcos
Fuente:
“Vivir para
contarlo”
Discovery
Chanel
más rocas, lo que tornaba todo más peligroso.
Indudablemente, llego lo peor: el gomón se dio
vuelta y tío Joe quedo atrapado más de un
minuto en un remolino debajo del agua. Por
suerte quedo agarrado a una piedra y pudo
volver a la superficie.
Superando el susto, a las 7 y media de la
tarde, y luego de reponer energías, decidieron
seguir un poco más hasta encontrar un claro
en donde pasar la noche. Y así, llegaron hasta
una playa donde amarraron todo el equipo
para no perder nada en un supuesto caso de
crecidas.
Los 40° C que padecían durante el día se
revertían a la noche: la sensación térmica
bajaba mucho. Una vez en la playa intentaron
comunicarse por radio pero fue en vano y,
Superviencia
mientras trataban de conciliar el sueño, el río
comenzó a crecer; al principio lo controlaban
con unas varillas pero siguió creciendo y
tuvieron que llevar el campamento a unas
rocas y estuvieron, lo que quedaba de la
noche, sentados esperando que amaneciera.
Por la mañana el río volvió a su cauce
normal y decidieron continuar, ya que estaban
supuestamente- a medio día de Rosedal.
Al principio iban sin dificultades pero, a
los pocos kilómetros, llegaron a unos rápidos
rodeados de murallones. La incertidumbre
de no saber qué es lo que vendría hacia que
los navegantes no remen, lo que era aún más
peligroso.
El grupo deliberó y decidió no continuar
por el río. Sabían que la opción de ir por la
selva era difícil pero la mayoría de los
integrantes no querían saber nada con
regresar al agua. Entonces, comenzaron a
subir y se adentraron en la selva con todo el
equipo, incluso la balsa desarmada.
El calor agobiante combinado con la
humedad empezó a afectar los ánimos del
grupo. Todos coincidían en dejar abandonado
el equipo menos Alex, que no quería perder
su kayak, hasta que desistió porque estaban
muy cansados para llevar esa carga.
No tenían ni comida ni agua y la
pendiente era cada vez más abrupta. La selva
presentaba muchos obstáculos y, como si
fuera poco, una de las integrantes, Bárbara,
perdió sus sandalias y tuvo que continuar
caminando descalza. Para acentuar su

pesadilla, un cactus lastimó sus manos y
quedó inmovilizada gritando. Sin embargo, la
convencieron para llegar a la cumbre de la
ladera que estaban subiendo, pensando que
atrás iba a estar el pueblo, pero nada: al llegar
solo se veía selva y más selva.
Completamente mojados por la
transpiración y con la garganta seca, se
quedaron petrificados. Tío Joe entró en shock
y Bárbara lloraba sin consuelo. Fue así que
Gerardo y Diego decidieron bajar al río
nuevamente. El plan era que ellos desciendan
lo más rápido posible y marchen en busca de
ayuda, los demás bajarían al otro día y
esperarían el rescate en el río.
Diego y Gerardo comenzaron su nuevo
camino, hasta darse cuenta que era más
peligroso que subir y, a menos de tres horas de
haber partido, eligieron pasar la noche y
continuar de día para buscar ayuda. Era tanta
la sed que llegaron a chupar el rocío que se
juntaba en la superficie de las mantas
metálicas con las que se cubrían. Mientras,
algunos en la cumbre tomaban su propio orín.
Al tercer día emprendieron nuevamente su
caminata en busca del pueblo, luego de unas
cuantas horas, un chorrillo de agua que
You eXtreme es el primer portal que nace con el objeto de desarrollar y difundir
los deportes extremos.
Yoy eXreme siente la adrenalina y el vértigo como forma de vida, busca
incentivar la práctica de los deportes de acción en contacto con la naturaleza.
para que conozcas tus propios extremos y vivas tus propios sueños de libertad.
encontraron en el camino les devolvió algo de
ánimo para seguir adelante.
Cerca de las 2 y media de la tarde, los dos
aventureros encontraron un camino de
animales y, una hora más tarde, reconocieron
una mancha blanca entre la vegetación: ¡si!,
era una casa de un poblador, que al verlos
llegar les apuntó con un arma. Al principio, el
hombre no les creía, pero después de unos
minutos recordó que en el pueblo andaba un
helicóptero buscando gente perdida. El
helicóptero de rescate había sido llamado por
el chofer de la camioneta que los había ido a
buscar a Rosedal.
Gerardo y Diego se separaron para poder
rescatar al resto del equipo lo antes posible.
Gerardo fue corriendo acompañado por el hijo
del dueño de la casa hasta el pueblo. Por su
parte, a Diego lo acompañan tres lugareños a
ir hasta el río a buscar a los demás, quienes
estaban sentados en las rocas cuando Diego
gritó de alegría al verlos.
Al poco tiempo, un helicóptero de la
guardia civil se asomaba entre los árboles.
Cuando Gerardo exhausto, luego de
correr 15 kilómetros- llegó al pueblo, le
R
informaron que habían encontrado con vida al
resto de los integrantes del grupo.
El deseo, la esperanza, y la expectativa de
vivir alimentaron a los cinco excursionistas
que -después de tres días sumergidos en la
selva y sorteando diferentes obstáculos:
desde el calor, la falta de comida y agua, y los
rápidos furiosos- pueden contar su odisea en
el Río Papagayo.
andarextremo
todos los deportes
www.andaresaventura.com.ar

C
Cordillera Blanca
Trascurría 2007 tras varios años
de planificar ir a la Cordillera
Blanca, por fin se hacia realidad.
omenzamos aclimatando en la
quebrada Ishinca, realizando varios
nevados que superaban los 5000
metros, así nuestros organismos comenzaban
a aclimatarse para las exigencias que vendrían.
Tras una semana de buena aclimatación
partimos a la montaña mas alta del Perú.
Primer Intento
Al llegar al ultimo pueblo arreglamos los
burros y porteadores. Comenzamos el
ascenso avanzando entre árboles hacia
nuestro primer campamento, el paisaje es
increíble, el clima inmejorable.
Al día siguiente por un terreno complicado
para el peso que llevábamos, vemos que la
decisión del porteador fue una excelente
opción. Tras unas horas estamos en el Refugio
Don Bosco, realizamos noche fuera de el,
armando la carpa en el pórtico.
Al amanecer tras unos mates partimos al
C1 en el glaciar, la marcha es lenta y mi
compañero esta sintiendo los efectos de la
altura. Al llegar al campamento entablo una
relación con una cordada Chilena, que tras
hablar y evaluar con mi compañero como se
encuentra desiste de continuar y me acoplo a
los Chilenos.
Con las primera horas del día siguiente,
nos encontramos escalando y peleando en un
laberinto de grietas, nos dirigimos al Campo de
Este enorme macizo posee dos cumbres, la
Sur con sus 6768 m.s.n.m. es la quinta altura
del continente Americano y la Norte 6654
m.s.n.m. que desde enfrente observa a su
hermano menor. Ambas cumbres pueden ser
encadenadas desde un mismo campamento
en “La Garganta” el portezuelo que las une.
Ubicación:
Esta ubicado en la Republica del Perú, en la
cordillera Occidental de los andes centrales
del mismo País. El Parque Nacional
Huascarán se encuentra ubicado en el
departamento de Ancash.
la Garganta, el C2. El ritmo es aceptable, mis
nuevos compañeros están técnicamente muy
bien y físicamente el ritmo es muy similar.
Descansamos, vemos como se vuela una
carpa y queda al borde de una grieta (la
rescatan), hidratamos, comemos y
preparamos todo para la próxima jornada “el
intento de cumbre”.
Bien temprano y con varias horas de
oscuridad por delante partimos, una nevada
Primer Ascenso:
La cumbre Sur fue en 1932 por H. Bernard, P.
Borchers, E. Hein, H. Hoerlin, E. Schneider.
Temporada
De Junio a Agosto
Cartografiá
Cordillera Blanca Nord (Peru) 1:100.000
Alpenvereinskarte…
Ruta Normal:
Desde Huaraz dirigirse hasta la localidad de
Musho. Para llegar a la misma hay transportes.
MONTANISMO
por Adrián Sánchez
nocturna tapo todo rastro posible, 6 europeos
marcan la huella varios metros adelante, su
ritmo es increíble, por mas que nos
esforzamos nos resulta imposible alcanzarlos,
ciegamente los seguimos, saltando grietas,
pequeñas escaladas y por fin lo logramos
estamos con ellos, una gran pared al frente.
Se los ve discutir y nos comentan que no están
en condiciones de seguir con esa pendiente
(80 grados), sin pensarlo exclamamos a
Luego de realizar los tramites. Continuar por
el camino, pasando por varias casas
acequias y pequeñas plantaciones. Este
camino le dará paso a un sendero que llega
al campamento base Raimondi a 4225
m.s.n.m. Tiempo aproximado 5 horas.
Siguiendo por el sendero este desemboca
en un frente rocoso bien marcado, el mismo
sin mochila no presenta dificultades, en
cambio con carga debe tomarse todos los
recaudos posibles. Se llega al Refugio Don
Bosco a 4648 m.s.n.m. Tiempo aproximado
4 horas. Por arriba del mismo se encuentra el
Campamento Morena que permite instalar

'Escalar', tras cuatro largos con casi la misma pendiente, llegamos a la
conclusión que esta no es la ruta, los muchachos se equivocaron y
nosotros los seguimos.
Decidimos hacer lo mas lógico, la cumbre es para arriba..!!! uno o
dos largos mas y comienza a nevar copiosamente, se acabo, para
abajo y mañana intentaremos de vuelta.
Durante el descenso, la nevada se intensifica, continuo toda la
noche, casi 50 cm se han acumulado, las grietas mas chicas no se ven,
la montaña esta cargada, el lugar del campamento no se ve muy
seguro y tampoco tenemos comida para esperar que la nieve se
asiente.
Decidimos descender, con mucha precaución, al mejor ritmo
posible, tras una travesía una pequeña avalancha pasa por detrás del
ultimo, unos minutos después un ruido intenso y una gran nube nos
envuelve, a 200 metros nuestro un cono de avalancha enorme es el
saldo, sin pensarlo dos veces apretamos el acelerador y pasamos
rápidamente.
Unas horas mas tarde estamos levantando el equipo del C1 y
luego reencontrándome con mi compañero que me esperaba en el
refugio.
Descendemos a Huaraz y a descansar.
Segundo Intento
Mi compañero parte a Buenos Aires y con poco descanso vamos
de vuelta con los Chilenos. El apuro se debe a que mis nuevos
compañeros se les acaban los días y el acompañarlos se debe mas a
un agradecimiento que a estar convencido de este ascenso sin
descanso.
Repetimos todo el ascenso igual que en el primer intento, pero
tras partir del C1 abortamos, el físico no nos da y yo no me quiero
quemar, ya que de Perú no vuelvo sin la cumbre.
varias carpas. Hay agua. Continuar siguiendo las pircas en dirección
al gran macizo. Llegar al pie del glaciar y montarse sobre el. Al llegar
a una gran planicie con algunas pequeñas grietas en sus
inmediaciones se instala el C1 a 5319 m.s.n.m. Tiempo aproximado 4
horas. Internandose en un laberinto de grietas y seracs se llega al C2
ubicado al lado de un enorme grita a 5892 m.s.n.m. Tiempo
aproximado 6 horas.
Cumbre:
Continuar en dirección al portezuelo, para luego tomar
dirección S (montándose en la cara norte de la cumbre principal).
Ascender esta presentándose en sus primeros tramos, según la
temporada, posibles escaladas. Tras haber superado esos pasos
continuar ascendiendo el casquete glaciar evitando y sorteando
grietas. Tiempo aproximado 7 horas.

Tercer Intento
Tras un buen descanso y en solitario,
parto de nuevo, el planteo es llegar entero, que
utilizo, burros y porteador para todos los
campamentos.
La logística fue cambiar el sueño para
poder moverme de noche, la idea surgió de un
Mexicano que había logrado la cumbre varios
días a tras desde el refugio.
Con el campamento montado en la
garganta y tras solucionar el tema del
porteador, que a esta altura ya no era una
ayuda sino una gran molestia, preparo todo
para el intento de cumbre.
Hacia la Cumbre
La nieve es excelente, que cambio la
táctica radicalmente, con equipo completo de
pluma, ataco la cumbre de noche, muy liviano,
con la huella marcada y el camino correcto, las
dificultades son casi nulas, pequeñas
escaladas y en menos de 6 horas, me
encuentro en el punto mas alto de Perú, solo?
No, varios familiares me acompañan, esos que
no están y en los momentos intensos en la
Rural
Bike
50 km
Juveniles,
Caballeros y
Damas
18 a 29 años
30 a 39 años
40 a 50 años
25 km
recreativa
21 de mARZO
GOMEZ
www.retoalosvalientes.blogspot.com
retosrace@yahoo.com.ar
0221155562088 y 0221 470-6495
altura uno los recuerda y siente presente. El
intenso frío se encargo de casi todas las pilas y
mis dedos no están de lo mas felices con la
temperatura, que un descenso rápido,
dejando en el camino todas las estacas
necesarias.
En pocas horas mi sonrisa se debe de ver
desde Buenos Aires.
Tras desarmar el campamento C2 y
varios acontecimiento poco gratos me
encuentro extenuado a no mas de 2 kilómetros
del ultimo pueblito, con una importante
deshidratación y mucha sed. Por suerte un
arroyito surge entre los árboles (esos que
sabemos que no hay que tomar ya que están
en la zona de casas, “cloacas no hay”), que
ante la desesperación con mi mochila de 30
kilos me arrodillo y meto manos y cabeza
dentro de el, tomo todo el liquido que puedo.
De repente una sombra me cubre, al
comenzar a
levantar la cabeza
veo que en el agua
hay materia fecal y
la sombra era un
nuevo compañero
hidratándose
conmigo “un
chancho”. La
historia termina
tirado en una cama
en Huaraz, 48
horas con fiebre,
vómitos y diarrea
…
Leyenda
MONTANISMO
La historia cuenta que en épocas
incaicas, existía una tribu muy trabajadora y
pacífica; cerca a esta tribu, habían otras tribus
que también convivían en armonía con ellos.
Un día cualquiera, como de costumbre,
todos hacían sus quehaceres de siempre,
cuando un guerrero de la tribu vecina llega
malherido, a lo lejos fue divisado por un
guerrero guardián, que dio aviso al Gran Jefe.
Este ordenó ir a su encuentro y hacerlo llegar
hasta donde estaba él, llegó el guerrero con la
noticia, sangrando, malherido a consecuencia
de una flecha que le había caído a la pierna;

traía la siguiente noticia: su tribu había sido
conquistada, y que se acercaban a ellos, que
exactamente se encontraban a diez días de
llegar a ellos y que eran de la tribu de
Macchupicchu, que ampliaban sus dominios
asesinando y matando gente. Este guerrero
había escapado en medio de flechazos; el
Gran jefe ordenó curar y dar de comer a este
gran guerrero herido, así lo hicieron, pero esa
misma tarde murió.
El Gran Jefe ordenó a sus mejores
guerreros ir en busca del Jefe de esa tribu,
para hacer negociaciones de paz, a lo que este
guerrero fue llevando el mensaje; siendo
devuelto acompañado por el guerrero de
mayor trascendencia de esa tribu, él era
Huascar, quien tenía la orden de avisar al Gran
Jefe, que llegarían pacíficamente, y que tenia
que quedarse ahí para preparar el terreno para
estacionarse ahí.
Huascar llegó a la casa del Gran Jefe con
la noticia, éste ordenó a sus criados darle la
mejor habitación, alimentación buena, y que el
huésped sea muy bien atendido. Así lo hicieron,
y Huascar fue una persona muy bien atendida.
El Gran Jefe tenía una hermosa hija a
quien amaba mucho, de nombre HUANDY,
una doncella de 15 años de edad, rebosante
de belleza, la niña más hermosa del imperio.
Una tarde cuando Huascar paseaba por
la orillas del riachuelo, Huandy había bajado al
río a llevar agua, ordenada por su madre; ahí
Huascar la vio a los lejos, igualmente ella vio a
Huascar y cruzaron las miradas.
Huascar no podía dormir pensando en la
doncella tan hermosa. Ella igual pensaba en
el extraño guerrero hospedado en la tribu.
Cuando Huandy fue llevando sus alimentos a
la habitación de Huascar, se conocieron más
a fondo, y se citaron verse en la noche debajo
de la hermosa luna llena, en las orillas del río,
en la que ambos se encontraron y se
enamoraron; Huascar prometió hacer lo
imposible por el amor de ella, pero ella temía
porque su padre no toleraría la relación de su
hija con un guerrero de la otra tribu. Pero aun
así, ellos se escaparon de noche; el padre de
Huandy al enterarse que su hija había fugado
con el guerrero Huascar, ordenó a sus
mejores hombres ir detrás de ellos y
devolverlos; así lo hicieron, Huandy como
dama no podía correr cuesta arriba, siendo
atrapados por los guerreros y llevados a los
pies del Gran Jefe.
Este ordenó atarlos a los dos en lugares
estratégicos donde ambos se veían, y
condenados ahí a muerte; la tribu de Huascar
al enterarse de esto, el Jefe ordenó mantener
atado a Huascar en el lugar, hasta su muerte.
Huascar vio como moría atada su amada
Huandy al frente de él, pero sin poder tocarse,
habían sido separados por el riachuelo, es
decir uno en cada cerro fueron atados y
dejados a su suerte.
Huascar le prometió a su adorada
Huandy dentro de su agonía, antes que ella
muera, vengarse de este pueblo que les había
hecho daño, que no habían entendido el
inmenso amor que se tenían. Ahí murió
Huandy, sus lágrimas fueron tanto que ya
habían formado una enorme laguna, la
actualmente conocida como Llanganuco
(Warmi Cocha); las lágrimas de Huascar
igualmente iban formando otra hermosa
laguna: el Llanganuco (Orqo Cocha). Murió
Huascar después de una larga agonía, el Dios
Sol se compadeció de ellos, y mandó rayos,
truenos, lluvia y granizada sobre los
cadáveres, y sobre la ciudad. Tanto fue la
tormenta, que sobre los cadáveres de los
amantes se formaron unas montañas rocosas,
cubiertos de nieve blanca.
Sobre Huascar se formó el nevado del
Huascarán, un hermoso nevado, y por la
corpulencia y el poder de Huascar, el nevado
fue elevado en lo más alto, siendo éste
actualmente el nevado más alto del Perú.
Sobre la bella princesa Huandy, se formó el
nevado de Huandoy, ubicado exactamente al
frente del Huascarán.
Como venganza a ese amor que fue
separado, el año 1970, aprovechando un gran
movimiento sísmico, el gran Huascar produjo
un enorme desprendimiento de hielo y roca
sobre los descendientes del pueblo que les
había condenado, cumpliendo así su sed de
venganza que le prometió a su amada Huandy.
Se cree que de aquí a unos 100 a 200
años aproximadamente, se terminará la nieve
sobre estos nevados, y ellos revivirán y
volverán a encontrarse y ser felices para toda
la vida.
www.noticiasoutdoor.com
El primer diario de noticias sobre actividades al aire libre

porMarcelo
Gargiulo
Ridella Propiedades
Administración - Ventas
65 n° 49 esq. 119 - La Plata Tel/fax: (0221) 4242567
4330345 mail:ridellapropiedades@yahoo.com.ar
V
trekking 12
entre el valle Jeinimeni y esbeltos guardianes de roca milenaria. Chile
54 km totales de carrera, ida y regreso en la Patagonia de Aysén, Chile.
E
l simbolismo soplaba como viento en
mi espíritu. Los días en Chile Chico
jugaban a ser amigos y enemigos de
una posible carrera por los cerros. Allí arriba, el
Picacho y Pirámide conocían de mi tentación
por conquistar tranqueando en una jornada El
Pico Sur, o bien, recorrer por tercera vez la
desconocida Cueva de las Manos.
El primero, ofrece extensos montes,
abundantes fósiles marinos, y una cumbre que
presumo, brinda excelente vista al lago
General Carrera. A su vez, el trayecto a la
cueva, implicaba un reto de pendientes
distribuidas en pampas, huellas, piedra suelta
y roca milenaria de gran belleza, sobre todo,
me permitiría ver las pinturas rupestres cuya
data se estima en 7000 años.
Pero como mencioné anteriormente, el
simbolismo soplaba como viento en mí ser, y
eran insoslayables sus señas. Personas
jóvenes fallecidas recientemente, ríos turbios y
caudalosos a raíz del deshielo tardío,
atardeceres oscuros, y una notoria ausencia
de pájaros y árboles en el poblado.
Recuerdo haber estado hablando de mi
regreso al norte, (Temuco) cuando luego de
probar un trozo de salmón dije a la tía Tere “voy
a correr hasta la Quebrada Honda, si ando con
buen tiempo prosigo a la Cueva de las Manos”.
Sentía que no podía empequeñecer ante los
augurios, que mi sentido de responsabilidad y
voluntad estaban a la altura de esta travesía.
Fue precipitada la decisión, pero eran mis
pagos, y las demostraciones de cariño de los
paisanos durante mi corta estadía,
conformaban una bendición con sabor a mate,
menta y calafate.
Conocimiento, carga y acción
Para que voy a andar con medias tintas.
Sabía perfectamente que tenía piernas,
cabeza y corazón para llegar bastante más
allá de la Quebrada Honda. Por ello, cuando la
tía se ofreció para ir a buscarme a mi regreso,
acepté sin precisar acuerdo alguno, pues
podría requerir su colaboración sólo para un
tramo corto y cercano. El único factor de
incertidumbre, fue la puesta de sol, que en el
poblado es cálida, y en los cerros de golpe se
torna fría. Muy fría.
Rodrigo Antonio Panichine Flores
periodista y corredor del equipo Tranko Tehuelche.
Al margen de lo anterior, en menos de 10
minutos organicé mi pequeña mochila
Salomón: cámara fotográfica todo terreno,
dos caramayolas de jugo Sprim sabor naranja
y manzana, dos Super 8 y un Koyac que
usaría como último recurso en caso de quedar
sin agua.
A las 14:30 salí de casa, afirmando que
pretendía regresar entre las 21:00 y las 22:00
horas, que rodearía por detrás de la Cueva del
Indio hasta el aeropuerto, y posteriormente
correría sólo por el camino, lo cual ratifiqué
más tarde en Carabineros.
Inmediatamente al salir de la Comisaría,
anticipé la ruta en mi mente, formando un
mapa con dos subidas largas y arenosas en la
Cueva del Indio, dos rectas prolongadas
pasado el aeropuerto, y luego tres pendientes
inclinadas y extensas que me dejarían
mirando el cielo. El resto era sólo paseo hasta
una bajada sinuosa de casi dos kilómetros,
que finaliza justo en el Puente de la Quebrada
Honda.

Tranqueado frente a mis cerros
Después de sobrepasar las cuestas
arenosas, mantuve un tranco confiado y ágil,
logré comunicarme con mi hermano Marcelo
y también con mi papá. Este último sugirió un
atajo que deseché argumentando que había
avisado previamente mi ruta.
Terminando de hablar con mi padre, sentí
una presencia animal tras de mi, y al
voltearme, constaté que era seguido por un
pequeño perrito, al que hablé amistosamente:
“hola cabezón, voy re lejos, hace calor y no te
puedo llevar, así que regrésate a casa”. Al no
convencerlo, en la segunda oportunidad le
grité enérgicamente: “te fuiste a tu casa, o te
corto las bolivianas” y el pobrecito,
literalmente arrancó despavorido
perdiéndose entre los verdes duraznillos.
Posteriormente, cuando llegué al primer
puente, me causó extrañeza que el agua
corría más clara de lo informado, aproveché
de mojarme la cabeza, brazos y piernas, y en
lenta carrera, subí la cuesta que bordea la
pequeña gruta de la Difunta Correa.
Más tarde, fui notando que el sol
comenzaba a quemarme paulatinamente
mientras ascendía, principalmente en el
cuello, aunque esto no mermó mi ánimo, ya
que corría frente a dos cerros que siento
como hermanos, el Pirámide y Picacho.
Las subidas de la Quebrada Honda
Por momentos analizaba el correr
confiado por lugares que otrora consideraba
lejanos, cuyos ambientes, brindaban una
singular tranquilidad y amplia variedad visual,
entre las abruptas cumbres, y la estepa
patagónica. Sumergido en estos diálogos
visuales estaba, cuando me topé con la
primera subida rompe piernas.
En el acto descarté cubrirla a pasitos de
buey, más bien fui preparándome para correr a
“carga de bayoneta”, cuando súbitamente
relinchó un caballo moro mal atado en un cerco.
Me detuve en seco, y no me gustó lo que vi.
Debo confesar, que sólo por decencia, y
compartir algunos valores del paisanaje, lo
mantuve amarrado bajo el sol y no lo largué al
monte, pero reitero, estuve bastante tentado.
Luego, con desagrado, a paso de buey
ascendí esa y otra cuesta, hasta llegar a un
valle donde existía plena quietud, pese a ello,
me intranquilicé al aproximarme y dimensionar
la tercera pendiente, la que defino
gráficamente como camino al cielo, cuyo
sacrificado ascenso, me brindó la posibilidad
de hacer algunas tomas de primer plano a una
tórtola.
Posteriormente, me encontré con Molo
Barrera, un vecino de mi barrio que bajaba
montado a Chile Chico, quien me expresó que
el río Jeinimeni corría bastante turbio. Le
mencioné al caballo moro para que “le diera un
ojo”, y luego como soplado por el viento, corrí a
prisa por una recta, observando el valle SE del
río, correspondiente a Argentina, y sendos
picachos multicolores en el SO, los que
13
flanquean la Cueva de las Manos.
Es decir, había llegado al punto más alto
del primer tramo a cubrir; pronto tuve que
descender en veinte y tantos minutos lo subido
en casi tres horas. De esta forma, a las 17:00
horas estaba en el puente de la Quebrada
Honda (25 km) colando con un jockey sus
aguas turbias, pues aún tenía vitalidad para
proseguir cerro arriba, y luego, regresar en
horario prudente. Eso si, el dibujo de este
nuevo tramo era distinto, implicaba sólo
ascenso, huella espinuda, ceniza, arena, roca
firme y también corrediza.
Los esbeltos guardianes de roca
que miran al Jeinimeni
Muy envalentonado comenzaba a subir,
cuando observé un hilito de humedad al
costado del camino, enseguida, más arriba,
sentí un fuerte olor a animal que me hizo
sonreír, pues por experiencia, sabía que me
había topado con una diminuta vertiente,
donde bebí y guardé agua refrescante y
cristalina. “Ojo, al retirarme de este lugar,
descubrí en el barro, un rastro de cuatro dedos,
profundo, y más grande que el de un perro”.
Luego de esto, salí al valle, donde noté en
mi rostro, una tenue brisa proveniente de la
Reserva Jeinimeni y sus cordones
montañosos, y al mirar al O, aprecié tres
grandes cerros de color rojo, blanco y azul.
Sabía perfectamente que cual de ellos me
llevaba a la Cueva de las manos, pero escogí
correr a los cerros blanquecinos, esperando

conocer nuevas perspectivas fotográficas.
Encaré estos cerros literalmente “como
caballo a galope tendido”. Desconocía donde
iba a ir a parar, sobrepasé laderas y rodee tres
picachos, con esa mezcla de carrera y
arañazos de tierra y rocas, ensimismado en la
felicidad que ello me brinda desde la infancia.
Después de una hora de carrera
ascendente, de pronto sentí, como si el eco de
mi corazón rebotara en las piedras. Sonaban
mis pasos, se reducía el espacio, y aparecía el
vacío. Detuve el tranco, busqué un lugar
seguro y abierto al valle, y grité a las cumbres
buscando su resonante eco: “Hetairo, Piñera,
Panichine y Patagonia, que sintetizan, el
anhelo por encontrar a mi perro desaparecido
en Coyhaique en 2005, mi candidato
presidencial y mi determinación para regresar
a trabajar por mi tierra.
Aquello era fascinante de contemplar,
estaba entre esbeltos guardianes de rocas, y
era un privilegio asistir a su presencia, pues
no encontré ni un indicio de huella o
excremento animal a esa altura, la que estimo
1300 metros sobre el lago. Más tarde,
deseoso de ver sobre mis narices, tuve la
mala ocurrencia, de trepar a uno de estos
centinelas del territorio tehuelche, logré mi
propósito, pero el descenso fue bastante
trabajoso, “sencillamente, para el olvido”.
Posteriormente, mientras exploraba,
escuché desde los cerros azules, el relincho
de un guanaco. Miré la hora, cerré los ojos, y
dejé que mis oídos indiquen la localización del
animal. Hoy, mientras rememoro y escribo
estas líneas, pienso que sí Dios camuflo ese
bicho tras un cerro, “en buena hora”, porque la
provocación por correr junto a él me consumía.
A partir de la Revista n° 8
Sección Patagonia
Bariloche, San Martín de los Andes
Junín de los Andes, Neuquen,
Cipolleti, Gral Roca y muchas más
ciudades tendrán Andar extremo
en sus negocios.
Responsable sección: Javier Callupan
javier@andaresaventura.com.ar
Eterno amor secreto
Comencé el descenso a las 19:00 horas,
silbando la melodía Mi eterno amor secreto,
de Marco Antonio Solís, pues tranco a tranco,
iba descubriendo como las flores
resplandecían sigilosamente entre los neneos
y coironales. Ciertamente, las flores
recreaban un jardín secreto, que perdura
eternamente.
Más abajo, los cernícalos, revoloteaban
sobre mi cabeza y por los costados, como
adivinando que la cámara, no tenía batería
para fotografiarles su espíritu natural y
desconocido jolgorio.
Luego, cuando llegué al camino, intenté
hacer un llamado a casa para avisar mi
posición, pero por temas de cobertura, mi
Nokia sólo captaba señal Argentina. Una hora
más tarde, a mitad de la cuesta de la
Quebrada Honda, la situación se repetía y me
preocupé, ya que el sol se escondía, al mismo
tiempo que llegaba el frío.
Con mente fría y calma volví a correr
velozmente, y minutos antes que se valla la luz,
vi cuando un zorro, más amarillo que colorado,
se atravesaba en el camino, el que luego de
14
reaccionar a mi silbido, continuó su carrera
hacia el valle E del Jeinimeni.
De aquí en adelante la situación pintó color
de hormiga. Pensé en lo pertinente y lo hice.
Sí no podía marcar local o larga distancia, tal
vez esa señal extranjera, me permitiría enviar
msn. Escribí un mensaje con detalles de mi
posición, y un tranquilizador May Day que
envié a mi hermano Marcelo y a mi padre,
aferrándome a la fe en Dios y a la Virgen.
Funcionó, pues a los cinco minutos, “mi
hermano, al que llamo cariñosamente zorrito,
logró hablarme algunos segundos y perdí
señal, pese a los esfuerzos posteriores.
Más tarde, como a las 23:00 horas llegué a
casa, luego de estar dos horas y media
corriendo cerro abajo, por más de 25
kilómetros, con frío y sin luz. Indudablemente,
se venían serías explicaciones y disculpas a
mis familiares, aunque ellos entienden, que
nuestra Patagonia es así, acoge a sus hijos y
trasciende los tiempos del hombre.
Dedico este artículo a mi madre Edith por
incontables razones de bondad, y a mí tía
Cristina por decirme “escritor”.

Le damos la vienvenida en las Ediciones Andares
2010 a Marcelo Gargiulo, ferviente relator de cuentos
de nuestras páginas.
os primeros dilemas fueron de tipo
ético: si ir o no con un guía, si colocar
l o no cuerdas fijas, cuánto
deberíamos depender del oxígeno artificial;
las dos últimas cuestiones fueron más o
menos rápidas de acordar entre todo el equipo,
pero en cuanto a la cuestión del guía la
resolución se venía postergando por un
inconveniente que parecía insalvable, uno de
nuestros amigos, que formaba parte del
equipo de escalada, tenía título de guía oficial,
y ya había estado por esos lares que
pensábamos frecuentar, por lo tanto ya
conocía gran parte del camino.
Después de dos meses de deliberación,
resolvimos que iríamos por separado hasta la
cota mayor que él había alcanzado, por lo
tanto los tramos de escalada que él ya había
hecho no los compartiría con nosotros, y al
unirse al grupo lo haría en un punto que ya le
era desconocido. El tema de la titulación de
guía se había resuelto unos días, debería
renunciar antes de partir a nuestro encuentro.
Finiquitados los problemas filosóficos
nos abocamos a resolver las cuestiones
económicas: no permitiríamos ningún
sponsoreo, decisión que nos llevó a tachar con
pintura en aerosol las diversas marcas que se
inscribían en nuestro equipamiento; tampoco
el estado nos subsidiaría, por lo que allí
tuvimos nuestra primera baja: Eugenio,
empleado del Banco Nación, dependía de su
sueldo de empleado público para financiar su
viaje en esta expedición.
Cuando la organización económica fue
resuelta, surgieron los debates políticos: no
íbamos a permitir que ningún partido usara
nuestro viaje para hacer campaña proselitista;
se propuso suspender el viaje hasta después
de las elecciones, pero fue una propuesta
ingenua. Dos “integrantes” (para no usar
ningún término afín a alguna corriente)
debieron solicitar la expulsión de sus
respectivos partidos, renunciar hubiera sido
mayor deshonra. Uno de ellos solicitó la
excepción a este acto de renuncia, aduciendo
que si bien él pertenecía al partido gobernante
militaba en otra fracción de ese partido, que
desde hacía una semana había pasado a
formar parte de la oposición a su misma
insignia, por lo que no era parte de un partido,
si no de la partición de un partido… fue tan
confusa su solicitud que se le denegó de pleno.
Lo más escabroso fue el aspecto
religioso, se había supuesto una expedición
de tipo laica, en la que podrían participar
integrantes que profesaran algún credo,
siempre y cuando no manifestaran ninguna
actitud de tipo religiosa. Fue triste tener que
por Marcelo
Gargiulo
pedirle a José Carlos que no nos acompañara,
cuando luego de una salida de entrenamiento
lo escuchamos decir “¡Por Dios!” cuando la
roca suelta le pasó a centímetros. Lo de
Enrique (o Karim Abdul III, su nuevo nombre de
bautismo) fue, además de triste también, otra
complicación: como la expedición coincidía
con el mes de ayuno del Ramadán su
presencia nos aportaba un integrante más y
una boca menos; no recuerdo quién cayó en la
cuenta de que el ayuno también era una
demostración de religiosidad, y Enrique (y
Karim) fue descartado.
Cuando hubimos resuelto todos estos
inconvenientes no habíamos quedado más
que cuatro en el grupo que debía partir. Como
el día de partida se fijó para un sábado (fue por
medio de un intachable sorteo, para que no se
pensara en favoritismo hacia aquellos que
preferían otro día) Miguel Alejandro tuvo que
desertar. El negocio de su padre abría también
ese día, en horario completo, y él debía
hacerse cargo de atenderlo. Evaluamos la
posibilidad de que partiera en el siguiente
avión, una semana después, y que nos
encuentre en destino; pero los inconvenientes
que esto causaba eran muchos: Miguel
Alejandro podría reclamar el suyo como un
ascenso en solitario, ya que no compartiría el
grupo desde el primer momento; o peor,
podrían decir que nuestro grupo de tres
integrantes recibió ayuda fresca a la semana
de haber comenzado la escalada de su
objetivo (corrijo: de su meta, los términos
“objetivo” y “ataque a la cumbre” decidimos no
Cuentos 15
utilizarlos para que no se suponga que ésta
era una expedición militar)
Los tres que debíamos partir ese sábado
nos encontraríamos en el aeropuerto,
lamentablemente sólo me encontré con uno
de mis compañeros, Eulalio. Perico Torres, el
tercero que faltaba, no había obtenido el
permiso de su esposa para acompañarnos.
Peleó y discutió hasta último momento (así
dijo) pero no consiguió convencerla.
Lo de Eulalio fue peor sorpresa, y mayor
inconveniente: al momento de su detención
por parte de la policía aeronáutica vi como iba
quedando trunco mi sueño, con él se iban la
mitad de los víveres, la carpa, el calentador, y
más de la mitad del equipo de escalada,
incluyendo una cuerda que ya no iba a usar.
Poner pié en destino fue un trago
semiamargo, se confundían las sensaciones
de alegría por estar y preocupación por la falta
de compañía. Y si bien este proyecto fue
pensado como la concreción de la escalada
en el estilo más puro hasta el momento
existente, debí unirme a una expedición
comercial para poder concretarla.
Desde aquí les mando, entonces, las
fotos de la cumbre (yo soy el cuarto desde la
derecha, contando desde arriba, con
máscaras de oxígeno puestas es difícil
reconocernos) y el relato que continúa, que si
es de vuestro agrado pueden proceder a
publicarlo, lo que me ayudaría a financiar
parte de este viaje.

Mountain
Bike
V
Incorporado a Red Federal n° de Registro D1 100 122
Reconocido por DIPREGEP DGCyE por Ba N° 6443
amos a tratar de analizar las
cualidades necesarias para la
práctica, como conseguir los
resultados que buscamos en cada una de
ellas y te dejamos a vos escoger los días que
sales a entrenar y el número de ellos, porque
no todo el mundo dispone de 4 días a la
semana para entrenar a razón de dos o tres
cada uno. Bien es cierto que cuanto más
entrenes en cada de las características
necesarias para la bici de montaña, más
tiempo te han de durar las mejoras y el nivel
alcanzado también ser mayor, siempre y
cuando no te pases pues no por mucho mas
entrenar vas a ser mejor.
Cacterísticas esenciales del rendimiento
en el mountain bike:
Resistencia, potencia, fuerza explosiva,
fuerza resistencia y fuerza velocidad.
Resistencia: Esta cualidad es la que
tenemos que conseguir a principio o después
de un periodo largo sin andar.
Lo ideal es realizar salidas de más de dos
horas a un ritmo suave. Con el pulsómetro en
la mano, herramienta indispensable para el
entrenamiento de esta cualidad, tendríamos
que rodar al 70% de nuestras pulsaciones
máximas. Que cada uno busque su tiempo.
Mejor hora y media encima de la bici que nada
y cuatro días a la semana que dos ( más de
cuatro no es aconsejable pues tan importante
es el descanso como la fase activa, sin la una
rincon tecnico 16
La falta de tiempo, las ganas, estar escaso de fuerzas, la apatía, el no
divierte con la bici como antes, el entrenamiento no coincide con las
divertidas salidas que hacía con tus amigos porque estos andan a
fondo, etc. Estas escenas al menos se han visto alguna vez en tu vida por
eso a continuación te damos algunas pautas necesarias para que tu
rendimiento mejore para que diviertas con tu bici.
no puede haber otra y viceversa).
En esta fase construimos la base aeróbica
sobre la que se residirá el resto de nuestro
entrenamiento. Cuanto más ancha sea la
base mejor se asentarán el resto de los pilares
de nuestro edificio. El tiempo a dedicar a
potenciar la resistencia, depende de lo que
vos quieras. No te voy a decir ni tres meses,
dos o uno pues entonces entraríamos en la
dinámica del “plan de entrenamiento para
abandonarlo antes de terminarlo”. No. Si tu
idea es estar en forma para el verano o para la
carrera de marzo, planifícate según tu tiempo,
o necesidades, pero lo importante es que
pases por esta fase y forme parte de al menos
el 40% de todo el tiempo empleado encima de
la bici.
Según avance nuestro entrenamiento
iremos dejando pasos en nuestras salidas al
trabajo de otras cualidades restando sesiones
de resistencia pero siempre manteniendo al
menos uno o dos días de salida larga y
mayormente suaves para ganar en intensidad
según avanza la temporada.
Potencia: Esta cualidad es la única que
podemos trabajar a la vez que la resistencia
aeróbica y la debemos de seguir haciendo
durante toda la temporada dos veces por
semana, alternando entre días de descanso o
rodaje suave.
Que no te cuenten milongas de gimnasio
para desarrollar esta característica. La mejor
manera y más eficaz se realiza encima de la

ici (numerosos profesionales del mountain
bike avalan esta teoría).
Pedaleá a bajas revoluciones, alrededor de
50 por minuto, en una cuesta o senderos
trabados y con desarrollos largos y duros que
te permitan mover las bielas a esas
revoluciones. Realiza dos repeticiones de 8-10
minutos un par de veces por semana. No se
trata de que castigues tu corazón sino tus
piernas y recupera entre repeticiones al menos
el mismo tiempo que has empleado en hacer la
ascensión o el sendero.
Este entrenamiento incluido la entrada en
calor no llevará ni una hora en hacerlo.
Fuerza explosiva: Después de haber
invertido tu tiempo en agarrar ese fondo
necesario para formar la base del
entrenamiento, cada uno el tiempo que puede
o quiere, ahora nos toca poner esas piernas
aún mas potentes con otro simple ejercicio que
incluimos en nuestro rodaje.
Buscate una subida algo dura pero no uses
el plato pequeño. Sal de parado y con una
sensación de esfuerzo intenso pedalea de 40 a
50 metros dando todo lo que tienes dentro.
Intensidad máxima durante unos 15 segundos.
Realiza este ejercicio 3 veces al principio y
ve aumentando hasta 6 según vayas
avanzando en la temporada, siempre que
tengas la sensación de poder hacerle con
fuerza suficiente, en caso contrario te sobrará
esa última serie.
Bien esto te mata pero cada salida vas a
tender a pedalear y sentirte más cómodo. Ya
hemos empezado a quitar alguna sesión de
resistencia a la semana y las sustituimos por
las de fuerza explosiva, siempre alternando
con esa potencia que tanto nos cuesta agarrar
y descansando para que nuestras piernas
estén listas para recibir la nueva carga de
trabajo.
Fuerza resistencia: Ahora tenemos unos
potentes músculos en nuestras piernas , pero
tenemos que enseñarles a mantener esa
intensidad de trabajo durante más tiempo (esa
cuesta casi al final nos pega el bajón para
mantener el ritmo de los demás). Eso es la
Fuerza Resistencia.
Nuevamente vamos a trabajar con el
pulsómetro para poner nuestro corazón en el
umbral anaeróbico, pues ahí donde
conseguimos esa ganancia en el
entrenamiento que queremos hacer. Ni diez
pulsaciones por debajo ni diez por encima.
(220-edad)x0.85 con dos-tres pulsaciones de
oscilación es en la zona en la que tenemos que
trabajar esta cualidad.
La forma, sencilla. Plato grande, una
cadencia de pedalada alrededor de 60 por
minuto (algo atrancado), una pequeña subida
o contra el viento y unos 15-20 minutos.
Realizá dos veces las primeras semanas y
aumentá según avance en el tiempo tu
entrenamiento. Recuperá con pedaleo suave y
fluido de 10 a 12 minutos.
Este entrenamiento mantenido durante la
temporada sería suficiente para cualquiera,
aumentándolo según veas y notes a tus
17
piernas. Aquí las sensaciones son
fundamentales y si no puedes con un
ejercicio o un número de series es que estas
avanzando demasiado rápido o
descansando poco. Vuelve para atrás y
recupera esas sensaciones que has de tener.
Fuerza velocidad: Estas hecho una
bestia y ya falta poco para esa carrera, así
que hay que acabar de poner esas piernas al
120% para andar como un tiro y salirse del
pelotón.
Realiza arrancadas desde parado sobre
cuestas suaves y empieza a pedalear de pie,
pero esta vez con una cadencia muy alta,
como su fueras a esprintar para la llegada a la
meta, unos 200 metros antes y dando todo lo
que tienes dentro. Al máximo. Realiza este
ejercicio 8-10 veces dentro de tu salida
habitual descansando 5 minutos entre cada
repetición para que te sientas en plenitud de
condiciones de una vez para otra.
Creo este entrenamiento puede servir al
que solo busca buenas sensaciones con
unas pequeñas pautas o al pro de turno para
estar en plena forma para las carreras.
Metodologías mas complejas de
entrenamiento, no suelen llevar más que a la
confusión del biker y terminaríamos en el
abandono por lo tedioso y aburrido de este
tipo de entrenamientos. Ante todo salí con tus
compañeros y disfruta de la bici, y si de paso
te pones en forma mejor que mejor.
Fuente Ciclismo de Montaña en Barquisimeto

!l
a mente es la mejor herramienta!
Controla todo lo que hacemos, por
esta razón el montañista la prepara y
programa adecuadamente, pues en muchas
ocasiones resulta fundamental para conseguir
el éxito.
La fisiología del cerebro
Desde una perspectiva evolutiva, el cerebro
es uno de los órganos más insólitos que
poseemos, en los últimos quinientos millones
de años no ha cesado desarrollarse y
modificarse. Hoy día, poseemos tres niveles
de desarrollo: cerebelo, tronco cerebral y
corteza cerebral.
Funciones
Nuestro cerebro posee miles de millones de
neuronas cuya función es mantener en
equilibrio a nuestro organismo.
El Cerebelo sé dividide en tres partes,
arquicerebelo, paliocerebelo y neocerebelo.
Tiene a su cargo el control del equilibrio y la
motricidad involuntaria (respiración, latidos
cardiacos, tonicidad muscular, etc.)
El tronco cerebral que se aloja en la base del
encéfalo, es la parte más antigua, brinda
conexión a la medula espinal la cual establece
un puente de comunicación a la información
que entra y sale a través de los nervios
periféricos.
Por encima del tronco encontramos el
mesencéfalo, encargado de regular la
temperatura interna del organismo, alberga
las emociones y rige la reacción de luchar o
huir que nos protege frente al peligro.
En la corteza cerebral se alojan todos los
impulsos de: movimiento, sensitivos y
perceptivos; desde ella parten todas las
respuestas voluntarias que manifestamos.
entrenamiento
Para el montañista la búsqueda de un optimo rendimiento físico
descansa en una preparación integral (cuerpo, mente y espíritu.)
www.culturademontania.com.ar
Además, todos los procesos que tienen que
ver con nuestra conciencia, memoria,
imaginación, inteligencia y sueños son
llevados a cabo en esta parte del cerebro.
Trabaja como una gran central coordinadora
que organiza nuestro cuerpo.
...”Uno de los retos como montañistas,
consiste en armonizar estas tres partes para
lograr el mejor rendimiento y la mayor
tranquilidad durante la practica en montaña”...
Programación mental
Es entrenar tu modo de pensar, tu mente, para
que funcione en favor de tus objetivos. Como
cualquier entrenamiento hay que practicarlo a
diario.
Mantenerte motivado, visualizar, centrar el
objetivo y crear un estado de equilibrio para el
rendimiento, son capacidades que dependen
de tu mente.
18
por Guillermo Tula
Permanecer motivado
La motivación depende de tus pensamientos.
Esto quiere decir que parte desde tus
convicciones y el compromiso con lo que
haces, no debe provenir desde el exterior
como comúnmente se cree, si bien encontrar
el lugar o la gente con quien practicar a gusto
ayuda, no garantiza la duración en el tiempo.
Una imagen mental de como quieres tu
realidad futura te ayudara a mantenerte
motivado.
...“Revisa tus objetivos y tu forma de pensar en
relación con ellos día a día”...
Expectativas. Deja de lado los temores,
¡Espera el mejor resultado! y considera lo
siguiente: Si te garantizaran que en lo próximo
que te propongas hacer no vas a fracasar.
¿Que harías de otro modo a como lo vienes
haciendo?
Positivismo. Siempre hay tener una actitud
positiva. No importa que mal se puedan ver las
cosas.
Puedes conseguirlo con un esfuerzo diario,
reconoce tus pensamientos negativos y
contrarréstalos de inmediato con frases como:
¡Yo puedo! , ¡Ya encontrare la manera de
hacerlo!
Un ejercicio consiste en hablarse a uno mismo
de forma afectuosa, resaltando las virtudes
que poseemos para recordarnos lo valioso
que somos.
Estímulos. Es interesante realizar una lista
de objetivos a corto plazo, las sensaciones
que se viven después de alcanzar un objetivo
componen uno de los mejores estímulos para
seguir adelante.
Recompensas. Es positivo recompensarse
luego de conseguir algún objetivo propuesto, a
través de un descanso o bajando la intensidad
del entrenamiento.

Puedes regalarte algo que desees y no te
habías decidido a comprar.
Visualización
Consiste en imaginase a uno mismo haciendo
aquello que tenemos por objetivo, es como
crear una película mental, que a base de
repetirla queda grabada en tu mente dejando
una huella para las acciones futuras. Una vez
programadas, este tipo de películas ayuda a la
integración cuerpo/mente.
Visualiza repetidamente. La practica física
unida a una practica mental, logra mayores
resultados.
Crea tus imágenes. Crea muchas imágenes
positivas fuertes y elimina las de derrota.
Cambia imágenes. Con un poco de esfuerzo
puedes cambiar y reconstruir las imágenes
derrotistas, en positivas y constructivas.
La visualización no es lo mismo que soñar
despierto, es una habilidad que se adquiere y
requiere el mismo esfuerzo entrenamiento
físico.
Centrado en el objetivo
El montañismo requiere un dominio de mente y
cuerpo por igual.
Lo que hacemos con nuestra mente tendrá
efecto en nuestro cuerpo, y lo que hacemos
con nuestro cuerpo, afecta nuestra mente.
Primer paso. Consiste en darse cuenta en
todo aquello que estés pensando o haciendo, y
que este fuera de tu objetivo. Esto incluye
pensamientos de auto satisfacción, negativos
o de derrota, que generaran preocupación,
ansiedad y tensión muscular al momento de
iniciar la actividad.
Segundo Paso. Utiliza la relajación.
Aprehende a reconocer hasta la más mínima
tensión muscular de tu cuerpo.
Practícalo de la siguiente forma: Tensando y
relajando alternativamente un músculo.
Concéntrate en percibir la diferencia entre un
estado y otro. Esto es lo que se llama
reconocimiento propioceptivo.
Concentración. Significa mantener un control
completo de tu mente y tu cuerpo en el
momento en que te dispones para la practica.
Cuando estas concentrado te siente fuerte,
relajado y equilibrado.
Material de montaña
La próxima vez que estés listo a la practica,
prueba lo siguiente:
Dirige deliberadamente tus pensamientos
hacia adentro para hacer un reconocimiento
mental, ajustar la respiración y el nivel de
tensión muscular.
1. Respira lenta, profunda y tranquilamente.
2. Rostro positivo Sonríe.
3. Postura Equilibrada Relaja los hombros,
sube la cabeza, endereza la espalda y
abdomen sin tensiones.
4. Realiza una limpieza mental en busca de
tensiones suéltalas.
5. Piensa solo en lo que tienes entre manos y
ve por ello.
Pensando el equilibrio para el rendimiento
...”Somos lo que hacemos repetidamente. La
excelencia, por tanto, no es un acto, sino una
costumbre”... (Aristóteles.)
Crear y mantener una programación mental
especifica y distintiva, en relación con lo que
haces. Quiere decir, que tu estado interno de
pensamiento es el que determina el
rendimiento general bajo condiciones variables
como: El ambiente geográfico y social o
amistades y compañeros de entrenamiento.
Es posible llegar a un estado psicológico que te
permita funcionar a un nivel de rendimiento
optimo, pero para ello tienes que lograr
dominar lo siguiente:
1. Relajación física Recuerda la postura
equilibrada y la limpieza mental de tensiones.
2. Optimismo ¡Yo puedo!
3. Confiado y con control Confianza en tus
capacidades y predispuesto al éxito. Toma el
control, sobre todo de tus emociones.
4. Concentración Tienes que sentirte fuerte,
relajado y equilibrado.
Gascon 238
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Tel/Fax 4 982-0203
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CERRO TORRE
BACKPACKS
ansilta
5. Automatismo Fluidez de movimientos que
haces sin pensar.
6. Calma mental ¡No te aceleres! Realiza
acciones tranquilas y domina el miedo.
7. Diversión ¡El ingrediente vital! Si nos
divierte sentimos mayor energía y estamos
más tranquilos y relajados.
8. Alerta La habilidad de estar concentrado
nos ayuda a estar atentos a todo lo que pasa a
nuestro alrededor. En el montañismo la más
mínima distracción puede ocasionar una caída
o accidente.
Aunque parece mucha información a procesar,
existe una forma simple de lograr este estado.
Es a través del ritual, practica personal y
distintiva que se adopta como costumbre y
pasa a formar parte de las sesiones de
entrenamiento, al iniciar una travesía,
trekking o ascensión.
El ritual puede estar
vinculado con lo espiritual o
simplemente tratarse de
escuchar música. Lo
realmente importante es
que te ayude a lograr el
equilibrio necesario para
obtener el mejor
rendimiento.
Entrenamientos de
Montaña Makalu.
Contacto:(011) 15-6735-6440
o 4861-1063
19

olo buscábamos el lugar que pueda
armonizar nuestras simples
S pretensiones. Un poco de
naturaleza y, obviamente, hacer algún deporte.
Veníamos recorriendo el lago Aluminé de este
a oeste, pasamos por Villa Pehuenia y nuestro
espíritu nos llevo un poquito más allá:
seguimos por la ruta y comenzó el ripio, casi
en la frontera con nuestro país vecino Chile, y
a unos 22 km luego de bordear todo el lago
llegamos al pequeño poblado de Moquehue.
El camping Bella Durmiente a orillas del
lago nos daba el indicio que este lugar no iba a
tener desperdicios. Casi sin darnos cuenta,
cuando estábamos armando las carpas, nos
encontramos con Martín Capel, guía de
trekking y navegación de esos lugares, quien
nos dio la bienvenida y fue, sin pensarlo,
nuestro “consejero - amigo” en los días de
residencia.
Moquehue se encuentra a 1200 metros de
altura y es parte de los bosques subantárticos
con introducción de selva valdiviana que se
mete desde chile. Predominan los Nothofagus
(ñires, lengas, coihues, roble pellín y guindos)
y las araucarias araucanas.
Mientra una camina por la montaña, puede
observar ejemplares de araucarias de 800
años, con alturas de 30 metros. Al consultarlo
a Martín sobre estos árboles, nos explicó que
una araucaria araucana crece 2 cm por año de
promedio, imagínense que un arbolito de 2
metros puede tener unos 50 años. Este árbol
de hoja perenne coreácea define el sexo
recién a los 150 años. Esta especie se
andar extremo de gira 20
por Marcos Ferrer
En el corazón de la cordillera, a 1470 kilómetros de Capital federal y a 315 Km. de la ciudad de Neuquén, se
encuentra Moquehue. Una población entre montañas nevadas y lagos, que dentro del Municipio de Villa
Pehuenia, ofrece el esplendor de un lugar paradisíaco.
encuentra en declive ilógico y sirvió de comida
a varias generaciones de mapuches ya que la
harina de sus piñones era fundamental para la
alimentación.
Otra especie que predomina son las cañas
colihues, una planta milenaria que proviene
de la era cretácica y florece cada 50 o 60 años.
Estas especies autóctonas compiten con
especies exóticas como el pino Oregón o las
ponderosas que acidifican el suelo y absorben
las napas.
Dentro de la fauna predominan las aves:
águilas moras, chimangos, caranchos, teros,
cauquenes, macas, carpinteros gigantes y las
garzas brujas. También hay conejos, liebres
europeas, chancho jabalí y ciervos colorados.
Moquehue posee una población con 250
habitantes estables y se acrecienta a 2500 en
épocas estivales. Esta población, que nunca
fue fundada, basaba su principal actividad en
la industria de la madera, los aserraderos
daban trabajo a 1500 empleados hasta el año
1965, fecha en que cierra unos de los más
grandes llamado Colombo.
Situado en un valle junto al lago Moquehue,
el pueblo esta rodeado por dos cordones: el
cordón del Bandera hacia el Sur y el cordón
del Marcial al Norte.
En verano el sol brilla con una temperatura
que va desde los 10 a los 25°; y en invierno
predominan las bajas temperaturas y la nieve:
el termómetro ronda entre los 4° y los 25° bajo
cero.
El Batea Mahuida en bici
Desde el mirador del Moquehue ubicado a
la ladera del Cerro Bandera- se puede
observar una de las mayores alturas de la
zona: el Volcán Batea Mahuida que con sus
1900 metros reposa al límite con Chile. ¡Allá
vamos!
Temprano con sol y con una temperatura
más que agradable salimos pedaleando con
nuestras bicicletas desde el camping, en
dirección a Villa Pehuenia. Bordeamos el lago
por un camino de ripio, laderas llenas de
araucarias y dejamos atrás los cerros
nevados. Qué más se pude pedir. Despacio y
disfrutando el lugar pedaleamos unos 15
kilómetros hasta el asfalto (si se sigue a 4 km
esta el paso Icalma a Chile), y de ahí hasta la
entrada de Batea.
Ahora sí, a pedalear en subida unos 4
kilómetros más hasta la zona de cabañas. De
allí continuamos por una planicie y llegamos
a otro sendero con una subida más abrupta.
Tanta era la pendiente que tuvimos que bajar
de las bicis porque no se podía pedalear, y
cuando faltaban unos pocos metros la pared
era casi vertical. Al voltear se podían observar
las lagunas, Villa Pehuenia, el Moquehue y
atrás de todo el Volcán Lanín, que coronaba
el paisaje.
La cumbre de Batea Mahuida: ¡Impresionante!
la laguna que está en el cráter es bien
turquesa y las laderas son de roca volcánica;
desde allí se podía ver doscientos metros por
debajo. Luego de pasar un rato en la cumbre
y comer unos ricos choclos cocidos con
maderitas comenzamos el descenso para
emprender la vuelta.
La Isla Lepen en lancha
Gracias a Martín nuestro amigo guía- y a
su embarcación pudimos conocer parte del
lago y la Isla Lepen.
El lago Moquehue ocupa una superficie de
14 kilómetros de largo y 2 en la zona más
ancha, con pozos que tienen una profundidad
de 200 metros y un diámetro de 55 km. Tiene
como principales afluentes el arroyo
Quillahue, el de las Ánimas, el arroyo Blanco
y el Verde

En el centro del lago hay una isla de unos
2.500 metros de largo por unos 600 metros de
ancho, una formación de basalto y granito,
sobreviviente de un gran glaciar. Debe su
nombre de Lepen a un cuatrero que por medio
de una balsa llevaba sus ovejas a la isla para
que no se le escapen.
Bordearla con la lancha y ver los bosques
sumergidos es un deleite para la vista. Desde
la superficie del agua se ven marañas de
árboles hundidos que se mezclan con el azul
turquesa del fondo. En contraste, se ven
piedras erosionadas por el glaciar y árboles
haciendo equilibrio en las laderas.
Esta isla tiene la particularidad de haberse
convertido, literalmente, en un hormiguero
gigante ya que no hay muchos depredadores.
Al bajar en sus costas y meternos al monte,
cuando tocábamos el piso salían hormigas y
mas hormigas, parecía una película de
ciencia ficción, así que tuvimos que correr un
poco para escapar de esa multitud.
Cascada Pulmari y
Cueva Ñorquinco
Hacia el sur de Moquehue se encuentra la
cascada Pulmari, que mide 70 metros y está
metida en un cañadón, donde se puede llegar
en bicicleta luego de recorrer unos 17 km de
ripio.
También, a 35 kilómetros de Moquehue,
está el Lago Ñorquinco, donde hay una cueva
que, según cuentan, era utilizada por los
mapuches para enterrar a sus muertos.
Siguiendo el camino y desviándose unos 2
km para el lado de Aluminé hay un bar lácteo
llamado Piedra Gaucha. De allí -y después de
comer arroz con leche, flan y probar el dulce
de leche de oveja- regresamos a Villa
Pehuenia por el otro lado y, luego de 45
kilómetros, cerramos el circuito.
Para hacerlo en bicicleta se recomienda
salir bien temprano ya que son alrededor de
120 km de montaña. Si el clima no acompaña,
es posible llevar la carpa y hacerlo en dos días.
Amigos lectores: si alguna vez tienen la oportunidad y desean conocer este rincón del país
no duden en comunicarse con una de las personas que más conoce.
Martin Capel, es maestro y guía de Pulmari de senderismo y navegación, contacto:
fireduc@yahoo.com.ar / móvil: 02942 -155556480.
Trekking a la Angostura
21
Unos de los paseos más lindos para realizar
en Moquehue. Bien temprano y luego de un
desayuno a orillas del lago, decidimos hacer
una caminata por territorio puel (mapuche).
Antes de partir cargamos en las mochilas
comida, calentador para hacer mate,
insecticida para los tábanos y nos preparamos
para bordear el lago por el cordón del Bandera.
Después de localizar el camping Trenel
seguimos el camino hasta su entrada y de allí
continuamos con el lago siempre a la izquierda.
Es alucinante caminar por allí, al principio es
una huella de auto que luego se transforma en
sendero. Los árboles que forman el bosque
son altos y caen de manera abrupta al lago. De
vez en cuando cruzábamos un arroyito para
saciar la sed y al cabo de 2 horas de caminata
llegamos a una playa paradisíaca: sol, baño y
comida con las montañas nevadas, un lugar
ideal para quedarse a pasar la noche.
Después de una extensa parada, seguimos
una media hora más y llegamos a los
acantilados y a la bahía del arroyo Blanco, a
unos 10 km de Moquehue. Como se hizo tarde,
tuvimos que regresar, pero apenas 4
kilómetros más adelante están las lagunas
mapuches de La Angostura.

E
por Hernán Sein
ste proyecto comenzó a
gestarse en marzo de
2009, durante el viaje de
vuelta de mis vacaciones en
Esquel. Allí viven mi hermana, mi
papá y su mujer. Conociendo la
zona y amante del agua, las
montañas y la pesca, me imaginé
que unir el Lago Futalaufque y el
Lago Amotui Quimei sería un
excelente oportunidad de conocer
el interior del Parque Nacional Los
Alerces, un lugar virgen y
paradisiaco.
Comencé a organizar el
desafío: busque información,
estudié el trayecto y la manera de
llevarlo a cavo.
Establecí entonces Punta
Matos como punto de partida,
ubicada en la unión de los brazos
Norte y Este del Lago
Futalaufquen, cercano al brazo
Sur, por el cual navegaría hacia el
Estrecho de los Monstruos e
ingresaría al Lago Krügger, luego
de atravesarlo. En otra etapa,
recorrería el Río Frey y sus rápidos
para finalizar en la Bahía de los
Palos, en el Lago Amotui Quimei,
cerca de la Presa Gral. San Martín.
En todo el trayecto elegido no hay
caminos, señal de celular o
civilización, salvo un Lodge de 7 camas con
acceso por lancha.
El recorrido sería alrededor de 60 Km., en
una semana.
Mas adelante le presente el proyecto a
Daniel, un amigo con el que compartíamos la
pasión de remar. No fue muy fácil convencerlo,
pero lo hice. Compre los pasajes antes que se
arrepienta y continúe investigando.
En junio, con el plan más elaborado,
fuimos a visitar a Atlantikayak's, los fabricantes
de nuestros kayaks, modelo K1, con la idea de
contarles la idea. Marcelo, su familia y Débora
Parque Nacional los Alerces
nos trataron como amigos desde el principio.
Hablamos sobre modificaciones del tambucho
para conseguir mayor capacidad de carga y
estabilidad, además de todo, nos fuimos a
casa con algunos regalos…
Noviembre llego rápido, mandamos los
equipos por expreso una semana antes. El 2
de noviembre de 2009 llegamos a Esquel, mi
viejo nos fue a buscar y nos ayudo con los
preparativos y la logística, un groso!
La partida
Temprano nos despertó mi viejo con mate
y tostadas, un servicio 5 estrellas de comienzo
a final. Previa confirmación, nos subimos al
Renault 12 y fuimos a retirar los kayaks del
expreso, habían llegado! Los apoyamos en el
pasto y trajimos la ropa, zapatillas, comida,
bolsa de dormir, cacharros, carpa, calentador,
neoprene, equipos de pesca, botiquín,
cámara de fotos, GPS, mapas, etc., y por
supuesto remo, Como llevar todo eso sin
hundirnos?? Fue duro, pero lo logramos,
pusimos todo lo que entraba dentro del kayak
(esto bajo el centro de gravedad y aumentó la
ESPECIAL 22
estabilidad en la navegación), la ropa en el
tambucho trasero, algunas cosas grandes
atadas del mismo y la bolsa estanca con lo
delicado adelante, a nuestros pies.
Cargamos nuevamente los kayaks en el
batan, ya pesaban más de 50 Kg. cada uno, y
emprendimos la partida hacia el punto de
partida. Una vez allí, decidimos salir para el
cruce del lago, ya que soplaba un fuerte viento
del Noroeste, nos movimos entonces 400 mts
al norte y atravesar en diagonal, con la deriva
producida por el viento. El viento seguía
soplando fuerte y las olas golpeando la costa,
pero la adrenalina nos ayudo a cruzar el lago,
el primer obstáculo estaba sorteado
Pusimos proa hacia el Estrecho de los
Monstruos, que une el Lago Futalaufque con el
Krügger. Nos separaban poco más de 5
kilómetros, el comienzo del brazo sur del lago
estaba protegido del viento por el cerro El
Perro de 1844 mts, remamos distendidos
disfrutando el paisaje durante casi una hora.
Pero, la montaña se fue achatando y el viento
comenzó a soplar de frente, complicando el
avance y mojándonos con agua helada cuando
las olas rompían en proa. Con esfuerzo
llegamos al Estrecho, lugar de descomunal
belleza. Una formación rocosa contenía la
margen derecha, mientras que una tupida
vegetación en una ladera escarpada la
izquierda. La velocidad del torrente nos llevo
de paseo sin remar, a gran velocidad,
disfrutando el increíble ámbito sin
distracciones. Desembocamos en el lago
Krügger, un hermoso espejo de agua casi
totalmente virgen. Navegamos hacia el Oeste,
pasando entre dos islas, hacia a la
desembocadura del río Stange, en donde
pensábamos pasar dos días. Faltando un
kilómetro, el viento se puso bravo otra vez,

23
teníamos la sensación de estar remando
siempre en el mismo lugar. Fue duro llegar a
destino, más aún cuando nos vimos que las
playas de arena donde pensábamos acampara
estaban todas bajo agua. El fenómeno del niño
produjo lluvias inusuales, sumado al deshielo
hicieron que la altura del Krügger sea unos
cuantos metros superior al normal.
Remontamos la fuerte correntada del río
Stange y vadeamos algunos lugares
prometedores desde la distancia, pero tampoco
había lugar adecuado. Temblando de frío a más
no poder, recordé que habíamos pasado por un
lugar alto, le dije entonces a Daniel que
crucemos a la orilla opuesta. El lugar era un
peñón de piedra con vegetación por partes,
rodeado de agua y pastizales sumergidos, por
suerte con buena provisión de cañas secas,
con las que prendí un gran fuego sobre
formaciones de piedra, muy cerca del agua.
Nos cambiamos y tomamos una sopa casi
hirviendo a centímetros de la fogata. Después,
buscamos lugar para poner la carpa. Lo único
aceptable era una roca más o menos plana, de
2 x 2 mts, inclinada, ubicada a 25 mts de la costa
y 15 mts de altura. Tuvimos que atar piedras a
los tiros de la carpa para tensarla, obviamente
no pudimos clavar las clavijas ni un centímetro.
En situación más confortable y con pocos
minutos de sol, tiramos la caña para ver si esa
noche tendríamos proteínas en nuestro menú.
La suerte estuvo de nuestro lado, marcharon
dos truchas arco iris a la parrilla esa noche, café
doble y a dormir, o tratar de hacerlo.
La gran helada
El pronóstico para Esquel era lluvioso, que
si se cumplió, con temperatura mínimas entre
3° y 16°C. Sin embargo, la madrugada del
domingo fue terriblemente fría. A pesar del
empeño, el sobre-techo toco el interior de la
carpa, mojando pies y cabeza. Dormíamos de a
ratos, vestidos dentro de la bolsa de dormir, aún
así, el frío fue insoportable, tanto que decidí
levantarme muy temprano a pesar del
cansancio. Para mi sorpresa, todo a nuestro
alrededor tenía una capa de hielo importante,
los cerros aparecieron más blancos que el día
anterior, había nevado fuerte. Estando a 60 Km.
de Esquel, el clima resulto ser distinto, esa
noche hizo bajo cero. La carpa era un iglú real,
una fina pared de escarcha la cubría, los kayaks
habían salido del freezer y el whisky estaba
irresistiblemente frappé. Con fuego y café con

leche logre superar el frío. Aún no había
amanecido, pero estaba muy claro, el lago
reflejaba perfectamente las montañas, la
quietud era inmensa, solo interrumpida por
alguna trucha saltando en superficie y una
cascada de fondo. A medida que fue
asomando el sol, comenzó un espectáculo de
luces y sombras, las montañas nevadas se
iban pintando de amarillo lentamente.
Aprovechando el sol, planeamos un día
tranquilo para reponer fuerzas, exploramos las
cercanías del campamento; otro brazo del río
Stange, navegamos el lago, pescamos y
descansamos.
El desafío del Río Frey
Al no haber lugar plano donde moverse,
decidimos adelantar la parte crucial de la
expedición: sortear los rápidos del Frey por
agua o tierra si se complicaba, sabíamos que
eran de grado 4, demasiado para dos neófitos
como nosotros. Desarmamos campamento y
comenzamos a cruzar el lago hacia la costa
sur, los kayaks dejaban la huella sobre el
espejo planchado. En medio del cruce, nos
sorprendió una lluvia suave, las nubes cubrían
las cimas de las montañas. Una vez cerca de la
costa, desenfundamos las cañas, a los 15
minutos mi caña se dobló, el señuelo fue
irresistible para una trucha marrón de Mass de
un kilo.
Seguimos remando hasta llegar al fin del
Krügger y nacimiento del Frey, 5,5 Km. del
punto de partida. Nos juntamos y
reconfirmamos enfrentar los rápidos por agua,
dos hombres nos gritaron desde la otra orilla:
“hay rápidos río abajo!”, a lo que respondimos
un simple: “gracias”, y ellos: “no van a poder
volver!”… A partir de este momento empezó la
aventura o desventura, según como se mire.
El río fue angostándose y cobrando velocidad,
mucha… a los 600 mts vimos los primeros
rápidos, nos acercamos a la costa para ver por
donde encararlos, agarrados de una rama que
caía sobre el agua Daniel propuso atar los dos
kayaks entre si por los imbornales para
mejorar la estabilidad, por suerte acepte a
pesar de no estar muy convencido.
Nos alejamos de la costa y enfilamos por
la margen derecha, donde había menos
turbulencia. Fuimos lanzados a buena
velocidad por la correntada, luego de algunos
pequeños saltos, habíamos atravesado
indemnes los primeros rápidos. 800 mt de
tranquilidad y vuelta al ruedo, estábamos
siendo conducidos velozmente a los segundos
rápidos, estos si eran bien blancos y
notablemente más ruidosos que los primeros,
dimos unas vueltas en un remolino
observando la mejor propuesta, pero no había
mucho por elegir, una curva obstaculizaba casi
totalmente la extensión y características del
ESPECIAL 24
reto, sin más, encaramos por el medio… Lo
que de lejos parecía atrevido resulto ser bravo,
fuimos recibidos por una roca grande que
levantaba el agua, detrás un pozo y finalmente
una ola estática de 1 mt de altura que reventó
en nuestro pecho! mientras uno trataba de
mantener el curso entre saltos, remolinos y
piedras, el otro resistía la torsión entre los
kayaks, producida por la corriente
enmarañada. La experiencia fue breve pero
tan intensa, que me quedo grabada en cámara
lenta. Gracias un poco a la suerte y otro tanto a
la fuerza aportada por la adrenalina, abatimos
el segundo obstáculo. Festejamos con risas
nerviosas y algunas palabras inadecuadas
para este medio, sin embargo no por mucho,
se aproximaba otra curva con más rápidos.
Íbamos directo a ellos, remamos fuerte hacia
un Cohiue caído, donde amarramos para no
ser succionados por el río. Yo quería estudiar
más de cerca el tercer rápido, nos acercamos
por tierra y verificamos que era aún más
violento que el anterior, en una extensión de
unos 300 mts bajaba 4 o 5 mts el nivel, eran los
rápidos grado 4 que nos habían advertido. A
pesar de mi reputación de inconsciente,
convencí entonces a Daniel de pasar por
tierra, pero fue imposible, la lluvia y la
densidad del bosque nos permitió arrastrar los
kayaks menos de 100 mts en media hora, tras
un gran esfuerzo subiendo y bajando
pendientes, apartando cañas y saltando
troncos caídos. Se hacía de noche y
estábamos agotados. Discutimos sobre el
futuro de la expedición, yo quería seguir a toda
costa, después caí a la realidad, de seguir
deberíamos atravesar 6000 mts más de
rápidos.
En un pequeño claro del bosque
armamos la carpa, aún bajo la lluvia, nos
cambiamos la ropa mojada para mitigar el frío.
Comimos unos fideos con el ruido de los
rápidos de fondo y caímos desmayados en la
bolsa de dormir, dejando la incógnita para el
día siguiente.
La búsqueda del sendero
La idea era cargar lo más importante y
abandonar el resto; para Daniel, conseguir
lancha y volver a la civilización cuanto antes;