Conmemoración 80 instituto eduardo torroja ciencias construcción

conmemoración
del 80 aniversario
del instituto
eduardo torroja
de ciencias
de la construcción
1934-2014

Los inicios del Instituto (1934-1941)
En 1934, un grupo de arquitectos e ingenieros españoles,
formado por José María Aguirre, Modesto López Otero, Manuel
Sánchez Arcas, Gaspar Bleín, José Petrirena, Alfonso
Peña Boeuf y Eduardo Torroja, fundan el Instituto Técnico
de la Construcción y la Edificación (ITCE), cuyo principal fin
era la mejora de las técnicas de construcción, con laboratorios
de medida sobre modelos reducidos y aplicables a
todo tipo de investigaciones en esta área.
El ITCE fue la primera organización creada en España por
particulares con la ambiciosa finalidad de impulsar la investigación,
la promoción y la divulgación de todos aquellos
temas relacionados con la construcción, tanto civil como
arquitectónica.
Ello venía impulsado por la necesidad de que España contase
con un centro dedicado únicamente a realizar investigación
experimental, dotado de laboratorios, en consonancia
con lo que la industria de la construcción demandaba,
y que, por motivos de economía, no podía llevarse a
cabo en cada una de las empresas constructoras, como se
estaba haciendo en el extranjero.
La Guerra Civil española (1936–1939) paralizó momentáneamente
la actividad del Instituto. En 1939, reanudó su
actividad, bajo la dirección de Eduardo Torroja, reconocido
ya por sus innovadoras obras y con enorme relevancia internacional.
El Instituto como miembro del Patronato
“Juan de la Cierva” del CSIC
(1941-1977)
En 1941 pasa a integrarse como Instituto adherido al Consejo
Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), dentro
del Patronato “Juan de la Cierva”. Esta adhesión significaba
que la Asociación recibiría una subvención, así como una
cesión de locales en la calle del Duque de Medinaceli nº 4,
sede en aquel momento de otros Institutos del CSIC.
En 1946, se acepta el ofrecimiento del Patronato “Juan de
la Cierva” para integrase en él como miembro de pleno derecho,
trasladando su sede a la calle de Ruiz de Alarcón,
nº 25.
Por otra parte, la Junta de Gobierno del Patronato, en su
reunión de 25 de febrero de 1947, decidió la creación del
“Instituto del Cemento” a través de un acuerdo entre la Industria
del Cemento y el Ministerio de Industria y Comercio.
A través de este convenio, la industria cementera subvencionaba
al Instituto con el 1% del importe de las ventas
de este material.
A través de estos acuerdos, el Instituto del Cemento estaba
comprometido a coordinar los trabajos que se realizaban
en diversos centros dedicados al estudio del cemento y sus
aplicaciones, especialmente los promovidos por la industria
cementera.

Eduardo Torroja era, en 1948, director del Instituto Técnico
de la Construcción, así como del Instituto del Cemento.
A mediados de 1949 se produce la integración de ambos
Institutos, a instancias del Secretario del Patronato Junta
de la Cierva, Prof. Lora Tamayo, bajo el nombre de Instituto
Técnico de la Construcción y del Cemento (ITCC), constituyéndose
un nuevo Consejo Técnico Administrativo nombrado
por el Patronato “Juan de la Cierva”, en el cual estuvo
representada la industria cementera.
Este Consejo estuvo asesorado por unas Comisiones Técnicas
que en sus orígenes se encargaban de la redacción de
un “Pliego de condiciones de aglomerantes hidráulicos” y
del estudio de los ‘Precios en la Construcción’
singulares. Además, la construcción fue una “vía de ensayo
de algunos sistemas propios del Instituto”, como la cubierta
laminar de los talleres, el sistema de calefacción, el comedor
de empleados, el silo del carbón con su poliedro
encima y la zona de ingreso al recinto. De la misma forma,
el empleo del módulo 1,60 x 1,60 m para los elementos
prefabricados y el diseño de las fachadas, tanto para
abaratar el presupuesto, como para experimentar nuevos
materiales. Esos elementos fueron utilizados para resolver
este conjunto homogéneo y variado con motivos estéticos
repetitivos que se compaginaron con la elasticidad de las
plantas libres para facilitar los cambios de usos e instalaciones
complejas.
Debido a esta ampliación de competencias, se buscan
nuevos locales y su sede se traslada a la calle de Velázquez
nº 47, donde se ubican los laboratorios propiamente dichos,
con instalaciones más completas y mejor dotadas
a fin de dar soluciones a los problemas planteados por la
industria.
La gran relevancia que va tomando el Instituto tanto a nivel
nacional, como internacional, impulsa al Consejo Técnico a
tomar la decisión de construir un edificio propio donde se
puedan instalar los laboratorios adecuados, plantas piloto,
talleres, etc., de forma análoga a otros centros extranjeros.
Entre 1950 y 1952, se proyectó el actual edificio, denominado
Costillares, en la zona llamada Chamartín de la Rosa,
bajo la supervisión de Eduardo Torroja, que contó con los
arquitectos Manuel Barbero y Gonzalo Echegaray.
El Edificio comprende un bloque central con cuatro cuerpos,
donde se alojan los talleres, laboratorios, salas de
estudios, biblioteca, administración y servicios generales,
además de un anexo externo para alojar una planta piloto
de fabricación de cementos y de otras instalaciones para
ensayos a escala semi-industrial de las aplicaciones de este
conglomerante.
Desde el inicio pasó a ser una obra emblemática en Madrid
por su estilo funcional, los materiales y sus estructuras

Este conjunto arquitectónico, en realidad, supone por sí
mismo un alarde tecnológico en el que Eduardo Torroja
desplegó toda su maestría en el diseño de estructuras,
mezclando audaces formas poligonales con delicadas curvas
y laminas apoyadas sobre los mismos perfiles.
Desde la inauguración del nuevo edificio, el Instituto ha
sido sede de numerosos congresos y reuniones de grupos
de trabajo. Por él han pasado la inmensa mayoría de técnicos
y científicos internacionales en esa área del conocimiento.
Enseguida, el Instituto comienza a recibir las primeras visitas
institucionales con objeto de comprobar los trabajos
de investigación que se estaban llevando a cabo en las
nuevas instalaciones. Entre otras, las de los ministros José
Luis Arrese de Vivienda y Jorge Vigón de Obras Públicas,
junto con Antonio Correa Veglisón como Comisario de
Prensa y Propaganda del Régimen. La inauguración oficial
por el Jefe del Estado tuvo lugar en 1958, acompañado de
los ministros de Obras Públicas, Educación Nacional, Vivienda,
Información y Turismo, Agricultura, Gobernación y
del Secretario del Movimiento, más numerosas personalidades
del CSIC y otros Organismos oficiales.
Las aportaciones más importantes de este Centro a la
Ciencia y a la Tecnología las protagonizó el propio Eduardo
Torroja; la más relevante fue la propuesta de un nuevo y
revolucionario método para el cálculo de las estructuras
de hormigón armado, aunque también tuvieron gran repercusión
sus trabajos sobre estructuras laminares.
Otras contribuciones relevantes vinieron desde el ámbito
de la ingeniería estructural, en la que el Instituto desempeñó,
durante los años sesenta, un papel pionero en la introducción
del cálculo de estructuras con ordenador en nuestro
país. También merece destacarse la labor realizada en

el campo de la Corrosión de Armaduras, en colaboración
con el Centro Nacional de Investigaciones Metalúrgicas.
Además de esta destacada labor investigadora, el Instituto
Torroja también se ha caracterizado por sus trabajos de
ayuda técnica a la industria, entre los que destaca el estudio
de las materias primas utilizables en la fabricación de
materiales de construcción (cementos, cales, yesos y materiales
cerámicos), las investigaciones sobre elementos de
edificación (estudios y cálculos de estructuras, controles
de calidad de los elementos estructurales, etc.), los estudios
sobre las instalaciones de los edificios: saneamientos,
abastecimiento de aguas, calefacción, aire acondicionado,
entre otros.
Cuando, en el año 1961, y en plena expansión del Instituto,
se produce el fallecimiento de D. Eduardo Torroja, fundador
y director del Centro, el Instituto, en homenaje a su
figura, cambia de nombre.
En 1977 se produce la desaparición de los Patronatos, entre
ellos el “Juan de la Cierva”. A partir de ese momento, el
Instituto ‘’Eduardo Torroja” de la Construcción y del Cemento
pasa a ser un Centro propio del Consejo Superior de Investigaciones
Científicas.
A finales del mismo año, aunque se publica a principios
de 1978, aparece el Reglamento Orgánico del CSIC, hecho
que marca una nueva etapa de mayor participación democrática
en el funcionamiento del Consejo y, por tanto, del
Instituto. De acuerdo con dicho Reglamento, se creó en el
Instituto un Claustro Ampliado con participación del personal
científico y hasta un tercio del total formado por personas
elegidas entre el resto de personal. La misión de este
Claustro Ampliado era definir la nueva política del Instituto
y someter al CSIC una propuesta de reestructuración.
Desde esta fecha hasta la actualidad, el Instituto ha modificado
su organización en varias ocasiones sin que ello
haya afectado en ningún momento a sus líneas de investigación
y a su compromiso con la sociedad investigando,
innovando y apoyando tecnológicamente a la industria, al
mismo tiempo que transfiere y divulga los últimos avances
en este área. Los distintos directores que lo han regido han
mantenido el espíritu fundacional de multidisciplinaridad
e integración de investigación con el apoyo a la transferencia
de conocimientos.
Con la Ley de la Ciencia promulgada en 1986, se produce
un cambio en la dinámica del CSIC y de todo el conjunto
de la comunidad científica del país. Entre otros está la
publicación en revistas de índice de impacto frente a las
publicaciones más de divulgación y dirigidas a los técnicos
de las empresas. Esta tendencia, que sin duda ha sido muy
positiva en el conjunto de los investigadores, afectó profundamente
al instituto, al cuestionar precisamente su espíritu
esencial de no primar una actividad sobre las otras.
En los años 84-88, varios centros del CSIC dejaron de realizar
actividades de asistencia-científico técnica a la industria
y se concentraron en la investigación básica. El IETcc,
en cambio, mantuvo, con la comprensión de la Presidencia
del CSIC, sus líneas tanto científicas como técnicas y su relación
con el sector industrial, indicador de lo cual hay que
destacar que prosiguió expidiendo los Sellos de Calidad
CIETAN y CIETSID y mantuvo la actividad del Documento
de Idoneidad Técnica. Igualmente se siguieron editando
las revistas Materiales de Construcción e Informes de la
Construcción y las Monografías, a pesar de que muchos
institutos cerraron sus publicaciones en español.
En cuanto a la proyección en Latinoamérica, hay que mencionar
también que se siguió organizando el curso CEMCO,
del que es necesario destacar su edición de 1985, ya que
en ella se cambió la estructura docente del curso que pasó
a ser en forma de Seminarios semanales encargados cada
uno a un grupo de investigación o a una Unidad Técnica.
La promoción de CEMCO-85 resultó enormemente activa
ya que, apoyados desde el Instituto, fueron los promotores
de los Congresos de Patología (CONPAT) y de la actual
Asociación Latinoamericana de Congresos de Patología
(ALCONPAT), que tiene en el momento presente la edición
de una revista en español.

A nivel internacional, se siguió manteniendo la relación
preferente con la Unión internacional de laboratorios y
expertos en materiales de construcción, sistemas y estructuras
(RILEM); con el Committee International Council for
Building (CIB); con la FIP (a través de Asociación Técnica
Española del Pretensado (ATEP) cuya sede se mantuvo en
el Instituto) y otras organizaciones internacionales. Hay
que destacar que en 1988, a instancias de la directora Dra.
Andrade, la representación española en el Comité Europeo
del Hormigón (CEB) que ostentaba el Instituto se traslada
al Grupo Español del Hormigón (GEHO), asociación simultáneamente
creada desde el Instituto, que tenía como
objetivo abrir la representación a todos los técnicos interesados
en el país. La unión del GEHO y la ATEP dió lugar a la
actual Asociación Científico-Técnica del Hormigón Estructural
(ACHE) que constituye la más importante Asociación
española en su especialidad.
También es importante señalar que en esos años se crea el
European Network of Building Research Institutes (ENBRI),
del que el Instituto se hace miembro fundador. El IETcc
emerge en los años 90 con una estructura consolidada
en su espíritu fundacional, a pesar de los profundos cambios
que se producen en la mayoría de centros del CSIC
con un giro hacia la ciencia básica. Bajo la dirección de la
Dra. Andrade, se pueden destacar varios hitos que han impreso
carácter en la dinámica del centro, destacando los
convenios llevados a cabo con la Dirección General de la
Vivienda a través del Subdirector General, D. Gonzalo Ramírez
,y el Director General, D. Fernando Nasarre, para la
realización de las siguientes iniciativas:
1. La promulgación del Real Decreto con el Reglamento
del DIT, lo que consolida su papel y supone un compromiso
permanente del instituto con la evaluación y
promoción de la innovación en el campo de la construcción.
2. La firma de un acuerdo para la redacción del Código
Técnico de la Edificación que ha cambiado profundamente
la normativa en el país y ha supuesto un enorme
impulso en la calidad y la innovación con garantías
para el usuario.
3. Otro importante hito fue la promoción de la celebración
del Centenario del nacimiento de Eduardo
Torroja para lo que desde el instituto se creó una Comisión
Nacional presidida por D. José María Aguirre
Gonzalo y que aglutinó otras muchas iniciativas de
celebración que se distribuyeron por todo el país
durante al menos año y medio y permitió recuperar
muchos aspecto de la figura del fundador del instituto
que habían quedado en el olvido para las nuevas
generaciones.
También el Instituto con la Dirección General de la Vivienda
promovió la creación de un premio “Eduardo Torroja”
que reconoce la colaboración ingeniero-arquitecto.

El Instituto en la Actualidad
La continuidad del Instituto desde su creación se concreta
en la actualidad en los siguientes objetivos, según se incluye
en su plan de Actuación 2014-17:
• Potenciar el conocimiento en Ciencia y Tecnología.
• Realizar investigación básica en materiales de construcción
e ingeniería (edificación y obra pública)
• Realizar investigación aplicada a la construcción, edificación
e ingeniería .
• Formar nuevos investigadores .
• Difundir los resultados de investigación.
• Fomentar la visibilidad del IETcc en la Universidad.
• Promover a nivel nacional e internacional, la incorporación
de la innovación en el sector de la construcción
y en la sociedad.
• Apoyar a la Administración para establecer instrucciones
y códigos normativos.
• Colaborar con entidades de normalización y otras organizaciones
públicas y privadas.
• Hacer la evaluación técnica de productos, sistemas y
procedimientos innovadores.
• Divulgar y ayudar a implantar los resultados de la
investigación a través de las revistas Materiales de
Construcción e Informes de la Construcción y las Monografías.
• Organizar cursos de especialización.
• Impulsar la visibilidad del IETcc nacional e internacionalmente
a través de acciones de divulgación científica.
• Proveer de servicios de consultoría.
Para cumplir estos objetivos el Instituto está organizado según el siguiente organigrama:

En el Instituto trabajan en la actualidad del orden de 250
personas con distintos tipos de vinculación con la Institución:
funcionarios, personal laboral, contratados para la
para formación pre- o post-doctoral, o contratados para
proyectos específicos, en su mayoría titulados superiores
con formaciones en Ciencias Químicas, Ciencias Físicas,
Ciencia de Materiales y Ambientales, Arte, Arquitectura e
Ingeniería en distintas ramas.
La financiación del Instituto se consigue mediante transferencias
del Estado a través del CSIC, la participación en
proyectos de investigación nacionales e internacionales,
en convocatorias competitivas y la realización de contratos
de investigación con Instituciones y empresas.
INGRESOS 2013: Total 4.545.477,23 €
El Claustro Científico está formado por 30 personas, que
forman 12 Grupos de Investigación, con las siguientes líneas
de trabajo independiente:
• Química del cemento.
• Corrosión de armaduras y seguridad estructural.
• Materiales vítreos y cerámicos en la construcción.
• Modelado y durabilidad de estructuras.
• Ahorro de energía y reducción de emisiones en los
edificios.
• Desarrollo prestacional de hormigones, fiabilidad
estructural y análisis de riesgos.
• Sistemas constructivos y habitabilidad en construcción.
• Gestión de riesgo y seguridad.
• Sistemas estructurales eficientes.
• Interacción sostenible de los materiales de construcción
con el medio ambiente.
• Reciclado de materiales.
• Análisis del patrimonio construido a través de las
fuentes documentales.

Directores del Instituto a lo largo de su historia
1941
1948
Eduardo Torroja 1934-1961
Jaime Nadal 1961-1971
Fernando Cassinello 1968-1970
Francisco Arredondo 1971-1980
Fernando Aguirre 1980-1983
Juan Murcia 1983-1985
Rafael Blázquez 1988-1993
Mª del Carmen Andrade 1985-1988
1993-2003
Juan Monjo 2003-2008
Carlos Miravitlles 2008-2009
Víctor R. Velasco 2009-2011
Ángel Arteaga 2011-2014
1949
1968