ROSARIO DE LA ARMADA DE NUESTRA SEÑORA DE LA ...

pasado contra Ti, ¡oh, Sangre Santa y Preciosa!,
queden borrados. Mira, ¡oh, querido Jesús!, Te
ofrezco el Amor, el Honor y la Adoración que Tu
Santísima Madre, Tus fieles Discípulos y todos los
Santos han ofrecido a Tu Preciosa Sangre. Te pido
olvidar mi anterior falta de fe y frialdad, y Te pido
que perdones a todos los que Te hayan ofendido.
Báñame, ¡oh, Divino Salvador!, y a todos los
hombres, con Tu Preciosa Sangre, para que
podamos, ¡oh, Amor Crucificado!, amarte de ahora
en adelante con todo nuestro corazón y que
honremos dignamente el Precio de nuestra
Salvación. Amén.
ROSARIO DE LOS SIETE DOLORES
DE NUESTRA SANTÍSIMA MADRE
Esta devoción se originó en el siglo XIII.
Representa los Siete Dolores que sufrió nuestra
Santísima Madre por Su Hijo Jesús. El Rosario
consiste en rezar un Padre Nuestro y siete Ave
Marías, meditando cada Dolor sufrido por la Virgen.
Al final, se rezan tres Ave Marías en honor a las
Lágrimas derramadas por nuestra Santísima Madre.
1. La Profecía de Simeón: “Una Espada de Dolor
atravesará Tu Corazón.”
2. La Huida a Egipto: Escapando de la persecución
de Herodes que quería matar a Su Hijo amado.
3. El niño perdido y hallado en el Templo.
4. Jesús y María se encuentran en el Camino al
Calvario.
5. Jesús Muere en la Cruz.
6. Jesús es bajado de la Cruz y depositado en Sus
Brazos.
7. Cuando contempló el Cuerpo de Su Divino Hijo
acostado en el sepulcro.
ÚLTIMAS CONSIDERACIONES
La Santísima Virgen ha pedido que recen estas
oraciones en grupo, de no poder hacerse así; se
pueden rezar individualmente, invitando al Ángel de
la Guarda para que los acompañe y rezar las
oraciones juntos. Estas oraciones se pueden
incorporar a otros Grupos de Oración, como por
ejemplo, la Legión de María, Grupos Carismáticos
etc. La única condición que Ella nos pide es que se
recen todos los 25 de cada mes, que no se cambie el
orden de las oraciones, ni le añadan o quiten
oraciones, ya que la unidad es un signo del Espíritu
Santo. También ha pedido, que estos grupos no
duren más de una hora y cuarto u hora y media
reunidos. Antes del 25 de cada mes, el grupo y su
coordinador o coordinadora deben dedicar tiempo a
la oración, haciendo ayuno, sacrificios; es decir,
preparando el espíritu para el día del Rosario de la
Armada. Pídanle al Espíritu Santo y a la Santísima
Virgen que los guíe y ayude en sus necesidades y
tropiezos, y que interceda por todas las personas de
esta Armada.
‘’Estos son tiempos de batalla espiritual,
Nuestro Padre Eterno, no perderá esta batalla.” 7
CINCO PROMESAS DE LA SANTISIMA
VIRGEN PARA LOS QUE HACEN
EL OFRECIMIENTO DE VIDA
Las siguientes Promesas fueron recibidas por
una religiosa húngara, la Hermana Dolores (Elizabeth
Krizsan), quien murió en 1998 a la edad de 96 años y
que, por su humildad y obediencia, quiso permanecer
sin ser notada mientras estuvo en la Tierra.
Nuestra Santísima Madre implora a aquéllos que
comulgan diariamente o por lo menos una vez a la
semana, que ofrezcan sus vidas para glorificar la
Grandeza de Dios y para la salvación de las almas,
para que las almas de los pecadores no se condenen,
sino que reciban por lo menos a la hora de la
muerte, las Gracias necesarias para la salvación.
1. Sus nombres estarán escritos en el Corazón de
Jesús, ardiente de Amor, y en el Corazón
Inmaculado de la Virgen María.
2. Por su ofrecimiento de vida, unido a los Méritos
de Jesús, salvarán a muchas almas de la condenación.
El mérito de sus sacrificios beneficiará a
las almas hasta el fin de mundo.
3. Nadie de entre los miembros de su familia se
condenará aun cuando las apariencias externas lo
harían suponer, porque antes de que su alma
abandone el cuerpo, recibirán, en lo profundo de
su alma, la Gracia del perfecto arrepentimiento.
4. En el día de su ofrecimiento los miembros de su
familia que estuvieran en el Purgatorio, saldrán
de ahí.
5. En la hora de su muerte estaré a su lado y llevaré
sus almas, sin pasar por el Purgatorio, a la
Presencia de la Gloriosa Santísima Trinidad
donde, en la Casa hecha por el Señor, se
alegrarán eternamente junto Conmigo.
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Palabras de Nuestra Señora de La Preciosísima
Sangre al Padre Thomas Smith, el 29 de Noviembre de
2007 – Washington, LA. USA.
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