Untitled - robinson crusoe

¡No hay quien pueda con ellos! ¡acabarán con nosotros!
- ¡De eso ni hablar! ¡A por ellos !, grité enfadado.
Desenfundé rápidamente el recipiente de pólvora. La tenía metida
dentro de un cuerno de toro y atado en el costado derecho de mi
cintura y antes de que bajaran nuestros enemigos del propulsor-red,
abrí el tapón del combustible y metí unas cuántas bolitas de
pólvora. La reacción fue espectacular, el propulsor-red salió
disparado hasta estrellarse. Estaba eufórico, habíamos acabado con
nuestro enemigo. Viernes no se creía lo que estaba viendo y
asombrado, exclamó:
- ¡Sr. Selkirk, con qué rapidez desenfundó su cuerno! Si viviera en la
época del oeste habría sido un magnífico pistolero. Usted es más
rápido que el mismísimo Clint Eastwood en la película el bueno, el
feo y el malo. Me ha dejado asombrado por lo que ha hecho pero no
es suficiente, hemos acabado con uno, pero hay millones ¡es
imposible acabar con todos!
A Viernes la euforia le duró un suspiro y otra vez se derrumbó. Daba
tanta pena verlo así. De pronto se me iluminó la cabeza.
- Querido amigo Viernes, tengo una idea, ¿Has dicho antes que todos
los virus, troyanos y espías eran malvados y viciosos?
- Así es. ¿Por qué lo dice? preguntó viernes como si viera un rayo de
esperanza.
- ¿Es posible que podamos retroceder en el tiempo?
- No estoy seguro, pero lo podemos intentar…