Endometriosis y cáncer

828 Cáncer en la mujer
(Capítulo 71)
al estroma endometrial rodea las glándulas epiteliales y
la endometriosis microscópica está adyacente al tejido
maligno, no hay cambios adenomatosos en la mucosa
intestinal contigua al cáncer.
Existen informes que sugieren que las mujeres con
endometriosis tienen riesgo de otros tipos de cáncer, 33
tales como melanoma, linfoma no–Hodgkin y cáncer
mamario. 34 Para la detección temprana de trastornos
cancerosos en mujeres con endometriosis se recomienda
un interrogatorio cuidadoso y la exploración física
anual, con pruebas de laboratorio e imagenología adecuadas
cuando sea necesario.
La localización más frecuente de las neoplasias que
surgen de la endometriosis fue el ovario en 79%. 4 El sitio
extraovárico más frecuente es el tabique rectovaginal.
Son sitios menos frecuentes la vagina, el recto, la
vejiga urinaria y otros sitios de la pelvis y el abdomen.
Los tipos celulares fueron adenocarcinoma endometrioide
en 69%, carcinoma de células claras en 13.5%,
sarcoma en 11.6% y tipos raros en 6%.
MICROSCOPIA
Debe realizarse una revisión histopatológica observando
la alteración de la arquitectura y la citología atípica.
Los estudios histopatológicos especializados podrían
identificar la posibilidad de neoplasias en algunas endometriosis.
35 Incluso en el carcinoma ovárico que surge
a partir de la endometriosis será difícil demostrar la
transformación por extensión del carcinoma. En pocos
casos se puede identificar la zona de transformación
(figura 71–1).
Los tumores que surgen de la endometriosis en sitios
raros con toda probabilidad se pasarán por alto. Un adenocarcinoma
endometrioide que invade el colon podría
confundirse con un adenocarcinoma primario de colon,
con el error subsiguiente en la clasificación por etapas
para el tratamiento. De manera similar, esto puede ocurrir
en el caso del sarcoma del estroma endometrial con
los sarcomas gastrointestinales.
Deben hacerse estudios adicionales por patólogos
para el diagnóstico y la prevención de una clasificación
errónea por etapas y un tratamiento inadecuado.
Para diferenciar estos carcinomas se usan en el diagnóstico
de carcinoma endometrioide los marcadores de
citoqueratina–7 positivos y negativos, marcadores de
citoqueratina–20 y la cdx–2; el origen intestinal representa
un resultado adverso.
Figura 71–1. Endometrioma regular de ovario sin cáncer.
Está rodeado por epitelio de tipo endometrial y estroma endometrial
subyacente, conteniendo hemosiderina y macrófagos.
El lumen del quiste está lleno de sangre y de restos
celulares. Tinción hematoxilina/eosina, magnificación original
40x.
El adenocarcinoma endometrioide es el tumor con
tejido maligno más frecuente que surge de la endometriosis.
En algunos grupos se identificó una zona de
transformación en uno de cuatro casos (figura 71–2).
El carcinoma de células claras del ovario es el segundo
tumor más frecuente que se origina de la endometriosis.
En unos cuantos casos de carcinoma de células claras
se encontró más a menudo que el adenocarcinoma
endometrioide en la transformación ovárica (figuras
71–3 y 71–4).
Figura 71–2. Adenocarcinoma endometrioide (superior derecho),
surge en un endometrioma de ovario (izquierdo). El
carcinoma muestra una formación glandular similar al carcinoma
endometrioide uterino. Tinción hematoxilina/eosina,
magnificación original 40x.