23.04.2013 Views

Descargar en PDF - Cuentos infantiles

Descargar en PDF - Cuentos infantiles

Descargar en PDF - Cuentos infantiles

SHOW MORE
SHOW LESS

You also want an ePaper? Increase the reach of your titles

YUMPU automatically turns print PDFs into web optimized ePapers that Google loves.

-Puesto que se empeñan <strong>en</strong> no t<strong>en</strong>er cuidado, nada puedo hacer por ustedes; no quiero<br />

quemarme yo también.<br />

Y los colgó nuevam<strong>en</strong>te, uno tras otro; hecho lo cual, volvió a s<strong>en</strong>tarse al lado de la<br />

hoguera y se quedó dormido.<br />

A la mañana sigui<strong>en</strong>te se pres<strong>en</strong>tó el hombre, dispuesto a cobrar las cincu<strong>en</strong>ta monedas.<br />

-Qué, ¿ya sabes ahora lo que es el miedo? -No -replicó el mozo-. ¿Cómo iba a saberlo?<br />

Esos de ahí arriba ni siquiera han abierto la boca, y fueron tan tontos que dejaron que se<br />

quemas<strong>en</strong> los harapos que llevan.<br />

Vio el hombre que por aquella vez no embolsaría las monedas, y se alejó murmurando:<br />

-En mi vida me he topado con un tipo como éste.<br />

Siguió también el mozo su camino, siempre expresando <strong>en</strong> voz alta su idea fija: «¡Si por<br />

lo m<strong>en</strong>os supiese lo que es el miedo! ¡Si por lo m<strong>en</strong>os supiese lo que es el miedo!». Lo<br />

escuchó un carretero que iba tras él, y le preguntó:<br />

-¿Quién eres?<br />

-No lo sé -respondió el jov<strong>en</strong>.<br />

-¿De dónde vi<strong>en</strong>es? -siguió inquiri<strong>en</strong>do el otro.<br />

-No lo sé.<br />

-¿Quién es tu padre?<br />

-No puedo decirlo.<br />

-¿Y qué demonios estás refunfuñando <strong>en</strong>tre di<strong>en</strong>tes?<br />

-¡Oh! -respondió el muchacho-, quisiera saber lo que es el miedo, pero nadie puede<br />

<strong>en</strong>señármelo.<br />

-Basta de tonterías -replicó el carretero-. Te vi<strong>en</strong>es conmigo y te buscaré alojami<strong>en</strong>to.<br />

Lo acompañó el mozo, y, al anochecer, llegaron a una hospedería. Al <strong>en</strong>trar <strong>en</strong> la sala<br />

repitió el mozo <strong>en</strong> voz alta:<br />

-¡Si al m<strong>en</strong>os supiera lo que es el miedo!<br />

Oyéndolo el posadero, se echó a reír, y dijo:<br />

-Si de verdad lo quieres, t<strong>en</strong>drás aquí bu<strong>en</strong>a ocasión para <strong>en</strong>terarte.

Hooray! Your file is uploaded and ready to be published.

Saved successfully!

Ooh no, something went wrong!