duchas

Las propiedades terapéuticas del agua
han sido conocidas y aplicadas, desde la
antigüedad, por todas las culturas, para
el tratamiento, curación y rehabilitación
de diversas enfermedades.
Basada en las propiedades térmicas y
mecánicas del agua, esta alternativa
de la medicina natural utiliza la
reacción corporal a los estímulos fríos
y calientes, la aplicación prolongada de
calor y la presión ejercida por el agua
para curar enfermedades, producir
relajación, aliviar el dolor y mejorar la
salud en general.
El agua a diferentes temperaturas
puede causar efectos muy distintos en
nuestro organismo. Por lo general, el
agua caliente calma el cuerpo, relajando
la actividad de los órganos internos
y se utiliza para relajar el organismo,
disminuir el estrés y aumentar las
defensas. Por el contrario, el agua fría
estimula y aumenta la actividad interna,
activando el cuerpo y la mente.
Son numerosos los beneficios que
nos ofrece la hidroterapia, y muchos
de ellos están a nuestro alcance
gracias a la instalación de sistemas de
hidromasaje en nuestro propio hogar.
Es por ello que las duchas actuales
intentan equiparse con todo lujo de
detalles en busca de las ansiadas
propiedades de la hidroterapia.
Las propiedades terapéuticas del agua
han sido conocidas y aplicadas, desde la
antigüedad, por todas las culturas, para el
tratamiento, curación y rehabilitación de
divers as enfermedades.
Basada en las propiedades térmicas y
mecánicas del agua, esta alternativa de
la medicina natural utiliza la reacción
corporal a los estímulos fríos y calientes,
la aplicación prolongada de calor y la
presión ejercida por el agua para curar
enfermedades, producir relajación, aliviar
el dolor y mejorar la salud en general.
El agua a diferentes temperaturas puede
causar efectos muy distintos en nuestro
organismo. Por lo general, el agua caliente
calma el cuerpo, relajando la actividad
de los órganos internos y se utiliza para
relajar el organismo, disminuir el estrés y
aumentar las defensas. Por el contrario, el
agua fría estimula y aumenta la actividad
interna, activando el cuerpo y la mente.
Son numerosos los beneficios que nos
ofrece la hidroterapia, y muchos de ellos
están a nuestro alcance gracias a la
instalación de sistemas de hidromasaje
en nuestro propio hogar. Es por ello que
las duchas actuales intentan equiparse
con todo lujo de detalles en busca de las
ansiadas propiedades de la hidroterapia.
Las propiedades terapéuticas del agua
han sido conocidas y aplicadas, desde la
antigüedad, por todas las culturas, para el
tratamiento, curación y rehabilitación de
diversas enfermedades.
Basada en las propiedades térmicas y
mecánicas del agua, esta alternativa de
la medicina natural utiliza la reacción
corporal a los estímulos fríos y calientes,
la aplicación prolongada de calor y la
presión ejercida por el agua para curar
enfermedades, producir relajación, aliviar
el dolor y mejorar la salud en general.
El agua a diferentes temperaturas puede
causar efectos muy distintos en nuestro
organismo. Por lo general, el agua caliente
calma el cuerpo, relajando la actividad
de los órganos internos y se utiliza para
relajar el organismo, disminuir el estrés y
aumentar las defensas. Por el contrario, el
agua fría estimula y aumenta la actividad
interna, activando el cuerpo y la mente.
Son numerosos los beneficios que nos
ofrece la hidroterapia, y muchos de ellos
están a nuestro alcance gracias a la
instalación de sistemas de hidromasaje
en nuestro propio hogar. Es por ello que
las duchas actuales intentan equiparse
con todo lujo de detalles en busca de las
ansiadas propiedades de la hidroterapia.