CUMPLIMOS 10 AÑOS - Burladerodos

JULIO-AGOSTO-SEPTIEMBRE 2007
VINAROZ - CORRIDA DE TOROS - 1-7-07
Don Lorenzo, de
Las Ventas a Vinaròs
Don Lorenzo es un octogenario madrileño,
aficionado de toda la vida que
por aquello de la costumbre, cambió
los escaños de Las Ventas por los del
coso vinarocense. Pasa unos días en la
costa junto a su mujer, me dijo a modo
de presentación y, al poco de hacerse
presente el primer astado, tras los
cristales de sus gafas se dibujaron dos
globos –sus ojos- que no daban crédito
a lo que salía por toriles. Sabueso de
fino olfato, guasón y clásico en vías de
extinción, no dudó en husmear el aire
salado del mar al tiempo que afirmaba:
“Huele a Varón Dandy”. Y no iba desencaminado
en su apreciación.
Jesulín, que se despedía de la afición
castellonense, se trajo a la familia
–su mujer e hija- y fue la locura entre
los que las descubrieron en una barrera
junto a toriles. Los unos demandaron
su atención para inmortalizarse en una
foto, los otros para un fugaz autógrafo.
El gaditano puso voluntad con el capote
y, ya en el segundo tercio, cogió los palos
un subalterno ataviado con un terno
verde, que atesora una habilidad insólita:
la de levitar. Se quedaba en el aire
el hombre, como paralizado por el rayo
invisible, y cuando decidía descender a
la Tierra para consumar el par, ya se
había desplazado el toro y los arpones
quedaban yertos y desperdigados por la
arena. Don Lorenzo esbozó una sonrisa
de conmiseración y siguió a lo suyo,
analizar lo que ocurría en el ruedo.
Jesús pasó a su oponente, que no se
quedaba quieto, por alto y construyó
un trasteo carente de fundamento. Eso
sí, mató de entera efectiva y el público,
en un acto reflejo colectivo, se levantó
al unísono mientras esgrimía con la
diestra el albo moquero. La presidente
sumó el suyo a la masa dando el pistoletazo
de salida a una tarde de marcado
signo triunfalista. En el cuarto cambió
para bien el panorama y el señor de
Ambiciones, con un torete de lo más
colaborador, se encaminó a la diviso-
ria del siempre receptivo sol donde fue
acogido con alborozo. Cierto es que
templó a media altura, sin apreturas,
dándole tiempos muertos para que
repusiera fuerzas. En las postrimerías,
cabe la sombra y después de completar
la tórrida semicircunferencia, se dio a
los molinetes y a los rodillazos antes
de consumar con acierto la suerte suprema.
Vuelta triunfal, la última, con
devolución de prendas y gesto emotivo
besando la arena en la mismo centro
del platillo.
Vicente Barrera jugaba en casa,
pues lo apodera Manolo Martín, el
empresario. Cortó sendas orejas el valenciano
por dos faenas en las que dejó
gotas de la personalidad que lo encumbró
a la cima, hace más de una década.
Su primero, escurrido de carnes cual
sardina, desarrolló nobleza pero se quedó
corto y no se entregó. La verticalidad
en unos lances de recibo fue suficiente
para cortar su primer apéndice. En el
quinto veroniqueó con los brazos enco-
RESTAURANTE (Disfruta de nuestras famosas jornadas gastronomicas)
HOTEL (Habitaciones con: Minibar, Caja Fuerte, Aire Acondicionado, Etc...)
BANQUETES Y REUNIONES.
V. Climent
Fotos: Jacobo Silvestre
gidos y, vistos los logros alcanzados por
Jesulín, también se fue a la solanera.
El de Píriz giraba a su alrededor pero
no llegó a cogerle el aire: los naturales
le salieron a la mitad pero un desplante
de hinojos hijo resurgir la pasión. Falló
a espadas, acertó con el verduguillo y
don Lorenzo, retomó el discurso para
acordarse de la pericia del abuelo con
el estoque de cruceta.
Canales es un mediático de segunda
y practica un toreo difícil de digerir. Su
mayor virtud es buscar los costillares
tras cada pase para abrazarse a ellos
como si le fuese la vida en ello. Remata
las series con esperpento: a veces
dándole un golpecito al animal con la
espadita de madera y otras propinándole
cabezazos. Don Lorenzo, que ha
visto muchos toreros en su dilatada
vida, vaticinó que el chaval está bien
donde está –en los pueblos, remarcó-
y que no le extraña que a Madrid sólo
vaya a hacerse los vestidos de torear o
de visita.