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Las casas astrológicas (Bruno y Louise Huber) - Api Ediciones

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posesiones. Esto también explica por qué esta casa se<br />

conoce como la casa de las herencias.<br />

Si equiparamos los conceptos de posesión y sustancia<br />

(entendida como materia de la que obtenemos nuestra<br />

energía) nos explicamos por qué las <strong>casas</strong> del eje de<br />

posesiones también se relacionan con la alimentación.<br />

<strong>Las</strong> personas con énfasis en las <strong>casas</strong> 2 y 8 tienen tendencia<br />

a comer de manera abundante para disponer de suficiente<br />

sustancia. El concepto de sustancia también puede<br />

equipararse con el de provisiones (o existencias). El acopio<br />

de provisiones es un comportamiento típico de la<br />

casa 2. Almacenamos nuestras provisiones en graneros y<br />

colocamos cerrojos en sus puertas para que nadie robe<br />

nuestras posesiones. Nadie tiene derecho a arrebatarme<br />

mis posesiones. La forma más extrema de esta actitud es<br />

la avaricia.<br />

Pero mi marcado sentido de la posesión también puede<br />

orientarse hacia las pertenencias de los demás, esto es,<br />

hacia las posesiones de la casa 8. Tal vez esas posesiones<br />

sean mayores que las mías. Si soy una persona honrada,<br />

esperaré hasta poder conseguir las posesiones del otro de<br />

forma legal (por ejemplo, esperaré a que muera para<br />

heredar) pero si no lo soy, me apoderaré de las posesiones<br />

de la casa 8 cuando lo considere oportuno, si es necesario<br />

empleando la violencia.<br />

Así pues, herencia y muerte en la casa 8. Y también<br />

muerte para mí si empleo la violencia y la ley me condena.<br />

Pero, evidentemente, también puedo renunciar a las<br />

posesiones de la casa 8. En realidad, en muchas ocasiones<br />

debo renunciar a ellas y contentarme con contemplar las<br />

abundantes posesiones del otro. Lo que queda, entonces,<br />

es la envidia. Avaricia en la casa 2 y envidia en la casa 8:<br />

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