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dimensión científica como en la artística. No podía ser de
otro modo.
¿Y cuál es el papel del amor en la óptica peirceana de
la creatividad? En rigor, en la creatividad no falta algo
de azar, puesto que hay ciertas elecciones arbitrarias y
distintos modos de continuar, pero también hay legalidad
al no ser posible evadir ciertas reglas. Con todo, el factor
crucial es el amor. Pero, dejemos que nos lo diga el propio
Peirce 4 :
Suponed por ejemplo
que tengo una idea que me
interesa. Es mi creación.
Es mi criatura; […] es una
pequeña persona. La amo y
moriría por perfeccionarla.
No es aplicando la fría
justicia al círculo de
mis ideas como las haré
crecer, sino queriéndolas
y cuidándolas como haría
con las flores de mi jardín.
En esta perspectiva, es el
amor por un ideal lo que nos
atrae, el ágape, diferente del
eros, el amor que busca una
perfección predeterminada
que nos falta. En suma,
como destaca Sara
Barrena, las personas,
mediante la abducción y
la imaginación, y con el
ágape como cicerone, se
tornan en agentes activos
de la evolución. Bien,
hasta aquí la selección de
ideas de Sara pertinentes
a nuestra reflexión sobre
la creatividad de don
Santiago. Así las cosas, complementemos con algunas
citas significativas de Cajal en conexión con las ideas
antedichas. Al respecto, la mejor fuente es Los tónicos de
la voluntad 5 , por ser obra de madurez de don Santiago.
Aunque el método ontogénico es de factura abductiva si
nos atenemos a lo que nos aporta Peirce, Cajal no parecía
ser del todo consciente sobre esto como podemos ver en
el siguiente fragmento 6 :
Meditando sobre el carácter de las buenas hipótesis, se
cae en la cuenta de que, en su mayor parte, representan
generalizaciones felices o inducciones arriesgadas, en
cuya virtud el hecho recién descubierto se considera
provisoriamente como caso particular de un principio
general o como un defecto desconocido de una causa
conocida.
Empero, don Santiago es consciente del papel clave de la
imaginación en el planteamiento de buenas hipótesis, de
lo que es muestra este fragmento7 :
Muchos sabios ilustres, y singularmente el gran físico
Tyndall, han insistido elocuentemente sobrela importancia
de las hipótesis en la Ciencia, y acerca del importante
papel desempeñado por la imaginación en la creación de
buenas y fecundas teorías.
De acuerdo. Por nuestra
parte, creemos que si la
hipótesis es un arma de
que se abusa demasiado,
es también un instrumento
lógico, sin el cual ni la
observación misma, con ser,
de suyo, tan pasiva, puede
realizarse.
Además, tampoco excluye
Cajal la presencia de la
intuición, como muestran
las líneas que siguen8 :
Difícil es dictar reglas
para imaginar hipótesis.
Quien no posea cierta intuición
del encadenamiento
causal, instinto adivinatorio
para columbrar la idea en el
hecho y la ley en el fenómeno,
pocas veces dará, cualquiera
que sea su talento de
observador, con una explicación
razonable.
En los fragmentos anteriores,
se pueden apreciar
elementos claves del argumento
abductivo, si bien
Cajal no usa vocablos como
abducción o retroducción en su discurso, lo que sugiere la
posibilidad en cuanto a que don Santiago no hubiese tenido
conocimiento de la obra filosófica de Charles Sanders
Peirce, su coetáneo.
¿Y en cuanto al ágape concierne? Sobre esto, pienso
que lo más representativo de Cajal es lo que recoge sobre
la independencia de juicio y la perseverancia en el estudio
por parte del investigador 9 . En efecto, al tratar de
aquella, Cajal aboga por no achicar el entendimiento por
obra y gracia del amor excesivo a la tradición, por lo que
el investigador ha de tomar distancia a fin de permitir el
nacimiento de una idea propia. En cuanto a la perseverancia,
don Santiago es muy enfático acerca de la necesidad
de polarizar la atención sobre la idea en embrión, durante