¿Quién es un brujo o bruja - Asociación Wicca Costarricense Imani

que les “cae mal”, a la novia que los
dejó, o bien, al vecino que les hace
malas “caras”. Nada más alejado de la
realidad. Son esas las personas que
rápidamente se desaniman ante su
propia frustración y estancamiento
personal.
Otros llegan al paganismo buscando
alternativas espirituales, como señala
la antropóloga Adriana Ulate: “gente
que se siente excluida de religiones
como el catolicismo por diferentes
motivos, encuentra su respuesta
espiritual en corrientes paganas como
la Wicca"
Descubriendo nuestra propia
espiritualidad es como realmente
iniciamos nuestro peregrinaje a lo largo
del resto de la vida. Para ella es
preciso primero un acertado
autoanálisis sobre cuáles son nuestras
creencias, nuestras necesidades
reales, propósitos fundamentales, en
qué podemos enfocar nuestras
necesidades y nuestra energía.
La vida nos brinda la oportunidad de
crecer, autoconocernos, e incluso de
compartir el conocimiento que se va
adquiriendo. Pero no podemos esperar
que el conocimiento nos llegue “caído
del cielo” y lo absorbamos como por
ósmosis. Es necesaria la practica
constante, la investigación constante y
el cuestionamiento diario sobre lo
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nuevo que podemos aprender, o que
hemos aprendido cada día: hoy una
plegaria nueva, mañana a dar gracias,
y al día siguiente una nueva forma de
utilizar una planta o de consagrar un
objeto.
Mucho del conocimiento diario consiste
en aprender a mantener el equilibrio
con nosotros mismos, con lo que nos
rodea y con aquello que consideramos
Divino. Eso nos lleva a cuestionarnos
¿qué es el equilibrio?
No es simple explicarlo, porque es de
esas cosas intangibles que llevamos
con nosotros sin poder encontrar las
palabras para describirlo. Se puede
decir que es la respuesta adecuada al
momento, sea este un buen momento,
o un momento difícil. Tendemos
mayormente a desequilibrarnos, o sea
perder nuestro control, nuestra energía,
nuestras ganas de actuar. Este tipo de
actitudes dependerá de la carga de
“energía positiva” que seamos nosotros
mismos.