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KIRCHNER, EL AMO DEL FEUDO BIOGRAFÍA ... - Bolinfo de Carlos

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el interior, comenzó la retirada. Un agente <strong>de</strong> seguridad, quitó la tranca <strong>de</strong> una puerta <strong>de</strong><br />

acceso, para habilitar el ingreso <strong>de</strong> la turba y algunos caceroleros amenazaron con<br />

a<strong>de</strong>ntrarse en la Feria pero la <strong>de</strong>cisión fue no caer en trampa alguna y la columna siguió<br />

su marcha. Menos el <strong>de</strong>l corralito/corralón, quien se quedó comprando libros.<br />

Los manifestaron bor<strong>de</strong>aron el complejo ferial, encontraron el ingreso principal cerrado,<br />

retrocedieron algunos metros y encararon por la calle Errázuriz, paralela a la San<br />

Martín, hacia la FM <strong>de</strong> Ulloa. Des<strong>de</strong> allí se vio su Chevrolet Corsa color ver<strong>de</strong>,<br />

estacionado sobre la vereda y un acompañante que, <strong>de</strong>jando la puerta abierta, corrió<br />

hasta el edificio <strong>de</strong> la radio y luego regresó a su asiento, mientras el vehículo patinaba<br />

en el apuro por irse. FM Comunitaria ocupa un edificio público que le fue cedido, en la<br />

esquina <strong>de</strong> Errázuriz y Belgrano, en Río Gallegos. Allí también funciona la redacción y<br />

administración <strong>de</strong>l diario El Comunitario, <strong>de</strong> distribución gratuita. El inmueble se<br />

encuentra <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> un pequeño jardín, protegido con rejas blancas y cámaras <strong>de</strong> vi<strong>de</strong>o.<br />

Los caceroleros se agruparon frente al portón y el director <strong>de</strong> la FM, Miguel López Igor,<br />

salió a su encuentro, señalando el portón abierto; los caceroleros gritaban "Se va a<br />

acabar / Se va a acabar / Esa costumbre <strong>de</strong> robar..." Primo <strong>de</strong> Rudy Ulloa Igor, Miguel<br />

tenía el curioso privilegio <strong>de</strong> ser el único funcionario con<strong>de</strong>nado por peculado, porque<br />

aceptó confesar su <strong>de</strong>lito y la con<strong>de</strong>na en suspenso. Los jueces no tuvieron alternativa y<br />

<strong>de</strong>bieron cumplir con su <strong>de</strong>seo. López Igor hizo gestos hacia los manifestantes<br />

tratándolos <strong>de</strong> "cagones", mientras el Corsa ver<strong>de</strong> ya se había estacionado en la esquina<br />

opuesta. Luego <strong>de</strong> un rato, los caceroleros se dieron por satisfechos y <strong>de</strong>cidieron<br />

retirarse; entonces se apagó el alumbrado público y, <strong>de</strong>s<strong>de</strong> la calle Belgrano,<br />

aparecieron más <strong>de</strong> 200 hombres con palos, hierros y mangueras. El jefe <strong>de</strong>l operativo,<br />

Mario Vidal, señaló a Miguel Del Plá y a Mercado: "Ahí están los zurdos". Un grupo <strong>de</strong><br />

patoteros se a<strong>de</strong>lantó para <strong>de</strong>tener el Falcon <strong>de</strong> Di Pierro pero el viejo automóvil logró<br />

ponerse en marcha y sólo alcanzaron a abollarle le techo y el baúl <strong>de</strong>l portaequipajes.<br />

Los caceroleros estaban sorprendidos, abundaban los gritos y las corridas; también los<br />

golpes, sobre un pavimento mojado y una oscuridad hostil. A Luis González, el mítico<br />

Angelito Negro <strong>de</strong> ATE, no lo reconocieron como un cacerolero hasta que un matón lo<br />

golpeó con una manguera en la cabeza y la paliza la impidió el propio Vidal. En verdad,<br />

por 2da. vez en 15 días Vidal evitaba una golpiza a González, por el respeto que su<br />

coraje le ganó aún entre los soldados <strong>de</strong> Kirchner.<br />

Había tres grupos <strong>de</strong> atacantes: los <strong>de</strong> choque, los que cubrían sus espaldas y los que,<br />

subidos a algunas camionetas, corrían a los caceroleros que huían. Los trofeos <strong>de</strong> guerra<br />

-un redoblante, un bombo y una ban<strong>de</strong>ra argentina- fueron introducidos en la FM<br />

Comunitaria. La ban<strong>de</strong>ra se la quitaron a una pareja <strong>de</strong> chicos menores <strong>de</strong> edad, que<br />

fueron apaleados. La golpiza continuó unos 100 metros porque en el cruce <strong>de</strong> Errázuriz<br />

y Alvear apareció una camioneta <strong>de</strong> la policía local, con balizas y laterales pintados con<br />

el número <strong>de</strong>l móvil, que observó la escena a paso <strong>de</strong> hombre y se alejó. Las camionetas<br />

perseguían a los caceroleros dispersos, <strong>de</strong>trás <strong>de</strong> los golpeadores se arrastraba el<br />

Angelito Negro, auxiliados por dos <strong>de</strong> la columna que prefirieron no correr: un<br />

empleado municipal y el autor, quien cubría el evento para una FM. Sin embargo, al<br />

llegar a la plaza San Martín, se <strong>de</strong>tuvo una camioneta blanca, conducida por el karateca<br />

Juan <strong>Carlos</strong> Gómez, con varios hombres en la caja, que bajaron a seguir pegándole al<br />

Angelito, que sólo atinaba a putearlos, mientras el autor le recordaba a Gómez su rol <strong>de</strong><br />

funcionario público. Quizás por eso o porque en la plaza había <strong>de</strong>masiada iluminación,<br />

los matones regresaron a su camioneta y se marcharon. Luis González aún no pagó el<br />

asado que aquella noche le prometió al autor, en gratitud por la ayuda. Al fin, los tres<br />

llegaron hasta el automóvil <strong>de</strong> González, estacionado sobre la avenida Roca. Cuando el<br />

conductor se recuperó, enfilaron hacia la Casa <strong>de</strong> Gobierno, en cuyos jardines parte <strong>de</strong>

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