Código de Ética - Tribunal de lo Contencioso Administrativo

PRÓLOGO
Hace algún tiempo me propuse hacer llegar a los jóvenes de nuestra
Patria –estudiantes de derecho, secretarios de juzgados, actuarios,
escribientes–, los principios fundamentales que distinguen al juez
ejemplar; lo hice a través de pláticas que pretendieron ser sencillas,
amenas y con orientación nemotécnica, a fin de que los puntos principales
perduraran un poco más en el recuerdo de los oyentes. Eso fue antes de
que se publicara el Código de Ética del Poder Judicial de la Federación y,
con el tiempo, aquellos tan espontáneos conceptos han sido publicados
por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, bajo el título de “El ABC
de la Deontología Judicial” 1
Dicha publicación forma parte de una larga lista de acciones,
conferencias, seminarios, ediciones y encuentros, tanto nacionales como
internacionales, mediante las cuales la Suprema Corte de Justicia de la
Nación tiende a divulgar e impulsar los principios de la ética judicial, así
como a fortalecer las virtudes de los juzgadores.
Dentro de ese mismo empeño nuestro más Alto Tribunal ha establecido
en este año de 2007 el Instituto de Investigaciones Jurisprudenciales y de
Promoción y Difusión de la Ética Judicial, con lo que ha venido a reforzar
la consistente intención de enaltecer la función judicial a todos los niveles,
seguro como está de que la justicia mexicana sólo podrá salir adelante de
manera integral, mano a mano los órganos locales y federales, judiciales y
jurisdiccionales, pero nunca por partes aisladas ni con tiempos perdidos.
Poco a poco, esa voz de la Suprema Corte que viene clamando por
la presencia ética en la judicatura se va oyendo en todos los horizontes
1 Díaz Romero, Juan, “El ABC de la Deontología Judicial”, número 3 de la Serie Judicial; Suprema Corte de Justicia
de la Nación; 2005.