guía de prevención de la violencia de género en adolescentes

idad
apoyo
fianza
miso
seo
dad
rosidad
respeto
SOMOS EDUCAD@S DESDE QUE SOMOS
PEQUEÑ@S DE FORMA DIFERENTE Y ESTO
HACE QUE SEAMOS Y TENGAMOS COMPOR-
TAMIENTOS DIFERENTES. Es lo que llamamos
proceso de socialización, en el cuál asumimos las
reglas y las normas de comportamiento, en base a
ser mujeres y hombres, en tres ámbitos fundamentalmente;
la familia, la escuela, el grupo de iguales
(los colegas).
A partir de los tres años, los niños y las niñas ya
distinguen lo que es propio de ellas y de ellos, a través
de los vestidos, los juguetes, colores y espacios.
Del mismo modo conocen y hablan de las actividades
y profesiones que son consideradas masculinas y
femeninas. Se inicia el sentimiento de pertenencía a
uno de los sexos, a través del proceso de lo que se
llama socialización diferenciada.
Desde que nacemos podemos observar las diferentes
maneras de dirigirse a un niño o a una niña; así
por ejemplo es más probable que a la niña se le vista
de rosa, se le pongan pendientes, se comente lo guapa
o risueña que es, etc., mientras que al niño es probable
que se le vista de azul, no se le pongan pendientes
y se comente lo grande o despierto que parece.
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